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Channel: SAULILLO77 – PORNOGRAFO AFICIONADO
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Relato erótico: “La casa en la playa 5.” (POR SAULILLO77)

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verano inolvidable2Tercer día de fiesta.

Fui a buscar las putas cervezas, tenía la sensación de que en cuanto salí de casa, Jaime ya se estaba follando a Sonia, y si tardaba mucho mi madre iba detrás. Así que en 5 minutos regresé con otros 4 packs de 24 latas a los pies de la moto, al entrar temía ver a Jaime ya en acción, pero estaban todos en la puerta esperándome, se habían puesto el biquini y mi madre era la única con un camisón fino, Jaime solo con el bañador. Yo me puse una camiseta por tener una prenda más. Mientras las chicas se turnaban en hacer manitas con Jaime camino de la playa, solo mi hermana me ayudó con las cervezas y la nevera hasta arriba de hielos. Al llegar hicimos un círculo y comenzamos.

Seria repetitivo decir que ocurrió, resumiré en que la 1º hora fue inocente, a partir de ahí Jaime se volvió osado, y ya tenia a mi madre sin ropa, a Sonia con las tetas fuera y mi hermana tuvo que dejarse meter mano, a mi me hacia tonterías para humillarme, hacer verme con un crío, para minimizarme ante las demás. Al par de horas estabamos todos desnudos y con un subidón de cerveza notable, por suerte era una playa apartada y en esas horas no pasaba mucha gente. A estas alturas Jaime se había cebado con mi madre, le había comida la tetas, le había hecho hacerle una paja, y se dieron el lote unos 5 minutos, eso me dejó cierta libertad con las demás, y Sonia fue asediada, bailes, caricias, y llegué a pedirla una cuabana que me dejó muerto, mi polla desaparecía entre aquellas montañas. Mi hermana y Sara fueron castigadas por elegir verdad, descubrimos que mi hermana había probado el sexo anal, y cual de sus ex follaba mejor, un tal Pedro, mientras que Sara relató como perdió su virginidad con el hijo del carnicero a los 16 años, y que tuvo líos lésbicos en la universidad.

-JAIME: pierde Carmen – que se bebía las cervezas como chupitos.

-CARMEN: verdad jajaja

-JAIME: ¿te follaste al mulato de anoche? – se puso azul de congestión, pero ante la mirada atónita de Marta, asintió.

-CARMEN: ¡si, jajajaja dios!, es que tenia un calentón…….

-MARTA: ¡pero mamá, ¿y papá?! – la cogió de la mano con dulzura.

-CARMEN: hija, tu padre no está, y estoy harta de dormir sola, no es nada, solo me divierto, como tú.

-JAIME: quedan pocas latas – quería pasar rápido para evitar discusiones morales. Perdió Sara, y aproveché que mi madre distraía a Jaime.

-YO: quiero que me a la chupes, tía – sonó tan decidido que gateó hasta mi y comenzó a chupar el glande, aquello abrió los ojos de todos, le costaba horrores metérsela pasado el capullo, pero lo compensaba con una lengua viva.

-JAIME: mira como le comen la polla a tu hijo – apretó a mi madre contra él, pegando su culo a su erección sin que mi madre apartara la vista de mí.

-CARMEN: jajaja es que es hijo de su padre, casi no puede tragársela jajajaja.

Me hizo hundir los dedos en la arena de placer, y en 5 minutos me vacié en su boca, la mayor parte se lo tragó. La siguiente mano perdió mi madre, que seguía eligiendo atrevimiento pese a todo.

-JAIME: ummmmmm ¿que se me ocurre….?

-CARMEN: poco se me ocurre ya, golfo, me has hecho de todo……jajajajaja

-JAIME: cierto, háztelo tu misma, hazte un dedo.

Se tumbó en mitad del circulo y se abrió de piernas mirando a Jaime, chupó varios dedos y empezó a jugar con sus labios mayores, los separó y frotó su clítoris mordiéndose el labio, para terminar metiéndose 3 dedos, se martirizaba ella sola con un ritmo animal, se arqueaba mostrando unos pezones que rayarían diamantes, comenzó a pellizcarse uno, y luego a suspirar rápido dando golpes con el culo contra la arena, hasta que tembló de gusto y se hico un bola.

-JAIME: espectacular, dios…. ¡que mujer! – recibió un aplauso tímido. Otra mano, perdió Marta, que ya estaba colorada como una fresa, eligió verdad.

-JAIME: ayer te follaste a uno, ¿te dejó satisfecha?

-MARTA: jajaja ¡que cerdo eres!…… ¡pues no!……se quedó dormido y no me gustó – terminó su cerveza.

-YO: solo queda una lata.

-JAIME: tengo una idea, pero no se si os gustará, sois demasiado remilgadas……- aquello fue justo lo que era, una trampa.

-SARA: claro, míranos que recatadas, aquí desnudas y chupando pollas……..dilo.

-CARMEN: eso, podemos con todo ajjajaja.

-SONIA: yo hago lo que sea…….

sin-titulo-JAIME: me gustó mucho terminar follando con Sara, y creo que a todos verlo, ¿que tal si la última lata siempre sea el colofón con sexo? El que pierda tiene que dejarse follar, pero puede escoger con quien, tienen que ser hombre y mujer, nada de rollos gay, ¿que os parece?

-MARTA: un poco fuerte…..pero…… ¡que coño!

-CARMEN: claro que si, reparte jajajjaa – parecía ansiosa por que le tocara.

-SONIA: ¡madre mía!, estamos locos….

-SARA: pues no juegues, niña…- seguían picadas.

Jaime era un genio, si tenían que ser hombre y mujer, siempre ganaba, de las 4 mujeres, una era madre, otra mi hermana, y la 3º mi tía, a la que ya se tiraba, las 3 le elegirían a él de cabeza, aparte de que si perdía él podía follarse a cualquiera, y si perdía yo solo podría ir a por Sonia. Al repartir estaba nervioso, dimos la vuelta a la carta a la vez, y la matemática no fallaba, perdió Jaime.

-JAIME: jajajaja que bien – se frotaba las manos mientras abrió la última cerveza que le se bebió mirando a las 4 mujeres, Sara casi parecía ya dispuesta cuando – ….me follo a Marta – me quedé de piedra, “mi pobre hermana”, pero tenia sentido, Jaime ya tenia a mi tía, mi madre estaba cerca, y había empezado a camelarse a Sonia, mi hermana era la única que no caía en su juego, y no perdió la oportunidad.

-MARTA: ¿en serio,? es que……..

-CARMEN: ¡no seas boba, ¿no ves que guapo es Jaime?! tendrías que estar agradecida – no seria real decir que eso fue el alcohol, mi padre había enseñado a pensar de esa forma a mi madre. La mujer estaba para complacer, el mulato podía dar fe.

-JAIME: yo decido, así que……ven aquí – Marta se puso en pie, ruborizada, borracha y avergonzada, pero seguía preciosa.

Se acercó a él sin saber que hacer, Jaime la cogió de la mano y se la puso de rodillas encima, se besaron un poco, de forma torpe, Marta estaba incomoda, mientras Jaime repasaba sus nalgas. Pasaron unos minutos largos en que Marta se excitó, ya estaba metiéndole la lengua buscando la suya. Jaime se recostó en la arena y mi hermana cogió su pene, apuntó y bajó la cintura con cuidado, soltó un par de gemidos agudos hasta meter medio miembro.

-JAIME: es la más grande que te han metido, ¿verdad? – mi hermana no dijo nada, pero su cara roja decía que si. Por un momento pensé que si la de Jaime la hacia gozar, siendo un miembro ligeramente por encima de las medidas estándar, la mía debería hacerla ver las estrellas.

-CARMEN: jajajaja pobre hija mía, mírala como disfruta – lo hacia, tenia sus reparos pero el movimiento lento de sube y baja la estaba llevando al cielo.

-JAIME: dime, ¿te gusta como te follo?

-MARTA: si…..- susurró tímidamente.

-JAIME: ¿mejor que el de ayer?

-MARTA: ¡ohhhhhhh si!, mucho mejor….. – apretaba los labios para no gemir cuando Jaime ya embestía con fuerza haciendo temblar los senos y las nalgas de mi hermana.

-JAIME: ¿y mejor que Pedro? – el que nos había dicho que fue su mejor polvo, mi hermana guardó silencio y aguantó la respiraron unos segundos mientras la estaban matando.

-MARTA: ¡DIOS, SI, MEJOR, JODER, COMO ME GUSTA! – estaba gozando mucho más de lo que admitió nunca.

-JAIME: ¡pues muévete un poco, no voy a hacerlo yo todo! – y la soltó uno de sus azotes, lo que provocó que mi hermana se soltara, se puso a 4 patas sobre él y movió su cadera con energía.

-SARA: joder como se mueve la niña…..

-CARMEN: es hija mía, seguro jajajajaja

Marta dio un recital, hasta Jaime la paraba alguna vez entre besos, tuvo que darla la vuelta para dominar, la abrió de piernas, de espaldas contra la arena, y la folló como mejor sabia, mi hermana cerró los ojos y se frotaba su cuerpo de adolescente terminándose de desarrollar, sintiendo cada penetración. Jaime cayó sobre ella y le rodeó con los muslos, lamía sus senos que estaban tensos y firmes. Sonia estaba a su lado masturbándose al ver aquello, mi madre no perdía detalle y mi tía estaba furiosa, quería haber sido ella. Jaime duró bastante, la estaba llevando a disfrutar de aquello, la puso de lado y la estaba penetrando desde atrás acariciando su clítoris, Marta golpeaba la arena al sentir como una oleada de calor la llenaba, y estalló soltando lo que seguro fue su 1º orgasmo vaginal, hasta para mi fue reconocible en su cara esa sensación de sorpresa o confusión al sentir algo nuevo y placentero. Poco después la llenó de esperma caliente, mi hermana había cogido cierto ritmo y aún se movía mientras la polla que la había encendido se desinflaba.

-JAIME: ¡puf…….madre mía…….me vais a matar!

-CARMEN: como las gasta mi niña eh…..

-JAIME: solo espero que su madre sea mejor – se puso en pie y azotó el culo de mi madre, que le miró con ojos lujuriosos.

-CARMEN: ya lo probarás…

-MARTA: ¡dios…..se me ha corrido dentro…..estoy llena de…..! – se colocaba en pie mientras se tocaba el pubis manchado de semen y sus propios fluidos.

-JAIME: de mi, princesita – se fue a por ella, que le recibió de brazos abiertos medio ida, se besaron con calma y la azotó el culo varias veces.

-MARTA: ¡joder, me haces daño!, dame más suave – ya era suya, fue dándola azotes hasta que dio con la intensidad que a mi hermana le pareció idónea.

Regresamos desnudos a casa, nos dimos una ducha, al rato cenamos, para vestirnos e ir de fiesta, nada había cambiado los planes. Jaime y yo nos pusimos algo decentes en pocos minutos, ellas se pasaban media hora cambiándose de ropa, y maquillándose, pero merecía la pena.

Todas bajaron con una capa de maquillaje extra, y a mi entender innecesaria, iban muy borrachas como para hacerlo bien. Mi madre eligió un vestido blanco con tirantes, largo hasta lo pies y vaporoso, a contra luz se le marcaba una figura apoteósica, y casi se intuían sus pezones al ir sin sujetador. Mi hermana la siguió con una camiseta blanca enseñando un hombro y el biquini, con unos shorts negros elásticos del que sobresalían los lazos de las bragas del bañador. Sonia arrasó con un top de flores elástico marcando un sujetador al límite de su capacidad en un escote tan vulgar como atrayente, y unos shors blancos sin abrochar del todo. Mi tía Sara esta vez jugó fuerte, con solo un corsé negro arriba, que le realzaban los senos hasta el punto de que al caminar vibraban como flanes, con un pantalón largo de cuero negro pegado a su piel. Todas con las bragas del biquini “por si acaso” se daban un chapuzón, pero solo mi hermana llevaba el sujetador arriba.

Fue como volver al pasado un día entero, ronda de chupitos al comenzar, y mojitos infernales, a la 2º copa ya estabamos con la cabeza perdida. Sara tuvo que buscarse un maromo, no le faltarían pretendientes, por que Jaime se quedó pegado a mi madre, sobándola por encima del vestido. Sonia se encontró a su noviete, y me quedé con mi hermana bailando de forma graciosa, pero no me miraba a los ojos.

-YO: ¿que te pasa?

-MARTA: nada……es que…lo de Jaime….me ha dejado traspuesta.

-YO: folla bien……- dije triste.

-MARTA: puffff joder que si……bueno, si…… pero no es eso….es que….me has visto……. y mamá.

-YO: es algo raro, pero……me gusta este rollo, así conocí a Vanesa – me miró por fin, con un halo de la luz que era de mi vida.

-MARTA: ¡es verdad!, una lastima que no pudiera venir, te puedo buscar a otra…….- sopesé si seria acertado, había demostrado tener buen ojo.

-YO: no, creo que Vanesa será mi chica este verano…….si es que no la cago…….

-MARTA: bobadas, es una afortunada, eres un cielo, no se que haría yo sin ti……. pero es que Jaime está desmadrando todo un poco….

-YO: ¿un poco?

-MARTA: si, pero estamos de vacaciones, y no vengo a pasarlo mal, que sea lo que dios quiera, por que necesitaba un buen polvo y me lo ha dado.

-YO: es un cerdo…..

-MARTA: lo sé, y mamá o la tía, hasta Sonia, pero de vez en cuando las mujeres necesitamos un hombre así, han idealizado el amor, y no siempre buscamos a un chico bueno, dulce y tímido como tú – no supe como sentirme, si eso era bueno o malo para mi.

Nos pasamos una hora riéndonos, me usaba para espantar a algún moscón que la pretendida, luego vimos a Sonia sin el top de flores, subida a hombros de un chico gritando a pleno pulmón, y a Sara como una reina mora con 4 tíos a su alrededor regalándole los oídos.

-MARTA: a quien no veo es a mamá…….

-YO: estaba con Jaime, o eso espero.

-MARTA: ¿oíste lo que dijo jugando?……..¿lo del mulato?

-YO: si……les vi ayer tonteando.

-MARTA: y yo, pero no pensé que…….ya sabes, es mamá.

-YO: ¿por que para ti está bien liarte con Jaime pero no ella con un mulato? – se me había bajado un poco el pedo y fue un pregunta demasiado sesuda.

-MARTA: por que yo no estoy casada.

-YO: ella también ha venido a pasárselo bien, fue papá el que se fue y la dejó aquí, nos dejó a todos, y a mamá le gusta el sexo bastante, y si es duro mejor, yo creo que papá la templaba y la deja saciada.

-MARTA: ¿si?

-YO: bueno, no deja de decir que la tiene muy ancha, que la encanta……..siempre que ha estado con papá se comporta como una novicia, pero lleva una semana larga sin él, y mírala…….

-MARTA: ahora que lo dices, no recuerdo nunca que papá se haya ido más de unos días de casa, pufff pues aún quedan 2 meses……me preguntó…¿como lo hará mamá?

-YO: pues es muy animal, se mueve como una tigresa……- me miró extrañada.

-MARTA: ¿como lo sabes?

-YO: bueno…..es que la he visto un par de veces en casa, la 1º con papá la primera semana…..y ayer….la vigilaba……la vi con el mulato, con lo de Vanesa……… les seguimos a casa y los vimos……

-MARTA: ¿de verdad?, ¿y como fue?

-YO: pues la verdad es que parecía que mamá estaba un poco perdida, el mulato la llevaba de la manita, la tiene grande el cabrón, pero cuando empezaron de verdad……. mamá le sobrepasó, me quedé de piedra.

-MARTA: ¡que fuerte!, ¿crees que estarán ahora por aquí?

-YO: no lo sé, ¿les buscamos?

Me cogió de la mano y como niños traviesos correteamos, la llevé a la zona de los mulatos, eran fácilmente reconocibles, había un corrillo de mujeres buscando a un varón disponible para “bailar”, la fama latina es merecida, verlos moverse era mágico, o al menos tenia a las mujeres absortas y con ganas de ser las elegidas, estaba el mulato grandullón, se lo señalé a Marta que se rió al verlo de cerca, le estaba metiendo tal meneo a una chica que la tenia cogida de las tetas sacadas de su top y le daba golpe tras golpe en el culo con la cadera, tan fuertes que la chica se quejaba entre sonrisas.

-MARTA: ¡madre mía, pobre mamá, mira que mostrenco!

-YO: y ese otro de la rubia pegada al cuello también la metió mano.

-MARTA: es mas bajito pero tiene aspecto de fortachón jajajaja, que golfa es mamá jajajajja.

-YO: si…….- tuve que reconocer – …. pero aquí no está.

-MARTA: ¿no es esa de la plataforma? – al girarme la vi subida a una tarima que había en mitad de la discoteca, junto a otras chicas, nos acercamos lo que pudimos ya que se formó un pelotón de gente.

-DJ: ¡MUY BIEN, HA LLEGADO LA HORA, CAAAAAAAAAAAAAAAAAAMISETAS MOJADAS!, la vencedora se lleva una copa gratis – Marta y yo nos miramos asombrados, mientras Jaime cuchicheaba al oído del DJ.

Fue de película americana, había 5 chicas, todas de entre 18 y 25 años, jóvenes y guapas, 2 con pechos tan grandes como Sonia o Vanesa, se quitaron los sostenes, las que lo llevaban, dejándose los top o camisetas, y una a una las fueron presentando, entrevistando y tirado cubos de agua encima, mientras se movían o contoneaban, fue divertido. Mi madre era la última, solo por su edad madura evidente en su rostro, pero hermosa, fue aplaudida y piropeada ante su atrevimiento, se reía a carcajadas mientras la preguntaban cosas picantes, y 2 tipos terminaron volcando un barreño en su cabeza, mi madre no bailó, al sentir el agua taconeó de frío e impresión, echándose la melena hacia atrás mientras el agua no dejaba de caer, luego se tuvo que sujetar el vestido por que se le salió un tirante. Pasado el mal trago dejó que la empaparan moviendo las caderas, al acabar toda la discoteca retumbaba de aplausos, gritos de ánimo y silbidos, mi madre estaba para follársela allí mismo, todo el pelo mojado goteando con un flequillo travieso cayendo por su frente hasta sus senos, una sonrisa divina mientras se apartaba el agua del rostro con gestos elegantes, ya fuera frotándose las mejillas hacia fuera o apretándose la nariz con los dedos índice y pulgar, es colmo era un vestido que la envasaba al vacío, se marcaban sus pezones duros y las bragas del biquini, su figura era un escándalo y ganó de calle el concurso, dando una lección de sensualidad y erotismo a las otras chicas.

Jaime la abrazó y la alzó en el aire, y la dejarla caer la dio tantos azotes en el culo que salían volando gotas de agua con cada impacto, la gente se reía ante aquello, pero mi madre se mordió a un dedo juguetona, le cogió la cara a Jaime y le besó metiéndole la lengua, Jaime respondió con gusto y la temperatura de la discoteca subió 5 grados, la cogió del culo y se la montó encima bajándola de la plataforma. Les seguimos hasta la barra, donde mi madre sonreía con la mano de Jaime en su trasero, la susurraba cosas que la hacían sacar la cintura con ritmo sobre su mano, y pidió su premio, otro mojito que se bebió del tirón, apoyada de espaldas a la barra, Jaime la besaba sin parar, mi madre se los devolvía y se dejaba hacer con un brillo en los ojos anti natural, pero que ya vi la noche anterior al llevarse al mulato a casa.

-YO: se la va a follar.

-MARTA: puffff ya ves…..mamá me ha puesto cachonda hasta a mi………

-YO: ¿que hacemos? – pretendía que me ayudara a impedirlo.

-MARTA: quiero verlo…. – me cogió del brazo con fuerza –…. necesito verlo.

Jaime estaba desesperado, tiraba de mi madre para sacarla de allí mientras ella bailoteaba sin parar, ni nos vieron pasar a su lado, salieron como almas que persiguiera el diablo y les seguimos, Marta se apoyaba en mi muy perjudicada, pero segura de querer ver aquello. Esta vez mi madre no paró por el paseo marítimo a jugar, llevaba de la mano a Jaime a toda velocidad, al llegar a casa dimos un rodeo para ir por la escalera exterior, vi de refilón como en el sofá de abajo estaba Sara, sin el corsé y a 4 patas con le pantalón y las bragas a medio muslo, siendo follada por un completo desconocido, de fondo entraron mi madre y Jaime, que pasaron sin prestar atención, subimos antes que ellos y le enseñé a Marta el “rincón de la lujuria”, una zona de un balcón del cuarto de mi madre desde el que se veía todo, pero no te veían.

-MARTA: ¡dios…esto es muy fuerte!

-YO: no tenemos por que verlo.

-MARTA: pero quiero hacerlo…..ese cerdo casi me mata en la playa.

La luz se encendió y entraron a trompicones en la habitación, Jaime acosaba a mi madre que se reía ante su ímpetu, recostó a mi madre en la cama boca arriba y se tumbó encima dándola un fuerte chupetón en el cuello mientras amasaba sus senos bajo la tela mojada, Jaime estaba loco de lujuria, la cogió del escote y rasgó la tela que, vaporosa y húmeda, cedió hasta el ombligo sin problemas, le cogió de los pezones y los chupó con dureza, mi madre gimió y le apretó contra ella.

-JAIME: ¡dios, llevo semanas deseando follarte!

-CARMEN: pues haberlo hecho – le quitó la camiseta a Jaime y le besó por todo el pecho, llegando a morderle en el vientre un poco marcado abdominal.

-JAIME: tu hijo no me dejaba, pero lo voy ha hacer ahora – le rompió de todo el vestido quedando hecho jirones, le levantó las piernas y sacó las bragas con firmeza, la abrió de piernas y se regaló la vista con el coño de mi madre.

-CARMEN: ¿me lo comes? – Jaime obedeció, se sintió en la cara de mi madre como le gustaba cierto gesto de su boca ente sus muslos, aunque no adiviné cual era.

-JAIME: ¡que buena estás! – y hundía su lengua en sus labios mayores, tirando con la boca de ellos.

Pasados unos minutos mi madre gemía con cierta vibración en el vientre, Jaime se desnudó por completo, tumbándose boca arriba, mi madre acudió a su pene y le devolvió el favor con un mamada que le costaría hacer a muchas profesionales, se la metía entera y se la llenaba de babas para luego dejarla seca.

-MARTA: joder con mamá, ¡como la chupa!

-YO: si papá la tiene grande, esta le resultará fácil.

-MARTA: ya, pero aún así……- disimulaba, pero se había metido la mano dentro del short y se estaba acariciando.

Jaime la cogió de la cabeza a mi madre y la subía hasta besarse de nuevo, mi madre pasó una pierna por encima para montarlo y buscar su miembro.

-CARMEN: la verdad es que no la tienes tan grande como el mulato o mi marido.

-JAIME: ya sabe lo que dicen, no importa el tamaño del barco, si no el movimiento de la marea…..- una carcajada sonora se el escapó a madre, que al instante ejerció fuerza y se la metió entera de golpe, entrenada por el mulato el día anterior, era normal.

Mi madre sonreía mientras Jaime casi estaba en una nube, fue la 1º vez que le vi perder el control de la situación, mi madre movía la cadera como un oleaje, se apoyó en la cabecera de la cama con la manos, y rompía con la cintura en aquella verga que la abría, Jaime probó azotándola el culo, eso solo la aceleró más, a cama parecía dar saltos con cada gesto y Jaime trataba de contenerse, fueron 10 minutos en que Jaime logró sacarla de rueda, y antes de poder hacer nada mi madre tembló varias veces y se dejó caer de lado.

-JAIME: ¡puffffff como se mueve!

-CARMEN: jajaja muchas gracias, pero no hemos terminado, a mi no me dejas a medias – le comió la polla hasta recuperar el aliento, Jaime la miraba asombrado.

La puso a 4 patas, y lamió sus dedos para acariciarla entre los muslos, mi madre había cogido ritmo, no dejaba de mover la cintura, hasta que la empaló, soltó un par de gritos leves y luego sintió cada azote en las nalgas hasta el fondo de su ser. Marta se corrió delante de mí, pero no por ello dejó de mover su mano entre sus piernas, yo me estaba pajeando sin remedio. Marta estaba cachonda, seguramente recordando como la había hecho gozar Jaime hacia unas cuantas horas.

-CARMEN: ¡vamos, dame fuerte, necesito correrme! – Jaime la miraba atónito, estaba sudando y dejándose la piel y mi madre le empujaba hacia atrás buscándole con la cadera.

-JAIME: ¡dios, que mujer, que loba, folla como una diosa!

Mi madre clavó las 20 uñas en un sprin final quedándose quieta, y rompió a gritar con una explosión de sensaciones que bañó las sabanas, Jaime la azotó tanto que se hizo daño en un dedo acabó de a descargar dentro de mi madre. Ambos cayeron de lado a la cama, mi madre sonreía con diversión mientras Jaime cogía aire a bocanadas.

-JAIME: ¡joder!…me ha pillado con la guardia baja….puedo hacerlo mejor…..- lo había dado todo y estaba exhausto.

-CARMEN: no, ha sido increíble…..mejor que el de ayer – era cortés hasta mintiendo, el mulato la dio más trabajo y no creo que ella se quedara contenta del todo – …..te mueves muy bien, verte con Sara, y hoy con mi hija me hizo pensar y mojar mis muslos jajajajaja soy insaciable.

Lo decía de forma dulce, sin darle importancia, se acurrucó a su pecho, se quedaron riendo y susurrando. Marta me cogió de la mano y me llevó a la piscina, con la boca abierta y a carcajadas.

-MARTA: ¡jajajaja le ha dejad seco!

-YO: ya te lo dije…….

-MARTA: ¡pero si Jaime me ha follado como en mi vida!, ¡y mamá en media hora lo ha matado!

-YO: ya lo dijo Sara, mamá ha despertado.

Nos dimos un necesario chapuzón en la piscina, tenia que rebajar el calor de mi cuerpo, y Marta también, chapoteamos rememorando lo visto. Al rato vimos a Sonia con su noviete entrando a hurtadillas en casa, y unos minutos la oíamos gritar desde la piscina.

-MARTA: pufff con lo borracha que va, y follando, esta noche no duermo, ¿puedes dormir conmigo? me ayuda.

-YO: claro – me revolvió el pelo con ternura.

Nos dimos una buena ducha antes de meternos en la cama libre, yo me quedé en calzoncillos, y ella se fue a cambiarse, se duchó y volvió con un camisón de satén dorado de tirantes hasta medio muslo, sin sujetador y con el pelo así estaba para comérsela, se tumbó, y de forma natural se hizo un bola sobre mi pecho, obligándome a abrazarla.

Dormimos una barbaridad, nos habíamos pasado 3 dais de fiesta, más tiempo borrachos que sobrios, o desnudos y jugando, que vestidos. Me desperté con Marta apoyada en mi hombro, con su cara pegada a mi cuello y su olor en el pelo a limpio y manzana del champú. Me dolía el brazo del peso de su cuerpo y tenia los dedos entumecidos, pero me negaba a si quiera moverme, parecía tan inocente y dulce así dormida, que no quería despertarla. Escuché algún ruido de vida pasadas las 5 de la tarde y no antes. El ruido y el olor de la cocina por fin despertaron a Marta media hora después, me pilló mirándola a los ojos, y al reconocerme sonrío, me rozó con la nariz en la barbilla con una de esas sonrisas tan naturales que derretirían los polos.

-MARTA: ¡dios!……que bien he dormido, ¿y tú?

-YO: he dormido con un ángel, creo que bien – torneaba los ojos y me ponía morritos cuando le decía esas cosas.

-MARTA: tienes que decirle eso a Vanesa, te la llevarás de calle.

-YO: si me atreviera……

-MARTA: eres duro de roer, pero un sol de chico jajaja – se me abrazó más fuerte, sentí sus senos en mi piel, y una pierna suya sobre mi, la estruje con fuerza hasta que gritó con dulzura y la solté.

Recuperé mi brazo cuando se puso en pie, pude llegar a ver medio culo de mi hermana, que iba en tanga, antes de que se colocara el camisón, me fui a dar una ducha y ella también, al salir del baño estaba Jaime sentado en una silla, fumando en el balcón un porro.

-YO: hola…….- al verme siseó.

-JAIME: hola………

-YO: ¿que tal ayer?

-JAIME: pues me folle a tu madre, si es lo que quieres saber, guarro, ¡y no vas que bien folla!, me dejó tiritando la muy puta.

-YO: creo que esta buscando sustituir a papá, y tú no das la talla – le solté como respuesta a sus comentarios groseros.

-JAIME: jajaja está comiendo de mi mano, solo me pilló cansado, ¡que tres días niño!…….no puedo con mi alma – sonó a excusa, pero tampoco puedo decir que mintiera, yo había “jugado” mucho menos que él, y estaba roto, con las piernas rígidas y como si tuviera unas obras en la cabeza.

Bajamos a comer algo, mi madre estaba preparando una ensalada mientras Sara la hablaba del tipo de anoche, al vernos cambiaron de tema, y charlamos mientras comíamos, Marta y Sonia bajaron después, y nos volvimos todos a las camas para dormir hasta tarde, cenamos ligero y ya, algo más enteros, y vimos un par de películas para reírnos, fue como si de golpe esos 3 días se hubieran esfumado, y todos fuéramos una gran familia feliz y normal. Llegó a ser raro acostarse a la 1 de la mañana, y no a las 6 o 7, pero nuestros cuerpos pedían descanso a gritos.

-MARTA: ¿puedes dormir conmigo esta noche Samuel? Te juro que eres como un somnífero…..

-YO: claro, como hoy jajaja

-CARMEN: eh, yo también tengo la cama fría.

-JAIME: ya me acuesto yo con usted – Sara echaba chispas al ver como Jaime azotaba a mi madre y esta le daba golpecitos con la cadera, pero se mantenía callada.

-CARMEN: vale, pero sin cosas raras, que te conozco jajaja – fingían que no habían follado ya, sin convencer a nadie, Jaime la cogió de la mano y subieron juntos con el sonido de un azote tras otro de fondo.

-SARA: pues yo también quiero dormir con alguien……

-SONIA: a mi no me mires, estoy destrozada, y necesito mi espacio.

-MARTA: bueno, podríamos dormir los 3 en tu cama tía, que es más grande…..- su solución me encantó.

Subimos a su cuarto, Marta fue a cambiarse para dormir, y Sara me invitó a quedarme mientras hacia lo mismo, se desnudó por completo y se puso un tanga tan diminuto que apenas se veía, se tumbó en la cama llamándome, me recosté sobre ella por detrás y la abracé con fuerza.

-SARA: sabes…….estoy harta de Jaime, es un niñato.

-YO: ¿y por que le has dejado…….tomarte? – no supe decirlo más suave.

-SARA: no se, al principio me gustaba jugar con él, pero ahora, está detrás de todas, y me ignora – “mientras eras tú la que jugaba te parecía bien”.

-YO: es un cerdo, y seguro que se ha metido en la cama de mi madre para tirársela.

-SARA: eso ya lo hicieron anoche, me la dicho tu madre, jajaja la muy loca dice que le gustó, que la tiene como un fideo pero la divierte, puf, lo que le ha hecho tu padre no tiene cura, Jaime a mi me vuelve loca, veo las estrellas y me desvanezco, y a ella “le divierte”, no se, quizá es que hacia mucho que no me tomaba nadie.

-YO: ¿y el de ayer?, te vi abajo al llegar……

-SARA: un cualquiera, ni me acuerdo de su nombre o su cara, fue amable conmigo y me folló bastante bien.

-YO: se me hace raro hablar de esto………así.

-SARA: mi niño, a estas alturas las cosas están claras, vamos a disfrutar mientras dure – se giró y me dio un tierno y cariñoso beso en los labios, me recordó a la 1º vez que la vi en casa, aquella mujer de bandera fuerte y sensual.

Marta entró traspuesta, iba con otro camisón idéntico al de la noche anterior, pero blanco, al verla Sara la sonrió con amabilidad, y al instó a quitarse el camisón, algo avergonzada accedió quedando como mi tía, solo con un tanga blanco, algo más grande que el de Sara. Me recosté y por unos minutos las tuve a las dos en mis brazos, sentía sus pechos en mi y su respiración calmándose al son del ritmo de mi corazón, hasta que se durmieron. Pasados unos minutos comencé a escuchar a mi madre gemir, sonidos de azotes uno tras otro seguidos de risas, y Jaime soltando improperios, estaban follando de nuevo, y ahora sin poder culpar a la bebida, pero el sopor y el calor corporal de mis 2 acompañantes me vencieron, y caí dormido junto a ellas.

 

Relato erótico: “La casa en la playa 6.” (POR SAULILLO77)

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NUERA43 dias con mi tia.

sin-tituloUn calor agobiante me despertó, era el sol pegando fuerte por la ventana, al ubicarme sentí mi miembro duro presionado, estaba en forma de cuchara pegado a la espalda de mi tía, y con un seno en la mano, Marta estaba pegada a mi, con sus pechos en mis omóplatos y un brazo por encima mía. Me quedé quieto como una estatua, sin saber que hacer, quizá mi tía se molestara por la erección, así que traté de moverme.

-SARA: shhhh quieto – se abrió de piernas y sentí mi miembro caer entre ellas.

-YO: tía……- cerró los muslos, me creí desvanecer.

Pasó un largo rato hasta que Marta se movió tumbándose hacia el otro lado, entonces pude separarme y sentir como salía de su prisión cárnica, pero al momento se giró sobre mi, apoyada en mi pecho con su barbilla en mi cuello.

-SARA: tienes una buena polla, lo sabes, ¿no?

-YO: bueno……eso dice mamá.

-SARA: y yo, y cualquier mujer, he visto algunas más largas, pero no más anchas, debes dejarlas rotas de placer, a mi me duele la mandíbula de chupártela ayer – bebidos se hacían unas cosas que, luego al mencionarlas, resultaban incomodas, al menos a mi.

-YO: pues no se, Vanesa parecía feliz…..- sorbió por la nariz con un sonrisa muda, mi comentario fue tan inocente que no me di cuenta.

-SARA: normal – Marta se movió y gimió entre dientes.

-MARTA: callaos leche, quiero quedarme aquí para siempre, no salir de esta cama nunca…….- Sara me puso un dedo en los labios y sonrió traviesa, extendió su mano y la pellizcó el culo, Marta se sobre saltó y se giró, pero vio a Sara sonriendo, frunció el ceño con cariño y se giró a seguir durmiendo, Sara empezó a rozarle el contorno del cuerpo, que a contra luz del sol anaranjado parecía de cobre pulido.

Al hacerlo me ponía un pecho en la cara, no hice nada por miedo, solo miraba como Marta soltaba zarpazos queriendo apartar aquellos dedos que la acariciaban, le hacían reírse y erizarla la piel, hasta que se revolvió con una sonrisa enorme y atacó a Sara con la almohada, que ofendida, se puso de rodillas y jugaron a pelearse conmigo en medio.

-MARTA: ¡serás pesada, Sam, ayúdame! – me incorporé y cogí a Sara de la cintura pegándola a la cama, se reía mientras luchaba por liberarse y Marta la hacia cosquillas en el vientre.

SARA: ¡no por dios, cosquillas no, que me muero! – eso solo azuzó a Marta, que empezó a hacerla “pedorretas” en el estómago doblándola de risas.

Ninguna pareció percatarse de mi erección, hasta yo me olvidaba de ella, aquello empezó como un juego inocente, Sara se liberó y logró coger del abrazo a Marta, buscándola cosquillas hasta encontrarlas en las costillas, Marta se revolvió como una loca entre carcajadas y gritos.

-SARA: ¡ayúdame con ella, Sam!

-MARTA: ¡ni se te ocurra!, que te busco el cuello….. – solo con decirlo traté de esconderlo, y Sara me atacó, es algo superior a mi, la solté y huía de ella mientras me pegaba los pechos a la nuca y me hurgaba con los dedos en la garganta, estaba rojo y me reía tanto que me ahogaba.

-YO: ¡para…..por favor jajajja para! – no lo hacia.

-MARTA: ahí os quedáis, huyo cual cobarde a darme una ducha – la imploré ayuda pero me revolvió el pelo y se fue.

-SARA: jajaja ahora estamos solos tú y yo – trataba de alejarme, pero lograba llegar a mi cuello.

YO: ¡para………para…….. o…..o …..!- seguía

Me hinché de orgullo y la cogí de la cintura elevándola medio metro, ante un grito de sorpresa la dejé caer a la cama boca abajo, subiéndome encima de ella, aprisionándola y haciéndola cosquillas por los costados, se movía como una culebra, tanto que se me salió la polla del calzoncillo y la estaba pegando con ella en el culo, se sintió el cambio de tono en las risas de Sara, creí que era otra cosa, se giró como pudo, se alzó buscándome el cuello, tan fuerte que caí sobre ella, que estaba de medio lado, me apretó contra su cara y clavamos nuestras miradas.

-SARA: ¿si te pido una locura la haces?

-YO: ¿que puede ser?

-SARA: bésame…. – y alzó sus labios, volví a sentir un sabor a frambuesa reconocible, y al 3º beso, su lengua me invadió, y se lo devolví.

-YO: tía…yo……..una cosa es cuando jugamos…pero Vanesa….- me acarició la cara con ternura.

-SARA: faltan unos días para que vuelva, podemos divertiremos mientras, tú y yo – sacó una de sus piernas de entre las mías y me rodeó con ella.

-YO: ¿y Jaime?

-SARA: jajja soy mujer de sobra para 2 – fue lo mejor que pude sacarla, así que la azoté con fuerza, se sorprendió gratamente, tanto que lo volví ha hacer, y entonces me apretó contra su seno, lo lamí con fuerza y pude notar su dureza en los labios.

-YO: ¡que buena estás tía! – alardeó con un gesto coqueto, y me alejó de sus senos besándome, ella se reía ante mis torpes conocimientos.

-SARA: calma potrillo, tenemos tiempo, ahora a desayunar – me seguía dando besos cortos y tenia las mejillas coloradas, pero la solté.

Algo decepcionado y esperanzado a la vez, me fui al baño a aliviarme, al bajar estaban todos desayunado con caras renovadas, decidimos por 1º vez ir todos a la playa como familia, y pasar la mañana allí para comer en un restaurante cercano. Con mucha más gente a esas horas, Jaime y yo fuimos precavidos, aparte de que el noviete de Sonia, Jony según dijo llamarse él mismo, estaba por allí, un chico alto y musculoso, rapado al cero y un pendiente en una ceja, Vin Diesel pero con acento de paleto Valenciano. Eso no cambió que mi madre seguía el juego a Jaime, le gustara como la follaba, o no, le atraía el morbo, y un par de cachetes en su trasero siempre la dejaban dócil y mansa.

Sara se pegó a mi, no soy imbécil, sabia que estaba resentida y que yo era una opción de celos a Jaime, pero no por ello no me aprovecharía de ello, si no fuera conmigo buscaría a otro con quien intentarlo. Además Sara había ido con un diminuto biquini de tanga, que le quedaba de fábula, y me pasé media mañana en el agua frotándome contra su trasero.

Al salir al sol, una por una se quitaron la parte de arriba y se quedaron así, a Jony casi le sale la sangre por la nariz de verlas los pechos. Todas tenían ya las marcas del biquini del sol y no las querían, teníamos un moreno ya marcado pasado 1 mes y pico allí. Pese a ello Jaime se dedicó a darle cremas a todas, menos a Sara, que me eligió a mí ante su sorpresa. Me esmeré en dejarla relajada y recorrer su espalda con cuidado.

-SARA: ¡que gusto de hijo hermana!, que manos tiene…….- lo decía bien alto para los oídos de Jaime.

-CARMEN: no es lo único en que destaca mi niño jajajaja.

-MARTA: ¡MAMÁ! JAJAJAJA – se puso colorada, no menos que yo, todas sabían que se referían a mi miembro.

-SONIA: ¿tenemos algún plan estos días? – se habría cansado de salir con los de su edad y hablaba en plural con nosotros.

-MARTA: yo tengo que descansar, estoy magullada del fin de semana……

-JAIME: jajaja si es que eres una floja……- la dio un buen azote que la dejó enrojecida la zona del glúteo.

-CARMEN: no lo es, yo también tengo que relajarme un poco, ya no tengo edad.

-SONIA: quien lo diría….- si raro era que mi madre tuviera ese aguante, más lo era que Jaime se hubiera follado ya a mi madre, mi tía y mi hermana, y la más ligera de cascos de todas, Sonia, siguiera sin catarlo.

-SARA: vosotros haced de lo que queráis, yo me voy al mercadillo del pueblo de al lado, y no me apetece coger el coche, ¿me llevas con la moto Samuel?

-YO: si……bueno….si no os importa…..

-JAIME: pensaba que podríamos volver a jugar esta tarde todos……quédate.

-SARA: no gracias, tu te has quedado sin derecho a decirme que hacer……..- un frío cortante cruzó la playa, pero Sonia y Marta relajaron el ambiente repasando las cosas menos lascivas del fin de semana.

Pasamos un par de horas en la playa y comimos una paella exquisita, para regresar a casa y echarnos una gloriosa siesta, Sara me llevó a su cuarto a dormir y se quedó en bragas como de noche, Marta se subió a su cuarto pero se bajó a nuestra cama pasado un rato.

-MARTA: ¿puedo quedarme aquí? es que Sonia y Jony…….- no hacia falta que dijera nada, se les escuchaba bien. Marta iba en tanga y sujetador sin más.

-SARA: claro bonita, ven aquí – le hizo un hueco entre los 2 para ella.

-MARTA: me sienta a cuerno quemado que Sonia se porte así, le da igual que esté al lado.

-YO: es tu amiga.

-MARTA: ya……y Jaime el tuyo, pero duerme con mamá….vaya par de idiotas nos hemos traído.

-SARA: jajaja no te preocupes, mi cama está siempre disponible para vosotros – Marta la abrazó y luego se quitó el sujetador para estar más cómoda.

Nos abrazamos de forma cariñosa, quedando soporíferamente traspuestos. No puedo decir que no fuera una gozada dormir con ellas 2, casi desnudas, no fue raro despertarme con mi hermana pegada a mi y una erección colosal, raro fue ver a mi tía besando un seno a Marta, lo hacia con una delicadeza sobrenatural, casi sin tocarlo, pero tenia su pezón bien duro.

-YO: ¿que haces?

-SARA: shhhh que la vas a despertar.

Poco a poco fue subiendo la intensidad de sus besos y el calor de Marta aumentó, lo sentí en mi cuerpo, gemía ahogada en sueños, Sara se acomodó y le cogió de ambos senos jugando a lamerlos y besarlos, daba pequeños rodeos con la lengua sobre sus pezones justo antes de chuparlos. La respiración de Marta se aceleró y terminó despertándose acalorada.

-MARTA: jajaaja ¿que haces tía? – su casi nula reacción negativa me confundió.

-SARA: vengarme por dejarme sola ayer con este animal después de las cosquillas.

-MARTA: que mala soy….- y en vez de apártala la apretó contra su pecho, mordiéndose el labio y sacando el culo al sentir mi erección.

-SARA: tienes unos pechos preciosos, me gustaría tenerlos así – los acariciaba con delicadeza.

-MARTA: los tuyos no están mal…..

-SARA: antes, a los 25, me sentía orgullosa de ellos, pero ahora….te veo a ti, no digamos a Sonia, y me da cosa…..

-MARTA: no digas bobadas, míralos……- se los cogió con cariño – …seguro que Jaime goza con ellos.

-SARA: no se……¿tú que opinas Sam? – de golpe me habían metido en la conversación.

-YO: bueno, es que compararse con Sonia es un error…….tienes unas tetas muy bonitas tía.

-SARA: gracias…….¿te gustaría tocármelas? – asentí ansioso, se alzó de medio lado sobre Marta y me las puso cerca, las cogí con rudeza, casi sopesándolas.

-MARTA: jajaj así no, tonto, tienes que hacerlo con suavidad – se puso detrás de mi y me fue guiando con cuidado, Sara tenia una medio sonrisa boba mientras veía como mi hermana me enseñaba a tocar unos pechos con sensualidad, me quedé estupefacto al sentir como se ponían duros y firmes, y jugar con sus aureolas fue delicioso.

-SARA: jajaja una mujer sabe como tocar a otra mujer eh……- Marta volvió en medio y acarició sus senos lentamente, dándole pequeños besos tiernos a cada pecho.

-MARTA: puf….me estoy acalorando mucho eh…..me tengo que ir a dar una buena ducha.

Tardó uso segundos en dejar de besar sonoramente los pechos de Sara, y luego me besó en la mejilla revolviéndome el pelo, se fue echándose aire con la mano al cuello y Sara se dejó caer boca arriba tirando de mi, que seguí chupando sus senos como la había visto hacer a mi hermana.

-SARA: ¡dios…..como me pone Marta!, me recuerda a tu madre de joven.

-YO: se parecen mucho – dije al sacarme un pecho de la boca.

-SARA: ¿te cuento un secreto? Tu madre y yo tuvimos nuestro momento……yo tenia 17 años, y se quedó en mi casa unos días para verme, se puso tan borracha que jugamos toda la noche la una con la otra, siempre me gusta una buena polla, pero aquellos días me iba un poco de todo, me dejé llevar y creo que a ella le gustó.

-YO: ¿y luego que hicisteis?

-SARA: nada, como si no hubiera pasado, eso me dejó triste, tu madre volvió a casa y no se habló del tema jamás …..- sonó melancólica y me apartó de sus pechos, para meter la lengua a jugar en mi boca – …deberíamos darnos una ducha para irnos al mercadillo.

Esa mujer me ponía enfermo, me llevaba al limite del paraíso para arrebatármelo, cayeron 3 pajas como 3 soles en la ducha, salí con el brazo cansado, con un bañador y una camiseta, Sara escogió una falda negra de tubo hasta los muslos y un top dorado, no se veía sujetador aunque luego vi que llevaba uno de esos sin tirantes, tampoco es que necesitara realzarlos, seguro que antes habían estado mejor colocados, pero no la deslucían para nada, y con unos tacones grandes con un leve recogido de pelo estaba sencilla e increíble.

Se abrazó a mi espalda al subirse a la moto y tuvo que remangarse la falda con esmero para abrirse de piernas y sentarse, sentí sus manos en mi tórax, no como sujeción, sintiendo mi cuerpo. Los botes de los badenes eran divertidos y aceleré un poco de más para sacarla un suspiro de nervios, al llegar me dio un par de besos cálidos de emoción y se cogió de mi brazo paseando por el mercadillo. Fueron 2 horas en que fui su novio, es la mejor forma de describirlo, me preguntaba como le quedaba tal cosa, me ofrecía cosas a mí, señalaba con emoción y no se separa de mí, dándome tórridos besos de vez en cuando. Tomamos un helado mientras nos sentamos en la playa, se puso entre mis piernas y me hizo rodearla con los brazos por el vientre, tumbada sobre mi pecho con las piernas juntas dobladas de lado, respirando el mar y apretándome contra ella.

-SARA: echaba de menos un día así…….gracias.

-YO: pensé que Jaime te hacia feliz……

-SARA: me divertía con él, Samuel, ha hecho que me sienta joven y viva de nuevo, pero solo quiere sexo, y ya no conmigo, es normal a su edad, las hormonas están locas, pero tú me has hecho feliz sin necesidad de ser grosero, descortés o meterme mano más allá de lo que te pida, eres un buen chico.

-YO: ¿y por que le elegiste a él?, sabias que me gustabas…..

-SARA: desde el 1º día que te vi en Madrid, por como me mirabas era demasiado evidente, quizá si no fueras mi sobrino, sin tu padre al principio y si alguno hubiera dado un paso en esa dirección..….Jaime era menos complicado……..pero eso ahora da igual – se giró hundiendo su rostro en mi cuello, inspirando con dulzura y chupándome haciéndome reír, sin llegar ha hacerme cosquillas.

-YO: deberíamos volver, no me fío de Jaime solo en casa……

-SARA: bien que haces, a tu madre ya se la ventila sin cuidado alguno de que les oigan.

-YO: pues démonos prisa – me puse en pie y de un tirón la puse a ella, se sacudía arena de la falda, y me miró comiéndola con los ojos.

-SARA: ¿me ayudas? …– me cogió de la mano y se la puso en el culo, estaba tan duro como imaginaba, y tan tierno como deseaba, pasé la mano unas cuantas veces hasta sacudirla toda la arena, la miré con ganas de azotarla -…..hazlo.

Lo hice una vez, ante su sonrisa otra, y al final daba igual si tenía arena o no, solo importaba la sensación de piel botando en mis dedos, me dio tal beso que me la puso dura, y tardamos 1 hora en llegar a la moto, aparcada a 100 metros, de tantas carantoñas.

-SARA: ¿puedo pedirte una tontería?

-YO: claro – ese día podría pedirme mi cabeza en una bandeja, que yo mismo me la cortaría.

-SARA: me apetece conducir la moto, ¿me dejas?

-YO: no se, ¿sabes llevarla? – negó con la cabeza.

-SARA: no he cogido una nunca, aunque si he ido de paquete muchas veces – se apoyó medio palmo sobre mí, mirándome con ojos de corderito.

-YO: está bien, pero con cuidado – un beso fugaz en los labios me lo agradeció, casi rutinario.

Me subí a la moto y me pasé a la parte de atrás, Sara metió su culo entre mis piernas y sentí mi polla a reventar contra ella, que de forma traviesa contoneó la cadera hasta encontrar una pose cómoda, con mi miembro entre sus nalgas. La rodeé con los brazos cogiendo el manillar y explicándole todo lentamente, metí mi cabeza por encima de su hombro y ella atendía mientras alguna vez giraba su cara para darme un beso en la mejilla, su pelo me rozaba en la cara y me ponía nervioso.

Arranqué la moto y desde detrás nos alejé del mercadillo y posibles daños colaterales, nos metí en una carretera secundaria poco transitada y allí subí de velocidad, con ella siguiendo mis manos, gritaba al sentir el aire en la cara y reía nerviosa, hasta que solté el manillar poco a poco y ella se hizo cargo, soltó un alarido de diversión mientras guiaba la moto con celo, no pasamos de 30 por hora y aún así la sensación era agradable, siguiendo el contorno de la orilla del mar al atardecer.

Fue media hora en que daba pequeños tumbos y la corregía siempre atento, en el último casi nos vamos al suelo, así que cogí el mando definitivamente camino a casa, pero sin cambiar de postura.

-SARA: ¡jajaja que divertido!

-YO: no es para tanto…….

-SARA: ¿a cuanto lo puedes poner?

-YO: he llegado a ponerla a 110 por hora cuesta abajo, pero normalmente no paso de 70, por precaución.

-SARA: ¿y si le metemos caña? solo hasta casa, ¡dale gas hasta el tope!

-YO: no sé si es buena idea…..

-SARA: por fi, por mi…..- una travesura más de verano.

-YO: agárrate bien.

Aceleré fuerte, y la moto hizo un poco de caballito, eso bastó para cortarle la respiración a Sara, a partir de ahí fui cogiendo velocidad, llegamos a 86 sin problemas, pero éramos 2 personas y en llano, no subiría más. Pese a ello la sensación era genial, divertida y distendida, Sara daba pequeños gritos con cada bache o curva cerrada, se aferró a mis brazos en vez del manillar y sentía sus uñas clavadas en mi, luego extendió los brazos hacia arriba, gritando como una loca, fue una sensación rara de libertad. Al llegar a casa había arena en el asfaltó y al frenar la moto derrapó unos pocos metros, fue un colofón genial, Sara se giró para darme tantos besos largos y húmedos que parecían uno solo.

-SARA: ¡jajja ha sido genial!

-YO: si, un poco.

-SARA: ¿un poco?, ¡casi nos levamos a un pobre gato por delante! jajajaja dios, eres un encanto…..- cogió el par de bolsas de las compras y la vi contonear su culo con salero al entrar en casa.

Estaban todos abajo, Jaime en el suelo con mi madre sentada encima, Jony y Sonia en un sofá y Marta estudiando de fondo, al vernos nos saludaron y se pasaron unos minutos hablando de lo que Sara había visto allí para que las demás compraran.

-SARA: sabéis, estoy harta de las marcas del biquini, quedan horribles, así que he visto unos bañadores muy monos y os he comprado unos cuantos.

-CARMEN: ¡que peligro! – pero todas acudieron a las bolsas, sacaron unos, groseramente, diminutos biquinis, eran de colores vivos y de tanga de hilo, apenas un triángulo no más grande que la palma de una mano en la zona del pubis, y otros de menor tamaño aún en los senos, si superaban a una patata frita “tipo nacho”, era por poco.

-MARTA: ¡por dios tía!, donde nos metemos esto, es minúsculo.

-SARA: esa es la idea, ya nos ha visto media playa con las tetas al aire, ¿que más da?

-CARMEN: jaja parecen juveniles.

-SONIA: ¿y donde pretendes que meta yo a estas? – se amasó los pechos de forma devastadora – si esos triángulos no me tapan ni los pezones jajajaja.

-JAIME: pues probar……..venga..….y nos damos un chapuzón en la piscina, que llevamos aquí toda la tarde – bastó un azote a cada una para que le obedecieran, aunque Sara ya se estaba desnudando y poniéndose uno amarillo fosforito.

-SARA: ¿como me queda? – se me puso dura, era brutal y groseramente obsceno, se le marcaban los labios vaginales.

-JAIME: ¡de cine!, me muero por ver como le queda a Sonia jajajjaa – si a Sara, que tenia aun pecho normal, se le salían…..

-CARMEN: ¡me encantan! – mi madre se puso uno azul cielo, era igual de obsceno pero ella lograba que quedara menos grosero, marcaba labios igual, y hasta la línea de bello, pero al darse la vuelta su culo merecía una trilogía de películas.

-MARTA: es ridículo… – escogió uno rosa fucsia, fue mejor que a mi madre, ya que sus pechos hacían que tuviera una forma mucho más sensual y firme –…. además, se me salen los pelos de….ahí – me fije mejor y tenia 4 cabellos sobresaliendo.

-SARA: tengo para depilarte hija mía, es que tienes una mata ahí que ni la jungla…….- Marta se puso azul de vergüenza.

-SONIA: ¡esto es imposible! – apareció con solo la parte de abajo, de un verde pistacho que le quedaba de cine con sus ojos, pero la parte de arriba en la mano -…esto no me tapa una mierda, mejor voy sin ello – eso nadie pudo negarlo, le quedaba la parte de abajo tan tirante, al ser elásticos, que se tenia que acomodar la tela por que se le metía por dentro de sus labios mayores. Entre las chicas quisieron ayudarla a ponerse la parte de arriba, pero eran incapaces, el diseñador no pensó en mujeres con senos de ese volumen.

-JAIME: estáis de fábula – se pasó unos minutos azotando nalgas al aire sin parar, supongo que quería convencerlas de que no usaran otro bañador.

-SARA: jajaja no tan rápido que también tengo unos para vosotros………- Jaime se quedó banco, y yo más, sacó unos tangas morado y blanco, de hombres.

-JAIME: ¡ni de coña me pongo yo eso!

-CARMEN: jajaja por favor, solo para ver como queda jajajaja.

-MARTA: nosotras hemos cumplido, os toca.

-YO: pero si son diminutos, ahí no me cabe la……….- Sara lo miró de reojo.

-SARA: solo se puede saber de una forma.

-MARTA: venga por fi, jajajaja.

Cuando cogí el blanco rompieron a aplaudir, me di la vuelta y me bajé el bañador, para luego ponerme aquello, la sensación de meterse por el culo fue rarísima, y traté de meterme la polla en aquella tela, pero no había manera. Jaime me siguió por no quedarse atrás, pero su aspecto era peor que el mío, tan escuálido y sin terminar de llenarlo.

-CARMEN: ¡a ver!, dad la vuelta……

-YO: no, mamá, no valen.

-SONIA: deja que decidamos nosotras jajaja.

-SARA: eso, venga chicos.

Jaime se dio la vuelta y sonaron carcajadas, el se lo tomó a bien con su salero natural, pero al darme la vuelta yo se callaron de golpe.

-SONIA: ¡joder con el chaval!

-SARA: jajaja si sale así le detienen seguro jajaja.

-CARMEN: si ya os decía, como su padre……- hizo un gesto agarrándose el antebrazo esclarecedor, luego se acercó y trató de colocármelo de otra manera, pero no había forma, si me metía la polla se me salían los huevos y si los metía a ellos, me quedaba cruzada y saliéndose por encima.

-SARA: pues nada, mañana iremos a buscar algo más…….de tu talla – estaba abochornado, si, pero me gustó las miradas de todas.

Por lo visto los 2 tangas se los quedó Jony, al que le quedaban bien, y nos pusimos unos bañadores normales para salir a la piscina casi de noche, Marta y Sara tardaron un poco, la iba a rasurar mientras el resto nos dimos un chapuzón en el que en cuanto tocaron el agua, los biquinis se convirtieron en una 2º piel allí donde había tela, los pezones se marcaban hasta las aureolas, y que decir de los labios mayores. Al rato apareció Sara dando carantoñas a Marta, que estaba algo sobrepasada, al verla de cerca era claro que se había rasurado al 0, ahora si, se la veía como una de esas modelos de biquinis de calendario, tan preciosa y sensual que parecía haber nacido y desarrollado para llevar ese biquini. Mientras, Sonia se daba el lote con Jony, Jaime acosaba a Marta nada más entrar en el agua, de lejos a la que mejor le quedaba en conjunto, mientras mi madre y Sara trataban de hundirme, pero solo lograban que se les salieran los pechos y la parte de abajo las apretara, se pasaban más tiempo recolocándoselos que jugando, pero parecían encantadas con sus nuevas prendas.

Nos vestimos y cenamos entre risas, Jony se iba a quedar por lo visto con Sonia a dormir, así que Marta, que estaba harta de sus gemidos, se mudó a mi cuarto, total, yo dormiría con Sara y Jaime con mi madre. Sara se volvió a vestir con la falda de tubo y el top dorado, pero sin el sujetador, y pasadas las 2 de la mañana nos íbamos retirando a la cama, los últimos Sara y yo, que al rato escuchamos a mi madre y Jaime con ruidos de sexo, me llevó de la mano a la puerta, y me pegó a su espalda mientras abría la puerta en silencio, y vimos a Jaime boca arriba dándole tal velocidad a las embestidas por el culo de mi madre, que estaba haciendo el puente de espaldas a él, que su miembro no termina de verse nítidamente al salir y entrar. Nos pasamos 10 minutos mirando como Jaime demostraba que de verdad le pilló cansado aquel 3º día de fiesta, mi madre estaba en la gloria sintiendo como la follaba.

-SARA: jajaja parece que si que la divierte……

-YO: Jaime se mueve muy bien, sabe que hacer con una mujer.

-SARA: si, pero eso es solo practica, cualquiera puede hacer vibrar a una mujer si sabe donde tocar o como acariciar, esta mañana Marta te ha enseñado un poco como tocar unos pechos bien.

-YO: ojalá aprendiera, con Vanesa me sentí algo perdido.

-SARA: pues menos mal, por que la oí gemir y gritar como a una perra……..

Un cambio de posición de mi madre, montando ahora de rodillas dándole la espalda a Jaime, nos obligó a dejar de curiosear, y Sara me llevó de la mano a su habitación, con un andar exagerado en su movimiento de caderas bajo la falda, y contoneando su cuerpo entero con alegría, al entrar caminó hacia la cama, sentándose y destilando sensualidad.

-SARA: ha sido un buen día……

-YO: si….y sin resaca jajajajaja

-SARA: como colofón me gustaría que me dieras un masaje en la espalda, todo el día de pie me ha dejado cansada, ¿te importa?

-YO: no, claro……- sonrío feliz.

Se giró sobre la cama tumbándose boca abajo, me puse a su lado y estuve un rato dándola un manejase tranquilo, pero no llegaba a toda la espalda, así que me hizo ponerme encima suya de rodillas, sentí su culo aplastado por mi peso y fui aumentando las caricias.

-SARA: jajaja y no sabias darlos…….me estás dejando muy relajada.

-YO: por que tú me enseñaste.

-SARA: te podría enseñar un par de cosas más…..

-YO: ¿como que?

-SARA: a dar un buen masaje en el culo, por ejemplo…..- se llevó la mano a los riñones y abrió la cremallera de la falda, dejando ver un tanga amplio y negro, me cogió de las manos y me las puso en su trasero, indicándome como ir dando apretones, soltar, como estirar y donde tocar.

-YO: puffff tienes un culo genial, está duro.

-SARA: antes hacia mucho ejercicio jajajaja me está gustando mucho, aprendes rápido.

-YO: cuando algo me gusta presto atención y se me queda – fue pensando en como aprendí historia, o sacarme el carnet, pero ella se giró agradecida.

-SARA: eres todo un hombre ya – me cogió de la nuca y en vez de cosquillas sentí una corriente eléctrica que me tumbó sobre ella, y la besé, el 2º beso fue lento y con lengua, puede saborear sus labios con calma.

-YO: no, para, no quiero que me dejes como esta mañana……

-SARA: no, cielo, ahora iremos hasta el final.

-YO: ¿para dar celos a Jaime? No, gracias…..- me disponía a salir.

-SARA: no es por Jaime, o no del todo, amor, si quieres irte, vete, lo entenderé, pero quiero que sepas que cambiaría todo lo que va de verano con él, por el día de hoy contigo.

Se giró quitándose el top, dejándolo en el suelo, luego se puso en pie bajándose la falda, y al verla allí de pie, solo en tanga, no pude contenerme, “¡a la mierda mi orgullo y mi amor proprio!”, deseaba follarme a esa mujer, así que la cogí de la cintura de cara y la besé con furia, casi la dobló la espina dorsal, jadeó sorprendida y luego me cogió de la cabeza calmando mis ansias, al 4º beso ya iba a su ritmo, uno cauto y lento, pero más excitante. Se dejó caer a la cama y yo tras ella, al soltarse el recogido su melena rubia me dejó sin aliento, y la besé por el cuello tras la oreja, se reía al rozarla allí, mientras me sacaba la camiseta a tirones, luego metió sus 2 manos en mi bañador y sentí sus manos acariciándome el miembro, pase unos minutos sin creérmelo hasta que me dio un empujón y quedé de pie, se sentó delante de mi y me bajó el bañador, mi polla saltó viva y dura.

-SARA: jajaja estaba deseando tenerla de nuevo ante mí sin ir medio borracha.

La cogió con ambas manos y besó el glande con ternura, no le daba para cerrar los dedos en torno a ella, pero si para pajear con gracia, luego se metió el glande con esfuerzo en la boca y lo chupaba como un huevo duro entero, se me puso como nunca, quizá por que estabamos los 2 allí de propia voluntad y sin bebidas de por medio, al verla en su esplendor soltó un risa muda, y volvió a la carga, teniendo que lamer y besar de lado aquel tronco de árbol

-SARA: es de lejos la más gorda que he visto nunca, es espectacular.

-YO: ¿podrás con ella? – fue una suplica.

-SARA: jajaja claro cielo mío, o al menos lo intentaré……

Se pasó unos minutos dejándomela brillante de babas, luego fue subiendo por mi pecho dando lentos besos hasta llegar a mis labios, me dio reparo besarla pero lo hice, y terminé cogiéndola del culo y subiéndomela encima abierta de piernas, sonrío feliz al sentir mi miembro cabeceando entre sus muslos, lamí sus senos como me habían enseñado esa mañana y la oí gemir levemente, buscó a tientas mi falo a su espaldas y lo acariciaba con cuidado, hasta que apuntó a su coño, sentí su calor en el glande antes de notar la presión inicial, Sara soltó un “JODER”, al ver que no entraba, pero siguió apretando hasta que lo hizo, fue doloroso y dulce a la vez. Esperamos a estar bien colocados, se dejó caer retorciéndose, y mirándome a los ojos con ternura, creo que era por que estaba gozando mucho, y sabia que yo no era consciente de lo que estaba disfrutando por mi culpa.

-SARA: ¡madre mía Samuel, es que no me pasa de la mitad, me matas!

-YO: lo siento – se me escapó tras un beso.

-SARA: jajaja no te disculpes por nada cariño, solo estoy un poco cerrada, dame unos minutos, sepárame bien las piernas y bésame el cuello con suavidad.

Era una esponja, todo aquello se me quedaba grabado, ella se dedicó a subir sobre mi como si fuera una pared, y dejarse caer lentamente, cada vez sentía menos presión, pero notaba más en ella, así que no lo pude evitar, rememorando lo que había visto hacer al mulato y a Jaime, di 3 golpes de cintura, seguidos de 3 gritos roncos y fuertes que salieron de los pulmones de Sara.

-SARA: ¡POR DIOS! – siseó con el cuello hinchado a punto de explotar.

-YO: es que…..

-SARA: ¡calla!, bésame y vuelve hacerlo, pero de una sola vez, ¡mátame Samuel, dámela toda!

La agarré del culo con fuerza, la besé, y di un bote que aproveché, al caer su cuerpo embestí con tanta fuerza que casi me caigo. Es inútil intentar reproducir lo que salió de la boca de Sara, una mezcla de pánico, horror, dolor, placer, lujuria, y autodeterminación.

-YO: ¡¿estás bien?!

-SARA: ¡dios, como nunca Samuel!, me siento como en mi vida jajaja, ¡vaya joya!, túmbame, ¡por todos los cielos! me mareo……

La recosté con cuidado sobre la cama sin sacarla de ella, me dediqué a chuparle los pezones mientras ella seguía tratando de asimilar lo que la tenia abierta de piernas mucho más de lo que necesitaba. Empezó a moverse con cuidado, lentitud y excitación, tardaba un mundo en sacársela y metérsela, pero cada vez un escalofrío nacía en mi espalda.

-SARA: ¡ve despacio por favor!, fóllame con cuidado, otros necesitan mucho ritmo para hacer gozar a una mujer rápidamente, pero tú no puedes empezar así, ve despacio al principio.

Lo hice lentamente, y Sara se puso colorada, había cogido las sabanas con fuerza y no las soltaba, totalmente tumbada y ofrecida en la cama, cogí su cadera con cuidado y fui penetrándola con una calma que no sentía, quería destrozarla, pero me guiaba por sus consejos. Iba dando pequeños aumentos de velocidad a su petición, Sara gemía de forma diferente en cada uno de ellos, hasta que al final sus senos se movían al son de mi cadera, y pude empezar a desatarme. Sara se tapaba la cara cuando nuestras pelvis chocaban y daba igual como se pusiera, por que se le hinchaban las venas del cuello, terminando gritando con cada golpe, tan fuertes que seguro que estaban escuchándola por toda la casa, gritaba mí nombre. Con cada embestida de mi cintura bufaba de placer al verla gozar gracias a mí, hasta que tembló entera y me mojó la cadera al salir de ella, vi un agujero enorme y un chorro caer como si se le hubiera roto una tubería. Sara se puso a chupármela poseída, pero luego ponerse a 4 patas y volver a metérsela, gimió sin control sobre su propio cuerpo, hasta que me corrí azotándola duramente en el culo, sentí que podrían llegar a salirle por la boca cada chorro de semen, con un bramido animal, y Sara terminó doblándose de placer, quedando abrazados sin motivo alguno.

-YO: ¿tía……..como estás? – roja y compungida diría yo.

-SARA: ¡en la gloria Samuel!, con un par de trucos serás espectacular, apenas te has movido y me has hecho papilla…..jajajajja – no la entendía, estaba sudando y agotado, ¿y se supone que no me había movido?

-YO: ¡eres la mejor, tía!

-SARA: gracias cielo, casi lamento que hayas conocido a Vanesa…..- de golpe pensé en ella, y me sentí terriblemente mal.

-YO: ¿y si se entera?

-SARA: ¿sois novios o algo?, la conoces de una noche, no son cuernos.

-YO: ¿pero y si se entera y me deja?

-SARA: no le diremos nada si no quieres, aunque si nos ve jugando a las cartas no le parecerá tan malo, si es lista lo dejará pasar, pocas veces se encuentra a un buen chico como tú, listo y dulce, y con una traca así……

Me pasé media hora con la cabeza pegada al costado de Sara, que jugaba con mi pelo, viendo como su pecho subía y bajaba con menos ritmo paulatinamente, quedando con una respiración profunda, me cogió de la cara y con un beso largo y sonoro fue a ducharse, yo me di otra ducha rápida y me puse un calzoncillo para dormir, mientras que Sara regresó completamente desnuda y se metió en la cama, hundiéndose en mi pecho cobijándose del resto del universo. Marta llamó a la puerta, y se asomó con calma.

-MARTA: ¿puedo entrar?

-SARA: claro princesa, ¿que te pasa?

-MARTA: nada…….que quiero dormir….

-YO: ¿ya está Sonia haciendo ruidos arriba?

-MARTA: si…bueno….antes no, pero os han debido de oír y se han puesto a follar como cerdos……¿habéis terminado? si no, puedo irme y dormir sola, pero…..

-SARA: no digas tonterías, ven aquí, ya te dije que mi cama es tu cama – yo me moría de vergüenza, si ella lo había oído, toda la casa lo escuchó, mi madre incluida, y allí estaba Marta, mirando al suelo siendo consciente de lo que había pasado.

-MARTA: muchas gracias – sonrió por 1º vez con su candidez natural.

Se quitó el camisón que llevaba dejándose solo unas bragas de lana blancas, y se tumbó a mi lado, revolviéndome el pelo y mirándome con gesto de aprobación, la abracé y la besé en la espalda mientras Sara se pegó a mi cuerpo. Me costó dormirme, estaba acelerado pese al transcurrir del tiempo, pero caí dormido y feliz.

Por la mañana me despertó Sara, que regresaba del baño, se había puesto un tanga y se tumbó cogiéndome del brazo y rodeándose con él, la apreté con firmeza y la besé en el cuello, me lo agradeció contoneando su culo sobre mí. Me quedé así, perdido, con un miedo irreal a salir de esa cama y enfrentarme a la mirada de mi madre, o de Jaime, me daba pánico pensar en que haría si se sentía ofendido o traicionado por follarme a su chica, hasta que pensé que no menos que yo por saber que hacia lo mismo con mi madre. Unos dedos aparecieron sobre mí, buscado el ombligo de Sara que se retorció entre risas, a Marta le gustó aquel juego y de golpe estabamos los 3 de nuevo luchando hacer cosquillas a los otros 2, había un componente erótico en todo ello, innegable, pero era divertido a rabiar.

-CARMEN: ¡ya basta estruendosos!, que se os oye reír desde la piscina jajajajaja – mi madre estaba en la puerta mirándonos con ojos maternales, iba con solo el biquini minúsculo recién comprado.

-MARTA: ¡jajja jo mamá!, es que la tía me hace cosquillas.

-SARA: hoy has empezado tú, jajajaja ¡no te quejes!

-YO: ¡mamá socorro! – y fui a abrazarla totalmente rojo de cada vez que me tocaban el cuello, me abrazó con cariño y la levanté del suelo medio palmo ante su sorpresa, me besó en la mejilla y se quedó mirándome a los ojos, con orgullo.

-CARMEN: deprisa chicas, que nos vamos a estrenar los biquinis a la playa.

-MARTA: jajaja ¿en serio vamos a ir así?

-SARA: mujer, para eso los compré…..- Marta sonrió nerviosa y se la notó un “¿por que no?” en la cara.

Fueron a darse una ducha y ponerse los biquinis, con una camiseta o un vestido ligero por encima, Sonia salió con la parte de arriba de uno de los viejos, diría que más recatado pero con sus pechos no lo era, solo que no hacia el ridículo como le pasaba con el nuevo, pero si iba con la parte de abajo. Al llegar les costó desvestirse, pero al final lo hicieron, y juro que hasta el aire y el mar se detuvieron unos segundos. Camino del agua algún que otro hombre soltó piropos, y las miradas de las mujeres eran asesinas.

En el agua fue como siempre, jugar a hundirnos, pero entre todos, Jaime con mi madre y mi hermana, yo con Sara, y Sonia con Jony, que no se creía todo lo que veía, todas eran preciosas a su manera, destacando más o menos en algo, con una desinhibición que nuca imaginé ni en mis mejores sueños eróticos, eran 4 hembras de bandera divirtiéndose sin pensar en consecuencias ni convencionalismos.

Al salir del agua hubo casi una pasarela, las pararon varios grupos de chicos para pedirlas fotos y números de teléfono, Marta fue la única que le dio el suyo a un chico, bastante mono, que la hizo sonreír con 4 frases estudiadas, tardamos un mundo en volver a nuestras toallas, y sin mucho esfuerzo terminaron todas en top less, tanto Sara como Marta se negaron a dejarse embadurnar por Jaime, y casi me obligaron ha dársela yo, que no me resultó para nada desagradable, sobretodo sentir la piel de Marta, era tan fina y delicada que me puso los pelos de punta.

-MARTA: ¿hoy hacemos algo? ayer nos aburrimos en casa.

-SARA: yo vuelvo al mercdillo con Samuel.

-CARMEN: si te apetece coger el coche, vamos todas, así miramos algo más.

-SONIA: vale.

Tomaron el sol tostándose de tal manera que casi desaparecieron las marcas del biquini, en unos días ni se notarían, volvimos a casa y ayudé a mi madre ha hacer la comida, me miraba queriendo preguntarme algo, seguro que sobre Sara, pero no decía nada. Jaime estaba fuera fumando un porro y hablando acaloradamente con Sara, trató de darla unos azotes y esta le apartó la mano con suficiencia, fue una pequeña victoria para mí, aunque no sabia cual era el motivo concreto.

Sonia pidió que, si no le importaba a nadie, Jony se quedaría por casa unos días, mi madre la dijo que si sin poner una sola objeción, era un chico callado y que entretenía a Sonia, casi no molestaba ni hablaba, no parecía muy listo pero tampoco demostraba ser tonto, no era un incordio tenerlo por allí, y así habría un hombre más, ya solo faltaba Marta por “emparejar”.

Nos fuimos a echarnos una siesta después de comer, a las 3/4 de la tarde era un infierno salir a la calle rozando los 45ª. En vez de dormir Sara, Marta y yo, al escuchar follar a mi madre con Jaime, nos quedamos charlando, bueno, ellas charlaban, yo oía, veía y aprendía, decían cosas muy útiles, como trucos que hacia Jaime al comerla el coño, o como a Marta la tocó una pierna un chicho de tal forma que la gustó. Sara terminó detallando como me la había tirado aquella noche, Marta sonreía sorprendida ante algunas cosas que oía y que preferiría que no supiera. Marta sonreía mientras sus pezones se pusieron duros al escuchar como había hecho correrse a mi tía, y no supe si fue por el frío de ir solo con el biquini de tanga de abajo, o por que la excitó la cantidad detallada de cosas que Sara mencionó.

Llegada la hora, otra ducha para ir frescos al mercadillo, Sara y mi madre con vestidos de verano con estampados, Marta con camiseta ceñida y falda con vuelo hasta las rodillas, Sonia con un top escandalosamente sexy y unos shorts vaqueros, mientras que los chicos como siempre, bañador y camiseta. Como éramos 7 personas y solo había un coche con mi moto, nos apretamos, Sara querría ir conmigo, quise pensar, pero era la única que conducía, así que Marta se pegó a mi espalda, mientras que los demás iban en el coche, pero no era tan grande como para llevar a 5 personas, así que Sonia se sentó encima de Jony con mucho descaro.

Al llegar, las chicas se fueron de la mano a ver todo, mientras que los 3 chicos las seguíamos a cierta distancia, Jony se separó por una llamada y nos quedamos Jaime y yo solos.

-YO: bueno……¿y como va todo?

-JAIME: de fábula, tu madre es más guarra de lo que nunca pensé…..- le di un manotazo en el hombro.

-YO: deja de llamarla así, es mucha mujer para ti, es lo que pasa – sonrió meditando si provocarme.

-JAIME: tranquilo, solo bromeo, pero es que no veas como se mueve, de tu tía me harté, pero es que con tu madre no puedo……ahora, en la siesta, me ha tenido 1 hora comiéndoselo, para luego montarme otra hora más – le gustaba detallármelo.

-YO: ¿y que dice ella?

-JAIEM: ¿de que?

-YO: no se……sin ir bebida pensaba que…….

-AIME: te dije que el alcohol ayuda, pero el sentimiento es real, tu madre estaba sola, y yo le doy lo que necesita, así se juega, busca que quiere una mujer y dáselo.

-YO: ¿y de mi, y….Sara?

-JAIME: puffff anoche habíamos terminado de follar, o eso me creía, y empezamos a oír como gritaba Sara, se me tiró encima hasta ponérmela dura de nuevo por 3º vez, y estuve abriéndola el culo tanto tiempo que me quedé reventado.

-YO: no os oí.

-JAIME: ¡como para oírme, cabronazo!, Sara gritaba como una leona, ¿que coño la hiciese?

-YO: follármela – dije firme y orgulloso.

-JAIME: jajaja no te vengas arriba, es normal, en cuanto dejo de lado a una se buscan al 1º imbécil que las consuele…..- le dejé pensando eso, aunque quizá fuera cierto, Sara estaba conmigo por no podía estar con él, saberlo no cambiaba que me gustara aquel juego, pero lo sabia.

Las chicas se pasaron media tarde probándose todo, creo que no hubo un puesto que al menos no miraran, y Marta regresó con un tatuaje de una mariposa en la espalda, era de esos que duraban 2 semanas y se iban, mientras que Sonia se compró una pulsera con su nombre y Sara una tobillera de caracolas muy bonita. Luego nos acercamos al puesto de biquinis donde Sara compró todo lo del día anterior, y se compraron otra media docena más, luego se pusieron a buscar algo para mi, ya que Jaime se negaba a volver ha hacer el ridículo, pero yo era una marioneta en sus manos, buscaban algo que cuadrara, y en un probador, (que era una cortina mal puesta), me dieron varios bañadores que me quedaban de formas raras, eran diferentes a las bermudas habituales, cortos, estrechos, de licra, a cada cual más atrevido, unos parecían calzoncillos de señor mayor, lo llamaron turbo paquete, me negué a llevar puesto esas bobadas, hasta que apreció Marta con uno tipo slips, de licra azul oscuro, al ponérmelo me sentí extrañamente agraciado, y al abrir la cortina sin pudor alguno todas abrieron la boca sonriendo.

-CARMEN: ¡jefe, póngame 3 de estos de diferente color para mi niño! – le gritó a pleno pulmón al tendedero, lo que provocó que me mirara medio mercadillo.

Eran de no más de 15 centímetros de largo, de tela elástica y apretada, mi pene caía hacia un lado marcándose con claridad, pero sin parecer vulgar ni quedar mal, y con mi bronceado me veía de cine. Me gustaba como me quedaba pero más me gustaba como me miraban, no solo mi madre o las chicas, si no toda las mujeres de por allí, una le tapó los ojos a su hija y se la llevó lejos, y por 1º vez en mi vida me sentí atractivo, guapo, o al menos destacable, alejándome de la sensación ordinaria y común que me acompañaba siempre.

Nos tomamos unas bebidas frías en una terraza, y mientras Jaime sentó a mi madre en su regazo, Sara lo hizo encima de mi, sin ningún reparo me rodeó con un brazo por la nuca, y de vez en cuando me daba un beso en los labios, el 1º me puso tan acalorado que me bebí la Horchata del tirón, lo hizo delante de todos y nadie puso mala cara o dijo algo. Lo seguía haciendo hasta que perdí la vergüenza y se los devolvía, mirando a mi madre, que dejaba de lado a Jaime por ver a su hijo juguetear con su hermana.

-CARMEN: ¿y tú que? – miró a Marta.

-MARTA: ¿yo que, de que?

-CARMEN: ¿para cuando un chulazo? El de la playa de esta mañana parecía mono…….- Marta se ruborizó.

-MARTA: no sé…….es que para una noche vale, pero ninguno me llena a nivel personal.

-JAIME: estás de vacaciones, no busques un novio, busca un tipo al que follarte y pasar el rato…….- señaló con cuidado a Jony, que no se enteraba de nada, perdido en el escote de Sonia.

-SARA: jajaja no sufras, pronto volverá Vanesa y mi galante sobrino dejara mis atenciones para mejor momento.

-CARMEN: es verdad, ¿cuando regresa? Quiero conocerla.

-YO: creo que mañana, quedó en llamarme, es solo una amiga, la conozco de una noche……- quería minimizarla, pero me mentía a mi mismo, aún son Sara a mi lado, pensaba en ella, en su cuerpo vibrando ante mi empuje, en sus senos y culo engañosamente grandes bajo el vestido, en como se comportó conmigo y al ver a mi madre con el mulato, y en aquellos ojos azules vivos escondidos tras unas grandes gafas de pasta, y sobretodo su espeso cabello rizado, aquella mujer me había hechizado con algo.

-SARA: ya…….tendremos que ir a buscar chulazos Marta y yo jajajaja – sonó a broma pero tenia parte de verdad. Regresamos al coche paseando y me quedé atrasado con Sara.

-YO: siento si con Vanesa me alejo de ti, y más ahora que……

-SARA: ya sabia lo que había cariño, ojalá te vaya de cine con ella, pero si no…..ven a verme cuando quieras, al menos esta noche serás mío, ¿verdad?

-YO: si, todo yo – me abrazó con ternura, me dejó besarla en el escote.

Al volver a casa me sentía nervioso, ¿que aprendería esa noche en su cama?, ¿y que me esperaría cuando volviera Vanesa?, quizá se había olvidado de mi, fue solo una noche, quizá me dio un número de móvil falso y ahora estaba en la cama de algún otro bobo enamoradizo, hechizándolo. Lo pensaba, o quería que fuera verdad, y así podría quedarme con Sara sin sentirme culpable, en cualquier caso, necesitaba imperiosamente volver a ver a Vanesa.

En casa descansamos mientras cenábamos, y montamos una pequeña sala de cine en que vimos algunas películas, poco a poco la sala de cine quedó vacía, solo quedábamos Marta, Sara y yo abajo, mientras que se oía a Sonia de fondo gimotear del polvo que seguro que se estaba echando con Jony. Mi madre salió con Jaime a la piscina y se les veía tontear en el agua, ya me daba igual mirar o no, pero creo que estaban ambos desnudos. Marta se había quedado frita en mi hombro, casi parecía que solo dormía bien cuando estaba a mi lado, pero yo tenia unas ganas locas de separarme y follarme a Sara, que llevaba media película con su mano por dentro de mi bañador.

-SARA: deberíamos ir arriba, tengo ganas de otro masaje……

-YO: me da cosa Marta, la pobre está sola y parece tan dulce durmiendo.

-SARA: jajaja es verdad, pero te necesito arriba – acarició la cara de Marta y luego la besó en los labios lentamente, Marta se despertó con ternura, y miró a Sara al sonrojarse.

-MARTA: tía…….no me haga s eso.

-SARA: jajaja era solo para despertarte….- y echó la cabeza hacia mí con gesto claro, Marta tardó unos segundos en comprenderlo.

-MARTA: jo, ¿otra vez?…….vale, pero avisar al acabar, si no es con Samuel no duermo…. – me besó en la mejilla la apartarse – ….. disfruta hermanito.

Sara me cogió de la mano y me alejó de Marta, que se quedó hecha un bola en el sofá con un manta por encima, la naturalidad, y aceptación, de todos en una situación así me dejaba descolocado, mi hermana me dejaba irme a follarme a nuestra tía, para que la avisara al acabar y meterse en la cama con nosotros, de locos.

Fui siguiendo el culo de Sara que se contoneaba en la escalera como mejor sabia, iba con el bañador de los nuevos y un pareo a la cintura, mientras que yo ya solo iba con un bañador antiguo, al subir la seguí hasta el balcón, el aire frío de la noche la uso la piel de gallina y se apoyó en la barandilla mirando a la piscina, donde Jaime parecía penetrar a mi madre por detrás, desde lejos no se veía bien.

-SARA: míralos, ya están liados…….- me pegué a su espalda, y se estremeció al sentirme los brazos rodeándola la cintura.

-YO: pensaba que ya te daban igual.

-SARA: no puedo evitar tenerla envidia, siempre ha sido la niña bonita de tus abuelos, siempre tenia lo mejor, la más dulce, la que mejor se comportaba, la que sentó la cabeza antes, la que escogió mejor marido y la que tuvo hijos buenos y educados, y ahora me quita a Jaime…..

-YO: hasta ahora pensaba que mi madre era una mujer…..trivial, sosa, no pensaba que nadie pudiera envidiar su vida.

-SARA: es mi hermana, pero algunas veces la ahoga en la puta piscina, la mujer que has conocido toda tu vida se la que ha moldeado tu padre, la que ves ahí arqueándose para besar a un crío de 19 años mientras se la folla, esa es la que yo conozco, pero esta se la voy a devolver – echó el culo hacia atrás y se quito el pareo, jugó a frotarse hasta sentirme duro y se desnudó sin darse la vuelta, me bajó las bermudas y se lamió la mano preparándose el coño con delicadeza.

-YO: ¿que haces?

-SARA: vengarme jajajaja, fóllame, métemela de golpe, se fuerte y rudo, destrózame aquí, en el balcón, donde mis gritos puedan alertarla, y nos vea tener el sexo más salvaje que recuerde, ¡HAZLO! POR FAVOR – “encuentra lo que necesita y dáselo”.

Apunté a su húmedo coño que se abría con los dedos, y la cogí de la cintura con energía, apretaba tanto que se me doblaba, pero a los pocos intentos mi glande se guarecía en ella, soltó un bufido largo y sensual, echó el brazo atrás para cogerme de la nuca y pegarme a ella, mientras la iba penetrando, fue mucho más sencillo meterla que el día anterior, o al menos eso me pareció, por que ella vibraba con cada golpe de cintura hasta que la di los 3 o 4 empujones finales, seguidos de sus alaridos correspondientes. No pude ni mirar a la piscina para ver si la habían odio, tenia que centrarme en la mujer que tenia delante, que daba pequeños tirones apoyada en el balcón mientras la ensartaba.

-SARA: ¡AHHH, madre mía, que gusto, es como si me ardiera todo!

-YO: como me pones tía – solté abrumado al sentir como la tenia entera dentro, y como ella se recostaba contra mí con fuerza.

-SARA: pufffff, y tu a mi cariño, por favor, dame despacio, espera a que me acostumbre, pero después haz lo que quieras conmigo, disfruta cuanto desees, por que y haré lo mismo.

Casi me corro solo de orla decir eso, la saqué entera notando cierto alivio en la tensión de Sara, que regresó junto a mi embestida pausada y larga, lo iba haciendo tan lentamente que podía respirar varias veces entre ida y vuelta, Sara permanecía casi en silencio, solo gemía nasalmente cuando se la metía toda. Luego me pareció oír risas y ver a mi madre apoyada al borde de la piscina con la cabeza de Jaime entre sus muslos, esa imagen me enfureció, y lo pagó Sara.

Di 4 empujones sacándola entera cada vez, de tal magnitud que Sara se puso de puntillas con la boca abierta, la cogí de los senos y comencé a darle tan fuerte que pensaba que la iba a hacer atravesar la barandilla, Sara comenzó a gritar como creo que pretendía lograr, puede que exagerara para su venganza, ¿quien sabe?, lo que sé, es que me estaba desatando, no dejaba de subir el ritmo, Sara se retorcía tratando de aguantar aquello, pero a los 5 minutos cayó de cuclillas frotándose el clítoris saliendo de ella un manantial, cuando dejó de temblar me cogió la polla chupándola con prisa, para luego sentarse en la barandilla, la cogí del culo para no dejarla caer y me rodeó con las piernas, esta vez al metérsela fue como hundir los dedos en un bizcocho tierno, entró limpia y seguí bombeando fuera de mi, le gustaba tanto que me daba tirones en el pelo y me besaba o mordía en el hombro soltando gemidos audibles. Yo estaba a punto de correrme y di un sprint en que lo di todo, Sara echó al cabeza hacia atrás tanto que creí que se caía, con el cuello alineado con su cuerpo y gritando fuerte.

-SARA: ¡OHHH DIOS, FOLLAME SAMUEL, DESTRÓZAME DIOS, COMO ME ABRES! – la azoté un pecho por que no dejaba de moverse y se lo lamí antes de vaciarme con 5 o 6 largos latigazos que la hicieron abrazarme con sonidos agudos hundidos en mi pecho.

-YO: ¡tía, eres espectacular! – quise ser cortés, pero estaba cansado, la ayudé a bajar de la barandilla y me senté en una silla cercana, Sara estaba de pie confundida, se acariciaba su intimidad con celo y me miraba traviesa.

-SARA: escúchalos…- de fondo Jaime y mi madre estaban gritando poseídos, no los había oído por que Sara los tapaba, pero ahora eran claros.

-YO: ¿les hemos provocado?

-SARA: jajaja si quieren guerra, la tendrán – se arrodilló ante mi, me hizo tal mamada que en 4 minutos ya la tenia como una estaca, se montó de rodillas encima de mi y se penetró tan fácil que ya la tenia rebotando encima mía antes de poder cogerla de la cintura.

Apartó su pelo pegado a su piel del pecho por el sudor, y lamí sus pezones, con el mismo tacto y cuidado que me habían enseñado, pero dando golpes de cadera cada vez que Sara bajaba su cuerpo, eso se lo vi a alguien hacia poco, pero me costaba recordar a quien o cuando. Solo gozaba de follarme a esa mujer, me daba igual que fuera mi tía y lo hiciera para ganar una batalla de sexo a su hermana, a fin de cuentas mi madre, que se follaba a mi amigo.

Mis manos bajaron a sus nalgas y la amasé como me dijo Sara la noche previa, pero seguí penetrándola con virulencia, Sara se reía de reconocer sus enseñanzas, y de vez en cuando me sacaba su pecho de la boca para darme largos besos cálidos con lengua.

-SARA: jajajaja eres un gran alumno, me estás llevando al paraíso.

-YO: es que….dios……me gusta esto….- no atinaba a poder hablar, bastante tenia con recordar como masajear un culo, comerse unas tetas y besar, a la vez que mantener un ritmo de caderas bueno, “esto tendría que ser disciplina olímpica” me dije a mi mismo.

-SARA: mereces otra lección – me chupó varios dedos con calma y luego se los llevó al ano, sentir aquella textura me puso a 1000, su sonrisa era malévola, me guiaba el dedo, acariciaba mientras apretaba un poco, y luego entró en su ano con facilidad, Jaime la había dejado un buen entrenamiento, un dedo no seria problema.

-YO: es una sensación rara.

-SARA: mi niño, es primordial preparar bien a una mujer antes de un anal, la tienes muy ancha, y si no tienes cuidado puedes hacerme daño, con calma mete un dedo, y fóllame el culo con él, cuando lo veas listo, otro y así hasta que te lo pida.

Era divertido y didáctico a la vez, lo hice según sus indicaciones, el ritmo era de sexo era lento peor continuo. Al sentir el 2º y 3º dedos se acarició el clítoris con fuerza, y terminó corriéndose antes de lo que esperaba, salió de mi rondado por el suelo, llenando todo de fluidos.

-SARA: ¡DIOS! Joder, en mi vida me había corrido si – se puso en pie se me sentó de espaldas, frotando su culo contra mi verga – me cago en la puta, ¡ábreme el culo Samuel, me vas ha hacer polvo, pero lo necesito!

Apoyó sus dos pies en mis rodillas y elevó la cadera mientras que la sujetaba del culo, cogió mi miembro y dejó caer un río de saliva hasta él, embadurnándolo para luego apuntárselo al ano, fue como mi 1º vez, era tan cerrado y prieto que me dolía el glande, pero aguanté mordiéndome el labio. Sara se quejaba de que no acertaba, pero logró subir el trasero y de golpe sentí que le entraba media barra, su boca estaba abierta con ganas de soltar otro grito colosal, pero no salió nada de sus labios, se quedó quieta más de un minuto, en que casi pareció no respirar, hasta que soltó todo el aire de golpe.

-SARA: ¡Y YO QUE ME LO QUERIA PERDER, JODER, QUE POLLA, ME DUELE COMO EN MI VIDA!

-YO: ¡a mi también! – pero era un dolo cálido, más bien un malestar, como cuando se te resiente una articulación justo antes de sonar el crujir de huesos.

-SARA: cariño, por favor, muy despacio, me duele mucho, deja que sea yo, no des empujones y te juro que terminamos en el hospital.

-YO: si quieres la saco…..- me daba un miedo enorme terminar en esa misma posición, pero en una camilla en el hospital.

-SARA: ¡NI DE PUTA BROMA, TU ME VAS A FOLLAR COMO DIOS MANDA! – y se dejó caer un poco más, lo justo para sentir sus nalgas en mi pelvis.

-YO: ¡AHH TIA….ME ….ME GSUTA! – era como si la tuviera aprisionada debajo de mil almohadas.

-SARA: ¡Y A MI, JODER, ME ESTOY VOLVIENDO LOCA! – y soltó todos sus agarres, sentí como la abría algo, aunque no se el qué, pero la tenia entera dentro de su ano, se retorció sobre mi, con alaridos de mezcla de dolor y placer.

Se pasó 3 minutos acomodándose, hasta que vivió a apoyar sus pies en mis rodillas y empezó a subir y bajar, aumentando el ritmo, la ayudaba con la manos aunque solo a subir, al bajar se dejaba caer a plomo y un sonido rarísimo me llamó la atención, era como un “chop chop”, eran los fluidos de Sara cayendo de su coño a su ano, y bañando la zona donen neutros cuerpos se golpeaban. Me encolericé, la subí el culo y planté lo pies con firmeza, dejando que mi cadera cobrara vida, nunca creí que podría moverme así, veía meterle ni tranca en su trasero a una velocidad espectacular, y ella se pellizcaba un pezón o se acariciaba el clítoris, pero tenia que agarrarse a los antebrazos de la silla para no caerse de tanto vaivén, me decía o bien que lo hacia y lo mucho que estaba gozando, y ahora no parecía ser cara a la galería.

Me desfondé pasado 10 minutos en que no pude más, y me senté sin poder moverme, sentía clamares en los gemelos, y mi tía se fundió sobre mi, me usó de cama mientras se contoneaba aún con mi miembro duro dentro de ella, no me había corrido, me había quedado sin fuerzas.

-SARA: jjajajaja me encantas, eres como un conejito, tienes que aprender a controlarte, das mucho muy rapado, y te casas, no tienes fondo, tienes que ser listo, e ir creciendo lentamente, aumentando poco a poco, para llegar al clímax cuando lo estés dando todo.

-YO: gracias tía, eres muy buena conmigo….peor es que ahora no puedo…no tengo energía.

-SARA: déjame a mí.

Bajó su pies al suelo con las piernas juntas entre las mías y se puso en pie, la visión de su culo en pompa medio agachada me encantó. Ella solo subía y bajaba sobre mi como un turco de magia en el que lo que desaprecia era mi miembro, y empezó un “twerking” en que la carne de sus nalgas iba en contra de la dirección de las caderas, de vez en cuando dejaba de moverse y se recostaba para descansar, la frotaba el clítoris sin descanso, me cogió de la mano y me guió para hacerlo bien, era como un oso tratando de abrir un caramelo, pero me enseñó a ser un fino estilista.

-SARA: ves, así es más placentero, y si metes los dedos así, encontrarás el punto G de las mujeres, no es un mito, y es un muy buen truco para lograr que aun mujer se vuelva loca sin gastar energías – había seguido sus dedos y los tenia dentro, buscando con cuidado.

-YO: está muy caliente.

-SARA: jajajaja es que estoy ardiendo – se sacó mi miembro del ano, y cogiéndolo de la base se golpeó repetidamente el coño con ella, como si fuera un bola de demolición, para luego metérsela entera hasta rozar neutros sexos.

Allí saqué de donde no tenia, y fui aumentando lentamente un ritmo pausado, eso la gustó y sorprendió a la vez, pero se pasó al ponerse como un tomate y romper en otro orgasmo del que salió mucha menos cantidad de fluidos que antes.

-SARA: ¡madre mía!, como no pares me vas a dejar seca jajajaja.

-YO: estoy durando mucho, ¿verdad? – me pareció importante recalcarlo.

-SARA: claro que si, cielo, es que la 1º siempre es la más rápida, según vayas mejorando la 2º, o hasta la 3º, serán más tardías.

-YO: ¿cuantas veces puedo correrme?

-SARA: depende del hombre, a mi ex marido con 1 ya no se le levantaba, pero a Jaime he llegado a 4 veces, por la juventud supongo.

Mi ritmo lento la estaba derritiendo, hablaba y sonreía, pero buscaba apretar contra mi, ya no la sacaba, solo giraba su cadera en círculos y terminé llenándola de semen con un chorro que sentí rebotar dentro de ella .Nos quedamos así unos minutos, en que el sudor y aire frío hacían un mezcla rara.

-SARA: mi niño, como te voy a echar de menos…..

-YO: tal vez Vanesa se haya olvidado de mí.

-SARA: jajaja ojalá, pero no, esa chica tiene algo raro, algo que encaja contigo, se lo vi en los ojos, te miraba como miraba yo a mi ex, esta coladita por ti, te lo digo yo.

Eso me desconcertó, que yo me enamorara era normal, me había pasado toda mi vida con cada mujer o chica que había sido mínimamente amable o cariñosa, me enamoraba, pero que alguien se colara por mi era nuevo.

Al recuperar algo de fuerzas nos dimos una buena ducha, y mientras Sara se acostaba desnuda, con un olor a crema entre sus muslos, fui a buscar a Marta en bermudas, estaba en el sofá, y si bien no puedo saberlo, olía a hembra, el mismo olor que había notado en los dedos de tenerlos dentro de Sara.

-YO: Marta…….ya hemos…….si quieres…..

-MARTA: si que has durado jajajajaja – me puse rojo cuando me acarició el pelo.

-YO: no se que hacer, la tía me esta ayudando mucho, pero Vanesa…..- me abrazó con dulzura.

-MARTA: ni si quería se que hacer con mi vida, no te diré que tienes que hacer con la tuya, solo quiero que seas feliz.

-YO: y yo que tú lo seas también, no me gusta que te sientas sola, ¿que puedo hacer? – me pellizcó en la mejilla.

-MARTA: pues vamos a dormir, que estoy molida, así seré feliz unas horas jajaja.

Al subir Marta se desnudó quedado en tanga azul cuelo, y le hizo un pedorreta en la cadera a Sara, que se río adormilada, me acosté de lado y abrazando a Marta, odiaba verla triste, cuando era una mujer alegre y risueña, al sentirme rodeándola sonrió, y se volvió para enterrarse entre el colchón y mi pecho, usando mi brazo de almohada, me resigné a despertar sin brazo y me dormí feliz.

 

Relato erótico: “La casa en la playa 7.” (POR SAULILLO77)

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NUERA4La metamorfosis y sus complejos pasos

No se muy bien como explicarlo, al despertarme esa mañana no era el mismo chico que se acostó, o mejor dicho, se acostó un niño y se despertó un hombre, no pensé en mi miembro duro pegado a mi tía, ni en mi hermana escondida entre los brazos de Sara, no se que pasó de noche pero estaban las 2 en un lado y yo al otro, cuando al dormir estaba en medio, no pensé en apartarme para no molestar, ni en lo bien o mal que estaba acostarme con mi tía, y menos dormir con ella y mi hermana juntas y desnudas, por que el tanga de Marta no se podía considerar ir vestida.

El sol pegaba fuerte a esas horas y calentaba la habitación, y sin pensarlo mucho acaricié el culo de Sara con mimo, mientras la daba pequeños besos en el hombro y el cuello, ronroneaba al sentir me rozando en su culo y giró su cara para mirarme aún traspuesta.

-SARA: jajaja que alegre te has levantado…..- se sorprendió al lanzarme a sus labios, y me respondió con lengua pasados unos instantes.

-YO: tía, lo de ayer……me encantó.

-SARA: jajajaja y a mi, jajaja levaba mucho sin que nadie me dejara así, estás aprendiendo, con unos trucos más vas a dejar tiritando a cualquier mujer.

-YO: ahora solo quiero dejarte tiritando a ti – sonrió con una carcajada que despertó a Marta.

-MARTA: shhh quiero dormir….- Sara la pellizcó el culo y luego se lo azotó.

-SAR: arriba dormilona.

-MARTA: ¿por que?

-SARA: vamos a la playa, y no querrás ir con esas piernas llenas de pelos….- Marta se miró sorprendida.

-MARTA: ¿si?, podría darme un repaso…….supongo….- se levantó, no si antes jugar unos minutos con Sara a hacerse cosquillas, y se fue.

-YO: yo no la veo pelos en las piernas.

-SARA: ni los tiene…….era para quedarnos solos – y se aferró a mi cuello, me hacia reírme tanto que casi me dolía.

Trató de montarme para inmovilizarme, la cogía una mano pero se liberaba la otra y me acariciaba el cuello, hasta que la di la vuelta dejándola boca arriba en la cama, sujeta, el juego había subido nuestra temperatura y la besé con energía, Sara sonreía lujuriosa al sentir mi miembro dando cabezazos por salir, hasta que dejó de intentar liberarse cuando lamí su pezones, me apretaba la cabeza contra su cuerpo y remoloneaba con gracia y sensualidad bajo mi cuerpo. Entonces me bajó el calzoncillo y la penetré con dulzura, lentamente, daba respingos seguidos de cortos gritos agudos, pero le entró sin dificultades, me abrazó agarrándose a mi espalda mientras sentía como la iba abriendo con gestos lentos y pausados.

-SARA: cielo, que bien lo haces ya.

-YO: ¿así bien o más rápido?

-SARA: jajaja eso no se pregunta, lo sientes, como con la moto, te lo pide el cuerpo.

Embestí tan fuerte que se dio con la cabeza en la mesa de noche, sonrió tapándose la cabeza dolorida, pero gratamente complacida, para cuando quise darme cuenta la estaba follando salvajemente, o me lo pareció, me rodeó con las piernas y gritaba descontrolada, era increíble ver como toda la piel, desde sus senos hasta su barbilla, se ponía roja y tensa, se le marcaban las venas y pareciera de un momento a otro que su cabeza saldría disparada como el corcho de una botella. Rebajé el ritmo un poco, pretendía durar, así que Sara se relajó un poco y pudimos estar devorándonos un buen rato, hasta que se separó para chupármela con avidez lo que podía meterse en la boca, que no era mucho.

-SARA: ¿te gustaría aprender a comerte un coño?

-YO: claro, pero me da cosa…….- metió sus dedos en su húmedo interior y los sacó bañados.

-SARA: no es nada malo, ni repugnante, es algo amargo nada más, pruébalo – olí sus dedos asqueado, y ante su insistencia los lamí, esperaba un sabor mucho peor, fue agrio pero con un potente aroma sensual.

-YO: enséñame.

Sonrió y se abrió de piernas de cara a mi, comenzó a explicar como tocar bien, cosas que ya me había dicho, y otras nuevas, como el clítoris, un bultito que se debía tratar con manos de seda, y chupar o lamer con cuidado, luego me acercó a su entre pierna y me dijo que unos besos tenues en la cara interna de los muslos encienden a muchas mujeres, y lo constaté.

Salía un olor potente y un calor profundo de ella, al besarla en la vulva sentí como se estremecía, luego lamí un par de veces intrigado, y guiado por sus consejos ya me lo comía, se reía hasta que en un momento dado dejó de hacerlo, se tumbó y se dejó llevar, se amasaba los pechos con erotismo mientras le separaba los labios mayores y veía su rosado interior. Terminé metiéndole la lengua como su fuera una boca que besara. Sara se descompuso, sin llegar a bañarme pero tuvo un orgasmo intenso y lento, soltaba gemidos largos con la boca cerrada.

La volví a penetrar por sorpresa sacándola una tos entre el sobresalto y el disfrute, en 15 minutos me perdí entre sus caricias y besos, cambiamos a cuchara y luego de medio lado, hasta que aumenté tanto el ritmo que me creí desvanecer al llegar al orgasmo y sentir como la llenaba, lo que la hizo, esta vez si, correrse manchando las sabanas con un chorro fuerte y casi interminable, se quedó temblado con una gran sonrisa dibujada en la cara.

-SARA: jajajaja así, mucho mejor, te voy a dejar tan bien enseñado que Vanesa me tendrá que poner un monumento.

-YO: si es que me llama……

Sara retozaba a mi lado riendo y besando mi cuerpo, mordiéndose el labio traviesa y acariciándome con delicadeza. Más tarde me quedé en la cama descansando mientras Sara se duchaba y salía con uno de los biquinis nuevos, yo me di otra ducha y al bajar a desayunar todos nos miraban curiosos, notaba que mi madre miraba cómplice a Sara, esta se lo devolvía con cariño, y Jaime me miraba con aires de grandeza.

-JAIME: bueno, ¿fiesta?

-CARMEN: ¡si!, pero abrían la discoteca el mañana ¿no? – Marta y yo nos miramos.

-MARTA: si, ¿quieres ir?

-CARMEN: si, por fi, la semana pasada fue una locura pero me lo pasé genial, quiero repetir todo lo que pueda.

-SONIA: ¿y hoy jugamos a las cartas? – todas tenían ganas de fiesta.

-JAIME: claro.

-YO: a mi la cerveza me siente fatal – era verdad, y no era al único.

-SARA: a mi tampoco me gusta, ¿y si lo probamos con otras cosas?

-JAIME: decidme que os gusta y esta tarde vamos a comprarlo, ¿cuantos seremos?

-CAMREN: todos, aquí nadie se libra, eh Jony….- la miraba sin atreverse a hablar.

-MARTA: ¿y Vanesa se vendrá hermanito? – la miré sin saber que responder.

-YO: dijo que me llamaría, pero no he oído el móvil.

-MARTA: por que lo tienes en el suelo del cuarto de arriba, melón, se habrá caído de tanto vibrar cuando te estaba llamando Vanesa jajajaja – lo dijo de broma pero me sentí estúpido.

Mi móvil era para emergencias, no tenía amigos con los que mandarme mensajes constantes, y los únicos que me llamaban eran mi madre o mi hermana, que estaban allí conmigo, así que lo tenía por ahí perdido, pero ahora esperaba la llamada de Vanesa y se me había pasado por completo. Subí como el rayo a por el móvil entre risas de todos, lo encontré en el suelo al lado de la mesa de noche donde lo dejé, estaba apagado, y descargado, lo tuve que enchufar y pasarme 2 minutos viendo como cargaba para poder encenderlo, al hacerlo sonó varias veces, lo 1º fueron unos mensajes de mis otros amigos en Ibiza, chinchando con lo bien que se lo estaban pasando, la idea de que lo podría estar pasando yo mejor me hizo reír. El 2º mensaje fueron 2 llamadas pérdidas de mi padre, al que llamé al momento.

-YO: hola papá, siento no habértelo cogido, estabamos…..liados.

-ROBERTO: no pasa nada, solo quería saber como van las cosas por allí, hablo con tu madre pero me parece que sigue molesta, ¿se comporta de forma rara?

-YO: bueno…….- decirle algo era hundirnos a todos – ….. un poco, pero ya la conoces, siempre tan dispuesta a agradar a los demás…..- fue lo mejor que se me ocurrió sin mentirle.

-ROBERTO: ¿y tú y tu hermana?, siento haberme ido pero nos ha caído un caso gordo en la policía de Madrid, sale en las noticias a todas horas……..

-YO: no vemos mucho la televisión, estamos en la playa y divirtiéndonos, no te preocupes por irte.

-ROBERTO: está bien, confío en ti hijo, se que soy duro contigo pero se que harás lo que sea por cuidar de tu familia, dale un abrazo a tu hermana…….- como no, las últimas palabras dedicadas a Marta.

Me quedé mirando el móvil esperando más mensajes, pero no saltaban, así que lo dejé cargando desalentado, lo tenia en la mano con el número de Vanesa marcado, sin atreverme a llamar, casi perdiendo toda esperanza. Hasta que lo vi sonar, al mirar la pantalla era la foto lanzando un beso de Vanesa que puso de perfil al llamarme, se me aceleró el corazón llegando el punto en que no me atrevía a coger la llamada, quizá no lo hubiera hecho antes de todo aquello..

-YO: ¿si?

-VANESA: hola, soy yo………Vanesa…..ya sabes, del fin de semana……- “como si pudiera haberte olvidado”

-YO: si, se quien eres, estaba ansioso por ver si me llamabas.

-VANESA: ¿acaso no te fiabas de que lo hiciera?

-YO: pues un poco la verdad……..¿que tal el viaje?

-VANESA: un tostón, compañeras fingiendo ser niñas buenas, con familias pedantes y aburridas, ¿y tú, alguna aventura nueva?

-YO: alguna…….pero me gustaría contártelas en persona – eso no hubiera salido de mis labios en toda mi vida si no fuera por la locura transitoria que atravesaba.

-VANESA: ¿así que tienes ganas de verme?….- sonó ilusionada – … yo también, y no pocas, me lo pasé genial contigo.

-YO: ¿cuando puedo verte? – se me notó desesperado.

-VANESA: cuando quieras, ¿después de comer salimos a dar una vuelta…?

-YO: bueno……..en mi casa van a jugar a algo…..

-VANESA: estoy algo cansada de familias…. – “no creo que de la mía se pueda cansar nadie ahora” pensé –…. me gustaría pasar la tarde contigo, ya sabes, a solas, conocernos un poco mejor, sin tanto jaleo ¿te apetece? – de golpe dejar a Jaime solo en mi casa con todas me pareció aceptable.

-YO: si, desde luego……. me paso a buscarte en moto, y vamos donde quieras, ¿a que hora?

-VANESA: jajaja, pues a las 5 o así, que así no nos morimos de calor.

-YO: pues………. hasta luego, un beso…..

-VANESA: dámelo luego, MUUUUAK – me sacó una carcajada al lanzar el beso y la oí sonreír al colgar, sentí un hormigueo en mi vientre y me quedé con la oreja pegada al teléfono unos instantes.

Estaba enajenado, una noche y una llamada de teléfono, y ya pensaba en quien llevar de padrino a nuestra boda. Sara llamó a la puerta y me miró, torció el gesto leyendo mi cara como un cartel de carretea, y se sentó a mi lado.

SARA: era ella…….¿va a venir?

-YO: si….bueno, no, nos vamos ella y yo esta tarde a dar un paseo.

-SARA: jo…..en fin……cuidaré el fuerte por ti.

-YO: lo siento de verdad, pero………- no sabia que decir, “Vanesa es la mujer de mi vida” sonaba muy fuerte como para decirlo en alto, pero pensarlo era fácil.

-SARA: no pasa nada, te lo mereces, trátala con cariño y será tuya esta misma noche.

-YO: no se si querrá acostarse conmigo – me acarició la cara con calidez.

-SARA: no me refería a eso, cielo – un suave beso en los labios me supo a despedida.

Nos preparamos y fuimos a la playa, esta vez era yo quien no se atrevía a desnudarse, iba con el bañador nuevo, pero jaleado por las chicas me quité la camiseta y de nuevo noté esa sensación de poder, rara y extraña, muchas chicas me miraban al ir al mar, allí jugamos a hundirnos, con Sara muy melosa, supongo que quería aprovechar el tiempo que pudiera, si no hubiera tanta gente creo que me la hubiera follado en el agua, pero solo nos acariciamos con ternura. Salimos a tomar el sol y se quedaron con los senos al aire, eran un espectáculo boca arriba o boca abajo. Sentí de todas formas que su presencia espantaba a algunas chicas que se paseaban cerca de mi, quizá sin ellas hubiera regresado a casa con unos números de teléfono. En cambio lo que hice fue ir a comprar al supermercado con Jaime unas cuantas botellas de ron, tequila y vodka, para sus juegos.

-JAIME: ¿te vas y me dejas con ellas?

-YO: si.

-JAIME: jajaja muchas gracias, quizá me vuelva a follar a Sara y le recuerde quien es el que manda.

-YO: más te vale tratarlas con cuidado, como las pase algo……..

-JAIME: ya sabes lo que va a pasar – lo sabia, pero me daba igual, ¿que más daba? conmigo, o sin mi, no podía dominar sobre lo que ocurría.

Regresamos a casa y comimos entre risas, para echarnos una buena siesta, acostarme con Sara y mi hermana era una pequeña delicia, más con diminutos tangas. Me sonó el móvil varias veces, del que ahora no me despegaba, eran mensajes de Vanesa, tonterías como “no se que ponerme”, “estoy nerviosa”, “tengo ganas de verte”, apenas la contestaba con miedo a meter la pata. Al llegar la hora Sara jugó a no dejarme irme, pero me di una ducha concienzuda y me puse un pantalón de vestir y una camiseta, me pareció que iba bien y me preparé para todo, despidiéndome de mi madre, que me miró con curiosidad y salió a despedirme cuando cogí la moto.

Me fui a casa de Vanesa, era una idéntica a la nuestra, pero había 5 coches tuneados y una fiesta ya montada, con unas 30 personas fuera, al llegar a la puerta, la vi, de pie, hablando con una chica. Iba con un vestido de rayas horizontales negras y blancas, de tirantes con escote recatado y hasta medio muslo, elástico pegado a su contorno, con su melena rizada negra y las gafas de pasta, seguro que con tacones iría tremenda, pero con unas simples zapatillas sin calcetines estaba para comérsela. Al verme se le puso una sonrisa enorme y le susurró algo a la chica que me miró incrédula, le frotó el brazo con cariño y la dejó sola, se acercaba apartándose el pelo detrás de la oreja. Al tratar de aparcar estaba tan nervioso que no daba con el pie de cabra para dejar la moto apoyada, así que fingí quedarme montado por gusto.

-YO: ho…hola.

-VANESA: ¡hola! – se apoyó en mi hombro y me dio un dulce beso en la mejilla con su sonrisa llena de dientes blancos como perlas, y esa ligera separación entre los paletos.

-YO: vaya fiesta…….- miré detrás de ella para llamar su atención, por que no tenía otra forma de poder hablar, sus ojos azules brillaban por el sol y sentía que me llegaban al alma.

-VANESA: ¿has visto?, llevan así 2 semanas, estoy harta de tonterías de críos y sus fiestas de pacotilla.

-YO: ¿y por que viniste si no te gusta esto? – no necesitaba explicaciones, solo no parecer idiota.

-VANESA: por que quedarme en casa es más triste que no salir de vacaciones, la casa es del padre de una de mi clase, que nos la han dejado, era gratis y pensé que seria algo divertido, pero aquí todos se transforman, tengo amigas de matricula chupando pollas por una copa de 8€, estoy por volver a casa.

-YO: ¡no!, por favor, quédate…….- me abrazó girando su cabeza de forma alegre.

-VANESA: si no llegas a aparecer tú, lo mismo me voy, pero ahora tengo un motivo por el que quedarme – se me subió toda la sangre a la cara.

-YO: ¿solo por una noche?

-VANESA: ¡pero que noche……jajajaja!, venga, que no quiero que te vean las cotillas de mis amigas.

-YO: ¿y donde vamos?

-VANESA: me da igual, solo quiero alejarme de esta casa…..¿subo? – amagó con acercarse a la moto.

-YO: claro, pero…….ponte el casco…..- saqué uno del cajetín.

-VANESA: ¿y tú no llevas? Que alocado jajajaja – sentí su pecho cuando se pegó a mi al reírse, se lo puso con estilo, y su cabeza pareció más pequeña, el pelo el abultaba un montón.

Se subió atrás remangándose un poco el vestido y se me abrazó a la cintura, sus senos se aplastaron contra mi espalda y arranqué la moto, sin saber que dirección o donde ir, solo conducía y llegamos al pueblo del mercadillo, me lo señaló y allí paramos, nos sentamos a charlar tomando un refresco, y el tiempo me pasó volando. Era tan fácil hablar con ella, de los estudios, de un futuro trabajo, de un padre autoritario, todo encajaba y todo era divertido a su lado. Dimos un largo paseo y terminamos sentados en unas rocas viendo el atardecer, mientras se tomaba un helado de leche merengada.

-VANESA: ¿seguro que tú no quieres un helado?

-YO: no, trato de cuidarme un poco, cojo peso enseguida.

-VANESA: ya, yo también debería, pero es que no puedo controlarme jejjeje – verla darle lengüetazos al helado era hipnótico, y me miraba siendo consciente de cómo la admiraba.

-YO: eres preciosa…. – alzó la vista con las mejillas sonrosadas – ….quiero decir, que no tienes por que cuidarte, que estás muy buena… – creí meter la mata aún más- …perdona.

-VANESA: jajja no pasa nada, muchas gracias, así me sentiré menos culpable por tomarme el helado jajaja, ¿seguro que no quieres un poco del mío? Lo miras mucho – a quien miraba era a ella.

-YO: un poco – me lo ofreció sin reservas y lamí por un borde, era tan dulce que empalagaba.

-VANESA: ¿y que tal en tu casa?

-YO: puffff la verdad es que es una locura.

-VANESA: ¿pero buena o mala?

-YO: no se que decir……pasan cosas muy raras pero todos actúan de forma normal….

-VANESA: ¿tu madre sigue llevándose mulatos a casa?

-YO: no, ahora se acuesta con Jaime, mi amigo.

-VANESA: ¿y tú? Has estado con alguien…….- sonó terriblemente mal siendo aun pregunta inocente.

-YO: es que….bueno…..no se si ……tú….- me cogió la mano y la apretó.

-VANESA: tranquilo, si has estado me lo puedes decir, no soy una loca celosa.

-YO: bueno, es que si he estado con alguien……….mi tía – casi se le cae el helado.

-VANESA: jajaja ¿en serio?……… ¿y que tal?

-YO: bien…….bueno….raro…pero bien….creo que necesitaba reafirmarse ahora que Jaime pasa de ella……¿te molesta?

-VANESA: para nada, es más, me parece de lo más entretenido, y me gusta que seas tan sincero, ¿lo saben los demás?

-YO: si, como todo, parece que es normal, aunque no lo sea, ayer me pase media noche en una batalla de sexo, lo hicimos en el balcón mientras mi madre y Jaime lo hacían en la piscina, fue una locura.

-VANESA: allí no se aburre uno eh……- me dio con el hombro en el pecho recostándose sobre mi, fue tan raro verla aceptarlo, que pensé que estaba mal de la cabeza. Eso pensaba, pero mi mano bajó a su muslo y estaba acariciándola con los dedos, sin una sola muestra de desagrado.

-YO: eres muy extraña……- me miró a los ojos -….y me gustas mucho – sonrió feliz y sentí el sabor del helado de sus labios.

-VANESA: es raro, a mi me pasa lo mismo contigo, pareces un chico normal, pero estás lleno de sorpresas – y de un giro puso sus dos piernas juntas por encima de las mías, con mi mano apretando su piel, y tan cerca que sentía sus rizos acariciándome la cara.

La rodeé la cintura y me quedé abrazado tanto tiempo que se terminó el helado, y se acurrucó en mi pecho, mirando como el sol desaparecía en el horizonte. No sabia que hacer, así que no hacia nada, solo sentía su respiración sobre mí, creo que la gustaba escuchar mi corazón latir acelerado por su culpa.

-VANESA: te voy a parecer una chocha, pero..…tengo hambre, ¿cenamos? – como el tiempo se aceleraba a su lado no sabia si el helado se lo terminó hacia 10 minutos o una hora.

-YO: ¡claro!, si quieres…..

-VANESA: he visto un puesto de kebab ahí a lado, me vuelvan loca – me cogió de la mano y la seguí hasta puesto, donde el bullicio de la gente nos mezclaba con los demás, pero yo solo la veía a ella.

Se lo comió una con ansia, se reía cuando la salsa le manchaba un dedo al morder y después se lo chupaba, la miraba sin creerme como devoraba aquello, pensaba en la cantidad de chicas finas y educadas que comen como periquitos, dando pequeños bocados de una ensalada, y la vi a ella, dando mordiscos voraces a un panecillo lleno de carne y salsa, tan grande como su cara. Terminó antes que yo, y acabó comiéndose lo que me quedaba del mío. Charlábamos entre risas y me pasé otra hora paseando con ella cogida de la mano, para bajar la comida, después nos sentamos en el borde del paseo un marítimo, en un bloque de cemento, donde Vanesa se reía de si mima por no llegar al suelo con los pies allí sentada.

-VANESA: si es que soy enana……..- puso su pies en alto encima de mi regazo y se pegó a mi cuerpo buscando algo de calor corporal, olí su pelo.

-YO: los mejores perfumes vienen en frascos pequeños……- se mordió el labio al sonrosarse las mejillas.

-VANESA: eso dicen…..y los peores venenos – un mechón rizado cayó sobre su cara, y no pude evitar apartárselo con cariño, me miró tan profundamente que quise besarla.

-YO: aunque fueras el peor de todos los venenos, te volvería a besar sabiendo que moriría – me sentí tremendamente estúpido y bobalicón al decirlo, pero lo supe, sabia que si no lo decía, moriría a los 90 años en una cama, y mi último pensamiento seria aquel momento en que no lo dije a esa extraña mujer que la quería.

-VANESA: ohhhhhh que dulce… – creo que toda mujer aspira a que un hombre la diga algo así para poner “esa” cara entre el romanticismo y el amor, y allí la tenia delante de mi – …por suerte no soy venenosa.

Hizo fuerza para sentarse en mi regazo cruzándose de piernas de forma sensual, y apoyó sus manos en mis hombros, tan cerca que podía notar el aire salir de su boca, la cogí de la cadera para que no se cayera, o para meterla mano, y me buscó una primera vez con los labios, a la segunda no fallé, y nos fundimos en un beso de película. Arqueaba la espalda de forma generosa mostrándome sus pechos mientras que sus gafas incordiaban de forma divertida, repasaba el contorno de su pierna con una mano mientras que sentía sus labios tirar de los míos tras cada beso largo. Luego su lengua se abrió paso con delicadeza en mi boca, y al enlazarla con la mía se separó medio centímetro mordiéndose la lengua y apretando los ojos en una sonrisa que me derritió por completo.

-VANESA: besas muy bien, me gusta que me dejes llevar el ritmo – si la decía que era casi inexperto no me creería.

-YO: me gustas mucho Vanesa.

-VANESA: jajaja y tú a mi más, nunca había sentido nada tan fuerte por alguien al que casi no conozco.

-YO: ¿y por qué? no he hecho nada

-VANESA: puede que sea eso, que no eres un moscón que trata de lucirse, o que va tonteando con niñatas por un polvo rápido, no se…..

-YO: no me conoces tanto, quizá sea un cabrón, o un cerdo, solo nos hemos visto 2 veces.

-VANESA: puede, pero soy un poco bruja, y cuando veo a tío de esos los calo a la 1º, en cambio a ti…….eres raro, desde que te presente tu hermana, como hablas, o como bailas, como tocas, todo es diferente…..extraño, y me atrae – la pellizqué en la mejilla y sonrió un poco. La abracé y ya pensaba donde ir nuestra noche de bodas.

Eran las 2 de la mañana y aún no querría despedirme de ella, ni ella de mi creo, pero la vi gesto cansado, sin duda de volver de viaje, había hecho un esfuerzo para quedar conmigo, así que se agarró de mi brazo como una gran señora y volvimos a la moto, me daba miedo que se quedara dormida detrás de mi y se cayera, así que la senté delante y me puse detrás sujetándola, y me pase media hora conduciendo lentamente con ella adormecida sobre mi pecho, la rodeaba la cintura con una mano mientras conducía con la otra por la noche, y sentía su cuerpo tibio sobre mi. Al llegar a su casa y parar se despertó.

-VANESA: ¿ya estamos en tú casa?

-YO: no….bueno, pensé….querrás descansar…..estamos en la tuya.

-VANESA: ah….vale…gracias, la verdad es que no he sido bueno compañía al final, pero estoy muy cansada, lo siento.

-YO: ¡no, por dios!, ha sido perfecto, tú eres perfecta – la apreté del estomago y se río ante al presión.

-VANESA: como sigas diciéndome esas cosas al final me voy a enamorar – giró su cara y me dio un pico, largo y tenue.

Se quitó el casco, su melena negra brilló con la luz de la luna y sus rizos botaron alegres, lamenté no haberla llevado a mi casa. Me dio el casco y me cogió de la cara para volver a besarme, tantas veces que acabó adormeciéndose de nuevo en mis brazos. La cogí de la cintura y las piernas, como si fuera mi mujer en la noche de bodas, y la metí en su casa, se agarró de mi cuello y me iba diciendo donde era, la casa estaba llena de gente riendo, hablando y algunos dándose el lote, la dejé en su cuarto con un cuidado excesivo y se quedó hecha un bola sobre la almohada sin llegar a despedirse. Medité si quedarme a dormir con ella, pero simplemente la arropé le quité las zapatillas, las gafas, y me fui dándola un beso en la frente apartándola lo rizos.

-YO: hasta mañana princesa – solo recibí un mugido como respuesta.

Volví a mi casa diciéndome que no podía ser real, olía su perfume en el casco mientras pensaba que esa mujer era demasiado perfecta, encajábamos como 2 piezas de puzzles diferentes, pero encajábamos. Al llegar a casa se me pasaron los pensamientos de Vanesa, había un ruido estruendoso, mucha luz y gente gritando, “¡Jaime!”.

Al entrar era peor de lo que esperaba, todos desnudos. Sonia estaba en el sofá follando con Jaime, le montaba como a un caballo mientas él amasaba como podía sus senos. Mi madre se la estaba comiendo a Jony, que estaba tumbado inconsciente en el suelo, y Marta estaba haciendo la tijera con Sara, que la acariciaba el clítoris con el pulgar. Al verme, Sara se levantó dejando a Marta con ganas de más.

-SARA: ho, hola …..sooooobrino……- apestaba a alcohol y tenia el cuerpo pegajoso.

-YO: estas pringosa…….

-SARA: ya…ya.es que….. pedi atrevimiento y ……hip, me han usado como vaso, para beberse los chupitos de tequila, ja, me echaban la sal en el vientre, el limón en los pezones, y bebían de mi ombligo jajajajjaa.

-YO: ¿pero que ha pasado?

Y se pasó media hora repitiéndome lo mismo, por lo visto jugando a lo mismo de siempre, pero con chupitos de vodka, tequila y ron, se habían pasado desde la 7 de la tarde hasta ahora bebiendo sin parar, mano tras mano, hasta pulirse 6 botellas entre todos, a palo seco sin mezclar. Sonia había logrado mantenerse con ropa hasta el final, pero el resto no, y cuando Jony se sacó el rabo empezaron los problemas. Sonia tuvo que masturbarse con un pepino, mi hermana chupársela a Jony, mi madre comerse el coño de Sara, y Jaime masturbó a las 4 con las manos y se comió el culo de Marta. Mi madre reconoció que estaba deseando encontrarse con el mulato, Marta que se había cepillado a un profesor de la universidad, y Sara que Marta la ponía cachonda, lo que incitó a que Jaime hiciera a Marta comerse el coño de Sara. La sorpresa llegó en la última mano, la del sexo, perdió Sonia, y en vez de elegir a su noviete, escogió a Jaime, que la estaba follando desde entonces, y los demás estaban a su alrededor tratando de divertirse.

-SONIA: ¡JODER, QUE BIEN FOLLAS!

-JAIME: ¡me cago en dios, que par de tetas! – las aplastaba y luego las azotaba.

-SONIA: ¡quiero que me folles a partir de ahora, que gusto joder!

-JAIME: ¿y Jony?

-SONIA: que le den por el culo, ¡míralo!, una mamada de Carmen y se desmaya, tú si que sabes hacerme sentir mujer – se agachó y casi logró asfixiar a Jaime con sus pechos, él la separaba las nalgas mientras la destrozaba su coño con un ritmo que la tenía chorreando.

-SARA: ¿y tú que tal? – lo dijo mientras se abría de piernas sentándose en el sofá, y Marta acudía a seguir lamiéndola.

-YO: bien……..es un cielo de mujer.

-SARA: que lastima, por que Marta es hábil, pero no tiene polla, ¿esta noche puedes ayudarme?

-YO: no sé, tía, quiero tomarme en serio lo de Vanesa.

-JAIME: no te preocupes Sara, cuando termine con esta vaca, me voy a por ti – Sara sonrió, supongo que quería volver a sus brazos.

-SARA: pues date prisa.

Se la dio, sacó su miembro de Sonia y se la hizo chupar, recogiéndola toda la larga melena caoba, y luego follándola por a boca hasta llenarla de esperma hasta mancharla los senos. Luego cogió a Sara de la mano y se la llevó arriba, donde al rato ya se les oía follar.

-MARTA: tranquilo……la tía va como un cuba…….- lo decía como si ella no lo estuviera, de rodillas reposando los brazos en donde había estado Sara.

-YO: no me preocupa…..- sabía que quería volver con Jaime, y ya lo tenía.

-MARTA: es mamá la que me preocupa, lleva 1 hora chupándosela a un tío desmayado.

-YO: mamá, para – alzó la vista con los ojos entre cerrados.

-CARMEN: ¡ah……hola hijo!…..¿cuando has llegado? – casi se cae al ponerse en pie.

-YO: hace un rato, creo que deberías acostarte.

-CARMEN: estoy bien, solo necesito sentarme un rato…….- se derrumbó en el sofá, y antes de acercarme se quedó frita, tanto que ni zarandeándola se despertó.

-MARTA: tenemos que llevarla a la cama……

Lo dijo pero la realidad es que la llevé yo solo, y ella iba detrás tratando de no vomitar por el esfuerzo de cada escalón, no fue como con Vanesa, mi madre era un peso muerto, y por indicaciones de mi hermana la mojé la cabeza en la ducha, antes de ponerla un camisón y dejarla en la cama como un saco de patatas, pese a ponerla de lado pro si vomitaba, parecía tirada.

-MARTA: puffffff no vuelvas a faltar……esto se nos ha ido de madre…..

-YO: ya se iba de madre conmigo aquí.

-MARTA: no es lo mismo…….el puto Jaime me ha comido el culo, me ha puesto a mil con su lengua, es un cerdo, pero como sabe moverse el condenado.

-YO: deberías darte aun ducha.

-MARTA: si….pero me da miedo caerme………¿me ayudas? – no pude negárselo, no fue un treta sexual, casi se resbala al ponerse una zapatilla, en una bañera de cerámica era un desastre en potencia.

La metí en la bañera y la dejé sentada, como si fuera una bebé de 1 año, la mojaba la cabeza y frotaba la espalda con gel, me tiraba espuma a la cara y se reía, la di un aclarado y se puso como pudo unas bragas que la busqué, no eran ni suyas creo. Sonia se fue arriba a trompicones a dormír dejando da Jony en el suelo abajo, y mi hermana y yo nos acostamos en una habitación libre, se me abrazó y se durmió. Me pasé media noche tratando de saber que hacer con Jaime, si es que podía hacer algo, pero me dormí pensando en Vanesa, y sus rizos ocultando sus ojos azules.

Me despertó el peso de Sara acostándose a mi espalda, apartó a Marta y me obligó a abrazarla, su hedor de la noche dio paso a un fresco aroma a frutas en la piel y el cabello, se habría dado una ducha y estaba con el tanga biquini ya puesto abajo y los senos al aire.

-SARA: hola, ¿que tal ayer?

-YO: bien, llegué a las 2 pasadas, se os fue de las manos……..

-SARA: ¡ya te digo!, traté de que Jaime no se pasara, pero es listo el cabrón, usó a Marta para sacarme de quicio,

-YO: ¿has visto a mi madre?, estaba muy mal……..

-SARA: está bien, en la cama tirada como si la hubieran dejado caer …– entonces seguía como yo la dejé –… ¿y tu damisela?

-YO: bien, te lo dije anoche……

-SARA: cielo, no me acuerdo ni si cenamos…….

-YO: pues fue increíble, fuimos en moto, dimos un paseo, tomamos un helado, cenamos, y nos besamos durante mucho tiempo, al volver se quedó tan adormilada que tuve que llevarla a la cama.

-SARA: jajaj el viejo truco no falla, ¿bebisteis alcohol?

-YO: no, ¿que truco?

-SARA: cariño, somos mujeres, no marmotas, sobrias podemos despertarnos y acostarnos solas, pero de vez en cuando queremos que un apuesto hombre nos lleve en brazos a la cama, y que sea lo que dios quiera….- me sentí tonto al no quedarme con Vanesa.

-YO: ¿crees que lo hizo?

-SARA: si la cita fue bien, si.

-YO: no era una cita…

-SARA: jajaja ¿no? ¿Toda una tarde/noche de paseo por la playa, tomando helados, dando besos y cenando juntos? Claro que era una cita, pequeñín.

-YO: pero ella no lo dijo.

-SARA: que inocente eres, que lo diga es diferente a que lo sea, ¿iba mona?

-YO: ¡si!, con un vestido a rayas muy bonito…….- el gesto de Sara dándose la razón hizo que en mi cabeza se cayera un muro de estupidez.

-SARA: jajaja lo bueno es que le gustas de verdad, y si fuiste todo un caballero, ahora mismo estará pensando en ti, en tus fuertes brazos subiéndola por las escaleras, en el calor de tu cuerpo en contacto con el suyo, y el ritmo de tu corazón latiendo en tu pecho – lo decía mientras recorría con sus dedos mi cuerpo.

-YO: te follaste a Jaime – solté de golpe, eso la descolocó.

-SARA: bueno……..si…..estaba muy borracha…..pero si.

-YO: ¿ya no estás harta de él?

-SARA: no es eso, cielo, es solo que llevaba media tarde cachonda perdida, necesitaba apagarme, y tú me dijiste que no – en eso tenía razón.

-YO: es que quiero…….necesito que lo de Vanesa salga bien.

-SARA: ¿le dijiste algo? ¿de nosotros?

-YO: todo.

-SARA pues si lo sabe y continua, no sueltes a esa chica …– no pensaba hacerlo –… por cierto, toma tu móvil, no para de sonar.

Me lo dio y tenia 20 mensajes de Vanesa, todos eran sonrisas y guiños, palabras dulces y cariñosas, incluso me mandó una foto de ella despertado en la cama, parecía recién levantada pero no podía ser si ella misma se hacia la foto, aún así me gustó el detalle. Al responderla con un saludo me dijo que sus amigas iban a la playa, preguntando si iba a ir yo, dije que si con los ojos cerrados, y la mencioné donde solíamos ir. Me puse en pie y me di una buena ducha, la casa cogía vida y Jaime salió del cuarto de Sonia, a la que se había vuelto a tirar por la mañana. Nos encontramos a Jony en el sofá de abajo, ido, Sonia le sacó de casa a patadas y le dijo que no se molestara en buscarla más. Mi madre fue la última en salir, iba con una resaca enorme, me dio un abrazo y me preguntó por Vanesa, sonrió alegre al escucharme hablar de ella, y al saber que la vería en la paya apresuró a todos a prepararse.

-CARMEN: vamos chicos, que es un día largo, desayunen bien.

-YO: ¿largo?

-CARMEN: es jueves, ¡hoy abre la discoteca!

-MARTA: ¡jajaja eres insaciable mamá!, ¿quieres ir de verdad?

-CARMEN: ¡pues claro!, y esta tarde más juegos, quiero divertirme.

-SARA: jajaja os lo dije.

-JAIME: por mi vale.

-SONIA: pues ir buscando maromos, por que Jaime es mío esta noche, lo de ayer me dejó muerta.

-JAIME: jajaja, todo tuyo – la azotó con fuerza varias veces, fue como un ficha de dominó, y las 3 mujeres suspiraron al escuchar los azotes, ya se las había follado a las 4 y las tenia en su mano.

-YO: yo con Vanesa no sé si me quedaré….

-CARMEN: tráetela, no pasa anda.

-MARTA: claro, si quiere que venga.

-YO: no se si nuestros juegos la gustarán.

-JAIME: solo nos divertimos, tú tráemela – de la mirada que le eché achantó la cabeza.

-YO: vendrá si ella y yo queremos venir…- mi madre me cogió del brazo, como hacia con mi padre cuando sabia que estaba enfurecido – …se lo preguntaré.

Fuimos a la playa y me pasé un rato buscando a Vanesa, mientras que Jaime se daba un festín con Sonia, todas con sus relucientes biquinis diminutos de tanga, hasta que en horizonte vi a un grupo de chicas, y a un lado a Vanesa, con una camiseta grande enseñando un hombro y tapándola hasta las rodillas.

-CARMEN: ¿es esa?, es mona.

-YO: es muy guapa.

-MARTA: jajaja tú tranquilo …– me frotó la cabeza, sabia que yo necesitaba que funcionara. Al verme Vanesa, correteó y dio un salto para llegar hasta mí, que me adelanté, me cogió de la nuca y me dio un beso corto y suave.

-VANESA: ¡hola! – se apoyó en mi pecho y levantando un pie de la arena.

-YO: hola, ¿has descansado?

-VANESA: si, fue muy dulce que me acostaras, deberías haberte quedado a dormí…….- “Sara tenia razón”.

-YO: es que estabas tan tranquila que no quería molestar.

-VANESA: tú nunca me molestas…….- me dio otro beso y vi como alguna de sus amigas la miraban sorprendidas, supongo que igual que mi madre y mi hermana nos miraban, detrás de mi.

-CARMEN: hola bonita, encantada, soy la madre de Samuel…….- le dio la mano.

-VANESA: jajaja si, ya la vi en la discoteca el otro día.

-CARMEN: espero que no hiciera el ridículo, hace mucho que no salgo jajajaja

-VANESA: nada mujer, yo tampoco, pero ese día mereció la pena salir……- me cogió de la mano y mi madre suspiró emocionada.

-CARMEN: jajja si, mi niño es especial.

-MARTA: hola, soy su hermana, Marta.

-VANESA: ¡ah, si! jajaja no para de hablar de ti, te pone por las nubes.

-MARTA: es muy amable, y un buen chico, no me gustara que le hicieran daño…….- salió la vena protectora de una hermana mayor.

-VANESA: Samuel es mucho más fuerte de lo que parece – no sabia si la cosa iba bien o mal, pero al menos Vanesa no se achantaba.

-CARMEN: pues un placer conocerte, y si no te parece muy osado, esta tarde vamos a jugara un rato en casa antes de ir a la discoteca, si te quieres venir, estás invitada – quería habérselo dicho yo antes.

-MARTA: no te sientas obligada, pero para ir conociéndonos y eso…….

-VANESA: claro….- me miró a los ojos buscando aprobación – …si no molesto – la abracé con dulzura.

-YO: tú nunca molestas – sonrió y me perdí en sus ojos.

-CARMEN: pues nada, nos vamos a dar un chapuzón, aquí os quedáis, “tortolitos” – se separaron y me quedé con Vanesa.

-YO: lo siento, quería decírtelo antes, pero……

-VANESA: no pasa nada.

-YO: si pasa, en esos juegos…..se bebe mucho, y Jaime se aprovecha, ayer se folló a Sonia, la tetona de ahí, la única que le quedaba sin estrenar, para luego tirarse a mi tía, la rubia de la lado, se las señalé

-VANESA: ¿esa es la que estos días te has…….? … – asentí – ….me voy a tener que poner celosa, es muy guapa jajajaja

-YO: si……parecía ir en serio con lo de hartarse de Jaime, pero cuando llegué me pidió que la tomara, y al decirla que no, se lío con Jaime.

-VANESA: ¿y por que le dijiste que no?

-YO: pues…….por ti…….¿no? – me cogió de la cara poniendo morritos, como si hubiera dicho el poema más hermoso jamás escrito.

-VANESA: jajaja no somos novios, y ayer ya te dije que no me molestaba.

-YO: pues me gustaría…..- giró la cabeza confusa.

-VANESA: ¿que me molestara?

-YO: no………..ya sabes….lo otro…….- estaba rojo de vergüenza, para ser una petición de noviazgo fue pobre, pero era a mi 1º vez.

-VANESA: ¡¿quieres que seamos novios?! – lo dijo tan ilusionada que me pareció irreal.

-YO: pues…….no se….ayer lo pasé muy bien….eres genial, y……..pensé que….- me cogió de la mano y se frotó la mejilla con el dorso.

-VANESA: ¡pues claro que si, bobo!, ¡me gustaría un montón jajaja! – se aferró a mi cuello y se estiró para besarme un par de veces.

Nos sentamos apartados bajo una sombrilla y hablamos un buen rato, me divertía mucho como hundía los pies en la arena y jugaba con los dedos mientras caía, luego se quitó las gafas y vi que era tan guapa con ellas como sin ellas, pero con ellas tenia un morbo especial. Se puso en pie y se sacó la camiseta, dejándose en biquini, era de colores vivos a rayas, con lazadas a los costados, la nuca y la espalda, amplio sostén para guardar la mayor parte de 2 pechos grandes y salientes, un culo firme, redondo y bien puesto, con un vientre fino y cintura diminuta, con buenos muslos pero el resto de piernas o brazos finos y esbeltos.

-VANESA: jajaja no me mires así, que me da vergüenza…..- “¿de qué?” quise saber.

-YO: lo siento…….es que……eres espectacular.

-VANESA: ¿de verdad lo crees?, yo me veo un poco rara, muy delgada por unas partes y ancha por otras…..- no mentía ni decían nada raro.

-YO: lo digo en serio.

-VANESA: ¡pues me has alegrado la mañana! jajjaja, ¿vamos al agua?, me estay asando aquí.

Al quitarme la camiseta creo que me sentí como ella, iba con el bañador nuevo y me veía arrebatador al observar como me comía con los ojos, como creí que nadie haría nunca. Me cogió de la mano y nos metimos en el agua, pensé en jugar a hundirnos con ella, pero antes de que pudiera hacer nada, se me echó encima, se subió a mi espalda, y entre risas nos hundía a los 2. Al rato, la vi con todo su pelo mojado, y sus indestructibles rizos, le daban un aire salvaje que me encantaba, pero creo que revolcada de mierda también me gustaría. Se acercó a mí contoneándose, escurriéndose el pelo con las manos en un hombro, y se me subió a pecho pegando sus senos a mi cara, la abracé con ganas de no volver a soltarla nunca, y nos quedamos flotando como nenúfares dejado que el oleaje nos meciera.

-VANESA: si no quieres, no iré esta tarde.

-YO: no es que no quiera, me da miedo.

-VANESA: ¿por lo que pueda ver? Ya vi a tu madre muy suelta…..

-YO: mientras solo sea ver….pero si juega Jaime se aprovechará, siempre lo hace.

-VANESA: ¿y tan malo es?

-YO: ¿y si te enamoras de él como ha hecho con todas?

-VANESA: jajaja no seas crédulo, no las tiene enamoradas, las tiene encoñadas, no las conozco así que no juzgaré, pero me suena a un chulo playa y 4 salidas.

-YO: tal vez……..eso querría pensar……pero el resultado es el mismo, se las folla a todas, y no quiero que te toque.

-VANESA: pues no iré, pero tarde o temprano tendré que acercarme tu casa si vamos a ser novios, no puedes evitarlo siempre.

-YO: ¿y que hago?

-VANESA: confiar en mi, como yo confío en ti, te has acostado con tu tía y no me afecta, tal vez haga alguna locura, y si bebo más, pero solo quiero estar a tu lado, y si para ello tengo que pasar un mal trago, lo haré.

-YO: ¿y si lo que pasas es un buen rato…..con él? – pasó sus dedos por mi cara.

-VANESA: lo disfrutaré, y volveré a tus brazos.

Quise abrazarla tan fuerte que nos convirtiéramos en un solo ser, lo notó y se dejó caer sobre mis brazos, nos dimos una serie de besos cariñosos antes de volver a la orilla, allí nos tumbamos, apartados, a tomar el solo. Me quedaba mirando su piel, las gotas de agua salada resbalar por su costado y el sol iluminando su espalda, a la 4º vez que me pilló, me cogió de la mano y pasamos media hora jugando a entrelazar los dedos.

-YO: ven…….contigo me siento firme y seguro.

-VANESA: iré, pero solo por ti, recuérdalo cuando pero lo estés pasando.

-YO: lo haré – rodé a su lado y me recibió de costado, dándonos besos y carantoñas un buen rato, hasta que sus amigas la avisaron, se iban ya, Vanesa las miró con ganas de mandarla a la mierda y quedarse conmigo, pero se puso la camiseta y me abrazó tanto tiempo que sus amigas ya si iban, corrió tras ellas, a saltos alegres, y gritando.

-VANESA: luego nos vemos.

Al volver con mi madre, estaban todas con los senos al aire, y Sonia besándose con Jaime, que le estrujaba de los pezones con descaro. Marta estaba escuchando música mientras Sara y mi madre estaban sentadas charlando, al decirlas que Vanesa venia se alegraron más que yo, y me frieron a preguntas sobre ella. Regresamos a casa, durante la comida no dejaba de recibir mensajes de Vanesa, de golpe entendía a todos esos que van con el móvil en la mano a todas horas, tonteábamos diciéndonos chorradas, y descubrí que en vez de mandar emoticonos con caritas, mandaba fotos de ella poniendo caras, me resultó tan originalmente divertido, que hacia lo mismo.

Me acosté con Sara y Marta, para echarme una siesta, y escuchar de fondo a Sonia gritar como una cerda siendo sacrificada mientras Jaime le destrozaba. Para cuando llegó la hora de ir a buscar a Vanesa, mi hermana y Sara ya estaban con sus juegos medio inocentes de hacerse cosquillas, siempre conmigo de por medio. Fui en la moto a buscar a Vanesa, eran pocas calles pero el asfalto abrasaba, al llegar había otra fiesta montada, y Vanesa me dijo que entrara ya que aún no estaba lista, con un mensaje. Había como 50 personas dentro, todos adolescentes exaltados, y subí a su cuarto, la pillé saliendo de la ducha con una toalla sin cerrar a su espalda, al verme saltó a mis brazos con un lluvia de besos tiernos, y se fue vistiendo, el biquini de por la mañana y la camiseta.

-YO: deberías ir con más ropa…….

-VANESA: ¿voy mal?

-YO: no…….es que…….

-VANESA: ¿tu madre es muy puritana?…..– la sorna era evidente – …por que las he visto esta mañana con sus mini biquinis jajaja

-YO: no…..es que….si vamos a jugar a algo…y si es lo siempre…..pagas prendas, es mejor llevar mucha ropa, o Jaime te tendrá desnuda antes de que te des cuenta.

-VANESA: ¡joder con el Jaime…..! – se quitó la camiseta y se puso una falda corta, una camiseta de tirantes con una camisa abierta y sudadera por encima, al cambiarse la vi en biquini, el sujetador era con refuerzos en el pecho, espectacular, con su melena rizada alborotada y sus gafas de pasta, estaba para comérsela.

-YO: ¿eres real? – me abrazó y luego me besó con ternura.

-VANESA: ¿tú que crees? jajaja eres muy dulce – “que ojos más azules”, la 1º noche no lo vi, pero ahora con la luz del sol eran 2 piedras cristalinas de cielo. Dimos un paseo de vuelta.

-YO: ¿y como es que no tienes novio?

-VANESA: ¿y tú novia?

-YO: pero tú eres mucho más guapa que yo – me cogió de la mano y me dio con el hombro con una sonrisa en los labios.

-VANESA: eres un encanto, pero no debes pensar así, eres mono, y de los pocos que saben como empieza el numero Pi por aquí….jajajaja además, tengo un síndrome raro, me gustan los chicos algo tímidos y retraídos, es como sacarlos del cascaron.

-YO: visto así……pero no entiendo por que estás sola, tendrías al hombre que quisieras.

-VANESA: y lo tengo………..cogido de la mano – me paré en seco, me quedé mirándola perplejo, llevó el dorso de mi la mano entre sus pechos y besó mis dedos, cerrando los ojos.

-YO: ¿donde has estado toda mi vida?

-VANESA: jajajaja buscándote – “Alberto, si, creo que es un buen nombre para nuestro 1º hijo varón”.

-YO: espero que no te asustes por lo que pueda pasar, pasan cosas muy locas con Jaime.

-VANESA: ese tal Jaime es un pieza, si no quieres no abriré la boca, pero me parece increíble que le dejes hacer esas cosas.

-YO: no le dejo, pero no puedo con él, sabe mucho de mujeres, las tiene a todas a su merced, mi hermana se había librado pero usó el juego para tomarla, se folla a mi tía, a mi madre y ahora al irme estaba machacando a Sonia, era cuestión de tiempo que cayeran una tras otra.

-VANESA: bueno, si lo desean, no soy nadie para criticarlas.

-YO: tú ten cuidado, Jaime también me ha dicho cosas de ti……..- “y casi le tiro por un balcón por ello”.

-VANESA: me empieza a caer mal el chico jajajaja – otra cosa que teníamos en común.

Llegamos, ya estaban todos sentados en una gran mesa en el salón, con una nevera llena de cervezas heladas, y 7 botellas de todo lo que se les ocurrió. Jaime comandando a las demás, por muy fuerte y grotesco que fuera el día anterior, las 4 mujeres estaban dispuestas a volver a jugar a aquello, pero iban preparadas.

Mi madre y Sara, camisón y falda, para sumar una prenda más, Sonia iba igual pero con medias, 2 prendas más. Mi hermana la siguió con las medias, sumando una gorra, y esta vez poniéndose una camiseta y una chaqueta fina, todas con el biquini minúsculo debajo. Jaime iba solo con el bañador, yo iba con uno también y una camiseta, pero me puse otra camisa abierta por encima, además de 2 calcetines. Charlamos un rato en el que Vanesa se mostró dulce y tierna con mi familia, pero tocaba jugar. Vanesa me dio otro beso que me dejó sin habla un buen rato, como para coger, o dar, fuerzas, y me acariciaba en el brazo.

-JAIME: bien, las reglas son las mismas, por deferencia a nuestra nueva amiga las repetiré, se reparten cartas, 1 por persona, la de menos valor pierde, una lata de cerveza o un chupito a palo seco, del tirón, y elige verdad o atrevimiento, puedes librarte de hacer nada quitándote una prenda, pero antes de decidir, nunca después, luego no puedes mentir ni negarte a nada, ¿entendido? – asintieron y empezamos de nuevo.

Mano tras manos el juego era algo inocente, como siempre al inicio, solo pasadas 2 horas Jaime empezó a hacer de las suyas, la bebida subía y la ropa bajaba. Antes de darnos cuenta mí madre estaba en biquini y Sara solo con la parte de abajo, Sonia había tenido que darse un par de chapuzones en la piscina marcando tetas, Marta había dicho que perdió la virginidad a los 15 con un mayor de edad, y yo había tenido que llamar a mi padre y gastarle una broma telefónica. Todos con un globo descomunal, hasta Vanesa sonreía sin motivo, aún tenia todo puesto menos la sudadera, y casi todas sus pruebas fueron besarme o hacerme cosas a mi, incitadas por mi madre o mi hermana, protegiéndola mientras eran capaces. Si las decisiones se tomaban en grupo, era inocente, pero en un momento dado Jaime volvió tomar el poder.

-JAIME: pierde Carmen – bebió la cerveza de turno con sonrisa tímida, luego eligió atrevimiento – necesito unos pechos normales jajaja los de Sonia me matan , ahora me comeré las suyas – mi madre se puso en pie ante el asombro de Vanesa, y se quitó la parte de arriba, sentándose en sus rodillas, Jaime le apretó los pezones y se los chupó, fue el disparo de salida, después de dejarle los pezones como pitorros de carretera la dio un azote y la dejó irse, se le olvidó volver a ponerse el biquini de arriba como prenda a poder pagar.

-CARMEN: uff…….voy a subir el aire acondicionado, que tengo calor…..- al repartir perdió Jaime, que pagó prenda y se quitó el bañador dejando su rabo tieso al aire, ya empezaba su show, pero de golpe Vanesa se rió a carcajadas, cosa que dejó descolocado a Jaime, que esperaba que se quedara perpleja, como las demás.

-YO: otra mano – quise pasar rápido, pero me gustaba como Vanesa le desmontó desde lejos, perdí yo.

-JAIME: quiero que….

-VANESA: ¡cómele las tetas a Sonia ..…!– soltó como sin querer, Sonia se levantó y, como mi madre, se quitó la parte de arriba del biquini, no me creía que grandes eran, las amasé como pude y lamí sus pechos con calma, se veían las marcas de dientes de Jaime.

Me pasé 3 manos sin jugar chupando sus pezones y mi polla golpeaba entre sus mulos sujeta por el bañador. Al volver a jugar, Sonia si se puso la parte de arriba, le di un beso de agradecimiento a Vanesa, que lejos de mostrarse celosa vi travesura en sus ojos. Siguiente mano, Jaime repartió para pasar a más. Perdí, tuve que hacerle un baile erótico…… ¡a Marta!, sentada en una silla, como iba medio empalmado y algo mareado, intentaba no tocarla pero la daba golpes con mi polla de vez en cuando, Marta se tapaba roja como un tomate, pero luego empezó a moverse y reír. La siguiente mano palmó Vanesa, que ya perjudicada, eligió atrevimiento.

-JAIME: bien, ¿que tal un buen morreo con tu futura suegra? – mi madre se fue a por ella, la puso en pie y la cogió de la cara, juntaron sus labios, una vez, y otra, hasta que abrió la boca y vi como mi madre le metía la lengua a una total desconocida, que yo me había follado, y conocía solo de haca 3 días. La respuesta de Vanesa fue cogerla el culo y devolverle el beso con lujuria.

-YO: ya basta, ¿no?

-JAIME: pero si te está gustando…..- era verdad, estéticamente era digno de admirar, pero no por ello dejaba de ser raro. Un par de últimos besos sonoros las separaron, al pasar por detrás de Jaime, azotó el trasero de mi madre con brío –… esa es mi chica.

-VANESA: ¡joder, tu madre besa de cine!, me ha puesto cachonda y todo – me susurraba.

-YO: ten cuidado, Jaime está al acecho – me guiñó un ojo en señal de confianza, esta vez perdió Jaime, que ya desnudo tuvo que elegir verdad.

-VANESA: ¿la tienes más grande que Samuel? – casi me caigo al suelo.

-JAIME: pues no lo sé, no las he medido……. – sabia que si.

-VANESA: ¡pues pollas a la mesa!…. – las chicas aplaudieron y yo obedecí sonrojado –…. pero tienen que estar bien duras, para saberlo, ¿una ayudita? – se arrodilló a mis pies, y comenzó una paja suave, para luego besar y chupar el glande. Al verlo, Sara se dedicó a lo mismo con Jaime, una vez duras nos pegamos junto a la mesa y las pusimos a lo largo, gané, y por goleada, no solo era ligeramente más larga, si no mucho más ancha.

-CARMEN: ¡vaya pedazo de polla gasta mi niño jajaja!

-SARA: ya te digo hermana…….. ¡Vanesa, eres afortunada! – Vanesa sonreía, veía algo en ella que yo no alcanza a divisar.

-VANESA: lo sé – me besó y me dio vueltas todo, pero pasado un rato entendí su jugada, todas las chicas dejaban de mirar a Jaime, y me miraban a mi. Otra mano, y perdió Sara, que desnuda eligió atrevimiento.

-JAIME: pufff yo después de la mamada no me quedo así, una cubana ahora mismo – Sara se sentó a sus pies, y Jaime se lucio apretando sus senos contra su miembro, le había dolido en el orgullo la comparación, y se cebó con Sara mientras los demás mirábamos. Sonia se masturbaba sin descaro, mi madre con disimulo y Vanesa se sentó en mi regazo y nos dábamos el lote a la espera de acabar, Jaime duró unos 15 minutos hasta que la llenó de semen el pecho, la dio tantos azotes que tenia el culo rojo, las chicas estaban de nuevo perdidas con Jaime, pero bastó una simple frase.

-VANESA: bueno…..no esta mal…..- cogiéndome de la mano y dedicándome un mirada perturbadora, una serie de sonrisas en todas subió el ambiente, comprendí que daba a entender que yo lo hacia mejor y ella lo sabia por propia experiencia, cuando no era así. Otra mano y perdió Vanesa, que se quito la parte de arriba y mostró sus tetas aprisionadas y rebosando en el biquini.

-JAIME: puffffff vaya par.

-VANESA: muy amable, Samuel dice que son perfectas – la miré confuso, ¿lo pensaba? ¿se lo había dicho?

-SONIA: bueno……..- los senos grandes era su terreno, y ahora tenia competencia. Otra mano y esta vez perdió Sonia que se quito la parte de arriba y se lució mostrando su pecho desnudo ante Vanesa, que la siguiente mano se la devolvió y quedaron la 2 enseñando 4 pechos que ni un Miguel Ángel salido.

-CARMEN: ¡por dios, ¿que os dan de comer ahora? jajaja! – perdí yo, y la verdad fue confesar que me había hecho pajas pensando en mi madre, o viendo a mi madre.

-JAIME: ¡es que es normal, con esa madre……! – otra mano y perdió Marta, que se quitó la parte de arriba, todas enseñando las tetas ya.

-MARTA: pufff es que con estas 2 cualquiera luce pecho aquí… jajajajaja – aún así, mientras que Vanesa y Sonia eran voluptuosas, el pecho de mi hermana era precioso. La siguiente mano perdió Sonia, que se vbebio su 10º chupito de ron.

-SONIA: atrevimiento.

-JAIME: jajja me parece que todos queremos ver esto, un masaje tuyo a Vanesa en sus pechos, usando aceité, y solo usando tus pechos jajajaja – hasta a mí me pareció una gran idea.

El espectáculo fue una autentica barbaridad, Sonia se sentó en su regazo y vació un bote de aceite corporal entre ambas, para, con las manos atrás, empezar a estrujarse las tetas de una contra la otra, Jaime no se cortó y se masturbaba ante aquello, y a mi me faltó poco.

-VANESA: pufff…..que calor……- estaba cachonda pedida, lo que buscaba Jaime, que en un par de manos mas tarde la pilló, perdió y pidió atrevimiento.

-JAIME: lo siento Samuel, pero quiero comerme las tetas de tu chica – sin 10 cervezas y 3/4 de Vodka a palo seco, le hubiera matado, solo decía que no con la mano.

-CARMEN: ¡jajaja que grosero, no, otra cosa!

-VANESA: no puedo negarme…..- me dio un beso largo y se subió a la mesa, sentando delante de él, abriéndose de piernas, Jaime se pasó 5 minutos lamiéndola y jugando con ella, yo estaba rojo de furia. Vanesa no era de piedra y gemía mientras se apretaba los senos, Jaime repasaba sus pezones con la lengua y lo chupaba hasta hacerla sonreír, en un completo silencio incómodo.

-JAIME: ¡dios, que bien sabes! – cogió de la nuca a Vanesa y la metió media lengua hasta el esófago, pero ella se apartó con una mano en su pecho.

-VANESA: ¡quieto!, eso no era parte de la prueba……. uffff……..buena lengua, eso si tengo que reconocerlo – temía haberla perdido, al volver me dio otra serie de besos, para cogerme de la mano por debajo de la mesa, cosa que me tranquilizó un poco. Otra mano y perdió Marta, que se quedó desnuda, después mi madre, y luego yo, a estas alturas todos elegimos quedarnos desnudos.

-CARMEN: ¡esto es divertidísimo! – la tocó palmar, atrevimiento.

-JAIME: tengo un idea pero es una burrada, pero si la digo no te puedes negar.

-CARMEN: jajaja dila.

-JAIME: ¿seguro?

-CARMEN: si, bobo.

-JAIME: cómale el coño a su hija mientras ella se lo come a usted – me puse en pie furioso, pero mi madre me chitó.

-CARMEN: son las normas…..no voy a ser menos que las demás……- Marta estaba tan perdida que, cuando la cogió en brazos y la subió a la mesa, metió su lengua en el coño del que nació sin pensarlo, mi madre en cambió tuvo algún reparo, pero al final separó los labios mayores y se lo comió, fue brutal, hasta para Jaime que ya estaba pajeándose de nuevo. Marta se corrió enseguida, pero mi madre tardó unos 5 minutos, en los que Marta se tuvo que esforzar.

JAIME: da gusto jugar con gente así……- perdió Sara, y en atrevimiento no pudo más.

-SARA: cómemelo Jaime – se recosto sobre la mesa arriendes de nalgas ofreciéndose, y Jaime acudió presto a meter su cabeza tras ella, la dejó rota en 10 minutos animales en que se corrió 3 veces, mi madre se masturbaba y Sonia le estaba regalando un dedo a Marta.

-VANESA: ¿y esto es así todos los días? – me susurró.

-YO: si, y me temo que en adelante seguirá,……- sonrió y me empezó a pajear.

-VANESA: me voy a tener que venir a vivir aquí jajajajaja – y se hundió mi miembro en la boca, lo que pudo, todo era una nube de sudor sexo y descontrol, gozaba de sus labios en mi glande y de sentir sus senos aplastados contra mi muslo. Me vacié en su boca y me dejo estupefacto verla tragárselo. Para entonces todos tenían un subidón de escándalo.

-JAIME: ¡bien, últimas 3 manos, cenamos y a la discoteca! – perdió Marta, que aún no se había recuperado de lo de antes, y escogió comérselo a Sonia.

-CARMEN: va a coger practica jajajajajja – la penúltima la palmó Vanesa, que en verdad reconoció cuantos hombres se habían acostado con ella, nombre y apellidos con el número de veces, fueron pocos la verdad, esperaba que muchos hombre se hubieran fijado en ella.

-JAIME:! la última la del sexo seguro!, quien pierda tiene que follar con quien elija del otro sexo – eran casi las 9 y media, y al darle la vuelta a las cartas, palmó mi hermana

-MARTA: ¡joder!………vamos Jaime….

-CARMEN: lo dices como si te costara jajajajaja

-MARTA: ¿y que hago? ¿me tiro a mi hermano? – fue retórica pero resonó en mi mente, Jaime sonreía, aquella jugada de la última mano le iba reportar muchos polvos.

Él se puso en pie y recostó a Marta sobre la mesa de espaldas, al abrió de piernas y la acarició hasta tenerla lista, la penetró con fuerza sacando un bramido dulce, y la cogió de los senos mientras comenzaba a ponerse serio con ella, Marta gemía y se ponía roja de pasión. Vanesa sonrió y me dedicó una mirada libidinosa, me besaba con lengua mientras la magreaba las tetas, y mi madre, a su ritmo, trataba de engullir los senos de Sonia.

Jaime hacia temblar la mesa y a Marta, mientras que Vanesa se dedicó a chupármela con vicio, se trababa por que sus labios no deban de si, pero pasaba del glande. Me corrí como un animal, di 4 latigazos largos y la manché la cara, la boca y el pecho, justo cuando Marta tuvo su un orgasmo. La dio la vuelta dejándola colgada de la cintura en la mesa y la embistió por detrás haciendo vibrar y gozar de sus movimientos de cadera a Marta. Para cuando Jaime se corrió mi hermana ya le pedía que no parara, metió sus dedos en ella y la llevó a otro orgasmo que encharcó el suelo, un aplauso general lo llenó todo.

Jaime se pasó unos minutos sobando y azotando a Marta, mientras los demás cenábamos, y por turnos nos duchamos y nos preparamos para la fiesta, esta vez fui menos arreglado, pero me sentía mucho más confiado, mientras que Jaime fue al revés, salió como un pincel, y creo que con la sensación de que había fallado un tiro claro con Vanesa.

Las chicas se vistieron para arrasar de nuevo, mi madre y mi hermana escogieron el mismo estilo, falda corta negra con vuelto, tacones y top llamativo, casi eran gemelas. Sara escogió un vestido rojo que era un rectángulo desde lo pechos hasta los muslos, con 2 ligeros tirantes en los hombros y toda la espalda al aire. El remate fue que Vanesa no tenia ganas, o fuerzas, para volver a cambiarse a su casa, y se puso ropa de Sonia, que si bien tenían tallas similares de busto, las caderas eran otra historia, así que Sonia salió con un vestido verde ceñido y ajustado a su piel, sin hombros, con solo un capa de tela a modo de collar bajando por su garganta hasta el resto del vestido, sus senos rebosaban por los lados. Vanesa salió con un vestido azul de tela brillante, sin sujetador y un escote hasta el ombligo dejando ver sus tetas en gran parte, con falda a las rodillas, pero con su cadera le subía hasta el muslo alto, resaltado su figura en forma de 8.

-YO: ¡madre mía, estás increíble! – quizá algo vulgar por el escote tan amplio, pero arrolladora.

-VANESA: jajaja gracias, ¡esta noche quemamos el local chicas!

-CARMEN: ¡si!

Se repitió el guión, chupitos nada más llegar, probamos la absenta y del pelotazo casi perdemos a Sonia. Teníamos a 5 mujeres y éramos 2 hombres, por suerte mi hermana encontró a unas amigas de la playa y se quedó con ellas, eso nos dejó un 2 vs 1, me quedé con Vanesa y Sara, mientras Jaime con mi madre y mi Sonia. No se quien salió ganando o perdiendo, se que estaba gozando. Mientras me centraba en Vanesa, Sonia se afanaba en frotar sus protuberancias contra mí.

-VANESA: creo que esta quiere montarte……

-YO: ¿Sara? Que va, ya la has visto con Jaime.

-VANESA: te toca mucho.

-YO: lo hace siempre, me hace cosquillas, no es raro…..

-VANESA: pues te mira con deseo, me voy a tener que esforzar, ahora eres mi chico, y te buscan muchas en esa casa.

-YO: ninguna quiere conmigo, quieren a Jaime.

-VANESA: después de lo de hoy, no, ¿has visto como te han mirado cuando habéis comparado trancas? jajaja y si no me crees, besa a Sara, hazme caso, cuando lo hagas la tendrás encima siempre que quieras.

-YO: pero a mi me gustas tú – me acarició la cara con torpeza.

-VANESA: y tú a mi, mucho jajajaja tienes que pensar que estoy un poco loca, pero me gusta la marcha, y tu casa es una locura, me encanta, pero Jaime…… puedo ayudarte contra él, si quieres – aquello me dejó pensativo, pero ya hablaríamos de eso sobrios.

Los mojitos aparecieron, y luego el “wish-cola” de toda la vida, iban tan cargados que parecía que les regalaban las botellas, Sara se bebió 3 y Vanesa 2. Pasado cierto tiempo las dejé retozando una con la otra y busqué a mi madre o mi Sonia. Encontré a Sonia, sin ropa, a 4 patas siendo follada desde atrás por Jaime, estaban en mitad de la discoteca, y de remate Sonia se la chupaba a otro tipo.

-YO: ¿que coño pasa?

-JAIME: aquí la niña, me ha dicho que quería follar como una puta, y aquí estoy, cobrando 10€ por mamada mientras me la tiro jajajaja – me fije y había una cola de 20 hombres, en el tiempo que estuve se la comió a 4, y cuando Jaime se corrió, Sonia terminó en el suelo en plan profesional con el vestido por la cintura, tenia una polla en cada mano, se la chupaba a otro y uno se follaba sus tetas. Según creo recordar, Jaime ganó 140€ aquel día, cubriendo las copas….al menos tuvo la decencia de que solo podían los que usaran condón.

-YO: ¿y mi madre?

-JAIME: adivina……

-YO: ¡el puto mulato!

-JAIME: te juro que he tratado que se quedara conmigo, tenia ganas de darle su merecido esta noche……pero ella misma se ha ido con él.

Me fui a buscarla, y la encontré con los 2 mismos del otro día, el grandullón estaba sujetándola de frente, pero el de atrás estaba con la polla fuera pajeándose usando el culo en tanga de mi madre, el grandullón le había bajado los tirantes del top y le comía los pezones.

-VANESA: ¡joder con tu madre!- me pilló alucinando.

-YO: ¡no me lo creo!

-VANESA: pues créetelo, por que está pasando – se puso pegada a mi, sentí su culo en mi miembro duro y mis manos buscaron sus senos, abrió el escote del vestido con facilidad, y acariciaba sus pezones con fuerza.

Mi madre estaba ida, se ponía de puntillas para ayudar al de atrás a frotarse su buena polla negra contra sus nalgas, mientras que ascendía por el otro, que intercambiaba los pezones con su boca al besar. El de atrás se corrió llenándola el culo de semen a mi madre, se lo azotó y se alejó, mientras que el grandullón la susurró al oído algo y ella asintió traviesa, al darse la vuelta me vio con Vanesa.

-CARMEN: hijo…..estoy mareada, este hombre me lleva a casa – señaló al mulato y sin más se fue.

-VANESA: ¿quieres que les sigamos como la otra vez?

-YO: ya se lo que harán, ahora te deseo a ti – busqué su entrepierna con la mano y sonrió halagada, froté su húmedo interior y lamí su pechos con mis nuevos conocimientos adquiridos.

-VANESA: ¿nos vamos a tu casa o me follas aquí mismo? Por que yo no puedo más….te necesito – dudé, no quería ir a casa, pero tampoco hacerlo allí.

-YO: vamos a la playa.

Me siguió alegre, nos separamos unos 400 metros y nos tumbamos en la oscuridad, Vanesa se quito el vestido y el tanga, me desnudó tumbándome boca arriba, me montó de rodillas, si pajeaba mi tranca ya como una barra candente, mientras acariciaba sus aureolas sacándola leves gemidos. Alzó la cadera y buscó la penetración dirigiendo con su mano, le costó horrores coordinarlo, al meterme en ella casi sentía su dolor y esfuerzo inicial, se apoyó en mi pecho y empezó a subir y bajar lentamente. Verla de fondo con las estrellas y la luna, sus ojos azules y sus gafas de pasta tras los rizos meciéndose, me volvieron loco, la cogí del culo y desaté un infierno entre sus piernas olvidándome de dosificarme. Vanesa gimió, maldijo, lloró, río, y gozó todo a la vez, cayó de lado en un orgasmo tenue, y la puse boca arriba de piernas abiertas apoyando su espalda en al arena, embistiendo furioso, una y otra vez, haciéndola levitar medio segundo entre cada golpe y amansando sus pechos.

-VANESA: ¡oh dios, que gusto, no pares, que polla, dios!

-YO: te quiero, te quiero – repetía cual estúpido, pero era verdad, la tomaba y la amaba.

Se dio la vuelta quedando tumbada boca abajo, la metí buscando su coño desde atrás, hundió las uñas en la arena al sentir como la fundía en su interior, se corrió como si la matara y luego se dejó llevar hasta que me vacié en ella, dándola 2 sonoros azotes en el culo, se giró con gesto de alivio, y me besó tan fuerte que se incorporó sobre mi.

-YO: jajaja mira la arena – estaba la marca de ella y sus pechos.

-VANESA: ¡casi me entierras jajaja! – me abrazó mientras repasaba su cuerpo con las manos sacándola la arena pegada a su piel por el sudor.

(Siento si no soy muy detallado en estas partes, pero la verdad, iba con un ciego como una catedral).

Nos vestimos y regresamos a la fiesta, Jaime seguía con Sonia y su “negocio”, Marta se despidió pronto y se fue a casa con un chico, si prestaba atención le esperaba una sorpresa en el cuarto de mi madre, y nos quedamos con Sara, que iba pero que nosotros inclusive.

-SARA: no voy borracha, solo tengo el puntillo…. – decía mientras no veía como su vestido se había girado y tenia una teta fuera, se lo coloqué demorando en colocárselas.

-YO: así está bien.

-SARA: gracias cielo ¿vamos a por otra copa?

-VANESA: ya vale por hoy, ¿no crees? Te has ventilado medio bar….jajajajaja

-SARA: jajaja pues si, necesito apagar mi fuego, estoy ardiendo y ha sido tu chico, me ha dejado que Jaime no me colma – eso me extrañó, Jaime follaba bien.

-VANESA: ya me ha dicho… – me abrazó para hablarme al oído – …está muy mal, como no te la lleves a casa le va a pasar algo.

-YO: venga tía, vamos a casa y descansamos.

-SARA: no, jajaja otra copa por fi, y luego en casa jugamos…..- puso su índice en mi pecho y se pegó a mi cuerpo.

-YO: no tía, otro día, ahora te llevo a casa

-SARA: jo, eres siempre tan bueno…..pero no me voy sin premio – miré a Vanesa que me la señaló con la cabeza, entre dándose razón y concediendo permiso, así que atrevido le cogí del culo a Sara hasta alzarla y darla un soberbio beso con lengua, no hubo fases, desde el 1º beso me lo devolvió y la degusté con mis labios, me cogió de la cara y se aferró sin soltarme.

-YO: dios, sabe a ron.

-VANESA: te lo dije, esta quiere mambo, y se lo vamos a dar – me la quitó de los brazos juntándose de forma sensual, Sara sonreía al notar como la acariciaba Vanesa, y la besó, que tampoco mostró resentimiento al sentir en las tetas las manos de la otra tocar con la maestría, ambas estaban rojas y deseando salir de allí.

-YO: vamos a casa.

El camino de vuelta lo hice con una en cada lado, cogiéndolas del culo, me sentí gigante por un momento y al llegar a casa las azoté hasta que subieron a mi cuarto, como hacia Jaime, se desnudaron torpemente y empezaron sin mí un festín lésbico memorable. Vanesa guiaba un títere que era Sara, la tenia abierta de piernas de cara y lamiéndola todo, yo me arrodillé detrás de Vanesa y se lo comía despacio chupando su clítoris. Al mirar, Vanesa masturbaba metiendo 2 dedos en mi tía, sin separar sus labios de su vulva, Sara se pellizcaba ofuscada en los senos, y gemía perdida, mientras Vanesa paraba a coger aire cuando sentía entre sus muslos una corriente eléctrica provocada por mi.

Me harté del juego y apunté mi miembro a la entrada de Vanesa, golpeé con mi tranca a lo largo de su coño, y arañó a Sara en las piernas al sentir como la penetraba lentamente, comencé un lento aviven para sacarla rueda, de manera que cada embestida repercutía en Sonia, fue colosal ver los senos de Vanesa rebotar sin que perdiera ritmo su lengua, y Sara explotó en un pequeño orgasmo en que cogió de la nuca a mi flamante novia y se la apretó contra su vulva. Sara al verme follándome a Vanesa se activó, apartó a Vanesa y me dejó caer sobre ella, la besé y lamía sus tetas mientras buscaba ser penetrada, al final sentí su calor y empujé letalmente, su cara cambió a todos los registros, y terminó cerrado los ojos y aguantando como una jabata hasta metérsela toda.

.SARA: ¡joder que polla, me mata, me abres mamón, fóllame, destrózame!

-VANESA: ya ha oído a la señorita.

Comente un violento ritmo que la sacó del universo, agarró un puñado de sabana con cada mano y su cara era su boca abierta de par en par, gritando, se la tapó Vanesa con sus senos, sabía como manejar tan tremendas tetas, Vanesa se puso encima de Sonia a 4 patas, mientras Sara la comía sus senos, yo acariciaba y masturbaba a Vanesa como me adiestró la que tenia debajo, y a la vez percutía en Sara, que no dejaba de gritar con cada inserción. Fue subiendo decibelios hasta reventar en un orgasmo que la sacó de mi frotándose posesa hasta vaciarse en unos chorros que mancharon media cama.

-VANESA: jaja mi turno – según lo dijo la penetré tal como estaba a 4 aptas, agarré su tetas y la pegue la espalda a mi pecho, podía apretárselos para llegar a lamerlos por encima de hombro desde atrás, mientras ella se frotaba el clítoris y gemía de forma descontrolada.

-YO: ¡que bien follas, me encantas, eres una diosa, eres mi diosa!

-ANESA: ¡si, lo soy, soy tu diosa, fóllame, dios, me encanta, ábreme! – daba largos suspiros de placer y volvía a repetirlo.

Todo era raro y nuevo, me gustaba, no obstante era mi 1º trío, probaba a acelerar a un buen ritmo mientras sentía sus senos rebotar en mis manos, era como tener un kilo de flanes en cada mano, y me llevó a dar tales golpes de cadera que sentía su trasero vibrar en mi pelvis. Sara estaba tumbada, casi cardiaca y reventada, acariciando a Vanesa sin alzarse, aguanté tanto que logré que Vanesa explotara en un orgasmo antes de llenarla de semen. Caí fundido a la cama con las 2 mujeres rotas, fue cuando vi a mi hermana en la cama del lado, desnuda y masturbándose.

-YO: ¿desde cuando estas aquí? – me tapé, aún hoy, no se por que.

-MARTA: desde que he escuchado a Sara gritar, ¡dios, como follas hermanito!

-YO: yo….es que…….verás…..

-MARTA: jajaja, a mi no tienes que explicarme nada, disfruta, te lo mereces

-YO: ¿y el chico de la disco?

-MARTA: me lo he tirado jajaja pero después de lo de Jaime en el juego, me ha sabido a poco…. – había subido a ver si era Jaime quien hacia gritar a Sara, y tirárselo, pero en cambio se pasó un buen rato frotándose ante mi, hasta correrse.

Al verla se me puso dura, y tomé a Sara de nuevo, estaba ida, pero mejor que Vanesa, hecha una bola temblando desde que la había follado. Sara no gemía ni nada, solo estaba roja y reía, ni cuando me corrí en sus tetas, a la par que en las de Vanesa, mostró sensación alguna más que tensión y placer.

Me di un ducha rápida para darlas paso a ellas, que una a una se asearon, nos acostamos abrazados los 4, y nos dormimos, caí en un sueño dulce y tranquilo sintiendo el calor del cuerpo de aquellas mujeres y un nuevo renacer en mi interior.

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Relato erótico: “La casa en la playa 8.” (POR SAULILLO77)

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verano inolvidable2Inevitable.

sin-tituloYa era de día cuando nos despertamos, Sara tenia un dolor de cabeza descomunal, y al verme desnudo a su lado con Vanesa en mis brazos, sonrió como si se hubiera enterado en ese momento de lo que pasó esa noche. Vanesa estaba jugando con sus dedos en mis labios y mi hermana se había acostado a nuestro lado, los 4 en una sola cama, Jaime apareció, y al ver el percal bufó hastiado, y se durmió. Encontré a Sonia desnuda en la cama de Jaime y con un aspecto horrible, y lo peor fue al bajar al salón, estaba mi madre cocinando, y el puto mulato estaba allí.

-YO: hola.

-CARMEN: hola hijo, ¿que tal?

-YO: bien……..¿y este quien es? – el mulato se puso en pie mostrando que iba solo con unos calzoncillos nada disimuladores, y me saludó.

-MULATO: soy Joel.

-CARMEN: si, es…… un amigo que hecho……. no tenia donde pasar la noche, así que ha dormido aquí….pero ya se iba….. ¡¿verdad?!

-JOEL: claro mami, gracias por….su hospitalidad – se dieron un abrazo extrañamente incomodo.

-CARMEN: adiós, nos vemos……. esta noche…..- le acompañó a la puerta y se dieron un largo beso con lengua tratando de que no les viera. Al volver mi madre estaba roja, y no se atrevía a mirarme.

-YO: no pasa nada mamá, no tienes por que andar a escondidas.

-CARMEN: no se de que me hablas…….- la cogí de la mano y la abracé.

-YO: si lo sabes, igual que yo, ayer me acosté con mi tía haciéndome un trío con, desde hace menos de 24 horas, mi primera novia, no creo que sirva de nada avergonzarnos por lo que está pasando, que te traigas a un mulato de polla enorme y te des unas alegrías es de lo más normal que ha pasado por aquí – me miró abochornada.

-CARMEN: hijo……es que yo……hacia mucho que no me comportaba así….tu padre es muy estricto….y por 1º vez en mucho tiempo me estoy divirtiendo como nunca pensé que volviera a sentirme….¿hago mal?

-YO: no lo sé, pero ¿por que el mulato teniendo a Jaime?

-CARMEN: bueno…….es que Jaime se mueve bien, es divertido y me entretiene…….pero Joel…….ufff, me recuerda a tu padre de joven…. no solo es grande y fuerte, se maneja bien y me deja sin aliento – bajaba la cabeza algo abrumada.

-YO: solo te pido que tengas cuidado, no quiero que termines en líos de los que no puedas salir…no hace falta ir borrachos, ya no – me abrazó llena de felicidad al ver mi comprensión.

-CARMEN: gracias.

Vanesa bajó y desayunó con una naturalidad y desparpajo que me dejó helado, hablando con mi madre, o con Sara cuando bajó, de lo que había pasado y de cómo se había divertido. Acompañé a Vanesa a su casa, por el camino nos cuestionábamos un poco todo, aunque la verdad es que nos besamos más que hablar.

-VANESA: así que tu madre se tiró al mulato otra vez jajajaja.

-YO: es tan impropio de ella, pero creo que ella era así de cría, a nuestra edad, mi padre la ha encerrado estos años, y ahora se ha liberado la fiera.

-VANESA: pues como haya disfrutado la mitad que yo…….- al despedirnos sentí pena, pero quedamos más tarde, teníamos que descansar, era viernes y tocaba más fiesta.

Acelerando la historia, nos pasamos viernes y sábado de igual manera, Vanesa regresó a mi casa a las 7 del viernes ya con una mochila con ropa y sus cosas, no volvió a su casa hasta el domingo de tarde. Por la mañana algo de playa o piscina antes de comer. De tarde siesta con Vanesa y Marta, que seguía buscándome para dormir.

Luego jugábamos a las cartas, aunque rebajamos un poco el ritmo del alcohol, algo que en principio solo nos desinhibía, pero eso ya no parecía necesario. Pasó de todo, aunque con ciertos limites, no dejé que Jaime se aprovechara de Vanesa, aunque lo correcto seria decir que ella se defendía sola, Jaime trataba de llevarla a su terreno, la volvió a comer las tetas y la hizo hacerle una paja y al día siguiente una cubana, pero cuando trató de propasarse….Como ejemplo mencionaré que el sábado, mientras jugábamos, Vanesa se vengó de una jugarreta pidiéndole que la dejara darle un puñetazo en los huevos, Jaime se tuvo que dejar, acabó tirado en el suelo entre gruñidos de dolor, y juró venganza en la siguiente mano que pillara a Vanesa. Vanesa, sin casi mencionarlo, preguntó si para la siguiente prueba que le tocara a Jaime, teníamos pepinos o berenjenas en la nevera, y vaselina…Fue suficiente para que Jaime jugara con las demás y la dejara de lado. El 1º día perdió mi madre la última mano, que tardando un poco, escogió a Jaime, verles follar me la puso tan dura que me follé las tetas de Vanesa sin ningún problema delante de todos. El 2º día perdió Vanesa, que ni dudó y la tuve que montar encima de la mesa, creo que luciéndome, por que Jaime no daba abasto de follarse a Sonia y mi madre, Marta recibió una comida de coño por parte de Vanesa, mientras la destrozaba a su espalda.

Por la noche salíamos a la discoteca, y los 2 días mi madre se llevó a Joel a casa, el 1º día fueron los últimos en volver, y les oímos durante 2 horas, el 2º día fueron los primeros en regresar, y pasadas 3 horas, volvimos a casa los demás y todavía se les oía gritar como auténticas bestias. Escuchábamos a mi madre gemir y jadear por toda la casa, Joel era un buen amante, y me bajaba junto a Vanesa a ver turcos para ponerlos en practica, siempre desde el balcón para no cortar el rollo. Mi madre necesitaba a un hombre así en su vida, ni el mejor día de Jaime le vi hacerla correrse tantas veces como esos días, y aún así, siempre al terminar me quedaba la sensación de que mi madre no terminaba de disfrutar con él, pese a su larga tranca.

Por mi parte diría que me harté de tirarme a Vanesa, pero mentiría, era imposible cansarme de ella, disfrutamos como adolescentes que éramos, solos o con Sara uniéndose alguna vez, pero mis atenciones eran para Vanesa, mientras ella se ocupaba de Sara, que relevaba a Vanesa cuando la hacia correrse 2 o 3 veces seguidas y no podía continuar. Se podría decir que fue un curso acelerado de sexo, en el que saqué mi nota media en los estudios, un sobresaliente, perdí el miedo a tocar a una mujer de esa forma, y gané confianza en mi mismo, (algo que casi no tenia), al verme colosal en una cama junto a 2 mujeres de bandera, satisfechas y remoloneado del placer que yo las daba. Lo mejor era que cuando no estabamos teniendo sexo, Vanesa era tan…..no se cual es la palabra, “tan Vanesa”, pizpireta, alegre, risueña, y a la vez tan fuerte, decidida y segura.

Marta en cambió un día regresó sola a casa, al siguiente se acostó a mi lado al volver a escoger a un amante poco dignno y rápido. Jaime en contra de todo, se pasó 2 días haciendo de todo a Sonia, creo que llegó a estrenarle el ano, según dijeron. Sonia si que no paraba de beber y podías hacerle cualquier cosa, pero sentía que Jaime en la discoteca miraba mucho a mi madre, con ganas de volver a tenerla para él solo, y al verla con el mulato le hervía la sangre.

Por la mañana del domingo…….vamos, a partir de las 12 que era cuando nos podíamos levantar, me desperté con Vanesa abrazada de cara a mi, y Marta en mi cama, Sara se habría ido a la suya después de que esa noche volviera a probar el sexo anal con ella, creo que terminó desmayándose, al tener un orgasmo 4 veces seguidas en menos de 5 minutos, pero estaba muy ocupado con Vanesa como para percatarme de ello. Hice el desayuno por que mi madre tardaba mucho en levantarse, y fueron bajando todos, nos reíamos y comíamos algo, la última en bajar fue mi madre que se abrazaba con Joel mientras se dependían, al regresar, mi madre andaba con aires de superioridad disimulando un ligero escozor entre sus piernas.

-MARTA: ¿que tal mamá? jajaja

-CARMEN: en la gloria, hija…….ese hombre es una maquina….

-JAIME: al menos te dejará libre hasta el próximo jueves.

-SONIA: ¿ya te has cansado de mi o que?

-SARA: le pasa a menudo…..

-CARMEN: lo siento, pero esta noche salgo a cenar con Joel – Jaime se acercó con su chulería natural y la metió mano por detrás.

-JAIME: pensaba que me echarías de menos.

-CARMEN: claro que si, pero no puede hacerle un feo después de darle mi palabra.

-VANESA: claro que si, disfrute jajaja – la tenia entre mis brazos y la besaba en el hombro, sintiendo sus rizos en mi mejilla.

-JAIME: pues no me apetece pasarme otro ida sin follarte – la azotó el culo y sonrió perversamente.

-CARMEN: bueno, si quieres ahora en la sienta podemos subir un rato, y luego me voy a cenar con Joel.

-JAIME: ¿que pasa? ¿ya no me quieres? – sonó lastimero, mi madre se dio la vuelta y le besó con dulzura.

-CARMEN: claro que si, ya sabes que me diviertes mucho, pero siempre que pueda, Joel será mi 1º opción…..- aquello sonó como una bofetada a Jaime, que se le borró la sonrisa de golpe.

-JAIME: no soy el 2º plato de nadie… – la azotó – ….así que, que te quede claro, que aquí mando yo …– la volvió a azotar más fuerte –…. ¿queda claro? – mi madre le cogió de la cara y le dio un beso que me la puso dura hasta a mi, luego le acariciaba la cara con ternura.

-CARMEN: como tu digas, cielo, pero por mucho que me azotes no te va a crecer la polla – si lo de antes fue una bofetada eso fue un torpedo a la línea de flotación que hundió el barco.

-JAIME: pero yo….penaba que…..- mi madre le abrazó.

-CARMEN: no te preocupes, siempre tendré un rato para ti – y se fue a darse un ducha, Jaime se quedó petrificado, yo me reía por debajo ocultándome tras a mata de pelo de Vanesa, mientras Sara tenia una sonrisa enorme en su cara.

-MARTA: no te preocupes Jaime, está divirtiéndose un poco, déjala…..

-JAIME: no lo entiendo, creía que era mía…….- Sara se levantó y le dio un pico cogiéndole de los morros.

-SARA: tú eras suyo, mi pequeño idiota……… se habrá cansado de ti…….- se giró con suficiencia y Vanesa no pudo más que chocar las manos con Sara al pasar a nuestro lado. Jaime se quedó con la misma cara que se te tiene que quedar cuando te roban el coche en la cara, y luego se giró a Marta.

-MARTA: ¡a mi no me mires!, mi hermano ya me calienta la cama….- y se fue bebiendo un café humeante y revolviéndome el pelo.

-VANESA: ánimo, que al menos tienes a Sonia – me cogió de la mano y salí tras ella al porche, a tomar el sol un rato con los demás.

Pasados unos minutos escuchábamos a Sonia berrear en las habitaciones con Jaime azotándola, creo que quería asegurarse al menos tenerla a ella, pero de golpe, y sin saber como, Jaime no me parecía tan listo, ni tan sabio, y empecé a verle como lo que era, un juguete que habían usado. Nos pasamos la siesta jugando Vanesa y yo en la cama, y la acompañé a su casa, donde me quedé unas horas junto a ella, no quería separarme nunca de ella.

Una semana pasó, fue un calco, pero Vanesa y yo quedamos a diario, fue dulce y tierno salir a tomar helados o pasear sin más, pero al volver a casa montábamos un escándalo mayor que nadie, casi siempre empezábamos nosotros, junto a Sara cuando se terciaba, y luego terminaba follando toda la casa al oírnos, Joel era muy atento en eso con mi madre. Sonia había convencido a Marta para unirse a Jaime en sus sesiones de sexo a modo de apoyo lésbico, y sin estar seguro, creo que Jaime se follaba a mi hermana también. Pasado ese tiempo, fue inevitable que Vanesa quisiera venir a vivir conmigo, se pasaba más tiempo en mi casa que en la suya, así que nos acomodamos como pudimos, ya con las cartas sobre la mesa. Vanesa y yo en un cuarto, mi madre y Joel en otro, Sonia y Jaime en el 3º con Marta, a la que no entendía, podía tener a 3 o 4 chicos viviendo con ella, era preciosa, lista, divertida y alegre, pero fue mucho más recatada en ese aspecto, solo en alguna fiesta se cansaba de Jaime y se llevaba a casa algún chico, pero se los tiraba y los echaba por la mañana.

Era la tarde del sábado, y estabamos preparando la cena para luego ir a la disco, bueno, ellos, yo estaba con Vanesa en la piscina calentándonos hasta llevar el agua a punto de ebullición, se quitaba el biquini y me dejaba comérselas durante horas, creo que la divertía verme como un bebé al que alimentaba, entrelazaba sus dedos con mi pelo y me apretaba contra sus senos. Habíamos estado la tarde jugando, pasaron muchas cosas pero nada que no hubiera pasado antes, solo que cuando palmó Sara la última mano, me eligió a mi y no a Jaime para el sexo. Me la estuve follando, tirada sobre la mesa, tan fuerte que todo lo que había encima cayó al suelo, mi madre tuvo que pedirle a Jaime que dejara a Sonia y la tomara allí mismo para calmar su cuerpo, mientras Vanesa se apartó con mi hermana, las veía de fondo, Marta abierta de piernas y gozando como una recién liberada de la cárcel, la masturbación y la lengua de mi novia fue tal, que la locura me nubló, di la vuelta a Sara y la destrocé el ano haciéndola correrse 3 veces, se quedó tiritando sobre la mesa, con convulsiones lentas en su cadera la sentir como me vaciaba dentro de su esfínter. Fue natural que tuviera que salir a la piscina, me ardía todo.

-YO: no se que ha pasado, Jaime me parecía tan……..y míralo ahora – era como un cachorro apaleado.

-VANESA: es un cerdo, no dudes que se volverá a meter en la cama de todas, ahora usa la lastima, es su juego, y mientras ellas quieran jugar, tendrá ventaja.

-YO: pero mi madre…- caí de golpe, pero sonó a táctica desesperada de Jaime – ….no se si es buena idea intercambiar a Jaime por el mulato….

-VANESA: eso lo decide tu madre.

-YO: me gustaría tanto que todo se tranquilizara, esto ha perdido su gracia.

-VANESA: no puede tranquilizarse, esto está desmadrado, o metes mano dura o seguirá así.

-YO: ¿yo?

-VANESA: ¿quien si no?, Jaime es un crío comparado con el mulato, él lleva jugando a esto mucho tiempo, lo he visto antes, uno del grupo se la gana, y se la terminan follando todos sus amigos, se te meten en casa y se aprovechan de la gente, luego se cansarán de esperar turno y se follaran a Sonia o Sara, y cuando se aburran, Marta será la siguiente.

-YO: exageras…….

-VANESA: con su tranca es solo cuestión de tiempo que tu madre meta a Joel en casa a vivir, ¿cuanto tardó Jaime en ganárselas?, ¿y cuanto crees que tardará Joel en ventilarse a todas?

-YO: ¡no!, eso si que no, ya he soportado suficientes vejaciones por parte de Jaime, no pienso pasar por ello otra vez.

-VANESA: pues solo queda una opción…….

-YO: ¿cual?

-VANESA: está claro que todas necesitan a alguien que las de lo que piden, Jaime ha tratado de serlo, pero se ha visto superado, y ahora Joel ocupará ese lugar…..si no lo ocupa otro antes….

-YO: ¿quien…….- se me encendió la bombilla – ….¿dices que yo….? – asintió.

-VANESA: es lo mejor, si quieres cortar de raíz tanta locura, haz una locura mayor, no podrás impedir que busquen a un líder, así que solo te queda convertirte en uno.

-YO: pero no lo soy….ya me conoces……

-VANESA: por que te conozco se que lo eres, pero aún no lo quieres admitir.

-YO: no podría……..son mi familia…

-VANESA: Sara parece contenta y es tu tía, tu madre no para de decir que la tienes como tu padre, el cual la domina, y tu hermana, medio desnuda, pasa más tiempo en tu cama que en la suya……muy preocupadas por la moralidad del asunto no parecen.

-YO: yo no soy así, no sabría ni por donde empezar.

-VANESA: como te dije, puedo ayudarte.

-YO: ¿y por que lo harías? Eres mi novia, tendrías que estar muerta de celos o conmocionada……

-VANESA: por un reto, por divertirme, por la emoción, y sobre todo por que soy tu novia y quiero hacerte feliz de todas las formas posibles, soy tuya, Samuel, te quiero – me besó con tanta delicadez que cerré los ojos y quise morir en ese momento.

-YO: te amo, y soy tan tuyo como puedo serlo, pero Vanesa, me resultaría muy difícil.

-VANESA: ¿acaso son orcos?

-YO: no, son preciosas, ya las ves, pero…..

-VANESA: ¿nunca has tenido la fantasía de acostarte con tu madre o tu hermana?

-YO: ¡no!……….bueno…….si…claro….pero eso son jugarretas de la mente, el complejo de Edipo si quieres llamarlo, pero de ahí a acostarme con ellas….

-VANESA: tú sabrás, tampoco quiero obligarte, pero ¿que pasará cuando acabe el verano? Tu madre, quieras o no, pensará en volver a su rutinaria vida, o quedarse con Joel en una juerga sin fin….y puede decidir no volver a casa.

-YO: ¿crees que nos haría eso?

-VANESA: antes no, pero ahora, tiene a sus 2 hijos ya criados, y ninguna obligación más que con su marido, ¿y si encuentra a otro hombre que la dé lo que tu padre ya no le da? ¿No preferirías ser tú ese hombre y volver a casa con ella? – me acariciaba el rostro para mirarme a los ojos, la evitaba por que no pensaba con claridad si la miraba.

-YO: ¿estás disfrutando torturándome? – sonrió al verse un poco pillada.

-VANESA: soy traviesa por naturaleza, pero eso no cambia que pueda ser verdad.

-YO: no, me niego, yo no seria capaz, y aunque lo fuera, está mal, yo te quiero a ti, y a nadie más – la cogí con fuerza de la cintura y la pegué a mi pecho.

-VANESA: si es lo que quieres, así será.

Cenamos y nos vestimos de fiesta, para el caso vale con describir solo a mi madre, iba con un mini falda de licra negra y un top ceñido sin sujetador, mientras que los demás íbamos como casi siempre, arreglados sin más. Pasé media noche con Vanesa pegada a mí, y con Jaime comiéndole la oreja a mi hermana, que jugaba a no dejarse engatusar pero caía en sus brazos, con Sonia roja de furia al ver como le quitaban a su chico. Sara danzaba a nuestro alrededor con 4 tontos persiguiéndola por ver quien se la llevaba a casa. Mi madre, que ya iba algo tocada del juego en casa, se bebió 3 cubatas y 2 mojitos, con 2 chupitos de tequila y absenta respectivamente, iba con tal ciego que no se tenia en pie sola, pero Joel fue tan “amable” de tenerla sujeta todo el tiempo, del culo y la entrepierna en concreto. Llegado un momento la perdí la pista, Vanesa me centraba demasiado la atención.

-VANESA: oye, ¿y tu madre donde está?

-YO: con Joel, seguro……

-VANESA: ¿vamos a ver que hacen? – me cogió de la mano y me llevó con ella, tardamos poco, estaba con el grupo de mulatos.

Era tan fácil localizarlos, con buscar un corrillo de salidas esperando turno, pero hoy había invitada especial, mi madre. Estaba subida a horcajadas sobre un mulato nuevo, abierta de piernas y siendo follada delante de todos, tenía el tanga metido en la boca, y botaba sin parar, casi me acerco para decir algo, pero no sabía que decir o hacer. El tipo bajaba la cadera y embestía tan fuerte que quedaba suspendida en el aire gritando de placer, terminó levantando el culo al sentir como la llenaban, el mulato la cogió con las manos a la espalda y se dedicó 15 minutos a montarla, mi madre seguía sin soltar el tanga ente los dientes y coceaba de rabia, hasta que se le vaciaron dentro. Al soltarla fue a los brazos de Joel, que se la subió encima, la abrió de piernas y la perforó de cara, soltó 3 alaridos histriónicos antes de besarlo, para luego rebotar contra él como contra un muro, pero partiéndola en 2. Pasado ese tiempo un 3º mulato se puso detrás de mi madre, la preparó el ano, y se la folló por el culo a la vez que Joel la martirizaba, mi madre se arqueó y se retorció entre la suplica y la lujuria más absoluta, se puso de medio lado apoyando un brazo en cada mulato, subiendo y bajando sin cesar, su cara era descompuesta y casi parecía perder el conocimiento, pero no lo hacia, volvía a subir y bajar, con la gente alrededor masturbándose, hombres y mujeres, algunos lo grababan con el móvil, y otros 2 mulatos esperaban turno.

-YO: ¿que hago?

-VANESA: pufff te diría que follarme, me están poniendo a 100, pero si te refieres a ella, nada, no puedes hacer nada a menos que seas capaz de tumbar a 4 mulatos.

-YO: ¡esto es injusto, no, no tendría que pasar!

-VANESA: te lo dije……esto pasaría, y más tarde o más temprano alguna la dejará satisfecha, y no tendrá motivos para volver a casa.

El mulato de detrás la llenó el culo de un semen espeso y brillante, se apartó y uno de los que estaban a la espera la metió antes de que empezara a cerrarse el agujero, eso mató a mi madre que empezó a soltar chorros como un grifo abierto, Joel se reía y seguía abriéndola, el de atrás se corrió y el 4º en discordia iba al relevo, pero Joel la dio la vuelta en el aire, la cogió de la cintura y se la metió por el culo hasta hacerla desmayarse, el relevo la abrió de piernas igual y se la metió por el coño haciendo un emparedado con el cuerpo inerte de mi madre.

-VANESA: yo ya estaría rota….bastante ha durado.

-YO: ¡por favor, ¿que hago?!

-VANESA: ya sabes lo que tienes que hacer, o eso, o llamar a tu padre y decírselo todo.

-YO: ¿pero tú los has visto? ¿Como voy a competir con ellos?

-VANESA: diría que eres el único que puede, no conozco a gente por aquí que la tenga tan gorda como tú, ninguna de esas butifarras de ébano lo son, pero son negros, altos, fuertes y con buenas pollas, las chicas se derriten, pero tú…….eres dulce, sensible y cariñoso, tú puedes hacerla ver las estrellas sin necesidad de emborracharse y follarse a 4.

Mi madre permanecía casi inconsciente mientras Joel y el otro la llenaron de más semen, al acabar la dejaron en el suelo, desorientada, todos se reían y la metían mano, hasta que Joel la cogió y se la subió al hombro como un cadáver.

-JOEL: me voy a terminar la fiesta con esta mami guarra a su casa.

Y se la llevó, le seguí junto a Vanesa, me preocupé mucho del estado de mi madre, pero a medio camino reaccionó, y pudo caminar, o algo parecido, hasta casa. Nos subimos al balcón y allí vimos como la tumbó en la cama, la abrió de piernas y la penetró tan fuerte que creo que la hizo daño, pero se acomodaron y comenzó a reventarla de nuevo, tan fuerte y tan salvajemente que mi madre ni pudo plantear batalla, tampoco es que pudiera debido a su estado, era un trozo de carne siendo acribillado, pero su cuerpo si que respondía, y se corrió varias veces. Vanesa se desnudó y me pegó a su espalda, la penetré en cuanto pude y estuve media hora follándomela de forma tan animal como estaba viendo que hacían a mi madre, Vanesa no pudo evitar jadear pero nadie nos oía, la cogí de los senos y la daba tales golpes que sentía la piel de la pelvis arder en su trasero.

Joel le dio la vuelta a mi madre, que de medio lado sacó el culo, él apretó contra su ano y la perforó como quien pincha un pavo muerto, la azotaba sin recibir más que un gemido ahogado, y se pasó 10 minutos gustándose con ella. Vanesa se corrió tantes veces que perdí la cuenta, y yo al vaciarme la puse de cara a mi, la acaricié hasta volver a tenerla dura, para subírmela encima y volver a metérsela sin descanso. Me besó de forma airada, y botando con sus rizos alegres y sus ojos azules perdidos en mí, lamía y chupaba sus pezones con arte y le llevé a otra serie de orgasmos seguidos que acabaron eclosionando de tal forma que sentí como las contracciones internas de Vanesa me rodeaban el miembro. Mi madre soportó su propia tortura hasta que Joel quiso, y se derrumbó con 5 latigazos que sentía mi madre cerrando los ojos con satisfacción por terminar.

-YO: vamos arriba, estoy cansado y borracho, tengo……….tengo que pensar.

-VANESA: si, mi amor – me cogió del cuello y la subí en brazos a la cama.

Pasado un buen rato escuché a mi hermana meterse en mi cama con nosotros, y a Sonia y Sara follándose a Jaime a la vez, “la lastima fusiona”. Por la mañana estaba abrazado a Marta, que dormitaba en mi brazo, Vanesa estaba despierta, a mi espalda acariciando mi piel, dando besos en algunas partes y lamiendo lentamente otras.

-YO: no puedo hacerlo, Vanesa.

-VANESA: si puedes, y debes.

-YO: mírala, aunque mi madre cayera y la alejara de Joel, no podría hacerlo con Marta.

-VANESA: piensa en lo que viste anoche, aunque te libraras de Joel, ¿cuanto tardarán en meterse otros entre sus piernas, y que le hagan lo mismo a Marta? – cerré el puño lleno de ira solo de imaginármelo.

-YO: no, eso no, antes llamó a mi padre.

-VANESA: o puedes convertirte en el macho alfa, Samuel, toma control.

-YO: ¿y si solo es a mi madre?

-VANESA: puede funcionar, pero Marta querrá lo mismo que todas, creo que ya lo quiere, por eso no busca chicos, ni se aferra a nadie, y está ahí, durmiendo a tu lado, noche tras noche, inconscientemente está esperando que pase algo…..te espera a ti, pero no esperará eternamente, y alguien le dará lo que quiere.

-YO: lo haré, ¿como? – me abrazó con ternura, como sin estar segura de algo, o escuchármelo decir la hubiera dolido.

-VANESA: déjame eso a mí.

Al levantarnos y darnos unas duchas pensé en que si iba ha hacerlo, tenia que darme prisa, tenia 1 mes escaso para doblegar a mi madre y a Marta, de tal forma que se olvidaran de líos de playa o de mulatos, y solo existiera yo. No me convencía el plan, no me gustaba ni deseaba hacerlo, no lo necesitaba, las fantasías o los pensamientos lujuriosos se habían desvanecido con Vanesa, ella era todo lo que yo siempre quise encontrar en una mujer, y lo tenía entre mis brazos. Pero no dejaría que mi familia se descompusiera, y que Marta terminara medio muerta en la cama con 2 mulatos y mi madre nos abandonara por seguir como una perra adiestrada a Joel, por duro que fuera admitirlo, habían demostrado que eran personas sugestionables. Lo haría por un absurdo sentimiento de culpa, por que me sentía responsable de todo, y si yo no lo arreglaba, nadie lo haría.

Me pasé toda la mañana en la playa con Vanesa, hablando de cómo proceder, se cabreaba por que no la prestaba atención y me quedaba embobado repasando el contorno de su espalda con mis dedos, y estirando de sus rizos hasta dejarlos largos, si tiraba de su pelo seria casi tan largo como el de Sonia, pero al soltarlo volvía a su lugar.

-VANESA: ¡¿quieres estarte quieto y dejarme el pelo?!… – se lo atusaba con fuerza –… tendría que alisármelo como suelo hacer, pero con esta humedad me duraría 2 días….

-YO: me encanta como te queda.

-VANESA: ¿en serio? siempre lo llevaba así antes, pero un chico con el que salí me dijo que me lo alisara, y desde entonces siempre lo he llevado liso.

-YO: no te lo alises, estás preciosa con el pelo así de natural – me miró agradecida.

-VANESA: jope, no me despistes con tus tonterías …..– se sujetó un mechón y se lo llevó a la nariz para olérselo, en un gesto dulce y sensual – ….tenemos que trazar un plan que te lleve a dominar esa casa.

-YO: creía que bastaba con mí……..

-VANESA: no seas crédulo Samuel, si eso fuera suficiente las mujeres gobernarían el mundo con un consolador enorme en su cajón…… no, tienes que convertirte en tu padre, pero de una forma mucho más sórdida, imponer un respeto con tu presencia que solo se gana con mano dura y firmeza.

-YO: yo no soy así.

-VANESA: pues tendrás que serlo, piensa que es una fachada, una careta, o un escudo, algo que enseñas para ocultar lo que ahí detrás.

-YO: ¿y como lo hago?

-VANESA: para empezar tienes que ir a por Sonia.

-YO: está enamorada de Jaime.

-VANESA: ¡deja de usar ese verbo!… – pareció enfadarla – …aquí nadie se ha enamorado de nadie, Jaime ofrece solo diversión, travesura y algo de buen sexo, y si él se lo da, tú puedes dar más.

-YO: ¿y que gano?

-VANESA: lo 1º es que demuestres que eres mejor que Jaime, Sara ayuda en eso, pero arrebatarle a la única que se tira de la casa es dejarle en evidencia, y todas te verán superior a él.

-YO: en cuanto lo haga, si es que puedo, irá a por Marta, creo que ya se la tira.

-VANESA: por falta de opciones, solo estás tú y Jaime, por eso no puedes dejar que Joel se meta en casa, Jaime con poco la tiene desbordada, imagina que le haría a Joel o sus “amigotes”, tu hermana es muy inexperta

-YO: yo lo soy…….

-VANESA: cualquiera lo diría…- su gesto al girar medio centímetro la cabeza arqueando las cejas, me hizo sonreír -……en fin, una vez que tengas a Sonia, le dará la patada a Jaime tal como se la dio al tal Jony que me dijiste, él tratará de ir a por Marta o a por a Sara, si, pero ahí es cuando tienes que ser rápido, actuar antes de que pueda pillar a alguna con la guardia baja, y ponerte firme, lograr que no se gane a ninguna. Marta es fuerte y si no es con 5 copas no se lo tira, y Sara está resentida por que se cansó de ella, podemos lograr que Jaime se quedé solo, y si tenemos suerte le echemos de casa.

-YO: ¿echarle? ¿y donde va a ir?

-VANESA: conozco a unas cuantas en la casa de mi amiga que le darían cobijo, en su cuarto, y entre sus piernas, si es listo se pasará todo lo que queda de mes jugando con universitarias, y lo más importante, lejos de tu casa.

-YO: ¿y después?

-VANESA: vayamos por partes, 1º Sonia, y luego ya veremos… – me miró con cariño al verme admirándola el pelo, había enrollado un dedo en sus rizos – … ¡y deja de tirarme del pelo jajajajjaa! – y se abalanzó sobre mi retozado en la arena entre risas.

El plan parecía tener una lógica rara y extraña, pero lógica al menos, así que me pasé 2 días tonteando de más con Sonia, con Jaime atento a lo que ocurría. No era nada, una carantoña en la cintura al pasar a su lado, una mención a su bonito pelo, quedarme mirándola a los ojos verdes, o hacerla alguna foto, todo guiado por Vanesa. Bastó para que se alejara de Jaime lo suficiente como para quedarme a solas un par de veces con ella, eso, y que Vanesa se dejaba llevar por Jaime lo justo para que se olvidara de Sonia, y de paso darla celos. Supongo que Jaime pensaría que si yo iba a por su chica, el iría a por la mía, pero no contaba con que, todo eso, ya se le había pasado por la cabeza a Vanesa. Estabamos jugando a eso y me quedé en la piscina a solas con Sonia, yo iba ya acostumbrado a mi bañador marca/paquete, y ella a ir en top less y la parte de abajo del biquini minúsculo de tanga, estaba boca arriba mirándola mientras ella estaba igual, mirando al cielo tomando el sol. Fuera de maquinaciones, su tetas eran un espectáculo digno de ver y admirar, así que no me resultó difícil quedarme mirándoselas, me pillaba a menudo pero antes apartaba la vista avergonzado, ahora dejaba que me observara hacerlo.

-YO: joder……- me di la vuelta tumbándome boca abajo.

-SONIA: ¿que te pasa?

-YO: nada…..

-SONIA: dime renacuajo……

-YO: es que……tus……..me ponen algo contento….- sonrió mientras se las miraba.

-SONIA: ¿mis tetas? jajaja gracias, y tranquilo, no eres el único….

-YO: te debe doler la espalda un montón.

-SONIA: pues si, un poco, son tan grandes…..

-YO: no es solo eso, además las tienes bien puestas, no caen las cabronas, deben estar tan tirantes que cargar con su peso debe ser un martirio.

-SONIA: jajajja nada que no pueda soportar, y tienen su ventajas….

-YO: ¿por ejemplo?

-SONIA: estas 2 me han invitado a más copas de las que puedas imaginar, además me siento muy a gusto con ellas, me hacen sentir muy mujer.

-YO: es que lo eres, estás muy buena.

–SONIA: ¡mira al mocoso! jajaja no deberías decirme esas cosas o Vanesa se enfadará.

-YO: no es una novia al uso.

-SONIA: puede que no la moleste que me sueltes piropos, pero si la dices eso de mis pechos se puede ofender, ella no va nada mal cargada tampoco…

-YO: si, es cierto, pero las tuyas……….puffff son una barbaridad de bonitas.

Con eso era suficiente, pasarme era descarado, hasta yo lo sentía, según Vanesa planté una semilla, una idea, y con los días Sonia me vería de otra forma. Llegó el Jueves y nos pasamos la tarde entera jugando a las cartas, pese a querer beber menos todos íbamos con un punto alegre de más. Jaime seguía tratando de reconquistar a mi madre o a Sara, y como pensábamos, daba a Sonia de lado, esta se la devolvió en la última mano, perdió Sonia y me eligió a mi.

-SONIA: ¡quiero que me folle Samuel!, por lo visto mis tetas le vuelven un poco loco.

-VANESA: bonita, las tendrás más grandes, pero a mi chico solo le gusto yo…….- era lista hasta medio borracha, la había picado en el orgullo.

-SONIA: ¿ah si? Ven aquí Sam, que te voy a pegar el polvo de tu vida – cogí aire, y Vanesa me dio la mano para darme ánimos, no es que fuera un calvario, pero necesitaba de su aprobación.

Me levanté y caminé hacia Sonia, que se sentó en la mesa totalmente desnuda abriéndose de piernas, me encajé allí y la cogí de la cadera, sentí sus manos en mi pecho desnudo y me agarró la nuca para besarme, fue raro, la conocía desde crío, y sabia de sus muchas andanzas, pero sentir su lengua entrando en mi boca me dejó confuso. Me cogió de las manos y se las puso en el pecho, fue como querer agarrar 2 globos de agua del tamaño de un balón de baloncesto, sentí sus oscuros y granulados pezones endurecerse al tacto y luego me rodeó con la piernas para empujarme y caer sobre ella, que se estiró como una serpiente por la mesa. Lamí apretando uno de sus senos mientras el otro se me salía de la mano, y al alzarla vi sus ojos verdes escondidos tras una cara colorada y viva, con el largo pelo caoba puesto en forma de abanico que la coronaba. Busqué sus labios y esta vez sentí su pasión, abría la boca tanto que parecía que se le iba a salir la mandíbula, para cerrarla lentamente sobre la mía. Sentí sus manos acariciar mis hombros y mi espalda mientras regresaba a sus senos, y luego las bajó a mi cintura para quitarme el bañador, mi única prenda.

-SONIA: eres una caja de sorpresas, me tienes cachonda perdida…..- los trucos aprendidos eso días la hacían efecto.

-YO: te voy a dejar que no vas a querer que te folle nadie más – sentí su escalofrío en la piel y lamí su cuello con delicadeza mientras mi miembro daba cabezazos en sus muslos.

-SONIA: ¡fóllame ya cabrón, me vuelves loca! – antes hubiera bajado entre sus muslos a masturbarla o comérselo, pero eso ya lo había hecho durante la partida, así que froté mi glande contra sus labios un rato, y acerté contra su entrada.

Soltó un gemido travieso al sentir como la penetraba, pero llegado cierto punto noté como mi tranca se abría paso con dificultades, y la casa de Sonia cambió a un grata sorpresa, no la dejé pensar y embestí hasta metérsela hasta la base, gritó descontrolada tratando de sacarme de ella, era un rodeo conmigo tratando de montarla sin caerme.

-SONIA: ¡DIOS QUE GRANDE, JODER, SÁCAMELA CABRÓN, ME HACES POLVO! – en vez de eso, sin mover mi cadera me pasé 3 minutos lamiendo, o chupando, con lentitud y tranquilidad sus pechos, lo que la hacia gritar menos, y jadear más.

No tenia ojos para nadie, creo que mi madre se estaba masturbando junto a Sara, y Vanesa se ocupaba de mi hermana mientras Jaime miraba de reojo .Cuando Sonia volvió a abrazarme, entendí que ya estaba lista y comencé un movimiento lento y cauto de caderas, que ella acompañaba para no sentir otro espasmo al enterrarla de golpe, se generó un movimiento constante que la hacia delirar mordiéndose le labio. Me alcé sobre ella y la abrí de piernas hasta el máximo, sujetándolas con las manos y empezando a subir el ritmo rápidamente, quería ir despacio pero ver sus senos ondular me desquiciaron, y para cuando quise parar no pude, embestía de tal forma que sus pechos le daban en la cara, así que se los agarró pellizcándoselos, y tratando de cerrar las pierans a cada penetración, pero se lo prohibía, y en unos 3 minutos que me hicieron sudar, Sonia guardo silencio absoluto con la cara desencajada, y explotó sacándome de ella, frotándose los labios mayores y manchando la mesa y el suelo.

-SONIA: ¡JODER QUE PUTO GUSTO, MÁS, DAME MÁS!

Me pegó a su cadera de nuevo y la ensarté con facilidad, no sin rozarme y sentir sus interior ardiendo, esta vez la cogí de las caderas y mantuve un ritmo acelerado pero sin esforzarme, fueron al menos 10minutos en que Sonia se retorcía como un hierro candente en el agua y la llevó a otro orgasmos que la hizo resbalar de la mesa y caer al suelo. La cogí de la cabeza y me la chupó con ansia y devoción. Como a todas, no le pasaba demasiado del glande, pero me gustó la forma en que lamía la base. Se puso en pie y se acarició el coño por detrás para recostarse sobre la mesa y ofrecerme su culo, lo amasé y solté algún azote, golpeaba con mi miembro entre sus mulos como castigo, y la penetré otra vez, se resbalaba sobre la mesa, tuve que cogerla de los hombros para tirar de ella hacía atrás y dejarla empalada totalmente, me fundió con un movimiento de caderas en círculos, y no podía permitirlo, tenia que dejarla ida, así que la cogí del pelo haciendo un nudo en mi mano como las crines de un caballo y empecé a darla rápidos y potentes golpes de cadera, al 4º ya a tenia sollozando, con la cabeza echada hacia atrás de tirarla del pelo y las manos dobladas, como colocándose unas gafas imaginarias, con sus senos mojados se sus propios fluidos aplastados bajo su propio peso en la mesa. Fue colosal, así lo sentí, la estaba matando como nunca nadie lo habría hecho, lo sentía en el fondo de de mi ser, daba cortos gritos agudos y golpeaba la mesa con las plasmas de las manos tratando de aliviarse.

-YO: ¿te gusta?

-SONIA: ¡ME ENCANTA, DIOS, ME MATAS, LA TIENES GORDÍSIMA, ME ARDE TODO Y ME ENCANTA! – me tumbe sobre su espalda oprimiendola sin dejar de dar golpes de cintura aferrado a la mesa con las manos , la arqueé al espalda para llegar a su ido.

-YO: dilo…….joder….dilo…..dilo que te gusta como te follo yo.

-SONIA: ¡OHHHHHH DIOS….SI….ME ENCANTA COMO ME FOLLAS…..QUE LES DEN POR EL CULO A TODOS……A JONY, A PEDRO, A LORENZO Y A MI ENTRENADOR PERSONAL, JODER, HASTA AL PUTO JAIME, ME ESTÁS DESTROZNADO MALDITO CABRÓN! – la levante de los senos para ponerla de pie, y sin separarnos, percutir con energía, ahora con la gravedad de mi lado, ella caía clavándosela entera y se giraba besándome desesperada.

Yo ya no podía más, sentir sus senos rebosando y temblando por mis acometidas animales, me hizo explotar en su interior, pata cerciorame, llevé mi mano a su clítoris y se lo frotaba con delicadeza mientras terminaba de cabecear en su interior, cosa que llegado a tal punto, hizo a Sonia vaciarse por completo en el suelo. Me quedé de pie, sudando y agitado, con ella entre mis brazos, una teta en la mano y su coño rezumando de todo en la otra, sintiendo como me deshinchaba,

-YO: ¡joder!

-SONIA: ¡si!……..uf…..si……esto es joder como dios manda…..jajajajaja….que pena que no me haya dado cuenta antes….. ¡Me matas Sam!, dios….estoy rota.

-CARMEN: madre mía Samuel, Vanesa te ha enseñado unos trucos…..

-YO: no ha sido la única – guiñé un ojo a Sara, que se estaba recuperando de aquella visión de mí machacando a Sonia.

-VANESA: es un hombre con todas las letras ya, a mi me deja igual cada día.

-SONIA: ¡pues que suerte zorra de mierda! jajajajaa – pese al insulto todas se rieron mientras Jaime estaba cruzado de brazos.

-JAIME: ¿suéltala ya, no?, tenemos que ir a ducharnos para la discoteca – miré a Vanesa buscado su señal.

-YO: yo me quedó hoy, estoy molido, Sonia me ha dejado doblado.

-SONIA: ¿ah si? Pues yo estoy igual, me quedo a descansar.

-JAIME: pues no quedamos entonces…..

-CARMEN: ¡no!, yo, después de esto, me voy a por Joel…….

-SARA: te sigo hermana, a ver si me presentas a alguno de sus amigos jajajajaja – “tengo que darme prisa o serán 2 mulatos en casa”.

-VANESA; pues yo tengo ganas de bailar, ¿me acompañas Marta?

-MARTA: claro, un placer…….

-VANESA: pero 2 chicas solas………Jaime, ¿nos acompañas? – Jaime sonrió, supongo que pensando que era una ventana abierta.

-JAIME: claro, como podría rechazarlo.

Se vistieron y se fueron de fiesta, yo me quedé con el bañador en la piscina, al rato Sonia apareció completamente desnuda, se metió en el agua y se acercaba peligrosamente, sabia que estabamos solos, Vanesa se ocupó de ello, como planeamos.

-YO: perdona lo de antes……creo que me he pasado….

-SONIA: nada que perdonar tonto, me ha encantado, si te digo la verdad, ha sido el mejor de mi vida.

-YO: ¿de verdad? creía que tenías mucha….experiencia.

-SONIA: y la tengo, tiene su mérito jajajaja, y por eso me ha encantado, si hasta creo que me ha crecido la cadera, me he intentado poner unas bragas y no me entraban – como excusa era pésima.

-YO: pufffff como sea verdad vas a terminar siendo perfecta – se pegó a mi pecho con una sonrisa malvada en los labios.

-SONIA: ¿puedo preguntarte una cosa?

-YO: claro

-SONIA: ¿follo mejor que Vanesa? – una alerta saltó en mi cabeza, Vanesa me dijo que podía pasar.

-YO: no……..vamos….no se….contigo ha sido medio borracha en un juego…..a ella en cambio la dedico horas, y me saca de mis casillas.

-SONIA: ¿y que opinaría ella de que nos acostáramos…….ya sabes……. fuera del juego?

-YO: no creo que la molestara…….es extrañamente liberal…..¿por que? – se pegó a mi presionándome con los senos y besándome en la oreja.

-SONIA: por que quiero demostrarte que se hacerlo mejor, aquí y ahora – sus ojos verdes brillaban con fulgor al separarse un poco, y sus labios se relamieron.

Me besó con fuerza, y la cogí del culo, que al sentir mis manos se abrió de piernas montándome, con el agua hasta media cintura no pesaba nada, así que di vueltas, con ella besándome y su lengua jugando a encontrar todos mis dientes. Ya la tenia dura cuando me puso sus senos en la cara, mojados y con la piel tierna del agua y la noche, lamí uno de ello, succioné con fuerza tirando de él, hasta que cayó rebotando. Con una habilidad anti natural, al bajarse de mi, me quitó el bañador, y me la cogió arrastrándome, me llevó al borde de la piscina y me pidió que la penetrará por detrás, como antes. Fue embestirla y se tuvo que apoyar en el borde para no salirse del agua, la cogí una pierna para levantarla de medio lado y empecé un ritmo que estaba aprendiendo a controlar, ella arrancaba briznas de hierba con cada golpe y sin dame cuenta tuvo un orgasmo, supongo que aún estaba a “punto de nieve”, del polvo de antes.

-SONIA: ¡joder Samuel, me corro, me corro y me encanta!

-YO: eres una mujer espectacular – “si, pero Vanesa es LA mujer.”

Se dio la vuelta y me sentó en el borde de la piscina, cogió mi tranca con ambas manos y la dio lametones con besos hasta dejarla seca, se agachó mojarse los senos y plantó mi polla entre ellos, mi ancha herramienta se vio ridiculizada por aquellas tetas, que la devoraban sin piedad, las movía como sacos de arena, levantándolas y dejándolas caer, no pude evitar correrme como un cerdo y llenarla de semen desde los pechos hasta el pelo.

-YO: ¡madre mia, que pedazo de tetas!

-SONIA: jajaja ¿a que son geniales?

Me bajé al agua y la cogí de los costados sentándola en mi lugar, la abrí de piernas y estuve 10 minutos comiéndoselo con descaro, metiendo dedos y chupando su clítoris, se retorció como un culebra mientras se “sintonizaba” los pezones Cuando ya la tenia dura, la volví a penetrar y no dejé de cabalgarla hasta que media hora más tarde le metí el esperma tan dentro que lo escuché rebotar en la pared de su útero, Sonia se había corrido tantas veces que solo aguantaba la respiración entre cada explosión de sensaciones.

-SONIA: ¡joder con el hermanito, me vas a dejar muerta!

-YO: una pena que Jaime te acapare.

-SONIA: le mando a la mierda a la de ya…..

-YO: hazlo – era lo que buscaba, y me resultó más fácil de lo que pensaba……. bueno, más simple, fácil para nada, me había desfondado con Sonia.

Nos dimos una ducha y nos quedamos en el salón viendo la TV. Regresó mi madre, con Joel, iba pedo y se subieron a follar como mejor sabían, la oírles, Sonia se masturbaba delante mía, y me daba con le pie para que me percatara, al 3º orgasmo de mi madre, claramente identificables según al tonalidad de sus alaridos, Sonia me saltó al cuello y se abrió de piernas montándome de rodillas, se penetró ella sola y se pasó un cuarto de hora botando a diferente rimo que sus senos, hasta que la llegó su orgasmo final, la cogí del culo y planté lo pies destrozándola y sacando mi reserva. Sonia gemía y se frotaba la cabeza de compresión, empezó a tener convulsiones, tembló como una hoja al viento, sacudiendo las manos como si se hubiera quemado, cayendo a mi pecho sin fuerzas, tardé unos minutos más en lograr llenarla de un par de chorros de semen casi trasparente, al sacarla mi polla aún estaba a tensa, y la golpeaba entre las piernas con ella.

-SONIA: ¡puffff me matas, es increíble, 4 en una noche!

-YO: me pasaría el día follándote.

-SONIA: jajaja yo no puedo más, me he mareado esta última vez, otra y me tienen que llevar a urgencias.

-YO: dame unos días y me vas a durar toda la noche – se arqueó posando sus senos en mi barbilla, a los que daba pequeños besos y lamidas.

-SONIA: iba en serio lo de Jaime, le mando a paseo en cuanto vuelva, ¿y tú que harás con Vanesa?

-YO: ¿que voy ha hacer? Es mi novia….

-SONIA: pero después de esto……..yo pensaba…..- la besé.

-YO: ¿que la iba a deja por ti? jajajaja, si quieres eso tendrás que ganártelo en la cama, y por ahora Vanesa te lleva mucha ventaja.

-SONIA: puffff es que ella lleva 3 semanas contigo, dame tiempo.

-YO: tienes 1 mes, hasta la vuelta, si no soy tuyo para entonces, se acabó.

-SONIA: trato hecho – y me extendió la mano, se la di, sin soltarla el culo.

“Una menos”, pensé, Sonia era demasiado orgullosa y terca como para creerse inferior a nadie, y se pasaría el mes entero a mi disposición solo por demostrarlo, antes de darse cuenta de que la había embaucado, o eso me dijo Vanesa. Al rato apareció Sara colgada del brazo de otro mulato, y se subieron a sumarse a los gritos de mi madre y Joel. Al llegar Jaime con mi hermana y mi novia, y vernos en el sofá desnudos y el olor a sexo, ellas sonrieron medio idas, pero Jaime me miró cabreado.

-JAIME: ¿que pasa aquí?

-SONIA: ¡que te dejó!, vete a tomar por culo, ahora Samuel se ocupará de mis orgasmos jajaja – Jaime parecía muy furioso.

-MARTA: ¡joder Sonia!, mira como has puesto el sofá jajajaja – estaba empapado.

-SONIA: ¡tu puto hermano!, que me ha follado 4 veces ya, y no puedo con él…- miró a Vanesa y no mostró arrepentimiento alguno – …perdona Vanesa.

-VANESA: jajaja no pasa nada, mi chico es fuerte como un toro, seguro que ahora subimos y me deja sin aire.

-JAIME: ¡esto es la polla, se folla a Sonia 4 veces y en vez de molestarte te lo quieres subir arriba ¿a él?! ¡¿Cuando llevo toda la noche detrás de ti?! ¡NO ME JODAS! – me saqué a Sonia de encima, y le di un morreo a Vanesa que la dejó saboreando mis labios en el aire con los ojos cerrados.

-YO: ¿hablamos fuera Jaime? así te fumas un porro y te tranquillas – me miró odiándome, seguro que como yo le miraba a él no hacia mucho. Al salir a la terraza me cogió del brazo zarandeándome.

-JAIME: ¿se puede saber que haces? Sonia es mía.

-YO: suéltame……..ella se me ha echado encima…….ya la has visto en el juego de cartas.

-JAIME: ¡a mi no me la pegas!, llevas 2 días tras ella, si Vanesa no es suficiente me la follo yo y tú quédate con Sonia – le aparté el brazo con un monotazo airado.

-YO: te dije que como toques Vanesa te tiro por el balcón, ella es mía por que quiere serlo, no por manipulaciones de críos como tú, si Sonia ha abierto los ojos no es culpa mía, es mayorcita para decidir por si sola.

-JAIME: ¡a mi no me hables así, o te parto la cara! – alzó la mano.

-YO: ya no me das miedo……..eres un niñato, engreído y superficial, y me das lastima – me soltó un bofetón que me dio de lleno en el labio, pero me rehice.

-JAIME: ¡escúchame mierdecilla, estoy hasta la polla de que se rían de mi en esta casa, me vas a respetar! – alzó la mano, y cuando caía, sin pensar, le cogí de la muñeca parando el golpe, fue como si creciera medio metro de golpe ante sus ojos.

-YO: si estás harto de estar aquí, en la casa de las amigas de Vanesa tienen una habitación libre, una llena de fiestas con universitarias salidas, seguro que es tu ambiente, aquí ya no tienes sitio, ya no eres mi amigo, no sé si alguna vez lo fuiste, pero se que no te necesito en mi vida, así que pasa el mes queda aquí encerrado, o lárgate a otra casa, me da igual, pero ya no eres nadie – esta vez él se soltó la mano de un manotazo, y se frotó la muñeca sintiendo el dolor de cómo se la había apretado.

-JAIME: ¿me echas?, ¡¿como tienes los santos cojones?!, desde que estás con la puta de tu novia no hay quien te soporte.

-YO: ¿como la has llamado?

-JAIME: ¡PUTA! ¡Si, a esa guarra que se te ha metido en el coco, se pasa aquí todo el día jodiéndome la vida, y ahora mírate, todo gallito, seguro que por que vas lamiéndola el culo te crees especial, pero ya me ocuparé de ella, que sepas que me la voy a follar tanto que me la va a desgastar, son todas unas zorras, Sonia no era más que un calentamiento, me las he follado a todas, a tu tía, a tu madre y hasta a tu querida hermanita, y entérate bien de esto, como a ellas, ME VOY A FOLLAR A LA PUTA DE TU NOVIA! – según lo dijo mi puño se cerró justo antes de impactar en la boca de su estómago, del golpe se dobló dando un brinco de medio palmo y cayó de rodillas al suelo, escupiendo babas y tratando de coger aire.

-YO: te quiero fuera de esta casa mañana, ya no es opcional, no quiero volver a verte hasta el día de vuelta, y como se te ocurra volver a insultar a nadie de esta casa, incluida mi novia, te juro que te parto el cuello como una rama seca – fue sin gritar, pero mi voz salió del mismo infierno.

Jaime estaba con una mano en alto protegiéndose de mi airada postura, amenazaba con golpearle de nuevo, tenia ganas de darle más puñetazos, tantos como me había guardado todos estos años, pero ante mi solo había un chico patético y asustado, lloriqueando postrado en el suelo, tratando de no ahogarse del poco oxigeno que lograba pasar por la garganta.

Al volver dentro me temblaba el cuerpo entero, sentía que me fallaban las rodillas y que el corazón hacia un agujero en mi pecho a cada latido para salir disparado, me miraba el puño, aún cerrado, magullado y como si vibrara, el cerebro daba la orden de que se abrieran los dedos y dejaran de hacer presión contra mi palma, pero no obedecían los músculos, “adrenalina, es la adrenalina, tienes que calmarte”. No me percaté de que tenia a Vanesa hablándome delante de mi hasta que me cogió de la cara y me la levantó, al ver tras las gafas sus ojos azules escondidos bajo los rizos recordé que tenia que respirar, solté 4 bufidos nerviosos e intermitentes por la boca antes de caer de rodillas ante ella, me abracé a su cintura y ella me envolvió la cabeza con sus brazos.

-VANESA: calma……..ya pasó.

-YO: ¡lo……lo siento…no se que……no debería!- sentía sus dedos acariciar mi pelo.

-VANESA: shhhh tu tranquilízate, respira profundo y céntrate en mi voz, piensa en el mar, en las olas y sus movimientos constantes, piensa en una huella en la arena que se va borrando con el paso de la marea, poco a poco, una y otra vez, céntrate en como se desvanece lentamente, y acompasa tu respiración con la espuma de mar, lentamente – lo hice, vi esa orilla y me pasé unos minutos enfocándola en mi mente, hasta que dejé de temblar, alcé la mirada y vi la cara de Vanesa, era casi maternal, jugaba a peinarme con sus dedos, con un brillo inusitado en sus ojos azules.

-YO: te quiero – y la apreté tanto que la doblé..

-VANESA: jajja para que me vas a romper, ¿estás mejor?

-YO: si………..no…….no lo sé……quiero irme.

-VANESA: vamos arriba mi amor – me cogió de la mano y la seguí sin importarme la dirección, nos tumbamos en mi cama, y me aferré como un niño de 5 años a su madre tras un susto. Marta no apareció esa anoche en mi cama, ni nadie, por un momento toda la casa se paralizó, y solo existamos Vanesa y yo.

-YO: no he debido hacerlo.

-VANESA: no creo que nadie te culpe por lo que has hecho, alguno hasta te aplaudiría.

-YO: pero mañana se enfadará conmigo y …..- me besó tiernamente, tan dulce y livianamente que fue como si me besara por 1º vez, pero nunca la había sentido así.

-VANESA: si sabe lo que le conviene mañana se irá a casa de mis amigas como le has ordenado.

-YO: ¿lo habéis oido?

-VANESA: no hemos podido evitar pegarnos al cristal de la terraza, Sonia, tu hermana y yo lo hemos visto, hasta Sara ha bajado a ver que eran esos gritos, ¿no nos has visto?

-YO: no….yo…….estaba…….furioso, no se si estaban cuando he vuelto, ¿que pensaran de mi?

-VANESA: pues que tienes unos cojones como el caballo de Espartero……- fue su apreciación inicial, luego recapacitó – ….has dado un paso de gigante de cara a nuestros objetivos.

-YO: ¡me dan igual!, ahora solo quiero tenerte entre mis brazos.

-VANESA: cariño, me……me gustara que esta noche no…… hiciéramos nada…..¿te importa?

-YO: claro que no, no me refería a eso – la rodeé la cintura y apoyé mi cabeza en su pecho, acostados de lado mirándonos el uno al otro, con ella cogiéndome de la cabeza, y la acariciaba como un ente diferente a mi, sintiendo como me atusaba con los dedos el cabello, me estaba quedando dormido sintiendo su corazón latir acelerado y el ritmo de su respiración.

-VANESA: gracias.

-YO: ¿por que? – dije cansado.

-VANESA: nadie nunca me había defendido así – solo obtuvo un gemido ronco de mi parte, estaba cansado y abrumado, solo quería perderme y me quedé profanamente dormido.

Por la mañana seguíamos igual, estaba abrazado a su pecho, al mirarla la vi dormida, casi como un ángel con el pelo revuelto y sus rizos tapándola medio rostro, le aparté los mechones y la di un tierno beso en la frente. Eso la desperezó, estiró los brazos y abrió la boca en un bostezo descomunal, al abrir los ojos me vio, y se le escapó una sonrisa arrebatadora, me acarició la cara con los dedos y sentí que nuestro amor duraría milenios.

-YO: hola.

-VANESA: hola, mi galante caballero de blanca armadura – se me enrojecieron las mejillas.

-YO: no digas eso, no estuvo bien.

-VANESA: pues la sensación que tengo es que te quedaste bien a gusto – eso seria si le hubiera reventado la cabeza de Jaime el 1º día que me pidió ir a mi casa para “ver como meneaba el culo mi madre”, a gusto no, pero si obtuve una satisfacción nueva para mi al hacerlo, me habían enseñado a ser un chico formal y educado, nadie me dijo que placentero, o cuan satisfactorio podía llegar a ser darle un puñetazo a un pedazo de gilipollas.

-YO: ¿que hora es? – me cogió del brazo para mirar mi reloj de pulsera.

-VANESA: las 12:15…. – al girar mi mano vio mis nudillos amoratado, con una ligera capa de piel levantada en uno de ellos, con restos de sangre reseca –…. ¡joder si que le diste bien!, ¿te duele?

-YO: no.

-VANESA: deja que te limpie la herida, no se te infecte…. – me miró a la cara y rozó mi labio con un dedo, lo noté abombado –…además tendré que poner hielo en ese labio, está hinchado – antes de levantarse me dio un corto beso, se quiso separar pero la apreté y nos dimos 3 o 4, sonreía alegre cuando la solté.

Regresó con una pomada y unos hielos de la nevera dentro de un paño, me senté en la cama, ella me montó de cara, yo solo iba con el bañador y ella en bragas blancas de libra con un camisón amplío sin sostén. Me puso a sujetar el hielo en el labio y luego, con un pañuelo húmedo, limpió mi mano, echó alcohol etílico y se rió al verme quejándome por el escozor, juntó sus labios y sopló con dulzura aliviándome, para acabar extendiendo delicadamente la pomada en los nudillos.

-VANESA: ya está mi hombretón jajajaja – apoyó sus manos en mi cuello y me frotaba las mejillas con las yemas de sus dedos, todo su proceso lo hice mirándola a los ojos, y ella se daba cuenta pero me huía la mirada abochornada.

-YO: ¿que pasará con nosotros al final del verano?

-VANESA: ¿a que te refieres?

-YO: lo sabes bien, hablamos de que pasará con mi madre pero no de nosotros, tú empezarás el 2º año en la universidad, encima en Madrid, yo empiezo el 1º año, podríamos vernos…quedar……seguir siendo….novios……..y eso….- apretó los ojos con ternura.

-VANESA: nada me gustaría más que eso, pero no puede ser, esto es uno de esos amores de verano, es mejor que queden bonitos y bellos en nuestros recuerdos, que descubramos la realidad del día a día.

-YO: no creo que pueda apagarme como un interruptor, te quiero, y se que pensaré en ti cada día del resto de mi vida – me huyó los ojos y esta vez fue de forma cansada.

-VANESA: Samuel, créeme, no te gustaría saber como soy en realidad, si lo supieras me tendrías asco, y todas estas palabras dulces y todo este cariño se desvanecería, no quiero que eso te pase a ti, prefiero que este sueño sea bonito y se quede así para siempre.

-YO: lo dices como si fueras una asesina en serie o algo.

-VANESA: no, pero si que te mentí.

-YO: ¿en que?

-VANESA: en que si soy venenosa……..dejémoslo así, no quiero hablar de ello ahora……..- se reactivó cambiando de tema -……..¿que tal ayer con Sonia?

-YO: bien……- la seguí el juego, pero me dejó preocupado – ….fue como dijiste, paso a paso.

-VANESA: lo que no esperaba era lo de Jaime, ahora estaba abajo con las maletas hechas, se va con mis amigas, me ha pedido que las avise.

-YO: ni siquiera se ha despedido.

-VANESA: algunos tienen mal perder…….ahora es importante jugar rápido, queda menos de un mes para terminar esto, Sonia ya es nuestra, unos días en la cama con los 2 y no podrá escapar, Sara ayer se zumbó a un mulato, pero por lo visto la dejó insatisfecha, así que es tu oportunidad, me llevaré a Sonia al pueblo y esta tarde házselo como mejor sepas, y será un más.

-YO: ¿y después?

-VANESA: eso ya depende de tu hermana y de tu madre, una de las 2 se ofrecerá, más tarde o más temprano, pero con Joel por medio apuesto por tu hermana.

-YO: Vanesa, contigo y Sonia ya me costará, si le sumas a Sara……..no voy a poder con todas.

-VANESA: no aprendes……esto no es solo sexo, con Sonia bastará, con su orgullo solo con oírte con otras querrá superarlas, pero con las demás no. Lo de ayer con Jaime te ha hecho ganar puntos, he escuchado a Marta relatárselo a tu madre y a Sara, que llegó tarde y solo te vio asestarle el puñetazo, Carmen ni se lo creía….ahora mismo no hay nadie en esta casa que no te vea como un hombre firme y duro, así que no pierdas ese escudo, deja que se maravillen con él.

 

Relato erótico: “Reencarnacion 3” (POR SAULILLO77)

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Me levanto el lunes renacida. Me siento plena y llena de vida, lo noto, no es algo que me pase a menudo. Me doy una ducha larga, y me visto para ir a trabajar, me pongo un traje de falda de tubo, muy formal, la diferencia es que rescato varios tangas del fondo del armario, y me pongo uno de ellos. Llevo al fantasma de Carlos a la universidad, hoy aprenderá poco, va con gafas de sol y la resaca aún le dura, aparte de que será duro, con todos comentando su borrachera del sábado. “Espero que así aprendas”, le digo, pero no me dirige la palabra, seguro que le duele hasta al hablar.

Al dejarle, voy a mi trabajo, y nada más entrar me espera unas cuantas horas de tarea atrasada de mi compañera. Normalmente lo haría sin rechistar, pero hoy le dedico un minuto de reproches para que mejore, y no me deje todos los problemas a mí.

Acabo mis labores un rato antes de mi turno, y me quedo charlando con el director de la sucursal, David, un hombre de mi edad, alto y al que le sobran algunos kilos, pero con una planta de emprendedor confiado, con trajes caros a medida, moreno, guapo y de gestos firmes, que siempre me gustó. Se dice que pese a tener a una mujer preciosa en casa, algunas de la oficina han caído a sus pies en convenciones o retiros empresariales. Quiere que mañana le ayude con una reunión importante, me lo pide a menudo, tiene a becarios mejor preparados que yo, pero una mujer preciosa distrae a quien tenga delante, y él sabe aprovecharlo.

No me molesto en llamar, y voy directamente a recoger a mi hijo a la universidad. Al llegar, le veo arrastrarse, y saludar de pasada a sus amigos, donde Javier le sigue con la mirada hasta que me ve, y saluda con la mano de forma amable. Le devuelvo el saludo con una sonrisa, pero estoy triste, hoy no parece venir con nosotros. Nos vamos a casa, y mientras él se va a su cuarto, yo me cambio y preparo la comida.

No me extraña comer sola, Carlos debe de estar durmiendo, pero dejo su plato en la mesa, ya saldrá cuando tenga hambre. Creo que el día va a ser rutinario, de vuelta a mi triste y repetitiva vida, tampoco me viene mal, puedo pensar tranquila y tomar control de las cosas. No me equivoco, mi hijo sale a comer, se encierra de nuevo, y sólo la llamada de Carmen a última hora de la tarde me hace salir de casa a tomar algo fresco con ella en una terraza. Me pongo un vestido suave amarillo, y casi ni me arreglo, como siempre va ella, y esta vez tampoco fallo, al llegar a la cita la veo sin maquillar y un vestido largo negro.

Charlo con ella sobre lo pasado con Emilio, casi ni le recordaba. Se disculpa, y ya me quiere presentar a otro hombre que conoció en Valencia en las vacaciones, un mulato llamado Joel, que se ha mudado a vivir a Madrid, pero visto el resultado del último intento, rechazo educadamente su oferta, “No sabes lo que te pierdes”, me dice, pero estoy segura de que no será muy distinto a lo habitual, un cerdo que no quiere de mí nada, salvo follarme.

Hablamos de tonterías, y me vuelvo a casa para la cena. Logro que mi hijo salga de su habitación y hablo con él un poco, parece más manso que otras veces. Cuando se va a su cuarto, me quedo en el sofá, y me resigno a pasar una noche más sola. Me pongo el camisón y de nuevo a dormir, me cuesta un poco, tengo muchas cosas en la cabeza, pero al final, caigo rendida.

Por la mañana me noto menos llena de alegría que ayer, pero me ducho y me pongo un tanga que apenas es visible, me deleito con mi figura en el espejo, y me busco el traje de oficina, el que le gusta a mi jefe que lleve a las reuniones. Es blanco nuclear, debo llevar mi sujetador más pequeño y apenas un top fino debajo, con la chaqueta cerrada a duras penas para hacerme un escote de infarto, así como una minifalda a medio muslo. Lo corono todo con zapatos de tacón a juego y con unas medias de tono caramelo. Estoy para comerme, me hago un elegante peinado con caída a un lado, y un maquillaje centrado en mis ojos y mis labios.

Hasta Carlos me suelta un piropo al verme en el desayuno, y le llevo a la universidad notando su lasciva mirada en mis piernas, le pasa a veces cuando voy tan arreglada, pero no le doy importancia, son las hormonas. Le dejo y me voy al trabajo, nada más llegar algunos me silban, y el chico de la recepción de abajo, muy barriobajero, me suelta una grosería que paso por alto, ya que llego tarde. Me dedico a preparar la reunión, y adelantar algunos mails, pero estoy atenta, y a un gesto desde la puerta de mi director, David, cojo la carpeta con todos los documentos, y respiro profundo para entrar en el papel.

Antes de pasar a la sala, me explica el orden de los archivos, y me mira de reojo el escote, no suele hacerlo, así que hoy debo de ir increíble. Al entrar, veo a tres hombres trajeados y con pinta de ingleses, saludan en su idioma, y no tardan en querer presentarse a mí. Les dedico sonrisas amables y alguna frase suelta que me sé, pero al final se sientan frente a mi jefe, y otro de sus socios. Yo me acomodo detrás, cerca de la pared, y a un lado, para que me puedan ver bien. Tomo postura de pie, exhibiendo las piernas notando sus ojos pegados a mí, y comienzan a discutir. Me van pidiendo papeles, los tengo ordenados, y pese a no saber muy bien de qué va todo, cumplo mi parte. Entre tanto, me atuso el pelo, cambio de postura, me quito un pelo travieso de la chaqueta, cosas que una va aprendiendo para distraer a los varones.

Al acabar la reunión, y ver los apretones de manos, espero que haya funcionado, no soy la parte más vital de la empresa, pero me gusta pensar que me necesitan. Los ingleses se me acercan y me hablan, no les entiendo la mayoría de las cosas, me vale con reír y estrechar manos. David me felicita al salir, pero no cree que el contrato se firme, y me dice que sin ellos, tendrán que echar a alguno de la oficina para reducir gastos, cosa que me pone muy triste. Me agradece el esfuerzo, y me da un abrazo, pero a mí me sienta de pena, me recuerda los abrazos de Javier, a estar en el sofá con él, y me vuelvo a mi escritorio algo asqueada.

Termina mi turno y mi hijo me llama, toca ir a recogerle, preveo otro día idéntico al de ayer, no estoy de ánimos, pero no me queda otra. Al salir del trabajo un clavo saliente de una mesa se me engancha y me rompe la media por la rodilla. Voy a la universidad maldiciendo por cómo se me ha torcido la mañana, encima llego de mal humor, un idiota se me ha cruzado en una rotonda y casi me choco con él.

Me estoy agobiando, y la idea de que Carlos me suelte alguna de sus contestaciones me desalienta. Llego, aparco, y le veo charlando con un grupo de chicas, “Poco le ha durado el escarmiento”, me digo. Algo me pide gritar, o romper lo que pille a mano, y antes de hacerlo, salgo del coche saturada, a ver cuándo demonios viene mi hijo para poder ir a casa, paseándome aguantando las miradas e insinuaciones de algún joven salido, no me acordaba de cómo voy vestida. Noto una mano en mi hombro y me preparo para explotar contra el imbécil que se ha atrevido a tocarme, pero me encuentro a Javier ante mí, que se queda perplejo ante mi rostro enfurecido.

-JAVIER: Uy, que mala cara… ¿Estás bien, Laura? – relincho como una yegua.

– YO: Nada, que hay días que es mejor no levantarse, gracias por preguntar, Javier.

– JAVIER: A mí me lo va a decir, me pasé ayer toda la tarde en el veterinario, mi perro se ha comido parte de un trabajo, y como es tan mala excusa, no me dejan volver a presentarlo.

– YO: Pobre, ¿Y el animal está bien?

– JAVIER: Sí, lo ha echado todo, además, el trabajo ya era una mierda antes de que se lo zampara…- me arranca una carcajada enorme, y sé que ha sido un bromilla para animarme, pero no puedo dejar de reírme.

– YO: De verdad, que cosas tienes…- a un gesto de tocarle el brazo, su atrevimiento le lleva a darme mi abrazo y mi beso en la mejilla, y hoy me rindo ante él, dejo que me apriete contra su pecho cuanto quiera, lo necesito, y creo que lo sabe.

-JAVIER: Al menos ha merecido la pena para sacarle una sonrisa.

– YO: Muchas gracias, eres un cielo. – pienso en alejarme de él, pero me siento muy cómoda entre sus brazos.

– JAVIER: Carlos ya viene, no deje que la desanime de nuevo ¿Vale? – me vuelve a besar la mejilla, y le miro entusiasmada.

– YO: Haré lo que pueda. – por fin me suelta.

-CARLOS: Tío, me voy ya, ¿Te vienes a casa a comer? – Casi respondo yo por él con un “Sí”.

-JAVIER: No, tengo que estudiar para mejorar la nota gracias a mi chucho, pero mañana tengo libre para comer…- me lo dice mirándome a mí.

-YO: Pues vente a casa, me lo debes del otro día. – Javier sonríe cómplice.

-CARLOS: Claro tío, y así echamos la tarde en casa, que estoy hasta la polla de estudiar. – le miro pensando que lo único que no hace encerrado en su cuarto, es estudiar.

-JAVIER: Así sea pues, ¿Llevo algo o…?

– YO: Nada, ya me ocupo yo de todo. – paso mi mano por su antebrazo, y hasta que no noto sus dedos soltar los míos no me giro para meterme en el coche. Sabiendo que me mira, hago un escorzo para mostrarle mi trasero.

– CARLOS: Mañana nos vemos, tío.

–JAVIER: Vale, y lo mismo le digo Laura, muchas gracias.

-YO: Nada Javier, un beso.

Arranco el coche, y de golpe todos mis males se han desvanecido. Me cambio al llegar a mi casa, pensando en lo impactante que debía de estar para Javier, y pese a ello, ha jugado bien sus cartas. Mi camisón parece oler aún a su aroma del sábado cuando me lo pongo.

Como con Carlos y le pregunto por los gustos de Javier en la comida, pero no me dice nada concreto, y se va a su cuarto. Yo me echo en el sofá y me quedo dormida, pensando en que hace no mucho estaba allí mismo, rodeada por sus fuertes brazos, y al despertarme, noto la humedad entre mis muslos. “Ya estamos otra vez”.

Me doy una ducha de agua fría, y me pongo un short corto elástico y una camiseta vieja, tengo las dos prendas que he llevado esos días en casa lavándose, y pienso en lo que llevaré puesto durante la comida mañana con él. El camisón amarillo ya estará listo, pero no quiero ir como voy siempre, de andar por casa medio desnuda, y tampoco quiero ir muy recatada. La diversión con Javier me da horas de rompecabezas como estos.

A la cena Carlos me dice que con una ensalada bastará, y que deje de preguntar. Le digo que solo quiero ser buena anfitriona, una mentira a medias, quiero que Javier se sienta cómodo. Me quedo en el sofá un buen rato, y algo tarde, me voy a la cama.

No puedo dejar de darle vueltas a la cabeza sobre ese joven, ya no es que tenga cierto parecido a mi difunto marido Luis, es que su forma de ser es muy similar. Javier es más atrevido, sin duda, pero tiene esos detalles bobos, los abrazos o traer el desayuno el domingo, que adoro de él.

Tenía que pasar, y saco el consolador de la mesilla, al tirar del short noto como se despega de mi pubis, estoy mojada y no tardo en empezar a masturbarme frenéticamente. Mis dedos frotan el clítoris a un ritmo alto, y paso el consolador por toda mi entrada vaginal, deseando que alguien me penetre, y pienso en el instante en que Javier estaba rodeándome con sus manos en el sofá, y me imagino que le besé, que me comía la boca y me abría de piernas encima suya, que me lamía los senos y me acaba introduciendo su miembro de una estocada firme y cariñosa, como es él. Me vuelvo loca metiendo el consolador en mí, tratando de pellizcarme los pezones por encima de la camiseta, y exploto en un orgasmo tan fuerte, que se me escapan alaridos de placer. Ni si quiera Emilio logró ponerme así. Respiro agitada, y cuando me voy al baño a asearme, me doy cuenta de que no he pensado en Luis en ningún momento, lo que me hace sentir mal un rato, antes de dormirme.

Me despierto tan ilusionada como una cría en Navidad, me doy una buena ducha, y me pongo un traje bastante normalito, hasta uso unas braguitas nada sensuales. Voy a trabajar con una sensación parecida a la de estar en la última hora de clase antes de las vacaciones. Una llamada de Carlos diciendo que no hace falta que vaya a buscarle, me deja sin aliento, temiendo que se anule el plan, pero me tranquiliza oírle decir que “irán a comer a casa”, por su cuenta. Cuando da la hora, salgo disparada, no sé de cuánto tiempo dispongo.

Corro a casa, y me pego otra buena ducha, con cremas y aceites que dejan mi piel brillante y apetitosa. Luego me quedo ante el armario, con una toalla anuda alrededor del cuerpo, mirando mi viejo camisón amarillo colgado de una percha, pero algo me pide a gritos un cambio.

Me pongo un tanga granate sensual de encaje, y un sujetador a juego, guardados en una caja y usados una única vez, en el aniversario de los ocho años de casados con Luis, hasta el sostén me queda pequeño de copa, pero me hace un busto espectacular. Rebusco una camisa ceñida blanca y de tela reflectante, y hasta encuentro unos vaqueros de la tala 36, de la época de antes de casarme. Lucho muchos minutos con ellos, tirada en la cama tratando de ponérmelos, y con un esfuerzo final, metiendo tripa, cierran.

Al ponerme en pie casi no puedo respirar, pero me giro ante el espejo, y me veo increíble, no me sentía tan sexy desde…la verdad es que ni me acuerdo. La camisa me queda algo justa en el pecho, haciendo que enseñe el ombligo y los riñones, con los senos sobresaliendo al no poder cerrar el botón del escote, dejando a la vista mis pechos apretados, y si me descuido al moverme, el aro del wonderbra. A su vez, despeja la vista para los vaqueros, son minúsculos pero me quedan de escándalo levantándome el trasero, me aprietan las piernas, los muslos están aprisionados y el tiro queda tan bajo que la cintura está casi a la altura de la goma de la prenda íntima. Hasta me doy una palmadita en el culo, y me acaricio los glúteos, notando la tensión de la tela sobre mi piel. “Un gesto brusco y estallan”. De colofón, me busco unos taconazos altos azules del trabajo, me maquillo ligeramente para destacar mis ojazos, me peino con unas horquillas sujetando el flequillo, despejando la zona frontal y dejando caer mi pelo por la espalda hasta mi cadera.

Hago una ensalada bastante suculenta, y me lamento ya que no voy a comer mucha, si lo hago, reviento el botón del vaquero. Hasta pruebo a sentarme y levantarme de una silla, para encontrar la forma de no quedar ridícula al casi no poder moverme. Se acerca la hora y me veo en el reflejo de la televisión apagada, “Mírate, pareces una guarra”, me digo, frotando nerviosa los anillos de casados en mi dedo. Pero en cuanto escucho la puerta, me pongo en pie, apoyo una mano en mi “cinturita”, y trato de parecer guapa. La realidad es que estoy ilusionada.

Al ver pasar a Carlos sin mirarme, me calmo, a lo mejor ha venido solo, pero escucho la puerta cerrarse y cojo postura de nuevo. Es cuando le veo aparecer, entra por el pasillo al salón, y se queda petrificado, mirándome, quiere disimular, pero le he dejado pasmado.

-YO: Ho…hola, Javier. – trago saliva al recordar su parecido a mi esposo, y me repito que es sólo un juego, tomando algo el control.

– JAVIER: Hola, señora…Laura…disculpa. – agacha la cabeza algo confuso, pero se alegra al ver que me acerco, y busco el protocolario abrazo con beso.

Mi mano se mueve sola hasta uno de sus hombros, pese a que con los tacones ya no me saca tanta diferencia de altura, debo elevarme sobre él para que mis labios se posen con cuidado sobre su cara. Instintivamente él se agacha, y su mano amaga sujetarme del costado, pero enseguida la retira.

– YO: Hoy sí te quedas a comer, ¿Verdad? – trato de que no se me noten las ganas de escucharle un “Sí”, cuando me retiro un palmo de su cuerpo, y me lo como con los ojos. Va con unos pantalones negros de vestir y una camisa, blanca a cuadros rojos, por fuera, remangada y muy varonil.

– JAVIER: Hoy sí, y será un honor.

– YO: Perfecto, si quieres ve con Carlos mientras voy preparando la mesa. – le froto un costado, estoy tan feliz que no sé el motivo.

No tengo la menor duda al darme la vuelta y caminar, sus ojos están clavados en mi trasero, es imposible que estén mirando otra cosa, el bamboleo bajo vaqueros apretados debe ser hipnótico, ya que muevo la cadera obscenamente. Si esto fuera tenis acabaría de ganarle un punto con un ACE.

Una vez en la cocina respiro un poco, y me giro para coger la bebida de la nevera, al cerrarla me encuentro a Javier de frente, y del susto se me cae la botella del agua, pero de un ágil gesto logra atraparla antes de que caiga. Me tapo el pecho con una mano del sobresalto, y como no estoy acostumbrada con esos tacones, de un paso atrás que doy, me inclino hasta casi caerme. Noto su brazo rodearme la cintura, pegándome a él, tanto que mi nariz roza su mentón, y me sujeto de sus antebrazos. “¡Mira que eres torpe!”.

-YO: ¡Por dios, que sustos que me das!

-JAVIER: Perdone… es que no quería que encima de invitarme a comer, pusiera usted la mesa sola.

-YO: Ah…bueno, pues te lo agradezco mucho.

– JAVIER: ¿Puedo soltarla ya? ¿O se me va a caer otra vez? – la entonación es tan dulce que me hace sonreír, y me doy cuenta de que me tiene a su merced, pero pide soltarme.

-YO: Deja que me asegure.- digo jugando un poco, me agarro de su cuello y uso su cuerpo de contrapeso para posar bien los pies.- ¡Ya!

Su mano no se separa al soltarme, sino que recorre mi cintura, y me coge otra botella de la mano, para ir a la mesa y colocar ambas. Me le quedo mirando extrañada, debe creerme muy torpe, pero juraría que tontea conmigo. La idea de ser traviesa con él me había parecido divertida, pero es que ahora me está gustando su forma de reaccionar.

Terminamos de poner la mesa, sin dejar de notar sus miradas a mi cuerpo, y yo devolviéndole sonrisas dulces, admirando su semejanza a Luis, pero si me veo obligada a decirlo, Javier parece más guapo, marcando brazos y un culo de primera.

Mi hijo aparece cuando ya hemos acabado, preguntado dónde estaba Javier, pero se sienta a comer antes que nosotros. Su amigo le recrimina, y me encanta verle hacerlo, así que le manda a por unas pinzas de la ensalada que se nos han olvidado, cuando ya iba yo a por ellas, sujetándome del brazo con cariño. “¿De dónde has salido?”, le preguntó con la mirada, y paso una hora riéndome con él.

Al acabar de comer, mi invitado se pone a recoger, y obliga a Carlos a ayudarle, mientras se niega a que yo les ayude. Digo que no con la cabeza, y mientras ellos colocan las cosas, yo me pongo a fregar platos y cacharros. No me extraña que en un descuido, mi “adorado” pequeñín desaparezca a su cuarto, según mi experiencia, una buena siesta le espera.

Creo que Javier se ha ido con él, cuando noto su mano en mi espalda, cerca de la nuca. Me giro y le veo colocando los últimos cubiertos a mi lado, y sin que le diga nada, coge un paño y me rodea, secando los paltos que voy limpiado. Todo ocurre en silencio, y el dialogo es de miradas, diciéndole que no hace falta, él que sí, yo agradeciéndoselo, y él me da un toquecito con el hombro que significa “No hay de qué.”

– YO: Eres muy amable, no sé qué habrás visto en mi hijo para ser su amigo, no podéis ser más distintos…- se me suelta la lengua, pero le hace gracia.

-JAVIER: ¿Si se lo digo no se ríe?

– YO: Bueno, tú dímelo, y ya veremos…además deja de tratarme de usted. – “¿Ya estás jugando otra vez?”

– JAVIER: Pues por las chicas, su hijo conoce muchas.

– YO: Ahhh ¿Y te gusta alguna en particular?

– JAVIER: Había una amiga de Carlos que sí, pero desde hace poco, una en particular me está volviendo loco.

– YO: ¿Sí? ¿La conozco, es amiga de Carlos?

– JAVIER: Diría que familia directa…- me mira dándose cuenta de que no he caído, estoy tan embobada que tardo en reírme.

-YO: Anda, no seas tonto…- le digo sin creérmelo.

-JAVIER: Discúlpeme la grosería. – el chico se ha puesto algo rojo, pero ha tenido los huevos de decírmelo, y no quiero que se moleste.

-YO: No pasa nada…son bromas.- le doy una salida digna, y se me queda mirando a los ojos, estudiándome, le noto leerme la mente. Aspira profundo y se llena de valor.

– JAVIER: No era una broma. – me quedo sorprendida, no es que no esperaba algo así, pero sí que me lo dijera tan abiertamente.

– YO: Pero si hay mil jóvenes por ahí, que estarían locas de estar contigo.- ahora la que busca la salida digna soy yo.

– JAVIER: Ninguna es tan guapa como tú, Laura, y muy pocas estarían tan sexys con esos vaqueros. – Javier está rojo, creo que ni él se veía capaz de decirlo, pero lo ha soltado, y le tengo delante, a medio metro.

– YO: Va…vaya…muchas gracias…lo primero que he…cogido del armario.- miento, y muy mal.

-JAVIER: Pues no quiero verla el día que se arregle para salir conmigo a bailar, me va a dar un infarto. – su broma relaja el ambiente un poco.

-YO: Pues quizá algún día, si sigues viniendo…- estoy muy confusa, no sé si quiero parar el juego, o llevarlo hasta el final.

-JAVIER: Será un honor… ¿Me permite una apreciación? – asiento con la cabeza, asustada.

Le veo que se acerca hacia mí, amago un paso hacia atrás cuando le tengo encima, me pega a su pecho y agacha la cabeza, quiero oponer alguna resistencia, y mi mano va a su pecho, aún así hace fuerza, y me dobla, hasta cogerme por la espalda, su mano abarca casi toda mi columna, y se pega tanto que mis senos se aplastan contra él. Su cara está tan cerca que me dan ganas de pegarle una bofetada, pero lo que hago es cerrar los ojos y esperar su beso. Lo que hace es pegar su mejilla a la mía, y extender su mano libre hasta cerrar el grifo, susurrándome con voz suave.

– JAVIER: Más vale no malgastarla.

Se aleja un poco, y abro los ojos, sonriendo, viéndome pillada, ya que estaba dispuesta a que me besara. Javier lo sabe, se lo leo en sus ojos, si hubiera querido podría haber juntado nuestros labios, me tenía, de hecho aún me tiene, pero me da un beso tierno en la mejilla. Mientras me sujeta con ambas manos en la cadera, me pone recta, y antes de irse, me roza la barbilla con el dedo índice de la mano.

– JAVIER: Me voy a ver a Carlos, estás demasiado guapa como para seguir a tu lado, sin hacer alguna tontería.

-YO: Vale…yo…si…mejor.

Le veo alejarse y me tapo la cara, avergonzada, abrumada y abochornada. Pretendía divertirme, nada más, tontear un poco con ese joven, sentirme bien, y ahora he perdido en mi propio juego. Ese crío los tiene bien puestos, y me ha desarmado, como sólo mi marido fue capaz.

Agradezco que al volver a mirar, Javier ya no está. Me observo las manos temblando y respiro profundamente un buen rato, dándole vueltas a los anillos en mi dedo. Limpio compulsiva la mesa y me dedico a distraerme en el salón con la televisión, pero ni las tertulias absurdas, sobre si a tal famosa le molesta la prensa rosa, alejan mi mente de ese instante fugaz en que deseé que me besara, que me dejé avasallar por la situación. Trato de analizar el motivo por el que ha llegado el punto en que me rindiera a sus brazos, y la conclusión que saco es que estoy muy sola, ¿Qué otro motivo puede haber para ceder ante las bobadas de un adolescente? Ni tan siquiera su parecido a Luis, o que sea tan educado y atrevido, me da permiso para comportarme así.

Al par de horas escucho a alguien acercarse, intento aparentar dignidad, sin prestar mucha atención, pero sé que es él. Javier se pone junto a mí, y con un gesto pide permiso para sentarse, muevo la cabeza afirmativamente, sin darle importancia. Se acomoda en el sofá, y permanece quieto, mirándome de soslayo.

– JAVIER: ¿Cómo va la tarde?

– YO: Tranquila, sin novedades. ¿Y vosotros?

– JAVIER: Nada, hablando de la universidad, y viendo alguna película, pero estoy harto de estar encerrado, y Carlos no quiere salir a tomar algo. ¿Tienes pensado salir?

– YO: No, ¿Por qué lo dices?

– JAVIER: Bueno, como vas tan guapa, pensaba que ibas a salir…no creía que te hubieras arreglado tanto para mí. – dice con una cierta sorna, me fuerzo a sonreírle, ya que la broma ha dado en el clavo, y no debo delatarme.

– YO: No es por ti, bobo, es que…es que había quedado, pero se han anulado los planes. – me invento sobre la marcha.

-JAVIER: Pues es una lástima desaprovechar tan buena tarde, ¿Y si salimos a tomar algo nosotros? – me doy cuenta de que le he puesto en bandeja la invitación, no tengo motivos para negarme, y busco uno.

-YO: No sé, Carlos nunca quiere salir conmigo entre semana.

– JAVIER: Carlos no, digo nosotros, tú y yo. – le miro queriendo no fingir mi sorpresa.

-YO: Sería algo raro, Javier, no es que nos conozcamos mucho, y eres el amigo de mi hijo…

-JAVIER: Pues así nos conocemos. – se pone en pie y extiende la mano ante mí.- No me digas que no, por favor, dame el gusto de lucirte por la calle a mi lado, nunca tengo la oportunidad de dar envidia con una mujer como tú del brazo.

Es tan hábil, tan firme, y a la vez tan correcto, que ni me doy cuenta y estoy de pie caminado detrás de él hasta la puerta de la calle. Me genera una sonrisa tenue su formalidad, me atrae, y pese a ello, estoy tensa, quiero zanjar esto cuanto antes, y si ha de ser poniéndole la cara colorada, así será.

Atino a meter mi móvil, la cartera y las llaves en un pequeño bolso. Avisamos a Carlos de que vamos a tomar algo, pero ni se molesta en salir a despedirse de su amigo, es Javier el que va a su cuarto y le dice que ya se verán mañana. Regresa a mi lado, y me coloca la mano en los riñones para acompañarme hasta el rellano y cerrar la puerta con cuidado. Me abre el ascensor dejándome pasar, y luego entra él, no es que sea muy grande pero podría ponerse algo más lejos de mí.

Salimos a la calle y me ofrece su brazo derecho, cual fuera un caballero inglés, paso mi mano izquierda por su antebrazo, y lo aprisiona con su costado, mientras andamos un rato. Me es extrañamente placentero hacer esto sin que sea Carlos mi acompañante, y charlamos animadamente de la universidad o de mi trabajo. Aparento cierta seriedad, en algún momento voy a darle una charla muy seria, y no debo darle esperanza alguna, pero me es inevitable, aunque no lo quiera, estoy cómoda junto a él.

Hasta tal punto me gusta la sensación, que se me olvida que voy embutida en unos vaqueros que me hacen una figura de cine, con una camiseta tan ajustada que me tira de la espalda, y las miradas de algún salido no me importan. Tampoco la idea fugaz de lo que opinen mis vecinos si me ven colgada de un joven apuesto como él, me altera, ya que siendo objetiva, Javier aparenta algo más de edad debido a su estilo y la barba, y yo puedo pasar por una de veintimuchos, sin desentonar. De hecho, cumple su palabra y me expone ante todos, como diciendo “Sí, es mía, jodeos.”

Le guío hasta un bar con una terraza grande, en una avenida cercana no muy lejos de casa, los tacones empiezan a hacerme mella y me duelen los pies. Pido una caña con limón y él un botellín de cerveza, nos los traen con una aceitunas verdes de tapa, y seguimos charlando de nuestras vidas sentados al atardecer de Madrid. Coches pasando, gente hablado, ruidos de ciudad grande que vive y se mezcla con un cielo azul despejado y edificios de cuatro o cinco plantas, llenos de balcones y trastos en ellos.

La verdad es que no tiene mucha importancia lo que se dialoga, aunque me dice que su familia es de fuera y le han mandado a estudiar aquí solo, vive en un piso de estudiantes con su perro, que no conoce a nadie aquí, y que Carlos le parecía un idiota, pero que con él hace amigos, conoce a chicas y vive la noche de una gran urbe. Le escucho, pero lo que ocurre es que he de recordarme cada ciertos minutos que debo cortar de raíz el juego, no seguir en él. Tras una hora, y un par más de cañas y botellines, me armo de valor y empiezo.

– YO: Javier, debo decirte algo, pero espero que no te sientas mal. – la sonrisa que no se le borraba desde que salimos de casa, se desvanece.

-JAVIER: Dime, Laura, no me asustes.

-YO: Verás, es que…bueno, que eres un encanto de joven, y me gusta pasar el tiempo contigo, pero creo que se están confundiendo ciertas cosas, y quiero dejar claro algunos puntos.

– JAVIER: Tú dirás.- sus ojos de cachorrito me lo ponen más difícil.

– YO: Es sobre lo que ha pasado en la cocina, y antes tal vez…mira, he pasado una época muy mala y tal vez he jugado con tus sentimientos, y no es justo. Debemos ser más distantes.

– JAVIER: No lo entiendo, creía que te caía bien.

-YO. Claro que sí, pero una cosa es eso, y otra andar haciendo tonterías, como lo del grifo de hoy. No puedes hacer esas cosas, soy la madre de Carlos y tú un adolescente, está mal.

– JAVIER: Discúlpeme si me he propasado lo más mínimo, y la he hecho sentir incómoda.

– YO: Nada de eso, has sido un perfecto caballero, es…es al contrario, me has hecho sentir cosas raras, y me gusta, pero tenemos que poner unos límites.

– JAVIER: ¿Limites a qué? No hemos hecho nada malo, y aunque pasara algo, tampoco sería el fin del mundo. – toma la iniciativa, no me lo va a poner fácil.

– YO: Y no va a pasar nada, ese es el problema, podemos ser amigos, pero nada más. – me da una lástima terrible la cara que pone, está dolido, pero se rehace.

-JAVIER: De verdad, no entiendo lo malo que hay en mí…

-YO: No tienes nada malo, pero tienes diecinueve años, y yo muchos más, ni yo estoy para jueguecitos a mi edad, ni tú para perder el tiempo con viejas como yo. Sal con Carlos, diviértete, eres joven y buen chico.

– JAVIER: Ya, pero es que me han educado así, y no puedo ir tirándome a la primera que se me presente, y no creo que me aporte nada. Yo necesito algo de romanticismo, y ninguna que conozca parece gustarle mi forma de ser, todas van con el guaperas de turno…- no hace falta que nombre a Carlos.

– YO: Es la edad, y tal vez que eres demasiado bueno, las chicas se darán cuenta, y terminarás enamorando a alguna afortunada.

– JAVIER: Supongo…- no está ni remotamente convencido, y una fugaz mirada me dice que a quien quería enamorar, es a mí. – Creo…creo que es hora de que la acompañe a casa, y me vaya, tengo…tengo muchas cosas en las que pensar.

No me deja pagar la cuenta, y me sigue como un perrito al que han reñido, un par de pasos por detrás, sin ofrecerme su brazo. Temo haberle hecho daño, pero estoy segura de que era lo que se debía de hacer. O eso me repito.

Al llegar a casa, me dedica un abrazo tibio, y nada cariñoso, no me da el beso en la mejilla, y pese a una carantoña con las manos con la que trato de animarle, o hacerle reír, me doy cuenta de que no es un niño al que consolar, es un hombre herido, que me esquiva la mirada.

– JAVIER: Buenas noches. – se gira, caminando con paso rápido, no me da tiempo a decirle adiós.

Me subo a casa con la mano en la frente, tengo la cabeza congestionada y me siento mal, pero no es algo físico, temo haberle destrozado el corazón, y me pregunto si me he pasado, o si no debí decir nada, me lo estaba pasando tan bien.

Entro en casa y ni ceno, debido a las tapas de la terraza, y porque no me apetece. Me voy a mi cuarto tras comprobar que Carlos sigue en su habitación. El bufido de alivio al desabrochar el vaquero y quitarme los zapatos es glorioso, y me cuesta un buen rato sacar las perneras del pantalón. “Para un par de horas no está mal, pero un rato más y me asfixio.” Pienso que necesito algo de ropa nueva, más juvenil y menos apretada, pero me cuestiono los motivos. Ahora se acabó el juego, ya no tengo a quien impresionar.

Me doy una lenta ducha de agua caliente, de esas en las que estás tanto rato pensando, que se te arrugan las yemas de los dedos. Vuelvo a mis braguitas cómodas y mi camisón amarillo, para echarme a dormir. Pero no logro conciliar el sueño, doy vueltas a la cama un buen rato, y me voy a la cocina un par de veces a beber agua. Lo achaco al calor de la noche, pero sé que es la culpa lo que me mantiene en vela. Retozo en la cama hasta que caigo del sopor.

Continuará…

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Relato erótico: “Reencarnacion 4” (POR SAULILLO77)

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Reencarnación 4

Suena el despertador, me sale un bramido de desasosiego enorme. Lo único que le daba una nota de color a mis días era Javier, y estoy segura de que no le voy a ver pronto.

Han pasado dos semanas desde que hablé con él, y en parte estoy aliviada, no debí jugar con sus sentimientos, y ahora el chico lo estará pasando fatal. Tal vez me haga ilusiones, puede que no estuviera perdidamente enamorado de mí, como quizá me gusta pensar, y sólo jugara, como hacía yo. Llegados a este punto, me da igual, es un problema menos en mi triste vida. El inconveniente es que, pese a que he logrado parar los pies a tiempo, me gustaba mucho ser algo traviesa con él, y en el fondo, lo echo de menos.

En este tiempo, mi vida ha regresado a su triste y aburrida rutina.

Me ducho y me preparo para la oficina, llevo a Carlos a la universidad, trabajo unas horas y regreso a casa, sola ya que mi hijo llega un rato más tarde, y almuerza sólo. Al comer me acerco y le pregunto por su amigo, me dice que le ha visto un poco raro estos días. Me cambio a mi camisón y pasa la tarde monótona y lenta. La noche y la cena no lo es menos, y al acostarme se repite mi insomnio. Me desespero hasta que consigo dormir.

Llega el viernes, y el día es tan clónico del resto, que me veo en un terreno de confort, mi vida es un desastre de nuevo, y me siento cómoda en ese hábitat. Desecho alguna invitación de las amigas del gimnasio para salir a tomar algo, y me vuelvo a casa tras el trabajo, me pongo una copa de vino y me veo una maratón de películas románticas. Al acostarme, me estudio en el reflejo del espejo del armario, sentada en la cama hecha una mierda, sin descansar ni poder hacer nada, la súbita subida de emociones de mi mente ha pasado, y ahora no siento motivo alguno por el que tocar el cajón del consolador.

Sábado y domingo son un calco, gimnasio por la mañana, y salir con Carlos por la tarde, él sale de fiesta de noche, pero al menos regresa de una pieza, no como hace una quincena. El domingo vamos a ver a los abuelos, mi hijo va a pedirles dinero para un viaje de fin de curso de la universidad. No habla de Javier, y yo no pregunto.

Cambiando de canal en la televisión la madrugada del lunes ya, me doy cuenta de que estoy en el mismo punto que hace unas semanas, he vuelto a la casilla de salida, sola y triste, y no quiero estar ahí. Al menos debo hablar con el amigo de mi hijo, arreglar las cosas, y tal vez sea el punto de partida para empezar una relación más sana con él. Esta noche duermo algo mejor, pero no demasiado, debo tener unas ojeras terribles.

Al levantarme, me obligo a estar más animada, me pongo un conjunto de traje algo más alegre, y llevo al engendro de mi hijo a la universidad. Da pena ver la falta de modales que tiene, no me ha dirigido una palabra en todo el trayecto. En el trabajo más de lo mismo, aunque David, mi jefe, me ha explicado que han echado a un abogado que llevaba unos pocos años con nosotros, sin duda por los recortes de personal derivados de no cerrar la venta en la que participé, creo que si hubiera enseñado canalillo hubieran firmado, como si mi sensualidad importara en una operación de miles de euros. Carlos me llama cuando estoy saliendo, y me dice que no vaya a recogerlo, que se va con una amiga a dar una vuelta.

Para colmo me tengo que ir a casa a comer sola, y tras hacerlo, me quedo dormida como una marmota en el sofá, no me extraña, llevo días sin poder descansar del tirón. El ruido de la puerta me despierta, y veo pasar a mi hijo con una joven de la mano. Guapa, como no, bajita y delgada, con el pelo moreno y media melena, rasgos españoles aunque unos ojos negros algo rasgados, y buen trasero bajo un vestido fino de verano.

Ni me saluda antes de meterla en su cuarto y poner música alta. Les oigo reír, tontear y besarse, me imagino acariciándola y haciéndola sentir bien, bonita, deseada, sentirse mujer. Lo que yo he perdido. Me como una bolsa de patatas fritas mientras dejo que mi hijo disfrute del don que me he negado para mí, y tras unas horas en que no me cuesta pensar que se han acostado juntos, por el volumen de la música que ponen, la parejita sale sonriente de su cuarto, y Carlos se despide de ella con un tórrido beso con lengua en la entrada, antes de que se marche.

– YO: ¿Quien era? – le abordo en el pasillo.

– CARLOS: Una amiga.

– YO: ¿A todas tus amigas las besas así? – me cruzo de brazos, airada.

-CARLOS: A las que se dejan…- la sonrisa de imbécil que pone me exalta, y le suelto un bofetón, como hacía mucho que no le daba. – ¡Mamá!

-YO: ¿Tú te crees que las mujeres somos tus juguetes? Tendrías que tratarlas mejor, y ser un poco más dulce, y amable…como Javier. – espetó saturada.

-CARLOS: ¡Joder, mira que estás rara! Ni que ahora te importara con quien ando… tú a tu vida y no te metas en la mía.

– YO: Eso voy a hacer, mi vida, y a ver cómo te las apañas sin mí.

-CARLOS: Ojalá, que estás de un pesado que no hay quien te aguante.

– YO: Mira hijo, estoy harta de verte con unas y con otras, deberías centrarte un poco, en los estudios y buscar a una buena chica. – bajo el tono un poco, tratando de usar la lógica.

– CARLOS: ¡Déjame en paz! – dice frotándose la mejilla, colorada del golpe.

Se va a su cuarto rodeándome, maldiciendo y susurrando que se va a ir con los abuelos como siga así. Yo me quedo con los brazos en jarra, pensando que al menos lo he intentado, tal vez tarde, pero quiero hacerle cambiar su forma de ser. Tal vez sea un poco de odio, no a mi hijo, es más que Javier tiene razón, el guaperas de turno se lleva a la que quiere, y los buenos chicos se quedan a un lado, esperando que alguna se fije en él.

Ceno sola, sin esperar a Carlos, y cuando sale a buscar su comida, le digo que se haga lo que quiera, ya es mayorcito para andar detrás de su mamá. Su mirada de asco, esta vez no me molesta, está cabreado, y espero que al menos eso le haga pensar en lo ocurrido. La televisión me termina hartando, y al irme a la cama, tardo un buen rato en cerrar los ojos.

Por la mañana el mundo parece algo menos agobiante, y al ducharme me pongo una camisa blanca con un traje de oficina gris, con falda de tubo hasta las rodillas que me hace un culo de infarto. En el desayuno espero a Carlos, que sale sin mirarme a los ojos, y se bebe un vaso de zumo con prisa.

– CARLOS: Vámonos ya, que llegaré tarde.

– YO: ¿Llevarte? Eres el que quiere hacer su vida, pues empieza a ir a la universidad tú solito. – su mandíbula casi se desencaja- Y para la vuelta, igual, estoy harta de ir a buscarte.

– CARLOS: Pero está lejos, y hace calor…

– YO: Pues no te retrases, que el tiempo vuela. – “Vas a madurar de golpe” le digo en mi cabeza. – Hasta luego, hijo. – está tan petrificado, que me acerco y le doy un besito en la frente muy maquiavélico, que me sabe a gloria.

Me siento llena de energía, como si acabara de liberarme de unas pesadas cadenas. No me preocupa en absoluto su bienestar, la universidad está lejos, sí, pero hay autobuses directos a tres calles de casa, y tiene el abono de estudiante. Le llevaba para poder pasar tiempo con mi hijo, ser importante en su vida, pero es algo que de golpe, ha pasado a segundo plano.

Voy al trabajo y paso gran parte del día pensando en cómo rehacer mi vida. Recibo la llamada de Carlos antes de salir, supongo que para saber si de verdad tiene que volver solo. Le cuelgo sin más, “Que se las apañe”. Voy a casa y de camino compro algo de comida rápida, llevaré años sin darme el gusto de una grasienta e insana hamburguesa. Llego a casa y me la como de pie en la cocina, antes de que se enfríe. Como hace tanto que no le hinco el diente a algo así, se me olvida que la salsa gotea, y me mancho la camisa del trabajo. Siseo, pero me termino zampando esa gloriosa bomba de calorías.

Trato de limpiarme la grasa de la camisa al acabar, pero es inútil, así que me quito la chaqueta y la camisa, quedando en sujetador, me acerco al fregadero y con algo de maña, mojo la mancha y froto energéticamente, esperando no echar a perder mi blusa más cómoda de trabajo.

Oigo la puerta de casa, Carlos ha llegado, y sonrío de forma pícara, ha tardado un poco más, y debe de estar enfadado. Me centro en mi problema más importante, salvar mi prenda, con el agua salpicándome en el pecho y el vientre, cuando escucho a mi hijo farfullar de fondo. Ni me giro, no quiero que note mi felicidad en el rostro al haberle chafado el día.

El sonido del “toc toc” en el marco de la entrada a la cocina me hace girarme extrañada, y es cuando veo a Javier, con un polo rojo y unos vaqueros, mirándome con la boca abierta.

– YO: Ja…Javier, ¿Cómo tú por aquí? – digo mientras trato de taparme, sin ser muy descarada.

– JAVIER: Yo…bueno…quería hablar con usted…a Carlos no le molestó…y trató de avisar de que venía, pero no contestaba al móvil. – “Mierda”, me grito por dentro, más que por mi tontería de no cogerle la llamada a mi hijo, es que me doy cuenta de que me trata de usted de nuevo.

– YO: Sí, es que estaba liada en el trabajo, y bueno, ahora he tenido un incidente con una mancha…te importa sí…- le hago un gesto con el dedo índice para que se dé la vuelta, no es que me moleste mucho, pero debo mantenerme firme con lo que hablé con él.

– JAVIER: Claro…disculpe. – se gira de inmediato, y me saca una leve sonrisa su aparente vergüenza.

Me voy a la lavadora, y del montón de ropa limpia cojo una camiseta azul del gimnasio, aparte de marcar bien mis pechos debido a un sujetador de encaje muy estilizado, me vale. Camino risueña hasta Javier, para tocarle el hombro, y al mirarme, sus ojos se clavan en los míos, y es una mirada viva. Le saludo con un suave beso en la mejilla, a lo que me responde con uno de sus abrazos, menos efusivo que otros días, pero mucho más que el último que me dio.

– YO: Me alegro de verte, de hecho, creo que fui muy dura e injusta contigo, y quería arreglarlo.

-JAVIER: Yo también he pensado mucho sobre ese día, y como le he dicho, venía con la bandera blanca, a hablar con usted.

-YO: Vale, pero por favor, no me trates de usted, que ya nos vamos conociendo. – le cojo del brazo, me lo llevo al salón, se sienta en el sofá y me coloco a su lado, cruzándome de piernas y tratando de mantener actitud adulta y serena.

– JAVIER: La verdad es que traía un discurso bien aprendido….pero se me ha olvidado…no esperaba encontrarte así… – me río, es adorable su sinceridad, me le imagino en la puerta de la cocina, mirando mi culo prieto bajo la falda de tubo, elevado por unos tacones medios, meneándome al restregar la camisa, con mis senos mojados bajo el wonderbra.

– YO: No seas bobo, esto es serio.

-JAVIER: Lo intentaré. Lo primero es disculparme por cualquier malentendido que se haya provocado, me caes muy bien, eres muy simpática, aparte de ser preciosa, y mi mente juvenil me ha jugado un mala pasada, perdóname.

-YO: Gracias por todo, pero no hace falta que agaches las orejas, es normal a tu edad.

-JAVIER: Aún así, mil perdones.

-YO: Perdonado quedas.

-JAVIER: Gracias. Lo segundo es…como decirlo….no quiero faltarla…pero… tengo que saberlo ¿Lo he malinterpretado todo, o has…has tonteado un poco conmigo? – un frío helado me recorre la espalda, pero viéndole ante mí, siendo tan abierto, no quiero ser falsa.

-YO. Un poco, pero es que eres un encanto, y bueno, una mujer de mi edad, sola, adulada….pues me he dejado llevar sin querer.

-JAVIER: Menos mal, me estaba volviendo loco, pensaba que era cosa solo mía. – se frota las sienes

– YO: Pues no es así…tampoco quiero decir que haya pensado nada raro…- recuerdo las varias noches que me he masturbado pensando en él, en su cuerpo fornido acogiéndome entre sus brazos, penetrándome, y trago saliva con mi mentira. – …pero he jugado a algo de mayores contigo, y no debí hacerlo.

-JAVIER: Una lástima, me estaba divirtiendo, y lamento si no di la talla. – dice lamentándose.

-YO: No, ni mucho menos, Javier, has sido un chico muy listo, y has jugado bien algunas cartas, con unos años más hubiera caído rendida ante ti. – sonreímos, pero le noto la mirada triste al comprender lo que le acabo de decir.

– JAVIER: Hubiera sido un placer…

– YO: Seguro que sí.

-JAVIER: ¿Entonces ya está, todo arreglado?

-YO: Zanjado, Javier.

-JAVIER: Genial, y si no le molesta, ya que hemos aclarado todo… ¿Puedo pedirla…pedirte un favor?

– YO: Dime.- me pongo firme.

– JAVIER: Es sobre la noche esa…la que me debe, del baile…- respira profundo al ver mi cara de asombro.- Es que no sé ligar, ya me has visto malinterpretando todo, y …no sé, tal vez, si me ayudaras, o me dieras unos consejos el día que salgamos juntos…pues te lo agradecería. – suspiro aliviada.

-YO: Será un honor, no sé lo que les pasa a las niñas de hoy en día, cuando tendrías que tener a las chicas derritiéndose en tus manos, y no con idiotas como Carlos. ¿Sabes que el domingo pasado trajo a otra? – cuchicheo.

– JAVIER: Algo ha comentado, sí. – correcto hasta el final, he escuchado llamadas de mi hijo alardeando de cómo se tira a las que se dejan seducir.

– YO: Pues cuando quieras, me sacas a bailar, y te doy un par de pistas, pero para que encuentres a esa afortunada joven, que seguro que está esperándote, no para que andes como mi hijo. – le apunto con el dedo, acusadora.

– JAVIER: Genial, muchas gracias… ¿Tal vez…? No, es demasiado pronto.

-YO: No, dime…- le cojo la mano, apremiándole.

-JAVIER: Bueno, es que…este sábado vamos… íbamos a ir a bailar, pero Carlos dice que ha quedado, y a mí me daba apuro ir solo con los demás, son amigos de él, no míos. Si le apetece, pues, podría venir, y así me ayuda con una chica. – me pilla por sorpresa, busco un motivo por el que negarme, verme rodeada de jóvenes no es que me entusiasme, pero asiento de forma madura.

-YO: Pues allí estaré, ya me dices dónde y cuándo quedamos…y qué ponerme, no quiero desentonar.

-JAVIER: Tú sobresales hasta en el cielo más estrellado.- me coge la mano y la besa, con gesto tierno.

-YO: Anda, tonto, dame un abrazo de los tuyos, que me encantan.

Me pongo en pie, él salta a mis brazos, y le recibo encantada. De hecho, me alza rodeándome por la cintura medio palmo del suelo, es tan fuerte y seguro, que doblo las rodillas y me dejo oscilar con mimo. Al dejarme en el suelo, me besa la mejilla repetidamente, muy rápido, tanto que me hace cosquillas y me río.

– JAVIER: Muchas gracias, de verdad. – se va al cuarto de Carlos con la mayor sonrisa que le he visto nunca.

Yo debo estar igual, la cara encendida y acaloraba, me da igual que esté mal, me siento cómoda hablando con él, o en sus brazos, es como si encajara a la perfección, siento que sus caricias estuvieran hechas para mí. Y ya me arrepiento de haberle dicho que sí a ir de fiesta, apenas una conservación, y no sólo hemos arreglado las diferencias, si no que ahora tendré que una noche entera de bailes con él. Va a ser una tortura.

Me voy a cambiarme, cuando salen a comer algo a la cocina. Me pongo mi camisón amarillo, y me doy cuenta de que he mojado mis braguitas, antes me cuestionaría el motivo, pero ahora sé que Javier me pone cachonda, o él o su forma de tratarme, no hay otra explicación. Me distraigo limpiando la casa, y al rato aparece por el pasillo el invitado. Se despide amablemente, y me da otro abrazo, tan fuerte y efusivo que me deja sin aire. Me encanta.

A la cena hablo con Carlos, rebajo los malos humos con él, pero está dolido y me reafirmo en que no pienso ser más su chófer personal, así que cuando le digo que voy a ir con Javier de fiesta el sábado, monta un pequeño circo. Le digo que él también puede venir si quiere, y entre echarme en cara salir de fiesta con su madre, y que ha quedado con una chica en su casa, se niega en redondo. “Mejor, solo estorbarías”, le quiero decir, pero me callo y le dejo dar un portazo en su cuarto al acostarse.

Me voy directa a la cama y cierro la puerta, pese al tiempo transcurrido tras los abrazos, mi temperatura corporal no ha bajado, me desnudo entera y saco el consolador, pasando la mitad de la noche a lomos de un orgasmo tras otro, sin molestarme en disimular. Javier es el objeto de mi deseo, y cuando pienso en él abrazándome en el sofá, mirándome el escote del camisón, levantándome por lo aires, o sus vistazos a mi trasero con el vaquero de la talla 36, me vuelvo loca. Creo que me duermo de extenuación, sudando y habiendo agotado las pilas del dildo, en un mes lo he vaciado cuando no le había puesto pilas desde que lo compré.

El miércoles me levanto con cierta molestia en el brazo de hundirme el juguete sexual, pero tras la ducha me veo genial. Me pongo uno de los tangas más recatados con un traje de pantalón azul marino, y voy a trabajar feliz. A la hora de volver a casa, llama Carlos, se lo cojo y me dice que tardará un rato en volver, pero que apunte el número de móvil de Javier, que le ha pedido que me lo dé. Reprimo la ilusión que me hace poder contactar con él sin mediar con mi hijo.

Al llegar a mi domicilio, me cambio y paso al camisón azul de satén. Espero a que aparezca alguien en mi casa, con el teléfono en la mano, pero tras una hora me voy a comer. Al acabar suena la puerta y sólo mi primogénito cruza el pasillo, otro chasco. Me paso toda la tarde con el número del amigo de mi hijo marcado pero sin darle al botón verde, o escribiéndole mensajes, que no llego a enviar. Parezco una colegiala boba, cuando hace unos días era una mujer triste y aburrida que había dado una lección de humildad a un joven.

Estoy sentada ante la televisión, viendo cualquier tontería, cuando mi móvil se ilumina, temo que sea otra comercial deseando captarme para su compañía, los dígitos en cambio no son de una centralita, es un teléfono normal. No me gusta recibir llamadas de desconocidos, pero me suena y algo que me distraiga no vendrá mal.

– YO: ¿Hola?

– JAVIER: Hola…soy yo…Javier. – abro la boca, entre ilusionada y sorprendida.

– YO: Ah ¿Qué tal? ¿Cómo has logrado mi número? – me sale un tono bastante cortante.

-JAVIER: Sí, bueno, es que le pedí a Carlos que le diera el mío, pero como no me hablaba, pues me dio el suyo por si quería llamarla, ¿He hecho mal?

– YO: No, por dios, es que me has pillado desprevenida…Y bueno, ¿Querías algo?

– JAVIER: Pues nada especial, de hecho, sólo saber si ya tenía mi número…

A partir de ese momento, paso dos horas hablando con él, y son deliciosamente cortas. Comenzamos charlando de Carlos, claro, el nexo común, pero vamos desviando el tema. La fiesta del sábado va centrando la conversación, cómo vestirme, cómo ir vestido él, cómo arreglarse, lo que llevaba yo en mi época, o de lo que me gustaba beber. Es muy dinámico y me sorprendo retozando por el sofá sonriente, acariciándome el vientre mientras me hace reír una vez tras otra, mezclándose con momentos serios.

Cuando al fin cuelgo, se me escapa mandarle un beso, no es que se lo mande, es que poso mis labios en el micrófono, y suelto un “Muuuuak” muy dulce. Temo volver a estar jugando con sus sentimientos, pero empiezan a importarme más los míos. Javier desata en mí sensaciones olvidadas, otras nuevas, y no me da la gana perder este manto de alegría que me recubre cada vez que le veo, o hablo con él.

Por si fuera poco, ahora con los mensajes por Internet del móvil, me paso otras cuatro horas escribiéndome con él. No es seguido, es más pausado, mientras hago la cena, o veo la televisión, pero constante. Hasta me parece estar poniéndome pesada con él, pero siempre me contesta, y yo siempre le respondo.

Le pido que me mande fotos de sus amigas de fiesta, para ver su estilo y no desentonar, pero no creo que sea problema, van algo descocadas y nadie se fijará en mí, un mujer adulta, teniéndolas a ellas como espectáculo. A cambio, le tengo que mandar unas viejas fotos mías de mi época antes de conocer a Luis, me pongo colorada al verme, y nos reímos, pero me dice que estaba preciosa, y que se me veía algo peligrosa. Me alegro de que se dé cuenta, y desnudo un poco de mi alma, hablándole de Luis y cómo nos conocimos.

Cuando me quiero dar cuenta son las dos de la mañana, muy amablemente me despido de Javier. Odio los emoticonos, pero al ver que me manda un beso lleno de corazones, y una flor, entorno los ojos y le devuelvo unos labios como respuesta. El detalle de que me mande una nota de audio, de tres segundos, deseándome buenas noches, me deja con una sonrisa que no se me borra hasta levantarme.

Es jueves, y la cercanía del fin de semana me pone nerviosa. Javier es encantador, y me lo paso genial con él, temo caer de nuevo en la trampa, pero es que me siento tan…tan viva cuando estoy con él, que me quito de la cabeza ideas de negarme a hablar con él, o inventarme alguna enfermedad para no ir el sábado a la fiesta.

Me visto para ir a trabajar, despidiéndome de mi hijo, que sale unos minutos antes de casa para llegar a su hora a las clases. Me paso gran parte del día entre la pantalla del ordenador de mi trabajo, y la del móvil, mirando cuándo Javier se conectó por última vez, o si me ha hablado. Lo cierto es que salvo mi hijo, mi familia, Carmen, y alguna amiga del gimnasio, no suelo mandarme mensajes con nadie, y menos pasarme horas escribiéndome con una persona. Ahora echo de menos que me mande un simple “Hola”, y que se acuerde mí.

Me resisto a parecer desesperada y ser yo quien le salude, no me faltan ganas, eso sí. Al final ocurre, se ilumina mi móvil, y veo su nombre, casi me da un vuelco el corazón cuando la aplicación tarda un instante en abrirse, pero cuando leo su “Buenos días, perdona que no te saludara antes, estaba en la universidad” doy unas mini palmadas, feliz.

Tardo en contestar, habiéndome rogar, pero me lía, y comenzamos de nuevo una charla que no cesa ni cuando conduzco, a cada semáforo le contesto con frases cortas. Ni sé decir cuál es el tema, son muchos, y a la vez, ninguno, los comentarios se centran en compartir lo que hacemos, ideas bobas y pensamientos ligeros, según salen expresados. Me manda un mensaje diciendo que está hambriento al salir de la universidad, y no dudo en invitarle a comer. Acepta con doble cara sonriente.

Al llegar a casa me ducho y me pongo el camisón de satén azul, con un recogido en mi largo pelo rubio, a modo de coleta. Hago un poco de pasta, que me dice que le encanta, y espero ansiosa. Cuando llegan Carlos y él, ni mi hijo me presta atención, ni yo a él. Me lanzo a por Javier, que me recibe semi agachado con los brazos abiertos, que se cierran sobre mí al caer en su pecho. Dios, qué gusto noto al sentir sus manos rodeándome, me ha tomado la palabra cuando le dije que me encantaban, y me aprieta con calidez. El abrazo dura no menos de diez segundos, con saludos ininteligibles, y acaba en un beso en la mejilla muy cariñoso. Al apartarme le observo, va con una camisa blanca, a rayas grises, con un par de botones desabrochados, y unos vaqueros negros muy prietos.

No tengo que decirle que me ayude con la mesa, lo hace directamente, y trata de ir a buscar a Carlos, que de mala gana sale y pone la bebida. Me siento al lado del invitado, y noto la tensión en la mirada de mi hijo, ve lo bien que nos llevamos, y no le gusta. Creo que por eso mismo sigo charlado animada. Harto de la escena, la sangre de mi sangre sale disparada a su cuarto, y el extraño se queda a ayudarme a limpiar.

Estoy en el fregadero, terminando de lavar, cuando por sorpresa siento unos brazos en mi vientre, y el cuerpo de Javier en mi espalda, para colofón, noto un beso generoso en mi cara, cerca del cuello desde atrás, que me eriza la piel.

– JAVIER: Muchas gracias, estaba la comida deliciosa. – giro la cabeza algo confusa, aunque la palabra correcta sería encantada.

– YO: No hay de qué.

-JAVIER: Si lo hay, en el piso de estudiantes donde vivo se come fatal, y una buena cocinera como tú, es un lujo. – me suelta pasados unos segundos en que no nos movemos, y se pone a colocar platos y cubiertos.

-YO: Exageras.

-JAVIER: ¿Eso cree? Hace una semana un compañero recalentó un trozo de pizza usando la plancha de la ropa dada la vuelta…- me río a carcajadas, no me lo creo hasta que me enseña una foto en el móvil.

-YO: ¡Por dios, pero que animales! Eso no es bueno.

-JAVIER: Ya, pero es lo que me toca, viviendo sólo en Madrid, sin familia…- ya me lo había comentado, pero ahora suena triste. Es del norte del país, y le han mandado a la universidad con lo puesto, sus padres no son adinerados.

– YO: No puedo permitir eso, tú te vienes a comer aquí todos los días ¿Me oyes? – al decirlo, me doy cuenta de que he dejado hablar a la ilusionada mujer de mi interior.

-JAVIER: No, de ninguna manera, es demasiado gasto, y no puedo pedirle que…- le corto, parezco tonta, me acaba de dar una salida, y me la cierro.

-YO: Una suerte que no has pedido nada…Así que ya sabes, esta es tu casa. – pone cara cómplice, el deber le dice que no acepte, pero está deseándolo.

– JAVIER: Si no le molesta, de acuerdo, pero le pagaré lo que sea…yo…no sé.

-YO: Con que me ayudes como haces, y me des mis abrazos, me vale. – digo melosa.

Al instante se acerca, me abro de brazos para que me bese la mejilla y me alce un poco del suelo con sus manos, es asombroso lo poco que debo pesar para él. Me mantiene en el aire unos segundos en que me sujeto a su nuca, y siento su aliento en mi cuello.

-JAVIER: Quien tuviera a una mujer como tú.

Al bajarme, el camisón se me ha subido y se me ven las braguitas azules que me he puesto, pero no me doy cuenta, es Javier quien, con una mirada de permiso, me tapa, notando sus dedos en mis piernas un instante. Me pongo colorada, pero ni me disculpo, ni él se ofende ¿Cómo podría? Ya me ha visto alguna vez en sujetador, o con el culo ofrecido en tanga.

Se va con Carlos, y me quedo en el sofá traspuesta, la comida ha sido copiosa y el fresco que entra por la ventana del salón me calma. Sueño, hace mucho que no recuerdo hacerlo, pero me veo en lo alto de una torre, cual princesa, y un caballero que viene a rescatarme, le grito para que me auxilie, nombrando a mi marido, “¡Luis!” chillo, pero cuando se acerca, y se levanta el yelmo, su cara es la de Javier, tan similar y tan diferente a su vez. El roce en mi brazo me sobresalta, y veo al joven amigo de mi hijo ante mí, de pie, mirándome temiendo haberme asustado.

-JAVIER: Perdona, Laura, es que…me voy y no quería irme sin despedirme.

– YO: Nada, es que me he quedado dormida. – me pongo en pie colocándome el camisón bien, sin que él pierda detalle de nada. – ¿Te vas ya entonces?

– JAVIER: Si, el chucho tiene que salir.

– YO: Es verdad, pues hasta mañana, ya sabes, aquí vienes a comer cuando quieras. – sonríe.

– JAVIER: Será un placer venir, pero mañana debo estudiar, y otra comida como hoy y tendré que ir al gimnasio, me vendrá bien el paseo con el perro para bajar a tripa, estoy lleno.

– YO: Uff y yo, creo que me he pasado.

-JAVIER: ¿Quieres venirte a sacar al animal? – su tono de ilusión es sólo comparable al mío al responder.

-YO: ¡Sí! Claro, deja que me ponga algo encima.

Correteo a mi cuarto, y encuentro unos leggins negros del gimnasio y una camiseta blanca interior, me pongo unas zapatillas de correr y cojo mi bolso. Ni me veo en el espejo, de haberlo hecho hubiera elegido otra ropa. Estoy espectacular con la ropa tan ajustada a mi cuerpo, y la mirada de Javier al salir de casa me lo confirma.

Paseamos charlando hasta su casa, está lejos, y al llegar, subo a su domicilio. No mentía, aquello es una leonera de cinco estudiantes universitarios, ropa por el suelo, cocina sucia, fregadero hasta arriba y restos de cajas de pizza por toda la estancia.

Al abrir la puerta de su cuarto, sale una bestia negra enorme, es un dogo de pelo oscuro como la noche y una graciosa mota blanca en el pecho, cuya cabeza me llega a la altura del vientre. Conmigo a su lado no parece más pequeño que un poni. Pese a ser grande, e impresionar, se me acerca, me olfatea y busca caricias de mi mano, con cuidado se las hago, y antes de salir a pasear ya me da con el hocico en las piernas jugueteando. Thor, que así se llama el animal, es travieso y mete la nariz entre mis rodillas. Es tan bueno, y está tan bien adiestrado, que se espera a llegar a un parque para hacer sus necesidades, y si se aleja un poco, Javier le chista y regresa a su lado de inmediato.

Jugamos un rato a pasarnos una desgastada pelota de tenis y tirársela, para que estire las piernas. El perro tiene una pose imponente cuando se tensa.

Regresamos a su casa, pero en vez de subir, insiste en acompañarme hasta la mía, es tarde y voy vestida llamativamente, pero es tanta distancia que me da apuro. Antes de poder decir nada, ya están a mitad de calle camino de mi piso, y corro para alcanzarles.

Sonrío, no puedo evitarlo, entre el perro asustando a alguna cría pequeña, y Javier hablando de lo trasto que era de cachorro, me duele la tripa de reírme. Al llegar a casa me agacho a despedirme del cuadrúpedo, un par de cabezazos de Thor casi me tiran al suelo.

Al ponerme en pie recibo lo que deseo, el abrazo y el beso del joven apuesto. Me los da, es tan firme que siempre me eleva un poco de puntillas, sus antebrazos rodean mis riñones y me aprieta contra su cuerpo.

– YO: Muchas gracias por el paseo.

-JAVIER: A ti por ser tan buena conmigo. Mañana va a ser un poco complicado que nos veamos después de clase…- le tono triste al decirlo.

-YO: Está bien…bueno…ya hablamos de lo del sábado, espero no hacerte pasar vergüenza al ir contigo.

-JAVIER: ¿Vergüenza? Voy a llevar a la mujer más guapa del mundo. – me río para que no note que me ha gustado su piropo.

– YO: Ya me dejarás por otra cuando te consiga una buena joven.

– JAVIER: Lo dudo mucho, pero ojalá.

Acaricio la enorme cabeza de Thor, y les veo alejarse, traviesa, sin decidir qué culo mirar, el gracioso del perro con su rabo balanceándose, o el sexy de Javier, bajo los vaqueros negros. Subo a casa consciente de que el juego ha empezado de nuevo, si es que llegó a terminar, y no sólo lo pause por el miedo a divertiré demasiado, usando la diferencia de edad o la relación como mi hijo de excusas.

Me doy una ducha con masaje íntimo, y acabo cenando con Carlos las sobras de pasta del medio día. Me dice que se va a ir de fiesta mañana en cuanto salga de la universidad, que se lleva una mochila con ropa, y que no le voy a ver hasta el domingo. Alguna de sus amigas se queda sola en casa, y van a estar haciendo de todo, no necesito que me lo diga. En otras circunstancias eso es horrible, estar sola todo un fin de semana me deprimiría, pero este me viene de perlas. Me quedo en el sofá dormida de nuevo, pero a la una y media me voy a la cama, estoy derrotada, cansada y algo saturada, es tocar la cama, y caigo dormida.

El viernes es el día menos interesante de toda mi semana. En el trabajo, todo normal, en casa, Javier no viene a comer, y se disculpa con unos mensajes educados. Paso la tarde sola, y la noche es de películas de serie b. En cambio, tengo un nerviosismo encima que no puedo calmar ni a base de tilas. Agradezco el poco contacto por móvil con ese extraño joven que me tiene encandilada, creo que sabe que estoy tensa, y no quiere agobiarme más.

Carlos no está, me ha llamado y me ha dicho que todo está bien. Se oía a una chica de fondo riéndose.

Es algo casi natural ya para mí, y me voy a mi cuarto, ni me molesto en cerrar la puerta, Saco el consolador, quiero relajarme, y últimamente la mejor manera es con el dildo. Me acuerdo de que no tiene pilas cuando ya he empezado la fiesta, busco desnuda por la casa, y se las quito al mando de la televisión, para regresar a mi cuarto y acabar lo que he empezado.

Trato de pensar en Luis, en mi marido, lo hago para no pensar en lo que está por venir, toda una noche con ese extraño chico, bebida, bailes, y lujuria adolescente. Me acaba pasando lo mismo que estos días, cuando estoy ardiendo en lo único que puedo pensar es en Javier, tomándome de mil formas, acariciándome con sus grandes manos, y penetrándome de una forma animal.

Al levantarme no recuerdo haber dejado de masturbarme, ni quedarme dormida. Me calmo con una buena ducha, y me pongo los leggins negros a medio usar del otro día por encima de un tanga rojo, con un top deportivo y una camiseta azul. Voy al gimnasio después de desayunar, y trato de no exigirme mucho, preveo movimiento esta noche.

Tras la sauna, me pongo un vestido largo de flores, y me quedo a comer con unas amigas de las clases de aeróbic en un bar cercano. La escena es algo borrosa para mí, estoy entre ellas, me río, y hablo, pero permanezco en segundo plano, mi cabeza no puede evitar dar vueltas y más vueltas.

Javier me escribe a media tarde cuando ya voy de camino a casa, me dice que quedamos a las ocho de la tarde en mi portal, se pasará a recogerme, y que me quiere invitar a cenar, por ser tan amable con él. Apenas son un par de horas, y debo arreglarme, quiero estar espectacular, quiero que según me vea se le caiga la baba, y que cuando las chicas de la discoteca me vean con él, sientan tanta envidia que quieran quitármelo. Tal vez así se me pase la tontería, viéndole besarse con otra, y que se olvide de mí un poco.

Llego a casa y me doy un baño largo con espuma y sales, me bebo un par de copas de vino tinto para templar los nervios, y me lavo el pelo con esencias de vainilla. Al acabar, me repaso los pocos pelos de las piernas, y me doy una crema corporal por toda mi piel, dejándola reluciente y suave.

Otra vez estoy frente al armario, desnuda, sin atreverme a elegir ropa, pero son casi las siete de la tarde, y debo estar lista. Me pruebo todo, incluso los vaqueros de la talla 36, pero tras diez minutos de lucha, desisto de ellos, e intercambio vestidos, camisetas y conjuntos. Todo me parece horrible.

Repaso las fotos de las amigas de Carlos y Javier, y busco un estilo similar cuando me doy cuenta de que no debo ser el centro de atención. Me pongo un tanga fino de encaje negro, con un lazo coronando el diminuto triángulo en mi pubis, con un sujetador sin tirantes del mismo tono, cojo una camiseta palabra de honor azul oscura, con algo de vuelo a partir del pecho, es tan larga que pienso en ir sólo con ella, a modo de vestido corto, pero me sonrojo al moverme y observar que se me ve todo a cada gesto, así que termino poniéndome un short vaquero que recordaba más largo y grande, apenas cubre mis nalgas y el comienzo de mis piernas, pero me queda de cine y lo lleno de sobra, luciendo unas sandalias cómodas con tacón.

Me seco el pelo al decidir que estoy casualmente preciosa, me hago un recogido juvenil con flequillo flamenco, y me maquillo para destacar los ojos con una sombra de brillantina, es simple y con unos labios rojos es perfecto. Escojo el mismo bolso diminuto que la última vez que me arreglé tanto, y me planto ante el espejo, ansiosa.

Casi se me olvida el desodorante y perfumarme con agua de rosas. Estoy ya sudando y no es el calor que aprieta, son los nervios. Decido llevar un pequeño bote con difusor de colonia fresca, y al ponerme un reloj discreto en la muñeca, una pulsera dorada en la otra, con pendientes pequeños a juego, pienso muy detenidamente en si quitarme los anillos de casados o no, de mi dedo anular. Cuando mi móvil suena, y leo el nombre de Javier en la pantalla, tomo la decisión de llevarlos puestos, y contestar.

– YO: Javier, hola…. ¿Qué tal vas?

– JAVIER: Ya estoy en tu portal, ¿Bajas o aún no estás lista? – algo me dice que le diga que me he puesto mala, que lo anule todo.

-YO. No, ya estoy, ahora bajo. – esta soy yo mandando mi conciencia a paseo.

– JAVIER: Vale.

Suspiro mientras voy apagando luces de casa, y antes de cerrar la puerta y salir, lleno el pecho de aire, y lo suelto de golpe. “Es solo una noche, cena, toma una copa, bailas y le dices un par de consejos para ligar, nada más.”

El ascensor tarda un mundo, o eso me parece. Llego a las escaleras que dan a la calle, y veo a Javier tras los barrotes, ese simple hecho me hace agarrarme a la barandilla cuando bajo, y abro la puerta sin saber qué esperar. La mirada del joven me da toda la confianza que necesito, está boquiabierto, mirándome anonadado, me gusta que primero se fije en mis ojos, pero después me repasa el cuerpo entero, y gira la cabeza juntando los labios, como si fuera a silbar. Me paso el pelo por detrás de la oreja, algo abrumada por su forma de observarme.

Él está tan guapo que me muerdo el labio sin querer, y lo está de forma simple. Lleva una chaqueta de traje azul marino abierta, una camisa negra lisa con los dos primeros botones desabrochados, metida por dentro de unos pantalones de vestir color marrón claro, con un cinturón de cuero y zapatos elegantes negros. Su cara lavada le agracia el rostro, su barba de tres días y su peinado con gomina hacia el mismo lado que se desvía su nariz, le dan un aire encantador a la robustez de su cuerpo y sus facciones duras.

– JAVIER: Madre mía…Laura, estás…perdona…pero estás espectacular. – me da la mano para ayudarme a bajar el último escalón.

-YO: Muchas gracias, Javier, eres un cielo, y tú no vas nada mal tampoco.

-JAVIER: Los consejos que me has dado por móvil me han ayudado un poco, pero no sé.

– YO: Créeme, vas genial.

– JAVIER: A tu lado, me da que no se va a dar cuenta nadie. – le sonrió con ternura, y alzo mis bracitos para recibir mi abrazo. Me mira con cara de no querer estropear mi esfuerzo, como si fuera de cristal y temiera romperme.

-YO: Anda, ven aquí y dame un achuchón. – asiente agradecido, y me rodea con un cuidado exquisito con sus brazos marcados, le beso en la cara y dejo vencer mi cuerpo sobre él. Al separarme me río, le he dejado toda la marca del pinta labios.- Ups, mejor quitamos esto, que si no, si que no se te acerca ninguna.

Quito la mancha con el dedo, y como no sale toda, me lo lamo para seguir frotando, ante su mirada incómoda clavada en mis ojos. Inhalo su colonia, mucha menos cantidad pero fuerte, tal como le aconsejé. Me gusta que sea tan cortés, cualquier otro me estaría comiendo el escote tan generoso que llevo, y al que cuando termino de limpiar el carmín, le dedica una vistazo fugaz.

– JAVIER: Gracias, por esto, y por todo.

– YO: Es un placer ayudarte, y así, sin Carlos en casa, me distraigo un poco.

-JAVIER: Al final se ha ido con la chica esa ¿No? Si ya le decía yo…no sé que le ven. – le tomo del brazo y empiezo caminar.

– YO: Ahora no pienses en ello, hoy sólo importas tú, vamos a cenar algo, luego vamos a un par de sitios que me digas, y bailamos un rato, antes de que te ayude con las chicas.

– JAVIER: Así sea pues.

Adoro el gesto tenue al acariciar mi mano cuando vamos paseando, y llegamos a un pequeño restaurante cercano.

Me pasa como el otro día, temo que la gente nos mire, y piensen que soy una asalta cunas, pero nadie parece fijarse. Sé que no aparentamos tanta diferencia de edad como la que tenemos, y eso me reconforta.

La velada es deliciosa, Javier se comporta de la forma que me atrae, galante, educado y con una cierta firmeza y atrevimiento, me coge de la mano cuando me hace reír, o ante el frío del aire acondicionado me acaba echando su chaqueta por encima, al verme pasarme las manos por los antebrazos desnudos. Eso me recuerda a mi primera cita con Luis, y me incomoda pensar en ello.

Al salir a la calle le devuelvo su prenda, es abrumadora la diferencia de temperatura de finales de primavera, y la agradezco, puedo lucir palmito a su lado. Me aferro a la manga de su chaqueta, para notar las miradas de envidia de hombres y la de hastío de las mujeres.

Caminamos un buen rato hasta llegar a la zona de marcha, una avenida llena de bares, pubs y discotecas. Empiezo a sentir la competencia, las chicas van igual o más descocadas que yo, y eso lo considero complicado de lograr. Me fijo en unos cuantos chicos, sobre todo los que van rodeados de jovencitas, y no me parece que ninguno tenga nada que deba envidiar mi acompañante.

Son las once de la noche, y nos desviamos a una cadena de bares que ponen cosas de picar y cubos baratos con botellines de cerveza helada. Entramos y Javier saluda a un grupo de unos ocho jóvenes, la mayoría chicas, que están sentados dentro. Al verme los varones de la mesa, uno bufa disimulado al estar emparejado con una de ellas, otro pone cara de mono salido y el del fondo parece querer ponerse en pie para colocarse a mi lado, todos vestidos de una forma similar y aburrida. No dejo espacio para dudas, y me pongo al lado de “mi galán”.

Me presenta como la madre de Carlos, no sé qué esperaba, ¿Que se inventara que era una prima lejana o algo así? Todos se ponen algo más serios, pero bromeo un poco con el tema, y al rato soy una más, ayuda pagar un par de esos cubos de cerveza. Me tomo solo una, no quiero emborracharme y ya llevo casi una botella de vino encima, entre el baño y la cena.

Me veo gratamente integrada, hay un par de chicas que me tratan como su mejor amiga, y el del fondo se muestra muy sociable, pero no dejo que se confunda, y meto a Javier en todas las conversaciones, que son alegres pero insustanciales. No me creo que el atrevido y osado chico que me tiene encandilada, sea el mismo que está allí sentado, se muestra tímido y reservado.

Tras unas cuantas rondas de botellines, me dirijo al baño, las chicas me siguen, y mientras nos turnamos, veo, sin entender del todo, cómo cogen sus móviles y posan de forma sensual ante el espejo, haciéndose fotos con posturas casi antinaturales, sacando morritos y enseñando escotes que dejan el mío en ridículo, mientras se dedican apelativos cariñosos del tipo, “Guarri”, “Chocho” o directamente “Puta”.

Comprendo los motivos por los que Javier no está cómodo con estas adolescentes, no encaja en su personalidad, son extrañas haciendo el idiota de joven, y él es casi un adulto, o se comporta como tal. Siento lástima, no puede hacer nada salvo adaptarse o esperar que estas niñas maduren un poco. Regresamos a la mesa y seguimos charlando, conmigo arrastrando dialécticamente al joven que me ha traído aquí.

Pasada la media noche, el local empieza a cerrar. Temo por la estabilidad de alguna de las jovenes al levantarnos, van con unos tacones que me darían pánico llevar a mí, y al menos una lleva seis botellines encima ya. Se las nota al hablar y moverse, no les parece importar mucho ir en mini faldas o con top escotados, y que se les vea la ropa interior.

Camino unos pasos por detrás con Javier, observando a la manada, parece un conglomerado de hormonas y estupidez.

– YO: Entiendo porqué te cuesta tanto, estas chicas no llegan a tu misma edad mental, tienen un pavo que ni el de un corral.

– JAVIER: ¿Tú crees? Es que alguna es guapa, pero…no sé, me parecen un poco vacías.

-YO: Es que Javier, eres muy mayor para la edad que tienes, debes soltarte un poco, y hacer el idiota, como ellos.

– JAVIER: No me sale, si no tengo plena confianza con las personas, me resulta incómodo.

-YO: Conmigo lo haces…

-JAVIER: Contigo.- Dice firme.

– YO: Es un buen punto de partida, dime ¿A quién de estas chicas te gustaría ligarte? – sonríe algo abrumado, pero termina mirando a una de las jóvenes de delante, es rubia y de ojos marrones, delgadita y sin casi pecho bajo un top blanco enseñando el vientre, pero un culo de primer nivel marcado en una minifalda vaquera.

– JAVIER: Es Celia, siempre me han gustado las rubias…- se sonroja al decírmelo, y yo al oírlo me doy por aludida.

– YO: Vale, pues lo que tienes que hacer es acercarte a ella, y preguntarla cómo le va todo, la universidad, su familia, sus gustos…pero no te conformes con un “bien”, ve, y no pares hasta que te diga algo más profundo y privado.

– JAVIER: ¿Pero…ahora? Mejor me espero.

-YO: No seas bobo, ve a por ella ya.

-JAVIER: ¿Pero… y tú?

– YO: Ya me las apañaré, pero estaré aquí para ti. Anda, ve. – le doy una palmadita en la espalda, y le veo acercarse nervioso a la chica.

El chico sociable, Fran, del que no recuerdo el nombre y tengo que preguntárselo, no espera ni tres segundos al ver que Javier se aleja, y se me pone al lado. Trato de ser amable, y el chico se muestra agradable comenzando una conversación algo boba, pero animada.

Es bastante mono, moreno de pelo largo y lacio cubriéndole el rostro, barba tupida con un rostro bonito y ojos de un tono zafiro apagado, muy delgado, con pantalón vaquero y camisa a cuadros. Al mirarle, me recuerda un poco a la imagen clásica de Jesucristo en las películas o los cuadros, pese a que según creo, por aquella época no había caucásicos de ojos azules por Jerusalén.

La sensación que me da de ver a Fran y su relación con el grupo de jóvenes, es que este chico es el segundo al mando de la pandilla, y que está aprovechando que no está Carlos, mi hijo, para tirarle los trastos a todas, y me ha llegado el turno. Eso sí, no aparto mi vista de Celia y su pretendiente.

Mientras andamos y paramos reiteradas veces, buscando un pub donde meternos, observo a mí pobre galán tratando de hacer hablar a la chica. Le ha costado empezar, y se ha tirado un par de minutos caminando detrás de ella, sin decir nada. Cuando lo ha hecho, la chica ha reaccionado con gesto extrañado, le ha sonreído, y se ha girado a seguir a sus amigas de nuevo. Me ha dado ternura cuando Javier no sabía qué hacer, pero luego, con orgullo he visto que volvía a la carga, y esta vez ha logrado captar su atención, y llevan charlando ya un buen rato.

Por fin entramos a un bar, un chico en la calle nos ha dado unos pases gratis con chupito incluido. El local tiene pinta irlandesa, y al entrar nos vamos directos a la barra a tomarnos cada uno un vaso de tequila, mordiendo el limón y lamiendo la sal, yo de mi mano, otros del cuerpo de las chicas, que ofrecen encantadas el cuello o su escote. A mí me quema al bajar por la garganta, hacía casi una década que no probaba la bebida mejicana.

Después, todos se piden una copa, hasta yo, pero pido algo sin alcohol, y me quedo con Fran, medio charlando medio contoneándonos a un lado de la pista de baile, donde nos hemos establecido. La música no está mal, es un poco mezcla de ayer y hoy, y sin querer se me mueven las caderas recordando viejos tiempos, pero mantengo una fachada impertérrita, y sigo vigilando a mi enviado en acción.

La chica, Celia, está encantada con la atención recibida, no me extraña, de todas es la única que no se ha dejado lamer la piel, y no parece la más segura de sí misma. Poco a poco, la charla se va animando, me parece ver algún que otro contacto físico en los brazos, mientras hacían el tonto más que bailar, y hasta ha llegado a apartarla del ruido para poder hablar con calma. La verdad es que siento celos, no voy a negarlo, cada vez que la dice algo y la hace reír, me molesta, y cada vez que acaricia la espalda, un frío glaciar me sube por la columna.

Me bebo mi copa como si de verdad llevara alcohol, y pese a no quitarle ojo, me obligo a centrarme en mí, y pasármelo bien.

Caigo en la trampa y Fran me arrastra a la pista de baile, comenzamos metidos en el bullicio del resto del grupo, me fijo en las chicas e imito sus gestos para no desentonar. Solo algunos, los más laxos movimientos, el resto me dan vergüenza ajena, parece que vayan pidiendo que alguien se las tire allí en medio del pub, con gestos de cadera impropios de hacer en público.

La música se vuelve algo más de mi época, y es cuando me luzco, y doy una pequeña clase de cómo se puede llamar la atención de todo varón sin necesidad de ir enseñando nada, o de poder sufrir una luxación en la cadera. Los minutos y la rotación me hace quedarme con ese joven de ojos azulados, el otro chico está encantado de tener a varias jóvenes para él solo, y la otra parejita del bar ha parecido evaporarse.

Fran y yo nos emparejamos para bailar, dejando un espacio entre nuestros cuerpos, pero el local se empieza a llenar, y la pista está abarrotada, acabando bastante pegados. Gracias a él, hasta empiezo a divertirme, de vez en cuando me coge de las manos y movemos las caderas a la par enfrentados, me hace dar un par de giros sobre mí misma, y cuando se ve con confianza, en una de las vueltas se pega a mi espalda rodeándome con las manos por mi vientre, para luego soltarme como una peonza. Me río, sé que no debería desinhibirme, que estoy allí por Javier, pero cada vez que le miro y le veo susurrando cosas que hacen a Celia sonrojarse y mirarle con ojos amables, me enervo.

Estoy seca, el calor, el bullicio y el ejercicio me hacen empezar a sudar, y se me debe notar. El joven Jesucristo me quiere invitar a beber algo, y se está esforzando tanto en hacer que me divierta, que le dejo. Nos vamos a la barra, pero no hay sitio para los dos, así que me pasa delante, y se coloca detrás de mí, posando sus manos en mi cintura. Podrá decir que es por el agobio de la gente empujando, pero se pega a mi trasero sin disimulo alguno, noto su miembro algo endurecido, y si no es por la ropa, bien podría estar penetrándome de lo encima que está de mí. Me siento incómoda, bastante tengo con Javier, como para que ahora otro joven se crea con derecho a ponerme la mano encima, pero no quiero montar ningún número, me giro un poco, y de cara, aunque algo apretado, entramos los dos.

No disimula, y como es de mi altura, tiene mis senos a su disposición, casi los radiografía cuando me pregunta qué quiero beber, aunque me importa poco. Mi galán acaba de besar a la chica en la mejilla, y están tan cerca uno del otro, con sus miradas fijas en sus bocas, que no tardará en hacerlo en los labios, y una ola de furia crece en mi interior, en forma de calor abrasador. Le digo que me pida una cerveza que me ponen enseguida, él se pide otra copa, que tarda más, y para cuando se la traen, ya me he terminado el botellín, a lo que aparte, pido yo una copa.

Regresamos a la pista, estoy entre enojada y tocada por el alcohol. A duras penas puedo mantener las distancias con Fran, que se toma libertades como atusarme el pelo por el calor, o sujetarme de la cadera al bailar. Le dejo, me siento rara y esos roces me hacen encontrarme mejor, pero no me gusta que sea así. Mi atención se centra en que Javier se acerca a nosotros, Celia ha ido con las demás, supongo que al baño, y al verle venir no sé reaccionar, prácticamente estoy en los brazos de otro.

-JAVIER: Perdona, Fran, pero esta dama me debe un baile. – le dice al llegar a nosotros y apartarle con la mano en el hombro. Al chico no le gusta, claro, se estaba propasando, su mano bajaba ya hacia mi culo, y le estaba dejando, pero accede al ver que me separo de él

– FRAN: Vale, pero luego me la devuelves…- se lo dice medio en broma, pero le cambia el gesto al ver el aburrido “claaaro”, en el rostro de Javier.

Me ofrece su mano, y toma una postura de baile clásica, respondo con gentileza a tan extraña pose, que no encaja en ese lugar, pero se me debe notar cierta ira en la cara. Acomodo mis manos y mi cuerpo al suyo, y danzamos con una prudente distancia entre nuestros torsos, sin sobar ni tocar donde no se debe.

– JAVIER: Perdóname.

– YO: No has hecho nada malo, me lo estoy pasando bien.

-JAVIER: Sí lo he hecho, te he traído a bailar, pero me he distraído con Celia, y ahora Fran…es que te he visto mala cara con él pegado, y pensaba que necesitas que te lo quitara de encima. – casi suspiro al ver que me comprende, que ha sabido leer mi expresión. Pero debo mantenerme firme, tiene que olvidarse de mí, aunque me duela, y esa joven rubia es mi mejor baza, no puedo permitir que mis sentimientos le desvíen.

– YO: Que va, si es muy majo.

-JAVIER: ¿En serio? Suele serlo con las chicas…- su tono es muy peculiar.

-YO: No soy ninguna jovencita novata en estas lides, puedo con tipos como él. – se lo digo, pero no me lo creo, verle a él con esa chica, me hace perder el control.

– JAVIER: Vale, pero de todas formas te debo un baile al menos, me has ayudado mucho…ya sabes, con Celia.

– YO: ¿Os va bien? No me he fijado.

-JAVIER: Pero si no me has quitado el ojo de encima, que pareces mi madre. – nos reímos los dos, me ha pillado pero no me importa, significa que también estaba pendiente de mí.

– YO: Lo siento, es que quiero que te vayan bien las cosas con ella.

– JAVIER: Pues creo que sí, hemos hablado… es muy agradable, y es más lista de lo que creía…bueno…y hemos empezado a darnos besos en la mejilla y eso. Pero no sé si dar el salto y besarla en los labios, no quiero meter la pata ahora que he llegado hasta aquí.

– YO: Lánzate, está deseándolo, pero no seas brusco, ni la fuerces, ve acercándote poco a poco, y cuando la veas mirarte la boca, acaricia su mejilla con tu mano y dale un buen beso…Sabes besar bien, ¿No?

– JAVIER: Sí, no soy virgen ni nada así, tuve una chica en el instituto con la que salía, y me enseñó un par de cosas. – lo dice orgulloso.

– YO: Pues anda, ve y déjala sin aire.

– JAVIER: Muchas gracias…y si Fran se pone muy pesado, dígamelo y se lo quito de encima.

– YO: Para nada, no te preocupes, tú céntrate en Celia, lo mismo te la llevas a casa…- se lo digo con sorna, pero en realidad es pánico.

-JAVIER: Puf, no me digas eso, no puedo llevarla a mi casa, con el piso como está, y Thor por allí.

– YO: Eso está mal…mira, si al final la chica quiere irse contigo, te la llevas a mi casa. – se pone rojo como un tomate solo de imaginárselo, realmente no esperaba que esto funcionara y la perspectiva le ilumina el rostro.

– JAVIER: Qué vergüenza, no sé… es tu casa.

– YO: Por eso te la ofrezco, se la ve con ganas, podéis quedaros en el sofá, o usar la habitación de Carlos, está limpia, y si te da apuro, podéis usar la de matrimonio de mi cuarto. – me duele en el alma ayudarle a estar con otra, pero quiero que ocurra, para poder pasar página.

– JAVIER: Bueno, espero llegar a eso, pero tampoco quiero ir muy deprisa con ella, no vengo preparado…- no le comprendo.

-YO: ¿A qué te refieres?

– JAVIER: No llevo condones, Laura. – se me olvida que la gente los usa, con mi marido nunca los utilicé después de saber de mi esterilidad, y con Emilio…fue una sola vez.

– YO: Mejor me lo pones, de camino a casa hay una farmacia con una de esas maquinas dispensadoras 24 horas. – Javier suspira, está tenso y su forma dulce de guiarme al bailar se tercia algo más abrupta. La realidad de una noche de sexo se hace evidente, y tiene cierto miedo.

– JAVIER: ¿Seguro que no voy a estropearlo todo?

-YO: Seguro no hay nada, por ahora, tú sigue así, la besas, y si la cosa se pone interesante, la invitas a casa.

– JAVIER: De acuerdo…uf, no sé qué haría sin ti. – me abraza por sorpresa, y no es uno de los suyos, tan cariñoso como ordinario. En este noto que me trasmite algo, una sensación de ternura y agradecimiento muy elevada. Evito besarle en la cara para no mancharle de carmín, pero le retengo un par de segundos con los brazos.

-YO: Mucha suerte, Javier.

Tras un minuto de música y silencio entre nosotros, medio abrazados medio bailando, Celia aparece de la nada, y de un salto se coloca a nuestro lado. Al darme cuenta de que está esperando a Javier, risueña y alegre, le suelto y se lo ofrezco a la joven. La pobre está tan ilusionada que no se da cuenta de la cara de asco que la pongo.

Le veo alejarse, sonriéndole de forma falsa, porque de vez en cuando Javier me mira, y no quiero que se preocupe. Asumiendo que va a estar observando, y para que no se distraiga, acojo de nuevo a Fran, que andaba como un tiburón cerca de mí, y volvemos a bailar muy juntos. Sus manos van directas a mi cadera, y yo interpreto mi papel, juego a que me divierto, y hasta logro hacerlo.

Son casi las tres de la mañana y las luces del local se encienden. Me alegro, el joven ya me rodea la cintura con un brazo y sabe moverse al bailar, llevándome a su terreno con labia, y más de una vez creía que me iba a besar cuando se acercaba a decirme algo al oído.

Busco a Javier y le encuentro en una esquina, de espaldas a mí, y con Celia entre él y la pared. Veo las manos finas de ella recorrer sus grandes espaldas, y las de él elevándola sobre su pecho. Para cuando se giran un poco, cercioro que no metía, se están dando un beso apasionado y continuo, con sus lenguas traviesas luchando entre ellas, “Pues sí que sabe besar bien”.

– FRAN: Joder con el Javi, y parecía tonto…- le miro asqueada.

-YO. Es un cielo, me alegro por él. – se lo espeto, como si él fuera la representación de todos los chulos guaperas del mundo.

Me recompongo, Fran no tiene la culpa de nada, no es más que un joven que se esfuerza en entretenerme, y me está haciendo pasar una noche divertida, aún cuando estoy encabronada. Se ha ganado cierta cortesía, que no afecto, de mi parte.

– YO: Cierran ya, toca irse a casa. – digo al grupo cuando nos reunimos. Veo que Celia y Javier van de la mano, Fran no se aleja de mí, y el otro chico no da a basto con las otras chicas.

– FRAN: ¿Irnos a casa? Que va, ahora nos vamos a una discoteca de verdad hasta las seis o así.

– JAVIER: Bueno, eso será si lo desea, puedo acompañarla a casa si quiere irse ya. – la carita de Celia es de niña a la que le van a quitar su caramelo.

– YO: No, ni hablar, hasta que salga el sol, ¡Eh, chicas! – me siguen en un grito coral, la que más, la que va de la mano de Javier, que me mira intuyendo que en realidad no me apetece, pero si digo que me voy a casa, me querrá acompañar, y dejará a su chica tirada por mí.

– CELIA: Sí, por fi, no me quiero ir a casa aún… – se mueve coqueta, para darle un beso cariñoso a Javier.

– JAVIER: Vale.

Salimos a la calle, y el aire fresco me sienta fenomenal, me despeja un poco. Javier aprovecha que Celia se va con las chicas, seguramente a cotillear que tal le va con él, y se pone a mi lado. Caminamos en silencio, con miradas cómplices, creo que quiere agradecerme el ligue. Me canso de esperar a que hable.

-YO: Bueno…parece que te va bien.

-JAVIER: Sí, ha sido…no sé, genial, gracias.

– YO: De nada ¿Y al final…te dejo la casa? – se sonroja un poco.

– JAVIER: Pues… tenía pensado pedírselo al salir del local, pero como Celia ha dicho que no quiere irse a casa todavía, creo que voy a esperar.- casi me doy con la palma de la mano en la frente. Le cojo del brazo y nos separo un poco para tener intimidad.

-YO: ¡Por dios, Javier, que no te tienen que poner un cartel de neón cuando una chica quiere tema! No quiere irse a casa todavía, porque no quiere separarse de ti…está esperando que la invites a ir a dónde sea.

– JAVIER: Ah…. ¡Ahh, claro! Joder, si es que soy muy torpe. – no puedo evitar la carcajada, y él me comprende con sonrisa generosa.

– YO: Un poco, pero ahora no te tires encima suya, vamos a algún otro sitio, seguís con los besos, y acaríciala un poco más osadamente, y cuando lo sepas, se lo dices.

– JAVIER: ¿Saber el qué?

– YO: Que quiere que la hagas el amor esta noche.

– JAVIER: ¿Y cómo lo sabré?

– YO: Lo sabrás.

Le froto el antebrazo y le hago un gesto cariñoso con la cara en el hombro. Tras unos pasos, Celia se separa de las chicas, se queda quieta mirándonos, algo paralizada, pero en cuanto le suelto, se acerca y casi le salta encima, recibiendo su abrazo y un beso de tornillo. “Zorra afortunada”, se me escapa pensar.

Tras preguntar en un par de sitios, encontramos uno que cierra tarde y en el que no hay que pagar entrada. Tanto nos da, cada copa nos sale a catorce euros cada una. El sitio es una discoteca propiamente dicha, bajamos unas largas escaleras con vigilantes vestidos con trajes negros baratos, y abrimos un par de puertas pesadas con ojos de buey, para pasar a un altillo, y notar el golpe de la música. La barra está nada más entrar, con un DJ en medio subido a un altar, y abajo tres camareras, con minivestidos rojos, que bien podrían estar en una pasarela de moda. Pasada esa zona, unos escalones nos bajan a una gran pista de baile, que está a rebosar de gente, y en los cuatro costados hay zonas VIP, con alguna despedida de soltera o cosas así.

Tratamos de hacernos sitio en un lado, para dejar los bolsos y la ropa en unas barandillas, nos cuesta, y solo quedaba libre un hueco, y lo está porque se encuentra al lado de un altavoz de mi altura, que me tapona los oídos casi de inmediato. Me llevo el susto del día al ver que sale disparado un chorro de humo del techo que apesta a químicos, me dicen que se supone que es para dar ambiente, yo toso agobiada.

Aquí se acabó la buena música antigua, mezclada con cosas nuevas, que ponían en el pub, es un salto canción tras canción entre electrónica, latina y los hits del momento, cuando no lo es todo a la vez. Me saturo y me alejo de la zona metiéndome en medio de la pista, craso error, Fran lo interpreta mal y me sigue, continuando donde lo habíamos dejado, con él muy pegado y metiéndome mano con cada vez más atrevimiento, sacándome sonrisas y haciéndome bailar. Tengo que reconocerlo, en mi época, antes de Luis, ese joven ya se hubiera ganado un tórrido beso y más, es la situación la que me desagrada, no él, que hace de todo para que me sienta bien.

En mis vistazos de rutina, Javier nos ha seguido a bailar, pero Celia tiene un acompañante más casto y sensible. La trata con una dulzura exagerada, creo que por eso la chica está algo confusa, se lo leo en la mirada, está deseando que tenga un arranque pasional, y si no lo hace pronto, la va a perder. Aprovecho un cambio de canción para llamar su atención sutilmente, no tarda ni dos minutos en echarme un vistazo, de los que suele para comprobar que estoy bien, y le insto con un gesto a que la coja del culo, es algo casi cómico. Abre los ojos entendiendo lo que digo, pero no dando crédito, yo le miro a los ojos y asiento, firmemente. Mira al techo, un conglomerado de tuberías y luces LED, con flashes de colores que te dejan ciego, y toma aire. Casi la levanta del suelo cuando la besa y le aprieta del trasero con ambas manos. Me tapo la cara pensado en lo burro que es, pero la chica abre los labios gratamente sorprendida, se aferra a su nuca, y el término correcto es “le come la boca”. A partir de ahí, la cosa va sola, están tan metidos en acariciarse y besarse, que se olvidan de todo. Es complicado con tanta gente, pero logro ver cómo aprieta sus nalgas, y si la carrera de ciencias sociales que estudia no fructifica, le auguro un buen futuro de masajista.

Los celos siguen ahí, pero estoy calmada.

Fran sigue a lo suyo cuando me despreocupo de la parejita, en cuanto noto que su mano baja más de lo debido hacia mis shorts, giro sobre mi misma y sigo bailando. Ya sin estar pendiente de nada, me centro plenamente en divertirme, y ese joven se ha ganado a pulso un coqueteo leve. Me suelto la melena un poco y le regalo unos minutos de mi yo más salvaje y olvidado. El pobre se ve sobrepasado, no sabe actuar, y se pone nervioso cuando froto mi cadera contra él. Me da lástima, un poco, si hubieran sido otras circunstancias, quizá hubiera llegado a algo conmigo esa noche, no es que quiera, pero tengo la cabeza hecha un lío y no me hubiera importado darle un repasito. En cambio, lo que hace es agarrarme de culo, como si agarrara una lata de refresco, y de golpe todo lo que había logrado se difumina, pienso en que es amigo de mi hijo, y en que la lengua de un adolescente es muy suelta. Le doy tal bofetada con la mano abierta que hasta suena por encima de la música, los de alrededor se quedan atónitos, y me arrepiento enseguida al ver cómo sus ojos azules se cristalizan. Le pido disculpas y, llevándomelo a una esquina, hablo con él tranquilamente. Le explico que se ha pasado de la raya, y que me disculpe por haberle pegado.

Al final termina dándome un abrazo y pidiéndome perdón. Se va con las otras chicas, y al rato desaparece, me dicen que se ha ido a casa. Me siento muy mal, y me uno al grupo, pero Javier aparece y trata de hablar conmigo, no le oigo casi nada, así que le llevo al mismo sitio en el que hablé con el otro joven.

– JAVIER: ¿…te decía, que qué ha pasado con Fran?

– YO: Nada grave, se ha pasado de listo y le he tenido que aclarar las cosas.

– JAVIER: Lo siento mucho, Laura, no creía que se atrevería a nada.

-YO: No es culpa tuya, si no suya, y espero que con esto aprenda la lección, no es que sea la madre de su amigo, es que tiene que saber comportarse, que tenga labia no le da derecho a cogerme del culo.

– JAVIER: ¡¿Que ha hecho qué…?! ¡Yo lo mato! – sonrío y le calmo, parece dispuesto salir a la calle tras él.

-YO: Que no pasa nada, Javier, ya está solucionado, te dije que sabía tratar a esos tíos…además, ¿Tú qué haces aquí, y Celia? – bufa un par de veces, y se centra en mi mirada.

– JAVIER: Bien…sí, de hecho, al final ha sido ella la que ha pedido que vayamos a algún sitio más tranquilo…- no sé si el colorado de sus mejillas es por la situación, por el enfado con Fran, o por el par de copas que se le notan encima.

– YO: ¡Genial! Me alegro por ti…pues te la llevas a mi casa, sin problema alguno, ¿Vale?

– JAVIER: Estoy muy nervioso, nunca he hecho esto así.

– YO: Es un tópico, pero ahora que ya has logrado ligártela, es lo más fácil del mundo para ti, se tú, eres un galán respetuoso y caballero, eso siempre gusta cuando estás a punto de acostarte con un hombre.

– JAVIER: Vale, pues, no sé, iré con ella y…nos iremos.

– YO: Cuando os vayáis a ir, pasa a despedirte y te doy las llaves.

– JAVIER: ¿Y tú…que harás o como entrarás luego?

-YO: Ya me las apañaré, os dejaré tiempo para que acabéis…además, hay unas llaves de emergencia escondidas en el rellano, no te preocupes. – le doy unas palmadas en el pecho, parezco más ilusionada que él incluso.

Volvemos al grupo juntos, y pese a que no dicen nada, noto que todos se alejan un poco de mí, el número de Fran me ha costado que me vuelvan a ver como a una madre, y no como a una amiga.

Eso no es del todo negativo, al verme desplazada, una serie de buitres carroñeros que pululaban a mis alrededores, se lazan a por mí. Yo me hago la estrecha, y les doy calabazas, pese a que alguno logra sacarme a bailar, y regresa cada poco con otro intento. Es ciertamente irónico que casi todos me entren a mí, teniendo a las chicas de una edad más cercana a la suya allí mismo, o el local esté lleno de otras mujeres libres.

Me sube el ego bastante sentirme superior a todas esas jovencitas hermosas, que me dedican miradas llenas de desdén.

Javier al final se acerca, con Celia de la mano, escondida detrás de él, parece darle vergüenza que se note lo que van a hacer. No hay dialogo, o si lo hay, no lo escucho por la música. Le paso mis llaves de forma discreta, y suelta a su chica para darme un abrazo gigante, que me incomoda un poco, sé que me lo da por ayudarle, y pese a que necesito que se aleje de mí en brazos de ella, me duele que eso pase. Le beso la mejilla, y me despido de la chica con una mirada de “Trátalo bien, que vale su peso en oro”.

A los diez minutos el resto de chicos se van, varios de ellos están muy borrachos para seguir de fiesta. Trato de irme con ellos, pero es que literalmente me agarran del brazo la panda de buitres para que me quede. Pienso que si me voy ya, voy a estar sola en la calle un par de horas ya que no puedo ir a casa, y si están tan dispuestos, puedo sacarles unas copas gratis y hacer tiempo, ya que pensar en lo que durará Javier en la cama me turba la mente.

Creo que me he metido en un lío cuando, en menos de media hora bailando, paso por las manos de seis jóvenes, a cada cual más divertido o atrevido. Me doy cuenta de que se ha puesto de moda rodearte la cintura con el brazo cada vez que te hablan al oído, y de que las manos bajan según pasa el tiempo. Todos se hacen fotos conmigo, bromean o me piden besos en la mejillas, se los doy a quien se los gana sacándome una sonrisa, otros piden dármelos a mí, pero mantengo las distancias, pese a que hay un par de chicos que son muy guapos, me dejo camelar sólo hasta cierto punto.

Me invitan a unos cubatas, que bebo despacio para que no me suban, pero van tan cargados que me afectan un poco. Me doy cuenta de que la pista se ha despejado bastante, y que salvo algún que otro grupo disperso de chicas, soy la última “pieza de caza” que queda, y no me faltan acechadores. Contrariamente a lo que esperaría, esta situación me agrada, hacía mucho que no me sentía tan deseada y admirada, una cosa es que te miren por la calle o en el trabajo, y otra saberte manejar ante el atrevimiento de tantos hombres, que tratan de conquistarte.

La música sigue, y pese a un ambiente más relajado, según hablo con uno, otro me coge de la cintura sacándome a bailar, demostrando un gran movimiento de caderas y saber llevarme. Cuando acabo con él, otro me lleva a la barra a susurrarme cosas bonitas al oído, y si se calla un instante, uno de al lado me enseña un truco de magia barato, que me hace reír, para volver a ser arrastrada a la pista y contonearme muy pegada a otro desconocido. Son casi las seis de la mañana, y es cuando mejor me lo estoy pasando.

Al acabar la segunda copa, el DJ, que me ve tan alegre, pide que me suba a la barra a darlo todo. Me da vergüenza, pero ante la insistencia de mi público, y un par de chupitos de algo dulce, que me hace reír sin parar, acepto. Uno de los más fornidos me coge de la cintura, elevándome sobre la barra de un tirón, y empiezo a moverme al son de una música sexy que ponen. Recibo silbidos, piropos, y alguna grosería, sin contar los que intentan tocarme, juego con ellos azotándoles en las manos, algo traviesa, y sigo meneándome, levantando un poco la camiseta enseñando el ombligo, o agachándome para marcar todavía más el trasero bajo los shorts, con mis largas piernas brillando por el sudor. No me reconozco al pensar en quitarme el top, y paro, tranquilizándome un poco antes de jugar a ser stripper.

Al acabar la música, recibo un aplauso atronador. Un par de chicos me ayudan a bajar con elegancia, parezco una diva, y termino en la pista de baile de nuevo, pensaba que se había acabado la noche, pero ponen un par más de canciones, en que los hombres a mi alrededor queman sus últimas naves. Yo quiero bailar, así que los charlatanes quedan relegados, y al final quedan sólo dos jóvenes, tan apuestos como diferentes entre ellos, haciendo un emparedado sensual conmigo.

Uno de ellos es alto, delgado y con ojos verdes, bien afeitado, pelo rubio despeinado, y cara redonda. Pese a que se mueve bien, el aliento le apesta a ron, lleva una camisa a rayas manchada de bebida y un pantalón negro sucio, con pinta de haberse caído al suelo. Al rato se da por vencido cuando trata de hablarme, y casi vomita.

El otro es un chico guapo a rabiar, de unos veintimuchos, o treinta y pocos. Rubio con el pelo engominado de punta, muy corto, también afeitado, ojos pardos y cuerpo fornido, llenando de músculos a reventar una camisa blanca, con pantalones vaqueros piratas. El único pero, es que es bajo, creo que si me quito las sandalias seremos de la misma altura, pero no es mucho, y la forma de moverse en los ritmos latinos me sonroja.

Nuestros gestos comienzan a ser obscenos, se pega a mi pelvis y frota su paquete contra mí, pero lo hace de una forma sutil, y me arrastra a su cadencia, “obligándome” a seguirle el juego. Sin darme cuenta, nuestros cuerpos son uno, moviéndonos al son con amplios y veloces gestos circulares, subiendo y bajando las caderas doblando las rodillas. Me voy calentando al apurar la copa en mi mano, esto es casi follar, y no me separo ni un ápice. Me ha rodeado la cintura con sus brazos, y no hay espacio entre nuestros torsos, mis senos se elevan al friccionar contra su inflado pecho, y hasta tengo que girar la cara para no darme de bruces con sus labios, que hace rato me buscan. Estoy notando un calor creciente en mi ser, apartándome la larga melena rubia con giros de cabeza sensuales, y mis dedos se han pegado a sus poderosos bíceps.

Me río, a cada canción eterna, me parece que se va a acabar la fiesta, pero ponen otra y el chico me sorprende con un paso de baile diferente, siempre con el mismo erotismo. Le sigo en todos, se ha convertido en una batalla para ver quién tiene más aguante, y no voy a ser yo quien me rinda. Sus manos me repasan entera, es firme pero no se la juega, roces leves por mi camiseta, o por mis piernas, soy yo la que le atrae de la cadera, tirando de su pantalón, y bailo con las manos metidas por dentro de su camisa. Él aprovecha, y alza los brazos detrás de la cabeza, la camisa es ceñida y se levanta casi hasta el pecho, dejando un vientre trabajado de gimnasio sin un solo pelo, con tableta dura bien apetecible y mostrando el músculo de la pelvis apuntando a su entrepierna, siempre me ha excitado ver así de marcado esa parte de cuerpo masculino. Tiene el torso tan apretado, que paso las manos por él, mordiéndome el labio.

La canción cambia, y me da la vuelta para pegarse a mi trasero, poniendo sus manos a ambos lados de mi cadera, y su miembro, bien duro, en mi trasero. Por alguna razón, que Fran hiciera exactamente lo mismo hace unas horas, me molestó, y que lo haga este chico, me pone cachonda a más no poder. Seguramente sea el alcohol, y saber que sí llegaba a algo con el amigo de mi hijo, sería el hazmerreír de la universidad de Carlos, mientras que si pasa algo con el adonis ante mí, no lo sabrá nadie.

No me creo verme así, me he pasado gran parte de la noche mirando a chicas dar vergüenza ajena por su forma de restregarse como guarras, y ahora mismo lo que hago es rememorar lo que hacían para dárselo a este desconocido. Si, se puede llamar bailar, pero lo que hago es dejar que me de “topecitos” con su paquete en el trasero, me aleja medio palmo y arremete sin parar, para colmo, saco el culo y trato de hacer fuerza contra él. Alguna que otra vez, muevo la cadera, pero es casi por disimular cuando escucho cada golpe en mi culo, y noto cómo retumba todo mi cuerpo.

Me pega a su pelvis, deja de darme “caderazos” y empieza un movimiento horizontal circular, muy lento y sensual, que me veo “forzada” a seguir, con la nuca apoyada en su hombro izquierdo, sintiendo su respiración agitada en mi cuello. Al soltarme comprueba sin rubor que mi cintura acompasa los golpes pélvicos que empieza a darme, y mete sus manos por dentro de mi camiseta, acariciando mi vientre, palpando el sudor y la excitación que tengo. Cierro los ojos y me dejo ir, llevo mis manos a su cadera para que no se separe ni un milímetro, y gozo de la sensación del momento, rotando mi pelvis junto a la suya.

En cada golpe musical recibo el impacto de su miembro, solo pienso en que sin ropa, ya me la estaría metiendo, y no me importaría en absoluto. Son ya tan obvios y fuertes son “enculamientos”, que si no me tuviese bien sujeta del torso, me caería al suelo. Me empieza a susurrar cosas, diciendo que bailo genial, que sé moverme muy bien, que no hay mujeres como yo, que soy preciosa y que le encantaría comerme a besos. Sonrío porque podría recitarme el abecedario, que me encendería igualmente. No puedo más, estoy jadeando, y mi cintura acepta con gusto el ritmo pausado de sexo de la suya, giro la cara rogándole con la mirada algo, que ni yo misma sé. Él sonríe, saca una mano de mi torso y aparta un mechón de mi pelo rubio para besarme en el cuello. Me derrito al instante, alzo mis manos por encima de mi cabeza y aprieto de su nuca contra mí. Noto cómo sus labios me queman, chupándome la piel, provocándome un suspiro de placer.

Puedo escuchar un leve “Ohhh” de fondo, deben de ser el resto de buitres al comprender que este trozo de carne ya tiene dueño. Así me siento, un trofeo que se ha ganado un joven, del que no me sé ni el nombre.

Termina haciéndome un chupetón del tamaño de una galleta en el cuello, cerca de la clavícula, sin dejar de acariciarme con sus manos. Ya más atrevido, se lanza a por mis senos, y baja la cadera para que, en vez de atrás hacia adelante, sienta su paquete de abajo a arriba, casi poniéndome de puntillas al levantarme los glúteos. Por si fuera poco, me agacho un poco pegándole mi trasero a su miembro, quiero que sepa que soy suya, y que me puede hacer lo que quiera esta noche. Baja sus manos hasta mis shorts, amaga con palpar por encima de mi pubis, pero baja hasta mis muslos, mientras sigue besándome en el cuello, susurrándome que estoy muy buena, que me va ha hacer sentir mujer, y que me va a destrozar. Le sonrío coqueta.

Tras el beso mil en mi piel, me giro sobre su pecho, le agarro de la nuca y baja sus labios a mi escote, es glorioso pensar que me va ha hacer lo mismo que Javier le hizo a Celia, y no me defrauda. De inmediato, sus manos me cogen del trasero, pero no es tan fuerte o bruto como él, lo hace suave y con calma, saboreando el pedazo de paraíso que tiene entre las manos. Me veo tentada a decirle que es por el gimnasio, cuando me dice que tengo el culo más duro que ha sentido jamás.

Tras alzar la mirada un instante, y mirarnos a los ojos esperando que me bese, me acerco yo a su boca. Me recibe encantado, y descubro que el pico inicial ha pasado a mejor vida, me mete su lengua hasta la laringe, y me cuesta seguirle el ritmo doblando la espalda hacia atrás, pero sus manos en mi trasero no me dejan opción y rodeo su cabeza para tranquilizarlo, y enseñarle un poco de sensualidad. Aprende rápido, o se adapta, notando que sus manos suben por mi espalda, acariciando mi piel desnuda, hasta mi sostén sin tirantes. Juega con él hasta que de un tirón me lo saca, tengo más pecho que el sujetador copa, así que sale disparado facilitándole la tarea, y se lo mete en el bolsillo.

-YO: ¡Oye, eso es mío! – digo sonrojada en una carcajada. La discoteca está casi vacía ya, pero me da vergüenza que alguien nos haya visto.

No me contesta, mete sus manos de nuevo por dentro de mi blusa, y una de ellas sube a mis senos, que al contacto con sus dedos me provoca una oleada de excitación. Ladeo un poco el torso para facilitarle la labor, y lo agradece trasteando con mis pezones, que están tan salidos y sensibles que suspiro por no gemir. Me pilla por sorpresa, me da un cachete en la nalga izquierda, que me hace soltar un grito mudo. Cuando abro los ojos, le veo irse tranquilamente a las zonas VIP, y tras mirar varias, se mete en una. Me quedo algo confusa, pero pienso en que quiero mi sostén, y voy tras él.

Según entro por las cortinas rojas de la única entrada, le veo con él en la mano, mirándome con rostro travieso, en mitad de una sala azul vacía, con sofás de diseño grises pegados a las paredes, y una mesa baja de cristal a un lado, llena de botellas, vasos de tubo y copas. Me acerco riéndome, pero firme para cogérselo de la mano, y lo aparta en un último momento. Entiendo que me ha traído hasta aquí, y me hará sufrir para recuperarlo. Trato de volver a cogerlo, pero me lo esconde, hasta que le tengo encima, me sujeta de las manos, y me besa otra vez. Le sigo el juego, se guarda mi sostén y me coge de nuevo del trasero, va andando hacia atrás hasta que se topa con uno de los sillones, se deja caer lentamente sin dejar de “morrearnos”, y tira de mí para que me monte a horcajadas sobre él.

– YO: Ya te vale, anda, dámelo.

Sigue sin hablar, dice que no con la cabeza, y hace un gesto claro de que me levante la camiseta. Me cruzo de brazos con rostro serio, pero él hace lo mismo, indicativo que o lo hago, o no me lo dará. Cualquier otro día le cruzo la cara y me iría a casa, pero es pensar en Javier en mi piso, junto a Celia, y mi cabeza se evade de la realidad.

Cojo del bajo de mi top palabra de honor, mirando de reojo confirmo que nadie nos ve con las cortinas bajadas, y ruborizada, lo levanto un poco y lo bajo. El joven saca los morros y dice que así no vale con la mirada, que le dé más morbo. Me río por caer en algo tan obvio, pero me alzo un poco y empiezo a moverme eróticamente al son de la música de fondo, amago un par de veces hasta el vientre, y al final, me la saco por la cabeza.

El pobre bufa, la riada de pelo rubio cayendo por mi hombros debe mejorar la imagen de mis pechos, que pese a la edad aún miran al cielo, y son bastante firmes, con los pezones rosados y grandes, y ahora mismo, también duros. No tarda nada en agarrarlos con las manos.

Sigo contoneándome y degustado la dedicación que pone en cada caricia, es algo brusco, pero su mirada hipnotizada me da una oportunidad. Me acerco a él, y me alejo repetidamente, dejando mis pechos al alcance de su boca, a cada amago estoy más cerca, y al quinto envite no me da tiempo a retirarme y me chupa uno de los pezones, quiero pensar que ha sido eso, porque reconocer que estoy con el torso desnudo dejando que un desconocido me chupe las tetas para que me dé mi sujetador, es demasiado para mí. La realidad es que una vez que ha empezado, me está regalando un trabajo bucal excelente, y le aprieto contra mi pecho. Pero el descuido llega, cierra los ojos mientras me succiona como un bebé, y mi mano busca en su bolsillo, apunto estoy de sacar el sostén cuando se da cuenta, y me coge de la muñeca.

Su cara de “La has cagado”, me pone nerviosa, pero sonríe, eso me tranquiliza. Pongo cara de niña buena, pero noto sus manos ir a mis riñones, meterse por los shorts, y tirar del hilo del tanga. Le comprendo, ahora también quiere mis braguitas. Río nerviosa diciendo que no, y me pone cara de que es culpa mía por haber hecho trampa. Estoy a punto de terminar con esto, levantarme, ponerme la camiseta e irme tal cual, cuando se saca del bolsillo mi prenda, y la huele de forma perversa. Es un cabrón, lo hace a sabiendas de que una mujer adulta como yo no dejará que un niñato se quede su sostén, y regresar a casa sin él es la prueba de que estoy afectada por lo de Javier. Me muerdo el labio, rendida, y me tumbo a su lado, desabrochando el botón del pantaloncito. Me para, y me señala el centro de la sala.

– YO: No, si encima querrás que te haga un bailecito…- el pícaro sonríe, y asiente.

Suspiro recostada, tenía ganas de divertirme, ¿Acaso esto es lo que se hace ahora? No me lo pienso mucho, creo que por el alcohol, y me pongo en pie. El chico rompe a reír porque no se lo cree. Me planto ante él, y doy rienda suelta a mi imaginación, me tapo un poco los pechos, pero al final los dejo libres y muevo la cadera como él me ha hecho moverla hace un rato. Recuerdo mi paso por encima de la barra, y lo que paré, lo recupero, y se lo doy.

Me acerco a él tras un minuto, y me dejo caer de cara sobre su cuerpo, lame mi piel y se centra en uno de mis senos, pero acabo besándole para dejarlo sin aire mientras noto en mi vientre su paquete a punto de reventar. Me deslizo hasta ponerme de cuclillas ante él, amagando con una caricia a su abultada entrepierna, y me giro para colocarme. Alzándome, y sin dejar de mover el trasero ante sus ojos, abro los shorts, paso mis dedos pulgares por la circunferencia de mi cadera, y los voy bajando con cierta dificultad ya que me quedaban prietos. Al llegar a medio muslo caen solos al suelo, y los dejo a un lado junto a mi camiseta, cuando noto un cachete brutal que casi me tira, no puedo culparlo, mi culo en tanga tan cerca de él es demasiado para controlarse. Me giro y le digo que no se toca, con gesto travieso.

– YO: Si quieres mi tanga, vas tener que quitármelo. – “De perdidos al río”, para qué engañarme, estoy deseando ver dónde acaba esto.

Se mueve veloz, me coge de la cintura y me sienta en su regazo, me estiro sobre él usándolo de cama, y noto sus manos en mis senos, cómo retuerce los pezones y me besa en el cuello. Es tremendamente excitante sentir sus vaqueros luchando por contener su miembro en mis nalgas desnudas. Su mano derecha baja por mi vientre, y llega a mi pubis, sentir su mano por encima del tanga me eriza la piel, pero es cuando mete sus dedos por dentro y palpa mi vagina con cuidado, cuando casi exploto de placer. Sus dedos abren mis labios mayores, que noto empapados, y me abro algo de piernas para ayudar a que me meta un dedo hasta el fondo de mí ser.

Estoy en una nube tras unos segundos, sus caricias y sus besos en mi piel me dejan a su merced, me está masturbando un extraño que no conozco ni me sé su nombre, y solo puedo pensar en que su polla sea bien dura, para que cuando me la meta, me haga delirar. Apoyo bien los pies y elevo la cadera para tirar de mi prenda intima, lo único que llevo puesto salvo las sandalias con tacón, y me lo bajo hasta los tobillos con el culo en pompa sobre sus piernas, sintiendo sus manos cogiéndome de las nalgas, y besándolas con delicadeza. Las separa e inspira el olor a hembra necesitada que desprendo. Recoge del suelo el tanga, y se lo guarda, no sin antes inspirar profundamente en el triangulito donde estaba mi sexo hacía unos segundos.

-YO: ¿Y ahora? – pregunto estúpida, estoy desnuda delante de él, y quiero que me posea.

Se pone en pie, y me sienta, se pone en mi posición anterior y empieza a bailar. Cuando se quita la camisa, entiendo que me va a regalar lo mismo que le he dado, un baile. Su tórax brilla y está tan marcado que sus espaldas tienen músculos que desconocía.

Empieza a quitarse el pantalón al rato, con gestos sensuales, y al bajarlos, muestra unos calzoncillos slips blancos con un bulto considerable. Me quedo perpleja al ver sus muslos, parecen de mármol. Sigue contoneándose y se acerca a mí, algo juguetona, le digo que no quiero tocarle cuando se ofrece, pero coge mis manos y las pasa por su vientre y su pecho. Al tacto, pareciera que va a estallar la piel de lo apretada que está. Se mueve con garbo, y me está gustando mucho imaginar que haga esos gestos penetrándome. Se gira, y pasa mi mano entre sus piernas, para tocar su vientre, e ir bajando, y al tocar su miembro, me preocupo, aquello parece enorme.

Se da la vuelta con rapidez, mostrándome su culo, que no desmerece al resto, y se baja los calzoncillos, casi me da un patatús cuando se da la vuelta tapándose con las manos algo que casi no abarca. Me vengo arriba, y ya lo dos desnudos, me pongo en pie y le beso. Me rodea con sus brazos y me coge del trasero, piel con piel, noto su falo apretado contra mi vientre y acaricio su cuerpo de levantador de pesas.

Me alza y me posa en el sillón tras pelear con nuestras lenguas, me come el cuello y los senos, aprecio que sabe dónde tocar y me enciende cada vez más. Al llegar a mi pubis, sus dedos hacen algo que explota en mi interior, y gimo retorciéndome. Es cuando noto el peso, su miembro está posado lateralmente en la entrada de mi vagina, y al mirar, me quedo blanca. Es el aparato reproductor más grande que he visto, el de Luis no le andaría lejos en longitud, aunque este no bajará de los veinte centímetros y mi marido no llegaba, lo que me da pavor es que tiene un grosor de uno de esos vasos de tubo que hay en la mesa de cristal, creo que más, pero puede ser por la impresión.

De inmediato, digo que no con la cabeza, y poso mis manos en su pecho, alejándome de él. Es fuerte, y no me deja irme lejos, tampoco me fuerza, sigue acariciado y besándome por todo el cuerpo, allí donde nadie me había besado nunca, me susurra que esté tranquila, que lo hará con cuidado, y que no me preocupe, pero no logra calmarme mucho. Siempre que he visto algún vídeo guarro, de esos que te pasan en la oficina, de un miembro de ese tamaño, he pensado que si llego a encontrarme algo así, saldría corriendo, pero aquí estoy, dejándome hacer, con miedo a que me parta en dos, pero con ganas de probarlo.

Son sus caricias las que me distraen, vuelve a masturbarme, y tal como lo hace, me provoca una sensación constante de placer. Se acerca a su ropa, y saca un condón, estoy tan paralizada que no le digo que no hace falta, aunque luego pienso que con un tipo así, más que un embarazo no deseado, tener en cuenta las ETS no está mal. Se lo pone con una habilidad pasmosa, y se recrea en mis senos, lamiéndolos hasta que no puedo evitar acogerle entre mis piernas.

Noto el primer intento de penetrar pasado un instante, pero es al segundo cuando acierta, y me introduce más de la mitad de un solo empujón. No me extraña, debo estar tan mojada que el sofá se va a echar a perder. Es a partir de ahí, cuando noto la tensión, un polvo rápido con Emilio no destacó una cañería que llevaba años cerrada, y que nunca alojó algo de este grosor. Con un cuidado que agradezco, la saca y vuelve a metérmela con calma, y esta vez gimo alterada, le rodeo con los brazos y creo que le araño la espalda.

– YO: ¡Madre mía, me partes! – sonríe pícaramente, debo tener la cara de una niña pidiendo clemencia en su primera vez. Acaba besándome con lujuria.

A la tercera embestida me retuerzo, me recuerda al día que parí a Carlos, pero en vez de salir, entran. Los gestos que hace son como oleaje, me agarra de la cintura y tras la cuarta y la quinta vez, ya no me duele, pero sí noto un placer nuevo, o más profundo, mejor dicho.

Desde este momento, demuestra que sus dotes de baile son aplicables, y con una cadencia, a una velocidad que crece exponencialmente, me está follando a su antojo. Deliro como nunca antes, ni con Luis y el amor que le tengo, o le tenía, esto es algo nuevo, y me encanta. Acabo abriéndome de piernas a más no poder para soportar las riadas de placer que recorren mis sentidos, me sujeto la cabeza y noto mis senos rebotar al son de sus golpes de cintura, sintiéndome llena y complacida, de formas que nunca creí posibles. Miro abajo, veo asombrada que la saca y la mete entera cada vez, es glorioso, observo mis labios vaginales resbalar por todo su tronco, y él comienza a disfrutarlo con gemidos de animal en celo, mascullando que soy la mujer más preciosa que se ha tirado jamás.

Para un segundo cuando jadeo tanto que creo que me ahogo, cambia la postura y pasa de agarrarme la cintura a rodearme con un brazo por los riñones, despegándome del sofá, y me encuentro en vilo abierta de piernas, unida únicamente a su miembro y su antebrazo en mi espalda. Se apoya en el respaldo y me hace subir y bajar como una muñeca, y esta vez siento que me llega tan dentro que me va a matar. Me agarro a su nuca, y para mi asombro, acompaso hacia abajo, dándolo todo, notando que me está expandiendo por dentro, y besándole cuando me siento extasiada, sintiendo su respiración rítmica, y el sudor cayendo por nuestros cuerpos.

Me agarra de las nalgas pasado un rato, y ahora me sube y me baja para su deleite personal. De vez en cuando me lame los pechos, pero están tan sueltos al ritmo de su cintura que es complejo. El sonido del “chop” de nuestros sexos chocando es continuo, y va aumentando de fuerza y ritmo, hasta que empiezo tiritar. Me resisto, pero grito o me muero allí mismo, así que suelto un alarido abrumador, y noto mi cuerpo entero temblar y convulsionar, la piernas se me estiran desde la cadera hasta la punta de los dedos con una vibración en la cara interna de los muslos que me hace avergonzarme. Él esta agarrándome, riéndose del orgasmo más brutal que he tenido nunca durante la penetración con alguien.

Lame de mi cuello pasando sus manos por detrás de mis muslos, y con cierto esfuerzo se pone en pie conmigo colgando de su nuca y mis piernas apoyadas en sus hombros, me asombro al ver que me deja caer contra una pared, sin cambiar de postura, hasta que su miembro me vuelve a perforar. Acomoda los cuerpos, y me suelta hasta quedar encajada a la perfección, sintiendo tal latigazo en la espina dorsal al notarle dentro, que casi me vuelvo a correr de sentir su falo abriéndome otra vez. Literalmente está empotrándome contra un muro, con mis tobillos por sus orejas, y creo que si sigue así me va a partir por la mitad, llego a rozarme las rodillas con los pechos de las acometidas que me da, y pese a que la postura es incómoda, el placer es indescriptible.

Tras unos minutos se cansa, y me baja, pasa las manos por los muslos desde atrás y me hace dar un salto para montarme sobre él, rodeándole con las piernas. Me besa mientras orienta su miembro y me lo vuelve a clavar sujetándome del culo, y de nuevo, reboto a su gusto, queriendo no dejar de sentir su miembro friccionándome. Echo la cabeza hacia atrás poseída, aprovecha para lamer mis senos, justo entre los dos, y me vuelve a apoyar contra la pared, es demencial sentir que te clavan con esa virulencia.

No tardo ni cinco minutos y rompo a gritar otra vez, el espasmo es tan grande que creo que me ha dado un ataque epiléptico, no tengo control sobe mi cuerpo, y gracias a dios, veo que empieza con penetraciones más largas y pausadas, bufando como un toro.

– YO: Sácala. – imploro.

Asiente, y me da tres golpes de cadera que me elevan, estirando el placer residual. Me deja en el suelo pero caigo rendida, se quita el condón y agarro aquel mastodonte de carne, masturbando con firmeza. Ya da cabezadas y a las pocas sacudidas revienta expulsando semen, pareciera que llevara años sin eyacular, el suelo y un sillón quedan manchados, con bramidos saliendo de su garganta.

Se sienta cogiéndome de la mano tras tomar aire, la forma de su boca ovalada, con los labios salientes, bien me recuerdan a los musculosos del gimnasio, cuando han hecho un gran esfuerzo pero hubieran levantado cien kilos con suficiencia. Me arrastra a su regazo y me besa, forzando a seguirle en su depravada sesión de sexo. Mete su mano entre mis muslos ante mi sorpresa, y recoge mis flujos vaginales, ante mis ojos, se lame los dedos y me dice que estoy deliciosa. Es algo novedoso para mí, hasta me da reparo, pero después de la follada que me ha pegado, no voy a criticarle nada.

– YO: Eres un animal, me has dejado rota. – susurro mientras me chupa el cuello.

Baja a lamerme los pechos, y lo hace acelerado, parece que su tórax fuera a explotar con una respiración agitada, y me trata con cierta brusquedad. Supongo que la sensación de chupar un seno siempre calma a los hombres, y se va sosegando. Trato de levantarme, pero tira de mí, pellizcándome los pezones un poco, riéndose a carcajadas.

Me quita de encima al minuto, y empieza a vestirse, yo recupero el aire un instante sentada en un sofá, me duelen mis paredes vaginales. Cuando me voy a vestir, y quiero pedirle mi tanga y mi sujetador, el chico ha desaparecido. La cabeza me da vueltas, me pongo los shorts y la camiseta, y me voy a un baño anexo. Me lavo como mejor puedo, y salgo a buscar a mi adonis particular.

Un grupo de gente dispersa me mira con ojos perversos, no esperaba que me hubiera escuchado follar media discoteca, tampoco es que me esperara semejante macho cabrío.

Me acerco a preguntar a las camareras, que están recogiendo, que con sonrisa cómplice, y algo de disimulo forzado, me dicen que el chico es Jimmy, nombre comercial, que es un boy habitual de las despedidas de soltera que montan allí, y que no hace falta que me sienta mal porque se fuera ya, a ellas les ha hecho el mismo “número”, y se las has tirado a todas. Una de ellas me pregunta si se ha llevado mi ropa íntima, le digo abochornada que sí, y me dice que no le busque para que me las devuelva, ella lo hizo, y estuvo tres días sin salir de su cama.

Salgo entre enfadada y ofuscada de la discoteca. Voy de mujer madura y capaz, y en menos de un mes, me deja plantada un médico de tres al cuarto, y un boy que me ha robado la ropa interior. Me siento estúpida y sucia, quiero llorar, pero no me sale, tal vez porque aunque me haya usado, al menos me ha echado el polvo de mi vida, es recordarlo y me resiento por dentro. Por la calle noto que la gente me mira, es imposible pero creo que saben lo me ha pasado, y se ríen de mí.

Tras tres calles al fresco del amanecer, con el cansancio y la lejanía con mi casa me decido tomar un taxi. Me cruzo de brazos al observar que el taxista clava sus ojos al sentarme, mis pezones marcados bajo la fina tela de la camiseta son llamativos, y me arrepiento de haber caído como una idiota en las garras de un capullo por el trayecto.

Sé que ha sido una tontería, pero es lo que los errores tienen el inconveniente de que follan de vicio.

De inmediato pienso en Javier, y su razonamiento sobre las mujeres, y no tengo más remedio que darle la razón, nos ponen a un chico guapo delante con algo de maña, y nos dejamos llevar, mientras que los buenos hombres se tiene que conformar a esperar que alguna se fije en ellos.

Solo al llegar a casa y pagar al chofer, que me dedica un “Guapa” que me duele en el alma al bajarme, recuerdo que tengo invitados. Miro el móvil y veo un par de mensajes, uno es de mi hijo avisándome de que todo está bien, y otro del joven que ha usado mi casa de picadero. Me escribió hace un rato, diciendo que ya está, que se ha acostado con Celia, que ha sido maravilloso, que le perdone pero lo han hecho en mi cuarto, y que ha querido recoger, pero la chica se quería ir a casa, y ha tenido que ir a acompañarla. No sé cómo reaccionar a esa información, si triste o feliz.

Por ahora, subo a mi casa cogiendo las llaves de emergencia de un macetero del rellano, y me pego una ducha rápida para tratar le lavar mis pecados, notando un leve escozor entre mis muslos. Me pongo unas braguitas de abuela y un camisón cuando me voy a la cama. Está algo desordenada, pero no hecha un desastre, y estoy agotada, ya cambiaré las sábanas por la mañana.

Es al tumbarme cuando noto al instante el aroma del la potente colonia de Javier, el del perfume de ella, y un ligero hedor a sudor y sexo. Imagino lo que habrá pasado, y de pensar en Javier tomándola como me han poseído a mí, me revuelco en busca de su esencia. Me quedo dormida retozando, algo abstraída, mirando la hora. Son casi las siete de la mañana.

El despertador suena puntual a las diez, gimo y me hago la remolona, con un dolor de cabeza tenue, me quedo mirando la bolsa del gimnasio en la silla de la habitación, y decido que ayer ya me moví suficiente. Apago la alarma, pongo el móvil en silencio, y me quedo abrazada a la almohada, pensando que es cierto galán muy educado, al menos, huele a él.

Un portazo me despierta. Miro la hora y suspiro de gusto al ver que son las dos de la tarde, bostezando y desperezándome, la resaca sigue pero estoy más entera. Voy al baño y salgo al pasillo, no veo a nadie y me dirijo al cuarto de Carlos, como pensaba, ha dejado su mochila en el suelo y se ha tumbado a dormir vestido y todo. “Espero que hayas tenido mejor fin de semana que yo, hijo.”, le dejo descansar.

Me voy a la nevera, y me hago un bocadillo con un té desintoxicante, para eliminar el alcohol de ayer. Me lo tomo a solas en la mesa de la cocina, repasando un poco todos los acontecimientos, la cena con Javier, la charla en el sitio de los botellines, el pub, los consejos con Celia, Fran y su insistencia, la discoteca, el boy… “Aburrirme no me aburrí.”, bufo por mi comportamiento de niña tonta. Estoy algo magullada, y me duele todo, creo que es por bailar tanto, pero el tal Jimmy tiene más papeletas para ser el culpable.

Me voy a mi cuarto y cambio las sábanas, me miro en el espejo y me tengo que quitar el camisón y ponerme una camiseta vieja, para tapar el enorme morado del chupetón que me hicieron ayer, luego cojo el móvil y me estiro en el sofá del salón. Al mirar la pantalla veo muchos mensajes de Javier, leo por encima que todo fue bien, y que se despidió dándola un beso tierno en su portal, que han quedado hoy otra vez para salir a pasear, y que me está eternamente agradecido. Me pide que le llame en cuanto pueda, da igual la hora, pero no estoy de ánimos para saber lo maravilloso que fue acostarse con otra en mi cama, mientras a mí me camelaban como a una quinceañera.

Me echo a ver alguna película mala, y al par de horas Carlos sale de su habitación, buscando algo de comer. Me obligo a ser su madre, y voy a prepararle algo, así charlo con él, y compartimos experiencias mientras devora lo que le hago.

– YO: ¿Qué tal te ha ido?

– CARLOS: Bien, he estado en casa de una chica…no sé, ha sido diferente, no hemos estado haciendo nada raro, pero me lo he pasado bien. – es delicado, sabe que ahora me molesta su actitud algo chulesca con las chicas.

– YO: Me alegro, quizá así encuentres a una de las buenas.

– CARLOS: ¿Y tú, que tal te fue con estos? – no atino a responder de primeras.

-YO: Divertido, fue algo extraño, pero me lo pasé bien, salvo un pequeño incidente con Fran, que se propasó, todo fue…genial. – tampoco es que esté mintiendo.

– CARLOS: Ya, es que es un poco idiota con un par de copas encima, ya hablaré con él.

-YO: No creo que haga falta, ya le puse en su sitio, pero si te dice algo, dile que lamento lo ocurrido.

– CARLOS: ¿Y tú amigo Javier? – sonríe con malicia.

– YO: Pues que yo sepa, se lió con una chica, y se ha acostado con ella…- el retintín me sale exagerado.

-CARLOS: ¡No jodas! Pero si es un estirado, ¿A quién?

– YO: Pues a un chica rubia que le gustaba del grupo…Celia. – empieza a reírse.

-CARLOS: Jooooder, pero si a esa me la quiero tirar yo, es un bombón de niña, qué cabrón, ¿Cómo?

– YO: Pues le di unos consejitos, pero creo que se basta él solo, no sé más.

-CARLOS: Qué mamón…

La verdad es que esperaba una reacción más negativa ante la noticia, Carlos parece molesto con los éxitos de los demás, pero en este caso, sonríe y parece que le gusta lo que ha pasado.

Se va a su cuarto y yo regreso a mi sofá. Trasteo con el móvil, pensando en la conversación con Carlos, y me pica la curiosidad. Marco el número de Javier, y espero que dé tono, cuelgo, y vuelvo a llamar, no entiendo mi nerviosismo. Me calmo, y al final le llamo de verdad.

– YO: Hola Javier, perdona que no contestara antes, es que estaba molida.

– JAVIER: No pasa nada, espero que ayer, al irme de la discoteca, no sufrieras mucho. – pienso en el falo enorme del boy.

– YO: No…nada que no aguante. ¿Para qué querías que te llamara?

-JAVIER: Pues lo principal, para darte las gracias, fue casi perfecto.

– YO: ¿Casi? Cuenta, cuenta…

-JAVIER: ¿De verdad?

-YO Soy tu profesora, quiero evaluar los resultados de mi alumno. – me invento, la curiosidad me mata de repente.

– JAVIER: Pues…fuimos a tu casa, cogidos de la mano y besándonos a cada semáforo, o al parar para comprar condones. Subimos y ya en la puerta se me echó encima, fue algo improvisado, y la metí en el primer cuarto que vi, el tuyo. Discúlpame por lo de las sábanas…

– YO: Nada, tú sigue.

-JAVIER: Es que no sé, la recosté en la cama y me tumbé encima, nos besábamos, y acariciábamos, y llegó un punto en que ella se fue al baño, y cuando salió…estaba desnuda.

-YO: Una chica directa…

-JAVIER: Sí, y menos mal, se me dan faltan los sujetadores y eso, así que me desnudé como un rayo, se reía de mi torpeza, pero…se… se serenó al verme desnudo poniéndome el condón. La tumbé sobre mí, boca arriba, y bueno…empezamos. – tengo necesidad de saber con detalle lo que pasó, pero no quiero parecer una fisgona.

-YO: ¿Y al acabar?

– JAVIER: Fue algo rápido, a mi me hubiera gustado quedarnos abrazados durmiendo, pero ella vio la hora y se preocupó por sus padres, así que nos vestimos a toda prisa y la acompañé hasta su casa. Fuimos agarrados del brazo y al llegar me despedí con un beso en la mano, pero ella me cogió de la cara y me besó con dulzura…uf, es una gran chica. – sentencia.

– YO: Eso parece, me alegro por ti, y Javier, trátala bien, eh.

– JAVIER: Por supuesto, si hemos quedado para tomar un helado y pasear a Thor. – “Mierda, eso lo hacía conmigo.”

– YO: ¿Ves cómo no era tan difícil?

– JAVIER: Porque me ayudaste, si no, aún está esperando que la toque el culo…- me saca una carcajada.

– YO: Qué bobo eres.

– JAVIER: Por cierto, tengo las llaves de tu casa, ¿Cuando me paso a devolvértelas?

– YO: No hay prisa, cuando quieras.

-JAVIER: Pues el lunes entonces, que voy a comer a tu casa, si no te has arrepentido del ofrecimiento.

-YO: Ni mucho menos, estaré encantada, y así hablamos.

– JAVIER: Un abrazo… Laura, eres la mejor.

-YO: Anda, galán…un beso.

Me quedo algo entusiasmada, no sé el motivo, pero creo que Celia ha logrado que mi relación con Javier sea más normal. Al menos eso espero, no puedo seguir haciendo el idiota por ahí, estoy cometiendo errores bobos y no me lo puedo permitir, mi vida es algo más que estar sola en casa o que un capullo me folle para dejarme tirada.

Realizo varias llamadas por la tarde, a las amigas del gimnasio para que no se preocupen al no verme hoy, y a Carmen, que me dice que su marido está fuera y que ahora no podía hablar, que tenía que atender al hijo de un vecino en su bloque.

Paso el resto del día haciendo la colada, y con ciertas rutinas de la casa, tratado de no pensar en Javier y Celia paseando o jugando con el perro. A la cena, Carlos sale de su cuarto hablando por el teléfono, es una chica, he oído alguna de esas conversaciones, pero esta parece que le hace “tilín”, nunca le he visto hablar más de tres minutos con una, sin pedirla quedar en un futuro cercano, y lleva casi diez entre cháchara y risas.

Al acabar, se vuelve sin decirme nada a su cuarto, y yo preparo unas palomitas para ver una película. Me quedo dormida en el sofá, y hasta las tres de la mañana no me despierto, me voy a mi cuarto y me quedo en la cama retozando hasta que suena la alarma.

Continuará…

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Relato erótico: “Reencarnacion 5” (POR SAULILLO77)

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Reencarnación 5

Una nueva semana comienza, me levanto y me ducho, parezco llena de energía, he descansado mucho y me he divertido aún más, así que me pongo mi traje más elegante, y voy a trabajar tras desayunar.

Todos, incluido mi jefe David, me dicen que se me ve genial en la oficina, lo achaco a que un boy me ha quitado las penas como se deben de quitar. Regreso a casa tarareando el canal de rock que siempre llevo guardado en la memoria de la radio, y que nunca ponía ya que mi hijo lo detesta. Desde que o le levo y le traigo de la universidad, me siento más liberada, esa es la realidad.

Llego a casa y me cambio, sigo con camisetas viejas por el chupetón en mi cuello del tal Jimmy, que parece que no desaparecerá nunca. Hago la comida y recuerdo hacer un poco más mi invitado, que me confirma por mensaje que vendrá. Viendo el telediario esperando a que lleguen, y cuando aparecen, se repite mi mundo.

Carlos pasa de largo con un leve gesto con la cabeza, y Javier entra con una sonrisa enorme a saludarme al salón, con un polo negro y pantalones piratas de tela fina. Nada más verle, siento ganas de correr a sus brazos, y eso hago. Me recibe y me zarandea lleno de felicidad. Adoro que haga eso.

– YO: Hola Javier ¿Cómo estás? – digo cuando me deja en el suelo después de darme mi imperdonable beso en la mejilla.

-JAVIER: Puf, no sé, empiezo a notar eso de mariposas en el estómago y esas cosas que dicen las canciones.

– YO: Que te has enamorado, eso pasa, se te ve genial.

-JAVIER: Pues anda que tú, parece que te haya tocado la lotería.

-YO: Nada, que me divertí el sábado, y estoy feliz, por ti.

– JAVIER: Estupendo, fue un honor sacarte por ahí, y siempre que quieras me avisas, y te llevo a comernos la noche de Madrid. – sonrío sujetándole del brazo.

-YO: Eso está hecho…anda, ven a la cocina, ayúdame con la mesa y me dices que tal con Celia.

Me habla maravillas de la relación con ella, dice que quedaron ayer y tomaron unos helados junto a un parque, jugaron con Thor y se besaron un montón de veces. Llegó a subirla a su casa, y allí se dieron el lote, dice que casi se vuelven a acostar, pero con el perro por allí le daba reparos, y la acompañó a su piso. Desde entonces han estado hablando por móvil mucho tiempo. Se le ilumina la cara cada vez que dice su nombre.

Pese a que estoy contenta, y alegre, charlado distendida, cada vez que veo el brillo en sus ojos al mencionar a su ligue, debo forzar un poco mi sonrisa. Es algo que achaco a unos celos primarios, debido tal vez a que la atención que yo recibía, ha pasado a manos de una adolecente cualquiera, y me da rabia. Soy consciente de ello mientras en algún rincón de mi mente, una voz me susurra que hice lo correcto al alejar a Javier, y que todo está en orden y como debe ser.

Luego me cuestiono que si eso es cierto, por qué no dejo de intentar auto convencerme.

Comemos, y para mi regocijo, Carlos se va a su cuarto y Javier se queda en el sofá conmigo. Charlamos un buen rato, sobre lo que pasó, y lo que puede pasar. También se interesa por mí, y lo que hice cuando se fue él de la discoteca. Le digo que toreé a unos cuantos buitres, cosa que no es mentira, y que uno de ellos me dejara molestias vaginales dos días después, simplemente me lo callo.

Pasan un par de horas, y se acerca la hora de irse, me dice que va a sacar a Thor, que le gustaría que le acompañara, pero que va a buscar a la adolecente rubia que se benefició en mi cama, para dar una vuelta. Me cuesta tragar saliva desde ese momento, y escucharle hablar de todo lo que tiene pensado hacer, decir o pensar sobre la chica, me va sumiendo en un pequeño agujero. Asiento triste, cuando se levanta para irse, finjo más tristeza para que no se note la real y quede como una broma. Le acompaño a la salida y me da tal abrazo que me eleva del suelo, me come a besos dándome las gracias por lo del fin de semana, tratando de animarme, y se va.

Aguanto la sonrisa falsa el tiempo justo de volver al salón, noto una espesa bola de plomo subir por mi pecho, cuando llega a mi cara, me derrumbo en el sofá, empezando a llorar. Me odio, soy idiota e imbécil, debería estar feliz, Celia es buena para él, y a mí me evita un problema, pero siento rabia de que Javier tenga a alguien que no sea yo. Era mi chico, mi pequeña versión mejorada de Luis, mi galán, y lo he perdido a manos de una niña con un buen culo y poco más. Sabía que esto debía suceder, yo misma lo provoqué, lo que no esperaba era sentirme así de mal.

Me recompongo, no temo que Carlos me haya visto, he llorado mucho desde la muerte de mi marido y nunca ha venido a reconfortarme. Hago la cena y me centro en que mi vida no es solo ese joven, tengo más cosas. O debo encontrarlas. La idea de buscar al boy para que me dé mi ropa íntima, y estar tres días en su cama, se me pasa por la cabeza, pero tengo mi orgullo. Podría haberme tenido siempre que quisiera si me hubiera tratado mejor, y ahora irá follándose a la primera boba que caiga a sus pies, ha perdido la oportunidad de tener a una mujer de verdad, como yo. “Pero te abriste de piernas como todas”, me dice un remanente de mi conciencia.

Cenamos y me voy a acostar directa a la cama para olvidarme de todo. El problema es que pese a cambiar las sábanas, noto la fragancia de Javier todavía en mi cuarto, y al sentirla, mi cuerpo reacciona, rememoro aquella sala VIP, y saco el consolador para sosegarme. Me encuentro la sorpresa de que al metérmelo, no es que me haga demasiado, el muy cabrón de Jimmy me ha dejado un boquete de campeonato. Me cuesta un mundo lograr acabar en un orgasmo, pero una vez hecho, caigo rendida.

El martes es exactamente lo mismo que el día anterior, solo que Javier avisa de que no vendrá a comer, ha quedado, ¡Oh sorpresa!…con Celia. Qué asco la estoy cogiendo, está acaparándole.

Me olvido del tema y me dedico a mis labores, trabajo sencillo, comida, limpio uno de los baños por la tarde, y la cena. Me mando algún mensaje intrascendente suelto con el joven que me está matando de celos, no por él, porque sé cómo la estará tratando, lo bien que cuida de ella, y yo quiero eso para mí, tengo envidia, y mucha.

Me quedo en el sofá un par de horas, pero estoy revuelta del estómago, el periodo sigue acudiendo a mí, pese a no poder tener hijos. Es una faena mayúscula.

Entre el dolor físico y el emocional, me voy a la cama pronto, y lucho por quedarme dormida.

Llegamos a la mitad de la semana laborable, y paso el día mustia y marchita. Tomo un par de pastillas para la menstruación y aguantar a duras penas mi turno de trabajo. Al regresar a casa, compro un pollo asado para no tener que cocinar. En mi día gris, la única luz es saber que vendrá Javier, y cambio al camisón azul de satén, algo más provocativo y el tirante cubre el ya decreciente chupetón.

Cuando llegan, me sorprendo al recibir un beso de Carlos al saludarme, y tras él, el invitado se acerca con ímpetu alegre. Pero me ve el rostro, las ojeras o el mal gesto, me da un abrazo suave, y su beso calma algo mi malestar.

– JAVIER: Qué mala cara, Laura ¿Estás bien?

– YO: Sí, es sólo que me duele la tripa. – me mira y sonríe.

-JAVIER: Es una epidemia, a las chicas de mi piso también les duele la tripa un par de días al mes. – me hace reír, y una caricia suya en mi brazo me anima un poco.

– YO: Anda, vamos a comer.

Casi no pruebo bocado, se me cierra el estómago y no hay manera. Carlos insiste en hablar de un tema de la universidad, y llega un momento en que su tono de voz me taladra la cabeza. Me excuso, voy a recoger mi plato para marcharme, pero Javier me coge de la mano y me dice que no me preocupe, él se ocupa. Se lo agradezco con una mirada tierna, y me marcho al sofá, dejándome caer.

Pasa un buen rato en que escucho a los dos hablar, comer, limpiar y fregar los cacharros. Me asombra que sea capaz de hacer ayudar a mi hijo, yo no lo logro desde que cumplió los catorce años.

Escucho la puerta del cuarto de Carlos, y creo que se han ido a seguir charlando, pero una figura emerge a mi lado. No me hago ilusiones de que sea mi pequeñín, y asumo que es el dueño de la nariz ladeada que tantos dolores de cabeza me está provocando.

– JAVIER: ¿Cómo te encuentras?

– YO: Mal, la verdad, pero no te preocupes.

– JAVIER: ¿Qué puedo hacer? – sonrío generosamente, y le hago una carantoña en el brazo.

– YO: Nada, esto se me pasa hoy, y ya mañana como nueva.

-JAVIER: ¿Le traigo una pastilla o…?

-YO: Sí ya me la he tomado, toca lidiar con ello. En serio Javier, gracias, pero no hace falta.

-JAVIER: Vale, pero si necesita lo que sea, avíseme, que ya sabemos que Carlos no está muy por la labor. – debería pensar que, un chico que conozco de apenas un mes hable así de mi hijo, está mal, pero no es así.

-YO: Anda, ve con él y pasarlo bien.

-JAVIER: Bueno, es que en realidad me iba ya, tengo un trabajo importante y quiero recoger mi cuarto, mañana se ha ofrecido a sacar a Thor una de las chicas de mi piso, y quiero aprovechar para estar con Celia – sospecho que para volver a tener sexo con ella – Así que mañana tampoco podré pasarme a comer, lo siento, pero creo que es mejor ya que así no la molesto en estos días.

-YO: No es molestia, Javier, y te agradezco el detalle, pásalo bien con esa afortunada chica. – quiero parecer dulce, pero me sale un tono seco e hiriente.

-JAVIER: Está bien. – amaga irse, pero le paro.

-YO: Tú no te vas sin despedirte como dios manda. – me pongo en pie y sonríe ayudándome.

Notar su cuerpo y cómo me protege con sus brazos, me reconforta, es casi magia, o un efecto placebo. Me besa la mejilla diciéndome palabras de aliento, y noto sus manos frotándome los costados con una ternura muy dulce. Le dejo irse tras al menos quince segundos de abrazo en los que no se ha apartado ni un instante, ha durado lo que yo he querido, y lo que necesitaba.

Se va y me recuesto más entera sobre el sofá. Algo ha hecho, no sé el qué, pero caigo frita sobre un cojín, y descanso como no he podido en varios días. Al despertarme es tarde, y debo apurar algunas tareas de casa. La cena la pido a domicilio, un poco de comida china, y a la cama, a aprovechar el bienestar que me ha dejado la visita de Javier.

Al levantarme el jueves mi tortura se ha acabado, ya no necesito pastillas ni tampones. Me pongo una buena falda corta de traje y me voy a trabajar llena de alegría. Al salir llego a casa y me ducho, el calor de inicios del verano hoy era insoportable, y tras comer con Carlos, que llega algo apurado, me preparo para otra tarde endeble y sosa.

El móvil me suena, y al ver nombre de Javier, recuerdo que debería estar con Celia ahora mismo.

-JAVIER: Hola Laura, lamento molestar.

-YO: Nunca molestas, ¿Que tal estás?

-JAVIER: Bien ¿Y tú de lo de ayer?

– YO: Como una rosa, ya te dije que era solo el día.

-JAVIER: Me alegro mucho, pero debo ser sincero, necesito tu ayuda.

-YO: Dime, Javier, me estás asustando.

-JAVIER: No, mujer, pero recuerdas que te conté lo del plan con Celia, ¿No? – gruño más que decir “Sí.”- Es que a la chica que iba a pasear a Thor le ha surgido un imprevisto y no puede, Celia viene en un rato, y parece ilusionada con…con que lo hagamos otra vez, no quiero que se chafe por el animal, pero he llamado a los pocos en los que confío y nadie puede hacerse cargo, eres mi última esperanza, no quería inquietarte sabiendo que estabas mal pero… ¿Qué hago, anulo el plan o…? .

Su tono de voz es lastimero, y algo me grita que le diga que lo cancele, pero suspiro, solo es un joven pidiéndome consejo y ayuda, así que cierro los ojos, diciéndome a mí misma que así ellos fortalecen su relación.

– YO: No, tranquilo, me paso ahora y le doy un buen paseo, para que te luzcas.

-JAVIER: Madre mía, Laura, eres mi pequeño ángel guardián, te debo la vida.

– YO: Me debes un buen baile la próxima vez, que en vaya jaleos me metes. ¿Me paso ya?

-JAVIER: En cuanto puedas, Celia está al caer.

– YO: Voy volando.

Casi salgo en camisón a la calle, pero regreso, y me pongo encima un sujetador de encaje del mismo color que mis braguitas, un top amarillo y una falda ligera de flores rojas hasta las rodillas, zapatillas cómodas y con la coleta de pelo más simple, voy a por el coche. Si quiero llegar antes que su chica, debo ser rápida, así me evito pensar demasiado sobre esa sensación seca del paladar que tengo, una muy común cuando haces algo que no quieres hacer, pero lo haces de todas formas.

Aparco como puedo, llamo al portal y Javier me dice que suba. Lo hago veloz, y llego transpirando y agitada, pero lo que veo al entrar en su cuarto, me deja impresionada.

El chico ha recogido la leonera que tenía, está todo para foto de revista, y ha preparado un camino de pétalos de rosas por el pasillo hasta su cama, con unas velas aromáticas y un poco de música sensual. El chaval se ha lucido, y si Celia no se lo come entero por el detalle, es idiota. Encima se ha puesto el pantalón y la chaqueta de un taje negro, con una camisa blanca, y está guapo a más no poder.

– YO: Ya estoy aquí ¡Vaya lujo te has pegado con ella!

-JAVIER: Ya, es que no sabía qué hacer, y me ha parecido bonito.

– YO: Pues le va a encantar….pero date prisa, ¿Dónde está Thor?

– JAVIER: Le he tenido que meter en el baño, se estaba comiendo las rosas el muy bestia. Toma la correa y las llaves para que lo traigas en….no sé, ¿Una hora? – me mira como si yo supiera cuánto va a tardar.

Encima debo darle consejitos, me repatea el estómago.

– YO: Hombre, Javier, ya que te has esforzado, dedícala un par de horas, no vayas al mete saca sin más, juega un poco, preliminares, y luego os quedáis abrazados en la cama. Dila lo importante que es para ti, que es muy especial, y que le das las gracias por compartir la cama contigo. – me río al ver a Javier tomando nota mental.

– JAVIER: Vale, pufff, estoy casi más nervioso que el otro día. – le abrazo, y le acaricio la cara.

-YO: No seas bobo, se le van a caer las bragas al suelo nada más entrar en la habitación. – soy algo brusca, quiero que se ría, y lo logro.

– JAVIER: Muchas gracias por lo del perro, llévalo al parque y juega con él, no sé…- le suena el móvil y lo mira, es un mensaje. – Mierda, es ella, corre, coge a Thor y vete.

La situación se vuelve irrisoria, el animal sale empujado casi de casa sin comprender por qué Javier no sale, y me cuesta tirar de él hasta la calle. Me cruzo con Celia, que va con un vaquero marcando su espectacular trasero, y un mini top rojo. Ni me ve, debe estar pensando toda ilusionada que va a tener un polvo rápido, y no sabe el regalo que le va a hacer, no conozco muchos que hagan cosas así por las chicas que acaban de conocer.

Me centro en el potro desbocado que tengo entre manos, Thor no debe pesar menos de 40 kilos, y tira como un burro hacia lo primero que le llama la atención. Me enfado cuando casi cruza una calle por perseguir una bolsa de plástico, y le chisto firme, como recuerdo que hacía su dueño. Me quedo petrificada al ver que el animal se da la vuelta, se coloca a mi lado, y se sienta, obediente. Javier tiene mano para educar bestias, este perro y mi hijo son la prueba.

Con más calma y recordándole quien manda, nos acercamos a un parque, y allí le suelto. Sale despedido a corretear tras otros tres perros más pequeños, y se pasa media hora dando vueltas.

Trato de no pensar en que posiblemente, Javier y Celia están ahora mismo retozando, me cruzo de piernas y brazos, hasta pongo morritos, tengo la sensación de que estoy haciendo el imbécil, no solo le ayudo a ligarse a otra, sino que encima le ayudo a tener sexo con ella. Me tengo que convencer de que es lo apropiado, pero a mí, Luis me hacía detalles como el de las rosas, y no salíamos de la cama en toda la noche. Dudo que esa cría sea capaz de aguantar un par de horas.

Dejo de compararme con ella en una hipotética carrera sexual, y voy a por Thor. Creo que no ha dejado un solo árbol sin mear, o alguien a quien no le haya olfateado, es tanta su seguridad en sí mismo, que no se preocupa o achanta por nada, ni cuando dos mastines se le encaran. Corro a cogerlo y apartarlo de la posible gresca, y me lo llevo a dar una vuelta.

Llegamos al parque del oeste, un bosque urbano pegado a Madrid, lleno de pendientes, caminos de tierra y césped, donde acuden jóvenes a beber alcohol y drogadictos a pincharse cuando oscurece, pero durante el día es un agradable lugar. Al ser un emplazamiento más amplio, juego con la pelota de tenis desgastada con el animal, que parece en un estado de felicidad constante. Hasta hago carreras con él, estoy en buena forma y aguanto el ritmo, ya que tiene una zancada larga y poderosa. Nos acercamos a una fuente y uso mis manos de cuenco para que beba. Su larga y áspera lengua me hace cosquillas, y me salpica de agua el top, para colmo me da con el hocico y me tira al suelo, una vez sentada, se acerca y me lame la cara para agradecérmelo. Trato de evitarlo pero es que su ímpetu me hace reír.

De regreso, me doy cuenta de que es algo tarde, está oscureciendo y esa zona de noche es un poco peligrosa. Me cruzo con grupos de adolescentes borrachos, pero mantienen las distancias en cuanto aparece Thor, su figura y planta son temibles, parece que entiende que debe protegerme y me pone en alerta de algunas sombras que yo no veo, dedicándoles un único y potente ladrido. Nadie se me acerca a menos de cinco metros, y salgo del parque. Han pasado unas tres horas, y miro el móvil. Javier me ha mandado un menaje, dice que en un rato Celia se irá, y que puedo volver.

Espero que el trayecto hasta su casa dure lo suficiente para no verla, hasta camino despacio y me detengo a comprarme un helado de nata tipo sandwich , que me encantan, pero al llegar al piso, aún está en casa. El perro salta alegre sobre Javier al entrar en el cuarto, y parece decirle que se lo ha pasado bien conmigo, mirándome y jadeando feliz mientras corretea de uno a otro, obviando a Celia, cosa que me saca una sonrisa.

Javier, besa a su chica, que está en una nube, debe tener la misma cara que yo al salir de la zona VIP, y me dedica un saludo fugaz antes de irse de la casa. No sé si irme tras ella, pero me quedo en el pasillo trasteando con Thor, oliendo el aroma de sexo que hay en el ambiente, mientras el joven parece moverse por el cuarto. Al poco rato, sale con una camiseta y un pantalón corto.

– JAVIER: Hola Laura, mil gracias.

-YO: Nada, ha sido un placer, es una gozada sacar a este animal

– JAVIER: Es un trozo de pan.

-YO: Bueno, ¿Y por aquí que tal? – se le escapa una sonrisa grande.

-JAVIER: Ha sido genial, le ha encantado lo de las rosas, y como es un poco atrevida… me gusta, compensa mi timidez en algunas cosas.

-YO: ¿Y después?

-JAVIER: Me he quedado pegado como una lapa a ella, se reía y me apartaba cuando la acariciaba y la besaba por el vientre…ha sido…no sé, me gusta. – el brillo en sus ojos me emociona, realmente está enamorándose de Celia.

– YO: Pues sigue así, con estos detalles, y la tendrás a tu lado para siempre…. ¿Habéis hablado de ser novios ya? – tose y sonríe.

– JAVIER: No, bueno…es que tampoco quiero incomodarla…va un poco por libre, a su ritmo.

– YO: No seas tonto, pídele salir, hazlo oficial, así dejara de buscar a otro, ya tiene al mejor chico que he conocido. – su abrazo tierno me eleva, estoy sucia y pringosa por Thor, pero me siento mejor que nunca cuando me aprieta ente sus brazos.

– JAVIER: Laura, te quiero, eres la mejor, si me pillas con tu edad, tú no te me escapas.

– YO: Anda, bobo, que no me hacen falta galanterías. – me río, pero me he puesto colorada como un tomate. No ha sido lo que ha dicho, ha sido el tono, iba totalmente en serio.

Me encanta ese instante previo a que me abrace, alzo mis bracitos y noto sus manos rodeándome, es algo placentero, y no puedo entender la diferencia entre que sea él u otra persona, pero lo siento diferente. Sus dedos me acarician y me doy cuenta de se traban con mi sujetador, a lo que él suelta un gemido mustio.

– YO: ¿Qué pasa? – le digo al despegarnos.

– JAVIER: Nada…es que…el otro día se desnudó ella, pero hoy, con el tema de las carantoñas y tal…pues que la he desnudado yo…y con el sujetador…me he liado. – está rojo, parece querer pedirme ayuda con el tema, pero no le salen las palabras.

-YO: ¿Tan torpe eres? Si eso sale con nada. – al decirlo solo logro que agache la cabeza avergonzado.

– JAVIER: Es que yo no me los pongo y quito a diario, y me he quedado como un idiota intentando abrir una caja fuerte, y se ha reído un poco. – mi sonrisa no le cambia el rictus.

– YO: Eso se aprende con la experiencia, ya se te dará mejor…- mi comentario no parece convencerle.-… o puedes ensayar.

– JAVIER: Claro ¿Le pido a las mujeres que me dejen quitarla el sujetador para entrenar…? – ironía al canto.

– YO: No, bobo, digo que te hagas con uno y lo pruebes, no sé, lo puedes poner en la almohada o un cojín… venga, yo te enseño.

– JAVIER: ¿Y de dónde saco uno?

– YO: Cógeselo a tus compañeras de piso.

– JAVIER: No, por dios, qué vergüenza, ¿Y si se enteran?

– YO: De verdad, qué complicado lo haces todo… pues ya que estoy aquí, usamos el mío. – quería evitar esa opción, pero el chico está tan avergonzado que parece que tenga que dárselo todo hecho.

– JAVIER: Va…vale, gracias, y perdóname, es que me pongo muy nervioso y no quiero meter la pata con la chica.

– YO: Anda, aparta y deja que me siente en la cama, que en vaya jaleos me metes. – quiero parecer algo molesta, pero tengo que fingirlo, pensar en él desnudándome me saca una sonrisa.

Me siento al borde de la cama, de lado, dejando el bolso en el suelo. Javier se sienta detrás, hacia mí, noto sus rodillas rozarme el trasero pero veo de refilón que se aparta y se frota nervioso las manos con el pantalón corto. Sería adorable si no estuviera haciendo yo lo mismo con la falda. Me aparto la coleta en un hombro y me llevo las manos atrás, doblándolas de forma natural.

– YO: ¿Ves? Es muy sencillo. – digo cogiendo del cierre y abriéndolo con la habilidad que da la práctica. Luego lo cierro.

– JAVIER: Joder, si es que parece fácil, pero no me sale.

– YO: Prueba tú. – es una orden, pero tarda en obedecerla un par de segundos.

Noto sus manos palpar sobre el top amarillo, y coge del cierre, pero una de las manos tira pillando de los dos lados, logra sacar una de las argollas, pero la otra queda unida. Así que vuelve a intentarlo, y no sé cómo se las apaña, que me lo ha vuelto a cerrar. Vuelve a la carga, esta vez lo coge bien, pero pese a hacer el gesto, no logra sacar ninguno, le escucho bufar, y acaba rindiéndose.

– JAVIER: Si es que soy un patán.

– YO: Que no, es solo repetición, otra vez.

Sus manos enormes no ayudan con algo tan delicado, noto los tirones apretándome el pecho, pero tras un momento de saturación, sale. Le felicito, pese a que parece igual de abochornado, y le insto a que lo cierre. Tarda casi el doble, y debo aguantar las ganas de gemir por la presión, no quiero agobiarle aunque me ahogue.

Una vez atina a ponérmelo, le digo que lo quite otra vez, y así, hasta que tiene el gesto cogido, su habilidad y sus tiempos mejoran. No sé cómo he terminando haciendo esto, estaba enfada y cabreada, no me gusta ser el plan de emergencia para cuando Celia y él quieran echar un polvo, ya le dejé mi casa y hoy saqué al perro. Y aquí estoy de todas formas, enseñándole a abrir sujetadores. Me digo que forma parte de mi “plan maestro” de conseguir que tenga una relación estable con otra, pero si fuera así, ahora mismo no sentiría un cosquilleo de emoción en la tripa.

– YO: Genial, Javier, es que te preocupas por nada.

– JAVIER: Ya lo veo, es que…puf, son cosas que no sé manejar.

– YO: Pues toma, sigue practicando. – con la mayor naturalidad del mundo, meto la mano por mi escote y saco el sujetador blanco de encaje, para dárselo.

– JAVIER: Laura, no puedo…es tuyo. – pienso en que, con este, ya serian dos sostenes perdidos en pocos días.

– YO: Si no vas a pedírselo a ninguna otra, pues no te queda remedio. – lo coge, y trato de no pensar en si nota el tibio de mis senos en él.

– JAVIER: Vale, pues ensayaré, pero te lo devolveré.

– YO: Así sea, y escóndelo bien cuando venga Celia…

-JAVIER: ¿Por qué lo…? – se calla comprendiendo el motivo. No ayudaría mucho encontrarte un sujetador de otra en la habitación de tu chico.- No sé qué haría sin ti.

– YO: Pues meter la pata, que eres un desastre… pónselo a algo, y te enseño.

Tarda un momento en reaccionar cuando me doy la vuelta, no es habitual en él mirarme así los pechos, pero al fijarme, tengo los pezones marcados en el top. Me ruborizo, y le doy normalidad a la situación, poniéndome en pie rodeándolo.

Cogemos la almohada, y se lo pone torpemente, luego se lo quita con algo de maña, pero se sigue trabando, y para ponerlo es más lento aún. Algo me pide a gritos que le ayude, y me pego a su espalda, cojo sus manos y le guío, pero como es tan alto tengo que pegar mis senos a su nuca, yo lo sé, y el más, pero casi sin parecerlo, acomoda su cabeza entre mis pechos. El roce mientras le adiestro, me está matando, siento lava entre mis piernas, y tengo una sola idea en la cabeza, “¿Si me tiro encima suya y le beso, me rechazaría?”

Aguanto como puedo hasta que lo hace casi mecánicamente. Ahora le hago darle la vuelta y hacerlo como si la abraza, para quitárselo y ponérselo. Es un gran chico, aprende con facilidad, y en menos de media hora le veo preparado, y me alejo sentándome a su lado, con las piernas dobladas sobre su cama, y apoyando la espalda contra la pared. Le miro embelesada, y sé que si fuera Jimmy, o cualquier otro varón, se daría cuenta de que estoy a punto de desnudarme y dejar que me haga todo lo que desee, pero él no. Está concentrado en su tarea, sin entender que la sonrisa que le dedico cada vez que me mira, pidiendo evaluación, no es de complicidad, si no para esconder el fuego que hay tras la fachada. No voy a poder seguir mucho tiempo más así.

-YO: Ya está bien, creo que ya le has pillado el truco.

-JAVIER: Si, eso creo. Muchas gracias, Laura, eres un sol, no sé como agradecértelo.

-YO: Ya que se te da tan bien, podrías devolverme mi sujetador…- le digo cuando le veo trasteando con él en sus manos.

– JAVIER: Ah, sí, toma perdona. – su forma tan inocente de dármelo, sin jugar ni bromear, tan diferente al boy de la discoteca, me hace ver la distancia entre un hombre y un crío. Javier es muy educado e inteligente, pero no es un varón hecho y derecho.

– YO: ¿Quieres ponérmelo? – digo algo incrédula antes de decirlo.

-JAVIER: No, creo que ya me he quedado con todo, me salgo para que te lo pongas tú. – ni tan siquiera me da tiempo a decirle que no hace falta que saliera para ponérmelo yo.

Ha sido como un baño de agua fría, toda la excitación del momento se ha desvanecido, y ahora la sensación que me ha dado, es que está tan embelesado de Celia, que no se ha dado cuenta del juego al que quería arrastrarlo, cuando antes hubiera entrado al trapo sin problemas. “Mierda, le he perdido, ya no me ve con ojos de amante, sino que ahora soy su amiga y nada más.” Pese a que es lo que quería, no puedo evitar desilusionarme, y sentirme mal por ello.

Me pongo el sostén, algo confundida, y cojo mi bolso para salir disparada de allí. Me cruzo con Javier, que me abraza, la calidez con lo que hace no me facilita nada marcharme, quiero volver a sentirme viva, y solo lo logro estando con él, pero mi mente racional me lleva en otra dirección y tras recibir mi beso, le suelto y me voy a casa.

No puedo reprimirme, y al regresar en el coche, debo aparcar y echarme a llorar aporreando el volante. Siento odio, envidia, celos y ahora una rabia incontrolada al entender que es culpa mía. Sólo tendría que haber seguido jugando, y Javier sería mío, pero tuve que ir de madura y seguir las normas. Ahora otra chica tiene lo que yo quiero, deseo, merezco y para colmo, es gracias a mí intervención directa.

Me sereno para regresar a mi piso, me doy una ducha templada poniéndome un camisón, y quedándome plantada con el sujetador entre las manos. Ceno con Carlos, que parece muy emocionado con la chica nueva, hasta habla de traerla a casa un día para que la conozca.

Tras comer algo, me voy al sofá, y reprimo las ganas de hablar con Javier, sé que si le escribo un mensaje contestará, pero ahora mismo estoy dolida, y él no parece darse cuenta. Claro ¿Cómo podría? le puse la cara colorada por ganar al juego que empecé yo con él, y ahora le consigo chica…ni se imagina cuanto deseo que la mande a la mierda, que no me haga caso de lo que dije, que venga a mi puerta y me diga que me quiere, y que me funda en su pecho en un abrazo que termine en un beso de película.

Me voy a la cama deshecha emocionalmente, y vuelvo a llorar, pensando en que debería haberle besado, estaba en su cama, medio tumbada, sin sujetador, no hubiera sido nada difícil, pero no lo hice, y ahora pago las consecuencias de la responsabilidad.

Esa palabra parece ser como aviso de carretera por mis pensamientos, cada vez que dejo ir mi imaginación hacia donde yo quiero, salta un aviso “Responsabilidad”, y tras varios kilómetros en mi mente, me asalta una duda, es apenas una idea insignificante, pero está ahí, imborrable. ¿Qué responsabilidades tengo? Mi hijo está educado, y Javier es tan mayor de edad, como yo libre de estar con quien yo quiera. La nube de razonamientos me deja exhausta, y me quedo dormida con restos se sal de mis lagrimas en los ojos.

Continuará…

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Relato erótico: “Reencarnacion 6” (POR SAULILLO77)

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Reencarnación 6

Durante los siguientes dos meses mi vida es un desastre, pero un desastre que no conocía, y por lo cual, me siento todavía más insegura en él.

Javier ya es oficialmente el novio de Celia, y son la maldita pareja perfecta. Veo fotos, comentarios en redes sociales y de vez en cuando viene a comer a mi casa para no dejar de hablar de lo bien que les va todo. Me dan asco. Mi relación con él es pura fachada de mi parte, sonrío, le escucho y le felicito, pero estoy que echo chispas por dentro. No lo nota nadie y me parece que es que nadie le importa mi estado emocional. Lloro casi todas las noches, y sobre todo los días en que, de forma estúpida, sigo acudiendo cada vez que me llama para sacar a Thor, y darles un respiro para acostarse juntos.

La semana pasada hasta se la subió a mi casa tras un sábado de fiesta, y durmieron en el sofá, aquel en el que me abrazó medio borracho, y me tuvo días pensado en sus brazos rodeándome. Aquello fue demasiado y me inventé que me molestaba subir a tanta gente a mi casa, cuando en realidad es que es verles juntos y tengo ganas de sacarla los ojos. Hay algo en esa chica que no me gusta, lo obvio es decir que es por celos, pero es tan lanzada que me da mala espina.

Para colmo, ahora mi hijo, el chulo guaperas, se ha echado también novia, la chica con la que estaba tonteando, que se llama Isabel, y es una imbécil de cuidado. Se pasa la mayor parte de los días en mi casa, mejor dicho, en su habitación, con la música a todo volumen para no lograr a callar los polvos que echan sin parar. Es una jovencita de su edad, de piel morena y rasgos árabes, aunque es española, de pelo negro enmarañado, ojos marrones y cara bonita. Alta, casi de la estatura de Carlos, y diría que hasta pesa más, es algo robusta pero no le afea en absoluto, es más, le queda genial con unos pechos grandes y caderas opulentas. El problema es que desde el día uno se cree la dueña de la casa, y como el idiota de mi crío, ya que se comporta así, se lo permite, yo debo tragar sus desasieres, del tipo, “Lávame la ropa” o “Esto no me gusta de comer”. Al principio lo pedía por favor, pero ahora lo ordena, y bastante tengo con un vago marimandón, como para tener a dos.

En el trabajo siguen los recortes, y estoy saturada. David ha decido que en vez de echarme a mí, ha despedido a mi compañera, de turno completo, y a mí me ha subido de horas. Es más dinero, pero tampoco lo necesito, lo que si me viene bien es estar más horas lejos de casa. El contrapunto es que tengo menos tiempo para las cosas del hogar, y no tengo ayuda alguna.

Ha llegado el verano, y eso incluye el calor asfixiante de Madrid, y que todas mis amigas se han ido de vacaciones, con lo cual no tengo con quien salir a tomar algo para despejarme. He pensado en volver a salir de discotecas, como hice el día de Jimmy, pero me da apuro ir sola y el único que se ofreció fue Javier, al que casi no puedo ver a solas, con la otra pegada como una lapa a él.

Con lo cual, vivo entre sofocones, enfados y lloros. Carlos está harto, pero no más que yo, de verdad que no tengo ni idea de lo que hacer con mi vida.

Mi único bálsamo, es el viaje de la universidad. Se pagó hace tiempo, y mi hijo irá a Londres casi un mes, junto a muchos de sus amigos, incluidas Isabel, su nueva novia, y Celia, la imbécil que le absorbe la vida a la versión joven de mi marido. Todo me hace suponer que Javier también irá a ese viaje, aunque según creo, ya que no he hablado con él directamente, le avisaron tarde y no tiene el dinero para ir. Si no va, se pasará una semana de visita en casa de sus padres en Zamora, pero regresará a Madrid. Lo más triste de todo, es que para no viajar con el animal, me lo dejaría a mí para cuidarlo hasta que regrese, tanto si va a Inglaterra cuatro semanas, como si se va solo una a su pueblo.

Faltan unos pocos días, y podré estar en casa sola y tranquila. Thor es grande, pero está bien adiestrado, me hará compañía y me obligará a sacarlo a pasear, necesito una distracción, y a estas alturas un perro me vale. Tres paseos al día con visitas a parques, es más de lo que me ha sacado nadie en tres años.

Dicho todo esto, Javier se va a pasar esta tarde con el enorme dogo negro, para que se acostumbre a mi casa, y no sea de golpe. Creo que va a ser la primera vez desde que le enseñé a quitar sujetadores, que le voy a ver a solas. Estoy un poco nerviosa, en este tiempo he logrado refrenar mis sentimientos cuando le veo, es fácil cuando Celia literalmente no deja de abrazarlo y besarlo. Creo que hasta él se ha dado cuenta de mi incomodidad, y por eso ya no le veo tanto. Es por eso que ahora mismo no tengo ni idea de lo que voy a sentir cuando le vea.

Regreso del trabajo ya casi de tarde, y me da tiempo a subir y darme una ducha antes de que venga. Me tengo que morder el labio de frustración cuando me encuentro unos tangas y sujetadores de Isabel tirados en mi baño, y luego otra vez cuando veo que Carlos y su novia se han comido lo que había preparado de cena para mí. Iba de cabeza a echarles la bronca y tener otra discusión, pero me arrepiento a última hora, la experiencia me dice que no me va a servir de mucho. Me pongo unos pantaloncitos cortos a rayas blancas y negras, con un top azul oscuro de tirantes, porque el calor es demasiado hasta para los camisones, y limpio la cocina y el baño, mientras los otros dos no salen de su cuarto. Tengo la sensación de ser la sirvienta de la casa, no la dueña.

Por fin suena el timbre, tengo que lavarme un poco la cara para refrescarme y voy a abrir. Es Javier, y le espero en la puerta hasta que sube, me hace gracia escuchar las aceleradas pisadas del animal, es como si supiera que estoy allí, y deseara verme. Cuando llegan a mi rellano, Thor ladra, pero como he notado que me ladra a mí, una especie de saludo efusivo. Su dueño trata de sujetarlo pero hasta a él le cuesta, y con unas chanclas en los pies, junto a un pantalón corto vaquero y un polo amarillo, no ayudan a sujetarlo.

– YO: Hola Javier…hola Thor. – ya le saludo, y como hace siempre que me ve por primera vez ese día, salta y se pone sobre dos patas sobre mí. Es casi de mi altura, y técnicamente no hay diferencia con que me abrace una persona.

– JAVIER: Quieto, que la vas a hacer daño. – le chista y el animal me lame el brazo antes de acudir a sentarse a los pies de Javier.

– YO: No pasa nada.

-JAVIER: Vaya cariño te ha cogido, es decir tu nombre y se pone como loco.

– YO: Es que ya son muchos paseos ¿Verdad? – le acaricio la enorme cabeza al perro, que saca la lengua jadeando. – Anda, pasad.

Entran con celo, el animal olfatea todo, pero está bien sujeto. Le doy un buen recibimiento, un cuenco lleno de agua fresca que casi vacía, y unas salchichas que se come enteras. Le hablo a los dos, y le índico al cuadrúpedo que no se meta en mí cuarto ni se suba al sofá, como si me entendiera.

Tras la visita guiada, nos sentamos en la cocina, y dejamos algo suelto a Thor para que investigue por su cuenta. Me fío lo suficiente como para saber que no hará ninguna trastada, y ya me he ocupado de guardar todo lo susceptible de romperse o caerse.

– JAVIER: Muchas gracias por quedarte con él, Laura, eres la mejor.

– YO: No hay de qué, pero al final no sé si es un mes o una semana.

– JAVIER: Estoy probando mil maneras para poder ir a Londres, pero lo veo imposible.

– YO: Si es por dinero, yo podría… – me coge de la mano afectuosamente.

-JAVIER: Nada de eso, no lo permitiría, y es que no es sólo eso, ya no hay asientos, y reservar todo fuera del viaje conjunto, sale por mucho más.

-YO: Lo lamento, esperaba que pudieras ir.

-JAVIER: Y yo, tengo ganas, pero…creo que va a ser bueno no ir.

-YO: ¿Y eso?

– JAVIER: Nada, cosas con Celia, llevamos unas semanas raras…se habrá pasado el efecto inicial. – contengo el aliento.

-YO: ¿Raras, cómo?

– JAVIER: Pues no sé, cada vez que salimos se emborracha mucho y me deja algo de lado, no hablamos tanto, ni anda pendiente del móvil por si la escribo, y ya no siento que me toca o me besa de la misma forma….tal vez es que nos hemos pasado casi dos meses pegados, y el roce ya cansa, un descanso de un mes separados puede ser bueno, ¿No? – analizo las respuestas posibles. Es la primera vez que le escucho una mínima brecha en su relación, y debo decidir si hago caso a mis sentimientos, y hago el agujero más grande, o si debo ayudarle.

– YO: Pero eso es normal, es que tú forma de querer es muy constate, y si la otra persona no está preparada, puede agobiar.

– JAVIER: Pues por eso, que se lo pase bien, y así desconectamos un poco el uno del otro.

– YO: No quiero ser mala, pero en esos viajes pasan muchas cosas, aclaro todo antes de que se vaya.

– JAVIER: Ya, eso sí que me da un poco de respeto, pero confío en ella.

– YO: Tú la conoces mejor que yo. – le sonrío sin saber si he instando a unir o separar.

– JAVIER: Eso creía….En fin, que me iré entonces la semana que viene a casa de mis padres. Qué asco quedarme sin vacaciones.

-YO: Te vas al pueblo. Si al final no vas a Londres, podrías quedarte en Zamora todo el mes ¿No?

-JAVIER: Lo he pensado, pero mi familia trabaja muchas horas y pasaría mucho tiempo solo o estorbándoles. Aparte que alguien debe cuidar el piso de estudiantes, todos se van y no quiero que se quede la casa sola tanto tiempo. Prefiero no incordiar a mis padres, pasaré una semana con ellos, y luego volveré aquí…lo que no sé es qué hacer, literalmente se van todos los que conozco. ¿Y tú qué, no sales por ahí?

– YO: Que va, si ahora con mi turno es de locos, y no tengo vacaciones hasta dentro de dos meses.

-JAVIER: Todo el verano aquí sola, puf, no te envidio.

– YO: Ya, Javier, pero es lo que hay, ser adulto es un fastidio.

– JAVIER: Digo yo, ya que vamos a estar los dos solos, podemos quedar a pasear el perro y tomar algo. – me doy cuenta de que las cosas se tercian para que sea solo mío, al menos tres semanas.

-YO: ¡Claro, sería estupendo! Que últimamente me tienes algo abandonada. – lo digo con sorna para ocultar la ilusión que me ha hecho el detalle.

-JAVIER: Lo sé, y lo lamento, te tengo mucho cariño, pero entre la universidad y Celia, estaba hasta arriba.

-YO: Lo comprendo.

-JAVIER: Oye, hasta podríamos ir a la piscina, a mi novia no le gusta nada, y todavía no he pisado una este verano. – me quedo paralizada ante él.

– YO: Yo…bueno…si te apetece. – desde que murió mi marido, tampoco soy asidua, hay mucho baboso para ir sola.

– JAVIER: Me gustaría mucho, así algún fin de semana que libras, vamos y de noche te saco a bailar como te mereces, que te debo mucho. – me muerdo el labio anonadada, todavía se acuerda de aquello.

-YO: Vale, pero nada de pasarse con la bebida. – digo por frenar mi alegría. Me pongo en pie junto a él, lleva un rato mirando el reloj del móvil, y eso me indica que ha quedado con Celia.

– JAVIER: Claro que sí, nos lo vamos a pasar genial. – se pone en pie y, sin dudarlo, me abraza, es como si nada hubiera pasado, me siento de nuevo envuelta en su calidez, y le aprieto contra mí. No puedo evitarlo, me encanta sentir sus brazos sobre mí, mi cara en su pecho y las carantoñas de sus dedos a lo largo de mi espalda.

– YO: Pásalo bien, y dale recuerdos a tus padres.

-JAVIER: Lo haré, pero ahora me voy a pasar una semana pensando en ti. – se me suben los colores como llevo meses sin sentir.

-YO: Anda, bobo. – me besa tres veces en la mejilla, y me saca una carcajada sentir a Thor metiendo su hocico entre mis piernas, para luego saltar y juntarnos en un triple abrazo.

-JAVIER: Vaya con el perro…será mejor que me marche antes de que decida quedarse contigo ya, que he quedado. – No me fallaba el olfato y me confirma que se va a buscar a su novia.

Le pone la correa y me da otro abrazo antes de irse. No es hasta que cierro la puerta que empiezo a dar saltos de alegría, sonriendo y apretando el puño. No tenía ni idea de lo que iba a sentir, pero ahora lo sé, y me encanta. Javier tiene todo para lograr animarme, y lo que se planteaba como un verano soso y aburrido, puede convertirse en el más divertido en mucho tiempo.

Me voy derecha a mi armario y saco mis biquinis, están algo anticuados y rancios, así que me decido a comprar unos nuevos, y ya puestos, algo más de ropa juvenil.

A la hora de cenar sigo sonrojada, y para cuando vuelvo a la cama, saco el consolador, casi olvidado de mi cajón, y me doy un par de horas de placer. Es solo imaginar a los dos bailando en una discoteca o en la piscina, y me pongo mala. Acabo durmiéndome completamente desnuda y empapada en sudor, pero es la mejor noche desde que Celia llegó a nuestras vidas.

Pasan los días y llega la hora de despedirse. Hasta ayudo a hacer las maletas a la odiosa Isabel, no vaya a ser que pierda el vuelo, y a Carlos le despido con los consejos de madre preocupada más típicos. Temo por lo que le pueda pasar a mi hijo, pero ahora mismo, le necesito lejos de mí.

Llevo al aeropuerto de Barajas, a unos cuantos kilómetros al noreste de Madrid, a mi hijo y su novia, y a Celia y Javier, así me vuelvo con él. Esperamos con ellos hasta que se marchan, y aparto la mirada ante el efusivo beso con lengua de las parejas, sobretodo la del joven que se va a quedar conmigo. Al meternos en el coche de regreso, tengo la misma sensación que cuando dejas a los niños en el colegio el primer día, tienes pena, pero por dios ¡Qué alivio!

Nos vamos derechos a casa de Javier, donde nos espera su mascota. Hoy soy el taxi oficial, y aparte de recoger al perro, tengo que llevar a su dueño a la estación de autobuses de Plaza de Castilla, al norte de la ciudad. Él no tiene tanto dinero para ir en avión, y me ofrecí para llevarle a casa de sus padres, son muchos kilómetros juntos, pero declinó férreamente, y hasta me dijo que si lo hacía, me quedaría con él allí la semana entera. Lo hablé con mis jefes de pasada, pero era imposible cuadrar las fechas con tan poco tiempo de antelación.

Llegamos pronto, y nos da tiempo a hacer las cosas con calma. Thor el último, para que no se agobie por el calor en el coche, y vamos metiendo un par de maletas y una mochila en el maletero. Mientras lo hacemos, se da una ducha para refrescarse, y si tuviera ropa para cambiarme, iría detrás. El calor es terrible, una ola de aire caliente africano nos está asolando desde hace cuatro días y no bajamos de los cuarenta grados de día, y de los veinticinco de noche. Ahora mismo tengo la falda blanca vaporosa hasta las rodillas y el top a juego, empapados y la tela se pega a mi piel, noto el sudor cayendo entre mis senos y pese a la coleta, me tengo que abanicar la nuca para no desmayarme.

Javier sale del baño con una toalla anudada en la cintura. No es la primera vez que le veo el pecho, hinchado y robusto, sin músculos aparentes pero sí dando una imagen poderosa, con la piel brillante del agua y un poco de pelo bajando por el vientre y todavía más en las piernas, que le queda muy varonil. Tengo que empezar a abanicarme más rápido.

– JAVIER: Puf, con este calor me muero, menos mal que me voy al norte, allí dice mi padre que no pasan de los veinte grados.

-YO: Cállate, que me voy contigo.

-JAVIER: Invitada estás, ya lo sabes…

– YO: Porque no puedo, trabajo, que si no me iba de cabeza. – se me queda mirando y me sonríe.

– JAVBIER: Perdona que te lo diga, Laura, pero estás preciosa hoy. – abro la boca impresionada.

-YO: Vaya…muchas gracias…será que otros días no lo estoy…- uso la salida fácil.

-JAVIER: Siempre vas espectacular, pero no sé, con el sudor y la ropa pegada, estás para comerte….me preocupa volver y que tengas a alguien que te distraiga. – está de broma, lo sé, pero mi cara se ha encendido como una bola de Navidad.

-YO: Ya, es que este calor me puede…pero tú tranquilo, estaré esperándote, soy toda tuya. – mi cerebro me juega una mala pasada, y Javier sonríe mirando al suelo.

-JAVIER: Afortunado de mí. – le veo venir, y me abro de brazos. Si normalmente me encantan sus abrazos, hacerlo con su torso desnudo y después de lo que me ha dicho, me hace elevarme para besarle la mejilla. Me zarandea feliz, murmurando lo mucho que me va a echar de menos. – Por cierto, tengo que vestirme. – dice con unos calzoncillos en la mano, tardo medio segundo en reaccionar y salir de su cuarto.

No cierro del todo, y no puedo evitar quedarme mirando por la rendija, no se ve mucho, pero si intuyo que se quita la toalla, y cuando se agacha a ponerse la pernera de la muda, veo su culo en primer plano. Solo dios sabe cómo evito entrar y agarrárselo, es casi la perfección, pero me voy al baño y me echo agua fría en la cara. “Madre mía, es que se lo muerdo” me dice mi yo más travieso. Al regresar ya está vestido con una siempre camiseta blanca y un pantalón corto azul oscuro.

Bajamos a Thor, y tras una leve pelea logramos subirlo a la parte de atrás del coche. Vamos a la estación, y me da lástima no poder esperar con Javier todo el rato, pero no podemos dejar al perro en el coche con este calor, y tampoco nos dejan meterlo hasta las dársenas.

– JAVIER: Bueno, trasto, me voy, pórtate bien, y cuida de mi mujer favorita. – le dice al animal, que sin ser consciente del todo, intuye que no lo va a ver durante tiempo, y le lame como nunca le había visto hacerlo.

– YO: La que se supone que tiene que cuidarle, soy yo.

-JAVIER: Ya, pero él tiene su cometido, mantenerte sana y salva hasta que vuelva. – se alza y me abraza. Me dejo, adoro la sensación, ya lo he dicho mil veces, y este dura casi un minuto, con carantoñas, besos y palabras de cariño.

– YO: Tú cuídate, y vuelve entero, que eres mi única esperanza para divertirme un poco.

-JAVIER: Aquí estaré.

-YO: Te voy a extrañar mucho. – se me escapa, no es el decirlo, es el tono, tengo incluso peor cara que Celia cuando se han despedido.

-JAVIER: Y yo a ti, pero es una semana, y te voy a acribillar a mensajes por el perro, y porque así nos distraemos el uno al otro, que en Zamora no hay tanto que hacer.

-YO: ¿Y con Celia?

-JAVIER: Hemos charlado, y sí, hablaremos, pero vamos a dejarnos nuestro espacio.

-YO: Está bien, pues vete ya, anda, que no llegas.

-JAVIER: Vale, cuídate mucho. – coge las maletas y le dedica una última mirada al perro, antes de darme un beso y marcharse. Me cuesta un par de tirones y chistar que Thor no salga corriendo detrás de Javier, pero al final me mira, con ojos tristes, y comprende que se queda conmigo.

-YO: Yo también le voy a echar de menos. – le acaricio la cabeza, y ya más obediente, se va conmigo, dedicando un par de vistazos atrás.

Al llegar a casa suelto al animal, que en su desconocimiento, busca a su dueño allí. Pero tras una hora dando vueltas, se calma, y se sienta a mi lado, junto al sofá. Da algo de pena ver a un portento de su tamaño, lloriquear un poco, gime angustiado, y acaba apoyando la cabeza en mi regazo. Se la acaricio con mimo, y tras un rato se le ve más animado.

Me ducho por segunda vez ese día antes de comer, y la verdad es que la tranquilidad de la casa es relajante. Salvo algún gruñido o el sonido de la respiración de Thor, el resto está tan silencioso que me emociona. Me bebo medio litro de agua comiendo, y me llevo otro frío medio al sofá. El perro se ha comido todo lo que le he puesto, y he tenido que reponer el cuenco para que beba.

Trato de tumbarme a descansar, pero entre el calor y los gimoteos del animal no puedo. Ahora no está triste, es que quiere subirse conmigo a dormir. Le digo que no, muchas veces, y le chisto, pero amaga un par de veces, y al final, se mete a la fuerza. Quiero echarlo pero me da lástima, y acabo acomodándome a su tamaño. Me recuerda a Javier borracho allí mismo, y tenerle entre mis brazos.

Duermo del tirón, pero a media tarde su ladrido me dice que quiere salir. Me pongo un vestido vaporoso de flores y salgo con él a pasear. Una vez en el parque le dejo suelto, y es cuando me llegan los mensajes de Carlos, comentando que han llegado bien a Londres. Aviso a Javier y me dice que se alegra, pero que a él le quedan al menos dos horas de trayecto. Y como tal, empezamos a hablar, casi como el primer día que me dio su número.

Charlamos hasta que llega a Zamora, y me dice que en cuanto pueda, me manda un mensaje. Dejo de estar abstraída y busco a Thor entre una maraña de perros en persecución de una mariposa. Le llevo a casa y nos bebemos cada uno al menos un litro de agua. Hago algo ligero de cena, y le pongo su pienso, que Javier me trajo hace dos días, junto a una mezcla de salchichas y carne picada, que se zampa desesperado hasta no dejar nada. Me tumbo en el sofá, y tras un leve duelo de miradas, le dejo subirse conmigo. Se hace una bola detrás de mis piernas y apoya la cabeza en mi cadera, le acaricio la cabeza con suavidad durante un rato, hasta que el sueño casi nos vence a ambos.

Es cuando le saco por última vez, es apenas una vuelta a la manzana, pero así se desquita. Al volver, me escribo con Javier, ha llegado bien y le digo que el perro está genial. Luego me pego otra ducha, la tercera del día, y me quedo pensando si ponerme algo encima, pero al final me dejo un tanga, y con eso ya tengo calor. El perro se tumba en el suelo de mi habitación, pero gimotea, y harta de verle con su carita triste, palmeo el colchón, y de un salto mueve casi toda la cama al subirse. Busca posición, me lame la cara y se tumba a mi lado. Es raro, pero el calor de su cuerpo me tranquiliza, hace mucho que nadie dormía conmigo, y caigo profundamente dormida acariciado del lomo a esa bestia de carácter afable.

Por la mañana me toca trabajar, así que me levanto, me ducho y me visto cómoda, saco al animal a dar un buen paseo a primera hora. Luego me cambio a ropa de oficina y le dejo comida y bebida, para pasarme unas cuantas horas fuera de casa. Todo el día estoy pendiente entre el trabajo y el móvil, charlando con ese joven que me tiene embobada, aunque no quiera.

Me dice que llegó bien y que se ha instalado, que está muy fresco y que me manda besos y caricias, supongo que en lo segundo, se refería para Thor. Me manda unas fotos suyas, el maldito va con jersey y todo, cuando aquí me sobran hasta las pestañas. Le cojo el gusto y le mando yo una instantánea mía en el trabajo, sentada en la mesa de mi oficina, saludándole con una gran sonrisa, y me responde que no sabe lo que le pasa a los hombres, cuando tendría que tener a todos besando por donde piso de lo guapa que soy. Me suelta ese tipo de cosas, y me confunde, porque me gusta ser halagada, pero sé que lo hace para que me sienta bien, no porque quiera nada conmigo, y no lo quiere porque yo misma le dejé claro que no lo habría. Eso me duele en muchos aspectos.

Regreso a casa sin dejar de hablar con él de lo que ha comido, y de lo mucho que le ha gustando ver a su familia. Al llegar temo encontrarme un desastre épico de Thor por dejarlo solo, pero simplemente me salta encima cuando entro, casi me tira, pero nada más. Se ha portado bastante bien, y juego con él un rato mientras me cambio, casi me ducho pero prefiero sacar al perro y hacerlo luego.

Me pongo las zapatillas, unos shorts blancos y una camiseta a rayas azules y negras, encima de la misma ropa interior del trabajo, y me veo estupenda en el espejo, con el cabello suelto dorado. Damos una gran vuelta hasta acabar en el parque del oeste de nuevo, y allí le suelto mientras juego a lanzarle la pelota y hacer carreras. Me divierto un montón con él, es incansable, y no se queja ni pide volver a casa. Termino rodando por el suelo junto a él, y como le estoy cogiendo el gusto a eso del móvil, le mando a Javier unos videos cortos de Thor, y de mí, haciendo un poco el tonto. La respuesta que recibo es demoledora, “Ojalá estuviera allí contigo”, me hace suspirar su franqueza. “Ojalá estuvieras, Thor te echa mucho de menos…y no es el único.” es mi contestación, junto con una foto de mi cara pegada a la del perro.

Volvemos a casa, y ahora sí, me pego una ducha para sacarme la suciedad y el sudor. Luego meto al animal a la fuerza en la ducha, y con un champú especial que me dejó su amo, le doy un buen cepillado. Es casi una hora de luchar contra los elementos, su fuerza y testarudez son entretenidas, y al finalizar, tengo que volver a ducharme, mientras él sale al pequeño balcón del piso a secarse al sol del atardecer. Cuando salgo, me pongo un tanga y un camisón para salir a la ventana con él, y mirar a la gente pasar. No falta el grosero que me suelta alguna guarrada, desde un segundo piso si no tengo cuidado se me ve todo, pero no me molesta.

Al entrar nos sentamos en el sofá, y me gusta verle buscar la forma de apoyar la cabeza en mis piernas o el costado. Luego cenamos copiosamente, el paseo me ha dejado famélica, y tras ver un rato la televisión, le saco a dar una vuelta en plena noche, con el camisón y todo. Normalmente no me atrevería, es tan corto como un vestido de “putón”, pero con Thor al lado no tengo miedo a nada, hasta la gente normal se aparta de él, y todo aquel que pueda tener mala pinta, recibe una mirada inquisitiva del perro antes de que pueda decir o hacer nada. Al volver a casa me voy directa a la cama, estoy rendida pero me paso una hora hablando con Javier, me dice que se lo está pasando bien con viejos amigos del pueblo, pero que se aburre un poco.

Le mando una foto de Thor estirado en mi cama, y al rato me dice que “es listo el jodido bicho, se va a tu cama y no a otra”. Me sonroja pensar que le tiene envidia al perro, al menos esta noche. Me acuesto y abrazo al pobre animal, que se deja hacer sin comprender que, en realidad, es un sustituto de su amo.

La semana pasa larga y eterna, en unos términos similares. Levantarme, pasear a Thor, ir a trabajar, volver, comer, ir al parque con el perro, regresar, ocuparme de la casa, cenar, sacar al dogo un poco, ver la televisión un rato, y dormir con él animal. Es simple, sumándole dos o tres duchas diarias, dependiendo de si baño al monstruo, que le tiene miedo a la bañera si le dejo solo, o no.

También paso las horas muertas hablando con Javier, es un encanto, y siempre me responde, da igual si tarda más o menos. Nos mandamos fotos y notas de audio, hasta me atrevo a mandarle un vídeo de Thor retozando conmigo en la hierba, en que por jugar con él, el escote es de vértigo.

Los primeros días me decía que estaba bien, y que me echaba de menos, con el tono amable que le caracteriza, pero en los últimos su tono ha cambiado, pasa mucho tiempo en casa, y no sabe qué hace allí, su familia le quiere, pero tienen sus trabajos y sus vidas, así que pasa mucho tiempo solo. Ahora ya no parecen frases protocolarias cuando dice que me quiere dar un abrazo que me va a partir en dos cuando me vea, está necesitado de un cariño y un afecto que allí no tiene, que estoy segura que Celia no es capaz de dar, y todavía menos por teléfono, desde Londres.

He hablado con Carlos, pero salvo decir que está bien, y que todos lo están pasando de cine, no responde nada más. En el ordenador veo que sube cosas de su viaje en las redes sociales, y para mi sorpresa, Isabel ha quedado relegada, sale poco o nada, mientras que Celia aparece en casi todas, siempre pegada a mi hijo. Me da muy mala espina, pero si a mí me la da, a Javier, que lo verá igualmente, imagino que más, y decido no comentar nada.

El fin de semana es de lo mejor. Dejo de ir al gimnasio por la mañana, me llevo a Thor a la Casa de Campo, una porción de bosque al sur de Madrid, y echo a correr con él a mi lado. Es una buena zona de día, y me cruzo con muchos otros ciclistas y corredores, así como grupos de familias acudiendo al zoo o al parque de atracciones, muy cercanos uno del otro. Me he llevado algo de comida y tirada bajo la sombra de un árbol, me la como, con el animal al lado, zampándose su parte correspondiente. Luego busco una fuente y reponemos líquidos, me hace cosquillas la lengua grande y áspera en mis manos cuando la uso de cuenco para él. Luego le mojo entero, ya que el calor aprieta y regresamos al coche dando brincos y saltos, esquivado también a alguna prostituta y drogadictos que empiezan a salir en cuanto llega la tarde, así como ancianos homosexuales que se esconden tras los matorrales para tocarse entre ellos.

Así es mi cuidad, un contraste tras otro.

Al regresar a casa me meto en la ducha, Thor se siente más cómodo si entro con él, y ahora se mete conmigo. Me dio algo de apuro el sábado, pero el domingo me encantó verle allí sentado mirándome como si no estuviera desnuda enjabonándome entera. Así le baño a él también y ahorro agua, que al ritmo que voy, agotaré los embalses cercanos a la capital.

Tras vestirme con un tanga y un sujetador cómodo, me pongo un vestido suave y me voy a comprar ropa a un centro comercial cercano. Se acercan mis tres semanas con Javier, y no quiero que me vea como hasta ahora. A parte que necesito biquinis, me he probado los viejos y no me gusta nada cómo me quedan, hasta tengo bañadores de cuerpo entero, que estilizan pero no enseño nada. Me digo que es para ponerme morena de sol natural, pero la verdad es que quiero impresionar a cierto joven.

Acabo con varias bolsas de ropa de secciones juveniles, es un gustazo verme con esa ropa, no me siento muy cómoda, ya que realmente todo se ha acortado o empequeñecido a niveles “sonrojantes”, pero no voy a negar que estoy tremenda con una minifalda elástica negra o un top banco sin mangas palabra de honor, que apenas cubre mis senos. En mi época de joven he llevado cinturones más anchos que esas prendas. De los biquinis, me han gustado varios, uno blanco y otros de flores estampadas que se atan por los lados con lazos diminutos, así como la parte de arriba, con pequeños triángulos que tapan lo justo. Y para remate, me he comprado un bañador de esos de tanga, negro, de hilo tan fino que atrás no tiene tela, solo las gomas, y al caminar con ellos noto una presión en mi vulva de lo más placentera.

Regreso a casa y me pruebo todas las combinaciones para verme lo mejor posible, con Thor allí sentado, mirándome, le pido opinión y todo, pero sólo ladea la cabeza y jadea. Me dejo un vestido negro de tela ligera, que si levanto ambos brazos se me ve el tanga, y como lleva la espalda totalmente al aire, voy sin sujetador a sacar al perro. Ni loca haría esto sin él, y vaya por delante que cada una puede ir como quiera, pero entiendo que se piensen los que me vean así, que voy pidiendo guerra. Tal vez lo haga, pero esperaré a que Javier venga para que me la den. Me ilusiono al ver que, incluso con el poderoso perro delante, alguno no pude evitar acercarse, siempre en tono amable y cariñoso, hablando de los animales, pero tratando de jugar conmigo. Soy amable, sonrío, pero nada más, mi objetivo es otro, y ya he demostrado que estoy para comerme entera.

De vuelta apuro el paso, no es que nadie me siga, pero tengo algo de miedo, no he debido regresar tan tarde. No ocurre nada, y al llegar me pego un buen baño, con el perro sentado mirando cómo me relajo. Quiero estar reluciente, mañana viene Javier. Me paso una hora decidiendo si le mando las fotos de hoy, no se ve nada raro, pero si lo hago le quitaré la parte de la sorpresa. Simplemente me escribo con él, y noto, temblando de alegría, que está deseando verme, me ha dicho, literalmente “Dios, no sabes cuantas ganas tengo de abrazarte y no soltarte en tres semanas.”, es lo que más deseo ahora mismo. Temo mucho estar equivocándome, otra vez, pero tengo la sensación de que si no hago algo antes de que Celia regrese, me lo arrebatará para siempre, tengo que aprovechar esa leve brecha en su relación.

Salgo y me doy un buen tratamiento para la piel, me pongo unas braguitas y un camisón para acostarme, pero a mitad de noche el calor, y el tibio cuerpo de Thor, me pueden, y me quito el satén, abrazando al animal, que me lame el cuello, casi como si entendiera que estoy necesitada de caricias. Me quedo dormida y sueño con mil situaciones que puedan darse a partir de hoy, sobretodo, empezando por mañana.

Continuará…

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Relato erótico: “Reencarnacion 7” (POR SAULILLO77)

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Reencarnación 7

Tomo conciencia a primera hora, me pongo un vestido largo tras ducharme y saco a Thor, me temo que por última vez. Me gusta tenerle en casa, y que me obligue a salir y divertirme con él, así como su desparpajo para subirse al sofá conmigo, o meterse en mi cama. Tal vez son cosas que aprecio en un hombre, confianza en sí mismo. Ojalá la tenga su dueño conmigo durante estas semanas, estoy ansiosa por que llegue esta tarde.

Al regresar dejo al perro con comida y agua, y me cambio para ir a la oficina. Meto la pata con un par de citas durante el trabajo, tengo la cabeza en otro sitio, en concreto en un autobús Zamora – Madrid que llega en unas horas, pero David me las perdona como si nada ya que mañana me necesita en una reunión lo más guapa posible. Me mando unos mensajes muy dulces con Javier, el contesta cosas del tipo, “Nos vamos a divertir de lo lindo, tengo unas ganas de lucirte por ahí y pasarlo bien, que no vas a bajar de una nube de felicidad, ya me ocuparé yo de eso”, que me dejan con ánimos de salir corriendo a la terminal.

Aguardo impaciente hasta el fin de mi jornada como una chiquilla la última hora de clase antes del verano, ansiosa y mirando el reloj sin parar. Estoy pensado si es que a lo mejor se ha dado cuenta y desea volver a jugar a mi juego, pero no quiero hacerme ilusiones, tal vez solo sea amable, y quiera agradecerme lo que hice por él con Celia.

Cuando llega mi hora, salgo corriendo a casa, doy una vuelta a la manzana con Thor para que se alivie, y me pego una ducha rápida al volver. Me pongo un tanga rojo, con una minifalda a medio muslo con vuelo de tono granate y un top azul escotado, marcando mis senos elevados por un sujetador nuevo negro, que me realza la figura. Me dejo el pelo suelto, sé que le gusta verlo así, y me pongo unos zapatos cómodos pero con algo de tacón, lo justo para sentirme muy sensual. Me realzo los ojos con sombra y voy en el coche a la estación, dejando al perro en casa, quiero que se centre en mí cuando me vea.

Conduzco muy nerviosa, pero aparco y espero dentro de la terminal. Según sus mensajes está al caer, y jugueteo con el anillo de Luis antes de ver aparecer su autobús. Sonrío sin darme cuenta, y busco ansiosa con la mirada su rostro de la fila de gente que va bajando. Tras varios amagos, veo unos ojos clavados en mí por las escaleras y se me acelera el corazón. Es él y luce una horrible cara de agobio por el viaje. Me cruzo de brazos, pero una mano se me escapa a morderme la uña, está tardado en que le den sus maletas. Al entrar al enorme pasillo de la dársena, se acerca con paso alegre esquivando al gentío, y suspira antes de alcanzarme, abrumado por mi vestimenta quiero creer.

Me gana cuando suelta las maletas en mitad de la nada, y corretea con los brazos abiertos hacia mí, que sin pensarlo hago lo mismo. Con una simple camiseta a cuadros negros y rojos, y un pantalón pirata blanco, me dan ganas de tirarlo al suelo y hacer lo que quiera con él.

Creo escuchar un “Hola, Laura” antes de saltarle encima, y rodearle la nuca con mis manos para comerle a besos toda la cara. Él me corresponde alzándome con sus antebrazos por mi espalda. Ha sido un pequeño choque que me llena de felicidad, y al notar que baja su cuerpo para alzarme en el aire y darme un número casi infinito de carantoñas en el cuello y el hombro, me río llena de una alegría que no puedo describir. Por si fuera poco, empieza a girarme, y la fuerza hace que media terminal me vea el trasero, algo que me da igual, estoy en sus brazos, y ahora es lo único que me importa.

-JAVIER: Por dios, si me intuyo este recibimiento, me vengo antes. – dice al final, tras muchos gemidos cariñosos y tiernas miradas. Me deja en el suelo pero no se aparta, ni deja de abrazarme.

-YO: Anda bobo, es sólo que me hace ilusión verte. – froto su gran espalda con fuerza.

-JAVIER: Y a mí, de verdad que no sabes la tortura china que es un pueblo de Zamora una vez que conoces la gran ciudad.

– YO: Pues ya estás aquí.- mi mano se mueve sola a su cara, y paso los dedos por su barba de tres días que me encantaría besar otra vez, pero la escena ya es comprometida, no veo a muchas parejas reencontrarse así de efusivos a nuestro alrededor.

– JAVIER: ¿Y el perro está en el coche? – tarda unos segundos en acordarse de su mascota.

– YO: No, en mi casa, no quería agobiarlo con el viaje.

– JAVIER: Se habrá portado bien ¿No?

– YO: Genial, es muy bueno, le tengo mucho cariño y voy a echar de menos pasearle o tenerle por casa.

-JAVIER: Pues vamos a verle, que lo mismo ya no se quiere venir conmigo. – por fin me suelta, y coge sus maletas. Le ayudo con la mochila para que no cargue mucho peso, pero no parece muy afectado.

Al meternos en el coche ya se ha quejado dos veces del calor, y no le culpo, viene de temperaturas mucho más suaves que los cuarenta y dos grados de máxima de hoy en Madrid, y en el termómetro que está a pleno sol en la salida de la terminal, pone unos asfixiantes cuarenta y siete grados. Metemos las maletas en la parte de atrás y se sienta delante conmigo en el coche. Guardamos un silencio tenso hasta que noto que me mira las piernas, parcialmente descubiertas por la minifalda. Me acomodo un poco coqueta, y le pregunto por el viaje.

-YO: ¿Qué tal por Zamora?

-JAVIER: Genial, ha sido fantástico volver a ver a mi familia, y algunos amigos, o volver a comer los platos de mi madre, ha sido estupendo, creo que he cogido unos kilos y todo…no como a ti, que se te ve espectacular. – sonrío vagamente, esperaba un comentario así.

-YO: Gracias, deben ser los paseos con Thor, me ha hecho hacer más ejercicio que en el gimnasio.

-JAVIER: Es un trasto, pero no me refería a eso, digo que te veo bien, no sé, alegre, ilusionada…irradias felicidad. – me ruborizo esperando que no se note que si se me ve así, es por él.

-YO: Pues no sé porqué, serán las ganas de verte…- bromeo, diciendo toda la verdad del mundo.

-JAVIER: No menos que yo, al tercer día creía que me pegaba un tiro por el aburrimiento, con todo lo que ofrece Madrid, un pueblo perdido de Zamora resulta agobiante, y más sin nadie con quien salir.

– YO: Aquí es un poco igual, gracias a Thor no me tiro en casa todo el día. Si no es por estar hablando contigo, hubiera sido un suplicio.

– JAVIER: A mí me dabas la vida cada vez que me escribías, y esas fotos con el perro… me sacabas una sonrisa cada día.

-YO: Pero ya estás aquí.- repito.

-JAVIER: Si, y encima contigo, nos lo vamos a pasar genial. – al posar su mano en mi brazo, todo mi cuerpo reacciona, y la piel se eriza al contacto.

El viaje dura poco, lo bueno de Madrid en verano es que no hay casi nadie por las calles a media tarde, y los trayectos se acortan. Llegamos a mi casa, dejando las maletas en el coche, y subimos en el ascensor sin dejar de hablar de anécdotas de su viaje, y de Thor.

Normalmente el animal en casa es muy callado, y solo gruñe si alguien llama a la puerta, pero ya desde abajo, se le oye ladrar desesperado, sabe que su dueño está de camino. Al llegar y abrir, el enorme dogo pega un salto y se sube en brazos de Javier, que haciendo un gran esfuerzo lo mantiene en alto, soportando lamidas de cara y carantoñas con la cabeza.

Acaban los dos en el suelo del recibidor, sin saber cuál de los dos está más alegre de ver al otro. La escena es familiar, casi reconfortante, cómo le acaricia y trastea con él, y el perro me mira, o se acerca a darme con el hocico, como queriendo decir que él había regresado, lleno de la misma ilusión que debo tener yo en mi rostro.

Tardamos unos minutos en que Thor deje de atosigarnos, el pobre está casi llorando de felicidad. Luego recogemos sus cosas y nos preparamos para llevarlas al piso de Javier, que se bebe casi todo el líquido de mi nevera. Solo cuando salgo tras ellos con una bolsa llena de juguetes y comida de perro, el animal deja de tirar de su amo para esperarme. Le montamos en el coche y saca la cabeza por la ventanilla, gozando de la brisa árida y ladrando a algún transeúnte despistado por el trayecto. Al llegar a su casa, sube como un loco a las escaleras hasta la habitación, y se revuelca en la cama. Es divertido ver a un poderoso animal tan grande, moverse como un cachorro feliz.

Ayudo a deshacer las maletas de mi galán particular, y sin saber exactamente de qué, seguimos hablando, sin parar, sobre cosas mundanas o sin relevancia, pero generando una sensación de bienestar en mi interior. Al acabar de poner una lavadora, nos quedamos los tres sentados en la cama, Javier se acaba tumbando antes las acometidas de su perro, que quiere jugar, y la imagen de mí metiéndome entre los dos para ser traviesa, me cruza la mente, con esta minifalda a nada que me mueva, se me verá todo. Me resisto las ganas.

-JAVIER: Es un gustazo estar en casa.

-YO: Me alegro de verte tan contento.

-JAVIER: Lo estoy.

-YO: Eso significa que las cosas con Celia… Carlos no me informa detalladamente en sus crípticos mensajes.

-JAVIER: Bueno…la verdad es que no hablamos mucho, pero no es el lugar de hablarlo, déjame que me pegue una ducha, me cambio, y vamos a tomar algo por ahí, así charlamos. – asiento, deseaba escucharle algo así.

De golpe, rueda por la cama y me abraza, tumbándome boca arriba, le tengo encima y me besa la cara mientras me dice cuánto me ha echado de menos. Rodeo su cabeza, y por un segundo creo que va a besarme por el cuello y seguir bajando hasta mi escote, pero no lo hace, solo me aprieta con dulzura. Luego se alza de pie, busca unos calzoncillos limpios, y se va a ducharse.

Yo me quedo acostada en su cama, embobada con ese gesto tan sutil y tan tierno. ¿De verdad no se da cuenta del efecto que produce en mí? Me cuestiono si es que es inocente, o finge serlo. En cualquiera de los casos, me gusta, porque es un trozo de pan que me enamora tal como es, o un cabrón que sabe llevarme, como sólo supo Luis.

Juego con el perro unos quince minutos, hasta que Javier regresa, se me queda mirando un segundo, pero luego se gira y se quita la toalla que anudaba a su cintura, mostrando unos bóxer de licra.

-YO: Por dios Javier, avísame y me salgo.

-JAVIER: Si nos vamos a ver en bañador, habrá que acostumbrarse. – quiero decirle que no es lo mismo, pero me he quedado muda mirándole el culo mientras se pone unos pantalones piratas azules, junto a una camiseta blanca.

Al vestirse y salir a la calle me cuelgo de su brazo, damos un ligero paseo hasta unas terrazas apostadas a lo largo de una de las avenidas aledañas y pedimos algo fresco de beber. Nos sentamos en una mesa bajo un ventilador con vaporizador de agua fría, y charlamos de algunos detalles de lo que podemos hacer en los siguientes días, pero no dejo pasar la oportunidad de meter baza contra Celia.

– YO: Bueno ¿Y lo de tu chica?

– JAVIER: No sé, creo que estar separados nos viene bien, no nos estamos mandando mensajes todo el día, pero cuando hablamos, la noto alegre y contenta, se lo está pasando bien.

– YO: ¿Pero tú eres feliz?

– JAVIER: Creo que sí, voy a esperar a que vuelva, y a ver cómo nos va…

-YO: ¿Y no te preocupa que en el viaje… pase algo? – me sale demasiado directo.

-JAVIER: No, confío en ella, jamás me haría nada de eso, y Carlos me dice que él cuidará de ella. – su tono de voz no indica el nivel de peligro que esa frase conlleva.

Seguimos un largo rato conversando, conmigo aguantado las miradas desvergonzadas del camarero a mi escote y mis piernas.

Es casi la hora de cenar, y trabajo por la mañana, debemos irnos. Me obliga a llevarle a mi casa, para dejarme sana y salva, luego él se irá a la suya, pero soy convincente, y le hago quedarse a cenar conmigo. Es algo liviano y fresco lo que preparo, genial para las altas temperaturas, y de guinda, me encanta la sensación de estar junto a él.

Tras un buen rato, de risas y charla en el sofá, en el que trasteamos, nos hacemos caricias, y nos abrazamos varias veces, se hace tarde y Javier se despide con un beso en la mano que me hace suspirar, para luego darme otro en la mejilla rodeándome con sus manos, que repasan mi espalda y mis costados en un largo apretón de nuestros cuerpos.

-JAVIER: Un placer verte, pero me voy a sacar a Thor que lleva toda la tarde solo. – retengo mi lengua, que quiere decirle que si puedo acompañarle, pero es tarde y él mismo no me dejaría ir.

-YO: Ten cuidado Javier, y ya quedamos para estos días.

– JAVIER: Tranquila, y nos vemos cuando quieras… ¿Te llamo cuando salgas de trabajar y así paseamos al perro?- se dibuja un sonrisa encantada en mi cara.

-YO: Claro, ya me he acostumbrado a sacarlo.

-JAVIER: Perfecto, Laura, pues hasta mañana. – agacha la cabeza en señal de despedida, y cierro la puerta lo más lentamente que puedo.

Apenas se ha marchado y ya estoy deseando que llegue el día siguiente.

Me voy a darme una ducha fría, la temperatura es alta, pero mi cuerpo está ardiendo todavía más, sus roces, sus miradas o sus gestos de cariño desinteresado me vuelven loca. Me paso media hora jugando con la alcachofa de la ducha hasta sacarme un orgasmo delicioso, he aprendido que desde Jimmy, el boy que casi me partiera en dos, con el dildo no hago mucho, y en la bañera me ahorro tener que asearme después.

Me acuesto con sólo unas braguitas de algodón, y me cuesta conciliar el sueño de lo agitada que está mi cabeza. Me desvelo varias veces de madrugada, me levanto echa un asco y con sueño para irme a trabajar como una autómata.

No puedo creerme lo lento que se me está haciendo el día a meda mañana, a la hora del almuerzo sigo con la mente llena de pensamientos que no debería tener, pero que me invaden sin poder hacer nada. La mayoría acaban conmigo encima de Javier, montándolo como a mí me gustaría hacerlo.

Recibo varios mensajes de mi objetivo, todos en tono amable y feliz, hasta fotos de “lo triste que parece Thor sin mí”. Tengo que dejar de reírme porque algunos clientes de la sala de espera de mi oficina me han mirado raro. Acudo a la reunión de oyente que me pidió David ayer, y para variar he llevado mi traje blanco nuclear apretado y escotado, camiseta fina debajo, con la variante de una falda de tubo hasta las rodillas, no enseño tanto muslo, pero con un tanga diminuto color negro me hace una cadera de escándalo. No hay un sólo hombre que no me haya dado cuenta que me miraba el trasero al pasar a su lado, y hasta mi jefe tiene cara de querer darme una palmadita.

A penúltima hora Javier me dice que van a salir ya, que Thor está desquiciado de estar en casa, me da pena pensar que no les voy a ver hasta que me dice que vaya directa al parque cuando salga. Le he comentado que me daba algún apuro manchar mi traje, pero visto el resultado ante los chicos de mi departamento, creo que voy perfecta para seguir con mi plan de meterme a ese muchacho en el bolsillo.

Al acabar mi turno, me voy en el coche directa al parque del oeste, le dije que llevaba allí a Thor y que le encantaba, así que pese a ser un buen paseo desde su casa, le lleva allí.

Aparco de milagro en Moncloa, muy cerca de donde hemos quedado, y me dejo las sandalias de conducir que llevo en el maletero, en vez de volverme a poner los taconazos a juego con el traje. Seamos realistas, no voy a un cóctel. Cruzo la calle y tras unos minutos de avisarnos por el móvil, aparece una masa negra corriendo como un loco hacia mí, con Javier detrás sin poder detenerlo. El animal casi me tira al chocar contra mis piernas con su enorme cabezota, gime y menea el rabo alegre cuando le acaricio, esperando que su dueño nos alcance.

– JAVIER: ¡Maldito perro! Casi no podía con él, sí que te echaba de menos. – dice jadeando, la camiseta gris que lleva marca un poco de sudor, que no se nota en los pantalones cortos negros.

-YO: Es que nos hemos hecho muy amigos ¿Verdad grandullón? – le hablo al perro como a un crío. La forma en que se frota contra mí al acariciarle el lomo es tan hilarante, que me río si parar.

– JAVIER: Vaya…me voy a tener que poner celoso. – la idea de que puedo ponerle así, me atrae.

– YO: Tú no has venido corriendo a saludar. – le pincho, y como joven que es, cae. Se lanza a abrazarme y darme mi beso, al cual ya hasta pongo la cara sin esperar a que me lo de, y cada vez son más largos y tiernos.

-JAVIER: Perdona, es que con este engendro tirando de mí…. En fin, menos mal que me has avisado de lo del traje, sería una pena que te mancharas, vas espectacular Laura. – no se corta, me coge de una mano para hacerme dar una vuelta sobre mí misma, y pongo sonrisa coqueta.

– YO: Muchas gracias, es por el trabajo ¿Pero por qué lo dices?

– JAVIER: Me he traído una manta, y he comprado algo para pasar la tarde aquí, espero que no te importe, me ha parecido una gran idea. – me percato de la bolsa de plástico en su mano, con bebidas frías y algo de picar.

-YO: ¡No, es perfecto! Vamos a buscar un buen sitio.

Ni tengo que pedirlo, pone su brazo para que me agarre a él, y paseamos por los caminos de tierra hasta acabar en lo alto de una colina de hierba verde, abajo hay un riachuelo empedrado que le da un aire fresco a toda la zona, junto al inicio del atardecer a nuestra espalda, perdiéndose entre los altos arboles.

Extendemos literalmente un manta de su cama, y nos sentamos en ella. Tengo que poner las piernas juntas y dobladas ya que la falda no da para más, y al soltarme los botones de la chaqueta, respiro mejor al liberarme de esa pequeña prisión para mi caja torácica, regalando una pose de “Pin up” que Javier observa con cierto disimulo.

Estoy seca, y rechazo un refresco que me ofrece de inicio, para tomarme una cerveza helada casi del tirón. Nos reímos y jugamos a lanzar pendiente abajo la pelota de tenis desgastada a Thor.

-YO: ¿Que tal el regreso a casa?

-JAVIER: Bien, el piso está un poco vacío en vacaciones, y se hace raro, pero da gusto volver a dormir en tu propia cama, y hacer un poco lo que te da la gana. ¿Y tú?

-YO: Pues igual, es un alivio sin Carlos y su chica, aunque echo de menos cuidar de Thor, me hacía compañía estos días.

-JAVIER: Entiendo, estás un poco sola sin tu hijo.

-YO: Sí… Bueno, no, llevo mucho tiempo sintiéndome…abandonada. – me noto mejor al expresar esa realidad en alto.

-JAVIER: Lo lamento, supongo que es muy duro perder a tu marido de esa forma, y Carlos no es que se haya portado bien contigo…pero eres una gran mujer, no debes sentirte así, Laura, puedes hacer muchas cosas aún, y … y estoy seguro de que podrías tener al hombre que quisieras. – me saca del momento triste con esa patada directa a mi hígado sentimental.

– YO: No sé, creo que podría acostarme con el hombre que yo quisiera, pero eso no es lo que busco, quiero algo más profundo y trascendental, la gente no está preparada para dar eso a una mujer como yo. – la experiencia con Emilio y Jimmy me lo ha demostrado, soy un hermoso juguete roto, un bonito pañuelo de usar y tirar.

-JAVIER: Pues el género masculino es idiota, estás tremenda físicamente y tu carácter y tu forma de ser son maravillosas, eres todo lo que yo buscaría en una mujer. – la forma tan amigable en que lo dice, me duele, pero lo disimulo lanzando la pelota a Thor, que es incansable.

– YO: Eres un cielo, ojalá alguien me viera como lo haces tú, y se atreviera a intentarlo conmigo. – creo que no puedo ser más evidente.

– JAVIER: Seguro que sí, Laura, no voy a ser el único que vea lo especial que eres. – se tumba boca arriba, con las manos apoyadas en su nuca, estirando las piernas, dándole un aire muy seguro a sus palabras, que me hieren de nuevo. Me dicen que él no es esa persona.

Me recuesto junto a él, estoy algo ofuscada pero la partida está en pañales. Me las ingenio para que sin decir nada extienda su brazo y lo use de apoyo para mi nuca, terminando en su hombro, y estirada boca arriba de forma diagonal. Su mano se dobla, con sus dedos buscando mi brazo, haciendo carantoñas que me hacen ronronear.

No me entra en la cabeza ninguna posibilidad de estar haciendo esto con alguien que no sea mi pareja, pero aquí estoy, a gusto, tranquila y hasta cierto punto, feliz. Claro que podría estarlo más, si me diera la vuelta sobre su pecho y me besara tan apasionadamente como le he visto hacer con Celia, pero me conformo con regalar mi canalillo despejado cada vez que gira la mirada hacía mí.

Permanecemos en silencio, la situación, paradójicamente, lo pide a gritos, es un momento de paz y serenidad que hacía bastante que no sentía junto a alguien.

Al rato de quedarnos algo traspuestos, con Thor tumbado a nuestro lado, vigilante, nos sentamos de nuevo, y nos tomamos unas patatas fritas con los refrescos, algo tibios ya. Nos activamos un poco y nos ponemos en pie para jugar con el perro, es muy divertido verle coger uno o varios palos a la vez. Debo reconocer que me lo estoy pasando genial.

Un tiro flojo de mi parte acaba con la pelota rodando hasta el empedrado, el animal corre como parece que sólo sabe hacerlo, a lo loco, y para cuando quiere frenar, es tarde. Choca con las piedras y cae al agua. La escena es cómica, pero estoy preocupada unos segundos, Javier incluso amaga con salir corriendo, pero como si nada, el dogo emerge empapado, con cara de susto, y tras un par de tirones, sale por su propio pie.

Casi nos caemos al suelo de risa, el maldito bicho coge su pelota y sube al galope a buscarnos. Tengo que echar a correr para que no nos manche del barro cuando se sacude orgulloso, pero entiende que es un juego, y me persigue. No sé cómo, pero acabo volando por los aires, Javier me ha cogido por los gemelos y me ha cargado a su hombro tal cual fuera un saco de patatas, tratando de esquivar, entre risas, al tozudo perro, que salta tratando de tumbarnos.

No podemos acabar de otra forma, los tres tirados por la hierba, y mi traje blanco impoluto se llena de suciedad, y pese a ello, llevamos unos quince minutos sin poder dejar de reírnos, de esas veces en que hasta te falta el aire.

-YO: ¡Por dios, mírame, estoy hecha un asco! – alcanzo a decir cuando me sereno un poco.

-JAVIER: Perdona, pero es que…es que no se puede con este mastodonte. – está tirado a mi lado, tratando de sujetar al perro, que jadea alegre sin entender lo que ocurre.

-YO: No pasa nada, es ropa, se lava y punto.

-JAVIER: Ya, y a este no le vendría mal un lavado. – la realidad es que el perro está para pasarlo por un túnel de lavado.

-YO: Pues ahora en casa le das una ducha.

-JAVIER: Puff, no sabes el suplicio que es meterle bajo el agua…- le miro, y entiende que llevo una semana luchando con él perro cada vez que le lavaba. Hasta que descubrí que metiéndome dentro con él dejaba de escabullirse. -…Cierto, pero tú tienes una gran bañera, que en mi piso es un plato de ducha y no hay manera.

-YO: Pues vamos a mi casa y le levamos allí, todavía tengo el champú que me diste.

– JAVIER: ¿En serio? No quiero abusar… pero sería un lujo.

-YO: Anda, vámonos ya, que se hace tarde.

Pese a poder ser un táctica para que no piense mucho, y obedezca, es la verdad. La noche se cierne sobre el parque, y pese a contar con Thor y Javier, prefiero irme antes de que anochezca.

Recogemos y regresamos hasta la civilización de nuevo, llegando a mi coche. Nos subimos y vamos a mi casa, recordando y riéndonos todavía del incidente del riachuelo. Noto la piel tirante del barro, y observo que Javier está tan sucio como los demás, así que juego mis bazas al llegar a casa.

-YO: Vamos a duchar a esta fiera.- tiro del perro, que ya se huele a la tostada y se sienta. Resistencia pasiva lo llaman.

-JAVIER: Pero cámbiate, que vas a echar a perder la ropa.

-YO: La experiencia me dice que si me cambio, me tendré que volver a vestir después de lavar a Thor, así que mejor así, y luego nos duchamos. – lo dejo caer, pero no tarda en reaccionar.

-JAVIER: ¿Cómo que “nos duchamos”?

– YO: Claro, míranos, si estamos hechos unos zorros.

-JAVIER: Yo ya me ducho en mi piso…

-YO: No, tú te duchas aquí, te pones algo de ropa de Carlos, y cenamos juntos. – va a replicar, pero no le doy opción, y me meto en el baño con el perro.

Técnicamente no es una guerra, pero como batalla campal no está mal duchar a Thor, y hoy, con la cantidad de ramas, hierbas y suciedad que tiene, cepillarlo es un suplicio. Acabamos los tres empapados, y al haberme quitado la chaquetilla, mi torso marcado bajo el sujetador sale a relucir con la camiseta mojada. Digamos que no he evitado el chorro del grifo.

Cuando terminamos, Javier se sale con el perro al balcón, aún hace calor, y así se secan. Yo me pego una ducha que me deja como nueva, me pongo algo de aceite corporal, dejándome el pelo suelto empapado, ya que lo lavo con cuidado, y con un tanga minúsculo, y una toalla anudada en forma de vestido palabra de honor, salgo a la terraza.

Mi galán bufa al mirarme, no me dice que estoy para empotrarme contra la barandilla y devorarme allí mismo, pero se lo leo en los ojos. Le empujo juguetona a la ducha, y tras unos minutos de espera, sale del baño con una toalla por la cintura. Sé de buena tinta que no lleva nada debajo, he metido su ropa en la lavadora, calzoncillos incluidos.

Me ha parecido elegante ponerme el camisón corto azul de satén, y su cara de querer comerme entera no ha desaparecido. Al preguntar por su ropa, le contesto traviesa para que sepa que no tiene escapatoria. Cenará conmigo.

Le dejo un bañador dado de sí de Carlos y una camiseta de baloncesto de mi hijo que le queda algo justa. Tal cual, pasamos media hora discutiendo qué pedir a domicilio tirados en el sofá, termina siendo una pizza familiar con lo más grasiento que se nos ocurre. Javier baja a por un par de cervezas que le pido que compre mientras hago una ensalada ligera de primero. Para cuando llega el repartidor, suben a la vez él, y no se da cuenta de la mirada de “Carbón afortunado” que pone al verle entrar mientras le pago.

Cenamos sin dejar de hablar, y como aún le falta a la lavadora, que obviamente he puesto en ciclo largo, nos sentamos a ver una película. Thor trastea, se ha comido dos porciones él solo, se ha bebido casi un litro de agua, y hace un rato que duerme en su rincón favorito del salón.

– YO: Estoy reventada.

-JAVIER: Ya, perdona por tanto jaleo. – le sonrío.

-YO: No te disculpes, me gustan estos días, llegar a casa molida y tumbarme a descansar encima de…- “…Luis.” iba a decir, eso hacía con mi marido, pero hace mucho que nadie me acuna en su cuerpo.

-JAVIER: Pues me alegro entonces, se te ve muy feliz. – hábilmente pasa por alto mi lapsus.

-YO: Es que ahora mismo lo soy, necesitaba desconectar, y me estás ayudando mucho.

-JAVIER: Es un placer, además me lo paso genial contigo, no sé…

-YO: Es que una vale mucho. – me muevo orgullosa, mostrándome con las manos.

– JAVIER: Ya lo creo que vales. – su forma tan firme de decirlo me apaga la sonrisa, es como un dardo a mi corazón.

-YO: ¿Puedo… pedirte un abrazo? – me sale de dentro.

-JAVIER: Laura, tú no tienes que pedir dármelos, ven y te los daré encantando, los más largos y fuertes que quieras. – pongo morritos, es justo lo que quería oír.

Me recuesto sobre él, sentado uno al lado del otro, y la sensación emerge de la nada, como el dogo en el agua, un bienestar que no puedo palpar o narrar, pero sí sentir. Sus manos me quieren rodear pero me coge en mala postura, su pierna está en medio, y me aparta.

-YO: ¿Ya? – la voz de niña me sale sola.

-JAVIER: No, es que me estaba clavando la rodilla, deja que me mueva. – se apoya en el respaldo y pasa una pierna por mi espalda, queda un hueco entre sus piernas que me lanzo a ocupar, y ahora sí, el abrazo es completo.

– YO: Muchas gracias por todo, Javier, eres un encanto.

-JAVIER: Gracias a ti por ser como eres, te adoro. – casi me lo susurra.

Cierro los ojos y me digo que no voy a separarme de él hasta que me lo pida. No lo hace, y tras varios minutos de sentir sus dedos jugar con mi cintura, se recuesta sobre el sofá, y le uso de acomodo. Noto su barbilla en mi pelo, su respiración fuerte y pausada al lado de mi cabeza, y su pelvis apretada contra mi cadera. Doblo las piernas subiéndome del todo al sofá, y me tumbo rendida sobre su torso, posando mis manos en sus pectorales, gozando de la calidez de su cuerpo y de la sensación de sus brazos protegiéndome.

La situación aquel día que llegó borracho y se durmió en mi salón, se repite, pero ahora soy yo quien le usa a él de oso de peluche. Podría ser una maniobra de mujer resabida, pero en realidad creo que se ha dado cuenta de que necesito afecto, mucho más que cualquier otra cosa, y me deja hacer a mis anchas. “Dios, qué cómoda estoy.”

Al abrir los ojos me aterro al comprobar en el móvil que son las tres de la mañana. Alzo la cabeza y me doy cuenta de que me he quedado dormida encima de él, que ha hecho lo propio con la nuca apoyada en un cojín. Me da mucha vergüenza, pero moverme es estropearlo, y esta vez no me da la gana irme. Una de sus manos sigue en mi espalda, pero la otra ha debido de usarla para acomodarme, y está en mis piernas, pese a que parece inerte, su sólo contacto me estremece.

Casi temo respirar, pero las horas en la misma postura me están matando, así que giro un poco la cadera para quedar más cómoda, y es cuando noto su miembro en mi vientre. Es inconfundible su forma en mi piel, ya que se ha levantado el camisón, y solo un bañador fino está entre su sexo y yo, y lo peor es que juraría que está… morcillón. No debería extrañarme, él es joven, conmigo encima y el roce, el subconsciente ha hecho de las suyas. Levanto el bajo del satén y me sorprendo mirando directamente su paquete, que se adivina con la luz de la televisión encendida aún.

“Carga de derechas, como Luis” es lo primero que pienso, pero las similitudes acaban ahí, ni en sus mejores días mi marido marcaba tal bulto. Le favorece que de la postura se haya enrollado la tela, pero aún así, la imagen es poderosa. La siguiente idea que me llega es el miembro duro de Jimmy, aquello era colosal, pero si lo que veo no está a toda su capacidad, este joven tiene un buen trasto ahí metido, tal vez no tan largo, pero igual de ancho que el boy.

Mi mente de golpe se imagina mi mano sacando su mástil del encierro, y dejar que pase lo que tenga que pasar. Algo me detiene, supongo que puede llamarse conciencia, pero la realidad es que el día ha sido maravilloso, y no quiero estropearlo con una metedura de pata que le haga marcharse para no volver. Me arrebujo abrazándolo por el vientre, y me vuelvo a quedar profundamente dormida sobre él, con una sonrisa de oreja a oreja.

– JAVIER: Buenos días, Laura. – su firme y endulzado tono de voz me hace abrir los ojos, hasta que no bostezo no escucho la alarma de mi móvil sobre la mesa.

– YO: Dios…me he quedado traspuesta encima de ti. – atino a decir, fingiendo como puedo que ha sido ahora cuando me he dado cuenta.

– JAVIER: No pasa nada, ha sido muy dulce. – me alzo sobre su pecho, temo estar horrible, pero me besa en la frente y me aprieta un poco con los brazos.

– YO: Qué vergüenza…Javier, perdóname.

– JAVEIR: Te he dicho que no pasa nada, además, estás preciosa mientras duermes.

– YO: ¿Pero cuándo te has despertado?

– JAVIER: Hace media hora o así, pero me daba pena inquietarte, se te veía tan contenta que te he dejado dormir. – se me encienden la mejillas.

– YO: No sé qué me ha pasado.

-JAVIER: Que necesitabas afecto, y me encanta ser yo quien te lo de.- sus ojos marrones me penetran, casi veo amor en ellos, pero sólo es ternura.

– YO: Tienes razón, y muchas gracias.

– JAVIER: De nada…pero si no te importa…debo acudir al baño.

Asiento aún adormecida, y me levanta hasta sentarnos de nuevo. Me encanta que me abrace y me de cuatro besos largos en la mejilla y el cuello. Se pone en pie, y pese a querer disimular, su media erección sale a relucir sin prenda íntima que lo reprima.

Mientras se da una ducha rápida, preparo el desayuno, y al salir, le doy su ropa seca. Mientras se viste, me meto en el baño, y me refresco el cuerpo entero. La idea de una masturbación en esa bañera, que hace nada ocupaba su cuerpo, me pasa fugaz, pero el pensamiento dominante es “Hacía más de tres años que no dormía así de bien.” Luego me visto con un traje pantalón de tela fina azul marino, y tomamos algo de zumo con tostadas.

No es que hablemos mucho, es más las miradas que cruzamos, cómplices y alegres, lo que me hace reír. Cuando estoy lista, bajamos con Thor, que está desesperado por encontrar un árbol en el que evacuar. Javier me acompaña hasta el coche, y me da las gracias por una noche tan genial, “¡Si soy yo la que debería dártelas!” me digo. Acepto otro abrazo, y le dejo irse con su mascota, dice que prefiere pasearle de vuelta a casa, y no acepta que les acerque.

Paso casi todas las horas del trabajo pensando en lo ocurrido, en la tarde en el parque y lo bien que me lo he pasado. No puedo evitar tratar de adivinar lo consciente que habrá sido él de lo que ha pasado, o de si le da la relevancia que para mí ha tenido. Ha sido especial, no puedo definirlo mejor, salvo ese momento a las tres de la mañana, he dormido del tirón, sin preocupaciones ni tristeza, éramos él y yo, fundidos en un solo ser, y pensar en su forma de mirarme mientras todavía estaba soñando, me intriga.

A última hora de mi turno en la oficina empiezan los mensajes. Un “¿Cómo estás?” Da paso a una serie de risas, y comentarios que acaban en volver a quedar esta tarde para ir a pasear a Thor. Pero esta vez quiero pasar antes por casa, y cambiarme, ya me he jugado un traje de los buenos, no quiero poner en riesgo más de mis herramientas de trabajo. No pone objeción y quedamos a las seis en mi casa.

Al llegar, como algo y limpio la casa, para sentarme un rato a descansar. Tras un rato voy a la ducha y salgo a cambiarme, dudo si escoger algo de la ropa más juvenil de la nueva que me compré, el primer día le dejé muy impresionado, pero me las guardaré para más adelante. Opto por un top negro ajustado encima de cómodo sujetador del trabajo, y una falda amarilla hasta las rodillas con vuelo, algún susto me he llegado con esa prenda un día de aire, así que me pongo un coulotte discreto, del mismo tono limón, junto a unas zapatillas del gimnasio. No es que vaya a romper moldes hoy, creo que pretendo saber si puedo obtener el mismo nivel de complicidad con él sin tener que recurrir a mi físico.

Espero ansiosa hasta que escucho el telefonillo, me asomo al balcón y veo a Thor ladrándome al saludar, y a Javier a su lado, con una camiseta blanca, con dibujos negros, y un pantalón corto marrón. Me atuso el pelo suelto en el espejo del recibidor antes de salir, para que de una sensación descuidadamente perfecta, y bajo al trote a por mí abrazo y mi beso.

No me defrauda, hasta me levanta del suelo mientras me come a besos. No es el único, el perro me empuja pidiendo sus caricias, y me lame las manos, ansioso por empezar otra tarde de paseo.

-JAVIER: Buenas tardes preciosa ¿Repetimos plan en el parque del oeste?

-YO: Como quieras…– “¡Me ha llamado preciosa!” – …pero podemos ir al retiro hoy, hace mucho que no paso por allí.

-JAVIER: Pues vamos.

Me pego a su brazo y empezamos a caminar. Aparte del parecido a Luis, o de que me sienta bien a su lado, da gusto tener a alguien con quien poder salir a hacer cualquier cosa, sin pegas ni quejas.

Damos una buena vuelta hasta llegar a la Puerta de Alcalá, una de la cinco antiguas puertas que daban acceso a la cuidad de Madrid, y que ahora corona una rotonda gigante en medio la Plaza de la Independencia, en la cual, uno de los lados da a la entrada principal al parque del Retiro.

Es una explanada inmensa, vallada con altas verjas de hierro, un entresijo de fuentes, estatuas (Se dice que aquí está la única figura dedicada al Ángel caído) y caminos de piedra o tierra, con artistas callejeros de toda índole y condición a cada paso. Tiene un montón de césped, se llena de grupos de jóvenes o familias pasando la tarde, paseando perros o gente haciendo ejercicio. En mitad de todo, hay un estanque artificial, rodeado por varios bares con terraza, de tantos repartidos por la zona, una barandilla con asientos, unas escaleras que dan a un monumento, a Alfonso XII creo recordar, y en un lateral un puesto para alquilar barcas y poder disfrutar de una paseo con ellas. El agua está sucia, y pese a tener patos y peces vivos, como muestra de su poca toxicidad, es preferible no meterse de lleno ahí, la gente los alimenta con trozos de pan, pero les he visto comerse colillas o trozos de plástico como si nada.

Damos una vuelta hasta acabar en una zona algo despejada, y soltamos a Thor, que se pasa media hora corriendo en todas direcciones sin saber hacia dónde tirar, parece tener una sobredosis de estímulos. Nos sentamos en la hierba, bajo la sombra de un gran árbol, y la conversación fluye sin más.

-JAVIER: ¿Qué tal el trabajo?

-YO: Bien, algo agobiada con el cambio de horario, pero es mejor que estar en casa sola todo el día.

-JAVIER: Espero que no te moleste, pero Carlos me dijo que teníais dinero, y que no te hace falta trabajar. ¿Por qué lo haces?

-YO: Si, no es que seamos millonarios, aunque podría vivir de las rentas de mi marido. Pero no sé, no me parece justo, así tengo una distracción, y me siento útil.

-JAVIER: No muchas mujeres lo harían.

-YO: Conozco a muchas de esas, madres de otros amigos de mi hijo, o mujeres del gimnasio que viven de sus parejas, me llaman loca por trabajar y no dedicarme a sentarme al sol y beber margaritas.

-JAVIER: Pues eso te hace una mujer muy superior a ellas, no les deseo ningún mal, pero puede llegar el día que tengan que ponerse a trabajar, y no sabrán qué hacer.

– YO: No lo había visto así, pero supongo que es cierto. – se me acerca y me rodea la cintura con un brazo, me zarandea con suavidad, y me besa en el hombro.

-JAVIER: Claro que sí, Laura, vales mil veces más que esas gallinas que se deleitan de su estatus, y que no han sufrido una pérdida del tipo que tú has superado, y no es que te vea como una mujer fría, se nota que amabas a tu esposo, y que no era un pelele al que embaucaste. – le miro perpleja, parece veinte años mayor de lo que es, su forma de expresarse y decirlo son de hombre hecho, no de adolescente.

-YO: Le quería tanto. – se me cristalizan los ojos, quiero echarme a llorar, como aquellas primeras noches eternas cuando perdí a mi esposo, pero me doy cuenta de que por primera vez he usado el tiempo verbal en pasado. ¿He dejado de amar a Luis?

-JAVIER: Ojalá encontrara yo a alguien a quien amar así. – su respuesta me saca del momento de amargura.

-YO: Creía que Celia…

-JAVIER: Es una buena chica, y me gusta pasar tiempo con ella…pero no me llena, no es muy cariñosa y es muy independiente en muchos aspectos. Creo que me desvivo por hacerla ver que la quiero, y no veo eso de parte de ella, quiero decir ¿Qué ha hecho ella para ganarse mi amor? – no entiendo de dónde saca una mentalidad tan madura. A su edad, con tener a una chica que se deje follar y no sea una imbécil, casi todos se dan por satisfechos, y en cambio, él busca algo más que eso.

-YO: ¿Vais a cortar? – escondo la ilusión en la pregunta.

-JAVIER: No lo sé, no quiero hacerla daño, hablaré seriamente de esto, y trataré de arreglarlo cuando vuelva de Londres.

– YO: Deseo que te vaya todo bien con ella.- miento, descaradamente.

– JAVIER: Gracias, eres una gran amiga. – el abrazo tan dulce que me da, mitiga la puñalada por la espalda que siento al oír la palabra “amiga”.

– YO: Y tú también eres un gran…hombre.- me niego a encajarlo como amigo, todavía no me he rendido.

Casi leyéndome la mente se tumba en la hierba, y me recuesta sobre su pecho. Acomodo la cabeza sobre su corazón y noto su brazo pegarme a su costado. La imagen coincide con otras tantas parejas alrededor, pero no creo que ninguna la forme una madre con el amigo, casi veinte años menor, de su hijo.

Pasamos una hora retozando y cambiado de posturas, hasta que acabamos con él sentado de piernas abiertas y estiradas, conmigo hecha una bola entre ellas, con mi trasero pegado a su pelvis y mi espalda recostada sobre su tórax. Cuando no se está apoyando con las manos atrás, me rodea con los brazos por el vientre y me hace reír comentando lo que sucede cerca de nosotros. A Thor asustando a niños que se acercan cautelosos, a unos enamorados que se están metiendo mano como si nadie pudiera verlos, o a un señor sentado en posición del Buda, meditando tranquilamente, sin hacer caso al ruido del grupo de jóvenes con aspecto gótico tras él, bebiendo cervezas y charlando sobre algún tema a viva voz.

Nos activamos al ir a tomar unos refrescos fríos en las mesas de la terraza de unos de los puestos cercanos, ya con el perro atado a nuestro lado. Más tarde damos un rodeo, para quedarnos unos minutos aplaudiendo y admirando a un grupo de danza callejera, haciendo auténticas proezas por unas monedas. Va llegando la noche y disuado de nuevo a Javier para que cuando me acompañe a casa, cene conmigo. Hoy es mucho más fácil.

Tomamos algo ligero y fresco de la nevera, charlando de la juventud de Javier en Zamora. Me explica que su padre es un tipo muy rudo y serio, que llevó su casa con mano de hierro, y que pese a ser un buen hombre, le costaba demostrar afecto, así que él siempre pensó que no era lo suficientemente buen hijo para él. Ahora no le da importancia, pero es evidente que toda su forma de ser y carácter provienen de un conflicto emocional con él.

Tras devorar la cena, volvemos al sofá, y no me cuesta terminar entre sus brazos, casi estaba ofreciéndose desde un inicio. Es sólo estar apoyada a su lado, pero me gusta, y veo una oportunidad.

-YO: Es tarde.

-JAVIER: Es verdad, debería irme… es que me lo paso tan bien contigo que se me va el tiempo.

-YO: Y yo contigo, Javier…- aguanto un instante tenso, llenándome de valor.- No quiero que te vayas…lo de anoche fue muy bonito…y temo propasarme, pero… ¿Podrías dormir conmigo esta noche? – la boca se le abre al máximo, como sus ojos marrones, sorprendido.

-JAVIER: Bueno…no sé, Laura, es algo un poco raro, con lo que nos pasó al principio…- está muy confuso, pero no ha llegado a decir un “No” rotundo.

– YO: Sé que es mucho, pero ayer dormí como nunca, y me gustaría volver a sentir esa sensación. Si te molesta lo comprenderé. – se atusa la barba de tres días, y no sé si es la duda o la ilusión lo que le hace tener reparos.

-JAVIER: Si lo necesitas, puedo hacerlo…pero entiende que me resulta extraño, eres la madre de Carlos.

-YO: Pero él no está, estamos los dos solos y estoy harta de sentirme así, abandonada…pero entiendo que no quieras hacerlo.- la tristeza falsa se mezcla con la real, su mirada no me dice nada bueno.

-JAVIER: Lo haré.

Me giro a abrazarlo, me recibe encantado, bufando porque intuye la que se le viene encima. Pero soy feliz, no puedo decirlo más claramente, me siento como la mañana de Navidad antes de abrir los regalos.

– YO: Muchas, muchas gracias. Voy a darme una ducha y ponerme algo más cómodo.

Noto su mirada turbada en mí al levantarme e irme. Y sonrío nerviosa al ducharme, tanto que acabo masturbándome con el componente de saber que el hombre que me enciende, está a tres paredes de mí.

Me pongo el tanga más pequeño que encuentro, rojo granate, y me pongo mi camisón de satén azul, es tan corto que al levantar los brazos se me ve todo. Justo lo que pretendo. Vuelvo al salón con él en el sofá aún, está deleitándose con mi figura, me mira sin querer reconocer lo preciosa que me ve, ya que sería muy desconsiderado de su parte cuando vamos a dormir juntos.

-JAVIER: Creo que yo también necesito una ducha…- “…de agua fría”, casi le escucho decir.

-YO: Vale, no sé cómo quieres dormir, pero a mí no me incomoda nada, tú como en tu casa.

-JAVIER: Con este calor, duermo en calzoncillos…no sé…- le toco del brazo.

-YO: Pues como te sea más cómodo, yo te espero en la cama. – se le nota la sangre burbujear en la cara.

-JAVIER: Bueno…pensaba que en el sofá…como ayer…- me río para ponerle en evidencia un poco.

-YO: No, bobo, que te vas a destrozar la espalda, dormiremos en mi cuarto. -asiente sin capacidad de respuesta, en este juego está perdiendo por goleada.

Escucho cómo se ducha mientras pruebo mil poses sensuales sobre el colchón, pero tras verme ridícula en el espejo, simplemente me quedo de lado, mirando a la puerta para verle salir. Cuando lo hace, casi me da un infarto. El chico los tiene bien puestos, y ha salido sólo con un bóxer elástico negro, resaltando el paquetazo que le vi ayer. Su cuerpo no está marcado de gimnasio, pero desprende un poderío y una fuerza que me atrae enormemente, así como la leve mata de vello en su pecho que le da todavía más aspecto varonil.

Se queda al borde de la cama, y hasta que no palmeo la sábana no se sienta, del lado en que dormía mi marido, y se tumba boca arriba, casi sin moverse. Respondo apagando las luces, y recostándome sobre él, obligándole a rodearme con un brazo.

-YO: Espero que no te moleste, pero necesito algo de contacto humano para descansar.

-JAVIER: Sin problemas, a mí también me gusta, lo que tú quieras… – titubea al decirlo.

-YO: Eres un sol. – me alzo a besarle la mejilla.

Tomándole la palabra, me pego más a él, acuesto mi cabeza en su hombro y le abrazo como hacía con mi marido. Su respuesta es carraspear y mirar al techo, nervioso, pero sus manos juegan en mi espalda y en uno de mis brazos, dibujando círculos que me van adormeciendo. Cuando se pone a entrelazar sus dedos con mi larga cabellera, peinándome con suavidad, me quedo tan profundamente dormida que me da rabia no disfrutar de sacarle de su terreno de confort.

No recuerdo nada de lo ocurrido esta noche, hasta que ha sonado el despertador. Ha sido, con diferencia, la vez que mejor he dormido, superando a ayer o a cualquier otro día de estos tres años. Lo podría achacar al cansancio, pero la realidad es que la postura me delata. Estoy de espaldas a Javier, pegada a su cuerpo, con su brazo rodeándome por el vientre, y su respiración calmada en mi nuca, hasta muevo un poco la cadera para sentir su miembro en mi trasero. No se ha despertado, y yo no quiero moverme, tengo ganas de cerrar los ojos y seguir así hasta que el mundo se acabe.

La responsabilidad de un trabajo es tan cruel, que tras remolonear cinco minutos, el maldito móvil suena, para recordarme que no puedo permitirme el lujo de soñar con Javier. El sonido despereza a mi acompañante, que como gesto inicial apoya su cabeza en mi hombro y me aprieta fuerte, con un cariño que me hace desear besarlo. Luego se gira, dándose cuenta de que la postura es comprometedora, y se queda estirado boca arriba, pero su otro brazo me pertenece, es mi almohada.

– JAVIER: Buenos días, Laura. – veo como abre y cierra su puño, debo estar cortándole la circulación.

-YO: Buenos días, Javier.- me giro y ruedo para acabar casi encima de él, mi mano se posa en su pecho y me recuesto con intenciones de no soltarlo.

– JAVIER: Gracias, ya casi no sentía los dedos. – siento su brazo moverse, y al rato me rodea con él. Hasta me permito el lujo de jugar raspando su piel con mis cuidadas uñas.

– YO: No sabes lo bien que me siento ahora mismo…no puedo agradecerte suficientemente lo que haces por mí. – le miro a los ojos, que tardan unos segundos en enfocar los preciosos zafiros incrustados en mi bonito rostro.

– JAVIER: Me alegra hacerte feliz, es cuanto quiero, eres una mujer muy especial y si necesitabas esto, creo que es un honor que me hayas escogido a mí. – mi mano se mueve hasta acariciar su cara, me gusta la sensación de su barba, y de pensar que si me lanzara a besarlo, no me lo impediría. Lo que lo evita es el reflejo de mis anillos en el dedo anular.

– YO: Lo necesitaba, y mucho…perdóname pero es que me siento muy sola, y tú me haces reír y sentirme bien, que se me olvide todo.

– JAVIER: Y tanto ¿No tienes que ir a trabajar?

– YO: No, no quiero. – mi respuesta de niña pequeña le hace sonreír, pero le abrazo fuerte y paso una pierna por encima de las suyas.

– JAVIER: Es hora de levantarse, y Thor no podrá aguantar mucho más. Ve a darte una ducha y le bajo a dar una vuelta, así subo el desayuno.

Lo cotidiano de su forma de expresarse, como si fuera un día más en un largo matrimonio, me encanta. Me acaricia la cadera antes de sentarse sobre la cama, y quedarse unos segundos mirando al infinito. Luego me percato de que en realidad, está observando el reflejo del espejo del armario, y mi trasero en posición fetal. No me muevo ni un ápice.

Se va al baño y remoloneo contenta entre las sábanas, me ilusiono creyendo que tarda tanto porque no puede evitar masturbarse tras pasar la noche en la cama conmigo, pero sale ya vestido y aseado tras un rato.

Me ve en la cama, de medio lado abrazando la almohada y mirándole juguetona, resopla y se agacha a darme un beso dulce en la mejilla, y me da una palmadita en las piernas, diciéndome que me levante, pero resisto coqueta. Noto sus ojos clavados en mi, en mis piernas y mi trasero al aire, y me acaricia para despertarme, me excita sobre manera, me murmura que soy una vaga y que me levante, me da besitos en el cuello y sus dedos recorren el perfil de mis muslos, la situación se vuelve tan erótica, que me da la sensación de que al final solo le queda ir a sacar al perro o follarme, y por desgracia elije lo primero. No tardo mucho en ponerme en pie, sin él, ya nada me retiene en la habitación.

Me doy una ducha rápida para vestirme con el primer traje de oficina que encuentro, uno gris con falda larga. Cuando estoy lista, Javier ya está de regreso, Thor me saluda buscando caricias que le doy, y desayunamos unos bollos recién hechos que ha traído en una bolsa de papel, que se empieza a manchar de grasa.

-JAVIER: Entones ¿Has descansado bien?

-YO: Como nunca, de verdad, sé que pedírtelo fue pasarme de la raya, pero me ha venido genial. – rodeo la mesa para apoyarme en su hombro. – ¿He sido muy mala?

– JAVIER: Un poco…pero ya soy mayorcito para contenerme. – me río, ha caído en la trampa.

-YO: No, galán, si me refería a si me he movido mucho. – la verdad es que me pongo roja por mi atrevimiento, pero él lo interpreta como un malentendido.

-JAVIER: Ah…claro, perdona…no, has sido una niña buena. – me rodea la cintura con un brazo y hace un apretón cariñoso.

Nos quedamos así, con él desayunando sentado, cogiéndome de la cadera, conmigo apoyada en su hombro, y riéndonos del hastió de madrugar entre semana, mientras que cuando se cruzan nuestras miradas se hace un silencio muy atractivo, hasta que uno de los dos se ríe, y el otro hace una carantoña. Miro la hora en el reloj de la cocina y mi corazón da un vuelco.

-YO: ¡Dios, que tarde es! Hoy no llego. – murmuro mientras recojo mi bolso.

-JAVIER: Tranquila, ya me quedo yo a limpiar, y me voy a casa.

-YO: O quédate, come, hay cosas en la nevera, y ya luego vamos al parque con Thor. – para estar improvisando, me ha quedado genial.

-JAVIER: Bueno, no sé, quedarme aquí solo me da apuro.

-YO: Como quieras, pero avísame por móvil….y gracias. – no pienso demasiado, y me agacho a darle varios besos en la cara, muy cálidos, para despedirme a la carrera. Me pasaba algunos días con Luis, la sensación es buena, y extrañamente familiar.

-JAVIER: Vale, mucho ánimo Laura.

Me paso media hora gritando en el coche, por el insufrible calor de una nueva ola de aire del desierto, y por lo tonta que he sido al remolonear en la cama. Ahora llegaré tarde, pero al mirarme en el espejo, y retocarme un poco con maquillaje, observo una sonrisa imborrable, “Ha merecido la pena” me digo, preguntándome si Javier ha tenido la misma sensación de todo o nada cuando me estaba desperezando.

Al llegar a la oficina David me dice que estoy fabulosa, y en la hora del café una de las abogadas más deslenguadas, se me acerca y me dice que tengo cara de que me han echado un buen polvo esta noche. Lo niego aunque no me creen, tampoco es grave pensar que por dormir una noche con Javier, tenga la misma cara que decían que tenía cuando el boy Jimmy me dejó medio rota. Sólo de pensar en el gesto que pondría si el amigo de mi hijo me hiciera el amor, me entra un escalofrío de los que gustan sentir.

No pretendo disimular que en estos días he tenido la sensación, casi olvidada, de vivir. La idea de tener sexo con ese casi adolescente es constante, pero va más allá de todo eso, de la atracción física, de su parecido a mi marido fallecido, o de que me ganara jugando a algo en que me creía experta. La auténtica verdad es que me siento feliz a su lado, y mi mente asume esa realidad de forma tranquila, sin sobresaltos ni malos pensamientos, el tabú que sintiera irrompible hace unos meses, ha dado paso a un único camino a seguir, que me lleva directa a sus brazos, y que estoy deseando caminar.

No se hace esperar, y tras un par de horas Javier me escribe, ha limpiado la cocina y se ha llevado a Thor de paseo. Le pregunto si va a regresar a comer a mi casa, pero me pide disculpas y dice que le ha llamado uno de sus compañeros de la universidad, se va a tomar algo con él, ya que también se han quedado en Madrid. Casi estallo de ira, pero me acaba confirmando que a las seis, como un clavo, estará en mi casa con su perro, para continuar nuestro rutinario paseo diario, que empiezo a degustar. Aprieto los dientes furiosa, asimilando que soltar un poco la correa puede ser beneficioso, que me eche de menos un poco.

Centrándome en mi trabajo, repaso unos informes y charlo con varios clientes en la sala de reuniones mientras esperan ser atendidos. Al rato me acabo quitando la chaquetilla gris del traje, pese a que la camisa blanca interior está parcialmente empapada de sudor, no podía respirar con ella puesta. No se hacen esperar los comentarios subidos de tono de algún desvergonzado, y algo saturada, respondo de malas formas a algunos que me miraban obscenamente. Eso me lleva a que David me llame a filas, y me pida hablar en su despacho con gesto serio delante de todos.

Cualquier otro día me fijaría en su perfecto traje a medida italiano azul marino, con corbata a juego y zapatos elegantes, hasta en su bonita cara bien afeitada, y su pelo moreno algo largo para ocultar su calvicie incipiente, pero hoy no es de esos días.

– YO: Perdóname…es que no soporto a esos cerdos. – al sentarme en una silla frente a su mesa, agacho la cabeza, algo avergonzada.

-DAVID: No te preocupes, tienes toda la razón del mundo. – le miro de pie a mi lado, creyendo que es una broma, su tono es de comprensión absoluta.

-YO: ¿Y para qué me has llamado?

– DAVID: Una cosa es que esté de acuerdo, y otra que esos capullos de fuera lo sepan, ahora mismo estarán pensando en la bronca que te estaré echando, y se creerán superiores. Tal vez así nos contraten.

– YO: ¿Entonces no estás enfadado? – se sienta al borde de su enorme mesa caoba, y me coge de la mano, en una pose que le he visto mil veces cuando quiere vender algo a un cliente.

– DAVID: Laura, que ya nos conocemos, no podría enfadarme contigo, esta empresa se vendría abajo sin ti. – me saca una carcajada, a veces creo que eso es cierto.

– YO: Muchas gracias David, no sé como agradecértelo. – me sale como una frase automatizada.

-DAVID: Cena conmigo mañana, reservé para dos en un sitio nuevo y ahora no tengo con quien ir… – le dedico una sonrisa burlona.

-YO: No empieces…- ya os dije que suele tirarse a alguna de la oficina, y yo he sido objetivo de algunos intentos, pero siempre me he mostrado lejana y poco receptiva.

– DAVID: Mujer, una cena entre amigos, llevamos años trabajando juntos y no sé casi nada de ti.

– YO: Ya has conocido a muchas de la oficina…- se cruza de brazos viéndose pillado.

– DAVID: Mira, la reserva ya está hecha, y es en el japonés nuevo que han abierto cerca de mi casa, si cambias de idea, me avisas y cenamos, nada más, te lo prometo. – alza la mano cual santo, ¿Me pregunto cuantas han caído con se truco?

– YO: Vale, pero tengo planes, así que no te prometo nada. – un “No” rotundo tras el favor de cara a los clientes sería mal educado.

– DAVID: Me vale con eso, y ahora al salir pon cara triste y no te asustes por lo que te diga.

Me acompaña con la mano en la espalda hasta la puerta, suspiro y entorno los ojos como mejor sé, para que al abrir y salir, todos crean que estoy arrepentida. David hace su papel, y suelta un “Y que no vuelva a pasar.” bien alto. Lo mejor es que durante el resto del día, nadie se me acerca demasiado, y así se me pasan las horas volando.

Salgo a la calle tras el fin de mi turno, y no me creo el golpe de calor que recibo, son las tres de la tarde y pese a los zapatos altos noto la acera ardiendo. Correteo hasta el coche y le piso un poco para que con las ventanillas bajadas corra el aire, luego pongo el aire acondicionado para aguantar llegar a casa. Ni me lo pienso, me desnudo como si mi amante me esperara, me dejo un camisón y como algo antes de intentar descansar en el sofá. A media tarde me rindo a un baño de agua fresca, en el que me quedo abstraída hasta que suena el timbre de mi puerta.

Me pongo unas braguitas de color azul oscuro y me tapo con una toalla encima, sin enrollar si quiera. Totalmente empapada voy a abrir, y me encuentro a Javier con Thor, jadeando ambos.

– YO: Por dios, perdona, se me ha hecho tarde dándome un baño, dame un minuto y salimos.

-JAVIER: No pasa nada… y de todas formas, no creo que sea buena idea salir. – acaricia la cabeza de Thor, que me mira casi ahogado, me doy cuenta de que se refiera a que con esta temperatura, salir a estar horas es hacer sufrir al animal.

-YO: Anda, pasa y le damos algo de beber a esta criatura.

-JAVIER: A mí no me vendría mal tampoco. – pasa y sin rubor alguno me abraza pese a ir casi desnuda, y mojada. Su camiseta roja y sus pantalones cortos vaqueros se empapan un poco.

Me luzco dándome la vuelta, sé de sobra que por detrás se me ve toda la espalda y el culo en braguitas, con la toalla medio sujetada por mis manos en el pecho, y pese a ello me aseguro de ir por delante de mi invitado, con el pelo suelto pegado a mi piel, y las marcas de agua en la prenda intima. Considero un milagro que no me salte encima.

Les dejo en la cocina, con el dueño cuidando de que a Thor se le pase el sofocón tras venir a mi casa. Me voy al baño, acabo de secarme y me pongo el viejo camisón amarillo. Salgo con el pelo recogido, y pese a refrescarme, me tomo algo de la nevera junto a mis acompañantes, que parecen más enteros. Hasta el fortachón de Javier parecía afectado al llegar.

-YO: ¿Y qué tal la comida con tu compañero?

– JAVIER: Un desastre, es un buen chaval, pero no sabe hablar de otra cosa que no sea fútbol o videojuegos.

– YO: Lo lamento…

– JAVIER: No pasa nada, ahora estoy aquí, y toca divertirnos. – se frota las manos con energía.

-YO: Una lástima no poder salir a la calle.

– JAVIER: Se pueden hacer muchas cosas en casa, ya verás.

No me queda otra que darle la razón. Pasamos cuatro horas riéndonos, hablando o jugando con Thor. Luego vemos una película, y hasta se inventa unas preguntas extrañas que me hacen sonreír sin parar. Terminamos en el sofá, revolcados, perro incluido. Tras jugar con él, hasta diría que al caerme por el suelo, intenta montarme, es un gesto muy cotidiano para un perro, pero me hace llorar de risa. Javier me lo quita de encima, y me pone en pie para darme un abrazo de los que sabe que me gustan.

Terminamos pidiendo comida china para cenar, y probar algunas cosas nuevas que no suelo pedir. Al acabar, me pongo un vestido amarillo con estampados florales, y salimos a pasear, en parte para bajar la comida, en parte para que Thor se quede a gusto. Compro unas cervezas y les hago subir de nuevo a casa, nos las tomamos entre risas viendo un programa de la televisión, pero algo más tarde noto la tensión del momento. Javier quiere saber si se va a casa o no, y mi opinión al respecto es clara.

-YO: Bueno, es algo tarde ya… ¿Nos vamos a la cama? – me mira con una delicada sonrisa forzada.

-JAVIER: ¿Quieres que hoy también…? – asiento como si no entendiera sus reticencias.

-YO: ¿Es que no tú no quieres? – suelta todo el aire y se frota las piernas con fuerza.

-JAVIER: No es que no quiera, pero…pensaba que sería sólo ayer.

-YO: Lo entiendo, es demasiado para ti, y no quiero incomodarte… Pero yo me siento sola todos los días, no sólo ayer, y tú me ayudas a que no me sienta tan mal, que me gustaría…

-JAVIER: No me malinterpretes, me encanta dormir contigo, y si es lo que necesitas, lo haré. – lo dice firme, trasmitiendo seguridad.- Pero todos los días…es algo extraño.

-YO: Sólo hasta que vuelvan Carlos y Celia, te lo pido como favor personal. – le tomo del antebrazo mirándole con ojos de cachorro.

-JAVIER: Vale…pero tú me tienes que hacer un favor.

-YO: Sí, lo que sea.- digo ilusionada al verle entrar al trapo.

-JAVIER: El sábado voy a ir a la piscina, este calor me va a matar, y quiero que vengas conmigo, ir solo debe ser muy aburrido. – sorprendida por su forma de expresarlo, casi una orden, le beso y abrazo.

-YO: Será un placer.- me quedo pegada a él, sin soltarlo, es perfecto, me da lo que quiero y más. Estaba deseando lucirme con los nuevos biquinis diminutos, y no quería sacar el tema yo.

– JAVIER: Pues vamos a la cama.

Si algún rincón de mi ser me decía que lo que hago está mal, se acalla al sentir que me coge por la cadera, mete su mano por debajo de mis rodillas, y me levanta del sofá cogiéndome en brazos. Le adoro, y pasando mis manos por su nuca, deseo besarlo para que me lleve a mi cuarto a me haga suya, en cambio, me río avergonzada mientras me lleva. Con mucho celo y cuidado, pasamos el marco de la puerta, y me deja suavemente sobre el colchón.

-JAVIER: Dame un minuto… que voy a comprobar que Thor tiene agua y todo…tú quédate aquí, y enseguida vuelvo.

-YO: Vale. – le miro confusa, su pose con las palmas en alto hacia mí, parece nerviosa.

Estoy deseando que vuelva, tanto que me empieza a desesperar que tarde tanto. Voy a llamarle, pero me levanto traviesa y le busco por la casa. Thor está dormido tranquilo en el salón, y Javier no aparece, así que descalza y sin hacer ruido, le encuentro metido en el cuarto de Carlos.

Sale la misma luz que cuando mi hijo se la deja abierta con la televisión encendida, me acerco con cuidado, y tras amagar un par de veces, veo por la rendija a Javier delante del ordenador. Afino el oído para escuchar unos gemidos leves, y cuando mis ojos se acostumbran a la oscuridad, la postura y los gestos le delatan, “¡Madre mía, se está masturbando viendo una porno!”

No puedo evitar que mis braguitas se mojen, la mezcla de sorpresa y atrevimiento me están volviendo loca. Un demonio dentro de mí me grita que entre y le pille desprevenido, para que sea lo que tenga que ser, pero me contengo con la cabeza llena de dudas. ¿Por qué lo hace? ¿Es por mi culpa? ¿Lo necesitaba debido a mis provocaciones? ¿Es que echa de menos a Celia?

Deseo quedarme allí mirando, está de espaldas y no veo nada salvo su figura y su brazo moverse, pero su cabeza se gira cada vez que le parece oír un sonido, y si sigo aquí, me va a descubrir. Sopeso las ventajas e inconvenientes de eso, antes de volver a la cama y pensar que ahora mismo, no me vendría nada mal la visita de Jimmy.

Tras unos cinco minutos, le escucho acercarse, y sin entender mucho el motivo, me hago la dormida. Se va directo al baño, y al minuto sale, yo finjo despertarme por el sonido de la puerta, que en realidad no tiene.

– YO: Has tardado mucho.

-JAVIER: Ya… es que tenía que ver algo en el ordenador de Carlos, espero que no te moleste.

-YO: Nada, es tu casa… ¿Ya estás preparado para pasar la noche conmigo? – me muevo coqueta sobre la cama, cediéndole el sitio de ayer.

-JAVIER: Sí, creo que sí. – dice, jugando a no mentirme.

Se desnuda dejándose unos bóxer blancos, apaga las luces y se recuesta, ofreciendo su pecho, al que acudo rápida a apoyar la cabeza y abrazarle. Me da algo de apuro que note el olor a hembra necesitada que emana de mis muslos, pero no muestra ninguna reacción, ni cuando acaricio su fuerte vientre, o le beso en el cuello a modo de agradecimiento.

Por segunda noche consecutiva, no recuerdo nada hasta despertarme, y pese a sentir mucha rabia por no aprovecharme de la situación, el cansancio que me acompañaba todos los días ha desapreciado. Antes mal dormía, entre el sofá o la cama vacía, y ahora junto a él, descanso. Parece lo mismo, pero mi cuerpo dice lo contrario.

Estoy cara a cara con Javier, apenas luce el sol del amanecer por la ventana, me tiene rodeada con ambos brazos por la cadera, y mi cabeza está apoyada en su cuello, y una de sus piernas está enroscada entre las mías. Voy a volver a llegar tarde al trabajo, lo sé en cuanto al murmurarle un “Buenos días”, me besa en la frente y me da un apretón tan fuerte que me deja sin aire, no porque me oprima, sino que noto su miembro algo duro en mi vientre, “De aquí me sacan a rastras, o no me sacan.”

– JAVIER: Venga dormilona, que se hace tarde.- me acuna con cuidado, que respondo con un gemido ahogado de placer.

– YO: Es que estoy en la gloria. – la mezcla de su potente colonia, el desodorante, y algo de sudor, me inunda la nariz, que froto contra su pecho.

– JAVIER: Y yo, pero tienes que trabajar. – tras unos segundos en que no me muevo, se ríe, luego trata de girarse para separarse y quedar boca arriba. No cuenta con mi determinación, no le suelto, y se queda blanco al verme girar y estar montada encima de él.

-YO: Estoy muy a gusto. – ronroneo melosa, dándole un aire cómico a una situación, por otro lado, brutalmente sexual.

Sonríe incrédulo, y me acaricia la espalda con ambas manos, separando los largos cabellos dorados de mi cabeza, que reposa dulcemente en su pecho. Aguanta el duelo, me encanta verle parecer tranquilo, cuando estoy notando entre los muslos algo moviéndose. Creo que puedo escuchar mi propio corazón apunto de desbocarse, y alzo la mirada para clavar mis ojos azules en los suyos, que muestran un rostro firme, tratando de esconder que no es lo único en ese estado de su cuerpo.

– JAVIER: Laura, eres preciosa. – una medio sonrisa nace en mis labios.

-YO: Muchas gracias…tú no estás nada mal…- me sale entre lo sonrojada que estoy, y lo excitada que pretendo disimular.

– JAVIER: ¿De verdad?

-YO: Claro que sí…Celia es una chica afortunada.- querer halagar me hace recordar que ese chico está con otra mujer.

-JAVIER: El afortunado creo que soy yo.

-YO: Bueno, pues que sepas que para mí ella es a la que le ha tocado la lotería, no muchos hombres se meterían en mi cama, sólo para darme algo de calor y afecto. – mis manos suben a su nuca, me levanto sobre su cuerpo para besarle en la barbilla, y luego abrazar su cabeza, casi incrustándole mis senos en la cara.

Mi ataque no acaba ahí, según lo hago, me estiro sobre él, junto las piernas y las doblo a partir de las rodillas hacia el techo. Es impresionante sentir todo su sexo, tenso y duro bajo el bóxer, rozar directamente mis braguitas azules, el mero contacto me saca un suspiro inaudible. Me quedo a la espera de que haga cualquier gesto, una simple palabra murmurada o alguna caricia de más, y estoy dispuesta a lanzarme a por todas. Mi cuerpo emana sexo por cado poro de mi piel.

Mi desolación llega cuando, tras varios segundos, no ocurre nada, simplemente me abraza y se mantiene inerte, casi aguantando la respiración.

– JAVIER: Se hace tarde para ti, y necesito ir al baño. – le cuesta decirlo, pero el momento de que ocurriera algo ha pasado, y ambos los sabemos.

– YO: Esta bien, anda, ve.

Me recuesta con pausa a un lado, y rápidamente se sienta dándome la espalda. No es que disimule, pero al ponerse en pie, trata de darme la espalda al caminar e ir al aseo, gracias a dios el reflejo del armario me regala un plano de su miembro, casi sobresaliendo por una de las perneras del bóxer.

No sé cómo, evito sacar el dildo del cajón y hundírmelo hasta sacarme varios orgasmos, ahora mismo soy puro fuego y mi bombero acaba de irse a remojar su manguera bajo la ducha. Me levanto el camisón y observo impresionada que las braguitas azules tiene un mancha oscurecida descarada en mi zona íntima, sólo de rozarme mi cuerpo me pide que acaricie más, con una descarga eléctrica que me recorre la espalda. Necesito sexo, o una ducha.

Tras pensar en obtener ambos metiéndome en la bañera junto a Javier, me voy al aseo del pasillo. Tras desvestirme, me meto bajó el chorro a presión, y no pongo el agua caliente hasta que se entrechocan mis dientes. Me da igual, mi cuerpo no remite, y sopeso la idea de llegar tarde de verdad a trabajar, o quedarme allí hasta que me saque todo del cuerpo con una dosis de masturbación frenética.

La poca conciencia, que sobrevive a la montaña rusa de emociones que soy, me hace salirme y secarme, para enrollarme una toalla por encima y volver al cuarto. Allí me encuentro con Javier sentado en mi cama ya vestido, algo que agradezco.

-JAVIER: Llegas tarde…- es casi un reproche marital.

-YO: Lo sé, pero es que necesita sacarme el calor del cuerpo.

-JAVIER: Pues corre, vístete, yo voy a sacar a Thor y pasarme por casa.

-YO: Vale, pues… ¿Nos vemos luego? – me acerco insinuante.

-JAVIER: Claro, te llamo luego.

Se levanta y me abraza fuerte, aunque Thor me saluda, apremiando con ganas de salir a la calle en sus ojos. Me visto mientras oigo cómo se marchan, y bufo desesperada al saber que pasaré unas horas sin verle.

Junto a la ropa interior, algo más convencional que últimamente, me pongo un traje de oficina tono crema con falda hasta las rodillas y corro a la calle. El nulo tráfico de Madrid en pleno verano ayuda, y llego puntual de milagro, algo sofocada por las prisas y el agobiante calor reinante. Son las nueve de la mañana, y ya vamos por los treinta grados de temperatura.

David, mi jefe, me saluda al verme pasar, y se queda mirando esperando que me acerque. Me alejo, hoy no soportaría sus intentos de llevarme al huerto.

Preparo el día, y me voy a la cafetería a desayunar algo de una máquina expendedora. El café es horrible y lo dejo a la mitad sobre mi mesa mientras paso revista de las citas de hoy, y cojo algunas llamadas. Todo desde fuera tiene una apariencia de un viernes cualquiera, natural y casi rutinario, pero desde que me he sentado mis piernas no paran quietas, y ya cerca de las once de la mañana me doy cuenta de que la ducha no me ha aliviado en nada, estoy ardiendo por dentro.

-DAVID: Hola, encanto. – su voz firme y grave me saca de mis pensamientos.

-YO: Ah, buenos días jefe.

-DAVID: ¿Todo bien?

-YO: Sí, acalorada un poco…- suspiro pensando en roce con el miembro de Javier esta mañana.

-DAVID: ¿Y lo de esta noche…qué?

-YO: ¿El qué pasa esta noche?

-DAVID: Nuestra cena…juntos…- me cuesta recordar la conversación unos segundos.

-YO: Pues es que tengo planes…no va a poder ser.

– DAVID: ¿Seguro? Ya te dije que es solo cena de compañeros de trabajo.

-YO: Lo sé, pero he quedado con…alguien.

– DAVID: Una lástima, pues iré yo sólo al Japonés…- me dedica una sonrisa falsa de complicidad.

Se va, al menos hoy se ha rendido rápido, muchos días insiste más de la cuenta, y no estoy para tonterías. Paso un rato pensando en el motivo por el que su mujer no puede acompañarlo a cenar, la primera explicación es que no le aguanta las infidelidades y no puede ni mirarle. Supongo que aún no se han divorciado porque al ser un gran abogado, tendrá blindados sus bienes, y puestos a ser una mantenida, él es una buena opción.

La mañana continúa tediosa, lenta y asfixiante, esta vez es el calor entre mis piernas el que me está haciendo pasar unas horas horribles. Paso a limpio unos informes que me han dado de la agenda de la semana que viene, y trasteo con el móvil, esperando la llamada de Javier. Cuando veo su nombre aparecer en mi pantalla, suspiro llena de alegría, esta noche voy a volver a acostarme con él.

-JAVIER: Hola Laura, ¿Que tal el día?

-YO: Horrible, deseando que acabe esta semana de trabajo.

-JAVIER: Tranquila, mañana un chapuzón y como nuevos ¿Qué llevamos? – sonrío al saber que ir conmigo a la piscina le apetece tanto.

-YO: Pues no me gusta mucho eso de ir cargada con neveras portátiles, ya llevo el bolso, y compramos allí…de todas formas lo concretamos esta tarde en nuestro paseo…- espero una respuesta ilusionada, que no llega.

-JAVIER: Ya, bueno…es que Celia me ha mandado un mensaje y esta tarde quiere hablar conmigo por el ordenador, dice que me echa de menos. No te molesta, ¿No? – el breve silencio que debe escuchar le deja mudo, es como si me hubieran dado con un mazo en la cabeza.

-YO: No…claro que no…habla con ella…y luego te pasas por casa a cenar.

-JAVIER: Lo siento, pero no sé cuánto va a durar la charla, y tengo que organizar un poco mi habitación…creo que es mejor que ya nos veamos mañana. – un segundo golpe me tumba al suelo emocionalmente.

-YO: Como quieras… ¿Quedamos sobre las diez en mi casa para ir a la piscina mañana? – al preguntarlo, casi temo otra negativa.

-JAVIER: Perfecto, sabía que no me fallarías Laura, un abrazo enorme y vamos hablando.

-YO: Hasta luego, Javier.

Caigo desolada en la mesa, esta era mi noche especial, llevo toda la semana preparándome para este momento, y un simple mensaje de la maldita Celia lo ha estropeado todo.

Me resisto a llorar, me repongo y sigo trabajando como si nada. Al par de horas ya no tengo que hacer esfuerzos por no sollozar, y puedo levantarme e ir al baño. De camino paso por delante del despacho de David, que me mira el culo sin disimulo desde su mesa. Es raro, suele ser más discreto conmigo, pero hoy no me quita el ojo de encima.

Me echo agua en la cara al llegar al excusado, y me sereno, pero sin dejar de notar una necesidad de sexo casi desesperada. Me contengo de la idea de masturbarme allí, estoy entre cabreada y frustrada, no sé cómo voy a responder el resto del día.

Salgo tras unos minutos, de camino a mi puesto alguna mirada de mis compañeros me asquea, “Esta falda es muy ceñida y se me debe marcar buen culo”. Veo a mi jefe, que ha salido a la puerta de su oficina, no puedo evitar dedicarle una sonrisa maliciosa, lo ha hecho para poder verme mejor el trasero. Sin saber cómo, o el motivo, cantoneo las caderas y le regalo un poco de sensualidad.

Para cuando regreso a mi mesa, el calor externo e interno me está matando, solo deseo que termine mi jornada y marcharme a casa. Trato de trabajar, aunque más bien es una distracción, y al rato me llegan varios mensajes de Javier, disculpándose por no poder quedar conmigo pero queriendo mantener una conversación dulce y cariñosa, como si no hubiera pasado nada, y eso me enfada. Estoy a punto de mandarle un mensaje tajante cuando veo a David acercarse, ya preparado para marcharse, con su traje azul marino, impoluto y elegante.

-DAVID: Bueno, me marcho ya Laura, si entra alguna llamada o algún cliente ya les citas para el lunes.

-YO: Vale, pasa buen fin de semana David. – se me queda mirando un segundo.

-DAVID: ¿Estás segura de que no quieres cenar conmigo? Pareces necesitar alguien con quien hablar.

Le miro agotada, casi le digo que no, pero al observarme a mí misma, me veo con el móvil en una mano, y con un bolígrafo apretado tan fuerte en la otra, que casi lo parto en dos, notando el fuego en mis mejillas. Soy consciente de qué lo ha provocado, es la ira de saber que Javier me ha dejado plantada. Suelto el teléfono y me pongo en pie.

-YO: ¿Sabes qué? Que sí, vamos a cenar hoy.

-DAVID: Genial, pues voy a casa, y te recojo a las ocho. – Se cerca y aprieta mi hombro con una de sus varoniles manos. Su mirada cambia de normal a feliz.

-YO: De acuerdo, es en la calle…

-DAVID: Ya sé donde es Laura ¿No te acuerdas que te acerqué a casa cuando se te rompió el coche el año pasado? – me mira extrañado.

-YO: Dios, si, es verdad, perdona, que ando con la cabeza en otro sitio.

Sonríe al rozarme el brazo con cariño, y luego se despide con un gesto con la cabeza, antes de marcharse. No tengo muy claro lo que ocurrirá en la cena, pero lo que sí sé es que no quería quedarme en casa sola.

Me apresuro a coger de nuevo el móvil y contarle mi plan de cenar con mi jefe a Javier, deseando darle celos. Su contestación no puede ser más entusiasta, desando que me vaya genial, y me lo pase bien. Suspiro algo ofuscada, sabiendo que me he comportado como una adolescente, sin saber cómo lidiar con mis propios sentimientos.

Se acaba mi turno, por fin, y algo más serena me voy a casa a comer, una ensalada y poco más. Me cambio para estar cómoda y, tras limpiar la casa, más por mantenerme ocupada que por que lo necesite, me recuesto en el sofá, y me relajo hasta las siete de la tarde, momento en que me pongo en marcha.

Me voy al baño y sin percatarme de ello ya me estoy repasando las piernas con la maquinilla, soy consciente al acabar que eso solo lo hago cuando preveo sexo esa noche. La idea de acostarme con mi jefe, casado, algo que en principio no me interesa, hoy va cobrando fuerza de forma natural.

Me doy una ducha larga, tras secarme el pelo lo cepillo hasta conseguir la cascada de oro liquida que me gusta, y salgo desnuda a mi habitación. Me echo crema corporal y aceites para relucir, luego escojo lo más sexy de mi viejo armario. Un tanga negro de encaje y un sujetador a juego, vestido azul marino que me llega hasta las rodillas con cierto vuelo, y escote recatado. Me pongo unos zapatos oscuros y unos pendientes dorados junto con la pulsera y un reloj del mismo tono.

Faltan cinco minutos, me maquillo ligeramente y me perfumo para estar lo más apetecible que pueda, sin que parezca que voy dispuesta a lo que sea. En ese momento jugueteo con los anillos de casados en mi dedo anular, y tras sopesarlo, me los quito y los meto en el bolso.

Desconecto el móvil del cargador, donde lo había dejado, para ver un par de mensajes de Javier, deseándome suerte en mi cita, y comentándome lo nervioso que está él por hablar con Celia. Le respondo con un “Ok “ sin más. Si tenía alguna duda para anular la cena, me la acaban de disipar.

El teléfono vuelve a sonar, es un mensaje de David, está abajo ya, puntual como suele serlo en la oficina. Bajo ansiosa por volver a centrarme en lo que sea, y me encuentro a mi jefe en la entrada, apoyado en un precioso descapotable italiano, rojo fuego, y él con un traje de mismo país, pero sin corbata, de color negro y camisa blanca. Está para comérselo, su barriga incipiente no se nota tras esa fachada de opulencia. Viene a lucirse, y soy parte de ello.

-YO: Hola David, qué pedazo de coche traes… ¿Y tu familiar con el que vas al trabajo? –pregunto con sorna, no quiero parecer una incrédula impresionada.

-DAVID: En casa, me apetecía cambiar un poco hoy. – se acerca caminando hasta mí.

Supongo que cuando dice que le apetece cambiar hoy, también se refiere a su mujer, y que hoy le apetece más mi compañía. Por si dudaba aún de sus intenciones, la forma en que me toma de las caderas con ambas manos para atraerme hacia él, y darme los dos besos de saludo, me deja claro que quiere guerra esta noche, y si juega bien sus cartas, creo que se la voy a dar.

Me acompaña con la mano en la cintura hasta el coche, donde me abre la puerta, gustosa le regalo un poco de erotismo al entrar en el asiento del copiloto, con una sonrisa dulce. Se toma su tiempo para dar la vuelta al coche y dejar que todo ser viviente de la zona vea el espectacular deportivo y la bella mujer que hay dentro, antes de sentarse a mi lado y hacer rugir el motor por si algún alma todavía no se había percatado de su existencia.

Antes de poder ponerme el cinturón da tres fuertes acelerones que me dejan sin aire, y al frenar, debo apoyarme en la puerta y en su pierna para no ceder a la inercia. Sonreímos los dos, es un brabucón, pero me ha hecho gracia.

-YO: No hagas el tonto David, pórtate bien, que podemos tener un accidente. – digo tratando de mantener una postura madura.

-DAVID: Está bien, pero no prometo nada, estos coches son unas bestias, están pensados para darlo todo, y llevarlos con calma es casi un pecado, si sabes llevarlos, es un autentico placer, y yo sé hacerlo.

Su metáfora no me pasa inadvertida, aunque es la primera vez que me comparan con un coche. De todas formas, mientras me abrocho el cinturón, se permite poner su mano en mi rodilla con gesto de cariño. Mi primer instinto es cogérsela y ponérsela en el cambio de marchas, él no se da por aludido, y a cada parada, vuelve a poner su mano allí, me toca o la deja, para llamar mi atención y charlar de algunas cosas vanas por el trayecto. No es incómodo, pero me hace sentir rara.

Al llegar al restaurante, que es elegante y de nivel, revoluciona el motor antes de darle las llaves a un aparcacoches, que cree que le ha tocado la lotería por poder conducir esa maravilla de máquina. David se apresura a ponerse a mi lado y le tomo del brazo para acercarnos a la entrada. No se me escapa el billete que le da mi jefe al camarero que nos atiende, para que nos den mesa, no tenía ninguna reserva, solo era una excusa. De todas formas el local, con aire asiático futurista, con azulejos negros y mesas modernas, da un ambiente íntimo y semi profesional. Nos llevan a una de las mesas más esquinadas, y al sentarme, David se pone a mi lado, y no enfrente.

-DAVID: Me han hablado muy bien de este sitio, espero que vengas con hambre…

-YO: No soy mucho de pescado crudo la verdad, pero por probar. – leo la carta mientras él fanfarronea de su puesto de director del bufete. Me cuesta reconocer al hombre listo y sereno de la oficina, y solo veo a un pavo real sacando sus plumas a pasear.

Tras un intento fallido de hablar en japonés con el camarero, pedimos un poco de todo para probar, y una botella de buen vino, que me bebo casi entera yo, ya que él “tiene que conducir”. En la espera, la charla se vuelve un poco más amena, y hasta me río al repasar antiguas anécdotas de la oficina.

Ha pasado una hora cuando por fin terminamos de comer, la verdad es que estaba todo muy rico, pero tengo la sensación de que el mundo del sushi no es de mi agrado. Las bromas con mi acompañante, y la bebida, han mejorado mucho la cena. Al pedir el postre, nos traen una esfera de chocolate, que al echarle por encima leche caliente, descubre una bola de helado de vainilla. El efecto es precioso y la devoramos con gusto. De golpe, David me ofrece de su cuchara para que pruebe el cacao derretido, sonrío educada negándome, pero ante su insistencia lo hago, y veo su cara de satisfacción cuando chupo su cuchara.

-DAVID: ¿Ves como te gusta, a que está rico?

-YO: Claro, pero puedo servirme yo sola…

-DAVID: Yo no ¿Me ayudas? – pone la cara muy cerca de mí.

Es algo embarazoso verle así, pero cuando se acerca y apoya su mano en mi espalda, acortando el espacio entre nosotros, prefiero coger algo de vainilla y dársela para que se aparte. Ha sido una bobada, pero se aleja con cara de suficiencia al verme reír.

El resto del postre lo tomamos en silencio, intercalando cucharadas propias con algunas al otro. Se ha hecho un silencio tenso entre ambos, las miradas fijas y medias sonrisas se hacen evidentes. Luego se pasa el camarero, que nos pone la cuenta y un par de chupitos de regalo. David toma uno y me da el otro.

-DAVID: Vamos a brindar, por los buenos compañeros.

– YO: Por ellos. – me lleno de valor y le doy un trago al liquido verdoso del vaso, que baja como fuego por mi garganta. Ambos tosemos mientras él hace un gesto para que nos pongan más. –No, para, que me sienta muy mal.

– DAVID: Solo uno más Laura, no seas mojigata que quien conduce soy yo.

Pone cara firme y no le digo que no, así que cuando nos traen otra ronda, brindamos otra vez. Para luego pedirle al camarero que vuelva y traiga algo más sabroso, como el licor de castañas que me gusta.

Cuando nos levantamos de la mesa, ya me he bebido cuatro chupitos, y al ir al baño me noto algo mareada. Me mojo la nuca para templar un poco los ánimos y salgo a la calle, donde el calor, pese a ser casi media noche, es asfixiante.

El gesto del aparcacoches a David es de “Menudo afortunado”, aunque no sé si es por el coche o por verle agarrándome de la cintura sin reproches. La verdad es que no sé cuando puso su mano ahí, pero hasta que no llegamos al descapotable no la aparta, y lo hace bajándola de forma que me roza el trasero, como si fuera un descuido.

El acelerón al salir disparados por la calle me saca un grito de subida de adrenalina, me viene bien el aire fresco al recorrer la avenida principal que tomamos para volver a mi casa.

-DAVD: ¿A que no ha sido tan horrible cenar conmigo?

-YO: Pues no, me lo he pasado bien. –se lo agradezco apretándole del antebrazo.

Necesitaba una distracción y durante toda la noche no he pensado en Javier, así que me siento mejor. Ha sido raro sacarlo de mi cabeza unas cuantas horas, y lo necesitaba.

-DAVID: Claro que no, boba, que vaya cara tenias hoy en el trabajo. ¿Me vas a decir qué te pasa? – posa su mano en mi rodilla y la deja, acariciando con sus dedos la piel desnuda.

-YO: Nada, David, que una tiene una edad ya, y cuando las cosas no salen me agobio un poco.

-DAVID: Eres una gran mujer, Laura, trabajas genial y eres muy dulce con todos, te apreciamos mucho en la oficina, y yo sé cuanto vales, sin ti seriamos un desastre y tu nos mantienes a flote. No te vengas abajo por nada del mundo, te necesitamos.

Suena sincero, y es grato y reconfortante escuchar a alguien cosas positivas de ti, más allá de que eres bonita y poco más. Trato de no pensar en lo que me mantiene triste, Javier, el idiota de mi hijo, su novia, o la terrible soledad de mi vida sin mi marido. Es algo que David comprende y me deja tranquila, combinando su mano entre la palanca de cambios y mi pierna, donde hace círculos con sus dedos para serenarme.

Al llegar a mi casa encuentra un hueco donde aparcar, y le agradezco con la mirada que se quede allí conmigo un rato más, sin decir nada, solo esperando a que me encuentre mejor. Me siento muy frustrada y no puedo ni expresarlo, solo estoy ahí sentada, jugueteando con el bajo de mi falda, mirando al infinito.

-YO: Se hace tarde…pero quiero darte las gracias por esta velada. La necesitaba.

-DAVID: No es nada mujer, en el fondo has sido un encanto conmigo, y me lo he pasado bien.

-YO: Solo espero que esto no nos afecte a nivel laboral, no me gustaría que se divulgaran rumores por la oficina, no puedo lidiar con más cosas ahora mismo. – amago con salir del vehículo.

-DAVID: No te preocupes, soy una tumba, pero me da cosa que te vayas así, ven aquí y dame un abrazo.

No me da opción a negarme, me rodea de la cintura y me vence sobre él, que me da un cálido lugar en su pecho, y caigo rendida. Es extraño, de inmediato noto las diferencias con Javier y sus abrazos, pero esta noche me resulta igual de acogedor y cómodo lo que mi jefe me ofrece. Me hago una bola encogiendo los brazos y dejo que me apriete con delicadeza.

-DAVID: Anda, no seas tímida, siéntate en mi regazo.

De nuevo no me da opción, una de sus manos baja por mi piernas y tira de mí de tal forma que quedo sentada entre el volante y él, con las rodillas juntas y dobladas, y la cabeza apoyada en su pecho. Es casi acunarme, mientras siento una de sus manos recorrer mi espalda y la otra inerte en uno de mis muslos.

Trato de imaginar si me importaría que se girara para besarme, y aquello iniciaría una noche loca de sexo subiéndole a mi casa, pero él no toma iniciativa alguna, y yo me cuestiono qué hacer, con los nombres de Jimy y Emilio flotando por mi mente.

Pasado un buen rato, la postura es incómoda ya para ambos, y me acomodo entre sus piernas, notando su innegable erección. Me sonríe sin ocultarla y empiezo a sentir como su mano quieta, sube para acariciarme el muslo. Es mi cuerpo el que reacciona, no yo, y cogiéndole de la cara, le miro serenamente, le doy un largo y cariñoso beso en la mejilla, alejándome un poco.

-YO: Debo subir ya a casa… sola. – su cara entristecida más parece como si hubiera fallado un tiro con una bola de papel a la papelera.

-DAVIAD: Si, mejor ¿Quieres que te acompañe? – es casi tierno verle intentarlo.

-YO: No gracias, solo dame otro abrazo antes de que salga.

-DAVID: Lo que tú quieras.

Me rodea de nuevo por la cadera y deja que me cargue las pilas de energía positiva. No me costaría nada tener sexo con él, soy consciente, pero ahora mismo soy una mujer diciendo que no quiere más relaciones esporádicas sin sentido, aunque sean por despecho. Estoy tomando las riendas de mi vida, decidiendo que esta vez no seré el juguete de nadie.

Me apoyo en su hombro para alzarme y él me abre la puerta del coche de conductor, por donde estiro las piernas y salgo, no sin su inestimable ayuda cogiéndome de la cadera. Luego sale detrás de mí.

-YO: Muchas gracias por todo David. – nos damos dos besos castos y un último abrazo en el que siento que David se da por vencido.

-DAVID: Gracias a ti, y si encestas lo que sea, aquí me tienes.

Le acaricio la mejilla, notando el afeitado reciente, y entorno los ojos dulcemente. Luego me doy la vuelta y al cruzar la calle me despido con la mano, dirigiéndome a mi portal. Hasta que no abro y entro, David no se mete en el coche, asegurándose de que no me pasaba nada, ya que es casi la una de la mañana. De fondo oigo el rugido del motor mientras subo a mi casa. Espero que con una buena cabalgada a lomos de ese coche se le pase la frustración.

Al entrar en casa trasteo con las llaves pensando en por qué no habré dejado que subiera mi jefe, ha sido una buena cena, y estaba claro lo que él quería, y yo quería que pasara en ciertas fases de la noche. Hasta que no voy a mi cuarto y me quito los dolorosos tacones, no encuentro una explicación sensata. Todo iba bien, encaminado, pero ese abrazo, pese a reconfórtame, no era el que yo quería, o mejor dicho, no era de quien yo lo quería. Así que me desvisto y me desmaquillo, busco mis anillos en el bolso para ponérmelos, me visto con un camisón y me tumbo en la cama.

Hay una idea que se reitera en mi cabeza, es un martillo pilón constante, es algo abstracta y poco definida, y me cuesta encontrar las palabras para escribirla, pero si no lo hago siento que no podré conciliar el suelo. Al final lo consigo, y estoy segura de lo que quiero y lo que deseo, antes de caer dormida. “No quiero nada de nadie que no sea Javier, y si él no me lo va a dar porque está con Celia, o porque le dejé claro en su día que no podría haber nada entre nosotros por ser quiénes éramos, es algo con lo que tendré que vivir.”

Mis últimos pensamientos son que debo poner el despertador, mañana es sábado y he quedado con quien de verdad me interesa estar, y jugaré todas mis bazas. Al menos pienso divertirme todo lo que él me permita.

Continuará…

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Relato erótico: “Reencarnacion 8” (POR SAULILLO77)

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Reencarnación 8

Al despertarme con el sonido de la alarma, aunque he dormido bastante mal pensando en mil cosas a la vez, me levanto con energía. Miro el móvil, donde veo varios mensajes. Algunos de mi hijo, que sigue con su viaje por Londres, junto a su asquerosa novia y la aún más asquerosa Celia. Por lo visto va todo bien, y se lo está pasando genial. Me alegro por él, y porque desde que se marcharon mi casa es un remanso de paz. Luego leo algún otro de David, dándome las gracias por la noche anterior, una gran velada y que espera que podamos profundizar en nuestra relación más adelante. Le contesto amable pero sin florituras, no se da por vencido pese a que anoche tuvo su oportunidad, y le cerré la puerta de golpe. Por último uno de Javier, me resisto a abrirlo, aún estoy molesta con él por dejarme plantada ayer, pero al final lo leo, y me comenta que habló con Celia, que fue algo raro pero que toda va bien, y confirmaba que a las diez estará en mi casa, que está deseando pasar el día conmigo.

Miro la hora y son casi las nueve y media, me levanto de un salto y se me dibuja una sonrisa en la cara mientras me doy una ducha rápida. Estoy recordando la conclusión a la que llegué anoche, Javier y nadie más. Hoy voy a pasar todo el día con él y aún quedan un par de semanas hasta que regresen todos lo que podrían evitar que me divierta con mi particular galán.

Al salir del baño, declino la opción de peinarme mucho y maquillarme, vamos a la piscina y sería perder el tiempo, además tampoco me hace mucha falta para estar preciosa, siendo sincera.

Tardo un rato en escoger el bikini que voy a llevar, por un instante el apuro me hace coger un viejo bañador negro de cuerpo entero del armario, pero se me pasa, y me pongo uno de los nuevos, apenas unos triángulos blancos por delante y por detrás de mi cadera, unidos por cordones finos a los costados, y la sensación de ir enseñando gran parte de mis nalgas me hace sentir traviesa, y me gusta. La parte de arriba no es mucho más grande, mientras que los lazos a mi espalda son igual de pequeños que los de la parte de abajo, en este caso los cordones que recorren mi cuello son más anchos, ya que con mi generoso pecho y el paso de la edad, es mejor llevar mis senos bien sujetos. Me deleito con mi imagen en el espejo, estoy para comerme. Luego me pongo una amplia blusa blanca, de un solo hombro con algún dibujo en la parte delantera, dejando ver por las oberturas casi todo mi torso y que no tapa más allá de mi ombligo, con unos shorts vaqueros marcando mi trasero.

Al ponerme las sandalias, suena el timbre. Son la diez y mi chico llega puntal. Cojo un bolso grande donde meto todo lo del bolso pequeño que usé ayer, y en una bolsa meto crema solar del armario del baño, y un pequeño tanga limpio para cambiarme. Me pongo unas grades y oscuras gafas de sol, busco una toalla amplia, y bajo alegre por las escaleras al portal. Me atuso el pelo rubio a mi gusto, y salgo a la calle.

Javier está allí, de pie, con una enorme sonrisa al verme lanzarme contra su pecho, donde me abraza y me da un montón de besos en la frente. Dios, es como la noche y el día, estar en sus brazos me hace volar. Encima está guapísimo, con unas gafas de sol negras, un polo rojo pegado a su poderoso torso, y un bañador azul marino bastante corto enseñando gran parte de las piernas, y un abultado paquete. Me encana que tenga la seguridad en sí mismo de ir así.

-JAVIER: Hola preciosa mía, me alegro mucho de verte y de que no estés cabreada conmigo por lo de ayer.

-YO: Yo también me alegro de verte, y no te preocupes, al final me lo pase bien con mi jefe.- me alejo un poco y le golpeo en el pecho con uno de mis dedos, acusadora. –pero que no se repita eh, o me enfadaré de verdad. Por esta vez te libras invitándome a un helado.

-JAVIER: Vale, vale, lo capto. Lo siento de veras…y lo del helado está hecho.

Alza las manos en acto de sumisión, sabe que me dolió pero que no lo admitiré. Le miro con algo de desdén, solo para cerrar ese capítulo, y tomándole del brazo, doblamos la esquina para entrar al garaje del bloque de edificios, donde cogemos el coche.

No dejo de notar las miradas subidas de tono de Javier, está coméndame con los ojos, y me fascina que lo haga. Supongo que él no se da cuenta de que yo hago lo mismo.

Llegamos a mi vehículo, meto la toalla en la parte de atrás, y ya estamos listos para salir de camino a la piscina municipal más cercana.

-YO: Bueno, ¿Y qué tal con Celia? – me resigno a preguntar tras unos minutos de trayecto en silencio.

-JAVIER: Bien, la verdad es que la echo de menos, desde que se fue a estado muy desconectada y fue genial hablar por el ordenador un rato.

-YO: Pero me dijiste que había algo raro ¿No?

-JAVIER: Si, es que al principio fue muy fría, luego charlamos un par de horas y mejoró, aunque al final…

-YO: Dime.

-JAVIER: Es que no sé, en mitad de la conversación entraron varios del grupo del viaje, y llegó tu hijo… con la novia, y empezaron a molestarnos, para que luego se la llevaran y me dejara casi sin despedirse. No me gustó.

-YO: Es un feo detalle, pero tampoco me extraña viniendo de Carlos y su novia.

Voy conduciendo pero me doy perfecta cuenta de que está preocupado, no le gusta que Carlos pueda influenciar a su chica, y la verdad es que Celia es buena chica, por mucha envidia que le tenga. Si cambia su forma de ser por encajar en el grupo no creo que a Javier le haga mucha gracia.

-JAVIER: ¿Y tú qué con tu jefe? –cambia de tema no muy sutilmente.

-YO: Muy bien, la verdad, cenamos y nos reímos mucho, fue divertido. Luego me acercó a casa y nos quedamos en el coche un rato, pero luego se marchó, ya era tarde y debía madrugar para verte. – le sonrío.

Puede ser mi imaginación, pero al decirle que no hubo nada, juraría que apretaba los labios y el puño en señal de alegría. Luego me acaricia el brazo con ternura y me mira con fuerza, tanta que me ruboriza.

-JAVIER: Casi que mejor, Laura, vales mucho más que para ser la típica secretaria que se tira al jefe, y aunque eres mayorcita para saber lo que haces, me siento orgulloso de ti.

Me deja blanca esa madurez de su parte. Le sonrío cohibida, mientras trato de mantener la compostura. Puede parecer una bobada, pero que él se sienta orgulloso de mí, me hace notarme genial y me da un bienestar completo. Le copio el truco de anoche a mi jefe y poso mi mano en su rodilla, apretando con cariño.

-YO: Muchas gracias Javier, eres un encanto y te estás convirtiendo en alguien muy importante en mi vida, te aprecio mucho y espero que podamos seguir con nuestra relación mucho tiempo, eres un hombre ya, y me gusta mucho lo que veo en ti.

-JAVIER: Eres la mejor.

Aprovechando un semáforo se vence sobre mí y me abraza lateralmente, dándome varios besos en la mejilla, que correspondo con alegría. Le acaricio el rostro cuando se aleja de nuevo, y la mirada cómplice me dice que él me necesita a mi tanto como yo a él, no creo que tenga el mismo tono romántico que yo, pero está claro que hay un vínculo especial entre ambos.

Pongo el aire a toda potencia cuando salimos a carretera, el sol de finales del verano hace que pasadas las diez de la mañana ya estemos a treinta y dos grados. Siempre he tenido la sensación de que en Madrid el calor es más asfixiante, por el hecho de no tener mar cerca, y de que es una jungla de cemento y asfalto. Pasados unos kilómetros tomamos un desvío y nos encontramos con el acceso al parking de la piscina atascado de vehículos, y gente por las cunetas cambiando cargados con neveras portátiles, bolsas, mochilas y toallas. Es un suplicio pero tras media hora de quejas y recriminaciones, logramos acceder y aparcar casi de milagro. Es un alivio no cargar casi nada ya que la tortura continua, al cruzar el solar que hace de aparcamiento, llegamos a los puestos donde se compran las entradas, y la cola de gente se pierde entre unos árboles que hacen sombra. Lo más increíble es que aún faltan diez minutos para las once, que es cuando abren.

Pasamos un buen rato hablando de cosas banales entre Javier y yo, o alguna señora mayor que no pierde la oportunidad de charlar con alguien mientras se queja del calor. Nos hacemos unas fotos, cada uno al otro y luego juntos, le encanta mi sonrisa en cada instantánea, y me pregunto si es por él o porque soy feliz.

Avanzamos cuando abren las taquillas, por suerte han abierto todas y en poco tiempo sacamos las entradas. Empieza la carrera, la gente sale disparada para cruzar un puente sobre un riachuelo sin casi agua, que antaño era caudaloso y hacía las veces de piscina natural hasta que inauguraron el polideportivo. Luego tomamos una amplia avenida con gente usando las pistas de tenis, pádel, skate, futbol sala y hasta pelota vasca. Al llegar a un restaurante, la gente deja de correr y empieza una segunda cola de acceso al recinto acuático. En una mesa con sombrilla un señor vestido de seguridad, nos va diciendo que pasemos en orden y repasa las normas de la piscina. Pasamos por el lateral de un campo de rugby en fila, donde unos setos nos impiden ver lo que ya se oye y se huele, la piscina.

Llegamos a los vestuarios y en la entrada nos piden los tickets dos trabajadores del recinto. Pasamos a una antesala donde se pueden dejar las mochilas, ropa o bolsas en consigna, donde yo meto mi bolso en la mochila de mi acompañante, y la dejamos allí convenciéndole de que abandonemos los móviles por seguridad, cogiendo las toallas y la crema solar sin más. Javier me da un abrazo de “lo hemos logrado” antes de separarnos unos instantes. Él se marcha por un lado y yo por otro, cada uno a sus vestuarios según su sexo, donde me encuentro a un montón de mujeres medio desnudas. Paso al baño un momento para asearme y poner todo en su sitio, y salgo por la zona opuesta.

La estampa de Javier sólo con las bermudas allí de pie entre el gentío, me deja sin aire, aunque disimulo y me acerco como si nada. Tiene un aspecto increíble con las gafas de sol y la toalla echada al hombro, desprende seguridad, hombría, desparpajo y sobriedad cruzado de brazos por el pecho, con el torso descubierto y las piernas grandes y poderosas.

-JAVIER: ¿Y sales aún vestida? – dice con picardía.

-YO: Claro, me daba un poco de cosa en los vestuarios.

-JAVIER: ¿Por qué? – me pilla descolocada

-YO: Bueno, ya sabes, tanta chica joven luciéndose, y me daba algo de apuro. – se me queda mirando anonadado.

-JAVIER: No te entiendo, Laura, eres la mujer más preciosa del mundo, son ellas las que tendrían que envidiarte.

-YO: ¿De verdad lo crees? Mira que aún no me has visto en biquini.- sé que soy preciosa, pero me gusta ponerle a prueba.

-Javier: Claro que sí, boba…ven aquí.

Extiende su mano hacia mí, que me acerco sin saber qué va a hacer, parece que me va a abrazar, me relaja la sensación hasta que siento que coge de mi blusa y tira de ella por sorpresa sacándomela por la cabeza. Me aseguro de que mi cabello cae como oro líquido ante sus ojos y me cubro un poco avergonzada, pero él casi me exhibe a los demás.

-JAVIER: Mírate, estás para comerte, así que no me vegas con tonterías, que eres una mujer de bandera y lo sabes.

-YO: Vale.

Lo digo como si me hubiera convencido de que soy hermosa, pero es para esconder que me ha calado buscando el halago fácil.

Damos una vuelta buscando sitio, las mesas de jardín que ponen a cada extremo de la piscina, al lado de puestos pequeños del restaurante, están ya llenas, así que nos dirigimos a la zona interior, donde hay un solario con césped, una temeridad por el calor a estas horas. Así que encontramos un hueco en un techado verde alargado que hay al borde de la orilla, que da sombra.

Ponemos las toallas juntas y nos sentamos para relajarnos un rato. Pidiendo permiso, coge el bote de crema y se embadurna el cuerpo entero, no le quito el ojo de encima, y lo mejor es cuando me pide que le eche por la espalda, cosa que hago encantada. Sentir su piel y jugar a darle un masaje me enciende. Tras echarme un poco de crema en las piernas y brazos, decido quitarme los shorts de la forma más sensual que pueda, dejándole boquiabierto, algo que ni disimula. Acude presto a echarme crema y al sentir el frio del ungüento mezclado con sus dedos me calienta aún más. Aparta con una mano mi espesa melena y repasa cada centímetro de mi dermis. Cuando acaba me da un abrazo por detrás y me besa en el cuello de forma tierna.

Doy gracias a que la piscina está cerca, estoy segura de que si sigue tocándome así, pronto echaré fuego.

Nos sentamos unos minutos a esperar que la crema se absorba, y dejando de lado las miradas coquetas ente ambos, dándonos un festín entre nosotros, me percato de algo. Nadie, ni en el aparcamiento, ni las señoras con verborrea, ni en las taquillas, así como la gente del camino, o el vigilante, ni los operarios, ni la chica de la consigna… nadie nos ha mirado con gesto de desagrado. No es que tema que me vean desagradable, es el hecho de ir con alguien casi veinte años menor que yo al lado, pero nadie ha parecido darse cuenta. Asumo que la diferencia de edad está solo en mi cabeza, con treinta y siete puedo pasar por una de treinta por mi buen físico y belleza natural, él, con esa barba, algo de pelo en pecho y piernas, con un físico poderoso, aparenta bastante más que sus diecinueve años. No era algo en lo que hoy hubiera pensado hasta este momento, pero sí que siento un profundo alivio.

-YO: Muchas gracias por traerme.

-JAVIER: Gracias a ti, boba, que si no fuera por ti no hubiera visto el agua en todo el verano. –sin más se tumba y tira de mi para que me acomode a su brazo, usándolo de almohada.

Me rodea por la cintura y me pega a su cuerpo. El besito en la cabeza me saca una sonrisa, y trasteo con una de mis piernas encima de las suyas. Sentir sus dedos recorrer mi hombro me encanta, y al notar cómo se hincha su pecho ante mis ojos me lleva a poner mi mano allí, palpando su respiración, y advirtiendo el fuerte latido de su corazón. Pasa un rato en que no recordaba sentirme tan contenta. Se alza, y me quedo perpleja al verle repasar mi espalda con sus manos, que luego recorren mis brazos mis piernas y mi cintura.

-JAVIER: Creo que ya ha absorbido toda la crema tu piel, así que, yo me muero por entrar al agua.

Asiento cuando se pone en pie, dejamos las gafas de sol escondidas entre las toallas, y él no pierde detalle de cómo me levanto sacando culo, ni él ni varios de alrededor. Yo me fijo más en el abultado paquete de Javier, que o bien la tiene literalmente como un caballo o luce una semi erección bajo el escueto bañador. La realidad es que no muestra ningún tipo de rubor por ello, y me toma de la cintura acompañándome.

Los escasos quince metros hasta las duchas son un infierno. Pese a las sandalias siento las baldosas del suelo arder, y hasta el grifo metálico está ardiendo. El contraste con el agua fría es terrible, así que me mojo las manos primero, para humedecerme la nuca y los brazos. Me rio de los aullidos de sufrimiento de Javier, que se ha metido de golpe bajo el chorro, y se está frotando todo el cuerpo. Luego meto la cabeza mojándome el cabello y echándolo sobre un solo hombro. Mi acompañante intenta abrazarme, está empapado de agua fría y quiero huir entre risas, pero me agarra del brazo, pegándome a su cuerpo de nuevo, y asegurándose de que me moja todo lo que puede. Es algo entre sensual y divertido, y ambas cosas me recuerdan a cuando era feliz, hace ya lo que me parecen siglos.

Como joven que es, se lanza al agua desde el bordillo, salpicando un montón de agua. Yo me acerco al mismo, y me siento dejando que las piernas cuelguen, apoyo los brazos hacia atrás y dejo que el sol me haga brillar, es una sensación peculiar el calor del astro sobre tu piel, y debo estar preciosa ya que Javier me mira anonadado, medio agachado en el agua.

La piscina es muy grande, una “L” con una zona para críos aparte que cubre por las rodillas, y otra grande olímpica paralela, unidas por una abertura. Eso hace que la mayor parte de la profundidad sea la misma, un metro sesenta pelado.

Mi chico se pone en pie y su torso mojado hace que me muerda el labio, se echa el pelo hacia atrás y se acerca con el nivel del agua por el vientre. Me abre de piernas y se mete entre ellas, abrazándome por la cintura y besándome en el cuello. La sensación me eleva y le rodeo con mis brazos.

-JAVIER: Hemos venido a mojarnos ¿No?

Con todo su descaro me coge de los muslos y me carga sobre él, metiéndome en el agua hasta la cintura. Doy unos cortos gritos entre la risa y la sensación de frío, quiero escalar sobre su pecho, notando su nariz en mis senos. Él sonríe pero no me suelta, y de vez en cuando baja un poco para que me vaya mojando entera. Llega un momento que temo sacarle un ojo, mis pezones están duros y la tela del biquini ya los marca con nitidez, pero el roce es demasiado placentero para alejarme, sintiendo con el ajetreo su miembro rozándome el pubis. Es delicioso y sus ojos me miran, me admiran mejor dicho, es tan feliz como yo por la situación.

Me siento liviana entre sus brazos, y tras varios amagos que humedecen mis senos, ya estoy casi totalmente mojada, me falta la cabeza. Me permito el lujo de sujetarme de su nuca, y usando su cintura de eje, me venzo hacia atrás para hundirme del todo, él me ayuda sujetándome de los riñones, y cuando emerjo con todo el cabello pegado a mi cuerpo y los ojos azules brillando pegados en él, siento cómo me desea. Más allá de que tenga novia o yo sea la madre de su mejor amigo, es un adolescente y se lo noto. De algún modo se controla, y por fin me suelta, dejándome posarme en el suelo, donde se evidencia la diferencia de altura, ya que el agua me llega casi al pecho.

Nadamos orbitándonos el uno al otro, agachados para dejar solo la cabeza a flote. Nos salpicamos agua y durante un rato me olvido del juego. Buceamos, hacemos el pino, hablamos de anécdotas de piscina, solo somos dos personas pasándolo bien y disfrutando de un baño en un día caluroso. Luego nos acercamos, hay algún roce leve, pero al ir caminando, llegamos a la rampa de acceso a la olímpica y la profundidad aumenta, hasta el punto en el que a él le llega por los hombros y a mí me cuesta sacar la cabeza al ir de puntillas. Se me acerca con cuidado y me toma en sus brazos de nuevo.

-YO: Gracias, ya no llegaba al suelo.

-JAVIER: Tranquila, yo te llevo.

Y me subo a su pecho, como al principio, sé nadar perfectamente pero no desperdicio la oportunidad. Le rodeo con mis piernas, mientras me agarro a su cabeza con una mano, con la otra hago equilibrios sobre el agua y de vez en cuando coloco el biquini de mi pecho, ofreciéndome a él, que tiene cara de querer devorarme cuando lo hago.

Nos metemos en la zona más profunda, ni él hace pie ya, y tras soltarme, nadamos a uno de los laterales, dónde me agarro al bordillo. Javier acude a mi espalda y se agarra al bordillo también, pero pegando su pecho a mi espalda, protegiéndome o aprovechando para rozarse, me da igual, me gusta cómo me trata. Luego jugamos a tocar el suelo hundiéndonos, a aguantar la respiración y alguna aguadilla inocente.

Me canso un poco de mantenerme a flote y aprovecho que le tengo justo detrás para alzarme sobre el bordillo, mostrándole mi trasero en primer plano, y con un giro hábil, me siento en el borde. Me escurro el pelo hacia un lado y me aprieto los senos para lucirme de nuevo, gesto que es para echar el agua acumulada en la copa del biquini. Javier no tarda en acudir, y pasando sus manos por encima de mis piernas, donde se agarra, apoya su cabeza en mi muslo. Me resulta tan tierno y erótico que le acaricio la cabeza, entrelazando mis dedos con su cabello húmedo. Creo que si no es por el cloro del agua, percibiría el aroma a hembra que sale de mí, su nariz, ligeramente torcida, apunta directamente a mi sexo.

Nos pasamos un buen rato así, noto sus dedos haciendo círculos en la piel de mis muslos, y con el movimiento del oleaje de vez en cuando acomoda la cabeza de nuevo. Le acaricio la cara cuando el sol casi me ha secado por completo, alza la mirada y sonríe al verme observándole con cariño. Durante un instante me tienta besarle sus carnosos labios, pero es él el que se apoya en el borde y se eleva, me besa en la mejilla, un montón de veces, luego por el cuello y ya cayendo, me hace cosquillas al sentir sus labios rozando la piel de mi clavícula.

-YO: ¿A qué viene esto? – consigo decir entre risas.

-JAVIER: A que estás espectacular, ahora mismo es…es como si brillaras, pareces radiante.

-YO: Será el sol. – digo por evitar ruborizarme.

-JAVIER: Puede ser, aunque me gusta pensar que soy yo quien te hace feliz. Verás, es un poco egoísta, pero nunca había sentido una conexión así con nadie, me siento muy cómodo contigo.

– YO: Te entiendo perfectamente, siento… siento lo mismo, desde que falleció mi marido…pues me he sentido sola y tú me has hecho salir del cascarón donde me encontraba. – no me creo la conversación, nos estamos abriendo el uno al otro sin miedo – Además, tú también luces genial ahora mismo.

-JAVIER: Será por el sol.

Reímos, bromeamos para quitarle algo de peso al momento. Javier me mira sonriendo, y se echa a un lado para salir de un tirón del agua, poniéndose en pie, de inmediato se sienta detrás de mí, y me rodea con sus manos por el vientre. Me besa en el hombro, donde pone su barbilla, y yo me apoyo en su pecho, gozando al sentir su nariz haciéndome cosquillas detrás de la oreja, mientras acaricio sus antebrazos, o paso la mano por encima de su cabeza y le aprieto de la nuca sobre mí. Es algo más que disfrutar del momento, tengo la sensación de sentirme querida, por alguien que sabe que le quiero, y aunque no lo digamos con palabras, sé que es una vedad irrefutable.

-JAVIER: Dios, llevo aquí cinco minutos y ya me estoy asando, no sé cómo has aguantado tanto… – se separa un poco.

-YO: ¿Nos damos un chapuzón de vuelta a las toallas?

Asiente, me toma de la cintura, y de un simple tirón me echa sobre el agua. Cuando emerjo riéndome se tira a mi lado, y reímos. Cuando llegamos a la zona menos profunda jugueteamos a agarrarnos y acariciarnos. Todo parece muy normal aunque le quiero ver el lado sensual a todo lo que ocurre.

Una vez que llegamos al bordillo por donde entramos, Javier sale primero, y me ofrece su mano para ayudarme a salir. Lo que hace es que cuando estoy arriba, me empuja de nuevo al agua. Me quejo como una cría alegre, lo que soy en sus manos, y tras no fiarme de él, subo sola la siguiente vez. Pone cara triste pero se despista y haciendo acopio de todas mis fuerzas logro echarle al agua. Sale riéndose a carcajadas, maldiciendo y jurando venganza cuando sale. Pongo mi mejor cara de madre, y con gestos le digo que tenga cuidado, se le pasa el “enfado” y se gira, cosa que aprovecho para lanzarme contra él de nuevo, pero esta vez se da cuenta antes, y sin más opción que caer al agua, se agarra a mi espalda, y una de sus manos termina en mi trasero sujetándolo con fuerza, para que caiga con él.

Una vez en el agua seguimos riéndonos, pero una aguafiestas vestida de socorrista, nos pita con un silbato desde la lejanía, diciéndonos que está prohibido empujar a la gente. Con caritas de niños buenos, salimos del agua vigilándonos por si se nos ocurre intentarlo otra vez, y me fijo que Javier me mira por detrás sin disimulo. Me giro de forma sensual y me doy cuenta de que tengo la parte de abajo del biquini tan metida entre las nalgas que me queda un tanga. Me lo arreglo sin darle demasiada importancia. Le leo en la mirada que me quiere tirar de nuevo, y hasta amaga con hacerlo, pero ni corta ni perezosa le suelto un azote en el culo, señalándole acusadora.

-JAVIER: Que confianzas te tomas eh…

-YO: Anda que tú, que me has tirado al agua cogiéndome del trasero, listo. – caminamos hacia las toallas, y voy con aires de suficiencia para dejar claro que no me ha molestado que lo hiciera.

-JAVIER: Ha sido sin querer mujer – le miro traviesa – aunque debo decir que me ha gustado, lo tienes muy durito, como me gustan.

-YO Mira al otro, si ahora te gusta mi culo.

– JAVIER: Lo dices como si me tuviera que parecer feo.

– YO: ¿Con el pedazo de retaguardia de tu novia te vas a fijar en el mío?…Claro – el juego prosigue, y le tiento a ver por dónde sale.

-JAVIER: Laura, a ver, que el de Celia es muy grande y me gusta, pero el tuyo es… precioso.

-YO: Muchas gracias, mis horas de gimnasio me cuesta mantenerlo así de bonito.

-JAVIER: Cierto, dan ganas de agárralo y no soltarlo. – me da un toquecito con el hombro.

-YO: Pues por mí no te cortes.

Casi ha sido mi subconsciente el que ha hablado, estoy a punto de retractarme cuando me doy cuenta de que no tengo porqué, y me recuerdo que vengo a divertirme todo lo que él me deje. Me he sentido tan cómoda que el juego me ha llevado a esto. Así que me giro al llegar a las toallas, y le ofrezco mi trasero.

Javier pone los brazos en jarra, incrédulo me mira algo dubitativo, y yo, con seguridad contoneo las caderas ante él. Tras unos segundos eternos, posa sus manos en mi culo, y no con suavidad, una mano por nalga y apretando con gusto. Me muerdo el labio desando que no me suelte de verdad.

-JAVIER: Joder Laura, vaya trasero, en serio, es como la pared de pelota vasca de ahí fuera…

-YO: ¿Por qué?

-JAVIER: Porque me dan ganas de estrellas mis pelotas contra él.

Me parto de risa, me ha encantado el chiste, y de remate lo ha cerrado con una buena palmada en mi nalga. A continuación va a tumbarse boca abajo en la toalla, como si nada, pero es evidente, tiene una erección enorme, se lo noto cuando se ladea para acomodársela.

-JAVIER: Perdona la broma, no quiero que te sientas mal. – me siento a su lado boca arriba, poniéndome las gafas entre risas aún, y relajándome un poco.

-YO: Que va Javier, no te preocupes, ojala tuviera alguien que me tocara el culo.

-JAVIER: Ojalá estuviera la que me deja tocárselo…- dice cómplice, y sonreímos.

-YO: ¿A ti te molesta esto? – y le doy una palmada en su trasero, pero esta vez se lo agarro, deleitándome con descaro. – ¿A ti te molesta?

-JAVIER: Para nada.

-YO: Pues a mi menos, solucionado.

Y me tumbo cerrando el tema, deseando que cale la idea en su mente de que puede manosearme el trasero sin reproches.

Al rato noto el sol dándome en las piernas, el astro se mueve, y con él la sombra, así que decido ponerme morena como dios manda. Me estiro boca abajo y deshago el nudo a mi espalda, metiendo la tela de la parte de abajo entre las nalgas de nuevo. Lo hago sin segunda intención pero al fijarme Javier me está devorando con los ojos. Unos minutos después decide seguirme, y se da la vuelta, remangándose las ya de por sí cortas perneras de su bañador, macando un paquete enorme, aunque parece que ya tiene el miembro más tranquilo.

Tardo en decidir si darme la vuelta y hacer top less, nunca la he hecho pero me siento tan traviesa y cómoda con Javier, que pienso en tentarle aún más. No me atrevo y solo me doy la vuelta asegurándome de darle buena línea de visión a él y a nadie más, aunque todo el que pasa me mira, y hasta algunos chulos, con torsos marcados, alardean cerca. Yo no les hago caso, y aprovecho para remangar un poco más el biquini por mi pubis, lo justo, porque si lo bajo más mostraré mi pequeño triángulo de vello púbico.

Veo que Javier se pone en pie, y tras excusarse, regresa con un bote que tenía en su mochila, es un spray bronceador que se echa por el cuerpo. Le ayudo de nuevo, pero no me ato el cordón a mi espalda, solo me sujeto el biquini con una mano en los senos. Cuando termino, me tumbo y le pido que me la extienda por el cuerpo. Suspira con cada pasada por mi espalda y mis piernas, se atreve a bajar tanto que mete sus dedos por dentro del “tanga”, y al acabar, me toma la palabra y me palmea el trasero. Me encanta que lo haga, es la señal de que será una costumbre en nuestra relación.

Tras una hora tostándonos al sol, dando vueltas para igualar el tono de piel por todos lados, arrastramos las toallas hasta la sombra. Con la tontería son casi las tres y los puestos del restaurante están llenos ya de gente. Javier se pone la camiseta y yo le imito poniéndome la blusa y los shorts, aunque no los cierro por comodidad. Vamos a la consigna a coger el monedero, y aguardamos media hora en la cola para pedir la comida. Entre un chorreante bocadillo de panceta que se pide él, y otro de tortilla que elijo yo, compramos un par de botellas de agua fría y nos vamos a comer sentados en las toallas.

Charlamos de la universidad, me cuenta que lo está llevando bien y espera no fallar ninguna asignatura, su familia no puede permitirse que suspenda. Yo le hablo de mi trabajo y de algún que otro cotilleo. No sé como lo hacemos pero la conversación fluye si parar.

Al terminar recojo todo un poco mientras él va al baño. Cuando regresa, lo hace con un par de helados tipo sándwich de galleta con nata. Le como a besos por ello, me encantan, y nos los tenemos que comer a toda prisa, el calor es tal que sólo del trayecto ya se han medio derretido. Javier juega y me mancha la nariz de nata, yo le pringo el brazo, y al final tenemos los dedos tan manchados de galleta derretida que me chupo los dedos para limpiarlos. Él no quiere hacerlo para limpiarse, y sin servilletas, me lanzo a meter sus dedos en mi boca, dejándolos impolutos. No es muy sutil pero me encanta el sabor, y me sonroja la cara de gusto que pone al verme hacerlo, entre risas, mirándole a los ojos.

-JAVIER: Bueno, pues ahora un bañito ¿No? – se pone en pie y se quita la camiseta, lo hace con naturalidad pero ese gesto me enloquece.

-YO: Ahora no, hay que esperar un par de horas.

-JAVIER: Que va, si eso del corte de digestión es mentira.

-YO: Como sea, yo no voy.

-JAVIER: Venga, es solo un chapuzón. – se me acerca, coquetea y trata de desnudarme entre juegos, queriendo convencerme.

–YO: Para, no quiero, me apetece echarme un rato, no he dormido bien.

-JAVIER: ¿Me echabas de menos? – dice burlón.

-YO: Pues un poco si, estos días durmiendo juntos han sido muy buenos para mí, y esta noche no estabas. – me toma del mentón y me hace mirarle.

-JAVIER: Pues aquí me tienes, nos echamos una siesta y luego chapuzón ¿Vale?

Al verme asentir feliz, me besa la mejilla, y nos vamos al solario, ahora mismo hay una sombra en el césped, en una esquina banca, y antes de que se ponga nadie nos hacemos con el mejor sitio. Extendemos las toallas y Javier se sienta apoyando la espalda en el rincón. Es él el que se abre de piernas y tira de mí para que le use de colchón, sentada de medio lado. Me coloca tan pegada a él que noto su miembro en mi cadera. Me rodea por la cintura y apoyo la cabeza en su pecho. Siento sus dedos recorrer mi silueta antes de caer dormida.

Es raro, me despierto por el ruido de la piscina, del ambiente, es como si alguien hubiera subido el volumen de golpe. Me avergüenzo de estar casi babeando sobre el tórax de Javier, que me mantiene sujeta pegada a él. Nos hemos debido de mover ya que él tiene una postura diferente y yo estoy algo girada. Mirando a mí alrededor observo cómo varias familias y parejas se despiertan del mismo modo. La hora de la siesta terminó, y todos acuden a darse un baño.

Dejamos las tollas donde están, según el ángulo del atardecer ya nos toca sombra hasta irnos. Voy a los aseos y al regresar me quito la blusa y los shorts. Noto su mano acariciando mi cintura, los pantaloncitos me han dejado las marcas por dormir con ellos, y las repasa con las yemas de los dedos.

Él se quita la camiseta, y dejamos las chanclas allí. Sentir el césped fresco en los pies es una gloria, pero al llegar a las baldosas siguen ardiendo. Javier camina dando saltitos pero yo no puedo, así que regresa a por mí y me carga a su hombro. Cuando llegamos al bordillo me baja, allí el agua salpicada templa el suelo. Nos damos una ducha rápida y cuando nos acercamos al bordillo le doy una palmadita en el trasero para animarle, y proseguir el juego. El sonríe alegre y me toma de la cintura, haciéndome dar un salto para montarme sobre su cuerpo, esta vez usa sus manos en mi trasero con tranquilidad y me prepara para salta al agua y justo antes de saltar me da una fuerte palmada en el culo. El chico empieza a entender que puede hacerme lo que quiera, no le voy a frenar.

Una vez en la piscina, se repite la rutina de por la mañana, paseo, roces y alguna aguadilla sutil, pero ahora estamos mucho más cerca el uno del otro, agarrándonos y metiéndonos mano con cierto disimulo. Él es tan grande que me maneja como quiere, y le dejo. Para poder jugar con él, aprovecho cuando sale a tomar aire y le salto encima, muchas veces le meto una teta en la boca a posta, y me encanta verle tratar de no chuparla o morderla, lo hago todo el rato porque me vuelve loca el roce, y que sea él más. Luego se deja caer sobre su espalda y nos hundimos juntos, y lo que pasa debajo del agua allí se queda, pero al emerger más de una vez nos tenemos que poner los bañadores en su sitio.

Al llegar a la zona profunda me pego de espaldas a la pared y él se apoya en el bordillo de cara. Le abrazo con piernas y brazos por el torso, como si fuera un koala en una enorme rama. Dejo que sea él quien se acerca y se aleja, hablando de la gente y bromeando del anciano tan moreno que da vueltas a la piscina, de la chica aquella en top less, del grupo de chicos tirándose a la piscina haciendo acrobacias para impresionar al grupo de chicas, de las tetas de aquella o del paquetón de aquel otro.

Me lo paso bien, casi me recuerda a una época feliz con Luis, mi fallecido marido, pero me doy cuenta de que cada vez que noto el miembro de Javier en mi pubis por el oleaje, se aleja un poco. Supongo que es una barrera aún para él.

Regresamos a las tollas en una especie de carrera a nado. Mi buena forma física me hace no quedar descolgada ante su potente brazada. Salimos y nos damos una ducha para quitarnos el cloro, al pasar por detrás de mí, noto una palmadita suya, y se la devuelvo rápida y fuerte. Regresamos a las toallas entre risas, y las extendemos al sol, repitiendo un poco el ciclo de cremas y exponer la piel a los rayos uva, y a los ojos del otro.

Son las siete de la tarde, y aunque aún falta una hora para que cierren, estoy algo cansada y esperar a que salga toda la gente asegura un atasco. Así que vamos a la consiga a recoger todo, luego a los baños, cada uno al suyo. Me quito el biquini y me pongo el tanga minúsculo que llevaba en el bolso. Sopeso al idea de quitarme también la parte de arriba del biquini, pero no llevo sujetador de repuesto y la blusa es tan amplia que en cualquier gesto enseño los pechos por las oberturas de los brazos, así que me dejo la parte de arriba, el pelo aún húmedo ya es suficiente reclamo.

Mientras me visto sopeso al imagen ante mí, muchas mujeres desnudas de nuevo, y me imagino a Javier, rodeado de un montón de hombres también desnudos, y su miembro enorme, deduzco, colgado. Esa idea me excita. Una vez lista salgo por el lateral del campo de rugby. Mi galán ya me espera, con un pantalón corto del mismo color que el bañador, que llevaría en la mochila.

No somos los únicos que tienen la idea de salir antes, mucha gente ya está en camino, pero bastante menos que la que habrá en una hora. Pensando en ello descubro que estoy caminando pegada a Javier, que tiene un brazo por encima de mis hombros, y mi mano está metida en el bolsillo trasero de su pantalón. No tengo ni idea de cómo hemos llegado a esta postura tan de pareja, pero mi mano se da un festín sintiendo su nalga moverse, apretando y soltando alguna que otra vez. Y así se queda hasta que salimos al aparcamiento.

Me da una palmadita cuando nos separamos, y nos metemos en el coche. Durante el trayecto no paran las caricias y carantoñas de ambos, dando las gracias al otro. Javier comenta lo loco que debe esta Thor de estar todo el día solo en casa. Así que nos pasamos por su casa primero para recogerlo, y dar un largo paseo. No se equivocaba, el perro salta como loco al pasar a recogerle, y durante media hora no deja árbol sin marcar. Luego subimos a su casa unos minutos, se ducha mientras juego con el animal.

-YO: Qué solitaria está la casa ¿No? No se oye nada. – le comento abstraída cuando regresa sólo con unos bóxer ajustados puestos

-JAVIER: Ya, es lo que tiene ser una casa de estudiantes en verano, los demás están de vacaciones.

– YO: Te aburrirás aquí.

– JAVIER: Tampoco es que haga mucha vida con ellos, pero sí que se echa algo de menos ruido en casa.

– YO: Lo mismo digo, aunque en mi caso no sé si prefiero una casa vacía o que regrese Carlos…con la otra.- sonreímos ambos.

-JAVIER: Oye, pues no sé, se me ocurre que hasta que regresen del viaje, podría irme a tu casa unos días. – abro la boca ilusionada, no se me había ocurrido pedírselo. – bueno, si no te molesta, es que si nos sentimos algo solos los dos, nos podemos hacer compañía, y si voy a dormir en tu casa es un poco absurdo estar yendo y viniendo, dejando a Thor solo.

-YO: Claro, no hay problema, es más, me encantaría.

Sin más, cogemos una maleta y metemos algo de su ropa y las cosas de Thor. Se viste con el mismo pantalón corto de antes y una camiseta blanca limpia. Bajamos al coche y vamos a mi casa. El animal está encantado de tenernos a ambos en el trayecto, y hociquea mientras conduzco, feliz entre las piernas de Javier, que apenas puede mantenerle quieto.

Al llegar a casa aparcamos y subimos sus cosas, le dejo instalarse mientras voy a darme una ducha para quitarme el sabor a cloro de la piel, y al salir me pongo un tanga pequeño y un camisón blanco de satén nuevo, más largo y más escotado que los viejos. Me hago un moño por el calor, y salgo al salón. Me siento al lado de Javier, y descansamos un rato, mientras jugamos con el perro y vemos la televisión.

Un rato después me voy a la cocina a hacer la cena, y él me sigue, ayudándome con una ensalada y algo para picar. Me preocupa que desde que hemos llegado a casa está un poco más seco que en la piscina, así que cuando pasa por mi lado le doy una palmadita, esperando su reacción, que no se hace esperar y se gira, cogiéndome del culo con fuerza. Es como si se hubiera bloqueado, pero una vez le dejo claro que el juego sigue en casa, me da varias palmaditas en menos de media hora.

Cuando terminamos de cenar, friego los platos y él recoge. Al acabar se pone a secar la vajilla a mi lado. Una vez hemos concluido, me deja pasar primero al salón y esa vez me agarra del culo hasta que llegamos al sofá, donde no se corta y se deja caer, para tirar de mi cintura y sentarme en su regazo.

-YO: Vaya, me has tomado la palabra y no me quitas la mano de encima. – digo con la suficiente serenidad para que sepa que no me incomoda.

-JAVIER: Como para no, tienes un cuerpazo, y ya que no nos molesta a ninguno.

-YO: Me alegra mucho que te sientas cómodo con ello, me gusta.

-JAVIER: Y a mí, creo que a ambos nos falta mucho cariño, y no veo nada malo en dárnoslo. – posa su mano en mi muslo, y me besa por el cuello.

Me recuesto sorbe él, y nos quedamos así un buen rato. Me porto mal y de vez en cuando giro la cadera buscando su miembro, o me levanto a buscar un vaso de agua, pero enseguida vuelvo para sentarme sobre su paquete, luego me levanto de nuevo a por el móvil, y le traigo el suyo.

Tenemos muchos mensajes al estar todo el día desconectados, y los vamos contestando y comentando, enseñando las fotos que nos hemos hecho, haciéndonos otras nuevas muy juntos, o le pregunto sobre aplicaciones que no entiendo. Es casi normal, si no fuera porque noto su pene crecer y decrecer según me mueva. Advierto de nuevo que cuando se siente abrumado, ya que el roce de su paquete con mi cuerpo es evidente, me toma de las piernas y me coloca un poco más lejos de su ingle. Cuando lo hace por tercera vez me conformo con estar así, y no presionarle más.

-JAVIER: Oye, voy a salir con Thor un rato, para que se desahogue.

– YO: Vale, te acompañaría pero no me apetece vestirme, y no creo que pueda salir así. Sonrió al ponerme de pie ante él y lucirme.

-JAVIER: ¿Subo algo de alguna tienda?

-YO: Nada Javier, si tú quieres algo sí, pero hay de todo. – asiente acariciando mis piernas.

Se pone en pie y me abraza, es tan cálido y tan agradable que pasa casi un minuto hasta que me suelta. Thor se pone pie y me lame la mano antes de irse con su dueño, que me señala las llaves antes de cogerlas e irse con el animal.

Yo me tumbo en el sofá, y remoloneo contenta, repasando el día entero, y pensando que Javier se va a quedar en mi casa muchos días, vamos a dormir juntos y que estamos derribando barreras entre nosotros. Si hay algún tipo de impedimento moral, a mi ya no me importan, me gusta la relación que se va formando, y hacia dónde se dirige.

A los veinte minutos regresa con Thor, que me busca para que le acaricie la enorme cabeza, y se va a beberse casi su cuenco entero. Javier entras detrás, y pese a que se le entero, le noto cansado. Se acerca al sofá y se deja caer a plomo sobre mí, que a duras penas puedo colocar mis piernas para recibirle y acoger su cabeza en mi clavícula.

-JAVIER: Dios, estoy agotado, y en la calle hace un calor asfixiante.

– YO: Y aún quedan unas semanas de calor, así que vete acostumbrando. – le acaricio la cabeza, que está ligeramente humedecida de sudor – si estás sudando. – digo preocupada.

– JAVIER: Ya, perdona. Deja que….

Se alza poniéndose de rodillas, con las piernas entremezcladas, y se quita la camiseta algo sudada. Mis manos no pueden evitar subir por su vientre hasta el pecho. Javier sonríe y se acomoda un poco más abajo, para volver a tumbarse sobre mí, y usar uno de mis senos de almohada.

-YO: ¿Mejor?

-JAVIER: Mucho, si peso demasiado me lo dices…

-YO: Tranquilo, estoy en la gloria ahora mismo. – acaricio sus costados con las manos y le doy un besito en la frente.

-JAVIER: Eres la mejor Laura. –dice entre susurros, y haciendo fuerza tira de mi cuerpo para meter su brazos por mi espalda y rodearme con ellos.

Es una sensación colosal, me encanta tener a alguien tan grande sobre mí, y sentir su fuerza protegiéndome, cubriéndome, doblegado ante mí. Quizá no lo sepa, pero me está dando todo lo que quiero, y más.

Mis dedos recorren toda su espalda, desde la nuca hasta sus riñones. Debo hacerle cosquillas en un momento dado porque se revuelve un poco para dejar su cara en mi cuello. Siento sus respiración tan serena que me eriza la piel, y de vez en cuando me da un besito en la zona de la carótida.

-JAVIER: Como sigamos así me voy a queda dormido encima tuya.

-YO: No me importaría, tú me has hecho de colchón ya un par de veces.

-JAVIER: Cierto.

Se acomoda de nuevo, y en el trascurso de unos segundos siento su miembro en mi pierna, y su cadera está friccionando entre mis muslos. Me muerdo el labio para no gemir de placer, aunque me quedo quieta, y dejo que él tome la iniciativa, si quiere. Me decepciona ver que se separa otra vez.

-JAVIER: Será mejor que me vaya a la cama. ¿Te vienes ya o te quedas aquí un rato?

-YO: No, me voy ya contigo.

-JAVIER: Bueno, como quieras, aunque debo darme un agua antes de meterme en la cama…ya sabes…el sudor.

Me coge de la nuca y me da mil besos en la mejilla, para luego levantarse sin poder ocultar una enorme erección en el pantalón. Tampoco lo intenta.

Me pongo en pie, y como hizo él antes, le cojo del trasero hasta la habitación. Pasamos a la puerta del baño y se gira, rodeándome por la cintura y mientras me besa por el cuello, sus manos bajan a mi culo, el cual, amasa sin compasión, y palmea un par de veces. Abro la boca algo sorprendida, y de golpe le entiendo, va a masturbarse y necesita algo con qué hacerlo. Cuando se gira, decido ayudarle.

-YO: Oye ¿Ves que me haya quemado? Noto la piel algo tirante en las piernas – me giro, y casi sacándome el camisón por la cabeza, le muestro toda mi espalda y mi trasero desnudos, salvo por el fino hilo del tanga entre mis glúteos.

-JAVIER: No…bueno…no que yo vea.

-YO: Fíjate bien, mira, toca aquí ¿Lo notas? – le tomo de la mano y la pongo en mis muslos, tan cerca de mi sexo como puedo.

-JAVIER: No, nada. – se asegura tardando un mundo en repasar la zona.

– YO: Vale, gracias. – me giro bajándome el camisón, y le doy un beso enorme en la mejilla, aprovechado para restregarle mis pechos por el torso. – Buena ducha.

El gesto que hace es inequívoco, “Si ya tenía ganas, ahora me voy a masturbar hasta reventar” le leo en los ojos. Sonríe sin más y se mete en el baño. Tentada estoy de meterme por sorpresa en unos minutos, pillarle en mitad del acto, y acabarlo yo. Pero no quiero precipitarme, el problema es que ahora la excitada soy yo. Llevo todo el día bastante caliente, pero saber lo que va a hacer, y por mi culpa, me mata. Pienso varias locuras, entre ellas, masturbarme en la cama, o en el baño, o donde sea, pero todas tienen un fallo de base, debo terminar antes que él, y siendo adolescente, dudo que tenga mucho aguante.

Me voy al sofá, y juego con Thor, que ya anda medo dormido en el suelo del salón, normalmente dormía en mi cama cuando se quedó hace unas semanas, pero es el rincón más fresco de la casa, y tres cuerpos son demasiados ya para mi cama. Es increíble ver al enorme dogo allí tumbado, es casi como una enorme alfombra. Con eso me distraigo un poco, y tras diez minutos, escucho a Javier salir del baño. Como aguante no es mucho, pero todo depende del ritmo que le haya dado. Me ilusiona pensar que se la ha machacado a toda velocidad pensando en mí. Se asoma por la puerta que da al pasillo.

-YO: ¿Ya te has aliviado?

-JAVIER: Dios, que gustazo, necesitaba la ducha. – me aguanto la risa al ver que no capta mi doble sentido.

Dobla su ropa con cuidado y la coloca en una silla, ya con las luces apagadas apenas puedo intuir que ya va en bóxer. Viene hasta mí y me pone en pie, me toma de la cintura y de las piernas y me lleva a la cama como recién casados, ya lo hizo hace tiempo, pero esta vez siento sus manos recorrer mi cuerpo con seguridad. Me saca varias sonrisas verle maniobrar, pero logra dejarme en la cama con cuidado y sin incidentes.

Me da un besito dulce en la frente y se va unos segundos, deduzco que para ver a Thor ya durmiendo y asegurándose que tiene comida y agua. Yo aprovecho para ir al baño, donde salvo las paredes húmedas de la bañera no noto nada, tal vez no se masturbara, o tuvo cuidado de no dejar pistas.

Cuando regresa le estoy esperando con pose casual y sensual, quitándome el moño y dejando la cascada rubia libre. Apaga la luz del cuarto, no sin dejarme deleitarme con su cuerpo, antes de tumbarse boca arriba. Se queda quieto y me hace un gesto para que me acerque. Acudo encantada a su pecho y me abrazo a él, que aprovecha para tantear mi cuerpo y sobarme un poco el trasero. Yo no me quedo corta y acaricio todo su pecho y el vientre bajo.

-JAVIER: Ha sido un día magnifico Laura, en serio.

-YO: ¿Verdad? Ha sido un placer y espero repetirlo todos los días que podamos. – digo ilusionada.

-JAVIER: Claro, lo que tú quieras, tenemos tiempo, vamos a hacer todas las cosas que quieras, y voy a darte todo el cariño que te mereces. – me aprieta contra él y me besa en un ceja, la oscuridad no ayuda, así que lo hace otra vez en la frente. Nos reímos.

-YO: Voy a intenta hacer lo mismo, te lo prometo. – suelto en un suspiro.

La conversación va bajando de nivel, apenas murmullos en la noche, que se van debilitando según nos vamos quedando dormidos. Tras un rato, y algo adormecida ya, noto que me da la vuelta, y se pone detrás de mí, haciendo la cucharita, pone su brazo para que lo use de almohada, el otro me rodea la cintura, y con cuidado, mete la mano por dentro del camisón, que ayudo siendo tan vaporoso, y se queda acariciando con ternura mi vientre.

Pienso en mi marido, en todas las veces que me ponía así cuando le apetecía sexo, recorría mi cuerpo acariciando con esmero, desde mis senos hasta mi pubis, donde ya no había retorno, y me ofrecía a él, y él a mí. Aparto esa idea de mi cabeza, ahora es Javier quien apoya su nariz en mi cabeza, besa mi hombro, y pega su vientre a mi espalda. Le busco con un pie y lo entrelazo con los suyos, antes de aferrarme al antebrazo que me rodea, y quedarme serenamente dormida. Feliz.

Continuará…

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Relato erótico: “MI DON: Raquel -Elisabeth Corroborando la teoria (2)” (POR SAULILLO77)

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Hola, este es mi 2º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos.Estos hechos son mezcla de realidad y ficcion, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real.Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.
Mi nombre es Raul, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis ultimos años de Instituto, 18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre , hermana mayor , mandona pero de buen corazon, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue l normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era.Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al futbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rapido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavia no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante.Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte.Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena.Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio.Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellos, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba.Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.
Ademas, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme.Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención , solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón.Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría dieces, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es informacion inútil que pasado el examen no volvere a necesitar.
Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a al escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningun medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escaneó y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello.Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operacion, gracias a dios todo salio bien y con el apoyo de mi familia y amigos todo salio hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.
Después de la operacion, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales.Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinacion y razonamiento, y despues físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no queria, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi fisico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados,se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algun celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.
Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, ademas de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas.Pero las situacion no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital.
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Lo de Raquel me dejo roto, había tenido mi 1º situacion sexual con una mujer y la ruptura en menos de 1 hora, el hecho de que ella decidiera no repetir o continuar conmigo me tenia perdido, siempre me creí un buen tío y segun parece ahora era atractivo para las mujeres, o eso me dijo ella, quizá para zafarse de mi, pero con la vuelta a mi casa y mi rutina , los días fueron pasando y poco a poco fue disminuyendo mi rabia por lo injusto que me pareció y empece a darle vueltas a sus palabras. “RAQUEL: tranquilo, eres joven y aun no sabes lo que quieres, creeme, como te digo , soy mujer y esta (agarro mi polla de nuevo a través de la bata) esta te va a traer muchas alegrías, solo tienes que ……..dejarla notar………mira, como yo caí como una boba, solo al verla”.
Aquellas palabras empezaron a taladrarme el cerebro, seria cierto? era tan facil? bastaba con salir a la calle con el rabo al aire y las mujeres caerían a mis pies? Esa idea que empezó pareciéndome absurda fue cogiendo forma en mi mente, mientras me recuperaba en mi casa, ideaba formas sutiles o no tan sutiles de hacer que las mujeres vieran notaran o intuyeran el tamaño de mi herramienta, y que fuera ella la que actuara por mi, al fin y al cabo, una mujer con novio y de lo mas profesional, solo con verme la polla en un descuido me había ofrecido una mamada de campeonato.La verdad es que de imaginación iba sobrado para recrear en mi mente situacion propicias, pero entonces viendo una serie, no recuerdo muy bien cual, me recordó un momento que pase con Raquel, la incomodidad, la inexperiencia que tenia, si, la tenia enorme, pero era un novato sexual.La de deducción era simple, Raquel me abrió los ojos, pero tenia que ser yo quien aprendiera a moverme y desenvolverme con las mujeres antes, durante, y si queria mantener varias relaciones con una misma mujer, despues. Lo que paso en el hospital no podía volverme a pasar, no soy un trozo de carne, así que la solución era encontrar a una mujer, que tuviera experiencia, me enseñara a moverme en el sexo, a tratar con las mujeres y usar mi miembro.
Mi aspecto fisico actual era un paradigma del cambio, 1.90 de altura, unos 84 kilos, espaldas enormes y con algo de carne flácida, había perdido mucho peso en poco tiempo.
Tarde algunas semanas en recuperarme del todo y que no hubiera secuelas físicas para poder reincorporarme al instituto, en casa las cosas iban bien, despues de un trance así, volví al colegio con bastante atraso, el curso ya había comenzado, me costo bastante adaptarme, a estas alturas había perdido casi 40 kilos de peso, andaba por el 1,90 con unas espaldas enormes y un reluciente nuevo rabo de 25 cm de largo y 7 de ancho, toda la ropa me quedaba enrome y holgada, algo que me ayudo a disimular mi pene, el problema principal es que ahora no me entraba en los calzoncillos, pese a estar casi todos dados de si por mi aspecto anterior, no había manera de meter aquello en unos slips, así que me compre unos boxer de tela, casi como pantalones cortos, pero casi fue peor situacion, eso no sujetaba nada y me colgaba con el péndulo de un campanario, haciendo obvio cada movimiento al andar, termine con unos boxer de licra que se ajustaban mucho mejor a la piel y mantenían a mi nuevo amigo bien colocado. La situacion en el colegio no podía ser mas hipocrita, esto ya es reflexión personal, todo el mundo, que durante años me había insultado, obviado o degradado por mi aspecto empezaron a acercarse a mi, diciéndome lo bien que estaba y lo bien que había superado el trance, casi me convertí en una figura mediatica de superación, algo absurdo, yo solo había sido operado, no había hecho nada especial.Ciertos grupos de los chicos populares empezaron a invitarme a fiestas, ya les conocía, habíamos crecido juntos pero no era de su circulo de confianza. Las mujeres que siempre me habían tenido como amigo empezaron a acercarse a mi mas de lo que un amigo debe permitirse.Me aprecio de lo mas falso y populista que solo por un cambio fisico pasara de ser el gordo gracioso a una figura de renombre en el instituto.
Aparte de aquello, mi fijación era encontrar una mujer experimentada, yo ya no veía mujeres, si no posibles objetivos.La profesora de ingles? buen aspecto fisico y con 30 años pero si salia mal podía saltarme en la cara. La señora de la limpieza de casa? era demasiado mayor y me conocía demasiado bien de años en mi casa, ademas de una posible denuncia por acoso.Incluso me plantee volver al hospital y pedírselo a Raquel pero aquella no era una opción. En una da tantas clases, nos toco hacer un ejercicio de apoyo grupal o alguna mierda así y lo que paso es que mi empeine se resintió. Me mandaron unas revisiones con un fisioterapeuta, por motivos escolares solo podio ir por la tarde así que al final logramos encontrar a una mujer, Elisabeth, Eli, tenia 36 años y llevaba casi 13 como entrenadora personal y fisioterapeuta, la 1º vez que fui a su gym nada as verla sabia que era ella, un espectáculo de mujer , de 1,67 de altura, y no llegaría a los 66 kilos, morena, pelo largo y con coleta, debido a su profesión vestía con una chaqueta de chándal y unos pantalones elásticos ajustados, nos presentaron y pude notar firmeza en su mirada, se asombro de lo grande que era y me comento que era normal que me hubiera resentido, le habían comentado que no había pasado desde la operacion. Mientras me explicaba los ejercicios que tenia pensados para mi yo no paraba de mirarla a los ojos, algo que siempre me gusta al hablar con las mujeres, tenia unos ojos color miel que con la luz fuerte del gym le quedaban preciosos, tenia la cara curtida por los años y la forma de sentarse y cruzar las piernas denotaba una buena forma física .Casi no atendía a sus palabras.
ELI: la verdad es que no puedo empezar con nada muy fuerte , hay que fortalecer la zona primero así que vamos a iniciar una clase para gente algo mayor, de mantenimiento, para que nos veas movernos y así cuando empieces sepas como va a funcionar.
YO: Me parece bien aunque yo creo que se esta exagerando, solo me molesta al girar el tobillo.
ELI: eso es que no se ha recuperado del todo la zona y tienes que tener ejercicios leves para que los musculosos carguen mas peso y liberen al hueso. Vamos a empezar la clase , ya es hora, tu quedate aqui y fijate bien en los gestos y mis indicaciones para que mañana este preparado.
Aquello me encanto, me dio barra libre para admirarla, ella empezó con ejercicios clásicos de calentamiento, y poco a poco fue subiendo el ritmo, la mayoría de gente de la clase era abueletes o gente que estaba a punto de serlo, pero la verdad es que la seguían el ritmo, los movimientos empezaron a ser mas contundentes, y no podía parar de mirar las piernas de mi instructora, no se si llevaría ropa interior o no pero no se notaba nada, era como una segunda piel y en los giros empezó a enseñar el culo mas de lo habitual, enseguida todos los hombres de la sala se quedaron perplejos, muchos perdían el paso con tal de no perder de vista su trasero.En algunos se agachaba con repeticiones hacia sus pies sin doblar las rodillas, primero una pierna , luego la otra y luego al centro, giro y repetición, cuando le toco de espaldas a mi por poco estallo, no solo se le marcaba el culo si no que al agacharse a la zona mas baja se el marcaba directamente el coño, allí note que llevaría tanga por lo menos, no se le notaba el camel toe, si no el bulto abombado de la tela intima.
Entendí por que había mas hombres que mujeres en la clase, era un espectáculo, y tanto elevo el ritmo que mas de uno se tuvo que apear del ejercicio y sentarse, cansados o queriendo disimular, lo entendía perfectamente, a mi me estaba calentando muchismo, lo mejor llego a la media hora cuando debido al ejercicio empezó sudar y se quito la chaqueta del chándal, aquella prenda no me había dejado ver sus pechos hasta ahora y lo que vi me dejo como un piedra, no solo es que tuviera unos pechos de considerable tamaño, de una 94 para arriba, es que estaban perfectamente colocados gracias a un top, y cuando digo top no me refiero a una prenda que se le ajustaba, era un sujetador deportivo, no le llegaba ni al ombligo, bien formado de gimnasio, sin mangas y con un pronunciado escote.Le ponía las tetas a una altura y colocación perfectas, casi esculpidas, y con la consecución de los movimientos, las parte visible de sus pechos no dejaba de temblar, vibrar y votar ante mis ojos.Yo ya fuera de mi me tuve que medio cruzar de piernas y colocarme la polla ya totalmente erecta para evitar su evidencia, algunos ejercicios que la veía hacer ya no eran simplemente por moverse, era obscenos, de striper de barra en un bar, arqueamientos de espalada, movimientos de cintura, incluso hubo uno en que consistía en tocarse con los codos en el ombligo, algo que no había visto nunca en tablas de ejercicios pero que le hacia apretarse los pechos contra si misma, eso termino por “agotar” a los hombres de la sala y solo quedaron un par de ellos y las mujeres al final de la clase, termino con un sonado aplauso , vítores y las mujeres empezaron a gritar e increpar de forma cómica a los hombres por no poder aguantar el ritmo.
Ella empezó a saludar y felicitar con determinados personas, y despedirse, eso me dio tiempo a calmarme e ir al baño no me masturbe de milagro, me la coloca de nuevo , salí y mientras terminaban de recoger todos ella se acerco a mi y secándose con una toalla, me pregusto que le había parecido.
YO la verdad es que esperaba menos ritmo viendo a los de la clase, no creo que tenga problemas para seguirla pero alguno casi muere aqui- dije señalando a alguno de los hombres.
ELI: si , es cierto que para ellos quizá sea demasiado pero me pagan para mantenerlos en forma y para eso hay que forzarles un poco, bine, creo que por hoy hemos acabado, es la ultima clase y ya toca ir a descansar, mañana vienes entonces??
YO claro, no me perdería este espectáculo por nada.
ella sonrió levemente como sin querer entender mi comentario.
El día paso rapido y antes de ir a clase pasamos por un tienda a comprar algo de ropa deportiva, todo lo que tenia de antes me quedaba enorme.Al final compre un par de camisetas y pantalones de chandal no muy ajustados por que me intuía lo que ocurriría. pero queria o no que se me notara en la clase? tenia que dar el paso si queria saber si de verdad tenia ese poder sobre las mujeres.No arriesgue y fui a la clase.Nada mas llegar ella me coloco en una posicion para tenerme vigilado a través de los espejos del gym, andaba algo nervioso y mientras esperábamos al resto, inicie alguna conversación con los demás de la clase, no se por que pero siempre se me ha dado bien llevarme con las personas de mas edad que yo. Entre alguna risa y broma sobre la presencia de un joven como yo en esa clase todos llegaron y se empezó la clase.
Eli empezó un poco como ayer, ejercicios suaves de calentamiento, los seguía con mas atencion a su cuerpo que los movimientos, hoy venia con un pantalón largo negro mas suelto pero que no disimilaba su trasero, tenia botones a los lados de las piernas, seria de esos que se abrían, tipo baloncesto, otra vez con chaqueta de chandal arriba y se puso una gorra., era increible pero empezaba a notarme cansado, y algun giro con el pie me dolió pero aguante como pude, empezaron lo ejercicios de mayor nivel y los que eran muy eróticos, la repetición con el culo en pompa fue una gozada, y con el paso del tiempo los hombres empezaron a decaer, yo llegue con el objetivo de terminar la clase como fuera, y con el paso del tiempo Eli empezó sudar y se quito la chaqueta , por dios eso no era accidente, otro top-sujetador deportivo igual que ayer, de otro color pero igual de estilizante y sugerente, usando los espejos admire su delantera y mas de una ,y de dos veces, pillo a alguno de los hombres, yo incluido, mirándola con ojos en órbita.Yo me di cuenta pero seguía el ritmo, pasaron los minutos y el ultimo cuarto de hora, no se por que, ella acelero el ritmo, quedaba alguna señora que me dejaba impresionado, y yo , yo apenas podía, creo que Eli se pico y de un tirón se quito el pantalón a través de los botones, me dejo atónito hasta que me percate de que en realidad debajo tenia otro pantalón, un short bastante cortito, amarillo chillón, se le pegaba a la piel de nuevo y no se le le marcaba la ropa interior de nuevo, solo se le separaba algo de la piel en la zona de las cartucheras con unas oberturas.
Eso ya fue demasiado y pase de estar rojo por el ejercicio a estarlo por que mi polla empezó a crecer a gran ritmo, y siendo ya tan pocos los que quedábamos y siendo el nuevo las miradas de ella y mía se cruzaron mas de una vez , yo mirando su cuerpo y ella mis movimientos, o eso creía. Termino por fin la clase y mientras todos aplaudían y silbaban ella se dio la vuelta y aplaudiendo a todos nos felicito, yo entre cansado y temiendo una mirada directa a mi miembro me tire boca abajo fingiendo claramente un desmayo, sacando la carcajada de los presentes.Emitía sonidos de agotamiento, y si, lo estaba, ella se acerco ente risas se agacho y me felicito preguntándome si estaba bien, yo asentí entre respiraciones y se fue a hablar con los demás, me pidió que me quedara despues para hablar de como me había sentido con el pie.Aquello me sonó a excusa de peli o relato porno, y no me calmo en absoluto, siguiendo con al coña me moví a 4 patas hacia mi bolsa entre risas y felicitaciones del resto, cuando llegue me senté y con una toalla me seque y tape lo mas rapido que puse mientras retomaba el aire.Cuando se me paso el empalme me dirigí a las duchas y me lave, hasta me cambie de ropa, estaba totalmente encharcada en sudor, y los slip de licra no ayudaban a la ventilación , así que me duche y cuando salí lo hice solo con los pantalones, sin nada debajo.Al salir Eli me estaba esperando con la chaqueta ya puesta pero sin los pantalones largos, bebiendo alguna bebida isotónica quedando ya solos en el gym.
ELI: que tal?? como lo has llevado todo?
YO: puffff me ha costado mucho mas de lo que creía, no parecen ejercicios difíciles, per oel ritmo me ha matado.
ELI jajajja es normal, es tu 1º clase y llevas tiempo inactivo, con le pase de los días iras cogiendo forma y notaras menos los esfuerzos.como va el tobillo??
YO bien , me ha dolido algun giro al inicio pero aguante bien, pero ojala mejore, por que si no mi orgullo se vera hundido
ELI por que lo dices
YO estas señoras que me triplican la edad y aguantan sin problemas, y casi todos los hombres se acaban bajando del barco, eres terrible jajajaja
ELI bueno es lo que tiene la experiencia………………
ella siguió hablando pero cuando dijo esa palabra, experiencia recordé mis objetivos actuales, y ella la mejor opción no la conocía casi nada, tenia buena 1º impresión de mi y si se lo tomaba a mal solo tenia que buscarme a otro fisio, era preciosa y seguro que tendria mucha experiencia sexual, pero debía asegurarme y como había que tirar el anzuelo me le ne de orgullo y pregunte.
YO oye y como crees que es posible que aguanten las mujeres y no los hombres???
se quedo algo petrificada por la pregunta
ELI pues…. no se, la verdad los ejercicios son igual para todos, y tu has llegado al final.
YO pero casi no lo hago, eso si, tengo una teoria pero no te va a gustar.
ELI pues dímela a ver si me convence.
Era el todo o nada, allá voy, me santigüe mentalmente y….
YO veras, hay muchos mas hombres en la clase que mujeres, y me da que es por ti.
ELI ummmmm sigue
YO eres….. joder, estas buenísima y no creo que les importe pagar por verte 1h moviéndote.
ELI jajaja muchas gracia, me alaga pero no entiendo el por que eso les hace rendirse.
YO bueno mas que rendirse la idea que tengo es que llega un momento en que a todo hombre ….no puede…..mantener la verticalidad……sin que …
ELI se le note la espalmada?
Joder, me estaba constando un mundo decírselo y me dio con ello en la cara.
YO bueno si, no queria ser tan directo, pero es lo que creo.
ELI y crees que yo no me doy cuenta de eso?-dijo mientras se secaba las piernas con la toalla
YO no, mas bien al revés, creo que lo sabes y te aprovechas de ello.
ELI ah si….. y como.
YO pues la verdad muchos de tus ejercicios son normales pero hay algunos en que….. vamos que pondrías caliente hasta a un esquimal.
Ella soltó una sonora carcajada que compartimos y mientras bebía un trago de agua ello me escaneo de arriba abajo.
ELI si lo se y la verdad es que esos ejercicios los planteo así, hay mucha competencia y tengo que ofrecer algo a mis clientes para que vengan aqui y no falten y se vayan.No es muy profesional pero esto es lo que se hacer y de lo que vivo.
YO bueno pues la verdad es que dicho así parece menos emocionante de lo que sonaba en mi cabeza pero me alegro de haber acabado aqui.
ELI: se te ha notado.
YO que????¡¡¡¡¡
ELI digo que si, a ti tambien se te ha notado y me siento muy orgullosa de que aun así has acabado los ejercicios.
como un tomate aunque ya lo intuía, o deseaba, esperaba ese momento desde que salí del hospital.
YO bueno ….no soy de piedra.
ELI ni las señoras de aqui
YO como??
ELI no seas bobo, tu me has estado mirando a mi pero yo miraba a todos y mas de una señora que no falla nunca se ha perdido por estar mirándote
como no había caido, es una ley física que si puedes ver a alguien también pueden verte a ti, había obviado al resto de la clase. sabían que mis bromas solo pretendían disimular mi erección?, mientras pensaba todo aquello….
ELI la verdad es que en incluido algun ejercicio sobre la marcha de pelvis solo para lucirte ante ellas, ha sido muy divertido.
joder realmente era un inocente de cuidado, como no darme cuenta de eso?
YO pues me las has jugado bien, no he caido pero me alegro de haberlas divertido…………..y a ti??
ELI a mi que??
YO ………………..que si a ti te ha divertido ver mi empalme – había que jugarsela ya.
Esos segundos esperando su reaccion me devolvieron a aquella habitación de hospital
ELI bueno la verdad que me he divertido al hacerlo
YO no me refiero al acto, si no, que te aprecio verme con el enorme bulto – si era cierto lo que Raquel me dijo había que empezar a insinuar su volumen, algo difusa pro el adjetivo añadido
ELI bueno bueno, grande grande, lo suficiente para que se notara, pero no te vengas arriba.
me hirió en el orgullo y agarrándome la polla y poniendo cara de duro la solté una chorrada.
YO esta, esta parte yunques – dios visto ahora era un imbecil.
Soltó una carcajada sonora, hasta que agacho la cabeza para mirar mi mano, el pantalon algo suelto y el hecho de no llevar ropa interior hacia que se notara y bien el contorno y tamaño de mi miembro.Se le corto la risa de golpe.
ELI pero… dios en la clase no parecía tan enorme¡¡¡¡
YO y mas que se puede poner, solo esta morcillona
ELI dios…. eso…… pero como….?
YO no se , despues de la operacion he perdido mucho peso y volumen pero esta se ha quedado así de grande……..- viendo su cara de asombro sin despegar la mirada de mi polla- quieres……. verla?
ELI joder clar……….no, espera , no puedes…….- antes de que siguiera la interrumpi, me pues de golpe de pie y me baje el pantalón a los tobillos, mi polla salto como un resorte a escasos centímetros de su cara, se hecho para atrás de impresión y si antes estaba impresionada su cara ahora era de susto, seguido de una sonrisilla boba, aquello me aseguro, la tenia enorme, 2 mujeres como ellas no podían estas equivocadas.
ELI dios mio pero es enorme, y dices que esta solo morcillona??
YO si – dije firme y con orgullo, era cierto que la conversación me puso a tono pero no estaba al 100%
ELI madre mía puedo….tocar – me miro con suplica señalando mi enorme polla colgante, que apuntaba hacia ella.
YO toda tuya
Eli empezó a cogerla con una mano mientras se tapaba la boca con al otra, un gesto que ya vi antes, en el hospital, la levanto y ladeo para mirar mejor, me miro a os ojos y me comento….
ELI y con tanto bello púbico aun, madre mía que pedazo de polla¡¡¡¡¡
Otra vez ese comentario, decidido, me tendria que rasurar, pero otro dio, ahora tenia a una monitora preciosa agarrándome la polla.
ELI pero cuanto mide esta preciosidad??
YO la verdad es que no estoy seguro, cuando salí del hospital andaba en reposo con 19 cm de largo y 4 de ancho, en ereccion unos 25 y 7 de ancho.
Se quedo de piedra volvió a mirar mi polla y con la otra mano me la puso mirando al techo, a su vez con el otro brazo, puso su codo en la base del mimbro y dejo caer mi polla sobre el largo de su antebrazo, le llegaba mas allá de su muñeca, y de nuevo, al ver mi polla en comparación con otra persona me di cuenta de nuevo de la enorme que la tenia, pero aun había sorpresa,
ELI esto no son 25, cuanto ha pasado desde que saliste del hospital??
YO pues un mes largo, casi 2, mi cuerpo se ha ido adaptando a su nueva situacion pero es lo que media, lo juro.
ELI no no, si no es por que…… es que yo conozco mi cuerpo, de antebrazo tengo unos 25 cm
YO pues eso,
ELI no no, del codo a la muñeca, pero tu capullo pasa de largo mi muñeca.
Me extraño tanto que la situacion se fue un poco de las manos, se me relajo.Se levanto cogio su bolsa y saco un cinta métrica, que pasa todas las mujeres llevan una?? empezó a medirmela de nuevo
ELI lo sabia, esta monada esta en 24 CM de largo, y de ancho esta en unos……6 CM¡¡¡¡¡¡¡¡ no puede ser.
Lo corroboro varias veces mientras yo alucinaba, la muy jodida de mi polla sigue creciendo?? pero estaba centrado, tenia que ponérmela erecta y la mejor opción era ella
YO bueno en ereccion sera mas, no se echame un mano, no???
Me miro a sabiendas de mi argucia, pero no por ello dejo de soltar mi polla, se puso de rodillas y sin mas se la metió en la boca, dios allí estaba de nuevo la sensación maravillosa, notaba cada succión en mi pene y me quite la camiseta, me abrasaba, ello hizo lo mismo y se quito la chaqueta, la vision de esa mujer de rodillas comiéndome la polla y con el top y los short tan cortos ayudaron a una ereccion de campeonato. Eli empezó metiéndose gran parte de mi polla en la boca, mucho mas de lo que logro Raquel, pero con la ereccion apenas le entraba el capullo en la boca y lamia como una condenada cada centimetro de mi falo, con las venas hinchadas.
YO creo que ya esta, no creo que esto se pueda poner mas grande.
ELI cofff ufff pues menos mal, por que casi me partes la mandíbula.- dijo mientras chorreaba baba por la comisura de sus labios
Cogió el metro y midió el largo, se cerciono de nuevo, volvió a medir, y callaba, pregunte y sonrió.
ELI nene, esto no es normal, 33 CM de largo, esto es inhumano.
YO y de largo?? – había leído que era tan importante o mas el ancho que el largo.
ELI se agacho de nuevo midió y casi llegaba a los 9CM
YO madre mía, pero ha crecido muchisimo en estos meses
ELI no se, puede que ahora que no tienes el tumor en la cabeza las hormonas se tranquilicen y estén desarrollando tu cuerpo de forma normal, como no pare habrá que hablar con alguien.
YO lo mismo bato un record¡¡¡¡¡
Aquella chorrada nos saco una sonrisa a ambos, cuando la mire de nuevo recordé a Raquel y me lance a besarle, casi la tenia que levantar a pulso para que me llegara a los labios, le sacaba mas de una cabeza.No se separo ni forcejeo, solo se dejo hacer como una muñeca de trapo, me costo al inicio, era otra mujer y otra forma de besar pero logre adaptarme y sin mas empece a restregar su cuerpo contra el mio, siempre le sujetaba la cabeza un una mano, con miedo a que se separara de mi, y con la otra empece a acariciar de forma torpe todo su cuerpo, su espalda, su brazos, su cadera, llegue a su trasero y estaba como una piedra, del ejercicio y de tenerla de puntillas, en un areón levanto una pierna que sujete con el brazo y metí la mano por la obertura del pantalon por debajo,, estaba muy suave y duro, llevaba tanga por que no haba impedimento en el masaje de su trasero pero si lo note al llegar a la separación de sus nalgas.Ella no paraba de agarrarme la cabeza , casi colgando de mi, mi polla estaba a reventar y con la fricción de nuestros cuerpos, no paraba de darla con la polla entre el vientre y sus pechos.
En un movimiento mi glande choco con su top y me hizo daño, me separe de inmediato, me sentó, se quito el sostén con algo de sufrimiento, realmente la sujetaba bien, cuando acabo, sus preciosas tetas colgaban ante mi, habían cedido un poco a la gravedad pero tenia unos pezones enormes.
ELI no eres muy hábil pero sabes como calentarme
YO bueno mucha experiencia no tengo, recuerdas.-Mencione sus palabras para indicarla que en ese caso tampoco era un experto.
Sonrio de nuevo y se subió encima mía, de nuevo me lance a por los pechos de mi compañera, mientras masajeaba uno, chupaba el otro, mi otra mano se fue directa a su trasero, ella se dejaba hacer mientras acariciaba mi pelo.Cuando considero oportuno, separo un poco su cuerpo y me volvió a besar, bajo la mano y coloco mi polla hacia arriva, se subió encima de forma que mi pene era una barra sobra la que ella se frotaba, y empezó a acompasar sus beses con movimientos de pelvis suaves pero evidentes, mi mano en su trasero mas de un vez toco la punta de mi polla, la atravesaba de lado a lado, aquello se prologo una eternidad pero no me corrí, aguante como pude y recordado cantidad de vídeos, decidí que era hora de tomar el mando.
La levante a pulso y la senté con el culo al borde de la silla , me arrodille entre sus piernas y empece a intentar desabrochar el pantalon, al cabo de un minuto ella se reía de mi inoperancia, me parto se puso de pie y con un simple gesto desabrocho todo, se puso de espaldas a mi y se bajo el pantalon como solo saben hacerlo las mujeres cuando quieren presumir, efectivamente había un tanga allí, uno de hilo casi ni se notaba, color amarillo chillón tambien, me acerque con seguridad a su espalda, mientras me pajeaba suavemente, ella me miraba de reojo mientras se levantaba de haberse quitado los shorts, me acomode a su trasero, coloque mi polla entre sus nalgas, queria que la notara, teniendo que agachar mi cuerpo un poco, empece a besarle el cuelo y la espalda mientras su pelo, aun con la coleta, me hacia cosquillas en el hombro, empece a rodeara con mis brazos y masajear de nuevo sus pechos, baje suavemente, hasta tener su retaguardia en mi cara.Me tire como un poseso a morder y besar su trasero, casi la tiro y se tubo que apoyar en la silla algo agachada.Levante los brazos y mientras le comía sus glúteos bien formados, acariciaba sus pechos, ella bajo una de sus manos, mientras se apoyaba con la otra en la silla, y comenzó a frotarse el coño por encima de la tela.Me percate de ello y baje una de mis manos de sus pechos a su mano,no la aparte, deje que ella se tocara mientras la seguía los movimientos con la mía, tenia que aprender.
Al cabo de unos minutos ella aparto su mano y empezó a suspirar con energía, agarrándose con fuerza para no caerse, mientras con una mano atraía su culo hacia mi cara con la otra la masturbaba como me acababa de enseñar, y note como empezaba a empaparse mi mano en su coño
ELI ahh…….. si… ufffffff ………..dios……..
Yo apenas decía nada, tenia la boca llena de carne de un culo que partiría nueces.Me canse un poco de la posicion y la di la vuelta, la senté de nuevo y abriendola bien de piernas empece a darle besos en la cara interior de los muslos, poco a poco me acercaba a su coño, la mancha de fluidos en la tela de su tanga era evidente, y mientras con una mano se pellizcaba los pezones, poniéndoselos como clavos, la otra agarro mi cabeza y me hundió en su intimidad.Al principio lamia sobre al tema, el sabor era algo amargo, y olía a sudor , a hembra, pero aquello no me iba a parar, ella mismo aparto su tanga hacia un lado y por 1º vez en mi vida vi un coño de cerca, su aspecto no me era desconocido, había visto muchos vídeos , le tenia rasurado salvo por una especie de triangulo invertido, como una flecha en dirección a su vagina, pelo muy corto.
Me pare a admirar, recordé muchos vídeos e ideas y empece a lamer sus labios vaginales, como si fuera un helado al inicio, intentando llegar a todas las partes de su coño, ella se abrió con la mano los labios y vi su clítoris por 1º vez, todo era nuevo maravilloso y no podía parar, sabia por Internet que era delicado y había que tratarlo con cuidado, así lo hice y con un arrebato de pasion, acerque mi mano y mientras frotaba una zona lamia otra, ella se volvía loca, ella metió su mano de por medio, no sabia por que hasta que la vi intentando meterse un dedo por su ranura, era obvio, mucha exitacion pero no había hecho mas que sobarla por encima, era la hora, aparte su mano y poco a poco fui metiendo mi dedo corazon en su mojado coño, no sabia que hacer así que metía hasta un punto donde hiciera presion y lo sacaba un poco y volvía a empezar mientras seguía lamiendo el clítoris , ella se agarro con las dos manos al respaldo de la silla que tenia en la cabeza, abría y cerraba las piernas con cierta asiduidad, , los usaba como barómetro, cuando hacia algo y cerraba, es que le gustaba, y cuando se abría, o no le gustaba o no le generaba reaccion alguna.
Lego el momento en que tenia mi dedo corazon penetrándola a buena velocidad sin parar de lamer y chupar su clítoris, tenia claro que antes de nada tenia que logar aprender a hacerse correr a una mujer sin ayuda de mi amigo. Leí lo del punto G por algun lugar , a la altura del dedo corazon hacia arriba, con la mujer puesta boca arriba, me atreví a mas y empece a meter 2 dedos y darle la vuelta a la mano, buscaba algo pero no sabia que, encontré una zona pero no había reaccion, ella cogió mi mano y me guió, con mis dedos metidos en ella, la movió un poco hasta que note una zona muyyy suave, ella paro en seco , decidido, era eso, frote con suavidad pero si parar.
ELI OHHHH DIOSSSSSSS NO PARES¡¡¡¡¡ ES AHÍ¡¡¡¡¡
Cerraba muchos sus piernas por momentos y casi me apartaba la cabeza, pero no paraba, ni me alejaba , ella puso su brazos apoyando los codos en la silla y se elevo, cuando la mire no había rastro de aquella hembra segura y traviesa del día anterior, era una hembra en celo deseosa de explotar, casi había momentos que en que aprecia que iba a echar a llorar cuando me centraba en la zona suave, localizada, sin duda había dado en el clavo.
ELI DIOS¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
con algun lamento ahogado por la pasion , exploto, se movía como una epiléptica, casi no podía contenerla pero no paraba, era como ensillar un caballo salvaje, empezó a expulsar fluidos por el coño, literalmente me aprecio que se estaba meando pero aquello no era orín, me empapo toda la cara pero seguí,estaba allí para eso.En un movimiento propio de una gimnasta olímpica, casi sin apoyo se levanto en la silla, para separarse de mi, ella respiraba profundamente mientras se recogía la piernas,se hacia una especia de bola mientras se tapaba el coño con una mano y volvía a expandirse, repitió la situacion un par de veces.
Cuando me acerque de nuevo
YO para no tener experiencia como ha ido???
ELI madre….. madre mía…. llevaba mucho tiempo sin correrme así, eres un animal, tienes que ir mas despacio
YO no me ha aprecio que te disgustara
ELI no para nada, jajajajaja, pero esto mismo hecho con mas calma y cariño es un gloria, esta rudeza solo le gusta a unas pocas, y en determinados momentos.
anotaba todo aquella en mi cabeza, me estaba dando justo lo que queria.
YO bueno, yo he cumplido, te toca – me puse de pie, mi pene no había sufrido el paso del tiempo, como para bajarse despues del espectáculo que le había montado, ella la miro de nuevo mientras aun se tapaba su orificio,de verdad la había hecho daño??
ELI es cierto, pero se hace tarde – era cierto, paso casi 1 h desde que se acabo la clase, se puso de pie, me beso de una manera obscena, incluso lamia de mi cara sus propios jugos.
temiéndome otra espantada a lo Raquel, me apresure, la cogí por los brazos con firmeza y la aprisione contra mi, dejando que mi polla casi la ensartara por el vientre, me pareció un argumento valido, me agache a su oido y la dije
YO esto no va a acabar aqui, tienes novio o pareja?
ELI no, he dejado a mi novio hace unos meses, me………. me engañaba.
YO vete a la mierda, eso no hay quien se lo crea, que especie de asno dejaría a una mujer como tu??
ELI le dedicaba muchas horas al gym, no se, quizá por eso estoy algo subidita en las clases, quiero sentirme atractiva, de ahí los ejercicios, la ropa, mis movimientos…..
YO pues eso acaba hoy, me vas a enseñar todo, TODO.- No estaba dispuesto a perder a esa joya.
Cuando me separe de ella, la dureza y firmeza de mis palabras le puso las cosas claras, ante su perplejidad, mi seguridad.Recogimos, nos duchamos a la vez, pero no juntos , la imagen de su cuerpo, totalmente empapada en la ducha, entre el vapor de agua, me enloqueció, me costo dios y ayuda no atacarla, en cambio me hice un paja con su vision , yo creo que ella lo noto y se froto de forma provocativa, supongo que se sentía en deuda.No me costo demasiado, despues de lo visto eyacular bastante.
Salimos de allí, la ayude a limpiar y cerrar. Me acerco en su coche a mi casa para evitar preguntas si hubiera tardado aun mas en volver.Se despidió de mi con un beso de tornillo que casi me empalma de nuevo, se separo medio centimetro y me susurro…..
ELI hasta mañana.
 
 
CONTINUARA……
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Relato erótico: “MI DON: Raquel – Elisabeth Y Amigas – 2 de 4 Semanas (3)” (POR SAULILLO77)

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Hola, este es mi 3º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos.Estos hechos son mezcla de realidad y ficcion, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real.Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.
Mi nombre es Raul, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis ultimos años de Instituto, 17-18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre , hermana mayor , mandona pero de buen corazon, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue l normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era.Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al futbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rapido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavia no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante.Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte.Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena.Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio.Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellos, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba.Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.
Ademas, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme.Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención , solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón.Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría dieces, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es informacion inútil que pasado el examen no volvere a necesitar.
Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a al escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningun medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escaneó y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello.Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operacion, gracias a dios todo salio bien y con el apoyo de mi familia y amigos todo salio hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.
Después de la operacion, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales.Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinacion y razonamiento, y despues físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no queria, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi fisico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados,se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algun celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.
Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, ademas de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas.Pero las situacion con ella, no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital. Después toco poner en practica la teoria y Eli, la fisioterapeuta que me estaba ayudando con un problema en el pie, me la confirmo.
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Ya he leído algunos comentarios, gracias por los consejos, tratare de corregir, pero la historia debe continuar.
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Al dejarme en casa Eli, me dejo con una sonrisa que nos se me quito en todo el día.Mi madre al verme la cara me pregunto y yo casi evadiendo el tema la hable de lo bien que me había ido en la clase, no tenia dolor en el pie y estaba feliz por ello, me abrazo y me dijo que se alegraba mucho, fui a mi cuarto a intentar hacer algo de unos trabajos atrasados que una debía, pero no se me iba de la cabeza la situacion, ¿como podria?. Tenia una sensación de pánico momentánea recurrente, no sabia si le tenia mas miedo a que aquello continuara, o se acabara. Ambas sensaciones me preocupaban y alegraban a la vez o por separado.El día siguiente en el instituto me paso fugaz, apenas recuerdo nada de aquellas clases, no había dormido, solo recuerdo una ensoñación constante, una serie de momentos borrosos, de la ultima clase solo recuerdo lo lento que iba el reloj, esos momentos en que miras tantas veces el minutero que mas de una vez al mirar no se había movido.
Cuando sonó la campana de fin de clase no es que estuviera ansioso, tenia un nudo en el estomago que no dejaba de crecer. Volé a casa, hice algunas tareas encargadas de la casa y los ejercicios de matemáticas, ecuaciones de 3º grado creo recordar, jamas despejar una x me resulto tan tedioso. Al acabar me queda casi una hora para ir al gym de Eli, me fui a duchar, con la imagen en la retina de Eli y el agua cayendo en la ducha del gym sobre cada una de sus curvas, ni se si llegue a tener una ereccion, mi cabeza estaba volando mas allá de mi cuerpo, casi como un viaje astral, el cuerpo iba en automático, cuando salí empece a secarme y al repasar mis piernas vi mi bello púbico, entre de golpe en conciencia, ya habían sido 2 de 2, las mujeres que al verme desnudo me dijeron que con menos bello seria aun mas impresionante, tenia que estar preparado ante cualquier eventualidad, busque entre los cajones del baño las cuchillas de afeitar, pero al ver el metal afilado me acojone, preferí usar la maquinilla eléctrica, tenia una extensión para patillas y perfilar que me pareció opción menos …..arriesgada.( Aquí una de las situaciones de mi vida mas hilarantes, puede que en el relato no se capte el nivel cómico). Empece recortado las zonas mas condensadas, era cierto, cuando termine el 1º trasquilón, que la diferencia entre la altura de mi pelo púbico y la piel era obvia, seguí recortando lo mas que pude pero tenia sus limites, es pelo mucho mas denso, cuando acabe tenia bastante menos pero quizá impresionar si se daba el caso, me pareció asqueroso empezar con la zona de afeitar de mi maquinilla personal y que ademas mi padre usaba aveces, y dificil de explicar cualquier inventiva sobre pro que no se podía volver a usar, en un arranque de genialidad visualice la maquinilla depilatoria de mi hermana mayor, tonto de mi me aprecio una opción viable, al fin y al cabo era diseñada para pelo de pierna, mas duro, ¿no?, al encenderla no note diferencia, todo parecía normal, (nota mental y consejo, siempre SIEMPRE, que vayáis a hacer algo así, probad 1º con zonas pequeñas y de forma rápida), la puse en linea recta, bajo mi obligo y de golpe hacia abajo, como solía hacer con mi maquinilla, El grito de dolor alerto a toda la casa,aparte del volumen las palabras salidas de mi boca no tenían parangón, no hay mayúsculas, negritas y modificaciones del tamaño de la letra para expresarlo.
La 1º en llegar fue la señora de la limpieza de casa, llamo a la puerta alarmada, seguida de mi padre que de milagro no echo la puerta abajo, logre calmarme lo suficiente para balbucear, con algunos gallos…..
YO: Traaaaaanquiiiiiiiiilos, puffffffffffffffffff estoy bien solo me di con el dedo meñique con el mueble del lavabo. – La 1º cosa que se me ocurrio en una elevada escala de dolor.
PADRE: ¿SEGURO HIJO?, ¿ESTAS BIEN?, ¿NO HABRÁ SIDO EL TOBILLO MALO?
La voz realmente preocupada de mi padre me obligo a calmarme.
YO: no no, el otro pie, a sido una tonteria uf como duele jajajajajaja
Valgo para actor, me estaba escociendo la pelvis como si me estuvieran echando lava encima, al mirar abajo, era una linea roja sin pelo, con bello a los lados, como una carretera en medio de un bosque.Me daba aire con la mano, y me iba echando agua poca a poco, me pareció ver hasta alguna gota de sangre, obviamente pare el intento de rasuración, me alivie un poco con unas cremas hidratantes de mi madre. A los 20 minutos salí lo mas arreglado posible cojeando un poco pro si alguien me veía, la señora de casa, Lola, me vio y pegunto amablemente mientras recogía por el pasillo.
YO: si si, es que soy muy burro, me tienen echado un mal de ojo o algo.
LOLA: no cariño es que eres muy torpe.
Me tenia mucha confianza para esas palabras, sonreí, y entre en mi cuarto , prepare mi bolsa deporte con ropa limpia y me vestí con la ropa del gym para ahorrar tiempo, con mas cuidado que otra cosa intente ponerme los slips de licra, pero me rozaban la zona demasiado, probe los de tela y me iban mejor, sabia que me dejaban el pene colgando como un péndulo pero en ese momento era mas el escozor que la razon. Mi padre se paso por mi cuarto y me dijo que me acercaría con el coche a gym para que no me atropellaran o algo, dijo de forma socarrona, sin duda había oídio mis palabras a Lola, se lo agradecí, la verdad , no estaba para ir andando y coger el transporte publico.No era raro que el me llevara a algunos sitios si tenia tiempo, le gustaba que me buscara la vida, decía que me fortalecería el carácter, durante el trayecto hablamos de como me iba todo por las clases y con mi vida y si había notado algun cambio fisico mas aparte del peso.Sin atreverme a comentarselo no le dije nada de mi nuevo mejor amigo.No te culpa en los ojos de mi padre, algo que no era habitual, no solía hacer nada para sentirse así.Se despidió de mi desde el coche y me dijo si luego me venia a buscar, obviamente le dije que no, Eli podía querer continuar las aventuras.
Me pare en la entrada, del gym, respire profundamente, todo lo de la depilación me había hecho desconcentrarme, me prepare para todo y entre.Estaban ya algunos de mis compañeros charlando entre si, no veía a Eli, así que me fui a una de las sillas, cerca de donde el día anterior había pasado un gran momento, mientras miraba a mil sitios note como un grupo de señoras hablaban en corrillo y de vez en cuando miraban hacia mi y reían, sin duda estarían hablando de mi y de como se me maro el paquete el día anterior, como dijo Eli. Llego la hora y Eli apareció de una de las puertas del gym, se la veía cara de disgusto, empece a tener pánico controlado.
ELI: venga gente que hoy andamos mal de tiempo, ejercicios suaves y seguimos hasta donde podamos.VAMOS¡¡¡¡
Dio 2 palmadas grandes y la gente se puso rapido en posicion con algun cuchicheo de fondo, no aprecia normal aquella rudeza.Puso la música y los comenzó ejercicios, yo me puse a observarla, como siempre, venia con chaqueta de chandal puesta, coleta, y unos pantalones de deporte, pero nada estridente, no se le pegaban demasiado a la piel.¿acaso hoy no queria animar a sus clientes? Eso no me permitió fijarme en su cuerpo así que empecé a mirarla a la cara, solo la había visto como un trozo de carne hasta hora, lo que ella buscaba con su indumentaria, realmente era muy guapa, como dije anteriormente por su cara se notaba su edad, 0 maquillaje lo que me dio mejor impresión , algunas mujeres van mas pintadas que una puerta y no estaban ni la mitad de hermosas, algunos grupos de pecas en las mejillas, pómulos altos, la coleta le hacia un frente muy pronunciada, la nariz era fina y aguileña, sus labios eran bastante finos, arreglada tenia que ser una diosa, pero sin pote en la cara podria hacer algun anuncio y todo.La cara, como puede comprobar del resto de su cuerpo el día anterior, no tenia un gramo de grasa, incluso se podria decir que se le marcaba bien la mandíbula.
Durante toda la hora de la clase no hubo nada raro , incluso los ejercicios eróticos habían desaparecido, y hasta me descubrí mirando al resto de señoras de la sala, ese día casi todos acabaron los ejercidos, hombre incluidos. Teniéndome un enfado o algun tema raro, al sentarme despues de la clase me frote el tobillo malo con fuerza para que me preguntaran y así tener una excusa para no irme inmediatamente, necesitaba hablar con ella.Muchos se acercaron a Eli a preguntarle que le pasaba, no era solo yo, era evidente su enfado, formando un grupo su alrededor pude oír perfectamente la conversación.
CLIENTE1: pues la verdad que oí has sido muy suave
CLIENTE2: ¿que te pasa bonita?
Eli se lo pensó un momento como eligiendo con cuidado que iba a decir.
ELI: nada solo que me ha venido a ver el imbecil de una cadena de gimnasios, sabe que la situacion aqui es delicada, el alquiler del edificio ha subido y se quieren quedar con el local.
Entre muchos murmullos, los clientes calmaban y preguntaban por como ayudar, sin duda Eli se había ganado a aquella gente.
ELI: tranquilos, siempre encuentro la manera, no os preocupeis, pero ya sabeis, si teneis amigos o familiares me los mandáis y les meto caña jajajajaja
la sonriso sonó lo forzada que era, se fueron despidiendo hasta que solo quedamos ella y yo, y una clienta en las duchas.Se sentó a mi lado dejándose caer y me pregunto por el tobillo.
YO: tranquila, no es nada, cosas peores he sufrido- la di un toquecito con el pie en su rodilla, sonrio levemente, creyendo que me refería a la operacion, tonto de mi , yo pensaba en la tortura sufrida con la epilady de los cojones.
YO: que es lo que pasa, ¿las cosas no van bien?
ELI: no es solo eso, me estoy dejando la vida en este sitio, mi novio me engaña, casi vendo mi cuerpo a unos mirones por sacar unos duros mas al mes y no me vale.
YO: es una pena que la vida sea así de injusta, pero ya sabemos como funciona el mundo…………si tuvieras a un negro de 2 metros marcando músculos ya tendrías a todo tipo de publico, y no solo a hombres, tenias cubiertos heteros y gays jejejejejejje
Eli sonrio otra vez nuevamente como dándome la razon, y se quedo mirando a si misma en el espejo de enfrente.Mire en su dirección y solo estábamos los 2, nada raro.
YO: ¿que pasa?
ELI: lo he pensado, pero no puedo contratar a nadie, y de ese tipo son caros…………..pero te tengo a ti.
YO: ¿YO? no me hagas reír Eli, sois un saco de patatas ahora mismo………..
ELI: bueno, pero eso se puede arreglar
YO: lo siento, me niego, no quiero empezar a ser ESE tío
ELI: ¿quien?
YO: el capullo matado de gimnasio, que solo va a marcar musculo y presumir, que miran al resto con desdén y que me miraban con asco hasta hace nada.Ante me meto en un KFC y me muero comiendo pollo rebozado.
ELI jajajajajajja ¿de verdad piensas así? esta bien, de todas formas solo te han recomendado un mes aquí y no tenemos margen para ponerte en forma, en cambio, ayer tenias a todas las mujeres encandiladas con tu amiguito.
YO: bueno pero no era consciente, ¿a ver si ahora me quieres poner en una vitrina como una barra de salchichón?
ELI: mira, se que es injusto que te lo pida, y lo que piensas es la misma decisión que tuve que tomar yo cuando al empezar a desmadrarme aqui. No te puedo pagar, pero se que no es dinero lo que deseas.
YO: no , tampoco quiero ser eso, una barra de carne para ti
ELI: ayer me pediste que te enseñara todo, TODO.Esta claro lo que quieres.
YO: si pero no lo quiero así, como una transacción comercial, quiero que sea real.
ELI: y lo es, ayer lo que paso no tienen nada que ver con esto,y aun así paso.
Me quede dudando, era cierto, deseaba , y llegados a este punto, que ocurriera era mi objetivo.Mientras, salio la mujer de las duchas se acerco a despedirse de Eli y de forma sorprendente , de mi
CLIENTA1: adiós moreno, mañana nos vemos de nuevo.
Eli me miró fijamente, de forma contundente y obvia, se estaba dando la razón a si misma.Yo respondí con algun alago leve que hizo ir sonriendo a la mujer.Estaba claro, tenia que ser así o buscarme otra.
YO: esta ben, lo haremos, ¿que quieres de mi?.
ELI: nada raro, solo que ahora seras mi ayudante y compañero en las clases de ultima hora, los mismo que ahora, solo con que se te note como hoy, valdrá.
YO: joder, ¿otra vez?
ELI nene, no es que se te notara como ayer, es que parecía una serpiente viva.Con eso aumentara seguro el numero de mujeres con el boca a boca.
Me percate del cambio en al ropa interior y me eche a reír. Eli no entendía el por que.La mire colorado de la risa y por lo que iba a hacer.
YO: eli, ¿quieres reírte?
ELI: puff no veas la falta que me hace, llevo un día asqueroso.
Sin mas me baje el pantalon y calzoncillo a la vez, mirando hacia otro sitio esperando su reaccion, no fue otra que una sonora carcajada.
ELI: pero que has hecho pedazo de animal¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ JAJAJAJAJJAJAJJAJAJA
YO: yo que se, recordé lo que dijiste del bello púbico, y……….. bueno, esta claro que no es lo mio.
Ella se acerco con cuidado y puso la mano con suavidad sobre la zona enrojecida, el ejercicio no había ayudado.
YO: joder ten cuidado que escuece.
Le explique como sucedió y a cada paso ella sonreía mas, llegaba el punto de que casi se ahogaba, yo viendo su mejoría de animo empece a repetir los gestos en el baño.Soy un poco payasete y me encenta hacer reír.
ELI: anda subete eso que me va a dar algo.- lo hice con tanto cuidado que ella seguía riendo a cada movimiento mio – Bien ya esta claro lo que yo quiero, ¿y tu?
Me senté con cuidado, me la quede mirando a los ojos color miel que vi el 1º día, suspire.
YO: mira, ayer lo notaste, no soy ningun experto y me encuentro con esto entre las piernas que no se manejar, soy totalmente inexperto en casi todo y necesito ayuda, con prácticamente cualquier cosa sobre las mujeres y el sexo que puedas enseñarme.
ELI: esta bien, la verdad es que me da que has tenido suerte conmigo, he tenido quizá hasta demasiada experiencia, y va a ser un placer enseñarte – lo dijo mientras agarraba mi pelvis.
pegue un salto hacia atrás del dolor……..
ELI. HUY PERDONA PERDONA JAJAJA me olvide.
YO: pues empezamos bien
ELI: Hoy vete a casa mañana empezamos.¿Trato hecho? – extendió la mano
YO: Hecho – sellamos el pacto con las manos.
Me fui a casa convencido de haber hecho lo correcto, el dio paso volando, y el estropicio en mi pelvis parecía menos, mi padre me acerco de nuevo al gym, y de nuevo pregunto pro mis cambios físicos.
Al entrar al gym vi a Eli de espaldas a mi charlando con los demás, estaba de vuelta, lo 1º fue ver su culo embutido al vació en unos leggins de escándalo, sin chaqueta de chandal, un top algo mas grande que los sujetadores previos , pero que se le pegaba como su propia piel, se le marcaba hasta la goma del tanga y los aros del sujetador interior, pelo recogido con coleta.Me miro de reojo, fue hacia mi, me saludo con un abrazo, y durante esos segundos me dijo al oido.
ELI: no veas lo que te tengo preparado y para que no te sientas mal y veas que yo vengo dispuesta hoy no acaba el ejercicio ni un solo hombre, ¿ cuantas mujeres crees tu poder tirar??
se separo levemente con una sonrisa de oreja a oreja, la correspondí, el resto nos miraba, me di cuenta, grite.
YO: vamos chavales estas carnes no se van a ir solas, A MOVER EL CULO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Nos preparamos, ejercidos de calentamiento y empezaron los ejercidos eróticos, muchos destinados a lucir el culo de Eli, era evidente para mi, no llevábamos ni 30 minutos y 3 tíos ya estaban fuera, el ritmo cambio, empezó una serie de ejercicios nuevos, sacando la pelvis hacia adelante, esos era para mi, hoy llevaba los slip de licra, sujeto pero notorio.Tenia que ponerme como una piedra si quiera empezar a tirar a alguna mujer.No fue dificil, con mirar fijamente a Eli mas de 3 minutos se me puso que partía cocos, lo estaba dando todo la muy guarra, yo no iba a ser menos, aquel juego lo tenia que ganar, pare en seco, me fui al baño, me quite el slip directamente y salí en plan comando, ¿queria guerra? se la iba a dar.Cuando volvi quedaban 3 tíos de unos 20, y había 4 señoras de las 7.
Si con los de tela mi miembro baila, suelto no os podeis ni imaginar, cargaba de izquierdas así que cualquier ejercicio donde estirara esa pierna hacia mi bulto una evidencia grotesca, algun sonido de admiración salio del resto de la clase, en menos de 10 minutos la mitad de las mujeres habían perdido el paso, , al cuarto de hora 3 se fueron y no solo eso, se sentaron juntas y como tomates no paraban de señalar y reír, algun comentario llegue a oír pero no prestaba atencion. Al terminar la clase quedaron 2 hombres de los 20, y solo 1 mujer, Les aplaudimos Eli y yo con fervor, y la jodida de la mujer se fue corriendo contra mi para abrazarme, con los espejos pude notar sus risas dirigidas a las demás mujeres y como ellas soltaban sus risas y sonidos de alegría.Yo estaba muerto físicamente, el ritmo había sido brutal, me senté un poco a descansar, tapándome como pude , de nuevo el turco de masajear el tobillo malo.
Fueron despidiéndose de Eli todos los tíos y de mis todas las mujeres, mas coloradas de lo habitual, con risas de fondo.Al final solo quedamos los 2, ELI cerro la puerta, se aseguro de que no quedara nadie en los baños y bajo persianas.Según hizo eso, la pregunte
YO: bueno ¿he pasado la prueba?
ELI: ¿que si la has pasado?¡¡¡
Echo a correr hacia mi, dio un brinco y se me monto encima como si fuera una amazona, ,menos mal que cargaba hacia la pernera izquierda, si no la empalo, Me arranco casi al cabeza cuando comenzó a besarme, allí no había ni calma ni cariño, era pura adrenalina, yo aproveche restregué cada parte de su cuerpo. Pasado cierto tiempo, se sentó a mi lado y me dio las gracias.
ELI: no se como has podido, yo estaba muy nerviosa el 1º día que se me ocurrio hacerlo
YO: me has puesto un reto, di mi palabra y un hombre de verdad jamas la rompe.
ELI: bravo, en serio, esto me va a traer mas gente, féminas, antes del fin de semana tendre 10 mujeres aqui.
YO: me alegro de ayudar, y mas si me recompensas así, casi me partes.
ELI: jajaja no has ni empezado.
Se fue a su bolsa trajo un bloc de notas y otro neceser de mano.
ELI: escúchame esto va a ir así, soy tu entrenadora personal, me harás caso en todo lo que te diga, seguiremos un planning y tu no tendrás ni voz ni voto.
YO: hombre, eso puede ser un prob………..
ELI: ehhh yo te he planteado un reto, y tu a mi otro, que tipo de mujer seria si despues de esto no te correspondo.
YO: esta bien.
ELI: tenemos algo menos de un mes, así que son 4 semanas contando esta, esta 1º va a ser la teoria, la 2º la puesta en practica, la 3º el teórico y al 4º hardcore
YO: joder que profesional.
ELI: así trabajo, hoy para empezar voy a arreglar lo de ayer.
Saco del neceser un espuma de afeitar varas cuchillas y una navaja de barbero.Entendí su propósito peor no por ello me asuste menos.
ELI: tranquilo lo he hecho muchas veces, ve date un ducha y ahora voy yo.
Obedecí, mientras me duchaba ella entro y fue preparando los utensilios, trajo unas sillas y espero, cuando acabe me pidió que saliera desnudo y me sentara en la silla con la piernas bien abiertas.Se lleno las manos de espuma y empezó a frotarla por toca mi pelvis, con algun amago de masturbación incluido.
ELI: quedate muy quieto.
Empezó con cuidado a afeitarme la pelvis y con gran maestría movía mi polla y los testículos de forma ágil para dejarme totalmente rasurado.La vision del acero y su concentración me helaron.Mientras me iba comentado como poder hacerlo yo solo y que utensilios usar.Termino con rapidez, me examino el resto del cuerpo y siguió afeitándome zonas diferentes, la espalda, los hombros, los laterales del torso, incluso el culo, me hacia mover y girar como una peonza, y me seguía aleccionando sobre por que esa zonas.
ELI: de verdad tenias mucho pelo, no tes has afeitado nunca nada que no fuera la barba.- asentía avergonzado.
Me llego a poner con un pierna encima del lavabo y a afeitarme el perineo, zona ente los huevos y el ano.Todo con su debida explicacion. Cuando acabo se quito la ropa, cosa a la que ayude encantado, sus pechos eran deliciosos pero su culo era espectacular, cada movimiento que hacia le retumbaba en toda la nalga, como gelatina, pero bien firme.Me agarro de la polla sin mas y me llevo como a un perro a la ducha. Allí me ducho de arriba abajo con sus debidas explicaciones de por que zonas dedicar mas tiempo.
Joder y yo que pensaba que me sabia duchar, era una esponja y absorbía toda la informacion.
ELI: durante estos días voy a explicarte cosas así, y luego te pondré a prueba, si lo haces bien, pringo yo y si lo haces mal pringas tu.
YO: ¿¿y que seria pringar??.
ELI: yo te la chupo y tu me comes el coño.Justo, ¿no?
Me precio ideal.Recogimos y nos fumos sin mas a casa. las siguientes semanas las resumiré un poco, se resumen en que el colegio no era relevante y cada día despues de clase nos quedábamos solos, a aprender.
1º SEMANA TEORÍA.
Empezó por medir mi pene, lo haria todos los días. reposo 24 largo 6 ancho, ereccion 32 largo 9 ancho
Al siguiente día del afeitado, Eli me sentó y se puso a hablar, de las mujeres, de sus ideas y su psicología, de lo que quieren decir cuando no dicen nada o de lo que quieren decir cuando dicen algo pero no es eso.De lo que significaban los gestos de una mujer, ya fuera sola o en grupos, de los sentimientos encontrados que tiene una mujer en determinadas situaciones, de como aprovecharme de la regla y esos días malos, yo alucinaba, aprendí mas en 1h con Eli de lo que hubiera hecho en el 1º año de psicología. El paradigma de la mujer, sus 4 escenarios.
– dice no y es no.
– dice no y es si.
– dice si pero es no.
– dice si y es si.
Alucine con esa complejidad,Después me pregunto con situaciones ficticias y falle la mayoría, me toco pringar y repetí la comida de coño que conocía de hace unos días, ella sonreía sin mas, se abrió de piernas y me hundió la cabeza en un coño, lamí, chupe y frote como un poseso hasta llevarla al orgasmo, no hubo fuente esta vez, pero si un agradecido beso tórrido despues.
El siguiente día Eli se presento con una maleta enorme, al acabar me explico que había traído de todo tipo de ropa de mujer, desde finísima lencería hasta pijamas de abuela, pasando por ropa de fiesta o vaqueros, me hizo un pretty woman, pero delante de mi, se bestia y desvestía explicándome como se ponía y quitaba, y algunas aclaraciones del significado, como la diferencia entre llevar bragas de colores llamativos o no.Si, la hay al parecer.
Cuando salio con el corpiño, las medias hasta los muslos y un tanga de encaje con unos ligueros, todo conjunto en negro directamente me saque la polla y me empece  a masturbar enérgicamente, ella sonrio.
ELI: esta bien, pero no pierdas detalle
Los cojones iba a perder detalle, este tema se me dio mejor, se ponía una ropa y tenia que desnudarla  en un tiempo limite sin ayuda de ella, los sujetadores costaron, deportivos, que se desabrochaban por delante o por detrás, como sacarlos con determina prenda….. ETC ETC. les pille el truco.Pringo ella, me regalo una mamada increible, al inicio solo masturbaba con fuerza, hasta que se me puso dura, la admiro de nuevo
ELI: joder cada día me parece mas grande, el afeitado surtió efecto.
Paso el fin de semana, nada reseñable, aun 1º semana del planning, el lunes ella se desnudo, acercándose a mi, me explico todos los puntos erogenos de la mujer, los hombres solo tienen uno, y ellas casi 7, alucino, me enseño a ubicarlos, como acariciarlos, y como detectar los que tienen ocultos cada mujer por separo, tócate los huevos, encima aleatorios.
ELI: a algunas les pone acariciarles el contorno de los brazos, otras el de las piernas, a otras ninguna de la dos pero un beso en la oreja las derrite…..a ver si descubre el mio……
se tumbo en el suelo sin mas, empece a seguir sus lecciones pero no di con el, me toco pringar y comida de coño virtuosa, me daba algun consejillo, me estaba empezando a convertir en un experto en ello.Cuando finalice la pregunte cual era, y me dijo que en si no era un punto, era una acción , el hecho de separarle las nalgas la ponía como una moto, coger una con cada mano y separarlas tanto que la piel de los pliegues naturales quedaran estirados.Lo hizo delante de mi, se agarraba las glúteos , los levanta y separaba a mas no poder y los soltaba de golpe, aquello era flan de 1º calidad, botaban un par de veces y volvían a su lugar, repitió la operacion hasta que la oí jadear. Caí en la cuenta que en nuestro 1º encuentro, al frotar su trasero hice al similar al meter la mano a través de la obertura de su pantalon. No me contuve y empece a hacérselo yo, incluyendo alguna lamida de coño por detrás metiendo mi cabeza entre sus nalgas. Termino corriéndose con chorro de fluidos incluido.
ELI: esto no vale, llevas 2 hoy, mañana me tocara pringar a mi.
Contento por ello al día siguiente me relaje, craso error.No hubo nada sexual, solo ejercicio de pelvis, me explico que tenia que coger fuerza en al cadera, y capacidad de aguante en el ritmo.Al acabar pringo como una campeona, Mamada en la que aquella pequeña gimnasta se metía media polla enorme en la boca, arcadas incluidas, era un espectáculo verla succionar con toda aquella baba goteando de su cara, con la lengua lamia desde la base de mi miembro hasta la punta del glande, con calma, y cuando llegaba arriba cogía un ritma chupando que me costaba creer, me regalo incluso alguna mordida suave en la punta, no hacia fuerza pero rozaba sus dientes por mi glande..
2º SEMANA PRACTICA
Mi polla seguía igual de tamaño, al hacerle un seguimiento me tranquilice, parecía que no seguiría creciendo.
Eli siguió con sus doctrinas pero ya era todo mucho mas sensual, el primero fue de como usar o hacer notar mi miembro a las mujeres a través de la ropa, o como insinuarlo sin parecer un imbecil. Luego durante varios días nos desnudábamos los dos, y me masturbaba de mil maneras, con las manos, la boca, entre sus pechos- la famosa cubana, me la ponía tan gorda que no tenia ni que agachar la cabeza para que mientras friccionaba entre sus pechos pudiera lamer mi glande, mas de un golpe le daba en la barbilla.Un día que le toco pringar a ella, despues de una deliciosa mamada, la avise de mi corrida, ella hizo oídos sordos y siguió, la fui a apartar pero se negó con gestos y me lanzo una mirada de loba, aquello ya no era enseñanza, lo estaba disfrutando, cuando me llego el latigado de mi espalda, lo notó, se separo lo justo para que dentro de su boca mi glande tuviera espacio y eyacule bestialmente, casi la ahoga, pero no se separaba de mi polla, se le empezó a salir por la comisura de sus labios, cuando deje de embadurnar su lengua de mi semen, se separo ligeramente, con un dedo se recogió lo que se le había salido y con una sonrisa evidente, la boca abierta y echada hacia atrás, podía ver claramente mi corrida en su boca, como si se estuviera enjuagando con un listerine, se chupo el dedo manchado, a modo de felación, y trago, sonó como cuando te tragas una pastilla de las grandes.Al acabar abrió la boca y me la enseño orgullosa, a modo de prueba.
Continuo tragándose mi semen, con caras de viciosa y luego jugueteaba con el, me cambio algo la dieta, decía que el tomate ayuda al sabor del semen. Me hizo hacer lo mismo con su fluidos, a como masturbar mejor, con los dedos corazon y anular juntos, no el indice, que devisa hacer forma de triangulo con el menique al introducir los dedos en el coño, gracias a la forma de las piernas de ellas boca arriba, así siempre frotarías el punto G. Una cantidad de juegos preliminares que conocía, el sabor de sus jugos y de como ella se tragaba mi semen y otras que desconocía.El mejor llego el viernes de esa semana.
ELI: nene cada día te mueves mejor y ya duras muchisimo, antes eyaculabas en menos de 10 minutos y ahora casi tardas una media hora, me empieza a costar sacarte esa leche deliciosa.
YO: la practica lleva a la perfección
ELI: quiero que sepas que esto me esta encantando y encima ha aumentado el nº de clientas, , ya casi estamos a la par, 22 hombres y 19 mujeres, como siga así este mes y el que viene lo tengo cubierto.
YO: tengo que alabar tu imaginación no creo que allá mas movimientos sueltos para lucir nuestros cuerpos, bueno…….., tu cuerpo y mi polla.
ELI: ……………coño, pues tienes razon , habrá que incluir ejercicios por parejas.Joder no se me había ocurrido
YO: pero somos impares
ELI. eso lo soluciono yo facil, ademas ………………..puede ser parte de la 3º semana
Aquello me dejo algo intrigado, pero había acabado la clase y tocaba culo, el de ella en contrato.Empezamos, totalmente desnudos, con preliminares simples, solo para ir subiendo al temperatura, llegado el momento ella se puso a cuatro aptas, ya la había visto así en algun ejercicio de masturbación.
ELI: bien es hora de empezar a usar a tu amigo – ¿casi se me salen los ojos, estaría hablando de penetración??¡¡¡, la verdad es que le tenia ganas pero estaba aprendiendo y ella mandaba.
YO: tu dirás.
ELI: quiero que cojas tu polla te pongas de rodillas detrás de mi y la plantes en la raja de mi culo.
Lo hice rapido con miedo que cambiara de idea.Solo con eso ya la tenia durísima, la deje caer a plomo haciendo rebotar la honda de choque por todo su despampanante trasero.
ELI: bien, ahora, separarme las nalgas bien, mete tu polla de forma lateral y cierra, como una cubana pero con los glúteos.
Me desilusione un poco, pero se me paso en cuanto lo hice. Que barbaridad de trasero tenia, era como frotarse contra 2 nubes de algodón, suaves, pero tersas. Se el empezaba a notar la calentura, y era culpa mía, lo sabia, no por lo que hacia sino por que a cada arremetida que le hacia, separaba sus nalgas de forma clara, haciendo círculos con mis manos, lo que me dijo que le ponía a 100.
ELI: uffff empieza…..empieza a masturbarme….ohhh uffffffffff con una mano por delante de mis……joder……….piernas. – dio un golpe con el puño en el suelo
Aquella sensación debía de subirla al paraiso, pero queria enseñarme, seguí con una mano haciendo círculos en culo y con la otra le frotaba con vehemencia el clítoris, no pasaron ni 5 minutos cuando se corrió ampliamente, de dejo l amano manchada, ella miro hacia atrás, aun a cuatro patas y consciente de su mirada, chupe aquella mano empapada de sus jugos, dedo a dedo, si parar de mirarla a los ojos.
ELI: hoy ganas tu
Sin mas se dio la vuelta, me empujo para quedarme de rodillas apoyando los brazos hacia atrás, se tumbo boca arriba, cogió una de las bolsa que traía y se la puso a la altura de la espalda, y se giro de manera que si frente estaba pegada a mis huevos, y su cuerpo en linea recta, ya se había puesto así antes, en masturbación y sexo oral en especial con los huevos, pero eso era diferente. se tumbo sobre ella, así lograba que le quedara la espalda arqueada dando con la coronilla en el suelo.
ELI: sube un poco la cintura- así lo hice-  acercarte con cuidado.
Lo fui haciendo hasta que ella cogió mi polla y la fue dirigiendo con calma hacia su boca, empezó una mamada invertida, ya lo había hecho una vez pero estaba sentado en una silla, ¿por que el cambio? No tarde en averiguarlo, empezó un suave ida y venida agarrando mi pelvis, yo era un monigote y ella me hacia moverme,, a cada envestida aumentaba el ritmo y lo sorprendente es que empezó a entrarle mas cantidad de polla de lo que había visto nunca, pero seguía con el ritmo y me quede pálido al ver como por pura física la cantidad de carne que entraba tenia que sobrepasar su campanilla, pero no había arcadas, llego a preocuparme pero ella seguía con mis caderas amarradas haciéndome mover.Yo estaba disfrutando muchísimo, pero no paraba de mirarla a la espera de cualquier señal, dios nunca había pasado de la mitad de mi falo y ahora le faltaba poco para llegar a rozar mis huevos. Llego un momento en el que se empezó a notar en su garganta, totalmente extendida, el bulto de mi polla a través de su piel.Estaba literalmente tragándose mi polla, mi enorme polla, no pudo avanzar mas llegando a un punto, se la metía en la boca llegaba casi a su nuez y se queda así unos segundos, yo notaba los movimientos de su lengua y como mi glande estaba rodeados de su garganta.Era lo mas cerca a una penetración que había estado, a los pocos minutos sentí que me corría La avise con un gesto y del tirón se saco mi polla, pude notar de forma clara como iba saliendo a través de la pile de su cuello, cuando la saque empezó a lamerme los huevos y pajearme a la vez, la corrida fue épica, llevaba corriéndome 2 semanas seguidas a diario y aquello fue la mayor cantidad sacada desde que Raquel me abrió los ojos en el hospital. La manche toda la cara, el pelo, el cuello, los pechos, el vientre, alguna gota llego hasta su piernas, caí rendido a su lado, con nuestras cabezas a la misma altura pero invertidas.
YO: dios mio Eli esto es lo mejor que me ha pasado nunca, como narices…………..
ELI: es un truco que me enseño una chica, Checa creo recordar, de mi epoca de gimnasta nacional.
YO: no quiero ni pensar como te lo enseño
ELI jajaja la verdad es que me lo contó, me dijo que su madre había sido una famosa artista circense del norte de Europa, una traga sables, y le había enseñado el oficio jejejeje
YO: la madre que te pario, no pude elegir mejor.¿Y por que ahora?
ELI: ere un bribón, me has puesto a mil con esa manera de separarme las nalgas y tener tu miembro entremedias haciendo de barricada me ha puesto como en mi vida.Te lo mereces.
3º SEMANA TEÓRICO.
Polla estancada en las medidas iniciales.La comparación mas simple es que en reposo era algo mas grande que un baso de cubata y en ereccion era como una botella de refresco de 1,5 litros si le quitaras el tapón.
El fin de semana voló, había futbol y se me paso rapidísimo.Cuando entre al gym no me percate, pero al fondo había un par de chicas, algo mas jovenes que nuestros acompañantes habituales, de la edad de Eli diría yo.Nada mas ver a Eli me lance a preguntar.
ELI: son clientas y amigas mías, normalmente vienen por las mañanas pero las he convencido de que vengan ahora para ser pares e iniciar ejercicios de parejas y bailes.
YO: ¿BAILES?
ELI: eso siempre ayuda a al gente a soltarse un poco y moverse
YO: tu sabras, pero ellas saben de mi………… vamos, de nuestro “acuerdo”
ELI: ya lo veras……- me miro con cara lasciva y poniéndome un dedo en le pecho se fue con actitud chulesca hacia su zona.
ELI: Bien, escuchen todos, hoy tenemos chicas nuevas en al ciudad, son Carla y Lara, UN aplauso fuerte para ellas y no las tratéis mal ehhhhh.
Eli puso algo de música suave como siempre, y se empezó con la rutina de siempre, las chicas no lo hacian mal, era cierto que eran clientas, conocían la rutina de ejercicios, durante media hora de ejercicios me dio tiempo a escanearlas a fondo, como todos los hombres de la sala, alguno no llego ni a los 10 minutos antes de sentarse.
Carla era un mico, propiamente dicho, no se si llegaría al 1,60, iba vestida con un chandal bastante holgado pero se podía notar que le sobraban algunos kilos, era pelirroja, con dos coletas , una a cada lado de la cabeza, llevaba gafas amplias y la cara bastante redonda.Si bien su figura no era facil de intuir, en varios ejercicios de repetición el suéter amplio que llevaba se le metía por debajo de la tetas, y se le notaban, debían de ser enormes.
Lara era el polo opuesto, era rubia, alta, casi 1,75 pude deducir, figura esbelta, los brazos eran muy delgados, se le veía bien la parte de arriba ya que llevaba un top ceñido, nada provocativo pero no dejaba lugar a engaños, pechos normales, quizá algo mas pequeños que Eli, eso si, en las piernas llevaba una especia de pantalones bombachos que no permitían mas divagaciones.
La clase fue como siempre la primera media hora, yo ya directamente salia con nada debajo del pantalon, no tardaron en venirse abajo los hombres y mujeres de siempre.Los hombre se hartaron de admiran a las nuevas, que estúpidos, Eli iba tan ceñida y ajustada como siempre. Algunos ejercicios me levantaron el animo y las nuevas no tardaron en fijarse en mi, alguna se paraba de vez en cuando fingiendo colocarse la ropa mientras comentaba algo a la otra.A la media hora de clase Eli paro.
ELI: esta bien, veo que nos quedamos muy pocos ya – apenas 10 hombres y 12 mujeres- vamos a probar algo nuevo, ejercicio por parejas¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Eso levanto la mirada de todos, como Suricatas en el desierto.
ELI: he preparado una ristra de canciones, duran 30 minutos , cada x tiempo habrá un cambio de canción, cuando ocurra, quiero que las mujeres paséis al hombre de la derecha y cuando lleguéis al ultimo hombre de la fila, empezáis con la fila de detrás, así todos bailaremos con todos.movimientos simples, y nada raro he don Manuel……..-sabia ganarse al publico-….ESTAMOS???¡¡¡¡
todos corrieron a posiciones iniciales. Eli se fue acercando cada uno y fue haciendo parejas por filas para que fuera sencillo.Obviamente yo empezaba con ella.
ELI : uno, dos y tres¡¡¡¡¡¡¡
Empezó la música y me deje guiar por ella, muchas risas de fondo y torpes movimientos.
YO: ¿y ahora que?
ELI: si queremos que funcione vamos a tener que ceder, nos van a frotar y restregar, procura hacerlas felices, y voy a ayudarlas- me guiño un ojo, se me froto como una perra en celo , me la puso como un mástil y toco cambio de canción.Solo pude sonreír
Sobra decir que hubo pelea sobre a que mujer le tocaba conmigo y que hombre se quedaba con alguna de las 3 “jovenes”, los 3 primeros turnos fueron algo caóticos pero se fue cogiendo velocidad y la verdad nos lo pasamos bomba, mas obviedad era que a Eli Carla y Lara, las metieron mano hasta en el carne de identidad.Y a mi , bueno no iba a ser menos, no era ningun, galán pero era alto, joven y sabían de sobra que iban a hacer, no creo que haya un record pero sin duda anduve cerca del tío al que mas veces le has restregado el culo, la cadera o directamente la mano en la polla. Aquello me divertía, y a ellas, siempre que se iban de mi turno se iban haciendo aspavientos al resto.
Llego el momento en queme toco a Lara, me hice el cortes regalando un saludo clasico de baile y la ofrecí mi mano, ella se sonrojo y se acerco mordiéndose el dedo indice de su mano derecha, dándome la otra, y con la vista baja clavada en mi mas que obvio pene.De tanto baile se me había salido de la pernera y casi era una tienda de campaña, ella al inicio no pegaba mucho su cuerpo y miraba hacia todos lados sonriendo, pero pasado unos segundos, me harte de llevarla como un pegote y la pegue a mi de un tirón, mi polla, aplastada entre nuestros cuerpos, la llegaba de lado a lado de la cintura, ella se sonrojo mas aun si cabe pero ahora me miro a la cara, e intercalaba con vistazos rápidos a su vientre, con la boca abierta, soltó pequeños golpes de aire, totalmente impresionada, estaba avisada pero no lo suficiente, la hice dar un par de giros sobre su propio eje pero sin separarme mucho dejado que mi barra golpeara casi toda su circunferencia, esto ya era practica de las enseñanzas de Eli, la llegue a poner de espaldas a mi pero cuando fui a acercarme cambio de canción. La oí mascullar.
LARA:……………..jo.
YO: te has librado por poco, otro día no fallo- la mire a los ojos y la repetí el saludo de baile clasico, la bese la mano, y la pase al siguiente.¿De donde había salido esa auto confianza y seguridad al tratarla? Eli era buena profesora.
Mi sorpresa fue que nada mas darme la vuelta para ver a mi siguiente dama, no vi a nadie, andaba pendiente de Eli, la vi agarrada de un hombre por cada brazo, se la estaban rifando.De nuevo mire y mi derecha y ya vi a Carla, se acerco como un obús, y casi sin reaccion me prepare para el impacto, se me tiro encima como si fuera papa noel y ella un crió de 6 años.
YO: bueno¡¡¡¡¡¡ ¿vienes con ganas o que?
CARLA: no te hagas el tonto, Eli me ha dicho que la tienes enorme y quiero constatarlo.- Su honestidad y firmeza me descoloco.
YO: venga -me tuve que agachar- pues si te portas bien, soy todo tuyo.
Ella no paraba de intentar pegarse a mi, y yo de alejarla con el baile, no la iba a dejar el premio tan facil, se lo tenia que ganar. Entendió mi propósito y se empezó a mover como no creía posible, le sobrarían kilos pero tenia ritmo.Al final la deje acercarse, no perdió el tiempo y se pego como una lapa, directamente me cogió la polla y la palpo de arriba abajo a través de la tela.
CARLA: madre de dios¡¡¡¡¡ que suerte tiene la muy guerra.- supuse que se refería a Eli.
Me la coloco de tal manera que era horizontal pero hacia abajo, me la volvió a meter en la pernera del pantalon cosa que le agradecí, se coloco de lado a esa pierna y se me pego de nuevo, ni me miraba a mi, solo constataba distancias, Yo no veía nada, sus 2 prominentes pechos hacian un angulo ciego en su estomago pero haciendo gala de mi capacidad de deducción espacial, mi cintura le llegaba a la altura de sus pechos, y mas de un movimiento note su muslo en mi punta del glande.No se molesto en decir nada, solo se restregaba contra mi, eso me ayuda a cerciorarme, cada vez que se movía de arriba a bajo sus pechos hacian efecto brocha en mi cadera, debía de pasar de la talla 100 segurisimo.
De nuevo cambio de canción, Eli salio despavorida del fondo de la sala y se me hecho a los brazos, ya habíamos dado una vuelta entera, todos con todos, y se acababa la hora. Eli era lista y puso el ultimo turno largo y pausado..
YO: ¿que tal, profesora? – levanto algo la mirada, pero no me miraba ami, si no a mi pecho.
ELI: ha …ha sido mas duro de lo que creía, no se si podre repetir, me siento…… me siento mal.- incluso la note temblar
YO: hey hey, tranquila morena mía; ya esta a salvo conmigo, aqui no te va a pasar nada malo – trate de calmarla- si no quieres no se repite esto.- de la impresión se me bajo el empalme que llevaba 30 minutos sin bajar.
ELI: ha sido duro, ¿para ti?
YO: no te voy a mentir Eli, me lo he pasado genial, y que sepas que tus amigas van bien servidas.- le saque una medio sonrisa.
ELI: siento si te molesto pero, tenia que convencerlas de venir a esta clase y eras el mejor argumento.
YO: no pasa nada, ahora cálmate y prepárate para terminar la clase.Si no quieres hoy descansamos, no hace falta que te quedes.- alzo la mirada de nuevo, ahora si amis ojos, la sentí débil así que le trasmití la mayor seguridad posible. Sonrió ampliamente.
Acabó la música, volvió a ser ella de repente, pidiendo aplausos y felicitaciones, se fue y pregunto por todos lados, que les había parecido. Mientras ella lo hacia yo cogí mis cosas y ni corto ni perezoso me fui directo a donde estaban Carla y Lara. Puse mis cosas al lado y sin decir nada me senté a esperar.Ellas cuchicheaban, bueno, Lara lo hacia, a Carla se le oían las burradas que decía claramente.Estaba claro que Carla era todo un carácter.
Eli termino de despedir a todos y se fue a nuestra zona, su rutina antes, cerro todo y comprobó los baños. Se me acerco directamente como la misma cara pálida y asustada de la ultima canción, la mire fijamente, miro a sus amigos y estallo señalándome con el dedo y saltando de alegría.
ELI: MUAHAAAAA HAS PICADO IDIOTA¡¡¡¡¡¡
CARLA Y LARA: jajajjaajjaj te la acaban de meter hasta el fondo.
YO : ¿PERO QUE COJONES PASA¡¡¡?
ELI: nada tonto, que estaba todo preparado.
YO: ¿todo que?
ELI: pues todo, mi debilidad al final de la clase……
CARLA: …….la timidez de esta pava- señalando a Lara
LARA: ……y tu atrevimiento, cerda – dijo algo molesta con Carla.
Las tres se echaron a reír, yo me quede a cuadros, como seria si me robaran en casa conmigo dentro y no me entraba, las miraba atónito, y alguna palabra mal sonante se me fue a la cabeza pero guarde calme.
ELI: ayyyyyyy¡¡¡¡ mírale que cara de mustio se le ha quedado………….. jijijiji. Te crees que una mujer como yo no puede soportar que la magreen un poco, eso me pasa a diario.- mientras  decía eso  agarro mi mejilla con una mano, a lo abuela, se la quite de mala manera, estaba cabreado, me la habían jugado, ¿por que? ¿que ganaban?.
Eli se acerco con ternura se puso de espaldas y se me sentó encima de forma lateral, de cara a sus amigas, yo miraba hacia su espalda, no queria saber nada.
ELI: oye, siento el numerito, pero esta es ya al 3º semana, tocaba practica, y que mejor que probar si se te ha quedado algo en ese melon. Si lo hacia yo solo no quedaría creíble.
Empece a entender pro donde iba.Se hizo un silencio largo.
YO: bueno…………..¿y la nota?
ELI: conmigo te has salido del mapa, has sabido llevarme perfectamente, has entendido mi necesidad, la has priorizado y me has hecho sentir segura. ¿vosotras?
CARLA: el muy cabrón me ha hecho sudar, me he tirado como una leona en celo aplastando a estas dos -se agarro los pechos- y el jodido me ha heco merecérmelo. Me ha puesto a mil.
LARA: bueno , no se a mi me ha encantado el baile, me ha costado pero al final ………….joder me la ha pasado por todos lados.
ELI: bien parece que tenemos un 10 de mi parte, un………..-miro a Carla.
CARLA: un 9 de mi parte, despues de ganármelo no ha hecho nada, solo me estragaba, si me lo neto que ganar, ha de merecer la pena..
LARA: yo un 7, esperaba que me acercara a el nada mas verme, me estaba mordiendo el dedo como dijiste Eli, y tardo un poco en reaccionar, pero la despedida me ha dejado con ganas de mas.
YO: me cago en to – lo del dedo, o morderse el labio inferior eran cosas obvias, lo tenia en algun lado de la cabeza, al igual que lo de Carla, una vez encima debía haber movido mas la cintura.
ELI: yo creo que ha salido bastante bien, y como tal te tengo un regalito……………..
CONTINUARA………………….
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Relato erótico: “MI DON: Raquel – Elisabeth Y Amigas –Últimas 2 semanas (3)” (POR SAULILLO77)

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Hola, este es mi 4º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos.Estos hechos son mezcla de realidad y ficcion, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real.Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.
Mi nombre es Raul, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis ultimos años de Instituto, 17-18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre , hermana mayor , mandona pero de buen corazon, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue l normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era.Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al futbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rapido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavia no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante.Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte.Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena.Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio.Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellos, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba.Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.
Ademas, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme.Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención , solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón.Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría dieces, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es informacion inútil que pasado el examen no volvere a necesitar.
Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a al escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningun medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escaneó y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello.Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operacion, gracias a dios todo salio bien y con el apoyo de mi familia y amigos todo salio hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.
Después de la operacion, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales.Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinacion y razonamiento, y despues físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no queria, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi fisico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados,se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algun celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.
Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, ademas de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas.Pero las situacion con ella, no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital. Después toco poner en practica la teoria y Eli, la fisioterapeuta que me estaba ayudando con un problema en el pie, me la confirmo. Ahora era mi profesora y me enseñaba todo lo que se podria necesitar, y con unas amigas llego la magia.
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Ya he leído algunos comentarios, gracias por los consejos, tratare de corregir, pero la historia debe continuar.Después de mis 2 primeras semanas de aprendizaje y teoria, llegaba la hora del examen practico.
Pido disculpas, se me colo el 1º día de la 3º semana en el final del anterior relato, copio y pego. También pido disculpas por los tochazos que escribo, estos primeras experiencias llevan mucha informacion, y es importante a mi entender.Alguno mas así y os prometo que los siguientes no serán tan grandes.
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3º SEMANA PRACTICA.
Polla estancada en las medidas iniciales.La comparación mas simple es que en reposo era algo mas grande que un baso de cubata y en ereccion era como una botella de refresco de 1,5 litros si le quitaras el tapón.
El fin de semana voló, había futbol y se me paso rapidísimo.Cuando entre al gym no me percate, pero al fondo había un par de chicas, algo mas jovenes que nuestros acompañantes habituales, de la edad de Eli diría yo.Nada mas ver a Eli me lance a preguntar.
ELI: son clientas y amigas mías, normalmente vienen por las mañanas pero las he convencido de que vengan ahora para ser pares e iniciar ejercicios de parejas y bailes.
YO: ¿BAILES?
ELI: eso siempre ayuda a al gente a soltarse un poco y moverse
YO: tu sabras, pero ellas saben de mi………… vamos, de nuestro “acuerdo”
ELI: ya lo veras……- me miro con cara lasciva y poniéndome un dedo en le pecho se fue con actitud chulesca hacia su zona.
ELI: Bien, escuchen todos, hoy tenemos chicas nuevas en al ciudad, son Carla y Lara, UN aplauso fuerte para ellas y no las tratéis mal ehhhhh.
Eli puso algo de música suave como siempre, y se empezó con la rutina de siempre, las chicas no lo hacian mal, era cierto que eran clientas, conocían la rutina de ejercicios, durante media hora de ejercicios me dio tiempo a escanearlas a fondo, como todos los hombres de la sala, alguno no llego ni a los 10 minutos antes de sentarse.
Carla era un mico, propiamente dicho, no se si llegaría al 1,60, iba vestida con un chandal bastante holgado pero se podía notar que le sobraban algunos kilos, era pelirroja, con dos coletas , una a cada lado de la cabeza, llevaba gafas amplias y la cara bastante redonda.Si bien su figura no era facil de intuir, en varios ejercicios de repetición el suéter amplio que llevaba se le metía por debajo de la tetas, y se le notaban, debían de ser enormes.
Lara era el polo opuesto, era rubia, alta, casi 1,75 pude deducir, figura esbelta, los brazos eran muy delgados, se le veía bien la parte de arriba ya que llevaba un top ceñido, nada provocativo pero no dejaba lugar a engaños, pechos normales, quizá algo mas pequeños que Eli, eso si, en las piernas llevaba una especia de pantalones bombachos que no permitían mas divagaciones.
La clase fue como siempre la primera media hora, yo ya directamente salia con nada debajo del pantalon, no tardaron en venirse abajo los hombres y mujeres de siempre.Los hombre se hartaron de admiran a las nuevas, que estúpidos, Eli iba tan ceñida y ajustada como siempre. Algunos ejercicios me levantaron el animo y las nuevas no tardaron en fijarse en mi, alguna se paraba de vez en cuando fingiendo colocarse la ropa mientras comentaba algo a la otra.A la media hora de clase Eli paro.
ELI: esta bien, veo que nos quedamos muy pocos ya – apenas 10 hombres y 12 mujeres- vamos a probar algo nuevo, ejercicio por parejas¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Eso levanto la mirada de todos, como Suricatas en el desierto.
ELI: he preparado una ristra de canciones, duran 30 minutos , cada x tiempo habrá un cambio de canción, cuando ocurra, quiero que las mujeres paséis al hombre de la derecha y cuando lleguéis al ultimo hombre de la fila, empezáis con la fila de detrás, así todos bailaremos con todos.movimientos simples, y nada raro he don Manuel……..-sabia ganarse al publico-….ESTAMOS???¡¡¡¡
todos corrieron a posiciones iniciales. Eli se fue acercando cada uno y fue haciendo parejas por filas para que fuera sencillo.Obviamente yo empezaba con ella.
ELI : uno, dos y tres¡¡¡¡¡¡¡
Empezó la música y me deje guiar por ella, muchas risas de fondo y torpes movimientos.
YO: ¿y ahora que?
ELI: si queremos que funcione vamos a tener que ceder, nos van a frotar y restregar, procura hacerlas felices, y voy a ayudarlas- me guiño un ojo, se me froto como una perra en celo , me la puso como un mástil y toco cambio de canción.Solo pude sonreír
Sobra decir que hubo pelea sobre a que mujer le tocaba conmigo y que hombre se quedaba con alguna de las 3 “jovenes”, los 3 primeros turnos fueron algo caóticos pero se fue cogiendo velocidad y la verdad nos lo pasamos bomba, mas obviedad era que a Eli Carla y Lara, las metieron mano hasta en el carne de identidad.Y a mi , bueno no iba a ser menos, no era ningun, galán pero era alto, joven y sabían de sobra que iban a hacer, no creo que haya un record pero sin duda anduve cerca del tío al que mas veces le has restregado el culo, la cadera o directamente la mano en la polla. Aquello me divertía, y a ellas, siempre que se iban de mi turno se iban haciendo aspavientos al resto.
Llego el momento en queme toco a Lara, me hice el cortes regalando un saludo clasico de baile y la ofrecí mi mano, ella se sonrojo y se acerco mordiéndose el dedo indice de su mano derecha, dándome la otra, y con la vista baja clavada en mi mas que obvio pene.De tanto baile se me había salido de la pernera y casi era una tienda de campaña, ella al inicio no pegaba mucho su cuerpo y miraba hacia todos lados sonriendo, pero pasado unos segundos, me harte de llevarla como un pegote y la pegue a mi de un tirón, mi polla, aplastada entre nuestros cuerpos, la llegaba de lado a lado de la cintura, ella se sonrojo mas aun si cabe pero ahora me miro a la cara, e intercalaba con vistazos rápidos a su vientre, con la boca abierta, soltó pequeños golpes de aire, totalmente impresionada, estaba avisada pero no lo suficiente, la hice dar un par de giros sobre su propio eje pero sin separarme mucho dejado que mi barra golpeara casi toda su circunferencia, esto ya era practica de las enseñanzas de Eli, la llegue a poner de espaldas a mi pero cuando fui a acercarme cambio de canción. La oí mascullar.
LARA:……………..jo.
YO: te has librado por poco, otro día no fallo- la mire a los ojos y la repetí el saludo de baile clasico, la bese la mano, y la pase al siguiente.¿De donde había salido esa auto confianza y seguridad al tratarla? Eli era buena profesora.
Mi sorpresa fue que nada mas darme la vuelta para ver a mi siguiente dama, no vi a nadie, andaba pendiente de Eli, la vi agarrada de un hombre por cada brazo, se la estaban rifando.De nuevo mire y mi derecha y ya vi a Carla, se acerco como un obús, y casi sin reaccion me prepare para el impacto, se me tiro encima como si fuera papa noel y ella un crió de 6 años.
YO: bueno¡¡¡¡¡¡ ¿vienes con ganas o que?
CARLA: no te hagas el tonto, Eli me ha dicho que la tienes enorme y quiero constatarlo.- Su honestidad y firmeza me descoloco.
YO: venga -me tuve que agachar- pues si te portas bien, soy todo tuyo.
Ella no paraba de intentar pegarse a mi, y yo de alejarla con el baile, no la iba a dejar el premio tan facil, se lo tenia que ganar. Entendió mi propósito y se empezó a mover como no creía posible, le sobrarían kilos pero tenia ritmo.Al final la deje acercarse, no perdió el tiempo y se pego como una lapa, directamente me cogió la polla y la palpo de arriba abajo a través de la tela.
CARLA: madre de dios¡¡¡¡¡ que suerte tiene la muy guerra.- supuse que se refería a Eli.
Me la coloco de tal manera que era horizontal pero hacia abajo, me la volvió a meter en la pernera del pantalon cosa que le agradecí, se coloco de lado a esa pierna y se me pego de nuevo, ni me miraba a mi, solo constataba distancias, Yo no veía nada, sus 2 prominentes pechos hacian un angulo ciego en su estomago pero haciendo gala de mi capacidad de deducción espacial, mi cintura le llegaba a la altura de sus pechos, y mas de un movimiento note su muslo en mi punta del glande.No se molesto en decir nada, solo se restregaba contra mi, eso me ayuda a cerciorarme, cada vez que se movía de arriba a bajo sus pechos hacian efecto brocha en mi cadera, debía de pasar de la talla 100 segurisimo.
De nuevo cambio de canción, Eli salio despavorida del fondo de la sala y se me hecho a los brazos, ya habíamos dado una vuelta entera, todos con todos, y se acababa la hora. Eli era lista y puso el ultimo turno largo y pausado.
YO: ¿que tal, profesora? – levanto algo la mirada, pero no me miraba ami, si no a mi pecho.
ELI: ha …ha sido mas duro de lo que creía, no se si podre repetir, me siento…… me siento mal.- incluso la note temblar
YO: hey hey, tranquila morena mía; ya esta a salvo conmigo, aqui no te va a pasar nada malo – trate de calmarla- si no quieres no se repite esto.- de la impresión se me bajo el empalme que llevaba 30 minutos sin bajar.
ELI: ha sido duro, ¿para ti?
YO: no te voy a mentir Eli, me lo he pasado genial, y que sepas que tus amigas van bien servidas.- le saque una medio sonrisa.
ELI: siento si te molesto pero, tenia que convencerlas de venir a esta clase y eras el mejor argumento.
YO: no pasa nada, ahora cálmate y prepárate para terminar la clase.Si no quieres hoy descansamos, no hace falta que te quedes.- alzo la mirada de nuevo, ahora si amis ojos, la sentí débil así que le trasmití la mayor seguridad posible. Sonrió ampliamente.
Acabó la música, volvió a ser ella de repente, pidiendo aplausos y felicitaciones, se fue y pregunto por todos lados, que les había parecido. Mientras ella lo hacia yo cogí mis cosas y ni corto ni perezoso me fui directo a donde estaban Carla y Lara. Puse mis cosas al lado y sin decir nada me senté a esperar.Ellas cuchicheaban, bueno, Lara lo hacia, a Carla se le oían las burradas que decía claramente.Estaba claro que Carla era todo un carácter.
Eli termino de despedir a todos y se fue a nuestra zona, su rutina antes, cerro todo y comprobó los baños. Se me acerco directamente como la misma cara pálida y asustada de la ultima canción, la mire fijamente, miro a sus amigos y estallo señalándome con el dedo y saltando de alegría.
ELI: MUAHAAAAA HAS PICADO IDIOTA¡¡¡¡¡¡
CARLA Y LARA: jajajjaajjaj te la acaban de meter hasta el fondo.
YO : ¿PERO QUE COJONES PASA¡¡¡?
ELI: nada tonto, que estaba todo preparado.
YO: ¿todo que?
ELI: pues todo, mi debilidad al final de la clase……
CARLA: …….la timidez de esta pava- señalando a Lara
LARA: ……y tu atrevimiento, cerda – dijo algo molesta con Carla.
Las tres se echaron a reír, yo me quede a cuadros, como seria si me robaran en casa conmigo dentro y no me entraba, las miraba atónito, y alguna palabra mal sonante se me fue a la cabeza pero guarde calme.
ELI: ayyyyyyy¡¡¡¡ mírale que cara de mustio se le ha quedado………….. jijijiji. Te crees que una mujer como yo no puede soportar que la magreen un poco, eso me pasa a diario.- mientras decía eso agarro mi mejilla con una mano, a lo abuela, se la quite de mala manera, estaba cabreado, me la habían jugado, ¿por que? ¿que ganaban?.
Eli se acerco con ternura se puso de espaldas y se me sentó encima de forma lateral, de cara a sus amigas, yo miraba hacia su espalda, no queria saber nada.

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Relato erótico: “Mi don: ana – mi prima nos visita en navidad(7)” (POR SAULILLO)

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Sin títuloHola, este es mi 6º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos. Estos hechos son mezcla de realidad y ficción, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real. Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.

Mi nombre es Raúl, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis últimos años de Instituto, 17-18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre, hermana mayor , mandona pero de buen corazón, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de Madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue l normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era. Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al fútbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rápido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavía no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante. Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte. Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena. Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio. Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellos, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba. Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.

Además, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme. Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención, solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón. Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría un 10 tras otro, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es información inútil que pasado el examen no volveré a necesitar.

Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a al escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningún medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escáner y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello. Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operación, gracias a dios todo salió bien y con el apoyo de mi familia y amigos, todo salió hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.

Después de la operación, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales. Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinación y razonamiento, y después físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no quería, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi físico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total, donde cumplí los 18. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados, se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algún celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.

Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, además de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas. Pero las situación con ella, no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital. Después toco poner en práctica la teoría y Eli, la fisioterapeuta que me estaba ayudando con un problema en el pie, me la confirmo. Ahora era mi profesora y me enseñaba todo lo que se podría necesitar, y con unas amigas llego la magia. Después de mis 2 primeras semanas de aprendizaje y teoría, llegaba la hora del examen práctico. Ahora de mi aprendizaje, Eli me invito a una fiesta que quiso usar de examen, y se desmadro.

Mi fisico en este momento es un varón moreno de 1,90 largo,  unos 85-90 kilos y cuerpo torneado,   sin marcar musculo.

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Ya he leído algunos comentarios, gracias por los consejos, tratare de corregir, debido a varios comentarios paso a quitar en negrita las conversaciones

Shadow, gracias, pero la cuestión no es dejarme influenciar, hay un línea entre eso, y no reconocer algo que se esta haciendo mal por tozudez. No se como poder corregir mejor los borradores, reviso cada palabra conflictiva, y salvo errores por que se me ha ido un dedo creo, lamentablemente, que este es mi nivel mas alto jejeje.

 

Es cierto que quienes sigan la serie, es una lata, pero la 1º parte casi no cambia, con bajar un poco la rueda del ratón se soluciona, de ahí que ponga estas pequeñas anotaciones separadas del resto, Y así los que empiecen un relato sin seguir el orden, tener una idea general rápida.

Y si, es una deformidad de polla, pero tenia que ser así.

Pido disculpas por los “tochazos” que escribo, estas primeras experiencias llevan mucha información, y es importante a mí entender. Alguno más así y os prometo que los siguientes no serán tan grandes.

 

Aunque el genero en si sea amor filial, un tema que me gusta leer por el morbo y respeto, os indico desde ya que no hay sexo entre lazos de sangre reales, lo siento, pero en mi historia la familia es sagrada y ni mi madre, ni mi hermana, ni una sobrina o prima entraran en escena.

Pero la historia debe continuar.

Habían pasado un par de semanas desde que abandoné aquel gimnasio con mi amada Eli dentro, y de aquel paseo por el parque que resulto ser un momento trascendental en mi vida, se acabaron las pruebas, el aprendizaje y redes de seguridad, ya solo estabamos en la partida el mundo y yo, y me tocaba mover.

 

Una de esas semanas, logre convencer a un amigo de que me encubriera un fin de semana entero, con la excusa de quedarme a dormir en su casa y, siendo ya mayor de edad, ir a hacer la vasectomía sin consentimiento paterno, peor dada la orden de que si me pasaba algo les llamaran. Me estuve informado y haciende pruebas durante la semana previa, resulto que no era reversible en si, solo en algunos casos y que podía sufrir de dolor crónico de mayor o menor intensidad en un 30% de los casos. Aun así había una nuevo técnica basada en el ”pinzamiento”, y no en el corte, de los conductos, que era mucho menos invasiva, generaba menos sangrado y tenia un alto porcentaje de recuperación en la capacidad reproductora. Lo sopese unos días, pero sabiendo que aun fallando, podía donar esperma y congelar parte, como hice, o mas adelante extraer espermatozoides de mis testículos y usarlos para fecundaciones in vitro, me convencí de hacerlo. El viernes después del instituto, ya estaba liberado de obligaciones familiares y quede para la operación, a ultima hora del viernes ya me habían operado, pase el sábado en observaciones, con alguna carantoña de mas por parte de las enfermeras al revisar la zona de la operación, y el domingo por la tarde ya tenia el alta unos medicamentos contra la inflamación o infección, así como instrucciones de unos cuidados mínimos. Me sentí raro durante unos días pero a la semana siguiente estaba como si nada hubiera pasado. Ya me sentía preparado y comencé la búsqueda de mi 1º objetivo, ya era de pasármelo bien.

La historia se remonta a unos 6 años atrás en el tiempo, y se enreda un poco, en una semana santa , mi madre insistió y monto un viaje a Granada, de donde era parte de su familia, allí teníamos parientes y nos quedamos a dormir en una casa grande propiedad de una de mis tías – abuelas, con motivo de nuestra visita se organizo que todos los familiares se quedaran unos días en aquella casa y montáramos fiestas, barbacoas y los críos montamos una especie de casa del terror para los adultos, había muchos niños de todo tipo, sobrinos, nietos, primos, hijos, amigos de todos ellos…..y jugamos como críos que éramos, aun inocentes en lo sexual, dormíamos juntos en grupos en las habitaciones ya que éramos muchos, a mi, con algo de desgana ya que quería hacer travesuras con los chicos, me había tocado una de las camas grandes y compartirla con la prima Ana, lo 1º es decirnos que técnicamente no era prima mía, era la nieta de una amiga de toda la vida de mi tía- abuela, tanto que formaba parte de la familia, sin ser de lazos de sangre, era una niña normal, de unos 12-13 años, y por aquel entonces un misterio que no entendía ni me apetecía descubrir. Hicimos algo de migas por la obligación de mi madre, sabia de mi facilidad para hacer amigos, y ella era muy tímida, resulto ser medio gitana por parte de padre pero que nunca se había preocupado por ella, solo le había dejado en herencia una piel ligeramente oscurecida, con el paso de los días y establecimos una relación de cariño, y después de forma constante pero espaciada por el tiempo hasta mi época actual, viajes de ida y vuelta, vacaciones, fiestas, lo típico en familiares lejanos.

 

Volvemos a mi actualidad en ese momento, ya habían pasado 6-7 meses desde mi operación en la cabeza en verano, ya tenia 18 años, vasectomía hecha sin complicaciones, se acercaron ya las fiestas de Navidades, y mi madre le llegaron noticias de que parte de la familia de Granada quería acercarse a Madrid para celebrar las fiestas allí y les invito ansiosa de demostrar su hospitalidad, teniéndonos a todos por casa en modo batallón de limpieza, recogiendo y dejando la casa como si fuera a venir el Rey, preparada para recoger a todos los que vinieran. Llegaron las vacaciones por las fiestas navideñas, que nos concedía a los estudiantes unas 2-3 semanas de descanso. Mi madre me informo de los que vendrían, un par de tías, sus maridos y algunos nietos de entre 6 a 12 años, y junto con las tías, la amiga de mi tía – abuela y su nieta, Ana, eso me alegro un poco, era una de las chicas que mejor me había tratado antes de mi cambio, supongo que por que ella también se sentía algo rechazada y sola y yo fui de los pocos que la trate bien, tenia ganas de verla, y saber de su vida. Debido a que era la única de mi edad, tenia 18 recién cumplidos, me pidió que cuidara de ella y la sacara a enseñare la gran ciudad.

 

Cuando llegaron se produjo la presentación , mi madre nos planto de punta en blanco, casi me hizo ponerme el traje de Eric, en la entrada de la casa, de mayor a menor en edades y con instrucciones de que hacer, llamaron a la puerta y fueron entrando y nos iban saludando y presentando, con las frase típicas de esas ocasiones, y felicitándome por mi estado actual después de la operación, yo buscaba con ansia a Ana para darla un fuerte abrazo, me había ilusionado mucho su visita, pero no la veía.

 

-YO: ¿y Ana no venia?

-TIA 1: si, esta abajo en el coche, cogiendo las ultimas bolsas.

-MADRE: ¿sola? De eso nada – me cogió del brazo mientras me dirigía a la puerta de salida – que haces aquí parado, tira “pa´abajo” y ayúdala, vago.

 

Apenas me pudieron decir leves indicaciones de donde estaba el coche antes de que mi madre me sacara de mi casa a rastras. Baje a buscarla y vi un coche que encajaba con la descripción, me acerqué y vi a una señorita, bastante mona, sacando unas bolsas.

 

-YO: ¿hola? ¿Te ayudo?- pregunté esperando que me reconociera, sin estar seguro de si era ella.

-DESCONOCIDA: no, gracias, ya puedo sola, muchas gracias caballero. – me lo dijo con tal seguridad en que no me conocía que seguí buscando el coche con Ana.

 

Al no encontrarlo llame a mi madre y me volvieron a dar las mismas indicaciones, regrese y solo había aquel coche, me volví a acercar.

 

-YO: ¿Ana, eres tú? – se quedo pillada.

-ANA: si……soy yo, ¿quien eres? – su puta madre, era ella y ni me reconocía, pero tampoco yo a ella.

-YO: no jodas Ana, que soy yo…….., Raúl.- haciendo gestos de evidencia.

 

-ANA: ¡¡¡madre de amor hermoso!!! ¿pero que has hecho con tu………?

-YO: ¿barriga?, he pegado el estirón jajajajaja – ya ciamos en la cuenta y ella soltó las bolas y riéndose estiro los brazos pidiendo un abrazo, era ella sin duda, me acerque con fuerza y la di un gran abrazo de oso, de esos que la levantas del suelo y todo, dándola media vuelta en el aire mientras nos saludábamos. Al separarnos…..

 

-ANA: pero estas hecho un pincel, ¿como los has hecho?

 

-YO: ¿no sabias lo de la operación?

-ANA: si, ya los comentamos por casa, pero……….¿que tiene que ver.?

 

-YO: pues por lo visto mi barriga no era por las barbacoas de tu madre, si no con un tumor cabroncete. Jjajaja –

Me volvió a abrazar con cariño, y correspondí, allí no había tensión sexual, solo cariño. La ayude a coger las bolsas mientras cerraba el coche y subimos a casa mientras no parábamos de comentarnos lo bien que estábamos el uno al otro.

 

Ana había cambiado físicamente, ya no era aquella renacuaja de piel morena, torpe y escuálida, supongo que como toda mujer que no ves desde los 12 años y se presenta ante ti con 18.Era alta, casi rondaría el 1,77, pelo negro azabache, largo, muy largo y liso, le llegaba casi a la cintura, suelto y con un flequillo andaluz, tapándola media cara, iba vestida con un abrigo amplio, ya que era diciembre y hacia frío, pero se veían parte de sus piernas, con un pantalón negro de tela gruesa y unas botas. De momento lo mas llamativo era su rostro, lo único que había visto con claridad, era una preciosidad de cara, esculpida en un tez algo oscura, debido a su origen y el sol de Andalucía, resaltaba mucho el blanco de sus ojos, coronados por unos ojos marrones, que advertían trazas verde azuladas, una mujer guapa, solo se podría ser quisquilloso con la nariz, la tenia algo afilada.

Al subir a casa mi madre ya tenía a todos organizados en sus habitaciones y en el salón tomando un café preguntado por el viaje y las circunstancias de la vida. Pregunté donde colocábamos las cosas de Ana, ya se habían repartido y entre que querían dejar a los críos juntos y las parejas juntas, solo quedaba 1 cama libre, el sofá cama de mi cuarto.

 

-YO: pero mama, ese sofá es horrible, todos mis amigos que han dormido allí se han jodido la espalda, ¿como se la vamos a dar a Ana?

-MADRE: por que no es para ella, es para ti, ella duerme en tu cama, que especie de anfitriones te crees que somos, anda, tira para tu cuarto y ayúdala, melón. – saco una sonora carcajada a los presentes, mi madre y yo tenemos es tipo de relación en que en publico, nos tirábamos puyas todo el tiempo para sacar las sonrisas de los presentes, sabíamos seguirnos el juego. Pero eso no cambiaba que lo que decía era una orden directa.

 

-YO: así tratas a tu pobre hijo, después de lo que he sufrido, como osas profanara mi débil cuerpo.- fingía obscenamente pena

 

-MADRE: mira niño, no me calientes que te llevas un sopapo que te quito el sentido, ahora a joderse unas semanitas rico.- se levanto y me empujo, haciendo bromas y siguiendo el juego, yo la protestaba pero dio igual, Ana se reía mientras me seguía avergonzada.

 

Mi casa se puede describir como un pueblo de carretera, era un pasillo muy largo , en un extremo el salón comedor amplio, y según avanzabas por el pasillo tenias 4 habitaciones, con un baño entre medias, a mitad del pasillo la entrada, y luego mas pasillo, daba a una terraza a un lado, un cuarto de trastos y al otro extremo la cocina, por algún motivo desconocido, nuestra casa se había adueñado de una habitación extra al lado de la cocina perteneciente a otra casa en su inicio, 2º baño incluido, por motivos de mis noches de friki con el ordenador, viendo películas, series o NBA, fui desterrado a aquella habitación para no molestar al resto, era grande, tenia espacio para mi cama, un escritorio, un armario empotrado, el mueve con la tv y los videojuegos y un sofá cama enfrentado a ella, a los pies de la mía, usada en las noches de frikis con mis amigos.

La enseñe la habitación medio disculpándome por la broma con mi madre y que no se preocupara por mí, dejamos las cosas encima de la cama para volver con los familiares. Ella se quito el abrigo para dejarlo allí. Mis sospechas iniciales era correctas, aquello ya era una mujer, y que mujer, llevaba un jersey de lana blanco, grueso pero se le marcaba la figura, tenia las tetas bien colocadas, muy arriba, al quitarse el abrigo se le subió un poco y pude ver la piel de su ombligo, esa tez morena me estaba empezando a gustar, seguido de un pantalón de tela vaquera negro, grueso pero con el tiro bajo, dejando ver un pequeño tatuaje en la zona del apéndice, una media luna, al agacharse a dejar el abrigo en la cama se intuyo un trasero de nivel, pero iba muy tapada aun.

 

Volvimos y charlamos amistosamente hasta la hora de cenar, se iban a quedar más de 12 idas con nosotras cubriendo Navidad y fin de año, para volverse para reyes a su casa. Me sorprendí ver como Ana estaba muy curiosa por mi y mi vida, normalmente las chicas de esa edad se abstraen con el móvil a mandarse mensajitos con las amigos o chicos, pero no era el caso, conversamos ampliamente, le conté un poco mi vida y mis cambios físicos, no todos claro esta, y yo me entere de su vida también , pro lo visto estaba un poco aburrida del pueblo, y en el colegio fue una paria, los gitanos la consideraban paya, y los payos gitana, me dijo que no tenia muchos amigos y todos del instituto ya estaban todos con pareja, que estaba casi todo el día en casa con su familia. La note algo de pena al decírmelo, pero se la notaba feliz por poder comentarlo con alguien.

 

-YO: pues déjame decirte que esos de tu pueblo son unos retrasados de cuidado, tendrías que tener una cola de tíos babeando por ti, y las mujeres deseando ser como tu. – quise animar su animo.

-ANA: muchas gracias primo, jo, te he echado mucho de menos, todavía recuerdo aquella vez que vinisteis a Granada, me lo pase genial contigo.

-YO: y yo contigo, y ahora me toca a mi hacerte de guía en Madrid, mañana he quedado con unos amigos vamos a dar una vuelta, vente, si quieres, pero me haría mucha ilusión.- dudo un poco pero supongo que pensaba que ya que había salido de su pueblo y estaba con ella, quien mejor que yo.

-ANA: vale, pero ten cuidado conmigo, no quiero meterte en líos con tus amigos, ni estar de mas.

-YO: tú no te preocupes por ellos, si hace falta, los tiro a la basura por quedarme charlando contigo- la guiñe un ojo.

Mis palabras eran como rayos de esperanza en sus ojos, me dio otro abrazo, de nuevo de cariño, estaba encantada con estar allí conmigo. Terminamos de cenar y la lleve a mi cuarto mientras el resto se quedo charlando, vimos un rato al tele y la enseñe con orgullo mi colección de videojuegos, aunque la dije que hacia tiempo que no los tocaba y pregunto.

-YO: es verdad que desde la operación he andado…….ocupado, no se supongo que no me parecen tan importantes ahora, me gusta mas charlar con la gente.

 

-ANA: ya y a mi, siempre que salgo se ponen con lo móviles y es muy raro.- encima de guapa y cariñosa, la mujer pensaba como yo.

 

Nos sentamos en el sofá mientras veíamos alguna película estupida sobre salvar la Navidad, sacando mas risas de mis comentarios sobre lo tonta que era determinada situación, que de la propia película, yo estaba sentado recostado con una mano en posa brazos y otra en el respaldo, ella empezó igual peor se fue cambiando de posición, se había quitado las botas y estaba echa una bola. Me di cuenta, a mi no me afectaba y en verano me gustaba, pero aquella habitación estaba apartada y daba a un húmedo patio, hacia algo de frío en la habitación pese a la calefacción, que yo bajaba al mínimo, soy muy caluroso por mi grasa corporal, o lo era.

-YO: peque, ¿tiene frío? Te saco una manta, espera.- ella no contesto pero su poción y su mirada de agradecimiento era evidentes.

Saque del armario una manta, mire y decidí que no, mejor seria una funda nórdica bien gorda, me acerque y se la puse con cariño como un padre arropando a su hija, y me senté de nuevo, la echaba un ojo de vez en cuando, y se notaba tiritar bajo el funda.

-ANA: jope, ¿¿hace frío aquí, tu no lo tienes????

-YO: si que lo hace, pero me he pasado toda mi vida con una capa de calorías encima, y ya me he acostumbrado, soy una estufa andante jejeje anda ven aquí pégate a mi.- juro por dios que allí no había intención alguna.

 

Lo hizo, puso su cabeza en mi hombro, y la rodee con los brazos, frotando su espalda y uno de sus brazos. Pasado unos minutos.

 

-ANA: pues es verdad estas calentito jejejee- se colocaba para pegarse y adaptarse mejor a mi.

-YO: ya te lo he dicho, salvo las manos el resto soy una estufa.

-ANA: ¿¿las manos??

-YO: si, no se por que, será la circulación, pero es la única parte que se me quedan algo frías.

-ANA: pues eso no puede ser, como te pilles un resfriado por mi culpa no me lo perdono y tu madre me mata, toma tápate.- me ofreció el amplio excedente de funda nórdica, yo sin malicia la cogí y me la pase por encima un poco, colacionado mis manos en la misma posición previa, pero ya directamente sobre ella, no sobre la funda, al colocarme la funda por encima se abrió un hueco y dejo pasar algo de aire….

 

-ANA: uy ¡¡¡tapa tapa que frío!!! – y se acurruco un poco mas sobre mi, pegando uno de sus pechos en mi costado.- La situación ya me pareció algo erótica, y empece a ver a Ana como mujer y no como familiar. Mi cabeza empezó a volar, recordar a Eli y mi polla a hincharse, no podía permitir que ella se diera cuenta, aquello no estaba preparado ni planeado, la aparte con suavidad y fingí sentarme mas cómodo y me la acomode para que no hubiera accidentes. Lo pase realmente mal hasta el final de la película.

 

Termino y Ana se había quedado adormilada sobre mi.

 

YO: oye princesa, toca irse a dormir a la cama, que no soy tan blando ahora. – se desperto un poco, frotándose lo ojos.

-ANA: jo perdona, estaba tan claentita y a gusto que me dormí.

-YO: nada bonita, peor es tarde y mañana tenemos un gran día, vete a descansar, cámbiate mientras me voy al baño y luego al revés, así evitamos accidentes jejeje

Espere a que se levantara y se fuera hacia sus cosas dándome la espalda, me levante como un rayo y salí de allí para evitar que viera al tienda de campaña que portaba en mi pelvis. En el baño orine como pude, me lave los dientes, hice todo el rutina pero seguía empalmado, la solución era fácil, tocaba paja rápida, tirando de hemeroteca en mi cabeza, tarde como un cuarto de hora, para disimular me metí en la ducha y abrí el grifo mientras me duchaba. Me extraño que entre todo lo acumulado en mi mente, algunas imágenes de Ana se colaran, su trasero agachado, su ombligo o su pecho en mi costado. Me sacudía la cabeza, ella no era objetivo, ¿o si?

 

Aquella pregunta me rondaba por la cabeza, cuando me desahogue y se me bajo el empalme, volví a mi cuarto mas relajado, en la puerta de mi cuarto esta Ana apoyada contra al pared, llevaba un pijama, con la parte de arriba de lunares , muy amplio, y un pantalón también de gasa, que disimulaba algo su figura, pero al cruzarnos y verla de espaldas sus andares retumbaban por toda la tela, al llegar a mi cuarto casi se me había empalmado de nuevo, me cambie lo mas rápido que pude y me deje los slips ajustados, siempre dormía solo con el pantalón de pijama ya que me sentía liberado después de tener a la bestia encerrada todo el día, con miedo a que ella se despertara y me la viera tiesa de noche. Cuando ella regreso tuvo que pasar por encima de mi, que ya estaba con el sofá cama sacado, tumbado y con 4 mantas encima tapado hasta la barbilla. La visión de su trasero pasando encima mía me dejo con una erección que me duro toda la noche.

 

Ella sea cerco, me beso en la mejilla dándome las gracias, se acostó y me dio las buenas noches, pase la noche como un muerto, boca arriba sin atreverme a moverme, con la tienda de campaña negada por los slips pero con un mal estar constante por mi inflamación. Al despertar al día siguiente era un trapo, me dolía la espalda, no había dormido nada y me había pasado toda la noche sopesando si Ana podía o no ser un objetivo, ¿poder? De ¿debía? ¿Y si no quería y metía la pata? Pase así un par de días mas, luego durante el día, la actitud cariñosa y agradecida de Ana conmigo al enseñarla cuidad y salir a pasear con los amigos y estar de risas, no ayudaba, era un encanto de niña, y se llevo de cine con mis amigos, siempre conmigo a mi lado, no se separaba de mi, yo la trataba como a un reina, al inicio por cariño, pero luego por pensamientos impuros.

 

La 3º noche llegamos algo tarde de salir y fuimos directamente a mi cuarto para no despertar a nadie, ya había cierta confianza y nos cambiamos delante uno del otro, pero siempre dándonos la vuelta, ella por vergüenza y yo por miedo a no controlarme. Ella acabo antes y me vio caminar hacia la cama quejándome.

-ANA: pobre, te estas dejando la espalda ahí por mi.

-YO: no pasa nada, ya soy mayorcito.- me recosté esperando que la noche fuera mejor que las anteriores.

 

-ANA: me da pena, no es justo y es tu casa, anda cambiemos, déjame a mi ahí esta noche y tu descansa bien en tu cama- se puso en pie.

-YO: ni de coña, como mi madre se entere me parte la cara si te dejo aquí, además te harías daño tu y eso no puedo permitirlo.

 

-ANA: pues ahí no vas a seguir- sopeso opciones- venga vente y duerme conmigo en la cama.- Lo dijo decidida y con cierta inocencia en el mando, era una locura, lo estaba pasando fatal con ella en otra cama, en al misma no sabría si controlaría la situación.

-ANA: o eso me voy yo allí contigo, que encima hace mucho frío y me vendrás bien, tu decides, como en el pueblo de pequeños, venga, por fi, será divertido- se lanzo a meterse en mi cama, no había opción, y ya me había comentado que por mas mantas que se echara se helaba, incluso subí la calefacción de mi cuarto solo por ella, me levantaba empapado en sudor.

 

-YO: esta bien, joder, pero déjame que baña al baño primero……..- ya había ido antes necesitaba una excusa- …….a tomarme un somnífero para pasar mejor la noche.- me aprecio lo mas sencillo de creer debido a la situación y me daría margen a, que ocurriera en la cama, no era de forma consciente.

 

-ANA: vale aquí te espero.- sonrío orgullosa de su logro.

Fui al baño para fingir mi medicación, la idea de pasar la noche con su cuerpo a mi lado me enloquecía, tenía que calmarme, a partir de aquí, ya no era mi prima, si no una situación que controlar. Volví a mi cuarto fingiendo mal sabor de boca, la di las buenas noches y apagué la luz, me acosté al lado donde ella no estaba y me quede de nuevo, como un muerto, boca arriba sin moverme, ella se dio la vuelta, me beso la mejilla de nuevo.

-ANA: buenas noches, primo- y se volvió a su posición con el cuerpo de lado, hacia el otro lado de la cama.

-YO: buenas noches prima- lo dije resignado con una erección considerable entre mis manos que querían disimularla y temiendo la noche.

Pasaron algunas horas en que la note moverse y dormirse, y yo me apartaba lo mas que podía, casi al borde de la cama, pero al final “Morfeo” me venció, en mitad de la noche note un peso y desperté, yo estaba con la posición boca arriba algo mas relajada, y mi polla “tontorrona”, tenia a Ana recostada a mi lado, había pasado un brazo por encima de mi, pero por debajo de las mantas, supuse que, subconscientemente, buscaba calor. De inmediato me empalme duramente, ¿Qué debía hacer? Apartarla, despertarla, irme……..todo paso por mi cabeza, pero no me moví, me quede inmóvil, la sensación era excitante y cómoda. Entre en automático, con cuidado pase mi brazo por el hueco de su cabeza en la almohada, ella reacciono pegándose a mi y recostando su cabeza en mi pecho, quedamos abrazados de forma lateral, a mi en este momento me daba todo igual, me encantaba la situación, y tan feliz, que me dormí.

 

Me despertó mi madre de un grito, yo sobresaltado me asuste, me había pillado en mi cama, mire a mi lado y Ana no estaba, entre gritos de mi madre, apareció por la puerta con el cepillo de dientes en la boca, y cubierta por una enorme toalla.

-ANA: nop niof pro fasvor, nos sen enfasde- era gracioso, se el entendía apenas.

-YO: tu calla, no defiendas a este mendrugo.- Ana se saco el cepillo de dientes pero siguió con pasta en la boca.

-ANA: no nos, cuof, coff, me he levantado y le he dicho que se tumbe mientras iba al baño, para que descansara un rato en su cama.- a mi madre se le bajo el enfado de repente.

-MADRE: ahhh, vale – se enfado de nuevo- ¡¡¡pero levántate ya pedazo de vago, que no hace mas que dormir!!!- madres.

 

Se fue rumiando por el pasillo con Ana mirándome sonriendo de nervios, yo me medio levante sentado en la cama y le di las gracias con la mirada, se volvió al baño a terminar lo que hacia. Me sentía infinitamente mejor que los últimos días, había descansado bien pero, ella se había levantado antes que yo, joder, estaba como un tronco, ni me había enterado, mi polla ahora estaba normal pero cuando me dormí estaba empalmado, ¿lo estaría cuando ella se levanto? ¿se percató?, andaba yo con esas ideas en la cabeza cuando Ana volvió al habitacion.

 

-ANA: siento la bronca de tu madre, pero podemos decir que eso para que no nos vuelvan a reñir los próximos días.- ¿próximos días? Tenía la intención de repetir.

-YO: creo que será mejor poner alguna alarma y antes de que se despierte volveré al sofá cama.- me miro desanimada.

-ANA: jo he dormido genial contigo, no he pasado nada de frío……y – no lo dijo ni lo llego a disimular pero jure que tenia algo mas que decir, y no dijo.- bueno que si quieres podemos hacerlo mas días.

 

Y mientas decía eso atine a enfocar mis ojos después de dormir, allí estaba ella, con una pequeña toalla en la cabeza a modo de moño, y una enorme toalla en las manos, secando partes de su cuerpo que veía desnudas, me forte los ojos de nuevo, y me fije, no estaba desnuda si no en ropa interior, con un culotte rojo y un sujetador a juego, secándose los brazos delante de mi, me tape los ojos y me di a vuelta.

-YO: joder Ana, avisa y me salgo, perdona.- los cojones, acababa de ver a un adolescente turgente de pie tostada en ropa interior brillando por el agua, o alguna crema corporal, frotándose delante de mi.

-ANA: calla tonto, si ya hemos dormido juntos jajajajajaj- reía como un cría de 7 años, ¿había llegado a ese nivel de confianza en solo unos días?- venga ve preparándote que hoy es viernes ya y tenemos un día largo, quiero ver Madrid, vamos ve al baño que tengo que volver a secarme el pelo- y diciendo esto me tiro la toalla grande a la cara, dios, olía a humedad, cremas, limpieza y a hembra quise pensar, cuando me quite la toalla de la cara ella se había quitado la toalla del pelo y lo tenia todo echado hacia un lado, húmedo, y cepillándolo, desenredando nudos de su larga melena,

 

Esa imagen unida a su cuerpo semi desnudo a mi lado y su inocencia me la pusieron a reventar de nuevo.

 

-YO: hoss……..tias, paso yo me quedo a dormir un rato mas – me tumbe haciéndome bola para disimular- vete a secarte el pelo anda.

-ANA: vale primo pero ten cuidado con tu madre jajaja – y se fue.

Lo tenía claro, cerré el pestillo de la puerta y con la toalla empapada del agua que había recorrido su piel me hice una señora paja, si no, me reventaban los huevos allí mismo. Cuando volvió ya me lleve la toalla para el cesto de la ropa y me di una ducha relajante, tenia que calmarme, desde ese momento ya no había dudas, Ana debía ser mía, me daba igual aspectos morales o familiares, aquella niña pizpireta e inocente me la ponía dura.

Habíamos planeado un viernes de paseo, guía por Madrid, ir al museo del prado, comer por la gran vía, ir de compras por la tarde, cenar en un restaurante chino que conocía en Moncloa, seguido de un paseo por el templo de debod, nos lo pasamos genial, nos hicimos fotos y le enseñe gran parte de la ciudad.

 

-ANA: joder esto es enorme, esta lleno de gente y son las 12 y la ciudad sigue llena, ¿aquí no duerme nadie?

-YO: hombre, ten en cuenta que esto no es un pueblo en Granada, es una gran ciudad, de hecho muchos locales abren ahora para que la gente vaya de copas y a bailar.- se le ilumino la cara.

-ANA: ¿muchos? En el pueblo solo hay 1 a las afueras y ponen música de abuelos.- me sonó a sorna.

 

-YO: oye ¿me estas vacilando? Que te estas haciendo pasar por una pobre paleta y se que no lo eres.

-ANA: jajjaaj pues claro que te estoy tomando el pelo, pero quiero que me lleves a bailar pues me hacia de rogar.

 

-YO: que cabroncilla estas echa, no hace falta que insinúes, si quieres algo, solo has de pedirlo.

 

-ANA: pues quiero ir a bailar.

-YO: pues a bailar iremos, tengo un amigo que lleva un local y abren ahora a las 00:00, nos deja las copas gratis si ando por allí echándole un ojo como seguridad.

-ANA: normal, si es que vaya espaldas tienes, tu impones mucho, pero de mi no te libras, un baile conmigo te llevas.

-YO: no existe una fuerza en el universo que me lo pueda impedir.- y me lance con un besito en la mejilla.- vamos.

 

La chica era felicidad andante, se me pegaba por el aire que hacia, protegiéndose del viento conmigo, llegamos y le presente al dueño y a los camareros, nos sentamos en una zona un poco mas tranquila a charlar hasta que se animara la noche. Mientras entraba gente, el dueño del local se me acerco, pidiéndome que me metiera en el baño a echar un ojo pro que creía que había alguien drogándose y a el le conocían, no era raro que me pidiera esos favores. A Ana se le cambio la cara de diversión a susto.

-YO: tranquila pequeña no pasa nada- me levante y le pedí que se quedara con ella, y que no la dejara sola.

Me metí en el baño como para mear, y vi a varios haciendo el tonto en el baño, me meti en uno de los cubiculos y pegue la oreja, se oía claramente el tac tac de una tarjeta de crédito en la loza. Salí de golpe y había varios alrededor de una pila, y en la loza algo que supuse cocaína.

-YO: chavales, no es cosa mía, así que no os enfadéis, pero anda la policía secreta por ahí fuera, preguntando por el dueño.

De inmediato tiraron parte de la droga por la pila y se guardaron el resto. Salieron del local en fila india delante de mí, cogiendo los abrigos para no volver. Tengo cara de buena gente y siempre suponen de mí que soy bueno. Cuando salieron todos fui a saludar y comentar al dueño el tema y me senté junto a Ana.

 

-ANA: ¿que ha pasado?

-YO: nada peque, que la gente no sabe divertirse si no se descontrola, pero ya han salido todos.

-ANA: ¿y que les has dicho?

-YO: que si no se iban les partiría las piernas- aguanté unos segundos, y me eche a reír.

-ANA: jo siempre esta igual gastándome bromas.- y me dio un golpe con la mano en el hombro.

Pasadas unas hora el local ya andaba medio lleno y a petición de mi acompañante pusieron un par de sevillanas que me arrastro a bailar con ella, era una delicia verla moverse, se había puesto unos pantalones rojos, de tiro bajo, botines negros y una blusa medio transparente que trasparentaba su sujetador y no tapaba su preciosidad de ombligo, tatuaje incluido, con su melena suelta y tan larga que cada giro era para foto de portada. Yo sierpe había sido muy patoso para bailar, y el hecho de perder peso no lo cambió, seguía igual de torpe, pero existe diferencia entre ser torpe, y ser torpe y gordo, siendo obeso cualquier cosa que hagas resulta cómica y atrae miradas de sorna, siendo normal no. Los bailes fueron varios con ella rodándome y sin parar de reír y moverse, y el último que nos dimos fue uno lento y pegamos nuestros cuerpos, yo la susurraba tonterías al oído y me seguía el ritmo en la pista. Ella quiso beber alguna copa de mas y no la deje, yo no bebo, fuera por mi físico o no, emborrachare es imposible o muy caro, y no me gusta el sabor. Se enfado algo por que no la dejaba divertirse, pero la convencí de que para divertirse no era necesario, o condición indispensable, emborrachares.

Dadas las 4 de la mañana, nos volvimos al extrarradio, donde vivíamos, los autobuses nocturnos duran 45 minutos en llegar así que jugábamos a inventarnos la historia de los pasajeros, los últimos 10 minutos ella cayó rendida y se durmió sobre mi hombro. La desperté al llegar y caminamos unas calles hasta legar a casa, nos cruzamos con cierta fauna de esas horas ella se asusto un poco pero yo la tranquilizaba.

 

-YO: conmigo no tengas miedo, jamas te pasara nada.- pareció reconfortarla.

 

Llegamos sin hacer ruido, y la deje en mi cuarto desvistiéndose, yo me fui directo al baño me di una ducha rápida con paja incluida, sus bailes habían hecho mella en mi mente. Salí y toco su turno, mientras estaba en el baño yo me iba a poner el pijama, pero era el momento, me puse el pantalón sin los slips para sujetar a la fiera, y me acosté en la cama de lado, ella llego vestida con su pijama y se alegro de que estuviera en la cama y no en el sofá.

-YO: echa el pestillo o mañana será mi ultimo día en la tierra, pondré la alarma para abrir antes de que vengan.

 

Así lo hice y se tumbo a mi lado.

-ANA: me lo he pasado como en mi vida, te agradezco mucho que cuides de mi.

-YO: para eso esta la familia.- quiera ver si reaccionaba.

-ANA: tu y yo somos mas que familia.- se acerco y me beso la mejilla de nuevo, esta vez no fue radio e inocente, sino lento y sonoro. Al separarse me miro a los ojos- anda ven aquí y dame tu calor que ayer dormí en la gloria.- si supiera como dormí yo.

Se acurruco otra vez abrazándome y pase mi brazo de nuevo por debajo de su cabeza. No se si lo había notado antes, pero ahora en mi costado notaba claramente su dos pechos, ¡sin sujetador¡.

-YO. Pues a dormir que ya me tome el somnífero y estoy que me caigo. Buenas noche prima- tenia coartada, la bese en la frene.

-ANA: ummm buenas noches primo.

 

Al cabo de 1 hora la note dormirse, la moví un poco y la llamaba y no respondía, su respiración era calmada pero con cada bocanada pegaba sus pechos a mi, solo separados por la tela de su pijama y mi camiseta. Estaba que reventaba, en la 2º hora ella se giro y quedo de espaldas a mi, yo hice lo mismo, pero dejando un amplio espacio entre nosotros, mi tienda de campaña era evidente, la apuntaba como un francotirador al trasero. En un momento dado note como ella, tiritaba algo, y pasados unos minutos se dio la vuelta, yo la miraba entre pestañas fingiendo dormir.

-ANA: primo, ¿estas despierto? Hola- susurraba, se quedo pensativa unos segundos,- jo, tengo frío.- me agarró un brazo y se lo paso por encima, como un manta, y pego su cuerpo un poco hacia mi. Yo estaba muy nervioso, no tenia que estar nada lejos de tocar como la punta de mi polla en su trasero.

 

Fue repitiendo la operación hasta que paso lo inevitable, sus riñones tocaron con mi polla. Yo quede inmóvil, fingiendo dormir profundamente cuando estaba hecho un manojo de nervios. Ella se aparto rápidamente, pero a los pocos segundos lo volvió a intentar, lo hizo un par de veces más, y ronque un poco más fuerte, más que nada para que parara de hacerlo. La chica se enfado por no poder pegarse a mí y mi calor corporal, se dio la vuelta y levanto las sabanas un poco para ver que era lo que se lo prohibía. Su cara fue como para echar a correr, tapo de nuevo y se volvió, inmóvil, durante una hora se quedo así, tiritando.

Yo no sabia que tenia que hacer, repasaba en mi cabeza cada indicación de Eli, piensa, razona, deduce y actúa en consecuencia. Ella tenía frío, quería calor y yo era su opción, tenia que lograr que ella se pegara a mi sin que mi polla la mantuviera alejada, baje medio metro mi cuerpo de forma clamada en el tiempo para que pareciera natural, sin cambiar la postura. Ahora apuntaba entre sus muslos, no a sus riñones. Como gesto “involuntario” mi brazo la acerco como abrazando a un peluche. Ella de inicio torcía la espalda timorata, pero llego el punto en que noto mi glande en sus muslos y se relajo. Pasó otra hora y ella empezó a acomodarse hacia mí, parte de su pijama se había quedado pillado pro mi polla, había dejado de tiritar. La sorpresa llegó cuando yo creyendo estar en el máximo, ella se llevo la mano a su espalda y empezó a palpar, en búsqueda de algo, de mi miembro. Palpo hasta llegar a la base de mi polla, tocaba con cuidado de no despertarme, y su mano reconoció de arriba abajo mi polla tomando medidas mentales y en un moviendo levanto una de sus piernas, como haciendo yoga, bajo mi polla y echo su culo hacia atrás, atravesando limpiamente de lado a lado, para después bajar la pierna. ¡¡¡La tenia aprisionada entre sus muslos!!! y ya, resuelta la situación, se pego su espalda con mi pecho, arropándose con mi brazo.

Yo estaba dichoso, ella era consciente de mi polla, y lejos de asustarse o salir corriendo o esperar a mañana y pedir que volviera al sofá, hacia decidido que era mejor opción rodear mi enrome polla entre sus piernas y pubis No hubo movimientos por parte de ella ni míos, solo aguantamos la posición, basta decir que mi empalme no bajo en toda la noche y me costo dormirme, pero cai.

Sonó la alarma de mi móvil, desperté un poco, vi que seguíamos en la misma posición, ella dormida y yo seguía empalmado, no sabia si moverme y arriesgarme a que notara ese movimiento, o no hacerlo y que se despertara con mi polla sobresaliendo por su ombligo. Tenia que abrir la puerta y acostarme en el sofá si no quería levantar sospechas, así que reprograme el despertador y ronque muy fuerte, pera despertarla a ella.

Surtió efecto y se fue desperezando, miro la hora y pensaría lo mismo que yo, pero ella decidió, echo su cadera hacia delante hasta casi sacarse toda mi polla de sus muslos y al final se giro sobre si misma para sacarla del todo, yo murmure algo como a punto de despertarme, la miraba entre legañas, estaba de pie al lado de la cama, tocándose la entre pierna, viendo la marca que mi polla había hecho en su pijama después de horas allí alojada. Levanto las sabanas y me volvió a mirar ya con luz, la prominencia de mi polla, le tenía de tal forma que hasta separaba la goma del pijama de la cintura de mi unos centímetros. Ella alucina, y amago con acercar la mano, pero sonó mi despertador, joder, tenia que haber puesto 10 minutos. Ana se contrajo y bajando las sabanas me sacudió un poco.

-ANA: venga primo arriba, que si no nos matan, venga………

 

-YO: um 5 minutos mas mama…….- frase típica, pare unos 4 segundos y luego abrí los ojos de forma sorpresiva- hostia corre abre la puerta mientras me tumbo en el sofá.

Así lo hicimos, como un juego de niños, para cuando mi madre llego a despertarnos, ya me había quedado dormido de nuevo, la noche había sido larga.

 

Desayunamos con los demás y hablaron de sqlir en familia al zoo, nos aprecio buena idea y fuimos, Ana no se separaba de mi y no dejaba de comentar todo, comiendo nos pusimos en una mesa aparte. Acelere mi plan.

 

-YO: que tal has dormido peque, no te habré pegado sin querer o algo jajajaja- se quedo pensativa.

-ANA: no tonto, jajaja he pasado algo de frío pero luego, me he……..pegado un poco y se me paso, eres una estufa andante, sabes como calentar a un mujer en la cama. jajajajja- paro al risa de golpe dándose cuenta de lo dicho.

Yo me empece a reír por lo mismo, hasta que ella me siguió, supongo que el carbón del subconsciente nos pasa factura aveces. Por la tarde volvimos a casa, nos dimos una buena ducha y nos vestimos para volver a salir. Era la noche de Navidad, y casi ni me había dado cuenta, cenamos con la familia y nos dejaron salir a ella y a mi.

-ANA: hoy hay que arrasar primo, es Navidad y ayer no bailamos casi nada.

-YO: como quieras pero te aviso de que estoy entrenado en bailes.

-ANA: con una monitora de gym, que me lo han dicho, eso no es bailar, yo te enseño a bailar…….. de verdad.

 

Nos fuimos a vestir, y yo me puse el traje de Eric, estaba perfecto, y ella al verme se pico.

-ANA: quieres jugar duro ehh, pues no seré menos.- cogió una bolsa y se fue al baño.

Al volver apareció una semi diosa ante mi, peinada con el pelo totalmente liso, creo que hasta planchando, le caía hasta la cintura, unas botas negras de tacón bastante altas, medias térmicas y unos mini shorts blancos con unas cadenitas doradas, lo que me mato fue la blusa, era rosa clara, y la descripción mas acertada es que penséis en la parte de arriba de un biquini pero con un par de trozos de tela cayendo por su vientre, dejando su ombligo bien a la vista, con un par de tiras anudadas a la espalda y sin sujetador. Era una joya, no se le habían ciado ni un milímetro sin sujeción, las tenia bien arriba. Me debí de quedar echo un imbécil.

-ANA: ¿que pasa primo?, ¿que no te gusta que iguale las fuerzas?- diciéndolo se dio un vuelta sobre si mima permitiéndome ver todo su cuerpo, los shorts le hacían un culo de campeonato, rivalizando con Eli, pero mientras ella tenia ese cuerpo por el ejercicio, esa chiquilla lo tenia así por su juventud. Tarde en reaccionar

-YO: esto….¿que ha que igualar?

 

-ANA: ¿te crees que soy tonta?, tu te has puesto así de mono para ligar, y yo también.- era cierto, pero mi objetivo era ella, no otras.

-YO: pues tu misma, pero te tendré vigilada.

-ANA: al que inviten antes a una copa gana, ¿vale?

-YO: como quieras.

 

Nos pusimos los abrigos para que no le dijeran nada por al ropa al salir, la mirada de mi padre fue definitiva “como le pase algo malo a la muchacha, mueres”. Nos fuimos al local de mi amigo, un colega nos acerco en coche al bar de la noche pasada. Estaba a reventar desde el inicio de la noche, lleno de gente, dejamos los abrigos y como perros en celo, 4 tíos se fijaron en ella.

-YO: lo voy a tener difícil.

-ANA: no te creas, alguna ya te ha echado el ojo a ti y cuanto me aleje irán como lobas.

-YO: oye, ten cuidado vale, aquí no todos son buena gente, puede haber imbéciles, si pasa cualquier cosa avísame.

-ANA: anda que si tonto, que me va a pasar, lo que quieres es asustarme para ganar la apuesta.- salió directa a la pista de baile.

La seguí y desde la vitrina del DJ, charlaba y saludaba a al gente, mientras la echaba un ojo, no le faltaban pretendientes, cada poco tiempo se le acercaba uno y bailaba un par de canciones, pero ella les rechazaba, y me miraba señalándose el reloj, te queda poco tiempo quería decirme.

 

Pasaron las horas y uno de los chicos logro quedarse con ella más de un baile, la cosa se estaba poniendo fina y pusieron ritmos latinos para arrimar cebolleta. Me había despistado con algún conato de pelea que acabó en nada. Cuando volví, los bailes eran ya follar con ropa puesta, verla así me puso celoso, así que fiche a la chica mas guapa del local sin pareja, con su grupo de amigas, me acerque bailoteando, ya me habían visto venir, me acerque a ella y cuando estaba ya cerca de todas, pregunte.

 

-YO: perdona guapa – se dio la vuelta con algo de desidia

-GUAPA 1: ¿que quieres?.

-YO: esto……..me……. preguntaba……..si …….bueno si no molesta………si podrías…….o tendrías el enorme placer de……..presentare a tu amiga.- y me gira hacia una de sus amigas, menos agraciada pero que vestida de fiesta tenia su morbo.

La guapa se que do blanca, la chica en cuestión petrificada y el resto reían- “Eli: si en un grupo de muejres hay una que resalta, es la líder y la mas difícil y creída, ve a por alguna amiga, esas, solo por fijarte en ellas con la otra al lado, caerán rendidas.”

No fallo, salió encantada mientras las amigas se reían y la guapa se quedaba mustia, que se joda, pense. Nos pusimos cerca de Ana, quiera que me viera con otra, así paso, y cruzando neutras miradas mientras bailábamos con 3º personas, empezamos un pique, movimientos bruscos, un gesto lascivo, nuestras parejas alucinaban, y mas cuando mi compañera noto en su pierna mi polla en reposo. Por poco se me tira al cuello, pero yo no quería eso, estaba a otra cosa, el chico de Ana la dijo algo al oído, ella penso unos segundos mirándome, y asintió, se besaron, el chico volvió a susurrar, y Ana le decía que no, pero cedió, y cayo un segundo beso, repitió la operación un par de veces, con cada beso se quedaba mas tiempo en sus labios, pero notaba como Ana se echaba para atrás y empezó a no gustarle el juego, el chico la sujetaba con fuerza de los brazos y no la dejaba separarse, buscado con los labios, ella le hacia la cobra y en una de ellas clavo sus ojos en mi, la pregunte con la mirada y vi suplica en la suya, casi me quite de encima a aquella mujer y me lance a por mi doncella en apuros.

 

-YO: oye perdona, no quiero molestar pero creo que esta chica no quiere mas.

 

-CHICO 1: y a tu que te importa, anda y vete a restregarte con esa fea.

-YO: te repito que no quiere mas, ¿verdad?

-ANA: si si, para.

 

El chico se enfado, la soltó de mala manera y se fue insultando y haciéndome gestos groseros, pase de el y abrace a Ana

-YO: ey princesa, tranquilas, ya estoy aquí.

 

-ANA: jo soy boba. Dijo sollozando.

-YO: ey ey tranquila, aquí ya no pasara nada, ya estoy aquí, y ¿que te dije ayer?- se quedo pensando.

-ANA: que contigo no me pasaría nada.

-YO: exacto, ahora clámate y seca esos preciosos ojos.- levante su barbilla para mirarla directamente- la di un beso en la mejilla y al saque de la pista de baile, pregunte que había pasado

-ANA: ese imbécil, era mono, no se, quiera ganar la apuesta, me dijo que si le daba un beso me invitaba, y después de dárselo me dijo que no valía, que eran besos muy cortitos, que le diera otro, a empezado a meterme mano, y no paraba y se lo decía, dios, soy tonta.

-YO: no eres tonta, eres inocente, un encanto de mujer que no sabe que esto es el mar y hay tiburones que solo piensan en morder.- yo uno de ellos.

Trate de calmarla, se sentía sucia, avergonzada, tonta, y todo por aquel payaso, logre desviar sus pensamientos y la lleve a bailar conmigo un par de horas, se alegro un poco y yo con ella. Lo mejor fue a ir a cerrar, a las 6 y pico, ya con autobuses, estabamos en la salida despidiéndonos del dueño y agradeciéndole la fiesta. El guaperas de Ana paso por nuestro lado farfullando, supongo que herido en su orgullo, y susurrando algo a sus amigos. Al salir del local, con el dueño detrás, estaban allí y empezaron a llamar calienta pollas y cosas parecidas a Ana, que comenzó a venirse abajo, no aguante, localice al guaperas y sin mediar palabra le partí la cara de un puñetazo, cayo al suelo redondo, el resto se agacharon a mirarle.

 

“he eh tio que era broma, clámate”

 

Uno casi se pone en pie para encararse, pero iba demasiado pedo, me di la vuelta y pedí disculpas al dueño.

-DUEÑO: por lo que a mi respecta ese chico se ha dado con el pomo de la puerta del baño.- Le di al mano agradeciéndoselo, y pase mi chaqueta por encima de Ana, que tiritaba entre el frío y la situación, la pase el brazo por encima y nos fuimos a la parada del bus.

 

-ANA: muchas gracias Raul, no se que pasaría si no estuvieras aquí conmigo.

 

-YO: odio a esos imbéciles, tu vales mil veces mas que esa gentuza, que se mete con los demás solo por la presión de grupo, te digo una cosa, no dejes que ellos, o gente como ellos te afecten, solo tienen el poder que tu les des.- era un buena lección de vida, que aprendí de gordo, pero yo era un carbón, había montado el numerito del héroe, ¿el guaperas? un amigo mío que se ofreció a ayudarme. 2º lección de Eli.

No se hablo mas hasta llegar a casa, note en su cara confort pero estaba agotada y un poco abochornada por su comportamiento. Llegamos a casa y ya a salvo de todo le cambio un poco el humor, habíamos parado a comprar unos churros y los comimos en al cocina con alguno de los parientes que aun andaba de fiesta por casa.

Nos fuimos al cuarto con orden expresa de no levantarnos, antes de las 4-5 de la tarde, queríamos descansar, el premio fue saber que habían reservado mesa y se iban a comer todos, dejando la casa sola hasta las 5. Ana se fue a duchar, supongo que se sentía impura, yo no, la colonia me había dejado buena olor y quería que fuera un arma recordatorio. De nuevo dormí con los pantalones sin slip y una camiseta vieja, pero ella volvió a la habitación, y ya no llevaba aquel pijama desgastado si no un mino short amarillo, y una camiseta usada. Cerro el pestillo, y se tumbo en al cama, yo estaba sentado en el sofá, tenia que tener cuidado de no meter la pata esa noche, estaba sensible.

 

-ANA: que pasa que te tengo que obligar de nuevo, ven aquí, que hoy si que te necesito conmigo, ¡¡¡mi héroe!!! jajajajajaja – me sentí aliviado, seguía siendo ella y me quería en la cama.

Apague la luz y me metí en la cama con ella.

-ANA: ¿te has tomado el somnífero?

 

-YO: si, 2 además, me esta viniendo genial, duermo dulcemente- tenia curiosidad por que haría con esa información, ¿preocupada por mi estado físico, o quería saber si tenia carta blanca esa noche?

 

Al tumbarse directamente se recostó sobre mi, buscando mi cariño o mi calor corporal, note de nuevo sus pechos sin sujetador apretados contra mi, y la estruje contra mi, dejando que mi colonia la recordara lo pasado en esa noche, que penetrara en su mente. No paso mucho tiempo hasta que se quedo dormida, y tan profundamente y casi aprecia que no pasaría nada. Gracias a dios a las 2 horas de sentir su respiración en mi piel, son su móvil muy bajito, levanto la cabeza y me miro, yo abrí algo el ojo.

-ANA: ¿primo? ¿Estas?- se cercioro meneándome un poco, no reaccione- eres el mejor- y sin mas me planto un beso de cría en los labios, apago el movil y se volvió a acurrucar contra mi, ¿se había puesto una alarma? incluso puso su pierna encima de la mía, suerte que era la de ese lado, en la otra estaba mi polla crecido rápidamente.

 

Paso un buen rato en que puede notar que Ana no estaba dormida y se mordía una de las uñas de sus dedos en mi pecho, eso era deseo, con mezcla de duda, o nerviosismo, finalmente se decidió y separados con cuidado, se coloco de nuevo de espaldas a mi, cogiéndome el brazo y rodeándose con el, lo hizo de forma que pareciera natural que yo también me pusiera de lado mirando hacia su espalda, colabore, lo que no contó era con mi erección que en el giro y su peso cayo de golpe encima de su cintura, se quedo así unos segundos esperando mi reacción, al no haberla, se separo un poco de mi y llevo su mano a mi polla de nuevo, palpando y reconocido, de nuevo, se abrió de piernas se la metió entre los muslos, entendí en ese momento el cambio de vestuario, el pijama se había quedado pillado la noche anterior, un short tan corto y ajustado no daría ese problema, bajo la pierna y se pego a mi, a mi se me fue un poco la mano y la apreté demás contra mi, pero no pareció darse cuenta, o importarle.

Pasamos así un par de horas en que note que seguía despierta, y lo note básicamente por que no paro quieta, no hacia movimientos rítmicos pero aquello le incomodaba un poco entre sus piernas, bajo la mano hacia su pelvis y cogió la punta de la polla que sobresalía bastante, y moviéndola, busco una posición cómoda, hasta que la encontró, y así se quedo, la mar de feliz. Ya eran casi las 9 de la mañana y no podía mas, me dormí.

Uno de lo mejores despertares de mi vida llego, así como a las 2, no se como, cuando, ni por que, pero al despertarme, tenia a Ana de cara a mi, a escasos centímetros de mi cara, dormida, pero lo jodido era que ella estaba en mi lado de la cama y yo en el suyo, ¿como narices habíamos cambiado de posición?, me dio igual cuando note que no solo seguía empalmado si no que mi polla seguía atravesándole de lado a lado, pero en vez de entrar por su culo y sobresalir por su coño, entraba por su coño y sobresalía por su culo. Alucine con lo que debía de haber pasado, teníamos los vientres tocándose, y yo me lo había perdido. Aquella situación, y ver su rostro a escaso espacio de mi, no me frene y la plante un buen beso en los labios, no se despertó pero me dio igual, sabia a fresa y a inocencia. Tenía una de mis manos en su cintura, con la camiseta algo subida era piel con piel, y ella rodeaba mi cabeza con sus manos. Aparte un poco el pelo de su cara, se lo pase por detrás de la oreja. Fue suficiente para que abriera los ojos, me miro dulcemente.

 

-ANA: hola primo, buenos días.- sorprendido por su normalidad, tenía que recordarla la situación.

 

-YO: buenos días princesa, te juro por dios que me encantaría seguir aquí contigo en esta posición, pero necesito ir al baño.

-ANA: jajaja pues ve.

 

-YO: ya, veras, es que para poder orinar, necesito…………eso.- señale abajo, se le abrieron los ojos de golpe, miro, vio la situación y me miro apabullada, pero no se movía.- si no es molestia, ¿ podrías…….?

Se abrió de piernas en seguida y se sentó en el borde de la cama tapándose la cara.

-ANA: ¡¡¡¡ dios, dios, perdona, los siento, que vergüenza. !!!!

-YO: tarquina, no pasa nada, ya te he dicho que me quedaría así de por vida, pero tengo que ir al baño y desayunar- no respondía, me levante y fui hacia la puerta….

 

-ANA: llama antes de volver, por favor.- asentí.

 

El plan fue a la perfección, , mientras meaba y me echaba algo de agua en la cara y colonia de ayer para recordarla lo que ocurrió, pensaba en mi cabeza mil maneras de volver a la habitación para dejarla pillada, al descubierto y que no tuviera mas remedio que admitir su deseo. ¿Llamar antes de volver? Una mierda, lo 1º era no dejarla pensar, fui decidido, revise al casa, no había nadie, y no volverían hasta las 5, cogí el pomo de la puerta, respire y entre de golpe.

El que se quedo pillado fui yo, allí estaba ella a cuatro patas metiendo un dedo en el coño por debajo del short, de espaldas a mi, la visión era un pecado, yo comiéndome la cabeza y ella me lo ofreció en bandeja, gracias a dios la puerto no hizo ruido, y puede acercarme a ella en silencio.

-YO: esta claro que te lo pasaste bien esta noche.- pego un brinco que a la vez se dio la vuelta.

 

-ANA: joder te he dicho que avisaras imbécil- estaba frustrada, se pego las piernas al pecho y bajo la cabeza a las rodillas, se tapo de vergüenza pura. Tenia que sacarla de ese estado.

 

-YO: oye tranquila que yo te entiendo perfectamente, todos nos tenemos que desahogar de vez en cuando.

-ANA: no tu no lo entiendes……………es que ……….yo……………tu……no se que me para, me haces sentir……bien……y me gusta, y tu eres mi primo…… y no me quieres………. y yo no ………..- casi rompía a llorar.

 

-YO: como que no te quiero, si eres el amor de mi vida, llevas 5 días volviéndome loco.

-ANA: no juegues, vale esto es importante para mi, por favor no digas nada a la familia.

 

-YO: ¿te parece que estoy jugando?- la puse una mano en la pierna- ¿si te digo una cosa, no saldar de aquí? Así estaremos igualados.

-ANA: claro.

 

-YO: me da un poco de vergüenza así que no te rías vale.- asintió seria- no tenia que ir a mear, me he ido a masturbarme, o reventaba.

-ANA: ¿que? ¿por que?

-YO: ¿como que por que? ¿Cuantas veces crees que yo me levanto con una preciosidad andaluza como tu con la………cosa, pillada entre sus piernas?

 

-ANA: pues ya llevas un par de días……- se tapo la boca, reaccione “sorprendiéndome”

-YO: no jodas, y yo sin saberlo.

-ANA: dios perdona, no es aposta – empezó a ser ella y no una bola retraída- es que, joder al principio hacia frío, tu das calor, pero te pusiste de lado, no llegaba, y me la pongo así para pegarme a ti, y no se, con la fiesta, lo que ocurrió, sentir….. eso.. ..entre mis piernas, su roce sobre mi………..me…..me…………

-YO: te excitabas.- me miro como habiendo dado en el clavo, cayo de lado sollozando- mira, a nuestra edad normal, somos jóvenes inexpertos y estas cosas pasan.

-ANA: ya pero no me han pasado a mi, y quiero que pasen, pero …………

-YO: ¿pero?

 

-ANA: hasta ahora me daba igual, casi con quien fuera, pero ahora, ahora solo pienso en ti, por eso pasa esto, no esta bien.

 

-YO: me siento muy halagado, pero somos familia………..- la deje caer, dependiendo de su repuesta.

-ANA: bueno………. en realidad………. no somos primos………… de sangre. – ¡LINEA¡ ¡ BINGO! ¡LOTERIA! ¡EL GORDO!, ¡EL NIÑO! ¡EL EUROMILLON! ¡PERRITO PILOTO PARA EL CABALLERO!

 

-YO: eso es cierto, pero aun así existen inconvenientes.

-ANA: ya ……….es una pena.- torció el gesto.

-YO: pero en realidad, estamos solos hasta las 5, y aunque como dices no somos familia, quien mejor que nosotros, si quieres podemos jugar un rato.- se le ilumino un poco la cara.

-ANA: no se, y sin nos pillan.- perfecto su preocupación no era moral ni ética, si no que la pillaran.

-YO: hombre, hay que ser muy tonto para que te pillen, ¿y somos tontos?

-ANA: no, ……….. podemos echar el pestillo, así aunque vengan no nos verán- estaba rendida- ¿a que jugamos?

-YO: pues a lo que tu quieras, no haremos anda que no estés lista, ¿de acuerdo?- asintió segura.

-ANA: he mi instituto juegan a un juego de beber, ponen las anos unos delante de otros, como haciendo palmitas y se les vendan los ojos, luego por turnos deben tocar una partes del cuerpo del otro, si la adivinan ganan y si pierden beben, y el que se emborracha pierde.

 

-YO: me parece bien, pero yo no quiero beber ahora, que tal si el que pierde, se quieta una prenda, el que quede desnudo, pierde.- perdería de todas, yo solo llevaba el pantalón y la camiseta.

-ANA: vale- aplaudió y se puso en posición en la cama delante de mi, yo hice lo mismo, pusimos nuestras palmas de las manos un contra otra y son vendamos ropa los ojos.

-YO: empieza tú , que lo conoces.

-ANA bueno yo solo lo he visto jugar, pero vale, no mires eh….- cogió mi mano y la movió un poco pro toda la zona, para marearme- ya esta, ahora mueve la mano hacia delante y toca, ¿que es?

 

Lo hice, y toque parte blanda, suave, y estrecha.

-YO: ¿un antebrazo?

-ANA: siiiiiii jo, te toca.

Me quite la venda y me asegure de que la tuviera puesta, no podía arriesgar con la zona, demasiado atrevido y podría echarse atrás, pero quería perder, la cogí la mano y la moví lo suficiente, después se la llevé a mi pecho.

-YO: ya

-ANA: que fácil, es el pecho jajaja

 

-YO: premio, te toca.

 

Mismo ritual, toque y palpe claramente un hombro, pero……

-YO: ummmmm no se, ¿la rodilla?

-ANA: jajaja no bobo es el hombro has perdido, así que prenda fuera.- cumplí rigurosamente y me quite la camiseta, estaba a 1 ronda de quedarme en pelotas delante de ella.

 

-YO: voy- la cogí la mano y lleve a mi boca, para ver como reaccionaba.

-ANA: ha esta humedo, es es….- seguía palpando y llego a introducir un dedo en mi boca- ah, ¿la nariz? – los cojones, esta loba también quería perder.

-YO: no tonta, era la boca- y aun con sus dedos en mis labios, le chupe uno con delicadeza.

 

-ANA: ahgggg que guarro- pero habia perdido, se quito la camiseta, sin movimientos eróticos, como si estuviera sola, sus pechos eran preciosos, piel levemente tostada con unos preciosos pezones oscuros.

La siguiente me daba igual, aunque me la pusiera en la cabeza y notara su pelo diría un pie, pero me jodio el invento, me puso la mano en una teta, no podía ser tan desconsiderado.

-YO: esto…….diría que es un .pecho.- y apreté un poco cerciorando, las tenia bien duras y firmes.

-ANA: siiiiii me toca.- al taparse los ojos me acomode la polla, la tenia como una piedra, me di la vuelta y la hice tocarme el culo, lo adivino, muy a mi pesar. Seguimos un rato así.

 

La genialidad llegó cuando me toco el turno, el puse la mano en al base de mi polla, sin pensármelo mucho.

-ANA: vaya, diría que es una……………… pierna.- me eche a reír, cuando se quito la prenda se río también, pero no soltó.

 

-YO: has perdido y te toca pringar.

-ANA: jo me da vergüenza

 

-YO: ¿no eres una mujer de palabra? – herí su orgullo.

-ANA: vale pero mira para otro lado.

-YO: no eso no entraba en el juego, haberlo pensado antes- y me senté cómodamente a disfrutar- venga.- no entendía su reticencia, aun le quedaban las bragas.

 

Se puso en pie rogándome que no con la mirada, remoloneando, pero yo le insistía, hasta que lo hizo, empezó con cuidado, metiendo la mano por dentro del short, fue haciendo hueco y del tirón, se los bajo.

-ANA: ya esta – reía nerviosa, era normal,¡¡¡¡¡ no levaba bragas!!! se presento ante mi una joven de 18 años de piel tostada, con una tetas firmes y bien colocadas, nada excesivas y un buen trasero, totalmente desnuda con su coño al aire, le tenia cuidado con una línea de pelo corto.

 

-YO: ¿pero como que no llevas bragas hija mía.?

-ANA: joder, no se pense que así sentiría mejor tu…….cosa, con el pijama no podía. – se medio tapaba como podía.

 

-YO: jajaja pobrecilla, bien he ganado entonces el juego, ¿no?

-ANA si, jajaja jo que mala soy.

 

-YO si, malisima – la dije con doble o triple sentido.

-ANA: ¿por que lo dices?

-YO: Ana no somos tontos, ha quedado claro, has perdido aposta, y quiero saber ¿por que?

-ANA: jo, es que…. Los que pierden jugando, tienen que besarse, y ….quiero besarte.

-YO: ¿¿todo esto por que deseas besarme?? No necesitabas desnudarte para eso, llevo 4 días deseando tenerte entre mis brazos.- Se tenso entera y me miro, atónita- como te crees que tengo esas erecciones que tu aprovechas.- me levante y camine con calma hacia ella- me las provocas tu.

 

Llegue a su altura, me miro hacia arriba, rogando que diera el paso, y lo di, la rodee con mis brazos, la pegue a mi y la bese, de forma suave y calmada.

-ANA: ummmm, que rico.

-YO: recuerda que iremos hasta donde tú quieras, ¿vale?

-ANA: si – volvió a besarme.

La atraje hacia la cama y me senté, ella se coloco entre mis piernas y se dejo caer sobre mi, quedando los dos tumbados, con ella encima mío, comenzamos a besarnos como colegiales, mis manos repasaban cada centímetro de su espalda, y ella se apoyaba contra la cama, meneaba las piernas que le quedaban colgando, y eso hacia que su parte inferior se frotara contra mi, mi erección se aplastaba contra ella. Fui implementado algunos besos básicos, y ella me fue cogiendo el ritmo, la agarre la cabeza, y comencé a meter mi lengua en su boca, de inicio no sabia que hacer pero, como buen maestro, aprendió rápido, sus pechos aplastados contra mi estaban a punto de reventar, los note duros, con los pezones erectos.

 

-YO: para por favor que no aguante más con los pantalones.- deje caer a un lado de la cama, me incorpore y me bajo los pantalones, joder la tenia hinchadisima, me di la vuelta para que pudiera admirar, se quedo asustada, llevo su mano a la boca.

-ANA: ¿pero que es………….eso.?

-YO: para empezar, deja de decir “eso”, esto es un pene, en realidad un buena polla, grande.

-ANA: joder que si es grande, es más de lo que había palpado.

-YO: peus comprueba, ven aquí,- la acerque al borde de la cama y ella mismo llevo sus manos a mi polla que la apuntaba.

 

La cogió admirando todo detalle, e inicio un sube y baja, casi por comprobar como funcionaba.

 

-ANA: es normal que la tuviera que meterla entre las piernas, es que si no casi me echas de la cama jjajja, puedo……

-YO: lo que tú quieras.- sonrío, comenzó una paja bastante torpe con una mano, yo la ayude a poner las dos manos y hacerla bien, con ritmo.

Casi no podía con ella, la comparativa de sus manos con mi polla era ridícula, me harté de la masturbación.

-YO: ahora voy yo.- la recosté sobre la cama y esta vez fui yo quien me deje caer sobre ella, con cuidado de no aplastarla, ella seguía agarrada a mi polla con una mano y yo me fui a por sus pezones, lamía su contorno, estaban realmente duros su pechos, firmes, de jóvenes que eran, fui bajando mis besos por su ombligo, que me había vuelto loco estos días, y note cierto resorte al pasar por allí, diría que era su “zona especial”. Guarde eso para mas adelante y seguí bajando, hasta llegar a su coño, besando sus muslos admire y olí aquel coño jovial, lo vi francamente mas estrecho que los vistos hasta ahora.- ¿eres virgen? Dímelo la verdad, por que así sabré como tratarte.

 

Un poco avergonzada pero llevada por la pasión lo admitió, yo inicie un forte con mi mano por su zona mas alta, la había visto meterse un dedo, no seria nada especial, seguía dando pequeños besos por toda la zona, pequeños pero lentos, la oí empezar a gemir suavemente, acelere mi mano un poco y llegue a separar sus labios vaginales, allí estaba el clítoris hinchado, lo lamí como si fuera un helado delicado, sin mucho tardar, la note revolverse sobre la cama, ya metía un poco mi dedo corazón en su vagina que rebosaba fluidos, ella me hundí la cara en su coño con las manos aveces, otras cogía una almohada y se tapaba la cara.

 

-ANA: ¡¡¡OHHH DIOSSSSSSSS SIGUEEE, NO PARESSSSSSS NO PARESSSSS NO PARESSSSSSSSS!!!!

Se corrió embadurnando mi mano de fluidos, había estallado de placer, seguí acariciando con mi mano en su entrepierna mientras volvía a subir por su cuerpo, besando cada célula de su piel, note de nuevo un respingo al pasar por su ombligo, volví a sus senos, los trabajé de nuevo hasta volver a tenerla a tono, retorciéndose bajo mi cuerpo, con mi polla golpeando en su vientre, subí por el cuello y me quede allí, aumentado el ritmo de mi mano hasta lograr una 2º corrida, los espasmos que tenia eran brutales, retorcía su espalda mientras se agarraba a las sabanas como si fuera a echar a volar.

 

-ANA; ¡¡¡¡¡DIOS BASTA NO AGAUNTO MAS!!!- cayo rendido todo su peso bajo la cama, yo me tumbe a su lado, mientras seguía besándola el cuello, bajando mi mano a su vientre y acariciándolo con suavidad.

 

Mi polla estaba para usarla de puente entre 2 acantilados, estando yo de lado y pegado a ella, mi polla descansaba encima de sus piernas.

-YO: ¿que estas bien?

No contestaba solo cogía aire, y se mordía el labio mirando mi polla palpitando en sus muslos.

-ANA: tu no te puedes quedar así.

 

-YO: ¿y que se te ocurre?- se quedo mirando un par de segundos y reacciono.

Se puso de lado, como cuando dormíamos, y la entendí, me puse detrás y levantando su pierna puse mi polla directamente frotándose contra su coño, bajo las piernas y quedo prisionera, pero ya piel con piel.

-ANA: es una sensación genial, mejor de lo que creía.

Lleve mi mano a uno de sus pechos y ella giro la cabeza, primero viendo como mi enorme polla sobresalir de su pelvis, luego buscando mis besos.

-YO: voy, puede que me acelere mucho, si quieres que pare dímelo, ¿vale?

-ANA: dale sin miedo, me encanta la sensación de tener…….eso…..tu polla……… ahí.

 

De forma calmada y sin arriesgar, lleve mi pelvis hacia atrás y embestí de forma brusca una sola vez.

-ANA: ains……. sigue.

Otro golpe de cadera, y otro , no soltaba una de sus tetas, pellizcaba el pezón con cierta rudeza, y fui aumentado el ritmo, sintiendo como abría los labios mayores, y como mi polla se abría paso entre sus piernas, empezó a sonar el ruido característico de mi pelvis chocando con su trasero, la fuera era ya bastante contundente, tuve que agarrarla del vientre ya que su pecho se me escapaba, o de cada embestida tiraba demasiado de el, si ya notaba mi polla mojada de sus fluidos, sujetarla por el ombligo la termino de sacar lo mejor, sin parar durante diez minutos bombeaba sin descanso, cogiendo ritmos fáciles de aguantar, sin parar, ella miraba abajo y veía como mi polla aparecía y desaparecía entre sus muslos, yo, recordando, no solo sujetaba, si no jugueteaba con su ombligo mientras ya solo podía besar su espalda, su cara se retorcía con el resto de su cuerpo, se tenso de nuevo y sin parar de golpearla con mi cadera note otra corrida de ella, abrió un poco las piernas pero se las cerré de golpe para continuar mis acometidas. Otra vez no sabia si la chica tenia un orgasmo tras otro o era uno continuado, solo había gemidos y respiraciones fuertes por su parte, me daba igual, después de otros 20 minutos estaba reventando semen por la polla, salió disparado a las prendas usadas como vendas en los ojos, y seguí golpeando bajando el ritmo hasta que note un ultimo charco entre las peinas de ella y mi polla, allí pare.

 

Recosté un poco a Ana para ver su rostro, estaba roja, hinchada, con la boca abierta bebiendo el aire, llevo su mano a mi cara y me atrajo a la suya, nos besamos muy lentamente, con lengua, haciendo gestos claros con la boca.

 

-YO: princesa mía, o paramos o vas a tener que hacer algo mas para saciar a mi amiga.- se sorprendió de mi comentario.

-ANA: pero por dios, ¿aun tienes ganas? yo estoy muerta, james había sentido nada así, no he parado de………echar fluidos- se llevo la mano a su intimidad totalmente manchada. Me acerque a su oído y susurrando

-YO: con una mujer como tu podría estar horas – bese su cuello de nuevo.

 

-ANA: dios y aun queda mas de una semana contigo.

-YO: en la que te voy a hacer derretir los polos, si me dejas- seguía trabajando el cuello.

-ANA: ¿dios que me vas ha hacer?- era mía.

-YO: siempre te lo he dicho, lo que tu quieras.

 

Seguimos abrazados una hora mas, besándonos a ratos con cuidado de no excitarme demasiado o no respondía de mi mismo, se acercaban las 5. así que nos vestimos, arregacemos la habitación, echamos a lavar la ropa manchada de semen y preparamos la algo de comer, durante ese tiempo no había palabras, en las idas y venidas por el pasillo de la cocina al salón, solo carantoñas, me acercaba a ella por detrás y la restregaba mi polla por su culo, buscando sus besos, o ella me empujaba contra la pared aprovechando mi manos ocupadas, y mientras con una mano me arrancaba casi el pelo con cada beso que me daba, la otra frotaba mi polla por encima de la ropa, yo aprovechaba sus manos ocupadas y su indefensión, y le ”magreaba” el culo, no había tenido oportunidad aun, atrayendo su cadera a miembro. Aquel juego estúpido casi nos cuesta un disgusto, en mitad del pasillo con ella contra la pared y yo atacándola por detrás, entro la familia, no dio el tiempo justo de colocarnos las ropa y sentarnos a comer.

 

-MADRE: ¡¡míralos aquí están!! Vaya panda de aburrido sois, ¿salís una noche y ya tenéis que descansar hasta estas horas? Al menos os habréis divertido………..

 

Nos miramos cómplices.

-ANA: si, lo hemos pasado genial.- me guiño un ojo.

 

-YO: y lo que nos queda, madre, y lo que nos queda.

CONTINUARA………

 

Relatos eróticos: “Mi don: ana-desvirgando a mi prima. promesas(8)” (POR SAULILLO)

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Sin títuloHola, este es mi 6º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos. Estos hechos son mezcla de realidad y ficción, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real. Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.

Mi nombre es Raúl, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis últimos años de Instituto, 17-18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre,  hermana mayor , mandona pero de buen corazón, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de Madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue l normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era. Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al fútbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rápido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavía no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante. Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte. Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena. Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio. Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellos, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba. Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.

Además, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme. Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención, solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón. Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría un 10 tras otro, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es información inútil que pasado el examen no volveré a necesitar.

Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a al escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningún medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escáner  y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello. Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operación, gracias a dios todo salió bien y con el apoyo de mi familia y amigos,  todo salió hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.

Después de la operación, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales. Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinación y razonamiento, y después físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no quería, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi físico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total, donde cumplí los 18. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados, se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algún celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.

Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, además de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas. Pero las situación con ella, no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital. Después toco poner en  práctica la teoría y Eli, la fisioterapeuta que me estaba ayudando con un problema en el pie, me la confirmo. Ahora era mi profesora y me enseñaba todo lo que se podría necesitar, y con unas amigas llego la magia. Después de mis 2 primeras semanas de aprendizaje y teoría, llegaba la hora del examen práctico. Ahora de mi aprendizaje,  Eli me invito a una fiesta que quiso usar de examen, y se desmadro. Un tiempo después inicie unas vacaciones tórridas con una familiar lejana.

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Ya he leído algunos comentarios, gracias por los consejos, tratare de corregir, debido a varios comentarios paso a quitar en negrita las conversaciones

Es cierto que quienes sigan la serie, es una lata, pero la 1º parte casi no cambia, con bajar un poco la rueda del ratón se soluciona, de ahí que ponga estas pequeñas anotaciones separadas del resto, Y así los que empiecen un relato sin seguir el orden, tener una idea general rápida.

Y si, es una deformidad de polla, pero tenia que ser así.

Pido disculpas por los “tochazos” que escribo, estas primeras experiencias llevan mucha información, y es importante a mí entender. Alguno más así y os prometo que los siguientes no serán tan grandes.

Aunque el genero en si sea amor filial, un tema que me gusta leer por el morbo y respeto, os indico desde ya que no hay sexo entre lazos de sangre reales, lo siento, pero en mi historia la familia es sagrada y ni mi madre, ni mi hermana,  ni una sobrina o prima entraran en escena.

Pero la historia debe continuar.

Habíamos pasado una mañana ajetreada, la sesión con Ana nos había sacado un poco de nuestras casillas, y después de comer nos quedamos con la familia, charlando y dándonos algunos regalos, ya que era Navidad. Nos dieron algún sobre con dinero, en Navidad no solíamos regalar si no en reyes., aprovechamos ese dinero y salimos un par de días, aprovechábamos cuando ellos se quedaban,  para salir y cuando ellos salían, para quedarnos en casa.

Las noches siguientes fueron un delicia, calientes, cerrábamos con pestillo y solo nos restregábamos uno contra el otro, siempre dormíamos igual, con mi polla entre sus muslos y abrazados, ya fuera de cara o en cuchara, aveces ella se movía un poco, pidiendo guerra, y yo se la daba encantando, el roce de mi miembro en su zona genital la volvió un poco loca, repase su cuerpo de arriba abajo,  y sin duda,  jugar con su ombligo la erizaba la piel, pasaba un dedo, casi sin tocar, rozando,  hacinado círculos en su vientre, a su tatuaje, cuando la tenia a tono nos masturbábamos mutuamente para acabar casi siempre con mi polla percutiendo entre sus muslos, con o sin ropa, y nos quedábamos así dormidos, siempre poniendo la alarma para despertarnos antes, pero ni hacia falta, con cualquier movimiento alguno se despertaba y se ponía caliente de nuevo. Cuando salimos, tuve la cabeza de decir que era amiga mía, y no familiar, si no mis amigos me hubieran denunciado, salíamos con ellos a tomar unas cervezas o quedábamos a jugar, pero yo pasaba de ellos, solo tenía ojos, y manos para ella y ere reciproco.

Se acercaba fin de año y quedamos para ir de compras, quería regalarla algún vestido de fiesta para la ocasión, entramos en varias tiendas,  ella elegía varios vestidos, y me hacia pases de modelos en los probadores, la cosa se nos descontrolo algo de las manos, o a mi,  cuando se agacho para quitarse un vestido, la imagen de su trasero a milímetros de mi cara era demasiado, de mala manera la empuje contra la pared de espaldas a mi, le baje las bragas, me desnude y metí mi polla entre sus nalgas, pajeando con ella, era un trozo de carne, mientras acariciaba todo lo que pillaba a mano, ella pasaba sus manos pro detrás de ella, para acariciarme la cabeza.

-ANA: para,  que nos van a ver.

-YO: me da igual, te deseo, me quedaría mi vida entera contigo, me vuelves loco.

-ANA: no podemos seguir así, con estos calentones.

-YO: solo hay una forma de apagar mi fuego, no haremos el amor si no quieres, pero si no lo hacemos no puedo evitar esta sensación de ahogo.

-ANA; no es que no quiera, es que tengo miedo.

-YO: ¿de mí?

-ANA: de ti no, de tu polla, soy virgen, y es enorme, me da pánico.

-YO: te juro que seré cuidadoso, pero si no puede ser, no podemos seguir con esto, me vas a matar, la sola visión de tu cuerpo me enloquece, ¿y me traes a ver como te cambias de ropa poniéndote vestidos? Eres cruel.- no había parado de pajearme con su trasero, y mis caricias empezaron a hacer efecto en ella, sopeso tensamente.

-ANA: esta bien …….si te portas bien, en fin de año, seré tuya.- ya tenia lo que quería, y deseaba, lo que empece como un juego o deseo era ya pura lujuria y necesidad apremiante, aquella chiquilla y su cuerpo adolescente me tenia la mente turbada.

-YO: dime lo que quieres que haga y lo haré.

-ANA: quiero que sea especial, no un calentón, que sea cariñoso y que lo deseemos los 2,  en un momento mágico.- no pedía nada la niña.

Se dio la vuelta y se agacho para pajearme y dar algún besito a mi polla, no sabía chuparla pero le gustaba la sensación y la había enseñado algunos trucos. Alguien toco a la puerta, era la dependienta preguntando por que vestido se quedaría, conteste yo,  ya que ella tenia la boca algo ocupada, pidiendo un momento. El justo para correrme, por no liarla mucho me apreté la base de la polla, como me enseño Eli, para no eyacular hacia fuera, eso me cortaba un poco el rollo, pero no podíamos dejar aquello manchado de semen o manchar los vestidos.

-ANA: anda salte o si no,  no acabamos nunca.- así lo hice, y entre varios vestidos que le fueron pasando se quedo con uno pero no me dejo verlo.

Pasaron los días y cada calentón mío no era correspondido, me alejaba y me citaba para fin de año, eso si, las noches seguían con mi polla entre sus piernas, ya dormíamos desnudos directamente. Fui preparando la noche de fin de año, tenia que ser especial, por ella, lo primero fue ir al ensayo de las campanadas el ida anterior, las campanadas en si de fin de año las haríamos en casa con la familia, debido a la acumulación de gente no nos separamos en absoluto, y me costo controlarme, pero lo pasamos bien,  salimos de fiesta después, bailamos y reímos. El día de fin de año la prepare un paseo por carruaje por un parque, debido al frío ella se pegaba a mi, pero se la veía feliz, fuimos a unos puestos feriantes y dejando un buen dinero logre algún peluche que ella cogió como un hijo. Cenamos en familia, y esperamos las campanadas, pasadas las 00:15 teníamos que ir preparándonos, nos pasarían a recoger a la 1:00 para ir a una fiesta de fin de año a la que la invite. Yo era más rápido así que me duche primero y me puse, como no,  el traje de Eric, era increíble como podía convertir a un tipo normal en un galán. Ana cogió la bolsa del vestido y un neceser y no volvió hasta pasada la 1:00, casi sin tiempo, cuando la vi aparecer mereció la pena el retraso.

Llevaba un vestido negro, ceñido, muy ceñido, elástico,  se le marcaba cada curva, con un pronunciado escote, y mas que escote, era un abismo, tenia dos tirantes por los hombros y la tela caía tapándole los pechos, pero toda la zona central hasta el ombligo era sin tela, el vestido luego bajaba un poco haciendo una minifalda que no deba de subírsele y ella de bajársela,  con toda la espalda al aire, no había sujetador ni lo necesitaba,  unos tacones altos y medias casi imperceptibles, el pelo lo seguía llevando liso, recién planchado llegándole a la cintura, mejor, me encantaba así, con un bolso de mano y  bastante mas maquillaje del que me huebra gustado o necesitaba, pero su visión era perfecta, sin cerrar la puerta ni nada me lance a sus labios y la regale un beso de 1º nivel.

-ANA: para tonto que te vas a manchar de carmín

-YO: me da igual, eres una titán entre hormigas, te deseo y te voy a hacer pasar la mejor noche de tu vida.- lo dije con los ojos inyectados de deseo y sinceridad.

Ella me beso con cariño y nos pusimos los abrigos, andaban ya llamándome los del coche, se oía el claxon desde mi casa, entre algún que otro petardo. El viaje fue divertido charlando, pero mis ojos se clavaron en la piernas de Ana, que no dejaba de bajarse el vestido, a cada movimiento se le subía, puse mi mano en su pierna para que dejara de hacerlo o  la trinchaba allí mismo, deje la mano allí y la movía con cariño subiendo y bajándola por su pantorrilla. Al llegar a la fiesta y aparcar, la ofrecí mi ayuda para salir del coche y como un caballero la ofrecí mi brazo para acompañarla. El lugar era enrome pero estaba lleno, la música era electrónica, mientras lleve los abrigos al ropero, al volver no menos de 10 tíos rodeaban a Ana, sin duda era de lo mejor del local, ella me miro y extendió su mano hacia mi pidiendo rescate, acudí en su auxilio, aparte a los moscones y la lleve a la barra, pedimos algo de beber, pero la deje claro que solo unas copas, no quería a una borracha, la quería a ella.

Nos fuimos a bailar y note como la mirada de muchos hombre se clavan en ella y su arriesgado escote, muchos de esos hombres o críos, con pareja bailando con ellos, alguna mujer también la miraba, con cara de asco o envidia,  por verse superadas por aquella adolescente Granadina, empece a lucirla, y hacerla girar para hacer rabiar al resto, pero los movimientos bruscos no ayudaban a su vestido, de vez en cuando la pegaba a mi y la cubría para que se lo bajara disimuladamente, nos besábamos  apasionadamente en las lentas y nos frotábamos en las rápidas,  pasaron las horas y no paramos de divertiremos, fuimos al baño y ella tardo mas que yo, normal la cola del baño de chicas era enorme, ya le veía esperando cruzándose de piernas, al final pudo entrar y al salir unos cuantos la acechaban, casi tengo que liarme a golpes con unos para que la dejaran llegar a mi. Con el paso de las canciones los movimientos ya no era de baile, si no de sexo, con ella dada la espalda y yo pegado a ella, con una mano en su vientre,  subíamos y bajábamos de forma lenta, ella se contoneaba con exageración y me tenia la polla como una piedra, con su refriega contra mi,  con cada subida y bajada, mi estaca la pillaba el bajo, y  su vestido se subía,  varias veces se le llego a ver las bragas, al principio se lo bajaba , pero llego un momento en que a los 2 nos daba igual, solo disfrutamos el momento. Yo andaba muy escaso de control.

-YO: o paras o no llegas a salir de la pista de baile sin ensartar.- la grite al oído debido a la música alta, ella se dio la vuelta sin separarse un solo centímetro, rodando todo su cuerpo, hasta quedar uno frente al otro, sin parar de contonearse.

-ANA: lo estoy deseando.- me agarro del cuello y bajo mi cabeza para iniciar un beso obsceno, fuera de lugar, no apto para publico, pero me dio igual, la seguiría al infierno si hiciera falta, agarre su trasero y la medio levante en volandas contra mi, no aguantaba mas.

-YO: o nos vamos ya o te follo aquí mismo, tú decides.

-ANA: vámonos.

La cogí y de la mano e inicie una estampida apartando a la gente de mi camino como un rinoceronte, cuerno duro incluido. Me metí directamente en el ropero y saque los abrigos, sin soltarla de la mano, como con miedo a que se la fueran a llevar, la ayude a ponérselo, y de lo que tardaba casi la cojo como una bolsa de patatas al hombro para salir de allí. Había reservado habitación en un hotel cerca de la fiesta, no de esos cutres de carretera, si no uno de esas cadenas especializadas, con habitaciones por franjas horarias,  comida afrodisiaca, cama, jacuzzi grande y de más tonterías que encargaras, si había que ser especial, no se podía hacer en mi cuarto con la familia cerca.

El frío de la calle me calmo un poco, lo necesitaba, tenia que tener cuidado con ella, era virgen y era impensable meterle mi enorme polla sin más. Paseando hasta llegar al hotel, comenzaron unos fuegos artificiales que nos quedamos mirando un rato, ella delante de mi y  la rodeaba con mi brazos, protegiéndola del aire y dándole mi calor.

Llegamos al hotel y me dieron habitación, todo muy discreto sin contacto directo con nadie, (esos hoteles esta diseñados para ser infiel y que no haya pruebas ni testigos.), al entrar en la habitación, ella salió disparada a reconocer toda la habitación, yo solo la miraba y disfrutaba de su felicidad.

-ANA. ¿Podemos usar todo esto?

-YO: es nuestro por unas 6 horas.

-ANA: ¿incluso el jacuzzi? – se agachó sobre el para ver como funcionaba.

-YO: claro -. Me acerque por detrás y pegando hábilmente mi cuerpo al suyo me puse a toquetear botones.- lo que no se es como funciona – le di a algo y aquello empezó a echar burbujas, ella aplaudió riendo de la emoción.

Se fijo en la mesa y vio la fondee de chocolate con fresas y de mas fruta para mojar, se lanzo a por ella, cogió un fresa y la mojo en el chocolate caliente.

-ANA: ¡¡¡¡dios que delicia!!!, siempre he querido probar esto.- y mordió con fuerza tratando de no mancharse.

Mientras ella degustaba un poco de fruta, yo busque bajo la mesa, y encontré un bolsa que había pedido, la deje en la cama y me senté disfrutando del cuerpo de Ana ladeado sobre la mesa de la comida. Pasados unos segundo ella me busco por la habitación con la mirada, me vio sentado en la cama con cara de imbécil mirando su espalda la aire y su trasero embutido en aquel vestido elástico y adivino que ya era tiempo de empezar, aun con comida en su boca, se dio la vuelto y camino hacia mi con calma y cierta torpeza erótica.

-ANA: pues sin duda, te has portado, has sido un galán y me has tratado bien,  creo que es hora…de…..ya aves……….- se puso entre mis piernas dejando mi cabeza en su cintura- …follar.

-YO: no me ha gustado usar esa palabra – la cogí por la cintura – ni quiero que lo sientas así – di un beso en su ombligo – no quiero follarte  – di otro beso mas largo en su vientre – quiero hacer el amor contigo –  metí mi cara en el escote abisal de aquella hembra, con ternura bese y juegue con la lengua en su ombligo, lleve mis manos a su trasero y la apreté contra mi, ella agarró mi cabeza por el pelo y echo la cabeza hacia atrás.

Poco a poco fui dejando caer mi  cuerpo hacia atrás,  dejando que ella se venciera conmigo, hasta quedar de nuevo encima mía, cara con cara, ella con la piernas juntas,  dios,  me encantaba esa sensación, de tener el peso de una mujer encima mía, aplastando sus pechos contra mi y pegando mi polla creciente entre sus piernas. Nos besamos como habíamos hecho en la pista de baile, se forma grosera,  con mucha lengua y saliva,  intercambiando en nuestras bocas, me sujetaba la cara con ambas manos, y yo solo acariciaba la piel de su espalda al aire, con su largo pelo cayendo sobre nuestras cabezas. Sabia a hembra, a mujer,  a carmín y a…….. chocolate, incluso note  trozos de fruta  su boca, lleve mis manos a su trasero y la apreté tanto contra mi que se abrió de peinas quedando como una amazona sobre mi, aun pecho con pecho, aguante así unos minutos, se me paso un idea por la cabeza, y tan impulsivo era que la realice, acerqué mi boca su cuello y fui besándolo hasta llegar a su iodo.

-YO: eres un bombón, y como tal, tienes que estar cubierta de chocolate.- diciendo esto ella se separo un poco y sonrío sin entenderme, la di un beso corto y la agarre de la cintura, la recosté con cuidado sobre la cama y me fui a por la fondee, la deje al lado de la cama, la coloque con el culo bien al borde de la cama, y aun tumbada, llevándose un dedo al boca de deseo, con una cuchara, saque un poco de chocolate, sople para templarlo, y lo extendí sobre uno de sus brazos, luego el otro, coloque mas en su vientre y fui subiendo un camino de chocolate por su torso, en la abertura de su vestido, pasando por su pecho, su cuello y llevándolo a su boca, dejándola chupar la cuchara con lujuria, coloque una pieza de fruta en cada final del camino, una en cada brazo, otra en su ombligo y una fresa en sus labios.

Comencé a comérmela literalmente, lamía uno de sus brazos y chupaba hasta dejara sin chocolate y entonces me comía mi premio, la fruta, luego el otro brazo, la notaba nerviosa, pero movía sus piernas con placer, cuando ataque su ombligo , lleno de cacao, soltó un gemido de placer, metí mi lengua bien dentro de el y limpie lo mejor que pude, chupando y no dejando nada, fui subiendo, con calma, disfrutando de la situación, había caído algo de cacao muy cerca de sus pechos, abrí su pronunciado escote y deje caer unas gotas de chocolate en sus pezones,  los trabaje bien, para cuando llegue a su cuello su respiración era acelerada, se había abierto de piernas y me rodeaban, sujetándome la cabeza con las mano de nuevo, notar sus dedos entre mis cabellos me hacia sentir que iba bien, Se acabó el chocolate y solo quedaba la fresa, la mordí la punta que sobresalía, y traque, amagué con morder de nuevo, pero quería que empezara a moverse ella, la pique y levanto su cabeza hasta hundir nuestros labios, con la fresa de por medio.

-YO: eres el mejor postre de mi vida.

-ANA: ummmmm calla tonto, me has puesto caliente – me beso con pasión de nuevo, ambos sabíamos a fruta y chocolate, y era delicioso-  me has puesto perdida de babas jajaj estoy pringosa, ¿y si nos vamos al jacuzzi?

Me pareció buena ida, aparte de por higiene, para empezar a quitarnos ropa, yo me desnude y me quede solo con los slips, y cuidando la temperatura del agua, me metí.

-YO: joder con las burbujas, se te meten por todos lados, jajajajaja anda ven,  princesa.

A continuación se produjo una paradoja temporal, Ana aun seguía tumbada en la cama, chupándose los dedos y terminando de tragar algo de fruta, me miraba con deseo y lujuria. Se decidió y se incorporo, pero me iba a regalar unos 10 segundos que me parecieron ser 10 años. Se quito los zapatos con los pies, metió su mano por debajo de la mini falda y saco la parte superior de sus medias, luego levanto una pierna sobre la cama, y con mucho celo de no romperlas se las fue quitando, leeeeeeentamente, luego la otra pierna, y camino hacia el jacuzzi,  por el camino subió sus manos a sus hombros y cogiendo de los tirantes los aparto de si, dejándolos caer y regalándome la visión de sus pechos, al llegar al borde de la bañera, dejo caer el resto de su vestido al suelo, llevaba una bragas negras, te tela muy fina, tanto que se noto de lejos la forma de su coño, marcado por la humedad de su interior, estaba empapada.

Alce mis brazos para ayudarla a bajar sin caerse, metió lo pies y fue bajando conmigo hasta acabar metidos enteros salvo la cabeza, era grande y hasta podías bucear.

-ANA: que sensación mas rara.

-YO: si, es cierto, voy a ver si la apago.

-ANA: no no,  déjalo así – me uso la mano en el hombro para pararme.

-YO: esta bien, vamos a limpiar ese cuerpo, que vaya ocurrencia la mía.

-ANA: me ha encantado y me has puesto al rojo vivo, por poco me corro.

-YO: pues no te digo como me he puesto yo.

-ANA: pero tu no has mojado las bragas como yo jajajaja

-YO: bueno ahora estamos en el agua,  ¿que mas da?

-ANA: pues tienes  razón –  y haciendo un movimiento bajo el agua se saco las bragas y las tiro fuera de la bañera – venga ahora tu.

Estaba medio de pie, ella se acerco andando hasta mi y me metió la mano por encima del calzoncillo, tirando hacia abajo, mi polla salto como un resorte golpeando su frente.

-YO: hostias perdona.

-ANA: jajajajajajajjajajaja  siempre eme olvida que es enorme……………jo ¿me aseguraras que no me va doler?

-YO: no puedo decirte que no te va a doler, no quiero mentirte, pero te juro que lo haré con mucho cuidado y si quieres parar,  se para, y si quieres dejarlo, se deja, pero es un trago que toda mujer ha de pasar la 1º vez.

Mis palabras parecieron convencerla y llevo sus manos a mi polla mojada por el agua, fue pajeando y dando algún besito que otro, yo me senté y deje medio cuerpo fuera del agua, ella seguía pajeando bajo el agua con sus manos y levanto su cabeza buscando mis labios, yo la correspondí con pasión, nos hundimos un poco mas en el agua, pero yo la mantenía firme con mi espalda pegada a la pared de la bañera, la levante un poco y la puse a horcajadas sobre mi con mi polla y sus manos entre medias jugando un partido diferente al nuestro, en esa poción era difícil besarse pero dejo sus pechos mojados y erectos a mi disposición, los lamí con paciencia, sin ninguna prisa, para dejarlos secos, es reiterarme pero tenia unas tetas de quinceañera, firmes, tersas, bien colocadas  y con unos pezones durisimos, ella gemía y yo no lo hacia por tener sus pechos ocupados. Ella inicio un acercamiento constante hasta dejar mi polla aplastada entre ambos cuerpos, y de ahí,  un sube y baja,  frotando su coño con todo el dorso de mi miembro, lleve mis manos a su cadera para ayudarla a subir y bajar, acelere su ritmo exponencialmente hasta que la note tensarse, se corrió y echo su cuerpo hacia atrás,  quedo casi colgando,  la sujete con una mano en la espalda, pero no dejaba de subirla y bajarla, buscando mi eyaculación, pero lo que llego fue su 2º orgasmo, grito como loca.

-ANA: ¡¡¡ NO PARES,  CABRON DE MIERDA,  NO PARES!!!!

No lo hacia pero no llegaba mi eyaculación , y dios, la necesitaba, llevaba mucho acumulado, decidí darla la vuelta, ponerla de espaldas y levantando un poco su pierna meter mi polla entre sus muslos, como cuando dormíamos, la acerque al borde del otro lado de la bañera para que se sujetara y agarrándola del vientre y de un hombro comience a bombearla por debajo del agua, notando como me abría paso por los labios de su coño y los separaba, cogía velocidad y se me escurría, lleve sus brazos atrás y los use de apoyaremos, y con cada golpe de cadera la levantaba por el agua, el ritmo era tan fuerte que ya ni le daba tiempo a bajar,  solo se mantenía en el agua flotando y yo percutía sobre ella, se corrió mas de una vez moviendo las piernas alocadamente y salpicando por todos lados,  con mis movimientos de cadera, por fin note el latigazo en los huevos y me corrí con gran gusto, regalando un par de embestidas mas sobre su trasero.

Al soltarla casi se cae a plomo hacia el fondo de la bañera, se sostuvo a duras penas andando hacia el borde para intentar salir, pero no tenia fuerzas. ”y ni acabo de empezar” pense. Salí primero y la ayude a salir, cogí unas tolallas y nos seque a los dos, mientras ella farfullaba que me odiaba por hacérselo pasar tan bien.

-ANA: eres un mamonazo, me tienes loca  con esa polla, notar como me abre el coño me enloquece, y ni siquiera me has penetrado aun  – pensaba algo – ¿Como es?

-YO: no se decírtelo, soy un tío, y no lo se –  secaba su piel desnuda con un toalla. Con al polla relajada.

-ANA: ¿y si me duele mucho?

-YO: pues paramos.- secando sus pechos se me despertó.

-ANA: pero ¿y si no quiero parar?

-YO: pues seguimos.- secando sus piernas ya la tenia dura de nuevo.

La conversación fue por esos términos mientras ella soltaba miradas de pánico a mi polla, realmente estaba asustada, pero gracias a los consejos de Eli había ido preparado. Sacando la bolsa que había encargado la enseñe 3 consoladores.

-YO: mira, es impensable que de inicio te metas mi miembro, es demasiado grande, no estas acostumbrada y eres virgen, vamos a empezar con este, es  fino y vibra, lo meteremos como un dedo que tu y yo sabemos que te entra, y lo activamos, excitamos la zona y ayudamos a relajarte, cuando estés ya bien lubricada,  lo cambiamos por este, es igual de corto  y fino al inicio, pero va aumentado su tamaño hasta la base, vamos metiendo poco a poco, y dejando que te acostumbres, que dilates y abramos tu cerrado coño despacito. Cuando estés preparada vamos con este, es un tamaño de polla normal, mas grande que los otros 2 y con estrías de forma natural, lo vamos probando hasta que estés segura y dilatada, y si estas lista y te fías de mi, probamos con la mía.¿ de acuerdo? – ella miraba atenta toda mi explicación.

-ANA: vale, me gusta, pero por favor, no me hagas daño.

-YO: te repito, no te puedo decir que no te duela un poco al principio, pero lo haré con cuidado para que no sufras mucho y así pases el mal trago lo mejor posible. Sabes lo que es el limen, ¿no?

-ANA: si, y me da un poco de apuro, se tiene que romper y dicen que se sangra y duele.

-YO: exacto, pero es algo que se ha de pasar para poder llegar a mas, tu………..¿sabes montar en bici?

-ANA: claro.

-YO: y al aprender ¿no te caíste y te hacías daño?

-ANA: claro,  como todos.

.-YO: pues esto es un poco igual, se sufre un poco al aprender, pero cuando ya sabes, es un gozada ir por la carretera con el sol a tu espalda y el viento en al cara, ¿verdad?

-ANA: jo que fácil lo haces ver todo.- di las gracias mentales a Eli de nuevo, todo aquello me lo había explicado ella.

De inicio la tumbe boca arriba y la regale una comida de coño suave, metiendo algún dedo en su coño y poniéndola a tono, cuando empezó a rezumar fluidos la avise que iba con el 1º, y espere su confirmación, una vez lograda metí el pequeño consolador poco a poco en su coño, no era mas grande que el dedo que le estaba metiendo así que no paso nada raro, la avise y lo active.

-ANA; alaaa que………..ufff……..vibra mucho………lo noto.- llevo su mano a su coño para palpar como iba el avance.

Inicie un leve mete saca que la llevo al cielo, iba haciendo un circulo buscando hacer hueco en ella, y funcionaba ya que estaba entrando sin problemas estaba muy mojada, 1º objetivo logrado. Avise del 2º consolador y espere confirmación de nuevo, dudo unos segundos o más bien cogió aire y me concedió permiso. Entro fácil,  era igual de fino que el otro al inicio, y lo deje así unos segundos para después, empujar un centímetro, note como se había tensado un poco su cuerpo y espere, cuando se relajo empuje otro mas, y misma situación, al 4º empujón.

-ANA: para para,  uffff lo noto muy dentro, no lo saques déjame……….que me acomode.- busco una postura pero no la encontraba, no era la postura lo que la incomodaba sino el consolador metido en su interior,  aun así insistía en no sacarlo,  pasados unos minutos se tranquilizo y se puso en posición de nuevo- sigue.

Empujé,  enroscando para buscar menos dificultades,  un gemido suyo  aumentaba con cada milímetro introducido,  casi la tenia toda dentro.

-YO: ya esta.

-ANA: anisssss anisssssssss….- se revolvía un poco, pero aguantaba-  puffff joder como se nota, me llena, noto como me hace tope, debe estar rozando el limen,  uff uf….- la acariciaba y buscaba relajarla, pasados unos minutos volvió entrar en si.- vale, creo que ya esta, pero déjame a mi hacer el mete saca.

Se llevo la mano al coño, cogió la base del consolador, y respirando un poco, se lo saco un poco, se noto distensión, pero volvió a ponerlo como estaba dando un respingo, repitió la operación varias veces, separadas en el tiempo, dejando acostumbrarse, forzó un poco mas de la cuenta y rozo su limen, su cara se desencajo, lo saco bastante, pero pensándolo mejor se lo volvió a meter casi entero.

-ANA: dios, cuando noto el tope me duele mucho.

-YO: pero ya lo metes y lo sacas sin problemas, si quieres vamos con el 3º- se quedo pensativa,  mientras calculó,  sacando y metiendo de nuevo el consolador en su vagina.

-ANA: vale, te dejo al mando por que seguro que voy a pedir que lo saques enseguida, es como la base de este pero todo entero, fuerza un poco.

-YO: esta bien, pero si quieres parar me lo dices.- asintió sacando el consolador de su interior.

Me coloque entre sus piernas de nuevo y moje el que quedaba en vaselina, fui metiendo milímetro a milímetro, midiendo la cara de Ana, paraba en consecuencia y cuando notaba relajación penetraba un poco mas, llegue al tope del limen y lo deje quieto, la cara de Ana era de aguante, sin ser mi polla,  era de considerable grosor y tenia gran arte dentro, incluso note como si la pelvis de ella hubiera crecido, se hubiera expandido, Eli me hablo de ello, se supone que le había abierto el coño. La deje unos minutos así, sacándolo un poco y haciendo giros para ir creando espacio.

-YO: tú me dirás, ¿lo dejamos, paramos, seguimos con el consolador o lo intentamos conmigo?

-ANA: no lo se, solo noto molestia e incomodidad, quiero avanzar pero me da miedo, no voy a ser capaz sola.

-YO: ¿te ayudo pues?

-ANA: si, SI, PERO QUIERO QUE SEAS TU, no la medra esta de plástico.

-YO: ¿estas segura? Será plástico, no es grande  pero si suficiente.

-ANA: no, por favor date prisa, no quiero que mi 1º vez sea con plástico, quiero a un hombre, te quiero a ti,  rápido, no se canto aguantare solo quiero que pare.

-YO: este bien, déjate ese dentro unos segundos- saque la vaselina y hundí  la punta de mi polla en ella, la embadurne de arriba abajo.

Saque el cuerpo de Ana al borde de la cama, boca arriba y me puse de rodillas entre sus piernas abiertas,  la altura era ideal para una penetración.

-YO: voy, dime lo que sea y paramos y lo dejamos.

-ANA: vale pero rápido, quiero que me rompas el limen ya, me duele.

Ante su insistencia embadurne también su coño y saque el consolador, se relajo un poco,  pero no la deje, metí un par de dedos mojados en vaselina, había aumentado su capacidad  y espacio, sin duda,   empape por dentro de ella, y coloque la punta de mi glande, directamente a la entrada a su vagina.

-YO: voy.

Ella aguanto la respiración e inicie el movimiento sujetando  mi polla firme, abrí sus labios mayores, y el glande entro bien, había trabajado bien previamente, me quede así unos segundos, de nuevo mirando las reacciones de Ana, estaba tensa pero preparada, aun no había llegado lo peor y lo sabia, empuje un poco mas y mi polla se bario camino, separando sus paredes vaginales.

-ANA; madre de dios, es enorme, no pares,  ufffff me noto llena, como se expande dentro de mi, dios………no pares.

Ya tenia el grande entero dentro y parte del inicio del tronco, la sensación de humedad y calor me era familiar, pero  la presión era mayor, deliciosa, me tuve que ganar cada centímetro hasta toparme con el limen, vi lagrimas en los ojos de Ana, pero callaba, la saque medio milímetro para descansar.

-YO: ya esta, estamos donde tenias el consolador- apenas la había penetrado mas allá del glande, pero notaba palpitaciones en el, como sus paredes se abrían para hacer sitio.

-ANA: uf dios, es enorme, me encanta, la noto llenarme, pero cuando rozas el limen, veo las estrellas.

-YO: tu decides, tu coño esta lo suficiente abierto para un golpe de cadera, y romperlo, será como arrancar una tirita.- dudo,  su cabeza le rogaba que no,  mientras su cuerpo, sus sensaciones,  le  pedían que si.

-ANA: hazlo rápido.

Sin dejar tiempo a la duda la agarre fuerte y embestí una sola vez, fuerte pasando un tercio de mi polla, y allí me quede. Note claramente como algo había cedido en su interior, sus uñas se clavaron en mi, la mire y tenia la cara roja, con la boca abierta con gesto de gritar pero no emanaba un sonido de sus labios. Me quede alli, sin moverme esperando que hablara, se moviera o que respirara acaso, trataba de pensar en las enseñanzas pero ya me dijo que desvirgan a una mujer siempre es difícil y diferente y que mi caso era especial. Tras unos segundos de angustia por ella, logro hablar.

-ANA: ¡¡¡dios!! Me has roto algo, lo he notado, me ha dolido, pero se esta pasando, no te muevas por favor, no te muevas……

-YO: tranquila princesa, no me moveré.

Nos quedamos no menos de 2 minutos así, quietos,   mirándonos fijamente, ella sabiendo que yo sentía una represión en mi polla y yo que poco a poco se hacia sitio en su interior.

-ANA: creo que……. ya ……puedes moverte, dios, me vas a reventar, lo noto tirante pero ya no me duele.

Fui separando mi cadera lentamente notando como se cerraba su coño a mi paso, volví a embestir una sola vez, esta vez si grito, como mi penetración,  una sola vez, fuerte y  paro en seco.

-ANA: sigue.

Repetí operación y volvió a gritar, pero ya sin esperar lo volví a hacer, una  y otra vez, cada golpe era un gemido y notaba cada centímetro de mi polla presionada, cuando salía como se cerraba el paso y cuando penetraba como se volvía abrir. Acelere lentamente, hasta el punto en que ella gemía constantemente, tomaba aire y seguía gimiendo, roja, llena, acalorada, excitada y algo dolorida, pero sin decir ni una palabra de queja. Mi ritmo llego a tal punto que ya no notaba que se cerraran sus paredes al retirarme, ni presión asfixiante al penetrar, el frote empezaba a ser fluido, y los gemidos de aguante de Ana fueron cambiando de tonalidad, aveces volvía  tensarse pero luego se relajaba.

Al mirar mi polla ya entraba casi la mitad, y ese era mi logro del ida, no podía pasarme de ese punto o la haría daño, eso si, cuando la salía veía sangre en la punta, sin duda del limen. La sujetaba las piernas, bien abiertas y estiradas, la note tensarse pero ya de placer, agarrando las sabanas y mordiéndose el puño de la mano, paso de roja presión a rojo acalorado, sus fluidos empezaron a emanar y facilitaban mis penetraciones, estallo en un grito que debieron oír en otras habitaciones.

-ANA: ¡¡¡¡DIOOOOOOOOOOOS!!!- lo siguió gritando hasta que se quedo sin aire y cayo a plomo sobre la cama, yo pare en seco mis embestidas.

-YO: ¿este bien, Ana? Respóndeme por favor, ¿ANA?- pasaron unos segundos de tensión pero se me paso cuando la oí reír, de forma lacónica, con los ojos y la boca abiertos,  como al ver un golpe fuerte de otra persona.

-ANA: madre mía, es……….es……….horrible, pasional, me siento sucia y llena pero feliz, me ……… me encanta, por dios,  nos pares sigue.

Obedecí, seguí bombeando con el mismo ritmo y profundidad controlada, al sacar mi polla aveces salía liquido de su corrida, incluso llegue a pensar que la metía algo mas de media polla, pero no quise arriesgar, su cuerpo se electrifico, yo ya no aguantaba mas de ver sus tetas rebotado y agache el cuerpo sobre ella, para lanzarme a besarlos y chuparlos, se corrió nuevamente, y esta vez no pare, seguí bombeando mientras lamía sus duros pezones, ella no sabia donde poner la manos, me las clavaba en la espalda con cada sacudida de su cuerpo, luego a mi cabeza,  luego a las sabanas,  se agarraba como si fuera a despegar y hasta se cogía la almohada se tapaba la cara la mordía para acallar sus gritos y luego me pegaba con ella en la cabeza cuando se corría y no paraba de golpearla.

-ANA: dios dios dios dios, no pares, por tu vida no pares.

No tenia intención alguna, mi truco final ya fue llevar una de mis manos a su ombligo y sujetarla desde allí, eso arranco al poco tiempo una fuente en su coño, era  un potro salvaje y me habia empapado entero, pasamos así media hora en que se corrió innumerables veces, pero sin pedir que parara, yo ya no aguantaba mas y se lo avise, me incorpore un poco.

-YO: voy a  reventar,  déjame que la saque.- Ella se incorporo cogiéndome de cuello aun empalada, con su culo en el borde de la cama haciendo de tope para que no la metiera mas polla dentro.

-ANA: y un mierda, tu te corres dentro como dios manda- y se pego a mi besándome como una loca, lamiéndome la cara incluso.

Ante su deseo y mi conocimiento de la vasectomía di un par de golpes de cadera mas y explote como nunca antes, ni con Raquel o Eli.

-YO: la hostia puta que……..pasada, dios como puede ser, que cojones, ¡¡¡¡eres una joya!!!, ¿donde has estado toda mi vida.?- lo dije bajando el ritmo pero sin parar, aunque estaba perdiendo fuelle logre una ultima corrida de ella llevando mi mano a su clítoris.

Nos tumbamos en la cama, agotados, sudando y llenos de fluidos por todas parte, con ella echada sobe mi pecho, mirando mi polla manchada de sangre, fluidos vaginales y semen, se llevo la mano  su coño y noto lo abierto que lo tenia y que lo tenia manchado igual. Nos quedamos así un rato, cogiendo aire.

-YO: bueno, ¿al final no ha sido para tanto, no?

-ANA: e¿l dolor? No, una vez que se rompió el limen, descendió hasta desaparecer, pero ¿el sexo?, el sexo ha sido mil veces mejor de lo que creía, yo como tonta creyendo que nuestros frotamientos nocturnos eran geniales, normal que estuvieras fuera de ti,  deseándolo.

-YO: eh, que los frotamientos nocturnos son geniales, pero eso no es por el sexo, es por ti.- la bese en la frente, levanto su mirada con dicha en sus ojos.

-ANA: ¿de verdad?

-YO: no te mentiré diciéndote que has sido la única, ni la mejor,  pero si que eres la 1º que se ha ganado mi corazón, no he follado contigo, he hecho el amor, justo lo que quería.

Se alzo para besarme de nuevo y se acurruco de nuevo a mi lado, como habíamos empezado, con ella echada de lado sobre mi, boca arriba, sus tetas pegadas a mi costado, ahora sin telas de por medio y mi polla morcillona libre de ropas o sabanas, rodeando su cuerpo con mi brazo y acariciando su espalda.

Ella se quiso ir a la ducha, me pidió que lo hiciera también, supuse que había acabado la fiesta por hoy, error,  me agarro del brazo y me metió en la ducha con ella, nos limpiamos mutuamente, y sobo mi polla hasta tenerla limpia y dura, yo hice lo mismo con todo su cuerpo,  hasta metí mi mano en su coño aun abierto,  para limpiar bien todos los restos. Allí le comente lo de la vasectomía, pera que no se preocupara, lejos de eso se emociono y dándose la vuelta se pego a mi sacando mi polla por su pelvis, de nuevo aquella posición, y sin pensarlo mucho la bese el hombro a modo de petición, ella inicio el moviendo con sus caderas, aprisionada entre sus muslos restregué mi polla abriendo sus labios mayores otra vez, pero pasados unos minuto, Ana llevo su mano hacia su vagina,  puso el culo mas en pompa y apretó mi glande contra su entrada, entre goles de cadera, de forma hábil, al golpear de nuevo se la metí, con algo de facilidad debo añadir, al meterla la deje quieta,  casi se cae Ana hacia delante, pero la tenia bien sujeta por las tetas.

-ANA: pufff, ahora no duele nada, solo noto………….. placer.

-YO: pues abra que aprovecharlo- y agarrándola la cintura la penetre profundamente, media polla dentro, ella se iba levantando en el aire y se quedo de puntillas, la saque y metí de golpe y repetía operación siempre dejando mi polla dentro unos segundos, cuando ya note que no había dolor ni impedimento, acelere de golpe el ritmo, como un maquina a la que le habían subido al velocidad. Empezó a gritar improperios que ni entendía, incoherentes entre si en genero y sexo, palabras sueltas, ya se había apoyado contra la pared por que a cada embestida la empujaba hacia ella, levanto una pierna como los perros al mear, la agarre por la parte posterior de de la rodilla y seguí bombeando sin parar, no tardo su primer orgasmo, sabia que en esa posición mi polla incidía directamente en su punto G, que ya había sido trabajado en las masturbaciones de días previos. Notaba como la piel que rodeaba su coño se estira y contraía según mis gestos, esta vez eyacule yo primero,  la situaron era morbo puro, y ella se sintió halagada y algo confortada de parar. Llevaba mucho trote para su 1º  y 2º vez.

Nos tuvimos que volver a duchar para salir con la sensación de limpieza que correspondía, y nos pusimos las prendas intimas,  mas que por decoro, por seguridad, no nos fiábamos el uno del otro de que si seguíamos desnudos no repitiéramos,  nos  echarnos unas horas a dormir. Nos dio igual, pasadas unas horas en que nos avisaron que nos queda 1 hora solo, la posición de cuchara me la ponía a reventar en el slip, así que me lo quite y plante mi polla en su trasero, desde sus glúteos hasta su espalda, ella se giro sorprendida.

-ANA: ¿todavía tienes ganas de mas?

-YO: es culpa tuya por ser tan preciosa.- la bese, ella correspondió, y una cosa llevo a la otra ………. termino estirada encima de mi, cara a cara besándonos y con mi polla sobresaliendo por su culo, ente sus piernas, se arrodilló cabalgándome y pajeando con una mano en su espalda  a mi amigo.

-ANA: dios eres insaciable ¿que va a pasar en tu casa?

-YO: que tendrás que prender a correrte en silencio o tendré que amordazare, por que no penso dejar de hacerte el amor.- palabras que dieron en el clavo.

Se echo para atras, y saco mi polla por delante de su pelvis, cogió el lubricante y se empapo el coño, hizo lo mismo con mi polla y fue agachándose hasta tener mi glande en su entrada, bajo fuerte y se empalo ella sola, fue un alivio notar que no se le había cerrado demasiado, cogió postura de nuevo y poniendo una mano de tope empezó a follarme, si si, ella a mi, yo alucinaba pero tire mi mano a su vientre a jugar con el, la puso a 100 y se corrió goteando sobre mi en menos de 5 minutos, me incorpore y me senté  a lo buda con ella rodeándome con las piernas, por  encima de las mías, aun ensartada media polla, y así comencé a moverla encima de mi, llevando mis manos a su trasero y magreando como un animal, ella,  con una mano en el colchón y otra en mi cuello como chancho botaba sobre  mi, sus pechos eran demasiado apetecibles como para dejarlos botar sin ser cuidados y hundí   uno de ellos en mi boca, mordisqueando el pezón, se corrió nuevamente cayendo hacia atrás, apena la pude sujetar por los riñones para seguir bombeándola, ella era un trapo en mis manos, su pelo colgaba de su cabeza hacia atrás,  lo notaba en mi pies, de vez en cuando se echaba hacia delante para besarme, y no se por que,  llego a darme una bofetada, pero siempre volvía a echar el cuerpo hacia atrás, dejando caer sus brazos a los lados mientras yo la sujetaba. Se corrió varias veces y la ultima era una fuente, demasiadas veces seguidas, me empapo las piernas pero me dio igual, seguía trabajando con mi boca sus pechos y seguía empalándola hasta que yo me corriera, casi maldije el buen entrenamiento de Eli, tuve que estar así 20 minutos hasta que me corrí dentro de ella de nuevo.

Caí rendido sobre la cama y ella sobre mi, aun encima y aun ensartada pero notando ambos como mi inflamación se desvanecía, me beso de forma cariñosa y de agradecimiento.

-YO: si no quieres que nos echen de aquí los GEOS será mejor que te quites de encima, por que como sigas así me empalmo de nuevo y no salimos de aquí en 1 hora.

-ANA: jajaja eres malo, me quedaría así siempre.

-YO joder ¿quien no?, pero tenemos que ducharnos otra vez y vestirnos, por favor,  por el bien de todos, dúchate sola,  luego voy yo.

Tardo algún segundo en hacerlo, pero lo hizo, gracias a dios, puse serenarme, salió de la ducha ya totalmente vestida y lo agradecí, me duche y recogimos para irnos, le costaba andar un poco.Eran ya las 10 de la mañana y cogimos uno de los autobuses para volver a casa, el camino me aprecio genial, mi cabeza solo pensaba en ella y su cuerpo, en como lo había disfrutado, el cariño  y la dulzura,  no solo la pasión, ella cayo rendida, dormida sobre mi. Al llegar a casa compramos uno churros, y subimos a casa a desayunar con la familia, ella se fue  a mi cuarto y se puso ropa cómoda, mas que nada para que no la abroncaran por ir tan suelta. Desayunamos y compartimos alguna de las cosas que habían pasado en la fiesta, y con gesto de cansancio nos fimos a dormir pidiendo que no nos despertaran.

Al llegar al cuarto me desvestí delante de ella, pero cuando fui al baño y volví estaba ya dormida, agotada pero con una sonrisa de oreja a oreja, me coloque detrás de ella y la abrace, ella correspondió sin abrir los ojos y nos dormimos así.

Me despertaron los ruidos en la cocina, estaban recogiendo la mesa después de comer, eran las 5 de la tarde, tenia la cara muy cerca de su pelo, lo olí, era una delicia, mi mano rodeaba su cuerpo y caía por su cintura, empece a acariciar con un dedo su vientre, hasta que se despertara, estaba en la gloria, era una mezcla de sensaciones,  amor, cariño y sensualidad, todo se juntaba en mi mente. Ella reacciono pasados unos minutos, movió su cuerpo pegándose mas a mi.

-ANA: hola amor, ¿que tal?- lo dijo sin abrir os ojos ni girarse.

-YO: siendo el hombre más feliz de la tierra ahora mismo.- rió.

-ANA: pues que suerte tienes, por que estas al lado de la mujer mas feliz el mundo, eres un cielo, me lo has hecho pasar genial, ha sido maravilloso, dulce, apasionado y casi no me dolió nada, justo como había deseado, pero mucho mejor.- llevo sus manos a la mía y jugueteaba a entrelazar lo dedos.

Nos levantamos reteniendo nuestras ganas a duras penas, al menos yo, había mucha gente en la casa y cerca de la cocina, nos levantamos al baño y comimos algo en la cocina, luego nos duchamos y salimos con la familia a pasear. A la hora de cenar ellos se volvieron pero nosotros habíamos quedado, en la casa de un amigo que se había quedado sola, cenamos y vimos algunas películas charlando en grupo, pero pegado a ella, abrazados y con gestos de cariño continuos. La gente se fue marchando y quedamos solo ella y yo, en el salón, con algunas personas desperdigadas por la casa, iba bastante normal, blusa, falda con vuelo y medias térmicas

Ella ya estaba a horcajadas sobre mi, besándonos, metiéndonos mano como podíamos entre embestidas de nuestras lenguas,  ella elevaba su cuerpo y me besaba de arriba a abajo, con mi cabeza echada hacia atrás, a mi ya me reventaba el pantalón y ella lo noto, saco mi polla por la bragueta de mi pantalón, no sin dificultados,  pero ya una vez fuera pajeaba suavemente mientras yo meta mano por debajo de la falta que llevaba, nos pusimos una manta rodeándonos, para tapar un poco aunque fuera evidente lo que ocurría. Baje las medias térmicas hasta medio muslo y metía mis dedos en su interior, con habilidad logre que se mojara rápidamente.

-ANA: sabes, ¿ayer me quede con ganas?

-YO: no creo, estabas muy agitada.

-ANA: lo estaba, pero ayer me dijiste que hicimos el amor, pero ahora quiero……..que me folles.

-YO: ¿y cual se supone que es la diferencia?

-ANA: no lo se,  por eso quiero hacerlo.- y sin mucho dudar alzo su cuerpo y coloco mi glande en su entrada, apartando la tela de sus bragas.

-YO: ten cuidado.

Fue bajando lentamente sus piernas hasta hacer presión, abrió sus labios mayores para facilitar la penetración y poco a poco note de nuevo la fuerte presión en la punta de mi polla, ella abrió la boca de dolor, pero metí mi lengua en ella para acallar posibles gritos, siguió bajando hasta notar como se iba abriendo de nuevo su interior, haciendo hueco, metió todo lo que la posición con la ropa permitía, la misma mitad que aquella mañana,  se quedo así unos segundos, dejando acostumbrarse a la física de los espacios, sin parar de besarnos y agarrándola contra mi notaba como temblaba un poco, metí mis manos por debajo de la blusa y buque sus pechos, en su espalda desabroche el sujetador y lleve mis dedos a sus pezones, agache la cabeza para levantarle la blusa y chupar uno de ellos, apretándolo con fuerza. Ella se sintió mas cómoda y empezó a subir y bajar sobre mi, acelerando algo el ritmo, y mojando mi polla con sus fluidos, que ya eran abundantes, el ritmo se acelero de nuevo, ya la sentía vibrar, y tome el control, agarre de su cintura y era yo quien la hacia subir y bajar aguantando el ritmo, su respiración era agitada y por momentos dejaba de besarme para coger aire por la boca después de haber trabajado sus pezones.

-ANA: dios, ya lo noto de nuevo, me voy a correr, umm no pares, sigue, sigue…- se movía fuertemente, queriendo caer a plomo contra mi.

Sentí de nuevo sus fluidos caer sobre mi polla y se quedo parada, clavada por la mitad de mi estaca de carne, totalmente dura.

-YO: no ha costado tanto como esta mañana.

-ANA: dios, es verdad, me estas taladrando y lo mejor es que no he sentido nada de dolor, solo presión,  noto coda centímetro de tu polla partiéndome,   me encanta.- lo dijo entre   respiraciones aceleradas.

-YO: pues no pasamos de la mitad, es mejor ir poco a poco.

-ANA: pero no tenemos tiempo, me voy en 5 días.

-YO: lo se, y no sabes cuanto lamento tu marcha.- la acaricie la cara.

-ANA: ¿y si no fuera así?

-YO: ¿que dices? ¿No irte?

-ANA: bueno, eso no, tengo que irme y acabar el instituto hasta verano, pero lo he estado pensando,  después tengo algo de dinero ahorrado para la universidad, tengo buenas notas, no se, al llegar las inscripciones,  a finales del verano,  podría pedir plaza en alguna universidad aquí.

-YO: pero esa es una decisión muy importante, no puedes tomarla por mi.

-ANA: ¿no te gustaría que estuviera contigo? – la bese con seguridad.

-YO: ahora mismo nada me haría más feliz, pero es una decisión que has de tomar de forma calmada, razonada con la familia, ¿donde vivirías? ¿Vendrías sola? No conocerías a nadie salvo yo, y somos muy jóvenes para depender uno exclusivamente de otro.

-ANA: jo, supongo que tienes razón, pero …¿ si se pudiera, me esperarais?

-YO: mientras tu estés a mi lado no deseo a nadie mas – una burda falsedad,  que demostró el tiempo,  pero que en ese momento era un sentimiento real.- pero si estas lejos no voy a decirte que esperare como un monje tu llegada.

-ANA: es verdad, seria injusto para ambos.

-YO: mira, hacemos esto, tu te marchas y sigues con tu vida, yo haré lo mismo, y si para septiembre quieres y logras venir a Madrid a estudiar, yo te prometo que te ayudare en todo lo que pueda, y si aun queremos los 2, seguir con lo nuestro, ¿de acuerdo?- sonrío de felicidad, era una decisión salomónica pero la  daba algún rayo de esperanza.

-ANA: ay primo como tu quiero, eres el mejor.- y se acerco sus labios a lo míos, dando pequeños besos por toda la boca, como agradeciendo mi solución.

No habíamos olvidado que ella seguía empalada por mi y yo seguía tieso, la medio recosté sobre el sofá y le quite las medias, subiendo la falda, sin desmontarla, la subí la blusa y ataque su ombligo, sabia que la volvía loca, y sin parar de lamer su vientre comencé a meter y sacar mi polla con calma pero sin parar, ya no era un ligero movimiento, sino sacarla casi entera y meterla hasta la mitad, no pare hasta que me corrí en ella, fueron mas de 40 minutos en los que no aumente el ritmo, solo la metía y la sacaba con calma, ella se tocaba el clítoris en ocasiones y se corrió múltiples veces, rogando que acelerara, pero no lo hice, quise que fuera así, que rogara,  para que fuera totalmente mía los últimos días con ella.

Al acabar nos fuimos al baño y nos adecentamos, al salir por la puerta alguno de los de la casa, que andaban por las habitaciones,  salió a hacerme gestos de sorna y bendición por lo que habían iodo, era una casa grande pero hubo cosas que tuvieron que oír.

Los siguientes días pasaron fugaces, entre “achuchones y magreos”, nos inventábamos cualquier excusa para salir de casa y follar en cualquier parte, o cualquier motivo para quedarnos en casa cuando todos salían, y follar  en casa, mas que nada por los gritos de ambos, sobretodo de ella, cuando se corría múltiples veces no había forma de hacerla callar. Cuando no se podía ninguna de ambas nos encerrábamos en mi cuarto y practicábamos el sexo oral, ella siendo novata se fue con un master class, la enseñe trucos con la legua sobre el glande, que me habían enseñado a mi, y que volverían loco a cualquier hombre, también me asegure de no haber perdido mi toque, no se por que pero las comidas de coño se me daban genial, o al menos eso había demostrado mi experiencia con mujeres de todo tipo. Llegue a juguetear con mis dedos en su ano, pero ni de lejos estaba  preparada para sexo anal, bastante habíamos avanzado ya, mi polla ya no era un misterio los días previos a su marcha, se la metía sin demasiada dificultad, pero siempre hasta la mitad, no me atrevía a mas, pese a que alguna vez  me lo pidió, casi, mas por miedo a que le doliera a ella, tenia miedo a confirmar si se podía o no,  y que aquella chiquilla se sintiera mal por ello o que me atara a una mujer que no me cubría entero. Pasábamos de media polla, el ultimo ida, poco, pero algo mas, ella se iba abriendo y su pelvis ensanchando con cada sesión de sexo, aveces eran dulces, mágicas e inocentes, otras era pasionales, una arrancada de excitación, probamos algunas cosas como las cubanas o posiciones algo mas complejas pero la realidad es que embestir su coño por detrás era lo que sacaba lo mejor de los 2, ella se dejaba hacer a mi ritmo,  que aveces eran demasiado elevado,  y me dejaba las manos libres para jugar con sus ternas tetas o su vientre.

Tristemente llego el día de reyes, su ultimo día,   nos dimos unos regalos entre todos, ella me dio un sobre cerrado que no me dejo abrir hasta su marcha, yo la regale una fondee y sobres de chocolate. Reímos como idiotas ante la sorpresa de los presentes, sin entender el por que. Nos despedimos con un paseo por el parque antes de que se fuera, pese al frío pegaba un sol radiante, y nos despedimos deseándonos un pronto reencuentro, cogidos de la mano y besándonos como enamorados. Recogieron sus cosas y se marcharon, reconozco que me molesto un poco su marcha pero la promesa de volverla a ver pronto, y que hasta entonces tenia barra libre, me alegro el día, y pensaba pasármelo muy bien hasta su vuelta.

-MADRE: pues mira lo que me han dicho, que la niña anda muy pesada,    dice su abuela que se ha puesto a decir que ahora quiere venirse a Madrid a la universidad, que le encanta estar aquí con nosotros.

-YO: ¿eso ha dicho?

-MADRE: si, no se que la habrás hecho pero dice su abuela que esta contenta contigo, y con la ciudad, que no la había visto así de abierta y extrovertida nunca.

-YO: pues no se, supongo que le he dado justo lo que necesitaba.- abrí el sobre, y había una pequeña anotación.

ANA: ”Se que no tomabas somníferos.

 Hasta pronto”

Sonreí.

CONTINUARA…….

 

 

Relato erótico: “Mi don: marina – el instituto 1/3 (9)” (POR SAULILLO77)

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Sin títuloHola, este es mi 6º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos. Estos hechos son mezcla de realidad y ficción, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real. Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.

Mi nombre es Raúl, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis últimos años de Instituto, 17-18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre,  hermana mayor , mandona pero de buen corazón, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de Madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue l normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era. Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al fútbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rápido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavía no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante. Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte. Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena. Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio. Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellos, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba. Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.

Además, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme. Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención, solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón. Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría un 10 tras otro, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es información inútil que pasado el examen no volveré a necesitar.

Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a al escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningún medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escáner  y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello. Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operación, gracias a dios todo salió bien y con el apoyo de mi familia y amigos,  todo salió hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.

Después de la operación, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales. Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinación y razonamiento, y después físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no quería, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi físico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total, donde cumplí los 18. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados, se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algún celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.

Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, además de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas. Pero las situación con ella, no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital. Después toco poner en  práctica la teoría y Eli, la fisioterapeuta que me estaba ayudando con un problema en el pie, me la confirmo. Ahora era mi profesora y me enseñaba todo lo que se podría necesitar, y con unas amigas llego la magia. Después de mis 2 primeras semanas de aprendizaje y teoría, llegaba la hora del examen práctico. Ahora de mi aprendizaje,  Eli me invito a una fiesta que quiso usar de examen, y se desmadro. Un tiempo después inicie unas vacaciones tórridas con una familiar lejana, acabe desvirgando y abriéndola al mundo del sexo, teniendo que marcharse pero con planes de reencuentro.

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Ya he leído algunos comentarios, gracias por los consejos, tratare de corregir, debido a varios comentarios paso a quitar en negrita las conversaciones

Es cierto que quienes sigan la serie, es una lata, pero la 1º parte casi no cambia, con bajar un poco la rueda del ratón se soluciona, de ahí que ponga estas pequeñas anotaciones separadas del resto, Y así los que empiecen un relato sin seguir el orden, tengan una idea general rápida.

Y si, es una deformidad de polla, pero tenia que ser así.

Pido disculpas por los “tochazos” que escribo, estas primeras experiencias llevan mucha información, y es importante a mí entender. Alguno más así y os prometo que los siguientes no serán tan grandes.

Inicio una serie de relatos que detallan los últimos 5 meses de instituto, debido a la cantidad de información y a que muchas de las relaciones relatadas se sobreponen unas con otras en el tiempo, y pueden cambiar de género, los divido, con aclaraciones previas de su contenido.

Aquí inicio el relato donde explico algunas de las reacciones con otras alumnas del instituto.

Pasaron los días y toco volver al instituto, las primeras semanas las pase lacónico y mustio, la vuelta de Ana a su casa y el fin de nuestras sesiones de sexo  me tenían triste, no era por el sexo, si no por la sensación de tener una mujer a tu lado, que te desea tanto como tu a ella y que te reconforta, que calmaba  la fiera que llevaba dentro, y no me refiero a mi pene. Mis notas en el curso eran algo pobres, nunca fui un “listillo” pero siempre sacaba notas fáciles, 6-7 sin demasiado estudiar, la media la sacaba seguro, pero mis padres me dieron un toque, ya no colaba la historia del pobre crío operado, ya estaba mas cerca de los 19 que de los 18 y de la operación, “tenia que prestar mas atención en el instituto”, y a fe que lo hice, esas palabras retumbaron en mi cabeza unos días, ¿Qué me pasaba?, era un chico joven de 18 años, moreno,  de 1,90, de espaldas grandes y fuertes, apuesto, de unos 85 kilos,  con cierta tonificación, sin llegar a marcar músculo, había tenido sexo con penetración con 3 mujeres diferentes, repetidas veces con cada una, había echo de casi todo en el sexo sin penetración con otras 4 diferentes,  alguna de esas ex actriz porno, entrenado y con cierta experiencia, con una polla enorme y  una legión de colegialas adolescentes con las hormonas alteradas ante mi.

Según pasaron los días, la sensación de que estaba perdiendo el tiempo,  crecía en mi interior, llegue a quedar con Eli, que le iba de cine con su forma de llevar el gym,  deseando sexo con ella,  pero no me dejo,  me incito a lanzarme a por las del instituto. Todo indicaba una sola dirección, y fui a por ello convencido de que era lo que se tenía que hacer.

Os diré que durante los siguientes 5 meses folle no menos de 40 veces,  con mas de 12 alumnas distintas,  os sorprendería el numero tan corto de alumnas que ya no eran vírgenes a esas alturas, a mi me sorprendió al menos, me costo encontrar alguna y siempre de escalas menores en las clases sociales de los institutos,  siempre de ultimo curso y mayores de edad, por mi y las palabra de Eli, se me insinuaron igual chicas de 17, de 16 y me choco profundamente una de 15 que afirmaba no ser virgen ya y que quería guerra, las ignore a todas.

Sin contar las que lo intentaron y no se pudo por que literalmente no les entraba mi pene,  pero si sexo oral o masturbaciones mutuas,  otras salían corriendo al verme desnudo y la polla colgando, una incluso salió corriendo solo con sentarse encima de mi con la ropa puesta aun, el rumor de mi polla corría como la pólvora y note como, pasadas unas semanas desde que empece, las chicas que no conocía no me miraban a la cara, si no a la entrepierna directamente, y las que si me conocían cambiaron su actitud hacia mi diametralmente, se salvaron algunas de las mejores y mas morbosas por estar ya con novio y ser amigos míos, y lo digo así por que mas de 3 de ese tipo se me insinuaron claramente, y no digo insinuar si no cogerme la polla y arrastrarme al baño, pero me negué en casi todos los casos, en otros la chica o situación era demasiado excitante y el amigo no era tan cercano. Los compañeros no ayudaban,  pase, de ser el gordo y toda la enciclopedia de insultos y bromas que lleva detrás, a ser el trípode, el tres piernas o el hombre del bastón, al principio me molestaban sus comentarios, pero me di cuenta que lejos de avergonzarme a mi, (que estaba acostumbrado a usar el humor como mecanismo de defensa ante esos ataques cuando estaba gordo, y una gran polla no seria problema) o  a la chicas, esas palabras me fijaban como objetivo, era un reto para ellas, en el 60% de los polvos que eche, solo tenia que bajarme el pantalón, y otros con usar una trampa sencilla de presumir y hacerlas caer en el “no te creo”. Echaba de menos mucho los juegos y la conquista, buscaba un reto,  pero realmente no lo encontré en esas alumnas.

Como es demasiada información, y repetitiva en algunos casos, paso a relatar las 3 alumnas que merecen la pena ser contadas.

La historia debe continuar.

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1º La primera, Marina Fernández.

Si habéis seguido los relatos previos, Marina fue la 1º chica con la que salí, la menciono un poco de pasada, pero en realidad fue mi 1º amor, desde el colegio me había quedado enamorado de ella, era una de las pocas que me trataba bien y no con asco por mi aspecto orondo, fue la mujer que vio a través de toda aquella grasa y vio a un buen chico, y me dio la oportunidad de salir con ella un par de veces, la única que me concedió ese honor, y como tal quise que fuera la del pistoletazo de salida, quería regalarle eso al menos, se lo había merecido.

El problema era que cuando salimos un par de veces,  ella era la empollona de clase, una dulzura de niña, una muñequilla rubia,  de ojos azules, con cara de ángel, aun sin desarrollar su físico debido a nuestra edad, pero me parecía lo mas bello del mundo por entonces, para mi era como la historia de la bella y la bestia, la había protegido en el colegio de los que querían meterse con ella, pero las citas no fueron bien, aparte de tirarle una copa entera encima por ponerme nervioso en la 1º, en la 2º no acerté con el plan o algo,  se debió de aburir tanto que me dio las gracias pero me pidió,  amablemente,  que lo dejáramos allí, dándome un beso en la mejilla.

Aquel diamante en bruto se había convertido en una mujer de bandera, sus pechos habían crecido de manera veloz y sus curvas eran claras, pero disimuladas por su forma de vestir,  siempre elegante y poco provocadora, tenia una madre muy estricta en ese aspecto, que la había educado para ser una señorita, ¿sabéis?, de esas que para coger algo del suelo se agachan doblando las piernas y las rodillas, no poniendo el culo en pompa enseñando medio tanga. Su media melena rubia y su forma de moverse y colocárselo todo sobre un hombro, de forma elegante,  me habían tenido embobado durante cursos enteros, le pusieron unas gafas para leer de cerca, pero eso en vez de empeorarla le daba un rollo secretaria que ponía  100  a mas de uno, y su clase no paso desapercibida,  salió con chicos y aunque sus medias de 10 bajaron algo seguía siendo de las mejores de clase. Se echo un novio que le duro varios cursos, y tuvo sexo con el, el tipo era un bocazas y un imbécil y lo fue diciendo,   al inicio del ultimo curso le echaron por mala conducta y ella le dejo por ir divulgando sus relaciones sexuales, me entere en el hospital y me pareció genial, era un capullo.

Era mi oportunidad, estaba en mi clase y  fue de las chicas que mas se había preocupado por mi por la operación, y mas se había acercado desde mi vuelta, sin que se supiera aun de mi fama, y sin ver en sus ojos azules mas que cariño y ternura. No sabia como atacarla, no quería que fuera un acto mecanizado, si no un regalo, pase días ideando como lograr su atención y llegar a un punto en que ella volviera a aceptar salir conmigo de nuevo. Por suerte nos toco hacer un trabajo de Grecia en grupos de 2, no tanta ya que a mi me toco con un pesado que iba de anti-sistema pero con consolas y móviles de ultima generación con el dinero de sus padres, a ella le toco con otro chico, maniobre con la profesora para indicarla que erramos una mala pareja ya que los 2 éramos muy vagos, que si me pusiera con alguien mas listo rendiría mejor, supongo que por mi fama de la opresión y pena,  cedió y me puso con Marina, mas adelante os contare como se lo agradecí a esa profesora.

-YO: bueno parece que nos volvemos a encontrar, jejeje

-MARINA: menos mal, estaba harta de ese crío que me habían puesto, no hacia mas que tirarme los trastos.- vale, esto no iba a ser sencillo.

Temiendo cualquier represalia por su alerta, solo hablamos del trabajo, y como os decía, no soy tonto, si me pongo entiendo perfectamente y la historia antigua me encanta, atendiendo a sus directrices aportaba idas, ella era lista pero le faltaba creatividad, yo le daba ese plus a la hora de cómo presentar determinado tema, o que cosas eran las mas normales y que otras podíamos trabajar mejor para salirnos del trabajo convencional. La charla fue animada, se sentía cómoda conmigo, eso nunca había cambiado, y de vez en cuando aprovechaba para rozar la piel de su mano con cualquier excusa, como centrar su mirada a una pareja que estaba haciendo el tonto, o gastarla alguna broma, nada pecaminoso. Termino la clase y casi habíamos encuadrado la idea general de lo que queríamos presentar y como, me dio su nuevo teléfono ya que lo había cambiado, para estar en contacto por si se nos ocurría algo nuevo para el trabajo.

YO: perfecto, ¿así que borro el viejo número?

-MARINA: si….,   ese bórralo, ya no sirve para nada.

-YO: ¿y por que el cambio?- agacho algo la mirada, le incomodaba el tema, reaccione – seguro que te ha llamado alguna pesada de esas de venta telefónica ofreciéndote el oro y el moro si cambiabas de compañía, y has picado ¿no?- la di una salida.

-MARINA: si,… eso, es que me encantaba este modelo y me lo dejaban bien de precio jajajaja, oye ha sido un placer verte y hablar contigo de nuevo, nos vemos mañana y tráete los apuntes de lo que saques para así empezar el trabajo.- se levanto y paso por detrás de mi, se agacho y me dio un beso en al mejilla, aquel gesto tonto e inocente que había repetido en muchas de nuestros encuentros, me parecía lo mejor del mundo, no solo pro que antaño era lo mas erótico en mi vida, si no por que note que salvo a sus novios, no lo hacia con nadie mas.

Trabaje en casa como un vendedor a final de mes, buscaba y recopilaba la información necesaria que ella me había asignado y a la vez trataba de usar todo aquello para insinuarla que era un varón apto, y colarme  en su mente. Se me pasaron ideas rocambolescas, como hacer la presentación semi  desnudos o como las estatuas de la antigua Grecia, pero era demasiado para ella, aunque no para mi y mi desvergüenza,  quizá vestidos con túnicas, si,  aquello podía funcionar. Al día siguiente la presente toda la información, había mas que de sobra para el trabajo, y mientras lo organizábamos le ofrecí mi idea, le encanto, le parecía atrevido y que nadie mas lo haría, y eso subiría nota, quedamos en que cada cual se haría su ropa, siguiendo unas especificaciones para ir iguales en color y forma, yo iría de senador, para explicar la política de la época y ella de oráculo, hablando de la religión y los mitos, todo como si fuéramos de la antigua Grecia y nos hubieran transportado allí para contarles lo que hacíamos de 1º mano. La idea le pareció tan bien que no paraba de sonreír imaginándoselo, sin duda sacaría un 10 y era gracias a mí. Con el trabajo ya casi acabado, ya solo nos quedaba trabajar la presentación, enlazar los diálogos y que quedara bien. No nos daba tiempo en clase así que  quedamos en el descanso, era una hora y pedimos la sala de actuaciones.

Llevamos el trabajo y lo pulimos, nos organizamos para contar la historia, seria como una charla, o una discusión mas energética en algunas fases,  entre política y religión de un determinado año que elegimos de forma meditada,  para no dejarnos a nadie importante fuera del marco temporal,  usando a filósofos y teólogos de la época hablando de ellos en presente si estaban vivos o pasado,  si no,  rebatiendo los argumentos de ambos con ataques a sus famosas debilidades, nos quedo muy bien el dialogo y lo representamos, íbamos añadiendo partes con cosas que se nos ocurrían de lo estudiado y cogí unas mantas del trastero para movernos como si fueran túnicas. Nos lo pasamos genial y en nuestras cabezas se quedo la idea de que el 10 no se nos escapaba.

Al acabar nos aplaudimos y de forma inconsciente me llego a abrazar,  la gracia de la situación y la sensación de trabajo bien hecho eran evidentes en ella, pero yo me descoloque, de repente entre en conciencia de su cuerpo pegado al mío, de sus tetas contra mi pecho y de mi cabeza al lado de la suya, oliendo el pelo, mi abrazo paso de jovial a querer retenerla contra mi, ella lo entendió como mas diversión y se alzo doblando  las rodillas hacia atrás, colgando de mi, la sensación me encantaba pero no podio dar el paso aun, así que la baje con cuidado de no hacerla daño y al poner lo pies en el suelo, me beso de nuevo en la mejilla.

-MARINA: estoy segura del 10, no puede haber nada emerjo preparado, no se como se te ocurren estas cosas, siempre has logrado hacerme reír jajajjaja

-YO: un don que tengo, se hacer el  tonto.

-MARINA: pero no lo eres – ladeo la cabeza, ¿empezaba a mirarme con otros ojos?- solo me molesta dejar un poco de lado los JJOO, los mencionamos muy de pasada, al final deberíamos dedicarle algún comentario.- era cierto, decidimos hacer coincidir con unos de JJOO añadiendo algún comentario sutil durante las charlas.

-YO: sigue quedando muy liviano, al final hay que hacer algo………

-MARINA: ¿el que?

-YO: tu déjame a mi, algo se me ocurrirá.- puso cara de confiar en mi, no obstante la idea de esa presentación era mía y el encantaba.

Maquine en mi casa,  mientras,  con mi madre,  ideábamos la túnica, ya os dije que fue costurera, no le costo demasiado hacerse a un idea viendo unas fotos por internet, mientras ella terminaba de arreglar un par de sabanas blancas y azules, yo me encerré en mi cuarto y me dispuse a idear algo al final de la presentación, algo tenia que sacar de mi fabrica de ideas, pense en  los JJOO de nuevo, podía hacer algún tipo de ejercicio, pero correr era difícil y quedaría fatal en la clase, lanzamiento de peso podía romper algo, y de repente repase en mi mente, una imagen se clavo en mi cerebro, ya lo tenia y aparte de ser un genial final, podía llevarme a mi objetivo con Marina. Metí mano en el cajón de los calzoncillos y busque mi viejo bote de acuarelas. Cuando acabe le mande un mensaje

YO: “lo tengo,  el final, va a ser la leche.”

MARINA: “¿si? ¡¡¡¡ Que bien!!! ¿que es?”

YO:”mañana lo veras, no te preocupes, lo tengo todo controlado. 😉

Fui al instituto con un hormigueo en el estomago, era un gran día, y no solo era la presentación o el trabajo, era el final ese final, y era ella. Al llegar a clase me acerque y charlamos sobre temas finales, ambos con unas bolsas cerca, con las túnicas preparadas. Se dieron las horas y a cada clase nos poníamos mas nerviosos, en el descanso no nos separamos, sin parar de repetir el dialogo, tenia que quedar a fuego en la mente, ella metió palabras clave, para que si alguno se quedaba pillado el otro entrara con ellas para recordarle el guión al otro, joder era lista de cojones, y guapa,  ¿que coño habría visto esa mujer en mi hacia uno años? .Al terminar me separe de ella y busque a un buen amigo mío que estaba en nuestra clase, le comente algo, importante y volví con ella.

-MARINA: ¿que pasa?

-YO: nada, que me va a echar una mano con el final.

-MARINA: ¿y me lo vas a decir?

-YO: jajajja no, es sorpresa y tiene que ser así.- esta vez fui yo quien la bese en su mejilla, y me aleje correteando como un crío tonto.

Pasaron las clase y llego la ultima hora, la hora de la verdad, fueron pasando los trabajos y ninguno nos llegaba a la suela del zapato, todo presentaciones en que 1 del grupo leía en voz alta un retahíla de datos mientras el resto señalaba en las cartulinas, muy soso, alguno se había traído una sabana vieja y se la ponía por encima de la ropa. Pedimos ser lo últimos para así darnos tiempo a ir a cambiarnos, cogimos las bolsas y nos fuimos a nuestros respectivos baños, no tarde nada en vestirme y salir, ella tardo un poco mas y me dio pánico que se nos pasara el turno final, así que fui a la clase, espere que los que estaban exponiendo acabaran y entre, la carcajada fue sonora, burlas y sornas de todo tipo,  algún silbido  y comentario de mis amigos, la sabana blanca era bastante grande, me tapaba un hombro y de mi pecho hasta mis rodillas, cuide llevar unas sandalias  viejas, para hacer el efecto creíble, la sabana azul me rodeaba el otro hombro, mas pequeña y cosida a la banca, me colgaba para poder rodear mi brazo, tal y como habíamos visto en las fotos, mi madre se había salido del mapa, no se podía mejorar, o eso creía, era nuestro turno y ella aun no aparecía, así que me marque un arranque improvisado “quejándome de lo amargo de la tardanza de las mujeres y de que Aristóteles ya me había comentado el otro día que la mujeres del oráculo siempre tardaban tanto”, tenia imaginación y “sinvergonzoneria” de sobra para eso y mas, la gente se reía sin saber del todo si estaba preparado o no. Se bario la puerta y por el rabillo del ojo atisbe una túnica, debía ser ella, así que solté una presentación  leve para meterla en el papel, quería dejar espacio y tiempo para que las bromas y sornas de mis compañeros no afectaran al ritmo, pero me sorprendí a mi mismo parloteando solo, cuando me di la vuelta adivine por que.

Bien, no se si conoces el termino belleza clásica, es el que se usa para definir un objeto o persona que entra en los cánones perfectos de belleza estipulados, la mujer que tenia delante lo era, había cerrado la boca a todos los presentes con su belleza, incluido yo, llevaba un peinado estudiado al milímetro, con ondas y broches pequeños  que pegaban su cabello a la cabeza pero dejando caer unos mechones por los lados de su cara, iba con la cara lavada, y aun así su aspecto  era impecable, esculpida de manos de Miguel ángel, sus ojos azules eran imponentes, y la forma de su cuello era la perfección, llevaba un vestido blanco nuclear, nada obsceno y algo abultado, con un ligero escote, sin llegar a percibir su sostén,  amplias mangas  en los hombros, y largo, le caía hasta los pies,  llevaba una sabana blanca en uno de sus brazos y su cintura estaba rodeada de una cinta roja, con una cadena dorada que la rodeaba por varias partes del vestido. Si mi madre se había salido ¿la suya había contratado a un equipo de vestuario entero y estarían encerrados en el baño?

No reaccione,  estaba paralizado, fue ella la que se metió en el papel, disculpándose ante los presentes pero que había tenido unas revelaciones de Atenea, y no se podía hacer esperar a la mujer de Zeus. Yo seguía atónito, ella reacciono de nuevo metiendo la 1º palabra de control en una frase sobre lo lento que era siempre todo en la política con gente como yo.

Entre  en mi de golpe, recordé el ensayo y  arranque con alguna mención al cuidado que deben tener las mortales si no quieren generar envidias en el lado femenino del Olimpo. Ella la cazo al bueno, como algún otro de la sala que comento alguna grosería siendo callado por al profesora, iniciamos el dialogo ensayado, todo fue perfecto, incluso en las zonas donde debíamos enfadarnos, nos enfadamos, nos habíamos metido en el papel, había química entre nosotros.

Ibamos a terminar ya, la clase aplaudía por partes, cada vez que nos tirábamos alguna puya, como planeamos, ella lanzaba la ultima, y llegaba el final, era mi momento.

-YO: pues sepa usted, oráculo inservible, que si no fuera por los políticos y nuestra capacidad de razonamiento, no se podría llegar a disfrutar de la belleza  y el jolgorio de lo JJOO, ya que paramos las guerras cada 4 años para su realización, es mas, ¿le comento una cosa? – se quedo pillada, eso estaba fuera del guión, pero era lista.

-MARINA: pues díganos, oh gran senador, que inicia esas guerras que luego para, con intenciones de su disputa, que ha de comentar.

-YO: que yo participare en los  JJOO que están por llegar, y no adivinaría usted, con todo su poder de oráculo,  cual es mi especialidad.

-MARINA:    la supongo, pero no creo que beber vino y comer uvas sea deporte.

-YO no mi señora, ¡¡¡¡yo hago lucha!!! – diciendo esto me arranque las túnicas de encima, ella se quedo roja riéndose y el resto de la clase rompió en aplausos, profesora incluida.

Estaba solo con unos calzoncillos largos que me quedaban sueltos, bien me asegure debajo con unos slip de los mas ajustados para que no se notara mucho mi polla,  los había pintado de color carne, y en la zona de la ingle una hoja de planta, tal y como eran representados los luchadores en la época, pese a que iban desnudos y embadurnados en aceite para evitar agarres.

-YO: ¿existe aquí algún osado que quiera enfrentarse a mi por las corona de laurel?- mi amigo con el que hable en el descanso, con el que había hablado,  salto.

-AMIGO 1: yo mismo.

Nos lanzamos uno contra el otro, haciendo gestos de agarres y posturas de lucha grecorromanas, el lo había practicado de crío,  y se lo pedí. Me rendí ante una de sus llaves clamando mi derrota y felicitando a aquel hijo de Hercúles, la clase rompió entre aplausos,  vítores y sorna, con la profesora felicitándonos. Fuimos a nuestro sitio y la profesora fue llamando por orden de presentación dando sus notas y conclusiones, Marina me miraba riendo y yo no podía apartar mi mirada de sus ojos, eran preciosos. Ya había pasado la hora así que según acaban de ser examinados la gente iba saliendo hasta que al final nos quedamos solos. Nos pusimos al lado de la mesa de la profesora, yo aun medio desnudo con las sabanas medio tapándome pero sin ponérmelas.

-PROFESORA: sin palabras, ni rodeos, un 10, y por que no puedo poner mas – Marina salto dando palmadas de felicidad – no solo el trabajo,  que es perfecto y se nota la mano de Marina, si no la presentación,  la idea de las discusiones y como meter información en ellas, un placer  haberlo visto , ¿Cómo se os ha ocurrido?.

-MARINA: en realidad la presentación has sido cosa de Raúl, yo solo he organizado la información, no hay nadie que se le ocurriera algo así, y menos hacerlo- me puso la mano en el hombro, no podía dejar de mirarla, me preguntaba que coño habría visto en mi antes para poder reproducirlo, y en ese momento lo vi, se abrió una ventana en mi cabeza.

Ella era una chica rígida, estricta, educada en la rectitud y las formas, donde no había sitio para la improvisación,  la diversión absurda, el llevar las situaciones a momentos incómodos para sacar una sonrisa, atrevido,  justo todo lo que era yo. Le atraía esa sensación de no estar haciendo lo correcto, o de salirse del plan establecido.

-YO: no seas modesta, has trabajado como una campeona, yo solo he hecho el tonto, que es lo que mejor se hacer.- la di un toque con el codo.

-PROFESORA: pues me alegro de que lo hicierais juntos, lo habéis hecho de cine y os va a repercutir positivamente en al nota de final de curso.- Marina se abrazo a mi de alegría.

Recogimos y nos fuimos a los baños a cambiarnos, el instituto ya estaba vacío, me pare antes de separarnos y lance el anzuelo.

-YO: oye, estoy de subidon por lo bien que nos ha salido, déjame que te invite a tomar algo ahora y así charlamos – vi duda en su mirada, sopesaba si estaba bien o mal y no podía dejar que lo hiciera- venga por lo viejos tiempos.

-MARINA: esta bien,  pero vístete que vas a pillar una pulmonía.- y se lanzo a darme otro beso en la mejilla.

Cuando se dio la vuelta y se metió en el baño, y vi su cintura contoneándose debajo del vestido, dando saltos de traviesa,  joder, como había cambiado aquella empollona, di saltos de alegría cuando ya no me veía y me cambie a la velocidad del rayo, cuando salí todavía no lo había hecho ella y pasados unos minutos temí una espantada dejándome plantado, llame a al puerta.

-MARINA: ¿si?….

-YO: ah nada, solo quería saber si estabas ahí, ¿todo bien?

-MARINA: si,……bueno,  espera- la oía moverse- no, no va bien,  esto no sale, anda entra y échame una mano.

Lo hice según terminaron sus palabras, y medio mirando de reojo deseando encontrar su cuerpo medio desnudo, pero nada mas lejos, seguía igual llevándose las manos a la espalda.

-MARINA: anda, échame una mano, que se ha quedado pillado un imperdible con mi…..sujetador, y no llego.- me acerque a ella y era cierto, joder, esperaba alguna excusa.

Note que se le había clavado de mala manera el imperdible y por miedo a dañarla al sacarlo, tire y doble del sujetador, pidiéndola disculpas, para sacarlo limpio, cuando lo saque, el vestido se abrió por detrás lo suficiente para ver su espalda y su sujetado, incluso uno de los hombros del vestido cayo por su brazo, pero era lista, y ya se había asegurado apretando el vestido contra su pecho, para que no cayera.

-YO: uyyy, perdona, ya me salgo.- ande despacio esperando una interrupción.

-MARINA: bueno, ya quédate aquí no vaya a ser que necesite mas ayuda, siéntete aquí y me cambio dentro de uno de los baños.

Asentí, y vi como se metía en uno de ellos, mientras ella charlaba de algo que ni me importa recordar, veía la parte baja de sus piernas moverse, y luego su vestido caer al suelo, para luego colgarlo del marco de la puerta, y ver sus sombras mientras se vestía, aquella puerta en mi mente tenia una diana de 1 metro, tenia a un diablillo a un lado de la oreja rogándome que echara la puerta abajo, y un angelito al otro lado dándole la razón  e insultándome por no hacerlo. Resistí, más que por miedo al rechazo, por miedo a que me diera igual y no controlarme. Salió vestida como siempre, con clase y simpleza, sin enseñar ni insinuar nada, pero preciosa, se dejo el peinado, y la realidad,  le favorecía.

Nos fuimos a una famosa cadena de cafeterías cercana y charlamos un par de horas, sobre su vida,  la mía, la operación,  el trabajo,  los cursos,  el pasado…..etc. Ella había mandado un mensaje avisando que llegaría tarde a casa, pero aun así no paraba de mirar el móvil esperando una llamada reprobatoria.

-MARINA: pues tengo que decirte que el cambio te ha venido genial, estas echo un  ”hombreton” jajajaja.

-YO: ya, aunque es triste.

-MARINA: ¿el que?

-YO: pues la falsedad de la gente, soy el mismo, no he cambiado, sigo haciendo el tonto igual y sigo comportándome igual pero ahora, solo por perder 40 kilos, la gente me mira diferente, me trata diferente, incluso las chicas, antes me aborrecían y ahora noto como me tratan diferente.

-MARINA: bueno, no todas, yo te veo  igual.

-YO: pero tu eres especial, no se que diablos pudiste ver en mi, tengo que agradecerte las 2 citas que me concediste,  siento que salieran tan mal.

-MARINA: no salieron tan mal, me divertí, siempre lo haces, solo que mi madre se entero y tuve que dejar de salir un tiempo. 

-YO: pero has tenido novios después, algunos muy……

-MARINA: ¿imbéciles?, ya, no se, tengo  mal ojo, me dejo llevar por malos chicos, no se si te enteraste de lo que me hizo el ultimo.

-YO: pues no, andaba en el hospital.

-MARINA: pues el muy cerdo fue diciendo por ahí las cosas que hacíamos y algunas que no,  como si hubieran pasado, me hizo mucho daño, mi madre se entero,  – volví a notar tristeza en su mirada- sabes, lo del móvil no fue nada raro, fue el , al dejarle, no para de mandarme mensajes, pidiendo o exigiendo que vuelva con el, incluso ronda por mi casa o el colegio, mi madre quiere ponerle una denuncia o alguna orden de alejamiento, pero dicen que no hay base.

-YO: Que carbón afortunado

-MARINA: ¿afortunado?

-YO: si, por 2 cosas, primero por haberte tenido como novia, no se como los tíos no se matan a navajazos por ti, hoy has cerrado la boca a toda la clase, parecías Helena de Troya – reía halagada – no en serio, veo a un ejercito sitiando una ciudad por ti….

-MARINA: jajja no seas tonto, me he sentido rara, pero me ha gustado la sensación jajaja, ¿y cual es la 2º?

-YO: por que te hizo daño estando yo en el hospital, si lo llega a hacer conmigo aquí le parto la mandíbula, para que cada vez que hablara de más, recordara las consecuencias.

-MARINA: jajaja eres un bruto, pero se que lo harías, me has protegido muchos años, aun recuerdo como te pegaste con Jesús en 3º de primaria por que me había quitado la fiambrera jajajja.

-YO: pero he de decir que le entiendo, perderte debe de doler demasiado.

-MARINA: pues que hubiera cerrado la boca, no hablemos más de esto que me pongo tonta y lloro.

Cambie de tema haciéndola reír y olvidar aquella conversación, su móvil sonó, era su madre, se la oía gritar a través del teléfono.

-MARINA: era mi madre, preocupada, se ha hecho tarde, tengo que volver ya a casa.

-YO: pues te acompaño, no pienso dejarte ir……… sola a casa.- pague la cuenta y la lleve las bolsas, cogí el papel del mal llamado pagafantas pero no tenía ninguna intención de serlo.

La fui acompañando todo el camino, charlando y recordando viejos tiempos, de vez en cuando ella me iba dando sus mágicos besos en la mejilla, cada vez que le hacia un halago o la ayudaba a subir y bajar escalones donde íbamos, o la llevara las bolsas,  la fui cogiendo distancias, a cada beso giraba un poco mas la cabeza,  para cuando llegamos al destino nos bajamos del bus y había que caminar un kilometro, la ayude a bajar y fue a darme un beso, me la jugué y gira la cara, me dio un suave beso en los labios, la vi que los daba con los ojos cerrados, eso significaba algo, Eli me lo dijo,  pero no recordaba que.

-MARINA: uy, no seas bobo.

-YO: lo siento, no he podi……-fingí pensar-…..no, en realidad no, no lo siento, me ha encantado, y luchari a con 100 hombres por otro,  engañaría al diablo por otro mas, e iría al sol, y traería un pedazo en mis manos desnudas por otro, para que sepas que solo una estrella rivaliza con tu belleza. – llevaba trabajando la frase todo el camino, no se si era perfecta o no, pero me pareció bien en aquel momento y si quiera avanzar,  no podía seguir siendo un panoli.

-MARINA: esto…. yo …….

-YO: lo se, estas dolida y crees que no esta bien, pero no puedo seguir siendo ese hombre que es tu paño de lagrimas, te quiero, me tienes embobado desde preescolar y no quiero perder mas el tiempo, la operación me ha hecho pensar de manera diferente, no voy a dejarte escapar sin al menos haber intentado de nuevo conquistarte, ahora depende de ti, si quieres, voy al autobús  y me largo, entenderé que no quieres nada, que no me ves mas que como un viejo amigo que te hace reír, y eso siempre lo tendrás, pero si no, al menos déjame soñar, déjame que te acerque a casa, y sabré que en mi vida hay un rayo de esperanza.- otra frase trabajada en mi cabeza desde hacia días, me pareció muy ñoña, pero definitiva, me daría una respuesta. Ella callaba pensativa.

-MARINA: no es justo, no quiero perderte,  pero no se, estoy confundida, mi madre no esta nada contenta conmigo, no se si esto esta bien.

-YO: yo lo tengo claro y si tengo que convencer a tu madre,   o a dios,  de que soy bueno para ti, lo are, pero solo si tu quieres.

No se movía, decepcionado me gire caminando a la parada del bus, pero me agarro del brazo.

-MARINA: espera……- ¿había colado?- esta bien, dios, si quieres puedes acompañarme a casa.- era menos que nada.

AL llegar a la puerta de su casa, me fue a dar otro beso en la mejilla pero me aparte, ella me entendió, y girando la cara, me dio otro suave beso en los labios, y se fue correteando a su casa, no sabia si había calado o no, pero era un paso adelante. Los siguientes idas fueron como de película de dibujos animados, buscábamos alguna excusa para estar juntos y jugábamos a besarnos a escondidas del resto, eso a ella le emocionaba, desde luego no se si tendría zona erógena mágica, pero el atrevimiento y la emoción la ponían  a 100.Yo lo aprovechaba y hasta la sacaba de clase con excusas falsas, como que tenia que ir a ver a la directora,  y cuando salía la llevaba a un baño y allí la besaba, nada tórrido, pequeños besos de críos.

-MARINA: estas loco, nos van a pillar.

-YO: iría al sol y te traería un pedazo por un beso, ¿recuerdas? Sacarte unos minutos de clase esta chupado.

Sus besos con el paso del tiempo fueron mas profundos, y dulces, como era ella, dios, que ojos tenia, aveces me quedaba a milímetros de su cara, rozando nuestras narices, a punto de besarla sin hacerlo, solo para que abriera los ojos a ver que pasaba y poder admirarlos, su azul era de mar, del caribe, de un azul brillante y eléctrico. La acompañaba a casa todos los días,  íbamos besándonos como tontos en el autobús, empezamos a meternos mano y con el juego de algunas posturas ella noto mi polla a reventar alguna vez, pero no lo mencionaba.

Un día de estos, ella llego muy disgustada al instituto, al preguntarla , me dijo que su ex se había pasado por delante de su casa, no sabia como pero tenia su nuevo numero y la mando mensajes anónimos, muy violentos, al leerlos me enfade , mucho, hablaba de hacerla daño, de usar ácidos o cuchillos para quitarla su belleza, fueran reales o solo bromas de mal gusto,  era demasiado, el ultimo dijo que hoy la esperaría en su casa y que ella vería lo que tenia que hacer. Tarde un par de horas en calmarla, hasta hicimos pellas y charlamos en un banco de un parque cercano, lloro delate de mi, jure que no le perdonaría, y mientras trataba de calmarla rogué a dios que el muy imbécil cumpliera su amenaza y apareciera por su casa, conmigo a su lado, pense mil cosas que hacer y como plantear la situación si se daba. Pense de todo, desde violencia pura hasta llamar a la policía antes, pero nada me parecía definitivo, o que pudiera no acarrear consecuencias cuando yo no pudiera defenderla. Una idea se gestaba en mi cabeza aunque no sabia exactamente cual.

La calme diciendo que yo la acompañaría y que no la pasaría nada mientras estuviera a su lado, entramos al instituto y mas calmada fue pasando el ida, pero llegando a su casa en el bus se puso muy nerviosa preguntado que podía pasar.

-MARINA: ¿y si no esta? ¿Y si esta? ¿Y si cumple alguna de las amenazas?

-YO: tu,  déjame a mi,  se que estarás nerviosa, pero si te pido algo, hazlo, aunque no sepas por que, yo si, ¿confías en mi?

-MARINA: con mi vida.

-YO: perfecto, pero tu vida no estará en juego, no lo permitiré, pero la mía si, si aparece hazme caso en todo sin preguntar, no te ofusques ni te enfades ni hagas nada que no te pida, ¿de acuerdo?

Mis piernas empezaron a temblar, de adrenalina supongo, como os dije había practicado muchos deportes de contacto y artes marciales, si, recuerdo llaves y golpes, pero sobretodo te enseñan a pensar, a usar la cabeza de forma fría en momentos tensos, aquella no era una situación preparada como me paso en Navidad con Ana, era real, pero estaba dispuesto a todo por ella, mi padre me educo en unos valores y rectitud moral muy clásica, y el maltrato a la mujer esta a la cabeza de las cosas, no que no se deban hacer, si no que se han de evitar a toda costa. ( “ un hombre que no hace nada ante el mal ajeno no es un hombre, si no un cobarde, y yo no he educado a un cobarde”, esa frase de mi padre se marco  a fuego en mi cabeza cuando me lo dijo de pequeño, eso me llevo a mas de 1 problema en mi vida, pero nunca me he arrepentido de nada, y aun siendo aquí , espero que a vosotros os llegue.)

Retomemos, nos bajamos del bus y con ella del brazo nos fuimos acercando a su casa dando un rodeo para llegar por la zona menos esperada, nos apostamos en una marquesina y estuvimos 10 minutos esperando ver a alguien. No vi a nadie, parecía que era una amenaza en vano, aun así avise a emergencias de que unos críos andaban triando piedras a un coche  delante de la casa de Marina, para tener a la policía cerca,  por si acaso.  Me lamente, quería cruzarme con aquel tipo cara a cara, aun así la acerque a la puerta de su casa, siempre protegiéndola, siempre conmigo en medio, ella del lado seguro, pegada a la pared, y yo del lado débil, seguí acercándola hasta llegar a su portal, no había peligro.

-YO: pues nada, al final solo era un bocazas, aun así repetiremos táctica unos días………..joder, quería tenerle a mano.

-MARINA: muchas gracias, me has ayudado mucho- me dio un beso de los que ya era habituales, y me distrajo unas décimas.

EXNOVIO: ¡¡¡así que me has dejado por este mierda, ERES UN PUTA!!!- mire rápido y solo vi a un tío con un cubo en la mano que nos arrojo encima, Marina grito  un “¡¡¡NO!!!! ”  que se oyó por toda la calle mientras se agachaba, supuse lo peor así que la tape con mi cuerpo y ropa, temiendo que fuera ácido, logre que no la tocara ni una gota, pero yo estaba empapado, reaccione rápido quitándome la ropa, pero tenia la cabeza mojada, al llevarme la camiseta a la cabeza para quitármelo rápidamente,  me di cuenta, el desgraciado nos había tirado agua, fría en pleno invierno, pero solo agua.

La cara que puso ella  le hacia gracia a el, no paraba de señalarnos y reírse, cuando vio la mía se le paso de golpe.

EXNOVIO: ¡¡¡¡y tu que quieres payaso, que te parto la cara, esta golfa es mía, apártate antes de que te haga daño.!!!!

Entre en modo comando, si, muy de película pero os juro que fue así, me di la vuelta y pregunte a Marina si estaba bien, ella me miro constatándolo, la levante mientras ella me miraba preocupada.

-YO: tranquila,  es solo agua, estoy bien, coge las llaves y metete en tu portal, quédate dentro con la puerta cerrada, llama a emergencias y diles que has vuelto a casa y has visto a alguien entrar por la ventana a de tu casa cuando volvías del colegio,  si te ves en peligro súbete a casa.- reacciono recordando mis palabras en el bus, y asi lo hizo.

-YO: ¿que quiero?  Ven aquí.

-EXNOVIO: ¿que pasa? ¿Quieres bronca?- saco una navaja, pequeña como para hacer daño, yo plante bien mi poción al suelo, su amenaza parecía mas de boca que de acción,  esperaba que me asustara, y no lo iba a hacer.

-YO: te he dicho……….QUE VENGAS AQUÍ. – mire confiado a Marina que tenia el teléfono en la oreja hablado con emergencias. Pasara lo que pasara tenia que retenerlo hasta su llegada como mínimo y así tendría asistencia médica rápida si lo necesitaba.

Se lanzo con el cuchillo de forma evidente, torpe, me recordaba a los ensayos  en karate con cuchillos de goma espuma, lo tenia todo en la cabeza, gire mi cuerpo y atrape su mano izquierda con el cuchillo con mis manos,  una vez asegurado el agarre le aparte de mi manteniéndole cogido con mi mano derecha, el tío empezó a pegarme con todo lo que tenia, la otra mano o patadas, pero la posición no le permitía hacerme daño real, aunque alguna patada a las costillas  o el costado me dolió, pero  yo controlaba el cuchillo, le deje enfadarse, desahogarse, que gastara energías y golpeara cada vez mas cerca de mi,  hasta que le tenia dentro de mi radio de acción, le sacaba una cabeza y mas de 20 kilos, era mío, con su mano cogida,  di un tirón que le deje de espaldas a mi y lance una patada directa a sus gemelos, callo al suelo a plomo de espaldas,  no solté su mano con el cuchillo,  un vez en el suelo, puse mi rodilla en su pecho y le retorcí el brazo hasta que lo soltó, allí puñetazo a la mandíbula y quedo KO, me asegure de que no estuviera fingiendo y de que el cuchillo no se contaminara, tenia planes para el.

Me levante temblando, notaba mis piernas flaquear por el peso de mi cuerpo, respiraba de forma rápida y entre cortada así que nade en círculos, cogiendo el mayor aire que pudiera por la nariz y soltándolo por la boca, técnicas de respiración simples, el corazón me botaba en el pecho y los pulmones me ardían, tenia una sensación en el estomago,  que me iba a reventar, pero mi cabeza seguía fría,  había salido a la perfección todo, ni ensayado. Se abrió la puerta del portal y salió Marina corriendo a abrazarme, con su madre detrás, el grito de Marina la había hecho bajar a mirar.

-MARINA: ¿dios esta bien? ¡¡¡Dime que lo estas!!!! por favor,  ¿ te ha hecho daño?- acelerada, notaba su cabeza subir y bajar rápido al ritmo de mi pecho.

-YO: taquilla estoy bien, pero hay que darse prisa.

-MADRE DE MARINA: muchas gracias, este imbécil lleva atosigándonos desde que el dejo, como puedo agradecértelo.

-YO: este es un mierda, y no parara aquí, volverá si no se lleva un escarmiento de verdad, si quiere hacerme un favor dense prisa y hagan todo lo que yo diga.

Busco la mirada de su hija,  anexionada a mi cuerpo,  buscando aprobación, la vio.

-MADRE DE MARINA: ¿que necesitas?- dijo segura.

-YO: de inicio abran las puertas,  voy a meter a este idiota en su casa, y vamos a fingir un allanamiento, con eso tendrán de sobra para una orden de alejamiento y si lo hacemos bien le va a caer un puro, si tiene  antecedentes se va a cagar encima.

Lo levante a pulso y cargándolo como una bolsa de patatas lo subí con cuidado a su casa.

-YO: tenéis alguna ventana que de a unas escalera o un patio desde el que se pueda  entrar.

-MARINA: si, la de la cocina, hay un tubería y el subía por ella cuando venia a verme.- su madre la miro sorprendida de ese hecho.

Sin tiempo ya, se oían las sirenas de fondo, joder como se notaba un barrio rico, en menos de 5 minutos estaban allí, en mi barrio avisas de algo así y te da tiempo a recuperarte solo de una puñalada, aunque era cierto que habíamos llamado con antelación. Coloque al payaso boca abajo, y puse un silla en el suelo volcada de lado de donde le había golpeado, con un trapo y cogiendo de las puntas su navaja,  hice un leve corte en la zona y saque un gotas de sangre, las puse en un borde de la silla, luego cogí el cuchillo y le corte en la mano, nada grave pero si para crear el efecto, manchando el suelo debajo de la ventana de sangre y cogiendo su zapato hacer una marca en ella,  luego rompí el cuchillo contra el marco de la ventana, como si se hubiera roto al abrir la ventana desde fuera. Ambas mujeres mi miraban atónitas,  con Marina calmando a su madre para que me dejara hacer, y así lo hice con cuidado de no dejar huellas mías ni en la ventana,  ni en la sillas,  ni en el tipo del suelo.

-YO: bien, podéis decir lo que queráis pero si queréis quitamos a este payaso de encima vuestra, todo esta montado, vosotras decid que tu madre ha ido a recogerte al bus,  y allí nos encontramos los 3, yo te acompañaba a casa y cuando hemos venido aquí nos hemos   encontrado todo así, Marina tu baja a recibir a la policía, reconócelo como tu ex mientras les subes,  una vez aquí   muéstrales los mensajes y las amenazas, cuéntale toda la verdad hasta bajarte del bus, a partir de hay lo que te he dicho. ¿DE ACUERDO?- asintieron un poco asustadas.

Me aprecio creíble y dándole un beso a Marina tranquilizador, y sorprendiendo de nuevo a su madre, la incite  a esperar a la policía abajo, no podía ser yo el que fuera a buscarlas y dejarlas allí con ese “loco”, ni bajarnos los 3 y que escapara, y viéndolo desde el tema del miedo, su madre era mas madura para soportar la tensión, además pense que la imagen de nervios y miedo que Marina tenia,  ayudaría a convencer a la policía.

Cuando llegaron les contamos la misma historia, yo cuide no decir las mismas palabras para no parecer ensayado, había visto muchas series y películas de este tipo como para caer en eso, cuando vieron los mensajes les pareció cuadrar, y la escena parecía creíble, llamaron al samur para tratar al herido,  que seguía inconsciente en el suelo. Todo salió a la perfección, ese desgraciado nos había dado todo lo necesario para meterle en un buen lío, parecería que ante no doblegarse a sus amenas, el intentaría colarse en su casa para hacerla daño, el cuchillo era un indicativo, pero había tenido mala suerte y al usar el cuchillo para abrir la ventana se le rompió cortándose la mano, y la entrar resbalaría y se golpeara con la silla, así lo explicaron viendo las pruebas que había dejado, había colado.

Con el paso de los días, al tipo no solo le cayeron ordenes de alejamiento sobre Marina, su madre o su casa, si no el instituto, no podia estar a menos de 5 kilómetros de ellas y debido al buen abogado de pago de su madre le cayo un buen puro, no de cárcel pero si se volvía a meter en líos se jugaba una condena mayor.(así funciona la justicia supongo) Por lo que se a día de hoy, el tipo no se volvió a cercar ni a poner en contacto con ella, se esfumo, se oyeron historias de que se metió a camello y murrio por meterse la mierda que vendía, nunca lo confirme pero no se volvió a saber de el.

Para asegurarme, Marina  y yo íbamos juntos a todos lados y su madre me acepto en su casa gustosa, me presento como su novio, y por lo que había hecho parecí el 1º en caerle bien, no le gustaba que su pequeña fuera por el mundo con novio, pero Marina la hablo maravillas de mi y supongo que al final cedió, como todas las madres.

Llevábamos ya mas de 2 semanas saliendo después del incidente en su casa, a ella ya se le habían pasado todos lo miedos y males y no solo era la de siempre si no que sea atrevía a mas conmigo, hacíamos alguna locura de vez en cuando como colarnos en el metro o el zoo, aquellas aventuras la hacían reír y calentarse sobremanera, yo aprovechaba y recorría su cuerpo con mis manos, era una delicia, un joya, podría tener al tío que quisiera babeando por ella si aprovechara mejor el físico que tenia, pero allí estaba, conmigo. Su madre no se fiaba mucho de mi y no nos dejaba mucho a solas, y bien que hacia.

Un día,  estabamos en su casa, “haciendo deberes” y su madre se paso para decir que salía unas horas, y que no me quería allí cuando volviera. Me pareció  genial, teníamos al menos un hora para retozar como hacíamos cuando ella se iba.

-YO: creo que ya se ha ido.

-MARINA: ¿Y que?

-YO: pues que me encantaría llevare a al cama y hacerte mía.

-MARINA: jajaj estas loco ¿y si vuelve?

-YO: ya la has odio, tardara un buen rato,  me encanta besarte y mas desde que empezamos con la lengua y a acariciaron, pero tengo mis limites.

-MARINA: ya lo se, ¿te crees que no lo noto?, cada vez que te pones erecto me pongo mala solo de pensar en ella, nos hemos tocado por encima, pero sin verla aun ya se que es mas grande que cualquier que allá visto.

-YO: no lo sabes tu bien, llevo unos slip tan ajustados para que tu madre no me mate según la vea, que no la dejan crecer como debiera, y eres muy mala, la haces crecer mucho.- la bese en el cuello, repetidas veces de forma tierna, sabia que la ponía tontorrona.- dime que no lo deseas y paro, ahora mismo.

-MARINA: no quiero que pares ummmmmmm llévame a la cama.

Me levante y la agarre en brazos, como recién casados,  la deje con dulzura sobre la cama y me recosté sobre ella, besándonos apasionadamente, sin cargar todo mi peso, fui bajando por su cuello mientras veía sus labios morderse de pasión, deseaba aquello, pero me paro en seco.

-MARINA: espera,  quiero regalarte algo.- se levanto nerviosa, cogió una bufanda y me tapo los ojos- no mires espera 5 minutos.

-YO: no se si seré capaz.- la oía buscar por la habitación,  encontró lo que buscaba y oía como se movía, desee quitarme la bufanda peor algo me decía que seria mejor esperar.

-MARINA: ya esta, puedes mirar.

Lentamente me fue quitando la bufanda hasta que cayo al suelo, la imagen me provoco una erección instantánea, allí estaba ella, mi oráculo, con su vestido blanco nuclear, el pelo recogido y la cinta roja en al cintura, no se había puesto los imperdibles así que sujetaba el vestido con sus manos en el pecho.

-MARINA: que te parece, oh senador mío.

-YO: que si de verdad existirá el Olimpo no deberíais caminar entre mortales, no somos dignos de admirar tu belleza.

-MARINA: eres un bobo – lo dijo mientras mordía su labio inferior mirando mi abultada entrepierna.

-YO:   y tu una diosa-  el comentario era bonito, pero lo dije acomodándome la polla, grosero, pero es que me la estaba clavando con el slip.

-MARINA: pues esta diosa va  ser tuya.- se acerco a mi colocándose entre mi piernas y agachando la cabeza para besarme, yo  alzaba la mía para buscar sus labios, los besos fueron subiendo la intensidad y humedad, nuestras lenguas jugaban en la boca del otro, se dio la vuelta pegando su culo a mi vientre- ¿ me ayudas con el vestido?, es que soy muy patosa.

Me levante sin sepárame un solo milímetro de ella, levantándola parte del a falda del vestido como mi polla que iba a saltar los botones de m i pantalón, pero no lo hicieron por que al ponerme en pie apreté mi cintura contra su trasero, rodeándola con los brazos por la cintura, aprisionándola,  y besando su cuello por detrás.

-MARINA:  ummmmmmmmmmm creo que hoy lo que se me ha clavado no es el imperdible, aun así,  no llevo sujetador,  para evitar……… complicaciones.- joder con la niña empollona, sus palabras activaron el automático en mis manos y se fueron a sus pechos, corrobore que no había nada mas que la tela del vestido y los apretaba y masacraba con firmeza, con cada apretón hundía mas mi polla entre sus nalgas, la debía de sentir toda y le gustaba.

-YO: no es asunto mío,  pero dímelo, por el bien de ambos, aquel payaso dijo muchas cosas, pero por favor, dime que al menos no eres virgen.

-MARINA: no, no lo soy, me acosté con el varias veces, pero no hice las barbaridades que el decía sobre mi,  ¿por que te importa?

-YO: por que me has puesto demasiado caliente, no tengo tiempo ni ganas de tomarme esto con calma y cuidado, tengo ganas de hacerte el amor, fuerte y hacerte correr hasta que te desmayes.- lo hice llevando mi mano a sus hombros y con cuidado apartando el vestido, dando besos a las zonas que se iban quedando al aire en sus hombros.

-MARINA: pues eres un chico afortunado- su vestido cayo hasta su cintura dejando sus tetas al aire.

-YO: ¿afortunado?- lleve mis manos a sus pechos, era normales en tamaño pero con unos preciosos pezones diminutos,  rosados y erectos.

-MARINA si, por que yo quiero lo mismo.- se dio la vuelta y me empujo para sentarme, yo me lance a sus pechos, los chupaba y lamía con maestría, ella al inicio quiso apartarme, tendría otros planes pero mi fuerza al inicio, y mis caricias después le hicieron dejar que continuara., agarrándome la cabeza por el pelo y apretando contra ella.

Pase allí unos minutos, mordisqueando sus duros pezones, ella estaba roja, le quemaba algo por dentro, y era logro mío, me empujo y caí algo recostado sobre la cama, se arrodillo ante mi, como si fuera a rezar a algún dios griego, pero lo que hizo fue intentar sacar el tótem de mi entrepierna, desabrocho el vaquero y metiendo la mano,  acaricio por encima del slip un poco, buscando donde acababa, y con cada  palmo que metía y no acababa su boca crecía de impresión.

-YO: así no va a salir, ya te lo digo yo, esta diseñado para disimularlo y esta muy prieto, échate un poco para atrás – lo hizo dejándome algo de hueco para ponerme de pie, desabroche el pantalón y lo baje, su manos fueron a s u boca tapándosela y riendo sin apartar los preciosos ojos azules de mi bulto en los slips.- tranquila y veas lo que veas no te asustes, solo haremos lo que quieras y estés dispuesta………….

-MARINA: cállate tonto, y enséñamela.- vi tensión y curiosidad en su mirada.

-YO: tú misma.

Me la saque y quedo a su visión, tras unos segundos en que siguió su bamboleo en el aire con la cabeza, se pararon ambas, su cabeza y mi polla, apuntándola, totalmente hinchada.

-YO: si ya lo se, es enorme,  no sabes si………

Se tiro a por mi cintura, me empujo contra la cama para sentarme y cogió mi polla con ambas manos, su dulce mirada cambio, y pese a que la comparación con ella la hacia enorme, sus ojos pasaron de ternura a lujuria, se había convertido en una loba, y empezó a pajearme, con ambas manos y la maestría que entrenaría con sus ex, que  la tenían mucho mas pequeña que yo, lo deduje por su movimientos cortos, lleve mi mano a la polla, y  eche para atrás del todo mi piel, para que viera donde estaba el limite y de nuevo hacia arriba, ella entendió y acelero el ritmo con fuerza y movimientos amplios, la imagen era bestial, con aquella diosa griega medio desnuda con sus ojos azules brillando mientras admiraban mi polla, y sus tetas se movían al ritmo que su cuerpo, y no solo sus manos,  le imponían a la masturbación, la sorpresa llego cuando pasados uno minutos en que deje de mirarla a los ojos por no correrme ya, note su lengua recorriendo todo el tronco de mi miembro, llegando en engullir en sus labios mi glande, sin duda no era su 1º vez, lo hacia de forma inocente peor hábil, sus labios  paseaban  por mi polla y seguía pajeándome sin parar, desde luego sabia usar sus armas, en todo momento me miraba a los ojos, aunque se metiera el glande entero en la boca, o lamiera de lado el tronco, sus ojos azul eléctrico no se apartaban de los míos, era una visión celestial.

-YO: dios………como sigas así te vas a elevar el premio antes de empezar.

-MARINA: pues llega tu turno- se levanto y se puso a horcajadas sobre mi, echando sus tetas contra mi pecho, besándome con pasión, yo levante algo su torso para masajear su pechos, mi polla palpitaba entre su vestido, di gracias por que si seguía chupándomela con esos ojazos clavados en mi no daría la talla, y eso no podía pasar.

La levante del todo el torso y cogiendo de las piernas la hice andar de rodillas sobre la cama hasta ponerme el vestido en la cara, con su ayuda lo abrí y la visión fue aun mejor, no llevaba bragas, vi un coño perfectamente cuidado, con bello muy corito, pegue mis manos a su culo y baje su cadera hasta meter mi  cabeza en su interior, lamía su clítoris,  que andaba hinchado, y de ella goteaban fluidos que tragaba, no se como,  se giro, no lo veía por que tenia el vestido tapándome, y con una mano seguía pajeándome, yo me centre en su coño, logre meter una mano en su entrepierna mientras otra la tenia apegaba a uno de sus pechos.

Cuando estaba lo suficientemente húmedo, metí uno de mis dedos en su coño, buscando masturbación, sin dejar de lamer su clítoris, abriendo sus labios mayores,  entro fácil así que use 2, que tampoco es que fueran un gran impedimento, me alegro pensar que no seria difícil penetrarla cuando con 3 dedos lo hacia sin dificultad, abría su coño  sin resistencia, aun así saque un dedo y busque su punto G con el gesto de la mano aprendido en el gym, ya no goteaba, de su vagina caía un hilo de fluido en mi cuello. La fricción en su interior era desmedida y la oía gritar de placer, hasta que callo de golpe y se corrió, una fuente sobe mi cara, cayo de inicio hacia delante apoyándose en la pared, pero luego cayo hacia atrás pegando su espalda a mi vientre y golpeando con mi polla en su nuca, echo la cabeza hacía un lado y girándola daba besos a mi polla, como aquellos besos en la mejilla.

-MARINA: joder con el puto Raúl- fue la 1º vez que la oía decir tacos.

-YO: y aun no has empezado – remonte mi cuerpo para sentarme en la cama y ella quedo a horcajadas sobre mi, levante el vestido y sabiendo de la humedad y obertura de su coño en ese momento, dirigí mi polla a su entrada.- todavía nos queda un buen rato. ¿No?- la pregunta buscaba una doble respuesta de si.

-MARINA; por dios, si.

La emita de golpe, el glande entro limpio y parte del tronco, soltó un grito suave, la volví a levantar para sacarla un poco y volví embestir,  media polla dentro, y otro grito algo mas tenso. No forcé, la levante de nuevo y la hice bajar  con calma y cuidado hasta ese punto, una vez, dos, tres, le metí un ritmo pausado pero ascendente, sus gritos se fueron ahogando con cada penetración, yo no había sorpresa,  si no disfrute.

-MARINA: madre mía, es enorme la noto abrirme- era cierto, ya pasábamos de media polla sin dificultad, debería de tener dentro unos 18 centímetros, y cada minuto que pasaba iba penetrando mas.

Ella ya no era un muñeca en mis manos, agarrándome la cabeza hacia fuerza para subir y bajar con las piernas al ritmo que marcaban mis manos en su trasero, dejando sus pechos  botando a merced de mis labios, y no lo desaproveche, lamí  un pezón y jugueteaba con mi lengua sobre el, haciendo círculos para  luego chuparlo fuertemente. El ritmo ya se me fue de las manos, las embestidas ya metían mas de 24 centímetros en su interior, y pareció ser el tope, lo note por que se me desvanecía su cuerpo en las manos cayendo hacia atrás, la sujetaba como podía.

-MARINA: ¡¡¡me abres, dios, noto……..noto  como me abres, no pares,  me corro, me abres y me corro!!!!

Note como sus paredes vaginales se contraían y ella explotaba de placer sobre mi, cayendo agotada, la abrace mientas le daba besos en el brazos.

-YO: esto aun no ha acabado, yo sigo en liza.- se separo de mi con los ojos como platos, su mirada azulada no creía eso posible.

-MARINA: vamos a tener que usar mas energía.

Se descabalgo de mi, se quito el vestido entero, dejando su culo a mi visión, era mas plano de lo que sus ropa dejaba adivinar, pero cuando se acerco a mi de espaldas me dio igual, llevo sus manos a sus nalgas y se las separo, dejando caer su cintura sobe mi polla, cuando noto la punta de mi glande llevo una mano  a ella y la dirigió a coño, metió el glande dando un respingo  y una vez dentro llevo sus brazos atrás, buscando mi torso como apoyo, para iniciar un descenso suave,  lento,  pero continuo, se empalo ella sola hasta el punto previo, incluso un poco mas, casi eran 25-26 centilitros dentro, y aun me sobraran unos 5 o 6, pero no daba mas de si ella, llegado a ese punto subió de nuevo y volvió a bajar, lo hico repetidas veces hasta que se sintió cómoda y lo empezó a hacer de forma mas rápida, y fuerte, se echo hacia delante sin apoyo y ya era ella sola la que se metía y sacaba mi polla con sus golpes de cadera, en una de ellas, mi polla  penetro de mas y note que rozaba algo con mi glande, sabia por Eli que podía ser la pared de su útero y que aquello hacia daño, así que antes de llegar a eso tome el control, la cogí de la piernas y la levante por lo aires, recostando su espalda en mi pecho, sin sacar mi miembro de ella, la cogí de los muslos hasta que se encogió las piernas, haciéndose un poco de bola, y apoyando su cabeza en mi hombro, no me era difícil en esa posición levantar su cuerpo y bajarlo a pulso, no pesaba casi nada o en ese momento no me lo parecía, aumente el ritmo y ella me besaba en la mejilla todo el rato, yo aveces buscaba sus labios pero estaba centrado en el movimiento, me estaba volviendo loco,  siempre media hasta un punto con las manos para no llegar a hacerla daño pero las penetraciones ya eran animaladas, la levantaba mucho y la dejaba caer de golpe, notando como mi polla se abría paso en su interior, me iba a correr en breve y esa loca no quedaría insatisfecha. Me acerque a su oído.

-YO: ¿que crees que pasaría si tu madre abriera hora la puerta?- calvo su mirada a la puerta mientras no dejaba de recibir pollazos.

Esas palabras la erizaron la piel, el pavor de que la pillaran y la excitación por ello hicieron reacción en su cuerpo, note como me mojaba la polla, y su espalda se arqueo, corriéndose de nuevo, queriendo bajarse de mi pero como estaba en el aire,  era mía,  así que seguí un minuto mas, logrando un 3º orgasmo creo, o grito como si lo fuera, antes de correrme dentro de ella y explotar de tensión, fue una barbaridad, llevaba días sin evacuar. Pasaron uno segundos h asta que la deje tocar con los pies el suelo, sin sacarla aun pero notando como se desinflaba, ella rendida sobre mi de espaldas.

-MARINA: eres malo, me has puesto como una loca con ese comentario.

-YO: eres tu la que te excita esta situación, a mi me excitas tu.

-MARINA: pues según pasa el tiempo mas se acerca la posibilidad de que nos pillen.- movió su cadera de forma circular.

-YO: para,  o no respondo.

-MARINA: solo digo que aun hay margen – dio otro golpe de cadera.

-YO: a mi me da igual, como me la pongas dura de nuevo de aquí no salgo hasta volver a correrme dentro de ti, este tu madre delante o no.

-MARINA: ¡¡¡ ¿¿los condones???!!!- cayo en ello de golpe.

-YO: tranquila tengo la vasectomía hecha.

-MARINA: ¿en serio?

-YO: si, tengo un papel en la cartera que así lo certifica.- lleve mis manos al pantalón en el suelo para buscar la cartera, pero antes de que pudiera,  ella se salió de mi, me empujo de nuevo contra al cama y se puso a chupármela de nuevo, fuera de si.

Clavado sus ojos en los míos, ni un minuto paso hasta que estaba dura de nuevo, ella subió por mi cuerpo hasta besarme y poniéndose a horcajadas se ensarto sola, y apoyando sus manos en mi pecho fue llevando el ritmo ella sola hasta volver a correrse un par de veces, yo necesitaba mas así que me incorpore y pase su piernas por detrás de mi, para que me rodeara con ellas, y cogiéndola de la cintura la penetre duramente sin bajar el ritmo durante un cuarto de hora, la oía gritar de placer y rogar alternativamente que no parara, o que si lo hiciera, con varias corridas mas de su parte, por no pare hasta notar el latigazo previo, y me volví a correr en ella, aguantado la postura, ella era un trozo de carne sin vida, apenas respiraba, yo estaba agotado pero satisfecho. Nos quedamos así unos minutos, pero ya no me atreví a mas, una 3º ronda podría pillarnos su madre y no se si ella aguantaría hasta el final, estaba casi ida cuando la descabalgue de mi, y la incite a recoger y limpiar.

Tan mal lo hizo que su madre entro por la puerta, y vio el cuarto mal recogido y pese a que no había evidencias claras, el cuarto apestaba a sexo, me saco de la casa a rastras prohibiéndome volver a acercarme a su hija, amenazando con contarle a la policía lo que hice con su ex, pero pasados unos días Marina me tranquilizo diciéndome que era solo de boca y que no haría nada si no volvía por su casa. Pasamos un mes follando a escondidas por el Instituto, hasta que su madre le acorto la correa e iba y venia a buscarla, decidimos dejarlo alli, que había sido maravilloso pero que no podía ser. El polvo de despedida fue épico, casi la parto en dos y se desmaya, pero se corrió tantas veces que el dolor no le importo, yo eyacule varias veces  y salimos de nuestro escondite con la cara desencajada, pero felices.

Salvo algún polvo mas esporádico, nuestra relación paro allí, jamas hable del tema con nadie, ni se lo mencione a amigos, no hable ni bien ni mal de ella, y continuamos con la relación de viejos amigos que éramos.

CONTINUARA………….

 

Relato erótico: “Mi don: Rocío – el instituto 2/3 (10)” (POR SAULILLO77)

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Hola, este es mi 6º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos. Estos hechos son mezcla de realidad y ficción, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real. Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.

Sin títuloMi nombre es Raúl, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis últimos años de Instituto, 17-18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre,  hermana mayor , mandona pero de buen corazón, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de Madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue l normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era. Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al fútbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rápido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavía no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante. Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte. Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena. Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio. Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellos, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba. Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.

Además, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme. Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención, solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón. Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría un 10 tras otro, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es información inútil que pasado el examen no volveré a necesitar.

Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a al escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningún medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escáner  y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello. Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operación, gracias a dios todo salió bien y con el apoyo de mi familia y amigos,  todo salió hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.

Después de la operación, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales. Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinación y razonamiento, y después físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no quería, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi físico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total, donde cumplí los 18. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados, se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algún celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.

Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, además de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas. Pero las situación con ella, no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital. Después toco poner en  práctica la teoría y Eli, la fisioterapeuta que me estaba ayudando con un problema en el pie, me la confirmo. Ahora era mi profesora y me enseñaba todo lo que se podría necesitar, y con unas amigas llego la magia. Después de mis 2 primeras semanas de aprendizaje y teoría, llegaba la hora del examen práctico. Ahora de mi aprendizaje,  Eli me invito a una fiesta que quiso usar de examen, y se desmadro. Un tiempo después inicie unas vacaciones tórridas con una familiar lejana, acabe desvirgando y abriéndola al mundo del sexo, teniendo que marcharse pero con planes de reencuentro.

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Ya he leído algunos comentarios, gracias por los consejos, tratare de corregir, debido a varios comentarios paso a quitar en negrita las conversaciones

 CRISTIANCITO21, gracias por el cate, no se que andaba pensando con lo de Atenea.

Es cierto que quienes sigan la serie, es una lata, pero la 1º parte casi no cambia, con bajar un poco la rueda del ratón se soluciona, de ahí que ponga estas pequeñas anotaciones separadas del resto, Y así los que empiecen un relato sin seguir el orden, tengan una idea general rápida.

Y si, es una deformidad de polla, pero tenia que ser así.

Pido disculpas por los “tochazos” que escribo, estas primeras experiencias llevan mucha información, y es importante a mí entender. Alguno más así y os prometo que los siguientes no serán tan grandes.

Inicio una serie de relatos que detallan los últimos 5 meses de instituto, debido a la cantidad de información y a que muchas de las relaciones relatadas se sobreponen unas con otras en el tiempo, y pueden cambiar de género, los divido, con aclaraciones previas de su contenido.

Aquí inicio el relato donde explico algunas de las reacciones con otras alumnas del instituto.

Pasaron los días y toco volver al instituto, las primeras semanas las pase lacónico y mustio, la vuelta de Ana a su casa y el fin de nuestras sesiones de sexo  me tenían triste, no era por el sexo, si no por la sensación de tener una mujer a tu lado, que te desea tanto como tu a ella y que te reconforta, que calmaba  la fiera que llevaba dentro, y n me refiero a mi pene. Mis notas en el curso eran algo pobres, nunca fui un “listillo” pero siempre sacaba notas fáciles, 6-7 sin demasiado estudiar, la media la sacaba seguro, pero mis padres me dieron un toque, ya no colaba la historia del pobre crío operado, ya estaba mas cerca de los 19 que de los 18 y de la operación, “tenia que prestar mas atención en el instituto”, y a fe que lo hice, esas palabras retumbaron en mi cabeza unos días, ¿Qué me pasaba?, era un chico joven de 18 años, moreno,  de 1,90, de espaldas grandes y fuertes, apuesto, de unos 85 kilos,  con cierta tonificación, sin llegar a marcar músculo, había tenido sexo con penetración con 3 mujeres diferentes, repetidas veces con cada una, había echo de casi todo en el sexo sin penetración con otras 4 diferentes,  alguna de esas ex actriz porno, entrenado y con cierta experiencia, con una polla enorme y  una legión de colegialas adolescentes con las hormonas alteradas ante mi.

Según pasaron los días, la sensación de que estaba perdiendo el tiempo,  crecía en mi interior, llegue a quedar con Eli, que le iba de cine con su forma de llevar el gym,  deseando sexo con ella,  pero no me dejo,  me incito a lanzarme a por las del instituto. Todo indicaba una sola dirección, y fui a por ello convencido de que era lo que se tenía que hacer.

Os diré que durante los siguientes 5 meses folle no menos de 40 veces,  con mas de 12 alumnas distintas,  os sorprendería el numero tan corto de alumnas que ya no eran vírgenes a esas alturas, a mi me sorprendió al menos, me costo encontrar alguna y siempre de escalas menores en las clases sociales de los institutos,  siempre de ultimo curso y mayores de edad, por mi y las palabra de Eli, se me insinuaron igual chicas de 17, de 16 y me choco profundamente una de 15 que afirmaba no ser virgen ya y que quería guerra, las ignore a todas.

Sin contar las que lo intentaron y no se pudo por que literalmente no les entraba mi pene,  pero si sexo oral o masturbaciones mutuas,  otras salían corriendo al verme desnudo y la polla colgando, una incluso salió corriendo solo con sentarse encima de mi con la ropa puesta aun, el rumor de mi polla corría como la pólvora y note como, pasadas unas semanas desde que empece, las chicas que no conocía no me miraban a la cara, si no a la entrepierna directamente, y las que si me conocían cambiaron su actitud hacia mi diametralmente, se salvaron algunas de las mejores y mas morbosas por estar ya con novio y ser amigos míos, y lo digo así por que mas de 3 de ese tipo se me insinuaron claramente, y no digo insinuar si no cogerme la polla y arrastrarme al baño, pero me negué en casi todos los casos, en otros la chica o situación era demasiado excitante y el amigo no era tan cercano. Los compañeros no ayudaban,  pase de ser el gordo y toda la enciclopedia de insultos y bromas que lleva detrás, a ser el trípode, el tres piernas o el hombre del bastón, al principio me molestaban sus comentarios, pero me di cuenta que lejos de avergonzarme a mi, que estaba acostumbrado a usar el humor como mecanismo de defensa ante esos ataques cuando estaba gordo, una gran polla no seria problema, o  a la chicas, esas palabras me fijaban como objetivo, era un reto para ellas, en el 60% de los polvos que eche, solo tenia que bajarme el pantalón, y otros con usar una trampa sencilla de presumir y hacerlas caer en el “no te creo”. Echaba de menos mucho los juegos y la conquista, buscaba un reto,  pero realmente no lo encontré en esas alumnas.

Como es demasiada información, paso a relatar las 3 chicas que merecen la pena ser contadas.

La historia debe continuar.

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La primera fue Marina,  tuvimos 3 semanas largas de pasión, antes de que su madre cortara de raíz, y pese  que alguna vez volvimos a hacer el amor a escondidas, no había lazos entre nosotros, así que dejándola de lado, inicie una maratón, durante el siguiente mes, llegando ya a la primavera, logre mantener relaciones con, al menos, una mujer cada semana, al inicio solo eran de sexo oral o masturbaciones, pero fui cogiendo confianza y cada vez me resultaba mas sencillo lograr situaciones en que mi polla fuera a que hablara por mi, fui aumentando el numero, aveces,  un chica durante una semana en su casa después del colegio,   echábamos varios polvos, otras,  eran varias chicas en una semana una sola vez,   llegué a tener relaciones con 3 chicas diferentes en la misma semana y día, de forma alternativa, yo no ofrecía ni engañaba a nadie,  ni amor,  ni cariño ni ser novios o pareja, solo quería sexo, y era lo único que buscaba en ellas así que lo dejaba claro desde el principio, alguna rechazo ese tipo de relación esporádica y  lejos de la monogamia, una volvió pasado el tiempo rectificando su postura,   con todos era mas o menos igual,  trabajaba sus jóvenes coños con masturbaciones previas y las dilataba, cuando estaban listas y ya se habían lubricado bien con sus propias corridas, hundía parte de mi polla en ellas, casi ninguna logro pasar de mas de la mitad y solo una logro metérsela entera. Aveces usaba condón por que no me fiaba mucho, otras eran vírgenes y las trataba con mas cuidado.

Mi fama entre las féminas aumentaba, yo hablaba con Marina, como infiltrada,  y me contaba que se emplazaba a hablar mucho de mi y mi miembro, que se retaban unas a otras y las que no se atrevían eran dejadas de lado o tomadas por mojigatas.

Vaya por delante mi respeto por las mujeres, pero siendo sinceros, todos hemos tenido en el instituto, o clase,  una mujer, digamos…….”sueltecilla”,  la que lleva un cartel con letras de neón de puta o zorra, que era detestada,  por la imagen que daba de la mujer, y envidiada, por su libertinaje,  por las mujeres, y deseada por todos los tíos, si, esa mujer que no tendría ningún problema por su físico en lograr mantener a cualquier tío, pero que por algún motivo decidió compartirlo con mas, muchos mas. Esta es la historia de mi relación con la que me toco en mi último año.

2º La golfa, Rocío.

Era la zorra oficial de ultimo curso, de ella se había dicho de todo, que se dejaba hacer de todo, que se tiraba al profesor de francés,  que se follaba a cualquiera solo pidiéndoselo, yo constate a lo largo de los cursos que era una  falsedad, desesperado me acercaba a ella y la trataba bien con la esperanza de que fuera cierta su fama, pero nunca pensó en mi de esa manera, pero si que jugaba conmigo, lo hacia con todos,  yo la dejaba por que me sentía cerca de ella, se sentaba en mi regazo, me daba abrazos demasiado largos, pegaba su cintura a mi pelvis, la acompañaba a su casa, siempre jugaba y lograba lo que quería de mi, hasta la operación, cuando volví supe que tenia un novio o una especie de folla-amigo,  un “cani poligonero” con un coche de bajo presupuesto tuneado de forma cutre,  que la venia a buscar todos los días después de clase, si ella jugaba conmigo,  con el hacia lo que quería, supongo que a cambio de sexo, era su taxi personal.

Rocío era una mujer atractiva, morena, de melena larga, delgada, pómulos altos y sonrisa picara,  siempre iba con camisetas y tops ceñidos que resaltaban sus pechos, nada anormal pero los exhibía, se le marcaban muy bien y llevaba escotes pronunciados, pantalones de tiro bajo que se le pegaban a la cintura y no dejaban nada a la imaginación, algo de caderas anchas pero no exagerado, lo que llamamos en España un culo carpeta, siempre con tanga, y no era difícil  adivinarlo, siempre que se sentaba se le veía claramente el tanga y medio culo, casi hasta donde la tela se metía entre sus glúteos, era imposible que ella no lo supiera y un así siempre iba vestida igual, algunas otras  les pasaba, se puso de moda ir enseñando el tanga,  pero se medio tapaban o se subían el pantalón por el cinturón, ella no. Mediría 1,70, siempre en zapatillas y con el pelo suelto, y me fije que de forma natural, o no, ella siempre echaba los hombros hacia atrás, ofreciendo y pronunciando su pecho. Tenía 2 piercings, uno en el ombligo y otro en la lengua, con el que no paraba quieta, jugueteaba con su lengua  y  lo movía contra los dientes,  haciendo ruidos evidentes.

Como os he dicho, la conocía y hasta la defendía en ocasiones de sus zorrerías ante los demás cuando la acusaban falsamente de haberme follado a mi, ojalá, quizá con la esperanza de que me la follara  de verdad yo también, muchos chicos que habían estado con ella decían que era una loba en la cama, y otros muchos decían habérsela tirado  sin ser cierto, pero ella no lo desmentía nunca, le gustaba ese juego de dejar la duda en el aire.

Los primeros rumores sobre mi debieron llegarle a su oído, y note como con el paso de los días se fue acercando mas a mi, saludándome al inicio, luego quedándose conmigo en la hora de descanso, y esperándome luego para salir del instituto, charlábamos mientras su folla-amigo esperaba a su lado con el coche como un panoli, hablábamos de las cosas de siempre, tonterías, ella solo tenia, o demostró,  el recurso del sexo para hacer bromas, menospreciando su cuerpo, “joder como me gustaría tener las tetas de esa y no estas birrias” y se las agarraba levantándoselas, o me hacia a mi hacerlo delante de su pelele,  o el sexo para tratar de hacerme reír, “esa es mas fea que la polla de este” señalo al panoli. La seguía el rollo pero la cale enseguida, hace 7 meses me tendría comiendo de la mano como un chihuahua salido, pero yo ya no lo era, era un rottweiler. Llegaba a hacerme acompañarla a su casa, mientras nosotros íbamos en la parte de atrás del coche,  el panoli nos llevaba, era su chofer, me pareció ridículo y denigrante por el, pero así era yo no hacia mucho. Nos subíamos a su casa y mientras el se queda en el salón ella me llevaba a su cuarto y se cambiaba delante de mi, ya lo había echo alguna vez antes de la operación, pero ahora se recreaba, se quedaba en sujetador y tanga,  no tenia ninguna prisa por volverse a vestir.

Tenia un cuerpo de cine, como casi todas, la piel suave y tersa por la edad, el sujetador le levantaba las tetas un poco, casi le rebosaban, se notaba que eran alguna talla menos de la que debía de usar, la imagen de ella agachándose con el tanga la tendré gravada en mi cabeza para siempre, claro que me empalmaba, pero lo disimulaba bastante bien, no quería que notara la facilidad de mi reacción ante ella,  luego me desahogaba con alguna de las chicas que caían en mi juego, no quería que fuera rápido, quería que se esforzara, que lo deseara, que se enfadara por no lograrlo el premio, hacerla llegar  a la frustración,  como me había hecho a mi,  y seguí haciendo con los demás, el papel de mojigato lo clavaba,  había sido uno de esos  mucho tiempo.

Con el paso de una semana estaba loca, ya no sabia que hacer para desatarme, me buscaba con su cuerpo, se pegaba a mí y se frotaba como un oso contra un árbol, subía el nivel de zorra hasta el infinito, al principio  a escondidas, luego con su payaso de “cani” delante, mas adelante delante de toda al clase, diciendo frases ambiguas,  tirándome los trastos públicamente. Ya me invitaba a su casa todos los días sin su chico delante,  aun así le hacia llevarnos a su casa y luego le mandaba irse, era patético. En su casa parecía que solo vivía ella, jamas vi a nadie que no fuéramos los 3  nombrados, y ya no solo se cambiaba delante de mi si no que me pedía ayuda, las desvestía con ella poniendo poses, pero no de modelo, si no de actriz porno mala, hasta dejarla en sujetador y tanga, que cada día eran mas minúsculos,    andaba así por toda la casa, se me tiraba encima “jugando”, me pedía ayuda para coger algo alto y sin dejarme tiempo a cogerlo se metía en medio pegando su culo semidesnudo en mi cintura.

Debo decir que me sentía como Gandhi, el aguante, la paciencia, la resistencia pasiva que tuve que soportar era titánica, luego  quedaba con alguna otra chica y la destrozaba a pollazos de ganas, para rematar la faena le pedí la casa para follarme a una,  ya que siempre estaba vacía, y además, para  ponerla desquiciada, le dije que era a su mejor amiga,  una aprendiz de zorra que tenia como mascota, una chica pequeña,  rubia,  de ojos negros,  con unas buenas tetas, y así lo hice, me folle a la aprendiz,  en su cuarto,  con ella en la habitación de al lado, y la hice gritar como una oveja en peligro, no solo por mi polla abriéndola, si no que me pare en seco y la dije que si no gritaba a pleno pulmón que la siguiera partiendo,  no lo haría, y a fe que lo hizo.  Eso logro que saliera de si misma, en su casa ya iba solo con el tanga, le quitaba yo los sujetadores y me hacia tocarla por todos lados, con excusas baratas, me hacia sujetarle las tetas, preciosas y tersas con pezones oscuros,  mientras se ponía crema corporal, cosas de ese tipo, pero me  daba igual, sabia lo que buscaba y no se lo daría hasta que rogara como una posesa por ello, había momentos en que no aguantaba mas y me iba al baño ha hacerme una señora paja o reventaría allí  mismo, ella se percató y dejaba sus bragas sucias por el suelo del baño nada mas llegar a casa, yo las usaba,  en parte por excitación y en parte por que las dejaba allí manchadas de semen para que supiera que prefería pajearme con  sus bragas que tirármela a ella. Nos ponía a ver películas, algunas porno,  y ella se acurrucaba contra mi, solo con el tanga, metiéndome mano, pegando sus pechos desnudos a mi, se metía una mano en el tanga y se tocaba, comentando lo que veíamos con comentarios obscenos, pero siempre que intentaba pasar de allí conmigo  la paraba los pies.

Llego un viernes en que habíamos quedado, de nuevo su panoli nos acerco a su casa pero ni se bajo del coche, se fue como un  taxi, ya hasta ella le insultaba por ser tan pelele, a la cara y delante de mi, pero el tío no reaccionaba, ¡¡¡¡¡lo que le tenia que haber hecho en el pasado para tenerle así de controlado!!!! Lo digo en pasado por que desde hacia una semana que  no le tocaba. Subimos a su casa, y empezó el ritual, contoneándose dejando mochila y abrigos por el pasillo.

-ROCÍO: anda ayúdame con al ropa – se desabrochaba el sujetador aun con la ropa puesta metiéndose en su cuarto.

Entre y ella ya estaba de espaldas con el culo ofrecido,  el pecho hacia fuera y girada mirando mientras se mordía un dedo, me acerque y como de costumbre se echo para atrás para dejarse reposar sobre mi y pegando su trasero a mi ya abultado miembro, lleve mis mano a la cremallera de su pantalón y lo abrí, metiendo mis manso por la obertura y desliando sus apretados jeans por las piernas hasta dejarlos caer al suelo, dejándola con un tanga minúsculo, luego cogí su top ceñido de la parte del estomago y lo fui sacando  con calma, en sus pechos se frenaba por sus obstáculos femeninos, pero tire fuerte apretando sus tetas,  medio sueltas entre el sujetador, hasta que pasaban de golpe y las notaba botar por  la gravedad, levanto sus brazos para terminar de sacarla el top, y luego le quite el sujetador fácilmente, ella contoneaba su trasero frotándose contra mi pelvis.

-ROCÍO: vamos, no tengo todo el ida, sujétamelas para poder untarme la crema.- se agacho sin separar su cintura un solo centímetro, a coger la crema, al levantarse de nuevo se volvió a recostar sobre mi y me extendió en la mano un buena cantidad- estoy cansada, hoy hazlo tu, y recuerda no dejarte parte sin pasar.

Sin saber como aun soportaba aquello sin follármela hacia días, supongo que el ansia de venganza podía mas que la lujuria, extendí toda la crema por su vientre, y fui masajeando y subiendo mis manos hasta llegar a sus pechos, las maltrataba un poco, pero ella gemía muy ligeramente, repase todo su torso, sus laterales , su cuello y espalda, me cogió de la manos y se las llevo a los muslos.

-ROCÍO: estas también necesitan se cuidados- y se pringo las piernas con el bote.

Repetí operación y recorrí todas sus piernas, muslos interiores incluidos, la di la vuelta y también repase su trasero, con ella buscando mis labios pero yo me hacia el distraído, mientas pringaba la raja de su culo de crema hasta acabar.

-YO: ya esta, ¿nos vamos a ver una peli?- y sin mas me di la vuelta y me fui, tan recostada sobre mi estaba que casi se va al suelo, mirándome atónita.

-ROCIO: vale……ahora voy…….tengo que…… ir al baño, ya sabes, cosas de mujeres jajaja- estaba perdida, a estas alturas cualquier tío ya se la habría tirado 10 veces.

Tardo unos minutos en salir, pensé que estaría dándole vueltas a al cabeza para saber que mas hacer, cuando volvió estaba solo con el tenga pero era otro, se había cambiado y si el otro era diminuto esta era apenas perceptible, le tapaba lo justo como para denominarse ropa interior y no hilo que la rodeaba.

-ROCÍO: que te parece, me lo acabo de comprar- no se podía referir a otra cosa que a aquel trapo diminuto.

-YO: WWOWW, lo luces genial- se vio halagada por 1º vez, y se dio un vuelta sobre si misma luciéndose,  dejándose caer sobre mi como si hubiera tropezado,  riendo, pero con gestos obscenos.- bueno ¿ que película toca hoy?- la aparte de encima mío,  descolocada de nuevo.

-ROCÍO pues tengo algo especial, algo que grabe hace unos dias, una peli subidita de tono, un versión de  una peli de niños, la llamamos “MY TOY´S STORY”.- ¿¿acaso había y hecho pinitos en el porno??

-YO: pues me muero de verla.

La puso y efectivamente era una versión cutre española de la peli de dibujos animados, tan cutre que me pareció que la habia gravado el panoli hacia unos días, solo salía ella, con consoladores disfrazados de los juguetes de la película, y de cómo se los iba metiendo en el coño. Ella toda orgullosa se pegaba a  mi y me daba los comentarios del director en vivo, hablando del tamaño de los consoladores,  de su aguante,  de su velocidad, de como lo hacia, acompañando con gestos, yo no podía dejar de mirar, alguno de esos consoladores eran grandes, no mi polla pero grandes. Ella se frotaba contra mi, la deje creer que había logrado caer, sus manos bajaron a mi polla que estaba por independizarse de mi y salir a mirar ella sola, me levante de golpe y me fui.

-ROCÍO: ¿pero donde vas?

-YO: me tengo que desahogar en el baño, ahora vengo.- ya era inútil fingir que se lo ocultaba.

-ROCÍO: uy , muchas gracias, es el mejor halago para una mujer, es mejor que te sientes y lo hagas aquí, delante de mi, así te puedo ayudar- se la veía como un corredor de maratón llegando a la meta, conteste rápido sin vacilar.

-YO: no gracias,  no hace falta.- y me fui con viento fresco al baño dejándolo perturbada en el sillón, su cara era de corredor de maratón llegando a la meta y le hubieran puesto de nuevo al inicio.

Según llegue al baño mire al suelo y vi el tanga que llevaba  cuando la puse la crema, lo cogí y lo lleve a mi nariz, olía a hembra en celo, estaba empapado en sus fluidos, me saque la polla dura como granito y puse la prenda en ella para pajearme, era mas un fetiche que una acción realmente útil, aquel diminuto tanga no me cubría nada del pene, me había puesto a mil, verla de piernas abiertas metiéndose  un consolador enorme con la forma de un guardián intergaláctico en el coño,  sin ningún tipo de piedad, así que me corrí rápido y me asegure de manchar bien su prenda, para dejarla de nuevo en el mismo sitio en el suelo.

Si la imagen al irme era bestial al volver era una animalada, allí estaba Rocio, ya sin el tanga,  abierta de piernas y hundiendo un consolador en su coño mientras frotaba su clítoris, me miraba fijamente, con desesperación en su mirada, era su ultima bala.

-YO: perdona, no sabia que estabas……… ya me voy.- su cara, sin dejar de sacar y meter aquel consolador en ella, era de incomprensión absoluta.

-ROCÍO: no por favor, quédate, me has puesto cachonda sabiendo que te pajeabas  en el baño por  mi vídeo, y necesitaba desahogar, pero no te vayas.

-YO: mira, no se si es tema mío, no me concierne, tienes chico y no me parece bien que te vea así.

-ROCÍO: ¿que chico?, ese es un payaso que no es ni la mitad que hombre que tu, dame un teléfono y le mando a la mierda ahora mismo.- se lo di, y certificando la llamada, le mando a paseo en menos de 1 minuto, pero sin dejar de penetrarse sola, colgó- ves, es un paria que no merece la pena, pero tu, tu eres otra cosa, quiero que me folles aquí y ahora.

-YO: pero acabas de romper con el, estas dolida, pobrecilla,  mejor te dejo sola para que te tranquilices.- recogí y me fui, necesite la fuerza de voluntad del imperio egipcio para salir de allí, pero la iba a dejar sin novio, caliente como una perra y desahuciada todo el fin de semana.

El lunes siguiente su actitud cambio, según me dijo Marina iba soltando pestes de mi, que era un maricón que no la había complacido al follarla, que la tenia enana y que todo lo dicho eran falsedades, lo que no sabia es que al 50% de las que se lo decía, ya me las había tirado o me la habían chupado y pajeado, directamente o alguna de sus amigas, así que cayo en desgracia por mentirosa y rabiosa, por no saber aceptar  que no quería con ella. Con el paso de la semana la volvieron a llegar noticias, me había ha vuelto a tirar a su aprendiz, se le veía rabia en la mirada, decepción, odio, para el siguiente viernes, acercarme a ella.

-YO: oye, ¿que te pasa?, llevas unos días muy raros y distante conmigo- pregunte inocentemente.

-ROCÍO: ¿que me pasa? Tu eres lo que me pasa, eres un imbécil y un gay de mierda, te vas foliando a todas,  me tenias a mi, allí,  abierta de piernas ¿ y te largas?, eso no lo hace un tío normal, capullo.- se desahogo, agacho la cabeza y medio lloro.

-YO: siento que te sepa mal, pero eres mi amiga desde hace tiempo, y siempre te has portado así conmigo, no se por que ahora te enfadas.- la tire el comentario de forma fina y estudiada, era cierto, ella solo quería follarme por la fama  que tenia,  no por que yo o ella hubiéramos cambiado, y quería que lo reconociera.

-ROCÍO: ya, pero las cosas cambian, ahora eres mas guapo  y……- la corte.

-YO: no soy mas guapo, no soy mas divertido, no soy mas nada, me he comportado igual que antes de la operación, has sido tu la que has cambiado ¿por que? he estado 2 años persiguiéndote y no querías nada conmigo, creía que había quedado claro – había que apretarla, y estallo en lagrimas ante mi.

-ROCÍO pues por que todas empiezan a hablar de ti, de cómo follas, de lo bien que las tratas, y de que la tienes enorme, y yo quiero eso, ¿me entiendes ahora?

-YO: pero eso mismo lo podías haber tenido desde hace 2 años, soy el mismo, ¿por que el cambio ahora? ¿Por que las demás tienen algo que tú no tienes? ¿Tan simple eres? Eres patética – me miro alucinando,  cortando su falso llanto-  si te follo será por que me lo ruegues, llores y supliques como la perra que estas demostrando ser, no por que te creas que con un poco de crema puedes tener a cualquiera.- espere una respuesta pero no la tenia,  di en el clavo, me fui lo mas orgulloso de su lado que recordaba en mi vida.- das pena.

La deje allí, llorando, ahora de verdad,  habiéndola dicho la verdad,  que era una zorra ansiosa,  egoísta, manipuladora  y que si me quería tendría que arrastrase, con  todo otro fin de semana por delante para pensar en ello. Me volví a zumbar a su aprendiz,  a la que ya estaba dejando de lado por tenerme a mi y ella no, pero sabia que le llegaría la información igual, de hecho la lleve de fiesta con mis amigos y me la folle repetidas veces todo el fin de semana, no la penetraba tan profundo como Rocio se metía consoladores, pero el plan no era ella,  si no que Rocio supiera de aquello, aun así aquella ”mujercita” sabia moverse y la disfruté, una fue en el baño de mujeres de la discoteca, la metí casi en brazos y sin dejarla tocar el suelo, la subí la falda, y la senté en la pila del baño, en el lava manos,  delante de otras 4 mujeres, la baje las bragas,  me saque la polla y la hundí en ella, follándomela de forma controlada con mas de media polla, logrando espasmos y gritos de ella, y que las otras mujeres se quedaran mirando,  alguna hasta saco el móvil para hacer fotos y vídeos, sin dejar de penetrar a la aprendiz, le pedí que me las mandara a mi móvil, después de un buen rato así, la di la vuelta, la puse de rodillas encima de la pila de espaldas  mi,  desde esa posición me la folle por el coño logrando orgasmo tras orgasmo, la sentía desfallecer ante mi, pero no pare hasta que me corrí, callo fulminada al suelo, llevándose las manos a la vagina retrayéndose de dolor, al darme la vuelta  las 4 mujeres estaban besándose y masturbándose,  así mismas o entre si, mirando mi polla flaqueando después del polvo, les había regalado un espectáculo. La chica del móvil, me dijo, mordiéndose el labio,  que me mandaría todo si me la follaba también, ni lo dude, la arranque el vestido dejándola solo con unas bragas que le baje sin piedad, la aplaste de espaldas contra la pared,  la abrí de piernas, masturbe su coño hasta tenerlo húmedo y abierto, y entonces la masacre, me puse un condón,  golpeaba con mi cadera,  hundiendo mi barra dura en su interior, la penetraba mas profundamente que a la aprendiz, también era mas alta,   logre que se corriera en menos de 10 minutos,  torturándola contra la pared, pero seguí de forma fuerte otros 10 hasta que casi me corro, ella con los ojos en blanco, y entre corridas,   me pidió que dentro no, así que la saque mi lanza y cayo a plomo al suelo, pero se lanzo a chuparme la punta de la polla hasta que eyacule encima de ella, la había quitado el móvil y había sacado fotos y algún vídeo mas, los mande a mi móvil y salí del baño como un gladiador  romano después de una dura sesión en la arena.

Todo lo del móvil, se lo mandé a Rocio, todo, con comentarios de “esta podrías ser tu chupándomela” o “cuando quieras podrías ser embestida así” mandándola un video. Ella contesto una vez llamándome de todo. Para el lunes siguiente  me invito de nuevo a su casa. Al llegar no hubo ritual, nos sentamos a hablar en el sillón.

-YO: bien ¿para que me has traido?

-ROCÍO: ya lo sabes, me tienes loca y esas cosas que me mandaste, ¿de verdad eres tu?

-YO: el mismo que viste y calza.

-ROCÍO: quiero follarte.

-YO: eso ya me lo has dicho, pero no veo que haya cambiado nada.

-ROCÍO: ¿y que quieres que haga?, no puedo hacer mas para excitarte.

-YO: no quiero que me excites, quiero que sufras, lo que has hecho sufrir a muchos chicos, como yo, usar tu cuerpo como imán para peleles para tenerlos a tus ordenes, hasta el pobre pelele al que dejaste en menos de 1 minuto solo  por un rumor de que la tenia grande. ¿que puedes ofrecerme para compensar eso?

Se quedo callada, no había respuesta de nuevo.

-ROCÍO: mira, los siento, se que soy una zorra, pero no tiene nada de malo disfrutar  de tu cuerpo.

-YO: tu no disfrutas de tu cuerpo, lo exhibes atrayendo abejas, y haciéndolas trabajar para ti, te estuve haciendo los trabajos del año pasado solo por que de vez en cuando me ponías las tetas en la cara o frotabas tu cintura contra mi, y a ahora estas aquí, suplicando que te folle……. ¿solo por unas fotos. ?

-ROCÍO: ya te he pedido disculpas, soy así, mi familia no esta,  les da igual lo que haga, tengo que buscarme la vida sola y lo único que tengo es mi cuerpo, ¿vale? Es lo quieres oír, que soy una desgraciada que cuando no tenga físico lo perderé todo.

-YO: eso es un comienzo, has admitido un problema, eres guapa,  si, pero no solo eso, puedes ser mejor, puedes llegar a algo en al vida sin tener que venderte.

-ROCÍO: eso dicen todos.

-YO: será por que muchos lo pensamos, y como las palabras se las lleva el viento, prometo ayudarte, te voy a apoyar, ayudar en el instituto, para que entres en la universidad, si quieres,  sabiendo que hacer con tu vida.

-ROCÍO: ya claro, y solo tendría que acostarme contigo, ¿no?

-YO: no, si no quieres, te ofrezco mi ayuda, que no mi servidumbre, a cambio de nada, no tienes que darme nada que no quieras, y si tiene que pasar algo, pasara, pero por que los 2 queremos y  lo deseamos, no por que quieras algo de mí. ¿De acuerdo?- lo penso unos segundos, me miraba preguntándose si era cierto, si de verdad había alguien en el mundo que estuviera allí para ayudarla  sin meter su cuerpo o el sexo de por medio.

-ROCIO: este bien, pero tengo un problema.

-YO: ¿¿cual??

-ROCÍO: que yo quiero ahora, quiero follarte y se que tu me deseas también, podemos hacerlo, solo por el placer de hacerlo, ¿sin trampas,  ni engaños,  ni dobles intenciones? Solo diversión, por que los videos me han hecho correrme mas de una vez al verlos.

-YO: solo si lo quieres tu, no la golfa que busca imbéciles por los pasillos, te aviso, que si lo hacemos y me fallas, cortare de raíz, y ahora sabes que te puedo hacer la vida muy difícil, no me obligues.

-ROCÍO: trato hecho.- extendió su mano para firmar el trato., yo dude, ya la había castigado lo suficiente, había logrado que fuera un cambio en su vida para que no hiciera daño a mas chicos o a ella misma, pero podía ser un truco, y al día siguiente ir divulgando su logro, pero mi objetivo no era ser un Mesías salvador, si no follármela salvajemente después de haber hecho suplicar, y eso había pasado.

Me puse en pie y me desnude de forma rápida y sin tonteras, dejando mi polla al aire, en reposo.

-YO: aquí tienes tu premio por ser buena chica, no por ser una zorra.- su mirada era fijo, no se sorprendió tanto, había visto las fotos pero mi polla en vivo ganaba.

Me puse a su lado y la levante para ponerla de pie, ella no apartaba la vista de mi polla, la pegue contra mi y la bese el cuello, metiendo mi mano por debajo de su camiseta,  acariciando su espalda, ella permanecía quieta, se dejaba hacer. Desabroche su sujetador y le quite la camiseta, atacando sus pezones con mis labios, mientras la ponía de puntillas debido al agarre de mis manos en su trasero, por fin reacciono y bajo una mano a mi miembro, cogiendo de la punta y dando un suave masaje al glande, mientas se me iba poniendo dura, alce mi cabeza para besarla en los labios, el primero fue bonito y dulce, el segundo  ya fue pasional, con legua, note el trozo de metal de su piercing en al lengua, ambos sabinas movernos, mi fuerza en el torso hizo que ella echara su espalda hacia atrás, peor no dejaba que su cintura se alejara, apretadora contra mi polla y separando sus nalgas a través de la ropa con las manos.

-YO: ¿si es lo que quieres?, pídelo

-ROCÍO: lo quiero

-YO: ¿el que?

-ROCÍO: ¡¡¡quiero que me folles!!!

-YO: ¿ah si?  ¿A cambio de que?

-ROCÍO: por nada, a cambio de nada, solo quiero sexo.

-YO: así me gusta, ahora lo tendrás por que eres buena y lo has pedido con educación, pero te advierto que me has puesto muy caliente y no respondo de mi, lo que le hice a las del vídeo va a ser una chorrada con lo que voy a hacer.- lo dije cerca de su iodo, para cuando acabara, lamerla el lóbulo de su oreja, por lo que había visto, le ponía tontorrona.

La di la vuelta cuando ya la tenia como un piedra, y metí mi polla por debajo del tiro de su pantalón, atravesándola hasta dejar mi glande a su vista cuando miraba abajo, lleve mis manso a su cremallera y repetí procedimientos previos para bajárselos, ella ayudo doblando el torso para terminar de quitárselo, pero sin doblar las rodillas, al levantarla recorrí su cuerpo, mis manos pasaron pos sus muslo, su cintura, el vientre,  sus pechos y allí quedaron apretando sus tetas, mientras,  con mi polla palpitando entre su piernas, comencé un mete saca suave, frotadora toda al tela del tanga, lo hice durante un rato, hasta asegurarme de que estaba mojada.

-YO: ¿te crees muy dura por meterte esos consoladores? Veremos si aguantas sin correrte antes de que te penetre.- se le erizo la piel, no estaba acostumbrada a ese tono o palabras.

La senté en el mismo sillón donde hacia unas 2 semanas le tenia abierta de piernas perforándose con un gran consolador, la abrí de piernas y me puse en medio atacando sus pechos,  con una mano frotando por encima de su tanga, fui bajando con deseo repasando cada zona, jugando con mi lengua el  piercing del ombligo, tirando un poco de el con los dientes, para cerrar dándole un chupetón en uno de sus muslos interiores, muy cerca de su vagina, ella se masajeaba las tetas mientras respiraba profundamente, mas que por lo hecho, por que  intuía que pasaría. La levante la cintura y de un tirón le arranque el tanga, mirándola a los ojos lo olí delante de ella.

-YO: hueles a gata en celo, y se como tratarte- inspire profundamente y las metí en mi pantalón, eran mi regalo.

Sin preámbulos ya que no era ninguna damisela, abrí sus labios mayores y chupe la zona, estaba bastante mojada, pero quería mas, cuando estaba bien lubricada, fui metiendo un dedo tras otro, metiéndolos y sacándolos con rapidez, la oía gemir con cada ida y venida de mi mano, me puse en pie pero doblado hacia ella,  , puse la mano en modo masturbación del punto G,  que ya había localizado, y mientras la besaba, mi mano se movía lentamente en su interior, acelerando con cada gesto, ella al inicio no se le notaba, me besaba como si no pasara nada, pero según iba aumentando el ritmo, también lo hizo los fluidos que salían de su interior, y la pasión en su lengua, repasando cada rincón de mi boca, hasta que no pudo mas y hecho la cabeza hacia atrás gritando de placer, para después, ante mi no parar, me miraba a los ojos poniendo morritos. yo metí mi cabeza entre sus tetas y sin parar de acelerar el ritmo de mi mano en su coño,  lamía y chupaba sus pechos, jugueteando con sus pezones, era difícil, se movía de forma agitada,   cerraba y abría las piernas muchas veces, hasta que reventó en un orgasmo brutal, bañándome la mano, el sonido de chapoteo era evidente pero seguí con la mano a buena velocidad, sin que ella mascullara una sola palabra, solo abría la boca de frenesí, logre una 2º explosión, y ya mi brazo se canso, acariciaba por fuera su empapado coño, mientras seguía comiéndole un pecho. Subí la mano empapada y me la limpie con la piel de sus tetas, ella automáticamente se llevo las tetas a la boca lamiendo por encima sus propios fluidos de sus  pezones.

Me senté enfrente en el sillón, mientras ella cogía con su mano mas fluidos y luego se chupaba la mano de forma obscena, estaba ya totalmente empalmado mirando la escena.

-YO: vaya, me has decepcionado un poco, ya voy 2-0 y aun no te he ensartado.- su mirada acepto el reto.

Se dejo caer el suelo, y andando a gatas hacia mi contoneado el culo, me decía guarradas.

-ROCÍO: sabes que es lo me mas me ha jodido de la fotos, que esa puta no sabia chupártela, apenas se metía el glande.

-YO: ¿y tu lo harás mejor?

La respuesta no fueron palabras, se coloco entre mis piernas donde estaba mi polla tiesa siendo masturbada ligeramente por mi, me quito la mano y la agarro con ambas manos, me pajeo suavemente midiendo los tiempos y las distancias, cuando noto los limites, bario la boca como desencajándola, saco la lengua y de un tirón se emito 1/3 de polla, la note toser pero no moverse, notaba su lengua estirada moviéndose por mi tronco, cerro sus labios y comenzó a sacársela de la boca sin dejar un solo ápice de piel sin embadurnar de babas y rodear con sus labios, al llegar arriba jugo con su lengua en mi glande, mientras con ambas manos seguía pajeándome, sabia lo que sea hacia, subía el ritmo y repasaba mi polla con su lengua a ratos, mientras en otros se  metía el tercio en la boca, y no solo metía, como muchas de la chiquillas que habían pasado por allí, aquella loba chupaba y sorbía las babas para volver a untarme la polla con ellas y volver a chuparla, ladeo la cabeza repasando con sus labios todo mi tronco y se la volvió a meter en la boca, dando mi glande con el dorso interior de sus mejillas, lo subía a y bajaba a ratos, otros lo dejaba allí, haciendo presión mientras con una mano por fuera se golpeaba la mejilla y por ende mi capullo. Me tenia a mil, y me mato cuando después de golpearse la cara con mi polla,  y seguía pajeando,  metió su boca en mis huevos, los lamía y metía en su boca de forma alternativa, con dulcera pero firmeza, lamiendo  y besando la base de mi polla, dios, aquel trozo de metal de su boca era una delicia. No aguante mas y me corrí allí mismo, fue tan fuerte que la paso el semen por encima casi sin tocarla.

-ROCÍO: 2-1

-YO: tender que sacar a los titulares.

Metí mis manos por dejado de sus brazos y de un tirón la subí encima mía, no soltó mi polla que estaba algo flácida, y la masajeaba para recuperarla para la causa, mientras nos besamos de nuevo, ya sin tonterías, de forma grosera y sexual, la apretaba tanto que mi polla ya endurecida paso por debajo de ella, quedando aplastada por su peso, la levante del culo hasta tener sus tetas a mi alcance bucal de nuevo, y mientras ella llevaba sus manos atrás,  a mi polla,  buscando que se endureciera, cuando ya estaba al 100% bajo su cadera.

-YO: ten cuidado, no se como de abierto lo tendrás

-ROCÍO: mucho.

Dirigió su polla a la entrada de su coño, metió el glande sin dificultad, estaba mojada, giro la cadera buscando impulso y de golpe se dejo caer, de largo 20 centímetros a la 1º, esa tía estaba bien entrenada, aunque el grosor la dejo quieta unos segundos,  mientras sus paredes vaginales se acostumbraban al tamaño.

-ROCÍO: dios, es mas grande que cualquier chico o consolador que haya metido, todavía queda mucha fuera y me siento a reventar.

-YO: pues ten cuidado pro que esto acaba de empezar.- baje mi cuerpo hasta sacar el culo del sofá, plante las piernas al suelo, y la agarre de la cadera, – preparaste para gozar.

Sin ningún ápice de cuidado ni piedad comencé a follármela, de forma bestia, cogí ritmo rápido y cómodo, fácil de aguantara y no pare, ella paso por todos los estados, tranquilo, excitado,  me vas a  partir, dios que grande y volvía a empezar, pasaba eso por que cada ciertas embestidas,  mi polla penetraba mas, notaba como su pelvis se abría y me dejaba llegar mas a su interior, no se la metía entera pero casi, y el ritmo era elevado, 15 minutos de golpes fueres y descansos, logre que emanaran fluidos de su coño bañándome, pero como era costumbre no pare, seguí, a los pocos minutos otro orgasmo, ella se quería bajar,  yo la sujetaba y seguía, ya no me gritaba  solo salían gemidos rítmicos con cada embestida, cayo hacia delante sobre mi , sin fuerzas, notando como su espalda se retorcía con cada espasmo de cada corrida. A los 20 minutos ya estaba a punto de reventar de nuevo, ella estaba asfixiada pero había entrado en un estado de aceptación de la situación y solo disfrutaba, di un par de golpes mas fuerte para terminar eyaculando sin control.

-YO: joder, así si se folla, vaya delicia de coño que tienes, casi te la metes toda. – la saque de mi y la deje medio de load sobre el sofá, cogiendo bocanadas de aire y llevándose la mano al coño para comprobar la abierto que lo tenia, era recurrente aquello.

-ROCÍO: me acabas de hacer la mejor follada de mi vida, no me he corrido tanto nunca, dios, no es solo larga, es que es ancha, me parte, noto como cede mi interior, normal que tengas a todas locas.

-YO: pues si quieres es toda tuya, solo tienes que comportarte y ser buena chica.

-ROCÍO: jajajaja que malo eres, pero esto no ha acabado llevas mucha ventaja en tu casilllero, déjame el del honor.

Se me monto encima de espaldas, llevando una mano a mi polla para levantar de nuevo el animo, cuando estaba dura de nuevo, fue a un cajón y saco lubricante, se tumbo a mi lado y se pringó un dedo, luego se lo llevo al ano, y lo acaricio hasta meterse el dedo, me lance a ayudarla, me moje dos dedos y la sustituí, luego tres, que maravilla,  como se abría, ya estaba lista y con los pezones duros, me coloque en la posición del misionero, pero apuntando a su ano, y haciendo presión mientras ella se retorcía bajo mi cuerpo, mi glande entro, deje un minuto para que se le quitara la cara de susto y su ano se expandiera, luego iba penetrando sin parar, abriéndome paso, cuando llegue lejos,  la saque, vi el agujero hecho y la volví a meter de golpe, repetidamente lo hice hasta que entraba y salia sin dificultad, entonces ya no tuve compasión, cogí posición y arranque un ritmo que hacia que ella rebotara contra el sofá con cada golpe, a los pocos minutos ya la penetraba totalmente, chocando mi pelvis con su trasero, su cara era de asombro total,  no paraba de moverse hacia cualquier lado, buscando algo que no encontraba. Llevó una mano a su coño para masturbarse y eso solo hico que se corriera de nuevo, la situación se descontrolo y se me salió, ella casi lo agradeció.

-ROCÍO: me partes, que sensación, veo estrellas, si sigues así me vas a matar, déjame a mi llevar el ritmo.

Me sentó y ella se puso de espaldas, apunto a su ano  con mi polla y una vez ensartada,  se recostó sobre mi, levantando las piernas apoyándose en las mías, así ella hacia fuerza y se levanta y baja  a su ritmo, con el paso de lo minutos la volvía a tener toda dentro de ella, que gritaba improperios incoherentes, mientras se masturbaba, se corría nuevamente, no paro de soltar fluidos, yo ya estaba harto de aquello y agarrándola de la cadera tome el mando y el ritmo, bombeando de forma brutal, coda golpe la levantaba un palmo del suelo y la hacia caer a plomo para recibir otro golpe, se llego a caer hacia delante poniéndose a 4 patas sacándose mi polla de dentro, al verla en esa posición,  con un tremendo agujero en medio de su culo, me puse de rodillas detrás de ella y la volví a empalar, haciendo que nuestros cuerpos fueran fuerzas opuestas, el sonido de mi pelvis golpeadora era rotundo y a cada golpe ella andaba un poco para adelante, queriendo alejarse y dejar de gritar de gusto, pero no la dejaba,  la volvía a atraer sobre mi , sin piedad. Cayo rendida al suelo apoyando la cara y el pecho al suelo, se había convertido en un culo en pompa inerte que era perforado si compasión, ya ni se corría, ni se movía, solo recibía. Me mantuve así los ultimos 5 minutos hasta que me corrí por 3º vez, desde Eli nadie me había puesto tan al limite.

Me senté el sofá,  roto de cansancio,  empapado en sudor y mirando aquel mueble decorativo en que se había convertido Rocío, no se movía,  seguía en la misma poción con el agujero de su culo cerrándose poco a poco.

-YO: esto es para que sepas que si me fallas no tender piedad de ti, lo sabré, no te diré nada y te llevare a este punto una  y otra vez hasta que supliques perdón.- su cuerpo cayo de lado, dando por fin indicios de vida en ella.

-ROCÍO: me has roto el culo carbón, ¡¡¡¡me lo has roto!!!

-YO: y mas que te romperé, esto es solo el inicio.

Durante los ultimos 3-4 meses de instituto la ayude como prometí y ella se comporto mucho mejor, hasta logre que vistiera de forma mas recatada, todo a cambio de no dejar las sesiones de sexo salvajes, en su casa casi todos lo viernes, y entre semana en el instituto, o hacíamos pellas un día y nos íbamos a su casa para follar de nuevo, se convirtió en una habitual, aunque no la única.

Las mejores sesiones fueron cuando empezó a invitar  los viernes a su casa a la aprendiz, no fue mi 1º experiencia con tríos, pero si la 1º real sin ensayos,  ni Eli cerca, al principio solo follamos Rocío y yo con ella masturbándose, pero la invitamos a jugar, era pequeña pero sabia lo que se hacia, la comía el coño mientras la otra me cabalgaba como una amazona, luego me chupaban la polla entre las dos, alguna vez cogí a la aprendiz y la hacia un 69 en el aire, mientras ella me comía la polla por arriba Rocío lo hacia por abajo, me sentaba en esa misma posición sin dejar de hacerse correr a la aprendiz y sin que ellas pararan de sacarme semen, Rocío hasta se lo tragaba ya. Las ponía a horcajadas una sentada  encima de la otra , se besaban y acariciaban,  yo desde atrás las iba penetrado alternativamente, metía mi polla en el coño de la aprendiz hasta que se corría, y luego en el de Rocío, y hacia lo mismo, ella tenia mucho mas aguante pero yo tenia mucho mas que ambas, cuando la pobre aprendiz se bajaba del carro por agotamiento, empezaban las sesiones anales con Rocío, siempre terminaban igual, con ella “muerta” sin reacción, tardaba unos segundos en volver en si, y para cuando terminaba con ella,  la aprendiz ya se había recuperado e iba a por ella, en un viernes logre echar  10 polvos con ellas en el margen desde el vuelta del colegio hasta la madrugada, mientras una se iba al baño,  descansar o comer, me follaba a la otra, cuando era yo el que me iba eran ellas las que seguían jugando.  Acabamos a las 6 de la mañana rotos, dormidos como críos los 3 desnudos en la misma cama, abrazados, ni que decir tiene que al levantarme me las volví a follar hasta la hora de comer, a Rocío ya le entraba toda mi  polla por el coño y el ano, y a la aprendiz mas de media polla en el coño y empezamos a disfrutar de su ano, dios, era tan pequeña que la comparación con mi polla era gigante, aun así logro meterse ¾ de polla por el culo, gemía como un cochinillo al que estuvieran matando, pero no se bajaba ni dejaba de rebotar sobre mi.

No era una relación, no quedábamos a tomar cañas o salir a pasear, y en el instituto solo nos mirábamos para secuestrarnos unos a otros para sesiones de sexo improvisadas, llego un momento en que me harte de aquellas 2, como había cambiado el tema, de matar por estar con una a follármelas tantas veces que me sentí hastiado, no daban mas de si, A Rocío la deje de lado en las sesiones de sexo,  aunque la ayudaba en todo lo demás, consiguió sacarse matricula y entrar en la universidad, hoy en día es asistente social y ayuda a la mujer maltratada. La aprendiz fue al revés, era una estudiante normal y con el paso de las sesiones se le fue a la mierda el curso, tuvo que repetir, pero a ella me la seguí follando hasta final  de curso, me daba mas morbo a  esas alturas.

CONTINUARA…………

 

Relato erótico: “Mi don: Pamela y Karin – el instituto 3/3 (11)” (POR SAULILLO77)

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Hola, este es mi 11º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos. Estos hechos son mezcla de realidad y ficción, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real. Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.

Sin títuloMi nombre es Raúl, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis últimos años de Instituto, 17-18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre,  hermana mayor, mandona pero de buen corazón, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de Madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue lo normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era. Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al fútbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rápido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavía no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante. Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte. Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena. Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio. Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellas, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba. Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno,  de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.

Además, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme. Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención, solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón. Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría un 10 tras otro, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es información inútil que pasado el examen no volveré a necesitar.

Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a ls escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningún medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escáner  y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello. Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operación, gracias a dios todo salió bien y con el apoyo de mi familia y amigos,  todo salió hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.

Después de la operación, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales. Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinación y razonamiento, y después físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no quería, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi físico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total, donde cumplí los 18. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados, se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algún celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.

Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, además de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas. Pero las situación con ella, no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital. Después toco poner en  práctica la teoría y Eli, la fisioterapeuta que me estaba ayudando con un problema en el pie, me la confirmo. Ahora era mi profesora y me enseñaba todo lo que se podría necesitar, y con unas amigas llego la magia. Después de mis 2 primeras semanas de aprendizaje y teoría, llegaba la hora del examen práctico. Ahora de mi aprendizaje,  Eli me invito a una fiesta que quiso usar de examen, y se desmadro. Un tiempo después inicie unas vacaciones tórridas con una familiar lejana, acabe desvirgando y abriéndola al mundo del sexo, teniendo que marcharse pero con planes de reencuentro. Pase los últimos meses de institulo tirándome a todo lo que veía.

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Ya he leído algunos comentarios, gracias por los consejos, tratare de corregir, debido a varios comentarios paso a quitar en negrita las conversaciones

Es cierto que quienes sigan la serie, es una lata, pero la 1º parte casi no cambia, con bajar un poco la rueda del ratón se soluciona, de ahí que ponga estas pequeñas anotaciones separadas del resto, Y así los que empiecen un relato sin seguir el orden, tengan una idea general rápida.

Y si, es una deformidad de polla, pero tenia que ser así.

Pido disculpas por los “tochazos” que escribo, estas primeras experiencias llevan mucha información, y es importante a mí entender. Alguno más así y os prometo que los siguientes no serán tan grandes.

Inicio una serie de relatos que detallan los últimos 5 meses de instituto, debido a la cantidad de información y a que muchas de las relaciones relatadas se sobreponen unas con otras en el tiempo, y pueden cambiar de género, los divido, con aclaraciones previas de su contenido.

Aquí inicio el relato donde explico algunas de las reacciones con otras alumnas del instituto.

Pasaron los días y toco volver al instituto, las primeras semanas las pase lacónico y mustio, la vuelta de Ana a su casa y el fin de nuestras sesiones de sexo  me tenían triste, no era por el sexo, si no por la sensación de tener una mujer a tu lado, que te desea tanto como tu a ella y que te reconforta, que calmaba  la fiera que llevaba dentro, y n me refiero a mi pene. Mis notas en el curso eran algo pobres, nunca fui un “listillo” pero siempre sacaba notas fáciles, 6-7 sin demasiado estudiar, la media la sacaba seguro, pero mis padres me dieron un toque, ya no colaba la historia del pobre crío operado, ya estaba mas cerca de los 19 que de los 18 y de la operación, “tenia que prestar mas atención en el instituto”, y a fe que lo hice, esas palabras retumbaron en mi cabeza unos días, ¿Qué me pasaba?, era un chico joven de 18 años, moreno,  de 1,90, de espaldas grandes y fuertes, apuesto, de unos 85 kilos,  con cierta tonificación, sin llegar a marcar músculo, había tenido sexo con penetración con 3 mujeres diferentes, repetidas veces con cada una, había echo de casi todo en el sexo sin penetración con otras 4 diferentes,  alguna de esas ex actriz porno, entrenado y con cierta experiencia, con una polla enorme y  una legión de colegialas adolescentes con las hormonas alteradas ante mi.

Según pasaron los días, la sensación de que estaba perdiendo el tiempo,  crecía en mi interior, llegue a quedar con Eli, que le iba de cine con su forma de llevar el gym,  deseando sexo con ella,  pero no me dejo,  me incito a lanzarme a por las del instituto. Todo indicaba una sola dirección, y fui a por ello convencido de que era lo que se tenía que hacer.

Os diré que durante los siguientes 5 meses folle no menos de 40 veces,  con mas de 12 alumnas distintas,  os sorprendería el numero tan corto de alumnas que ya no eran vírgenes a esas alturas, a mi me sorprendió al menos, me costo encontrar alguna y siempre de escalas menores en las clases sociales de los institutos,  siempre de ultimo curso y mayores de edad, por mi y las palabra de Eli, se me insinuaron igual chicas de 17, de 16 y me choco profundamente una de 15 que afirmaba no ser virgen ya y que quería guerra, las ignore a todas.

Sin contar las que lo intentaron y no se pudo por que literalmente no les entraba mi pene,  pero si sexo oral o masturbaciones mutuas,  otras salían corriendo al verme desnudo y la polla colgando, una incluso salió corriendo solo con sentarse encima de mi con la ropa puesta aun, el rumor de mi polla corría como la pólvora y note como, pasadas unas semanas desde que empece, las chicas que no conocía no me miraban a la cara, si no a la entrepierna directamente, y las que si me conocían cambiaron su actitud hacia mi diametralmente, se salvaron algunas de las mejores y mas morbosas por estar ya con novio y ser amigos míos, y lo digo así por que mas de 3 de ese tipo se me insinuaron claramente, y no digo insinuar si no cogerme la polla y arrastrarme al baño, pero me negué en casi todos los casos, en otros la chica o situación era demasiado excitante y el amigo no era tan cercano. Los compañeros no ayudaban,  pase de ser el gordo y toda la enciclopedia de insultos y bromas que lleva detrás, a ser el trípode, el tres piernas o el hombre del bastón, al principio me molestaban sus comentarios, pero me di cuenta que lejos de avergonzarme a mi, que estaba acostumbrado a usar el humor como mecanismo de defensa ante esos ataques cuando estaba gordo, una gran polla no seria problema, o  a la chicas, esas palabras me fijaban como objetivo, era un reto para ellas, en el 60% de los polvos que eche, solo tenia que bajarme el pantalón, y otros con usar una trampa sencilla de presumir y hacerlas caer en el “no te creo”. Echaba de menos mucho los juegos y la conquista, buscaba un reto,  pero realmente no lo encontré en esas alumnas.

Como es demasiada información, paso a relatar las 3 chicas que merecen la pena ser contadas.

La historia debe continuar.

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Quedaba 1 mes para el final del curso, y a estas alturas era difícil encontrar una alumna mayor de 18 soltera que no hubiera pasado por mi de alguna manera, yo ya no le hacia ascos a nada, pense que todas merecieran disfrutar así que baje el listón queriendo regalarme a las chicas menos populares, mas “feillas” o con kilos de mas, aquí lo pase mejor, algunas aun eran vírgenes y desvirgué a 2, mientras que a otras no les entraba mi polla así que disfrutábamos de sexo oral y masturbaciones, siempre podría desahogarme con Rocío o la aprendiz, como os dije,  sorprendido me encontré cuando me harte de ellas, así que   siempre lograba que alguna de las que ya me había tirado cayera de nuevo, no eran tan fogosas ni tan profundas pero en la variedad esta el gozo.

Yo me convertí en un carbón, en ese chico que no quería ser, un capullo arrogante que se creía superior, y aunque objetivamente pienso que lo era, al comentármelo Marina en una de las pocas veces que me la volví a zumbar, me dejo pensativo, Eli me había avisado, yo no quería ser así, pero tenia a  la mitad de las chicas del instituto persiguiéndome, mi mentalidad de adolescente me volcaba en esa dirección. Estaba retomando el tiempo perdido, por así decirlo, gane un barbaridad de experiencia y aprendí a tratar a una mujer según su forma o tipo, hasta ese momento era, en el sexo, un empollón  experiencia en el tiempo,  al salir del instituto era una maquina de follar que buscaba restos, salvo Rocío ninguna se metía mi polla entera, y la mayoría no pasaba de la mitad.

Me ha costado mucho elegir quien seria la 3º de las alumnas que os relato, como os he dicho las sesiones con todas eran bastante iguales y solo algunas merecían la pena ser relatadas. Al final me he quedado con 2, no podía dejar pasar ninguna.

3º-1 La diosa de ébano, Pamela.

Andaba algo absorto, las sesiones de sexo con Rocío y aprendiz eran salvajes pero llego un punto en que no avanzábamos, me canse de ver sus cuerpos desnudos, ya no me excitaba nada mas verlas, tenían que trabajar mi pene un buen rato para lograr que me empalmara. Así que,  dejándolas un poco de lado, mas a Rocía que a la aprendiz, volví de caza,  buscando……..algo diferente.

Lo encontré en Pamela, una chica de mi curso pero de otra clase, era un poco tímida y callada, sin muchas amigas,  llevaba solo 2 años en España, sus padres eran de costa de marfil y habían venido en busca de trabajo, hablaba y entendida bien el español pero lo hacia con un toque francés, que hablaba perfectamente. Me fije en ella por su piel, esa chica era negra, no morena ni tostada, era de un negro brillante, liso y  atractivo. Media 1,75, tenia el pelo negro, suelto, media melena cayendo hacia un lado de su cara y siempre liso, supuse que debía alisárselo todos los idas por que si no lo hacia se el encrespaba el pelo, pero eso le daba aun mas morbo a una cara espectacular, sus ojos eran marrones,  la piel de su cara no tenia imperfecciones, era muy guapa,  lo mejor es que tenia unos labios enormes, hinchados, se ponía algo de lápiz de labios rosa que contrastaba con su oscuridad, como el blanco de sus ojos, el físico era fácil de adivinar, llevaba siempre camisetas con botones bien ceñidas, abrochadas por encima de sus pechos, eran prominentes y el sujetador le daba una figura deliciosa, como casi todas las chicas de la época, llevaba un pantalón ajustado desde su cintura hasta las rodillas, allí cambiaba algo y se abrían un poco en forma de campana, ya fuera vaquero o de tela. Lo que no tenían las demás era su espectacular trasero, parecía que le fuera a reventar la tela, se le marcaban bien las bragas, y  cuando andaba le retumbaban las nalgas  de forma que todos los tíos clavábamos nuestras miradas en ella, no los buscaba ni se contoneaba, le salía de forma natural, mas de uno no pudo resistirse y al pasar ella por su lado la daba un cachete en el culo, al principio ella se enfadaba mucho, pero con el paso del tiempo llego a aceptar que su culo provocaba aquello, y pese  que no esta bien, era un culo de negra, de esos que generan envidia, bien colocado, grande  y redondo.

No me fue difícil iniciar una relación de amigos con ella, como digo,  era una solitaria, si que cualquier muestra de cariño o afecto era bien recibida, durante una semana me trabaje su  amistad, hasta la defendí de un chico que como os digo no se resistió y la dio un cachete en el culo, ella casi ni reacciono, ya lo veía normal, pero le abronqué. Después charlo conmigo, su acento francés me derretía, pero como no se como escribirlo, siempre que ella hable,  lo podéis imaginar.

-YO: no deberías dejarte manosear.

-PAMELA: te agradezco tus palabras, pero casi ni me importa ya.

-YO: no esta bien que te dejes, mereces un respeto.- la acariciaba un brazo, ya la tenia en ese punto de confianza.

-PAMELA: si yo no les dejaba, pero es que no me hacían caso, y no quiero ir a las profesoras y ganarme enemigos, así que ya me da igual, les dejo y así todos contentos.

-YO: ¿todos?, no creo que tu estés contenta.- no podía, ¿o si?

-PAMELA: bueno, no me gusta, pero……….

-YO: ¿que?

-PAMELA: pues que…….sabes,  no tengo muchos amigas, ni menos chicos, no hay mas africanos o descendientes, y por ser…..negra, los chicos no se acercan a mi, así al menos me siento……..

-YO: …….deseada.- asintió un poco avergonzada por reconocerlo.

-PAMELA: no esta bien,  supongo, pero me vale.

-YO: bueno, eso es por que tú quieres.

-PAMELA: ¿por que?

-YO: hombre, no te creas que los chicos lo hacen con todas, solo contigo, y es normal………- la deje botando para que preguntara.

-PAMELA: ¿normal por que?- hice como si me costara responder.

-YO: pues por que tienes un trasero espectacular, el mejor culo del instituto de largo, yo también me he fijado, y tu lo sabes, si quisieras podrías ponente unos pantalones mas sueltos y así disimular, pero vienes siempre tan ……..apretada,  que a tu paso vas dejando a todos tiesos, ¿Cómo resistirse a golpearlo? – Se abrumo, era una verdad como un templo.

-PAMELA: bueno, si, un poco, pero también es que todos me quedan así, me cuesta un mundo ponerme los pantalones, en la tienda me pruebo muchos, pero……..

-YO: los llenas, joder es que lo tienes enorme, pero no en el mal sentido, es precioso y verte caminar de espadas es un pecado.

-PAMELA: jajjajaja muchas gracias, la verdad es que tenia algo de complejo pero empieza a gustarme este rollo, tender que sacarle partido si quiero salir con chicos de aquí.

-YO: ¿de aquí?

-PAMELA: claro, yo ya salía con chico en mi país – se indigno un poco- a ver que te crees, si ni soy virgen.- se dio cuenta de que su comodidad en la conversación la había soltado la lengua de mas, pero normalice la situación.

-YO: ni lo pongo en duda, desde luego tenías que arrasar allí, y es una pena que aquí no te venas así, como te veo yo, una mujer espectacular.- puse mi mano sobre una de sus piernas.

Mis palabras calaron en su cabeza, y me miraban como si hubiera dado en el clavo de un impedimento en su cabeza, hasta el punto de que debió recordar algo, ¿las conversaciones de chicas en el baño  sobre mi y mi polla?, así que sonriendo y tratando de disimular me miro a la polla.

-YO: si, yo también tengo mis problemas.- me agarre la polla por encima de la ropa, se sobresalto.

-PAMELA: perdona, no quería decir……….¿que problemas?, ¡si eres el mas popular y  cada semana andas con una distinta colgada del cuello!.

-YO: pues si, pero no…..vamos, que busco……pero ninguna me………..llena, por así decirlo – volví apretarme la polla con la mano- es difícil encontrar a una mujer que sea capaz de………aguantar.

Se le notaba en la mirada que aquellas palabras resonaron en su cabeza mientras le comentaba alguna otra cosa como si lo que hubiera dicho no tuviera relevancia. Al ser viernes quede con Rocío y la aprendiz para ir a su casa, pero antes invite a Pamela a tomar un helado, ya era primavera y el calor aumentaba, seguimos charlando de su vida allí de su adaptación, después acompañándola al metro para que se fuera a casa,  entro en una tienda y salió con un par de bebidas, se esas en vasos de cartón y tapa de plástico, se bebía una ofreciéndome la otra, bebi, y la hizo mucha gracia, dándome 2 besos en la mejilla, se fue.

-PAMELA: ya me contaras el lunes.

No entendí el comentario, y me fui para casa de Rocío, (las siguientes 3 horas podría dedicarle 1 o 2 relatos largos, pero no lo haré, entre otras cosas por que no me gusto quien fui, como me comporte y lo que ocurrió, se puede decir que es lo mas cerca que he estado nunca de la violación.) La casa no estaba lejos y fui andando, según avanzaba note un calor creciente en mi, un calor que empezó como un hormigueo y fue aumentando hasta abrasarme bajo la piel, no sudaba,  no era el tiempo,  ni la ropa, era yo, llegando un momento se me puso dura, sin motivos ni provocaciones, la gente mi miraba por la calle pero me daba igual estaba ido, para cuando llegue con Rocío estaba ahogado, abrasado y con una erección de caballo, sin mediar palabra cogí a la aprendiz y me la lleve al cuarto, nos desnude, la abrí de piernas y sin mas la penetre, estaba rebosando de lujuria, en 10 minutos ya la tenia corriéndose y en 20 comencé a penetrarla mas profundamente de lo que solía, sin cuidado, como era normal, la destrozaba,  golpeaba la pared de su útero con mi glande, pero en vez de parar o frenarme, seguí golpeando, sus gritos ya no eran de placer si no de dolor  pidiendo ayuda, entro Rocío y me tuvo que parar, le costo, cuando me di cuenta de  lo que pasaba me quite de encima a la aprendiz y le arranque la ropa a Rocío, en un cuarto de hora la tenia en la misma situación que con la aprendiz, pero metiéndosela toda, después de 40 minutos sin parar sin correrme y sin notar que me calmara,  sus gemidos de placer pasaron al silencio y del silencio a la suplica de que parara , se había corrido unas 6 veces y yo no paraba, no podía, se derrumbo en la cama medio ida, yo me enfade por que no se movía, me quede de pie,  quemándome la piel, con un fuego interno, una erección bestial después de haberme follado durante mas de 1 hora a 2 chicas sin correrme, no entendía nada, mire a la aprendiz y su cara era de pánico, de miedo por que la volviera a tocar. Tome conciencia y salí de allí pitando, cogí un taxi y fui derecho al gym de Eli, la llame diciéndola que me daba igual que estuviera haciendo, que desalojara el gym por que iba para allí,  a reventarla.

El dolor en mi polla empezó, seguía tiesa, sin bajar y sin que mi cuerpo pudiera hacer nada, y mi mente no entendiera, cuando llegue al gym y subí,  estaba Eli y la monitora cubana, pregunte que hacia allí, no le había dado tiempo de recoger, razone por 1º vez en hora y media, pedí que se quedara, le  dije que en ese momento no confiaba en mi mismo y en que pudiera hacerla daño. Le conté lo que pasaba mientras me desnudaba, la cubana alucino al ver mi polla, y Eli al verme desesperado, sabia que aquel no era yo, estaba ardiendo , solo quería que alguien apagara mi fuego, y los gestos de cariño preocupados de Eli no ayudaron, me abrazo y no aguante la sensación de mi polla chocando con su cuerpo, la rompí la ropa, la tire al suelo y me la folle salvajemente, ella se dejaba hacer, no quedaba otra ante mi abrumadora fuerza,  de refilón veía a la cubana desnuda y abierta de piernas masturbándose con energía,  pero me daba igual hasta ni miraba a la diosa que tenia empalada debajo de mi, durante otra hora me la folle sin parar y sin correrme, de vez en cuando ella se corría y pedía cambio de posición, o que ella llevara el ritmo,  para que no le doliera, pero no tardaba mucho en que la volvía a hacer daño, estaba fuera de mi, era un potro desbocado, se la emti por el culo, y  otros 20 minutos así,  Eli ya estaba agotada, hastiada y sin fuerzas, la cubana se ofreció orgullosa a continuar el testigo, mal hecho, no estaba en mis cabales, la revénte tan fuerte que en menos de 30 minutos ya la tenia gritando de dolor pero no paraba, creo que se llego desmayar, varias veces, su cuerpo era inerte. Eli volvió en si y me separo de ella, me sentó y me hico una mamada de tal forma que de cualquier otra manera en menos de 7 minutos ya estaría eyaculando, pero nada, llevaba 2 horas largas,  me había follado  4 mujeres distintas, sin eyacular, ni la erección bajara,  sin que se me pasara el calor. A la desesperada Eli se chupo un dedo y me lo metió por el culo, buscando el punto G del hombre, ya lo habíamos ensayado,  no me había gustado, ahora me daba igual solo quería que aquello parara. No se donde toco pero por fin,  casi después de 3 horas y con el numero de emergencias marcado en el móvil, eyacule, reventé como un animal, se me paso el dolor pero seguía abrasado  y con la polla dura, ya con la ayuda de la cubana, vuelta a la consciencia,  siguieron chupándome la polla con un dedo metido por el culo, en 20 minutos eyacule unas 4 veces, con cada una de ellas, mi polla perdía fuelle y mi cuerpo se relajaba.

-ELI: dios mío, menos mal, esto ya esta casi normal, ¿Qué coño has tomado?

-YO: nada, estaba tomando algo con un chica, luego he ido a ver a unas amigas y me sentía ya así, me las he tirado pero las he reventado, he venido aquí y ya me has visto.

-ELI: ¿has tomado viagra o algo?

-YO: que va, ¡¡ni que me hiciera falta!! ya los sabes.

-CUBANA: esto no es viagra, esto es una mierda africana, he iodo hablar de ella, se la dan a los guerreros antes de las batallas y  antes de casarse, para empezar la noche de bodas y asegurar virilidad.

-ELI: esa chica, ¿con la que has tomado algo? ¿Te ha dado a probar algo?

-YO: no, nos hemos tomado unos helados, yo mismo los compre, luego solo unas………-MALDITA ZORRRA, LAS BEBIDAS.- ………..¡¡que guarra,  me ha metido algo en la bebida!!.

Pase una hora mas con ellas dos, tranquilizándonos y retomando un estado natural, las había partido, la cubana efectivamente se había desmayado un par de veces y Eli estaba totalmente escocida, nos duchamos con cuidado de no volver a levantar el ánimo y me volviera el efecto. Pase el fin de semana tranquillo en casa, Rocío me llamaba por que le había encantado y quería repetir, pero decidí vengarme de Pamela, ¿porque lo habrá echo? Llego el lunes y en el descanso fui directo a ella.

-PAMELA: ¿que pasa?, ¿que tal lo has pasado?

-YO: pues abastaste mas puta loca, ¿que coño me diste?

-PAMELA: unas gotas de una cosa que guarda mi padre antes de tirarse a mi madre, no veas como gritan jajaja.

-YO: muy gracioso ¿y las has probado?

-PAMELA: ¿yo? Que va, me pareció divertido dártelas.

-YO: ¿por que los has hecho?

-PAMELA: por que se que vas detrás de mi, no soy boba, me ha llegado el turno, ¿no?, pues si me quieres tenias que sufrir un poco, que fuera diferente conmigo, que me demostraras estar a la altura.

-YO: pues lo has logrado, casi parto a 2 compañeras tuyas y he destrozado a otras 2 mujeres adultas., ¿te parece suficiente?

-PAMELA: ¿había 2 en casa de Rocío?  te seguí, escuchaba los gritos de Rocío  a través de la puerta y luego en el gym,  lo vi todo por una ventana del callejón.- me quede asombrado.- que sepas que me hiciste correrme un par de veces, me hacia un dedo cada vez que veía como las perforabas sin piedad.

-YO: muy bien, las cartas están sobre la mesa, ¿y ahora?- sea cerco a mi acariciando mi pecho, le lebrato poniéndose de puntillas y quedándose a milímetros de mi cara.

-PAMELA: ¿ahora?, ahora me vas a follar como lo hacías con ellas, mañana mis padres salen por la tarde, después de clase,  vamos allí y me vas a reventar –  me beso, de forma caliente, con sus labios jugosos y grandes, cuando la pille el ritmo metió su lengua en mi boca, de forma obscena con movimientos lentos pero pasionales, la frene un poco por que si no le ensartaba allí mismo, entre el enfado y la fogosidad. Se dio la vuelta y poniéndome el culo en la polla se restregaba- mañana te veo- y dando un golpe de cintura final se fue, ahora si,  contoneándose sexualmente.

El plan era claro, llame a Eli para pedir consejo y me imploro que reventara a aquella furcia, una idea se gestaba en mi cabeza. Llego el ida siguiente, y ella venia preparada para la guerra, una camisa tan asustada que no dejaba lugar a la imaginación, con mas botones descorchados de los normal, se la veían bien las tetas y el comienzo de sus sujetador, con el resto de botones aguantado de forma titánica,  lo que me mato a mi,   y a  todos lo tíos, fue su falda, la 1º vez que la vi así, era azul marino,  de tubo, elástica, le llegaba por las rodillas, sin medias, ni señales de ropa interior. Mi mirada, y la de todos,  se calvo en su culo, la parte de la tela de había entre sus nalgas estaba tensa, tanto que la costura estaba al máximo, se notaba la separación entre las telas y los hilos soportando a duras penas. Al descaso la lleve al baño y nos besamos apasionadamente, como el día anterior, pero esta vez la levante la falda y le abrí la camisa, tenia un cuerpo perfecto, un vientre liso y unas tetas preciosas debajo del sujetador, al meter mi mano por su falda y levantarla un poco, cosa que me costo debido a la tirantez de la ropa, certifique que allí no había ni bragas,  ni tanga, masajeaba pro encima de su coño y con la humedad creciente metí uno y leudo 2 dedos en ella mientras seguíamos besándonos como animales en celo.

-PAMELA: para,  o no llegamos a mi casa, esta todo preparado allí.

-YO: te voy a destrozar, vas a arrepentirte toda tu vida de lo que me has hecho.

-PAMELA: ya veremos, yo no soy una de estas niñatas, yo me he follado ya a muchos que la tenían grande en mi país.

Lleve mi boca a sus tetas, pero por desgracia sonó la campana de vuelta a clase, lleve mis dedo manchados de sus flujo a su boca,  los chupo como una polla,  antes de medio vestirse y salir de allí. Llegue tarde a clase, me tuve que hacer una paja rápida en el baño. Las horas se me hicieron eternas, mi cabeza pensaba en como poder tirármela, de forma que le gustara al inicio pero luego rogara perdón. Al salir de clase fuimos por el metro a su casa, durante todo el viaje nos besábamos y la metía mano, acababan siempre mis dedos en un trasero, la tela estaba tirante pero se notaba a leguas que tenia el culo como una pierda., mientras nos comíamos la boca el uno al otro, había sitio para sentarse pero ella se sentó encima mía, nos daban igual el resto, estabamos ella y yo solos en el universo. Al salir del metro ella iba delante y yo detrás, dándola con la polla dura en su trasero, andábamos mal, de forma torpe pero sin separarnos. Subimos a su casa, la visión de ella subiendo las escaleras delante de mi era evocadora, no me reprimí y le daba cachetes, con cada golpe aumentaba la fuerza, su culo era mármol, casi ni se movía al golpearlo, al pararse para sacar la llaves me pegue a su trasero y besándola por el cuello daba pequeños golpes con la cintura en su culo. Le costo una eternidad abrir la puerta, se le cerraban los ojos mientras mis caricias la calentaban, no atinaba con las llaves, me harté y la estampe contra la puerta,  cargando todo mi peso sobre ella, le cogí las llaves y sin dejar de frotarme contra ella, abrí la puerta de golpe, eso lo tenia pensado, al hacerlo cayo de bruces hacia delante, casi no le dio tiempo a poner la manos y quedar a 4 patas, debido a la fuerza y la rapidez de la caída se le rompió parte de las costuras de la falda, dejándome ver parte de su ano, la tela cedió y con ella sus nalgas aprisionadas que se iban abriendo, intento levantarse pero no la deje, la di una patadita en el culo para que fuera a gatas, mientras me desnudaba, no tendría piedad, no habría compasión, no era una mujer a la que dar cariño, si no un trozo de carne que iba a masacrar. Debido a su andar a gatas con cada paso se el rompía un poco mas la tela, para cuando llego al sofá la tenia rota del todo, aun aguantaba en al parte mas alta en los riñones, pero se le había rajado por toda la línea de su culo hasta su coño, Se quiso levantar de nuevo pero no la deje, ya totalmente desnudo,  me puse de rodillas detrás de ella y metí mi polla por la raja de su falda, entre sus peinas,  hasta que mi polla se freno por al parte de delante de la falda, sobresaliendo claramente, la imagen podía confundirse de la de un travestí, con falda y sin ropa interior, con  una erección, pero era yo desde atrás, agache mi cuerpo y le rompí los botones de la camisa tirando de la tela, levante su torso para quedar de rodillas los dos,  conmigo pegado a ella por detrás, mientras besaba su espalda y hombros,  lleve mis manos a sus tetas y de un tirón le saque el sujetador, sin desabrochar ni nada.

-PAMELA: ¿me vas romper toda la ropa?

-YO: te voy a romper todo- lleve mis manos de sus tetas a la parte mas baja de su falda y tire hasta que las costuras cedieron, mientras ella giraba su cabeza para besarle con su lengua y sus labios carnosos, sabía usarlos.

La rompí la falda en totalidad quedando solo la parte de la cintura, entonces la desabroche la cremallera y se lo quite, ya con los 2 desnudos frotaba mi tronco de la polla por su culo, abriendo sus labios vaginales, me estaba empapando la polla, miró había abajo y entonces vio mi polla sobresaliendo con cada movimiento.

-PAMELA: dios, era cierto, calzas un buena polla, va a ser divertido.

-YO: puede que al principio, pero ya te lo he dicho, vas a desear morir.

Baje una mano a su coño por delante, dirigí mi glande a su coño y una vez colocado, embestí, dio un salto en el mismo sitio abriendo la boca con un grito corto, devolví mis mano a sus tetas, las tenia duras como todo el cuerpo, terso,  con cierta aspereza en la piel, con unos pezones enromes y negros,  erectos, agarrándoselos con fuerza comencé a mover la pelvis, con cuidado al inicio, pero con cada embestida la llegaba mas dentro, ella soltaba un grito corto en cada una de ellas, hasta que la velocidad era tan alta que solo había un grito continuo, cogía aire y seguía, no podía penetrarla mas por que su enorme y duro culo era una pared sobre la que rebotaba, el sonido era hipnótico, estuve así 20 minutos con ella buscando con sus labios y manos mi cara, de la fuerza aveces caía hacia delante pero la volvía a levantar. Su interior era como ella, duro y terso, sentía como me presionaba la polla, no todo el tiempo, si no por fases, controlaba sus músculos vaginales, la jodida tenia aguante, la puse a cuatro patas y allí si la penetre mas profundamente,, ya no gritaba, respiraba entre golpes a su trasero, lleve mis manos a sus nalgas y las separaba bien, era difícil, estaban muy duro, pero logre penetrar casi del todo, en esa posición y frotando su punto G llego su primera corrida, fue una fuente y cayo tumbada gritando algo en francés, no la deje respirar, me adelante ,  la coloque las piernas juntas pasando por encima de ellas, totalmente tumbada boca abajo, dirigí mi polla a su coño separando bien sus nalgas de nuevo y la volví a ensartar, coloque los brazos en posición y dejando caer mi pelvis para luego levantarla,  percutía sobre su trasero, el ritmo ya era tan rápido que su culo era gelatina en un terremoto, lo tenia terso pero ya no le daba tiempo a su carne a colocarse antes del la siéguente embestida. Esa posición incide directamente en el punto G, así que en menos de 15 minutos se corrió otras dos veces, arrastrándose por el suelo para alejarse de mí,  gritando, ya en algo africano,  pero la seguía, sin perdón.

Pasó la 1º hora y entre combustiones de ella me corrí sin parar dentro de su coño, me senté en el sofá, satisfecho, ella se dio la vuelta rápidamente y de rodillas agarro mi polla algo flácida, y con ambas manos pajeaba mientras se metía mas de media polla en la boca.

-PAMELA: esto no ha acabado.

-YO: claro que no, no ha estado mal como calentamiento.- mi polla se puso dura de nuevo al ver su ansia.

Me la miro, la 1º vez que la tenia delante totalmente erecta, el blanco de sus ojos se hizo evidente, pero reaccionando siguió a lo suyo, con energía y queriendo sacarme una corrida, movía su lengua como una profesional y sus labios carnosos rodeaban mi polla, se metía gran cantidad sin noticias de arcadas o malestar. Lo estaba haciendo bien.

-YO: asi no vas a lograr que me corra – la pique y cayó, sorprendida por mis palabras falsas, quiso aumentar el ritmo y la velocidad, pero se le salió la cadena varias veces.- anda déjame a mí.

La levante y la puse de espaldas el sofá, la abrí de piernas y vi como goteaba de fluidos y semen, con algo de reparo separe sus labios mayores, eran negros y  contrastaban con su interior, era rosado y el clítoris estaba enorme, me comí su coño como todo un experto, las masturbaba con los dedos buscando su punto G, mientras trabajaba su monte de Venus con la lengua, estaba totalmente rasurada, metía mi lengua en su coño,  se volvió a correr, continúe haciendo lo mismos hasta la 2º corrida,  ella gritaba groserías y se frotaba las tetas fuera de si, se mordía los labios de forma violenta, como mordiéndolos para aguantar mejor, después de la 3º corrido estaba hecha una fiera.

-PAMELA: dame polla carbón, ¡¡DAME POLLA!!.

-YO: no se, ando algo desanimado, quizá si me dieras unas gotas de lo del otro día.

Me miro extrañada, pero mirándome comerle el coño,  la tenia loca, se fue corriendo a un cuarto y volvió con un frasco que me dio tirándose sobre el sofá masturbándose.

-PAMELA: solo unas gotas y me podrás follar durante un buen tiempo.- Me la jugué, cogí el frasco y le di un sorbo, no mucha cantidad, pero si mas de unas gotas, ella puso cara de pánico.

-YO: así sabrás lo que sintieron exactamente.- me lance a sus tetas a lamer su pezones mientras jugaba con ella, se dejaba hacer a  la espera, note el calor incipiente, y pasados 10 minutos ya estaba como el otro día, la pegue a mi y la penetre, del todo, roce mi glande con su útero, dio un grito de dolor agudo, la saque un poco, deje que se acomodara con un ardor en mi interior enorme.- esto es lo que querías, aquí lo tienes.

Me la folle, en todo el termino y usos de la palabra, durante una hora en esa misma posición, ella se corrió no menos de 5 veces pero aguantaba, la cambie de posición y la penetre por detrás el coño como,  a lo perrillo, otra hora otras 4-5 corridas, y sus gritos era desatados, la siguiente medio hora la paso en silencio, se movía aveces pero callada.

-PAMELA: para, por favor, me voy, me partes, me duele.- la ignore.

Llevaba ya 2 horas desde que me tome las gotas, y ella estaba rendida,  ya ni rogaba que parara, estaba justo en el punto donde la quería. Pare, ella cogía aire a duras penas, me recosté sobre ella.

-YO: me he cansado ya de tu coño.- respiro aliviada- ahora te voy a dar por el culo.- se removió como poseída por mis palabras, la sujete- querías que te destrozara como a ellas, pues a ellas las di por el culo, es tu turno.

Cogí un poco de todos los fluidos que de ella emanaban y unte su ano, metí un dedo y comprobé que no era virgen por allí, era demasiado fácil, metí dos, todo esto sin dejar de follármela por el coño, metí 3, la penetraba como un karateka parte bloques de piedra, se volvió a correr, metí 4 dedos, estaba fuera de mi, cuando la vi abierta lo suficiente, saque mi polla de su coño y la clavé en su ano, grito fuerte, tenia la cara desencajada, cayo a plomo sin moverse sobre el sofá, pero yo solo había empezado, agarrando su cintura me la folle por el culo otra hora mas, ya ni se corría, no tenia mas o no lo disfrutaba, solo sufría el castigo que se había ganado.

Llevada ya casi 4 horas follándomela desde que tome las gotas, llame a Eli para que viniera, tardo media hora, en la que seguí destrozando su coño, se desmayo una vez,  pare y  deje que se recuperara y cuando volvía en si, la volvía a penetrar por el culo, hasta que se volvía a desmayar, y repetía la operación. En unos de los “descansos” con ella desmayada y el culo en pompa, llamaron la puerta, abrí con cuidado de que no fuera su familia, que huebra sido de mi si su padre entra y ve a su hija desnuda,  medio muerta,  con un agujero como un puño cerrado en su culo, era Eli, al entrar mi miro, estaba rojo,  con la polla dura,  palpitando en el aire, miro a la chica y vi compasión en sus ojos.

-ELI: ¿que la has hecho? por dios….

-YO: la he reventado durante una hora, como me dijiste,  luego  he tomado un sorbo de lo que me dio y  llevo 4 horas sin dejar de penetrarla, y sigo ileso, o me ayudas o la mato.

-ELI: madre de dios, mírala a la cara,  esta como Carla cuando le mete el consolador enorme por el culo.

Me sentó en el sofá, y revisando que la chica estuviera bien, me dedico una mamada perfecta,  metió un dedo por el culo, no me gustaba pero era necesario, de forma que me corrí al poco tiempo. Ya desahogado, Eli se desnudo, y se puso encima de mi, ensartándose, pase otra hora tirándome a aquella diosa de gym con Pamela hecha un cojín en el sofá, sin moverse, recobro la consciencia, parpadeaba al menos,  pero no se movía. Eli logro sacarme follando las 3-4 corridas necesarias para apagar mi fuego, yo la saque por lo memos 10,  las ultimas por el culo , sin cambiar de posición, me lo pido así por que tenia el coño escocido del otro día, y le estaba poniendo la piel de la vagina  en carne viva.

Pasada hora y media y ya agotados de follar, nos duchamos, llevamos a el cuerpo casi inerte de Pamela al baño y la bañamos de arriba a abajo, las pusimos algo de ropa y la dejamos acostada en la cama. No dijo ni una palabra, ni hizo gesto alguno, me había pasado con ella. Salimos de su casa.

-ELI: oye, no puedes ir llamándome cuando te pasen estas cosas, tengo cosas que hacer, estamos siguiendo las clases de sexo después con algunas alumnas nuevas y los monitores.

-YO: lo siento,  pero sabía que eras la única que podía ayudarme.

-ELI: no puedes volver a dejar a una chica así, ¿me oyes? Te lo advertí,  a saber lo que hará cuando se recupere.

-YO: tranquila, no pienso volver a tomarme nada de esa mierda, pero tiene lo que quería de mí, otra cosa es que la  sobrepasara.

-ELI: ¿y como no lo ibas ha hacer? tu pedazo de polla y esta mierda no deben volver a coincidir- saco el frasco de su bolsillo.

-YO: ¿que haces con eso?

-ELI: me vendrá bien para las practicas, quien sabe.

Me dejo en casa con el coche y se fue. De Pamela no se supo nada en toda una  semana, no fue al colegio, llamo para decir que estaba enferma, a la siguiente semana apareció, mucho mas recatada y con ropa ancha de deporte, andaba como si hubiera venido a colegio  a caballo, totalmente escocida, dolorida, al sentarse lo hacia despacio, se llevo hasta un cojín para la silla. Su actitud fue de fantasma, la había bajado los humos, hable con ella pero ni me miraba a la cara, se protegía el cuerpo con los brazos, me dijo que su padre andaba enfadado, se creyó lo de que estaba enferma hasta que no vio el frasco del elixir, se invento una historia de que lo uso con un chico,   no le dijo quien, y la castigaron severamente, pero vieron que estaba hecha un cromo, su madre la había ayudado con unas pomadas y masajes.

-YO: pues siento tu dolor, pero eso te pasa por ir de lista, la próxima vez que quieras divertirte ve con cuidado, o te volverás a encontrar a un pez mas grande que tu.- la levante al mirada y la bese fuertemente, ella no quería, no volvimos a hablar

No se como,  el rumor de lo ocurrido llego a la gente, yo no abrí la boca y no entendía por que lo haría ella, supongo que ataron cabos,  al verme con ella unos días antes, no se decía nada del frasco pero si de que la había reventado, eso no ayudo a su vida social, ya que muchas chicas habían pasado por mi y no se tiraron una semana en casa de reposo, pobres ingenuas,  si supieran lo que había sufrido realmente.

3º-2 La estudiante de intercambio, Karin.

Esta historia es bastante corta, el ultimo año, se unió a nosotros una estudiante de intercambio, de Suecia, se llamaba Karin,  con un apellido largo, tanto, que nadie sabia pronunciar, y menos escribir, mas que hablar, escupía el castellano, palabras sueltas,  sin consonancia en sexo, genero y numero, como Tarzán, había estudiado español en su  país, y lo perfecciono bastante, aunque a final de curso se le escapara alguna palabra mal colocada o se quedara pillada 3 segundos buscando un palabra rumiándola en su idioma.

Físicamente os lo podéis imaginar, una sueca de las películas de Pajares y Esteso, alta,  pasaba del 1,82, rubia platino con media melena, lo suficiente para ponerse una coleta corta aveces, espigada, siempre iba con mayas térmicas o leggins oscuros, y algún jersey o vestido que le baja hasta taparla a duras penas la cintura, solía ir al principio con zapatos de tacón medio, pero el recomendaron que se pusiera  algo menos llamativo, era increíble el poder de atracción que tenían sus andares con el sonido de sus tacones en el suelo, y mas con un par de tetas enormes, que tenia, y rebotaban con sus andares, no se por que, seria cuestión de convencionalismos de su país, pero no parecía darse cuenta o no le importaba ir con generosos escotes que hacían ver a la perfección como sus tetas vibraban al andar o moverse,  o  ropa ceñida que hiciera notar  cada uno de sus movimientos y por ende, atraer la mirada de todo macho sobre la zona, cuando se agacha a  coger algo,  casi se podía oír el sonido de las pollas de mis compañeros sentados golpear la mesa debido a una erección instantánea, se hacia el silencio,  cuando hubo mas confianza alguna chica le decía que se tapara un poco, que las dejaba en ridículo,  pero no hacia caso o no entendía el por que. La cosa empeoro cuando se fue pasando el frío, aun en primavera,  las chicas solían ir sin el abrigo pero bien tapadas,  ella era del norte de Europa, llegaba vestida como siempre pero cuando le daba calor se quitaba el jersey o el vestido, dejando su cuerpo al descubierto, con los leggins ajustados y una camiseta interior pegada a su piel,   su pechos que eran prominentes, se hacían evidentes, con  su sujetador enorme debajo, los tirantes del sostén y de su  camiseta interior soportaban el peso estoicamente,  pero tan estirados que dejaban un hueco entre ellos la  piel de sus hombros y tetas,  dejando ves  gran parte de sus pechos, aun así, ella parecía tan normal, sin darle importancia a que mis compañeros babearan mirándola, y las chicas la observaran con odio. Tengo que decir que todo lo bueno que tenia de tetas, al quitarse la ropa que la cubría por encima se perdía, los leggins no ayudaban, los profesores masculinos la sacaban a la pizarra continuamente mirándola,  tan embobados como el resto, anda escasa de culo, o al menos la comparación entre el pecho y su culo era muy desigual, no ayudaba a que sus piernas estaban bien formadas, muslos anchos y gemelos duros del uso de zapatos. Era de actitud jovial y alegre, no aprecia consciente del poder que ejercía sobre los hombres y se abraza con todo el mundo, abrazos largos y fuertes, lo único mas sensual que ver como ella se abraza a un tío y el tenia que girar la cadera para que no notara su erección, era verla abrazar a una mujer y aplastar sus tetas contra las suyas, eso las altas, las mas bajas se tenían que hacer hueco con la cabeza entre sus tetas. Su pelo era rubio platino, pero con el paso de las semanas fue poniéndose mechas de colores pastel, una de cada color diferente, cuando ya tenia todo el pelo de colores se ponía todo el pelo de un solo color, rusa fucsia o azul relámpago.

Retomemos en el tiempo, creo recordar que esto paso después de iniciar mis sesiones con Rocío y la aprendiz, pero bastante antes de Pamela, el rumor sobre mi era una grosería evidente, la gente me bromeaba en la cara y las chicas me gastaban bromas, las que me tire, las que no se puedo aunque querrían y las que no, todas me tomaron por un monstruo de feria, era el centro de todas las miradas y me gustaba aquel papel. Las charlas en los baños de chicas, el foro oficial femenino y megáfono de rumores por lo visto, según me dijo Marina,  era ya un desenfreno, hablaban de cómo me había follado y la grande que la tenía y de las experiencias, algunas que ni me había,  tirado aun, o que no llegue a hacerlo, ni me habían visto desnudo.

Aquellas palabras debieron legar al oído de Karin, esa semana tocaba rubio platino con mechas rosas en el pelo, un día,  al inicio del descanso,  se me acerco a preguntarme si podía ayudarla con el castellano en los descansos quedándome con ella en clase mientras todos salían, me ofrecí encantado, sobretodo al oírla hablar, no podré mucha conversación, 1º por que no la hubo y 2º por que su acento es difícil de escribir, pero os basta con saber que yo ya la había oído hablar y no se le daba tan mal como en ese momento me quería hacer oír, hablaba como si acabara de llegar, excusa barata para quedarse a solas conmigo, y encima lo dijo conmigo sentado en unas escaleras, agachándose  y apoyándose con su brazos estirados en el escalón donde estaba, apretando su monumental escote a  pocas distancia de mi cara. Ningún hombre hetero se lo hubiera negado, y no lo hice,  clavando mi mirada entre sus tetas, chocando una contra otra, sin cambiar de posición, totalmente agachada hacia mi, se puso a dar saltitos y a aplaudir de emoción dándome las gracias, la visión de sus tetas abriéndose y cerrándose dejándome ver la junta del sostén y parte de su vientre me la empalmaron de inmediato, el remate fue que lanzo su cuerpo contra mi para abrazarme,  pero de tal forma que sus tetas me daban en la barbilla, y se quedo así unos segundos, se volvió hacia atrás y me pido que la abrazara yo también, me decidí allí mismo,  me la foliaría, me fui a poner en pie para abrazarla y dejar que notara mi pene palpitando, pero no me dejo y fue ella la que se recostó sobre mi tumbándose encima mía literalmente, mientras me decía lo agradecida que estaba, con sus tetas cortándome la  respiración, una estaba tan arriba que la estaba hundiendo mi mentón en  ella, no solo se abrazaba si no que se contoneaba o se movía, no se cual seria el verbo apropiado, no era estrictamente sensual, si no buscando un apostura cómoda, lo hizo hasta que yo también quede estirado del todo y nuestras pelvis se juntaron, dejándome notar el miembro,  con las brazos aun sin tocarla, se paro en seco, levanto la cabeza y mirándome de cerca me recalco, con inocencia falsa,  que no le estaba abrazando, que si no le gustaba le haría un feo, encantado de la vida la rodee con mis brazos y me  apreté con ella rodeando su espalda y sus riñones,  moviéndose de nuevo sobre mi, como estabamos en unos escalones,  al estar rectos sobre ellos su cuerpo empezó a descender sobre mi, gracias a dios sus tetas hicieron tope con mi pecho y se quedo allí, no menos de un minuto.

-YO: que te caes.- lleve mis manos a su culo y agarrando una nalga con cada mano tire de ella hacia arriba, restregando desde su vientre hasta su cintura mi polla enjaulada,  hasta volver a darme con sus tetas en la mandíbula, eso la agrado y me volvió a abrazar de forma ya mas sensual, con sus brazos recogidos dejando que la gravedad y su peso me aplastaran,

KARIN: gratias, no saber cuanto yo quiero aprender con usted.-  hablaba mal   a posta,  pero como no se movía me daba igual seguía con una diosa nórdica con tetas enormes comprimiéndose encima mía,   con su culo agarrado firmemente “para que no se cayera.”.

Decidí que, estando en la gloria, no me movería de esa posición hasta que ella quisiera, supongo que ella penso lo mismo y con todos los compañeros fuera del edificio en el descanso, estuvimos así mas de un cuarto de hora, mis manso ya no solo agarraba, sino apretaban levemente, subiendo su cuerpo un poco para volver a dejarlo caer, oía como sus boca se hacia agua al lado de mi oído, como se mordía el labio.

KARIN: ¿y si empezar ahorra?- lo dijo levantado la cabeza y dejándomela a distancia de beso.

-YO: como tu quieras, pero yo me quedaría así el resto de mi vida.- mentira, me estaba clamando los escalones por toda la espalda, pero la saque una sonrisa, sonreí yo,  la frase era algo compleja y  la había entendido, entendí que no necesitaba esas clase.

Me tiro un pico, un beso dulce a los labios, sonoro,  de esos que se dan las chicas de hoy todo el tiempo, se levanto apoyando su mano en mi pierna,  peligrosamente cerca de mi polla, extendió la mano para ayudarme a levantarme pero sin echarse para atrás, como no podía ser de otra forma por las leyes de la física, al levantarme,  la tenia encima, con sus tetas pegadas al cuerpo, y las ser tan alta, casi cara con cara, con mi polla clavándose en su vientre bajo, quedamos así unos segundos, miro hacia arriba, y yo abajo, vi una cara de niña pequeña, de no romper un plato, pero mordiéndose el labio inferior de lujuria,(era increíble que hasta que no me lo dijo Eli lo de morderse el labio no lo viera),  clave mis ojos en los suyos y aguanté,  eran de un color antinatural, mezcla de marrón y  gris,  atisbe trazas verdes, debido a la luz de un ventana  tenia los iris totalmente expandidos, no se cuanto estuvimos así, para mi se paro el tiempo, note como llevo su mano a la mía de forma lenta,  entrelazando los dedos, cuando la tenia bien agarrada se levanto un poco hacia mi y de golpe se dio la vuelta y echo a correr por un pasillo, conmigo siguiendo su afán,  como un perro fiel, riendo, ella se llevo la mano agarrada a su costado dejando que el dorso de mi mano notara su pecho  botar, me puse a su altura, era glorioso ver como saltaban aquellas tetas, y me di cuenta de que ella hacia lo mismo, me miraba la polla rebotando en mis pantalones y pensaría algo parecido.

Llegamos a una clase que  estaba vacía desde hacia meses, ella par de correr y se dejo apoyar de espaldas contra la puerta, respirando de forma agitada, ligeramente agachada,  con su pecho subiendo y bajado fuertemente, yo deje de correr unos pasos antes para admirar a aquella hembra, aquella pose, aquellas tetas.

-YO: ¿quieres estudiar aquí? Esta algo apartado.

-KARIN: ¿studie? studera kön Jajajajajajjajaja – supuse que era sueco, ni la entendí ni me moleste en preguntar.

Abrió la puerta pero no se aparto, de modo que al entrar nuestros cuerpos se frotaron, ella sus tetas y yo mi pene, me senté en un lado de una mesa y ella al lado. Quise empezar a hablar pero su pose me callo, al sentarse sus pechos le botaron,  acerco la silla con golpes de cadera que le hacían rebotar y cuando estaba a nivel, estiro la espalda y apoyo las tetas encima de la mesa, poniendo cara de chica buena, atendiendo. Tenia los ojos clavados en aquellas dos montañas, la pregunte que íbamos ha hacer y ella solo quiera hablar, nivel conversación, iniciamos una  de desconocidos, presentándonos,  mientras ella fingía equivocarse yo fingía corregirla, sin demasiado disimulo metía palabras mal sonantes, pene en vez de pero,  o coño en vez de moño, yo me reía por que lo decía el papel tomado y por que me daba cuenta de su burdo truco. La corregía diciendo que eso no estaba bien dicho y que eran palabras mal usadas, podían meterla en un lío. Ella se centro en saber que palabras no podía decir para no liarse, así que saque un diccionario y lo abrí, ella se acerco a mi y me rodeo con un brazo por la espalda, mientras fingía atender al libro, y las indicaciones, mientras sacaba pecho no tan disimuladamente como se creía. Yo ya estaba cachondo perdido y quedaba media hora para que volvieran los compañeros así que deje el diccionario de pie en la esquina de la mesa, no se que me invente para levantarme y con la polla lo tire al suelo, dejando mi bulto a la vista, clavo la vista en el, luego disimulo agachándose para coger la diccionario, lo dejo en la mesa sin dejar de mirármela, el trabajo estaba hecho ella decidía.

-KARIN: det stora, det kommer att göra ont.  –señalo mi polla mirándome como queriendo preguntar.

-YO: si eso se llama pene, polla, cipote, nabo,  miembro viril ….etc y te la voy a meter hasta que hables castellano antiguo.

Solto una sonora carcajada, pero cuando acabo me miraba mojándose los labios con la lengua, ladeando la cabeza. Extendí mi mano y la cogió, la levante y la empuje contra la mesa, casa con cara, me pegue a ella con mis manos en su cintura, y me quede a medio milímetro de besarla.

-YO: pídelo, di que quieres mi polla, que quieres follar ahora mismo,  en español y te daré el polvo de tu vida.- note que se le erizo la piel, busco mis labios pero los apretaba lo suficiente para hacerme rogar.

-KARIN: fóllame, por favor, quiero que me cubras.- no era un yegua o una vaca,  pero su dicción mejoro bastante.

La bese, lentamente, dejando que nuestros labios se pegaran, acercando mi pelvis a su cuerpo, ella se apoyaba contra la mesa con el cuerpo vencido, sin escapatoria, el segundo beso fue mas lento aun, saboree sus labios, el tercero ya fue con lengua directamente, con una de sus manos agarrándome del pelo atrayéndola hacia ella, yo subía mis manos por su espalda, por dentro de la ropa, acariciándola, levantando un poco la camiseta, dios como besaba, era lo mas delicioso que había probado, abría la boca y la cerraba con una finura digna de una reina, pero movía la lengua como la mas guarra del reino, la termine recostando sobre la mesa, quedando su piernas colgando en el aire, y echándola sobre ella, a un lado,  continuaba besándola, llevando mi mano a su ombligo, mientras la acariciaba baje mi mano hasta meterla por dentro de los leggins, deje de besarla para pedirla permiso, tardo unos segundos en abrir los ojos, cuando lo hizo me pidió en el idioma del sexo que continuara, y así lo hice, levante con los dedos la parte de la prenda y metí mi mano por dentro, mientras la besaba el cuello, ella tenia una mano encima de mi bulto y lo medio acariciaba, metí la mano por dentro de su ropa interior y llegue a un poco de bello publico, jugué con el un poco para luego bajar, ella ayudo separando las piernas y comencé a frotar la parte superior de su coño, su respiración se agito,  notando que estaba empapada, metí un dedo en su coño sin dificultad, otra que no era virgen. La seguí acariciando con un dedo metido lo sacaba poco a poco y lo volvía a meter, sus besos pasaron de dulces a pasionales, me levantaba la cabeza de su cuello u oídos,  para ello.

Mi mano ya se movía con soltura en su coño, ella vibrara y gemía en mis manos, el remate fue cuando metí mi cara en su escote besando la carne  rebosante de cada pecho, eso la mato y se corrió como una loca en mi mano, no me lo creí, a aquella belleza nórdica  no le ponía el cuello,  el ombligo o sus lóbulos de la oreja, aquella especie de regalo del cielo,  de pechos enormes, ¡¡¡le ponía burra que le trabajara las tetas!!! No perdería el tiempo, me senté en una silla y me la puse montada encima de mi, le saque la camiseta, dios,  que pedazo de tetas, el sujetador era rojo, enorme, ya se intuía, encima era de los que se desabrochaba por delante, con un truco de Rocío, lo desabroche con la boca, metiendo mi cara entre sus tetas, al hacerlo salió despedido y sus tetas cayeron un poco, pero seguían en sus sitio. Aquellas tetas era un regalo por algo que había hecho, eran enormes pero bien colocadas,  suaves, coronadas por unos pezones diminutos que estaba para rayar diamantes, con una mano en cada teta,  sujetándolas y apretándolas mi boca se volvió independiente, lamía, besaba, chupaba, babeaba y mordía indiscriminadamente, ella se frotaba con el bulto de mi pantalón, pero cuando me centre en uno de sus pezones un par de minutos, la chica estallo hacia atrás, si no la  tengo sujeta de los pechos se me va al suelo, se corrió otras vez gritando algo, la fui ayudando a quedar sentada en el suelo, y encones me levante y me baje el pantalón y el slip de golpe para volver a sentarme.

-YO: tu turno.

Su mirada era de asombro, sus ojos abiertos, sea cerco y la agarro con una mano, intentó ponerse entre mis piernas pero su tetas no le dejaban, así que ni corta ni perezosa se las agarró, paso por encima de mis piernas, y las dejo caer rodeándome los huevos, apoyándolas en mis piernas, allí si tenia acceso pleno,  y lo uso, con ambas manos recorría todo el tronco, y le daba besitos suaves y calientes al capullo, fue cogiendo ritmo hasta que se metía buena parte de la polla en la boca, no podía bajar mas por que sus propias tetas le hacían tope, verlas siendo estrujadas por el peso de una mujer por en ansia de chupármela fue una maravilla, me corrí, fue demasiado, y la muy  sueca no solo no se asqueo si no que se lo trago. Me agradó de tal manera que me levanté,  la cogí en volandas y la senté en la mesa, me puse de rodillas y levantándola la cadera le saque los leggins y las bragas a la vez,  levante sus piernas y vi su coño blanco,  con bello rubio corto, sin dejarla abrir ni doblar la piernas,  metí mi  boca en su coño, la lamí de arriba a abajo y de vez en cuenco la penetraba con la lengua, chupando sus labios mayores con fuerza para separarlos de su piel. Lleve una mano allí y la penetre con un dedo, subiendo el nivel con 2 dedos al poco tiempo, y logrando acaricia su punto G ,  una nueva corrida.

Quedaban ya solo 10 minutos pero esa no se escapaba sin su ración de polla, la abrí de piernas, estaba roja de pasión, atraje su cadera hacia fuera, dirigí mi miembro a su vagina y la moje con parte de sus jugos internos, apunte y de un golpe de cadera metí media polla, aquello no fallaba nunca, grito corto de sorpresa y emoción, luego iba metiendo y sacando con calma hasta que notaba una profundidad y comodidad necesarias, y comenzaba a  bombear sin parar, tenia que darme prisa así que agarre sus tetas como apoyo, y así,  cogí ritmo de crucero, logre que se corriera un par de veces solo con acariciar sus pezones, no lograba penétrala del todo, no tenia tiempo para mas,  así que la di la vuelta, sin dejar de ensartarla, apoyo los pies en el suelo, quedando recostada sobre la mesa, con sus tetas aplastadas contra ella, di gracias a dios por una mesa clavada al suelo, y regale   una follada como dios manda,  a un ritmo bestial, se oía a la vez a mis huevos chocar con sus muslos y a sus tetas restregarse por la mesa, la agarre por el vientre y la levante pegando mi pecho a su espalda, llevando mi manos a sus tetas y besándola la espalda,  no deje de golear, si se hacia daño con las piernas apoyadas en la mesa no lo dijo, solo gemía y susurraba en sueco, tocando la campana note como se corría y  pegando un  leve acelerón final me corrí con ella.

Nos tuvimos que vestir a toda prisa, la acompañe al baño aun sin nadie por allí, nos aseamos y ver como se limpiaba las tetas de babas con una toalla húmeda casi me la tiro de nuevo, para cuando salimos los 2 del baño ya empezaban a llegar alumnos, la acompañe a su clase y en la puerta nos fundimos en un beso pasional, la cogí del culo y la levante apretándola contra mi.

-YO: siempre que quieras repasar, avísame en los descansos- la di una sonora palmada en el culo, y se fue, feliz, satisfecha.

Al día siguiente repetimos, era increíble, solo 20 minutos  para besarnos,  conmigo tumbado en la mesa y ella encima  de mi, con el cuerpo estirado,  con ropa, besándonos y acariciándonos, yo logre que se corriera solo con magrear bien sus tetas, que quedaban a la altura de mi cara, el resto de la hora solo foliábamos como si no lo hubiéremos hecho nunca, cuando la penetraba estando boca arriba sus tetas eran entes independientes, se movían de forma alborotada, ella se las quería sujetar pero yo no la dejaba, me tumbaba sobre ella o hacia que se incorpora hasta pegar nuestros cuerpos y seguía triándomela, cuando quería que se corriera solo tenia que lamer sus pezones unos minutos, cuando me quería correr yo solo aceleraba ritmo hasta sacarla improperios en sueco, no la penetraba toda,  pero si mas que a la mayoría,  la chupaba de miedo, tenían una lengua de infarto y se lo tragaba, joder, que mas se podía pedir.

Estuvimos una semana jugando, hasta que un día ella dice que vio a alguien mirar, yo lo comprobé pero ya no se fiaba, echamos un par de polvos mas,  pero ya esporádicos, solo cuando ella estaba segura de que nadie miraba. La imagen de sus tetas, de aquel abrazo intimo en las escaleras o ella encima de mí desnuda con sus pechos apretados contra mi, jamas se me olvidara y aun hoy lo uso mentalmente para lograr erecciones, la pena es que a fin de curso volvió a su Suecia y no supe mas de ella.

 

Con este relato cierro la serie  del instituto con las alumnas, os adelanto ya,  que aunque pueda quedar un poco pesado en el tiempo y no avancemos, los siguientes 2-3 relatos serán de relaciones en el instituto con profesoras o mujeres no alumnas, al menso no como tema central,  en ese marco temporal de los ultimas 5 meses de instituto,  me estoy planteando si hacer  3, o si hacer 2 y  poner la guinda con el relato de mi graduación a final de curso, aquello no se si guardármelo para mi disfrute personal. Os informare.

CONTINUARA……….

 

Relato erótico: “MI DON: Mercedes- Mi profesora, Mi Leona (12)” (POR SAULILLO77)

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Hola, este es mi 11º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos. Estos hechos son mezcla de realidad y ficción, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real. Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.

Sin títuloMi nombre es Raúl, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis últimos años de Instituto, 17-18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre,  hermana mayor, mandona pero de buen corazón, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de Madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue lo normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era. Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al fútbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rápido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavía no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante. Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte. Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena. Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio. Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellas, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba. Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno,  de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.

Además, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme. Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención, solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón. Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría un 10 tras otro, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es información inútil que pasado el examen no volveré a necesitar.

Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a la escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningún medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escáner  y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello. Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operación, gracias a dios todo salió bien y con el apoyo de mi familia y amigos,  todo salió hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.

Después de la operación, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales. Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinación y razonamiento, y después físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no quería, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi físico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total, donde cumplí los 18. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados, se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algún celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.

Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, además de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas. Pero las situación con ella, no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital. Después toco poner en  práctica la teoría y Eli, la fisioterapeuta que me estaba ayudando con un problema en el pie, me la confirmo. Ahora era mi profesora y me enseñaba todo lo que se podría necesitar, y con unas amigas llego la magia. Después de mis 2 primeras semanas de aprendizaje y teoría, llegaba la hora del examen práctico. Ahora de mi aprendizaje,  Eli me invito a una fiesta que quiso usar de examen, y se desmadro. Un tiempo después inicie unas vacaciones tórridas con una familiar lejana, acabe desvirgando y abriéndola al mundo del sexo, teniendo que marcharse pero con planes de reencuentro. Pase los últimos meses de instituto tirándome a todo lo que veía.

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Ya he leído algunos comentarios, gracias por los consejos, tratare de corregir, debido a varios comentarios paso a quitar en negrita las conversaciones

Es cierto que quienes sigan la serie, es una lata, pero la 1º parte casi no cambia, con bajar un poco la rueda del ratón se soluciona, de ahí que ponga estas pequeñas anotaciones separadas del resto, Y así los que empiecen un relato sin seguir el orden, tengan una idea general rápida.

Y si, es una deformidad de polla, pero tenia que ser así.

Pido disculpas por los “tochazos” que escribo, estas primeras experiencias llevan mucha información, y es importante a mí entender. Alguno más así y os prometo que los siguientes no serán tan grandes.

Inicio una serie de relatos que detallan los últimos 5 meses de instituto, debido a la cantidad de información y a que muchas de las relaciones relatadas se sobreponen unas con otras en el tiempo, y pueden cambiar de género, los divido, con aclaraciones previas de su contenido.

Aquí inicio el relato donde explico algunas de las reacciones con otras alumnas del instituto.

Pasaron los días y toco volver al instituto, las primeras semanas las pase lacónico y mustio, la vuelta de Ana a su casa y el fin de nuestras sesiones de sexo  me tenían triste, no era por el sexo, si no por la sensación de tener una mujer a tu lado, que te desea tanto como tu a ella y que te reconforta, que calmaba  la fiera que llevaba dentro, y no me refiero a mi pene. Mis notas en el curso eran algo pobres, nunca fui un “listillo” pero siempre sacaba notas fáciles, 6-7 sin demasiado estudiar, la media la sacaba seguro, pero mis padres me dieron un toque, ya no colaba la historia del pobre crío operado, ya estaba mas cerca de los 19 que de los 18 y de la operación, “tenia que prestar mas atención en el instituto”, y a fe que lo hice, esas palabras retumbaron en mi cabeza unos días, ¿Qué me pasaba?, era un chico joven de 18 años, moreno,  de 1,90, de espaldas grandes y fuertes, apuesto, de unos 85 kilos,  con cierta tonificación, sin llegar a marcar músculo, había tenido sexo con penetración con 3 mujeres diferentes, repetidas veces con cada una, había echo de casi todo en el sexo sin penetración con otras 4 diferentes,  alguna de esas ex actriz porno, entrenado y con cierta experiencia, con una polla enorme y  una legión de colegialas adolescentes con las hormonas alteradas ante mi.

Según pasaron los días, la sensación de que estaba perdiendo el tiempo,  crecía en mi interior, llegue a quedar con Eli, que le iba de cine con su forma de llevar el gym,  deseando sexo con ella,  pero no me dejo,  me incito a lanzarme a por las del instituto. Todo indicaba una sola dirección, y fui a por ello convencido de que era lo que se tenía que hacer.

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Bien , una vez relatado todo lo que merecía la pena respecto a las alumnas,  y  aunque pueda quedar un poco pesado en el tiempo y no avancemos, los siguientes 2-3 relatos serán de relaciones en el instituto,  en ese marco temporal de los últimos 5 meses de instituto, pero con profesoras o mujeres no alumnas, al menos no como tema central,  me estoy planteando si hacer  3,  si hacer 2    poniendo la guinda con el relato de mi graduación al final de curso como 3º, o si hacer 3 y aparte el de la graduación, aquello no se si guardármelo para mi disfrute personal. Os informare.

Vamos a jugar con el marco temporal un poco, entre otras cosas por que ya ni recuerdo en que orden ocurrió.

Si, con las alumnas era una casanova, y gane mucha experiencia y lo pase bien, pero me llego a resultar demasiado fácil, era  un depredador al que le ponían la carne despedazada y deshuesada en la cara, y yo quería cazar piezas vivas. Eli me enseño a hacerlo, echaba de menos la emoción, así que en determinados momentos fije objetivos de mayor edad, mas complejos. Obviamente no fue tan fácil ni logre, por mucho,  el numero de alumnas, pero ellas eran hamburguesas industriales,  yo quería restaurantes de 5 tenedores, y allí solo se va cuando la ocasión lo merece. Puedo mencionar que fueron 4 las que me folle, antes de la graduación, de las cuales extraigo las mejores, y otras 3 con las que tuve sexo sin penetración, y por miedo a represalias, no encontrareis el relato de mi directora de 62 años, que hacia el final de curso,  me chantajeo, y para no avisar a mis padres de mis andanzas mujeriegas me obligo a dejarme hacer una mamada y se quito la dentadura postiza para ello. Asqueroso, si,  pero una de las mamadas mas memorables, o el de la profesora de ciencias sociales, una feminista de pro con la que había discutido durante años por su intención de reeducar en la superioridad de la mujer sobre el hombre, y me la termine zumbando solo por hacerla rabiar.

Esta es la historia de algunos de esas damas.

Creo que esta 1º historia la vamos a ubicar a principios de primavera, Marina ya había caído y las 3 primeras chicas después, nada a reseñar en ellas, aun no había empezado a conocerse mi fama, yo era un radar en busca de cualquier cosa que se pusiera a tiro, pero tuve una semana floja en cuanto a chicas, la que salió corriendo cuando se me sentó encima, así que mi mente amplio automáticamente el margen de error. Esta 1º no me resulto muy complicada, tuve suerte, la relato por que me sirvió para abrirme los ojos de cara a mujeres de mas edad.

La profesora,  Mercedes, “merche”.

Paso una semana sin que cayera ninguna,  así que comencé a mirar con otros ojos a ciertas mujeres, una fue la profesora de historia, Mercedes, de 34 años, la conocía desde que tenia 27, me vio convertir de niñato a hombre y luego de hombre a galán después de la operación, siempre se había preocupado por mi, quedaba mucho con mi madre para hablar de mis estudios, y siempre cerraba las charlas con un “vaso a hacer de ti un gran hombre”, era  severa con todos, pero  pese a ello,  conmigo siempre tuvimos un rollo especial, le sacaba sonrisas con mis tonterías que nadie mas lograba y teníamos confianza, fue la que me ayudo en parte con Marina.

Como mujer no había cambiado nada en mi cabeza, era una mujer normal, siempre iba con pantalón y chaqueta de traje, que se remangaba constantemente, disimulando su figura,  camiseta de botones, con zapatos de vestir cómodos, era morena  y llevaba el pelo con coleta siempre, pero la soltárselo siempre me había llamado la atención, lo tenia rizado y si lo estiraba era largo, pero le hacia un melena frondosa, su cara paso de jovencita a mujer madura pero no perdió una belleza nacida de la sencillez, sin maquillar casi nunca, no le hacia falta,  tenia uno ojos color miel de infarto. De su físico era difícil hablar, nunca iba demasiado descocada pero más de una vez al agacharse a hablar con alguien se le veía el sujetador a través de los pliegues de la camisa o los botones, se les veía un tamaño decente,  sin  exagerar, y un culo redondito, con las caderas anchas. El echo de que me fijara en ella, no fue ningún cambio si no en ver en ella algo habitual pero que no le di importancia hasta ese momento, tenia la manía de moverse por clase mientras explicaba, y se iba sentando o apoyando con el culo en los marcos de las ventanas, las puertas, la pizarra, o las mesas de los alumnos cuando quería hablar con alguno en particular, se sentaba en la mesa del de al lado. Lo llevaba haciendo toda la vida, pero un día  se recostó sobre la pizarra con su traje azul oscuro, y después se fue pasando, los chicos a su paso se reían y la señalaban, no entendía por que hasta que se dio la vuelta, se había llenado el culo de tiza blanca, la recorría de lado a lado del trasero, pero nadie la decía nada, siguió dando la clase, pero yo ya no atendía, solo la miraba el culo y veía como con la tiza, el traje oscuro ya no le disimulada nada, aquella señora tenia un señor culo, terminado la clase nos dejaba unos minutos para pasar apuntes y solucionar dudas, al imbécil de mi lado no se que el pasaba pero no entendía nada, y de tanto llamarla, ella se sentó en mi mesa y se agacho para explicárselo a el en persona, su forma de sentarse era normal dejando que su nalgas descansaran, pero vi toda aquella tiza y si hubiera sido un alumna la hubiera azotado allí mismo, con la excusa de limpiarla, pero el pudor me gano la batalla. Al finalizar la clase, me acerque a ella dejando que todos salieran, se había sentado en su mesa.

-YO: perdona Mercedes.

-MERCEDES: ¿dime? y no me llames Mercedes, por dios que me siento vieja,  nos conocemos de hace 8 años, Merche.

-YO: este bien, solo quería ser respetuoso para que supieras que lo que te voy a decir es con cariño y sin maldad.

-MERCHE: dime amor.

-YO: que…….vamos…..te has manchado de tiza el traje.- ella temiéndose algo peor se miro la parte de delante del traje buscando.

-MERCHE: ¿donde?

-YO: bueno….cuando te has puesto en la pizarra…..te has……..sentado, y….- abrió los ojos de sorpresa.

-MERCHE: ahhhhh por eso andaban riéndose estos golfos, que malos son,  y no me avisan, menos mal que te tengo a ti.- se levantó y se retorció sobre si misma mirándose el culo, cuando localizo la mancha comenzó a pegarse azotes y pasar la mano por su trasero frotado con energía, cuando creyó terminar me miro- ¿ya esta?

Me debió ver la cara de tonto mirándola el culo después del trasiego que se había metido ella sola, y se dio cuenta de que acababa de limpiarse el culo adelante de un alumno y le había dicho que le mirara el culo para ver si había terminado de limpiarse. Reaccione al levantar la mirada de su trasero y ver su cara de congestión.

-YO: si si, vamos no ha quedado nada que vea.- reacciono ella de nuevo al ver mi tranquilidad.

-MERCHE: pues deja de mirar y vete a estudiar,  vago- y me dio un golpecito de agradecimiento para sacarme de allí.

Los 2 días siguientes la acose, la perseguía por los pasillos mirándola el culo, acercándome a hablar con ella con excusas baratas y deleitándome con sus apoyos en las mesas de los compañeros, no fui el único pero si el mas atrevido, me pillo un par de veces mirándoselo, a la 3º o 4º  ya me miro con cara de “ya vale”, pero hubo una 5º y 6º.Al finalizar la clase se acerco y me dijo que me quedara.

-MERCHE: oye, siento lo del otro di, no debí hacerlo delante de ti.

-YO: ¿el que?- quiera disimular pero también que lo reconociera.

-MERCHE: ya sabes, lo de la mancha de tiza.

-YO: ah si, no pasa nada.

-MERCHE: no, si pasa, llevas unos días mas tonto de lo habitual, tienes que dejar de mirarme todo el tiempo.- me había cazado, pero fingí una vergüenza que en realidad no sentía.

-YO: bueno, lo siento, es que ya sabes la hormonas,  todo en mi vida va cambiando y no se, llamaste mi atención.

-MERCHE: pues tienes que parar, no es sano que te fijes en alguien como yo, tienes a muchas chicas de tu edad.

-YO: ya,  pero ninguna tan guapa como tu.- lo dije con el tono de broma que solía usar con ella, peor iba directa a su línea de flotación.

-MERCHE: anda tonto, no seas mentiroso, que aun recuerdo como te quedaste embobado con Marina durante el trabajo- se acordaba, no perdería oportunidad.

-YO: jajajja pues si, pero era mas por su parecido a alguna diosa griega, eso tiene su morbo, fue una surte que no…..- y me pare.

-MERCHE: que no,  ¿que?

-YO: nada, tienes razón déjalo, siento haberte molestado. – amague irme sin ninguna intención de hacerlo.

-MERCHE: que no es molestia tontorrón, si mas que molestarme hasta me ha subido el animo, jajajajaja, pero dime, ¿que fue una suerte?

-YO: bueno, veras, sabes como acabo el trabajo, conmigo….

-MERCHE: si, desnudo, vamos en “gallunbos”.

-YO: pues imagínate si….viendo a Marina me hubiera…….puesto tonto, jajaja tendría que haber acabado con un empalme de narices jajajajajjajajajaja – elegí las palabras con cuidado, quería que pareciera un broma, pero ella sabia que yo era capaz de hacerlo, y el hecho de que estuviéramos hablando abiertamente de ello, que recordara aquel momento, que pensara en aquel cuerpo jovial y medio desnudo, en el bulto escondido. Todo en una sola frase, tardo un segundo en responder.

-MERCHE: ya claro, ¿y te hubieras quedado así delante de toda la clase?

-YO: ya me conoces,  podría hacerlo ahora mismo.

-MERCHE: lo que me faltaba, que me vieran con un alumno desnudo en clase, anda tira, y piensa en  eso.

-YO: ¿en que?

-MERCHE: en dejar de mirarme así, que me siento un trozo de carne.

-YO: es que ahora que lo hemos hablado, no se si podré, si ya me he hecho alguna paja pensado en ti frotándote la tiza.- otra frase a la línea de flotación pero esta vez no reí, deje unos segundo de margen esperando su respuesta.

-MERCHE: oye no digas guarradas.- se puso en pie enfadada.

-YO: jajajjja será una guarrada, pero es la pura verdad y  te digo mas, alguno chico mas  también me han  dicho que lo ha hecho.- mentira y gorda, pero quería que se sintiera atractiva.

-MERCHE: ¿mas? No si ahora voy a tener club de fans.

-YO: pues te lo mereces, eres una mujer de bandera y nosotros no somos críos ya.- di un paso hacia ella, eso la puso nerviosa.

-MERCHE: te lo agradezco, y no sabes cuanto, pero no esta bien.- se llevo una mano a rascarse la cabeza.

-YO: ¿te crees que a nosotros nos importa que este bien? Somos adolescentes, nos movemos por impulsos- di otro paso hacia ella.

-MERCHE: si, vosotros,  pero yo no, tengo que mantener unas distancias……- dio un paso hacia atrás pero no había mas sitio.

-YO: pues es una pena, por que por mi cabeza se pasan muchas cosas que podría hacerte para disfrutar. – otro paso, ya estaba cerca.

-MERCHE: ¿si?, pues no va a poder, ser, los demás…..

-YO: me dan igual lo demás, aquí solo estamos tu y yo, llevas 3 idas rondado por mi cabeza, no hay fuerza en el universo que me aleje de ti.- se la veía muy nerviosa, pero no enfadada, le atraía lo que oía,  su barrera moral le gritaba peligro.

-MERCHE: por favor, no me hagas esto, en casa no van bien las cosas, mi novio…

-YO: tu novio es un mierda que tiene una mujer que no merece- di otro paso, estaba encima de ella, mis palabras fuera una lotería, pero acerté de pleno.

-MERCHE: no lo sabes tu bien, pero por favor, para.- lo hice cuando agachaba la cabeza hacia ella, puso una mano en mi pecho para frenarme.

-YO: esta bien, si es lo que quieres, te respetare, me iré y mañana esto será un mal recuerdo, pero solo si es lo que quieres tu, aquí y ahora,  antes, déjame besarte y me harás feliz.- mis palabras calaron, supuso que si se dejaba besar me calmaría y me iría.

Fui haciendo fuerza contra ella, su mano en mi pecho también era firme, pero gracias a mi corpulencia no me hacia falta acercarme tanto y con agachar la cabeza fui acercándome a sus labios.

-MERCHE: esto….no esta bien….no se……- balbuceaba con cada centímetro que me acercaba, la otra mano la tenia pegada a ella, doblada sobre su cuerpo,  debajo de su boca.

-YO: sabes lo que quieres al igual que yo, pero yo estoy dispuesto a jugármela por un solo beso tuyo, y se  que  desde que me viste desnudo después del trabajo me deseas- me lo invente,  pero cuadraba,  su mano en mi pecho cedió.

Junte mis labios a los suyos, con cariño y ternura, ella no se movía pero cerro los ojos, disfrutando, yo no me separe de ella y me mantuve unos segundos, para separe un poco de sus labios dejando que se despegaran  de los suyos.

-YO: dios, sabes mejoro que en mis sueños.- ella se relamió y abrió los ojos.

-MERCHE: y tu que en los míos.- alucine, de chiripa había dado con la profesora que soñaba conmigo.

Sin dudar,  ni dejarla pensar lance otro beso, esta vez ella llevo su mano a mi cara acariciándola, sin apartar la otra de mi pecho, pero ya sin oposición, si no de cariño. Este fue mal largo y ella participo abriendo la boca, me derritió al acabar mordió mi labio inferior tirando un poco de el.

-YO: ay- lo dije para hacerla saber que lo había notado pero  sin dolor.

-MERCHE: perdona, …

-YO: no hay nada que perdonar- tire el 3º beso este ya fue pura pasión, con leguas luchando en terreno enemigo,  y mientras ella me sujetaba la cara yo metía mis manos por dentro de su chaqueta.

-MERCHE: aquí no, nos pueden ver.- era mía, ya no le importaba el hecho, la pasión era mayor que la moral, si no que lo supieran.- dame unos días- me beso de nuevo y volvió a morderme el labio inferior, dios, vaya tontería y que sensación mas agradable acababa de descubrir.

Me hice con todo mi control para alejarme de ella, y salimos de allí, los 3 días siguientes siempre me quedaba a última hora, la buscaba en la clase que fuera, y nos besábamos mientras charlábamos. Por lo visto tenia un novio desde hace 4 años, vivían solos pero el tío era un vago redomado, en paro,  que vivía de ella y con el paso del tiempo no le soportaba, le daba asco tocarle. Por lo que entendí,  en esos días le echo de casa, no es que yo fuera la causa, pero si el detonante, supuse que no le gustaría sentirse sola y por eso mantenía la relación, pero conmigo a sus pies eso había cambiado. Durante las clases mis tirábamos miradas el uno al otro, y gracias al inepto de mi compañero, ella me regala la visión de su culo sentada en mi mesa, al inicio era como siempre pero después arqueaba la espalda, o no apoyaba las nalgas, si no que lo ponía en pompa ante mis narices. Al acabar una de esas clases, siendo ultima hora, me asegure de que nadie nos viera, y me lance a por ella, estaba de espaldas agachada recogiendo unos papeles, le plante mi polla, cuyo tamaño ella ya intuía, en medio de su trasero haciéndola ponerse en pie.

-MERCHE: ey,  ten cuidado que me tiras.

-YO: eso querría yo, tirarme encima de ti y hacerte el amor hasta el amanecer, pero no me dejas, como sigas jugando conmigo en clase,  en una de estas que pongas el culo como lo pones te violo delante de todos.- la metía mano por encima de la camisa.

-MERCHE: que bruto eres jajajja  quieto que nos van a ver.- lo decía pero no se apartaba.

-YO: ya te dije que a mi me da igual lo que piensen los demás, tengo mis limites y estas jugando con ellos- la di la vuelta de forma firme y la bese rabiosamente, doblando su espalda hacia atrás, apretando su cadera contra mi, al separar los labios esta vez fui yo el que tiro de su labio inferior con los dientes.

-MERCHE: dios, no sabes como me pones, tengo clavada tu imagen en calzoncillos, la gente no se dio cuenta pero cuando te peleabas con el otro chico se te marco la polla, desde entonces me tienes loca pensando en ti.

-YO: sabia que ese final te había gustado, pero no entiendo por que seguir esperando, puedo ser tuyo cuando quieras, me tienes alelado, te deseo como un naufrago desea una orilla, o un sediento en mitad del desierto un oasis.- la volví a besar, ya no solo la doblaba la espalda, la movía de lado a lado. Ella se reía entre besos por que casi se caía, pero la tenia bien sujeta.- has encendido un fuego y tienes que apagárlo.

-MERCHE: esta bien, dios, como te pones, este fin de vente a mi casa, el viernes al salir de aquí, tráete algo de ropa, a ver si apagamos ese fuego.

-YO: mas nos vale a los 2 o esto va a acabar muy mal, no aguanto más sentado viendo como te paseas por clase.

Faltaban un par de días aun para el viernes, me desahogue para poder aguantar con una chiquilla que la chupaba bastante bien, pero tenia la imagen del culo de Merche en la cabeza, más que de su culo, de su cintura, de sus anchas caderas. El propio viernes en el descaso la fui a buscar y estuvimos retozando como críos en un cuarto de limpieza con la llave echada, fue la 1º vez que la pude desnudar parcialmente, la abrí la camisa y admire sus tetas, como parecían,  nada desmesurado pero con un sujetador que las realzaban, me lance a besarlos y mordisquearlos, por lo visto el tema dientes y morder, le volvía loca, mientras mis manos se posaron en su trasero, era bando, y una delicia para masajear.

-YO: dios, me la has puesto a romper, o me corro ahora o no llegamos a final del día sin que te salte al cuello.

-MERCHE: yo estoy igual, necesito cariño, sácatela que estoy deseando verla.

Me ayudo a desabrocharme el pantalón sentándose en un cubo, cuando metió la mano para sacarla abrió la boca como si fuera a morirse allí mismo, al sacarla reía, de forma rara, como si acabara de darse cuenta del lío que se le venia encima.

-MERCHE: pero ¿que es esta burrada?

-YO: lo que tú me provocas.

-MERCHE: esto no es calentura, esto es ir bien armado.-  miro mi polla acercando su cara, mientras hacia un suave masaje – madre mía, ¡¡¡donde me he metido!!!

Siguió masajeando pero le dije que así de calmada no pasaría nada, así que aumento el ritmo, con ambas manos, sus tetas se movían debajo del sujetador a ritmo.

-YO: o me la chupas o vamos a estar aquí hasta año nuevo.- me miro ofendida.

-MERCHE: joder con el niño,  si que ha crecido.

Cogió la polla de la base y lamió mi glande, con suavidad, luego se metía en la boca la punta y jugaba con la lengua en mi capullo, para ir sacándoselo dejando que sus labios friccionaran, lo hizo un par de veces, hasta que sus babas rodaban toda la punta, allí comenzó una masturbación feroz lamiendo todo el tronco de mi polla y mirándome a la cara, mi pene era mas grande que su cara, era una delicia verla esforzarse, trataba aveces de engullir  pero no pasaba de 1/3, se ahogaba,  sus manos no paraban, la avise y eyacule en un cubo de basura que había allí.

-MERCHE: y esta ha sido la 1º, me vas a joder el fin de semana.

-YO: esa es la idea, TODO el fin de semana.- me lance a besarla para agradecérselo.

-MERCHE: dios, cálmate que tu ya estas,  pero falto yo y queda 10 minutos.- acepte el reto, la puse de espaldas y baje a su trasero, desabroche su pantalón y de lo baje, ¡¡dios,  que pedazo de culo, que cadera, que piernas!!.

-YO: haré que te corras antes de 10 minutos-  no resistí y apretando, mordí una de sus nalgas a través de la tela, eso la puso a 100 por que se retorció en el aire.

-MERCHE: fóllame,  aquí mismo,  por dios, que me vas a matar de placer.

-YO: aun no, te he dicho que haré que te corras pero vas a tener que aguantarte, no tendrás mi polla hasta las 12 de esta noche.- no se por que se me ocurrió pero me pareció justo hacerla esperar como ella hizo conmigo.

Metí mi boca en su coño, sin mas, desde atrás, levante su culo para tener mejor llegada, lamía su coño empapado por encima, cuando necesitaba respirar,  ya que la carne de su culo me ahogaba, sacaba la  cabeza, besaba una zona y después mordía, cada vez que lo hacia se retorcía su espalda, y volvía a atacar el coño, metí mi mano por dentro y acariciaba por encima el clítoris, cuando lo note abierto metí mis dedos en posición para masturbarla rápidamente el punto G, sacando mi cabeza y pegándola a sus nalgas, mordisqueando si parar, metía mi mano con fuerza,  acariciaba y la sacaba, aumentado el ritmo , ella gemía tratando de ahogar sus gritos, pero se le escapaban con cada mordisqueo, eso la volvía loca y lo iba a aprovechar todo el fin de semana. Antes de que tocara la campana ya se había corrido 2 veces, me empapo la mano, me levante mientras ella se apoyaba en un estante asfixiada. Lleve mis dedos mojados a su boca y ella los chupo encantada, el ultimo,  adivina, lo mordió un poco, haciéndome el daño justo, sin pasarse.

-YO: veo que te gusta morder, eres mi leona y este fin de semana te voy a marcar como tal – ella misma nos había explicado en clase que los machos leones al aparearse marcan  a sus hembras de un mordisco. Eso la derritió en mis manos, tenía el culo lleno de marcas de mis dientes, me beso loca de pasión, pero la obligue a vestirse, teníamos que volver y quería que estuviera desatada  de deseo.

Pasaron las ultimas horas y salí en su busca al acabar las clases, ella ya estaba en la puerta esperándome, salimos como almas que lleva el diablo, me subí al coche con ella, me contó que ni había dado clases, mando repasar y nada de ejercicios ni deberes para tener el finde entero libre, me daba igual, yo solo la miraba con deseo y ella se daba cuenta, en cada semáforo nos besábamos hasta que el de detrás nos pitaba por que ya estaba en verde. Cuando logramos aparcar se me subió encima del asiento del copiloto y nos quedamos allí, besándonos y metiéndonos mano, un buen rato, por fin subimos a su casa, era un piso sencillo de 1 sola habitación y un salón amplio, algo vacío, supongo que por que faltaban las cosas de su novio, o de su ex ahora, me dijo que me sentara un rato mientras se cambiaba y se ponía algo mas cómodo, su definición fue salir a los pocos minutos con una camiseta amplia que le caía por un hombro, sin sujetador  y en bragas, nada mas, estuve muy cerca de levantarme y tirármela allí mismo, pero ella me ayudo a dejarme mas cómodo a mi, me quito toda la ropa y me dejo en calzoncillos, no nos volvimos a vestir mas en todo el fin de semana. Nos sentamos en el sofá, uno al lado del otro,   seguimos el juego de los besos y caricias,  mientras yo la rodeaba con un brazo,  acariciaba su cuerpo con la otra, sobretodo sus piernas, que iba apretando, ella se apoyaba en el sofá con una mano, restregando uno de sus pechos contra mi,  y la otra me acaricia desde la cara hasta el pecho, el veinte o las piernas, cuando la cosa se calentó de mas,  ya tenia a su mano masajeando mi polla por encima de la tela, totalmente dura, sus besos ya eran fuertes y húmedos, con mis manos perdidas pro debajo de su camiseta.

-MERCHE: bueno, ya que estamos aquí, ¿por que no me follas de una vez?

-YO: ya te dije que hasta al 12 no la tendrás.

-MERCHE: aun quedan unas horas, ¿que quieres que hagamos mientras?- la solté el pelo, y cayo sobre su rostro, aquellos rizos le hacían una cara aun mas deseable.

-YO: te voy a comer entera.- diciendo esta la levante para montarla encima de mi, cara con cara y mientras la besaba le quite la camiseta, fue precioso ver como aparecían sus tetas ante mi y al quintarse la camiseta, su pelo cayo sobre sus hombros.

Llevo sus manos a mi cara y yo a su espalda, mientras nuestras pelvis se frotaban, sus movimientos con la boca se volvían más fuertes y  amplios, con su lengua llegándome a la campanilla  siempre que se separaba de mí mordía mi labio inferior. Baje la cabeza para ir por su cuello y cada ciertos besos y lametones tiraba a morder, pero sin pillar nada, par cuando llegué a sus pechos ella gemía de gusto, los trabaje como me adiestraron, masajeando, apretando y lamiendo cada pezón hasta que estaban duros y entonces los chupaba, me sujetaba la cabeza con fuerza, lleve mis manos por dentro de sus bragas, pero no por la zona de los riñones, las metí por debajo, por sus nalgas, juntando y separando a ritmo, de vez en cuando mordía un pezón duro, con cuidado y tiraba de el hasta que por fuerza se soltaba, eso la hacia revolverse de placer. Mis manos profundizaron  y ya acariciaba su coño con la punta de los dedos, estaba encharcada, un par de caricias mas y reventó con un orgasmo sobre mi, vibraba sin control, cayendo rendida hacia mi.

-MERCHE: dios, me vas a matar y no hemos ni empezado.

-YO: ¿que tal algo de matemáticas? ¿Un 69?

-MERCHE: no se, nuca lo he hecho.

-YO: pues por una vez te voy a enseñar algo a ti.- me levante con ella colgada de mi, la puse de pie y con suaves caricias y besos pasionales,  le fui bajando las bragas, agachando mi cabeza,  besando cada parte de su cuerpo, y estando ya aganchado me quite los slips, dejando mi polla apuntándola.

-MERCHE: joder, todavía no me lo creo, quería hacer de ti un hombre y vaya hombre te has convertido.- vi su coño de cara por 1º vez, estaba totalmente rasurado, con la piel roja.

-YO: vaya, parece que alguien se ha afeitado para la ocasión.- se puso roja al verse descubierta.

-MERCHE; es que llevaba mucho bello, hacia mucho que no me…..tocaban.- me pegue  a ella, con mi polla de lado en su vientre.

-YO: pues hasta ahora, por que te voy ha hacer mía.- la volví a besar tan fuerte que se arqueaba la espalda hacia atrás, agarrándola de uno de sus muslos hasta levantarle la pierna contra mi, baje la cadera para meter mi polla en el hueco creado, y quedar así unos minutos.

La note caliente de nuevo, con su coño empapando el miembro, así que me separe y me tumbe boca arriba, ella se quiso poner encima mirando a mi, pero la di la vuelta y quedamos invertidos, el 69, pegue su cadera a mi cabeza y comencé a comerle el monte, de forma dulce y persistente, separando sus labios vaginales para llegar mejor, ella entre espasmos que la producía, agarra mi polla, mas que para masajear, como punto de apoyo, pero tal era mi trabajo que su cuerpo y su mano subía y bajaban sin parar, se dio cuenta y llevando sus dos manos a la base de mi pene,  daba besos y lametones sádicos, me encantaba como chupaba el glande, se lo metía entero y luego se lo iba sacando dejando que sus labios fueran a contra pelo, como era de esperar, llego un punto en que daba pequeños mordiscos a la polla, por el tronco y el glande, eso me volvía loco y estaba apunto de correrme, pero no podía ser yo solo, así que coloque mis dedos, que estaban penetrando, en posición, dando rienda suelta a sus movimientos, acariciando su punto G. Ellas solo se sacaba mi polla de la boca para gemir y gritar, la avise de que me corría, esperando ver cual era su reacción , no fue otra que metérsela en la boca de nuevo, ella gano la carrera, y me empapo la cara de sus fluidos, del temblor que le entro logro que me corriera, la bañe toda la boca, la oí toser, y luego tragar, dios, que suerte tenia. Mire el reloj, aunque daban un par de horas para las 12.

-YO: ¿y si comemos algo sólido? por que estoy harto de almeja – se río a carcajadas, se levanto y se fue al baño desnuda, yo la seguí, y mientas se lavaba un poco la cara y enjuagaba la  boca con agua,  agachada, me plante detrás de ella.- o te vistes un poco o no nos va a dar tiempo.- me miro la polla en el reflejo del espejo, que ya estaba cogiendo cuerpo.

-MERCHE: ¿ya estas otra vez? ¡¡¡Que vigor!!!

Me puse los slips y ella las bragas y la camiseta, si íbamos a cocinar al menos tener precaución de que no nos saltara aceite, ella estaba en la encimera de la cocina troceando  para una ensalada, jugueteaba con un pie rascándose el otro, yo puse la mesa, pero al verla así, me puse detrás de ella, rodeándola y ”ayudándola”, cogió un espárrago y me lo daba a comer por encima de su hombro, reíamos, una situación simple, sensual, excitante. Comimos sin dejar de mirarnos y reír, pero sin decir una palabra, no hacía falta. Al recoger la cena, nos sentamos en el sofá a ver la tv, al inicio a mi lado, abrazándome, pero luego me eche para atrás y ella se sentó en el hueco de mis piernas abiertas, pegando su culo a mi polla creciente, rodeándola por el vientre como mis brazos, mientras ella los sujetaba, esa mujer no solo quería sexo, realmente necesitaba cariño, se acercaban las 12.

-MERCHE: ya queda poco, y no puedo pensar en otra cosa, te necesito, como nunca necesite a nadie.- movía su cadera.

-YO: no te preocupes, no te fallare, seré tuyo mientras quieras.- la apreté contra mi.

-MERCHE: llévame a la cama.

La puse en pie, y la di la vuelta, besándola con ternura, ella se agarro de mi cuello y se me subió encima rodeándome con las piernas, yo la sujetaba por en trasero y sin dejar de besarnos la lleve al cuarto, como no me conocía muy bien la casa nos dimos algún golpecito, ella reía pero seguía besándome, descolgó una mano encendiendo una luz, di gracias por que no veía nada, localice la cama y poniendo en el borde, la deje caer con cuidado de espaldas, mientras caía sobre ella, sin cambiar de posición , con ella rodeándome con las piernas, pero ya con su espalda recostada sobre la cama sin agarrarse a mi, con la cadera levantada, esa visión con ella quitándose la camiseta y sus tetas cayendo hacia su cara, con su pelo expandido alrededor de su cabeza mientras se mordía un dedo,  me la puso dura al momento, y acariciando sus pechos con una mano, estando de rodillas en la cama la cogí con la otra mano de la espalda y la volví a levantar hasta tenerla en volandas encima mía, besándonos apasionadamente de nuevo, ella no tocaba la cama, solo mis piernas, y mi cuello, yo aguantaba todo su peso,  de rodillas en la cama, con sus muslos clavándose en los míos. La acariciaba toda la espalda, notaba como se estiraba y doblaba en sus acometidas a mis labios, como de costumbre después de cada beso largo, mordía, ya la notar mi polla frotándose en su sus bragas se pego a mi echado la espalda hacia atrás de placer, ataque sus pechos, eran una gozada, y sus pezones duros, sonó el reloj, las 00:00.

-YO: es la hora, ¿estas lista?

-MERCHE: si, pero con cuidado, la tienes muy grande y no quiero estropear el momento.

-YO: te tratare como una princesa, hasta que me pidas que lo haga como a una zorra, y créeme, llegaras a desearlo.- mordí uno de sus pezones antes de dejarla recostarse de nuevo sobre la cama con la espalda.

La separe las piernas de mis riñones y  las apoye sobre mis hombros, aun con al cadera levantada, lleve mi mano al elástico de sus bragas y dando besos a sus gemelos, fui tirando hasta sacárselas, al pasar por mi cara vi y olí que estaban mojadas de nuevo, la abrí de piernas,  la moví hacia arriba en la cama, quería  tener sitio para meter mi cabeza en su interior. Mientras ella me agarraba del pelo, separaba sus labios mayores y lamía como un poseso su clítoris, mientras metía mis dedos en ella, estaba muy mojada, muy excitada, se corrió rápido, pellizcándose los pezones. Tire de sus pliegues vaginales con mis labios hasta sacarla gemidos, allí me puse en pie y me quite los slips, ella se fue derecha a chupármela, pero no al deje, la levante y la puse de pie, besándola de nuevo.

-YO: no, por ahora solo quiero que disfrutes tu.- y abrazándola me di la vuelta y me deje caer de golpe en la cama con ella estirada encima de mi, me encantaba esas sensación, ni polla aplastada por su peso, sus tetas en mi pecho y su pelo haciéndome cosquillas en la cara,  ella me besaba el cuello mientras yo acariciaba todo su cuerpo, se éxito tanto que ya se abrió de piernas y busca de ser penetrada, la tenia tan grande que tubo que levantar mucho sus caderas para apuntar bien, y una vez diseccionado, bajo lentamente, notando como la piel se tensaba y se abría paso mi miembro dentro de ella, era cierto que llevaba mucho sin ser penetrada, costo bastante meterla, cada pocos segundos, daba un respingo, se levantaba un poco para coger aire y seguía bajando, yo solo al dejaba hacer, bajo, y bajo mucho, mas de ¾ de mi pene estaban dentro ya, y se quedo así, mordiéndose el labio con los ojos cerrados, dejando que mi polla se adaptara a su interior, y viceversa. Note mucha presión pero que iba disminuyendo. Cuando se sintió segura, subió bastante para volver a bajar, hasta ese punto soltando un grito largo según bajaba, se paro unos segundos y volvió ha hacerlo, esta vez su grito fue mas corto.

-MECHE: me abre, noto como se me abre el puto coño.- me hizo algo de gracia su frase.

Repitió operación hasta que ya entraba y salía de mi con facilidad, gritando,  ya no de impresión si no de lujuria, de vez en cuando se echaba sobre mi para besarme sin dejar de moverse, su ritmo era fuerte y en una de esas se corrió, note claramente el flujo sobre mi polla dentro de ella, cayo rendida sobre mi.

-MERCHE: dios, como lo necesitaba, ha sido mejor de lo que pensaba.

-YO: ¿por que hablas en pasado? Esto no ha hecho amas que empezar.- me incorpore dejándola pegada a mi pecho y agarrando de su cadera la subí y baje fuertemente durante un rato,  ella se calentó de nuevo, me besaba el cuello y jugaba con su lengua en mi oído, mordiendo el lóbulo de la oreja mientras recibía golpe tras golpe, no lograba metérsela todo pero no hacia falta,  estaba disfrutando con al sensación de tirarme a aquella profesora que durante 8 años cuido de mi, y ahora era yo quien cuidaba de ella.

Mantuve el ritmo, incluso aumentado por fases durante un minuto, se volvió a correr pero ya no la di descanso, la subía del todo y la dejaba caer de golpe, gritaba con cada sacudida hasta que noto  que me contraía.

-YO: me voy a correr pero no te preocupes, tengo la vasectomía hecha.- eso la puso a 1000 y ya era ella quien rebotaba contra mí, explote de nervios, dando 2 o 3 golpes finales con cada eyaculación.

Caí de espaldas a al cama con ella pegada a mi y nos quedamos así una media hora, ella besaba mi pecho, y yo olía su pelo, mientras la abrazaba,  sin sacársela de dentro, flácida,  pero con una sensación de gusto indescriptible, eran la 01:30 y agotado me dormí con ella encima y ensartada, supuse que ella también, por que al despertar estabamos igual, pero yo con una erección enorme y ella moviendo su cadera de forma circular, tanto mi polla como ella se habían despertado antes que yo, y ya estaban de fiesta.

-YO: ¿que pasa? ¿No me vas a invitar?

-MERCHE: dios, me he despertado notando como me llenabas, como se inflaba dentro de mi.

-YO: mi cuerpo reacciono solo, pero de forma lógica, como no ponérseme dura con una mujer tan preciosa como tu dentro de ti.

-MERCHE: ya me has tratado como una princesa, ahora quiero que me folles, que me hagas gritar y me marques como tu loba.- me mordió el pecho.

-YO: prepárate.- lleve mis manos en su culo, la levante con la cadera y plante bien los pies en al cama, la sujete para que mantuviera la posición con las manos,  sin mediar palabra bombee su interior, al incoo buscando velocidad, acababa de despertarme, pero con el paso de los minutos, ya tenia un ritmo considerable, notaba como se mojaba por dentro mi polla y como caía fluidos de ella por el tronco, eso solo facilito mis penetraciones que sin ser totales, eran muy profundas.

La postura era inclinada hacia mi con su pelo cayendo sobre nuestras cabezas sin dejarme de besar y mordisquear, en media hora se corrió una,  dos y hasta tres veces, cada una con menos intervalo de tiempo con la anterior, hasta que fui yo quien reventé sobre ella, cayendo agitado y con las piernas agarrotadas del escuerzo, mi pecho subía y bajaba con cada respiración, y con el,   el  torso de ella, que se me abrazaba, con miedo a que me fuera a ir o algo.

-YO: como desayuno no ha estado nada mal, deja que vaya al baño y continuamos.

-MERCHE: vayamos los 2.

Nos metimos en la bañera que tenia,  juntos, acariciándonos y pringados de fluidos corporales, yo orine antes de entrar, (si, la gente mea nada mas levantare, yo al menos.), me puse detrás de ella, de pie, pegándome a su cuerpo,  mientras ella nos mojaba a los dos, nos dimos un buen repaso, mas bien se lo di yo a ella, pase mis manos húmedas y una esponja enjabonada,  por toda su piel y me centre en dejar impolutos sus pechos, luego metí mi mano,  por delante,  en su entrepierna, con la esponja frotaba la parte exterior de su vagina, y estibe así un rato hasta que me calenté, ella también, mi polla ya sobresalía  entre sus muslos, la pringué de jabón también , pero la aparte para profundizar mas, con la alcachofa del agua apuntaba a su vientre y metía mis dedos lo mas profundo que podía, medio limpiando,  medio acariciándola.

-YO: déjame que te folle aquí mismo, o no respondo de mi.

-MERCHE: métemela, métemela toda.

Apreté mi glande contra ella y la introduje, fue mas fácil que por la noche, ya estaba abierta y estaba muy húmeda con el agua y supongo que fluidos que provocaban mis caricias, una vez dentro me sujete a las paredes, percutiendo de forma pausada en su trasero, ella con cada penetración se ponía de puntillas para volver a bajar cuando la sacaba, lo hizo mientras el ritmo era suave, cuando la agarre de las caderas y acelere ya solo aguantaba, gemía y se apoyaba en la pared por miedo a caerse. Yo la sujetaba con una mano en la cadera y con la otra quería atraérla hacia mi , así,  busque pecho o vientre pero se me resbalaba, le lleve a su cuello, o el pelo tirando de el, o en su cara directamente, ella aprovechaba y me mordía los dedos, eso me recordó mi promesa, seguí bombeando hasta sacarla el 1º orgasmo, entonces roce mis dientes en su hombro derecho, no pare de penetrar a buen ritmo hasta sacarla el 2º orgasmo, esta ves mordí la misma zona suavemente, continúe sin parar hasta llegar al 3º, ella ya hacia fuerza contra mi, cuando le llego el 4º sentí una fuente bañándome la pelvis entre gritos suyos y míos,  no paro de gritar y moverse de forma alocada, llegue al punto de no saber si parar o no, pero decidí seguir hasta correrme, a los 45 minutos de meternos en el baño note mis huevos encoger, estaba cerca, tenia que hacer fuerza con los brazos pues ella casi no se sostenía, la eche para ataras apoyándose en mi y yo en la pared de enfrente con una mano, con la otra  rodeaba su vientre. En la misma zona de antes, ya marcada por los dientes, mordí, pero esta vez no fue ni suave ni con cuidado, mordí agarrando, apretando la mandíbula, sin dejar de aumentar el ritmo en el ultimo minuto de mi cadera y notando en mis dientes cada sacudida, ella comenzó a gritar mezcla de placer y dolor, pero seguía haciendo furia contra mi, gritando que no parara, eyacule casi sin darme cuenta, pues seguía penetrándola salvajemente hasta que se corrió de nuevo cayendo casi muerta sobre mi pecho, yo afloje la mandíbula, me dolía un poco,  vi la marca, los dientes bien profundos, la zona estaba roja y morada,  de una de las zonas vi que alguna gota de sangre  brotaba, me acerque a su oído.

-YO: eres una leona y eres mí leona.- se le erizo piel al mirar la marca echa, note en su espalda el escalofrío que la subía hasta la nuca.

-MERCHE: soy tu leona, me da igual que te tires a otras,  donde piso,  jamas deja huella una gata,  pero,  YO SOY TU LEONA. – lo dijo mientras disminuía el ritmo de las embestidas,  pero no paraba.

-YO: lo eres, pero mal hecho, no puedes imponer  normas a tu  macho, puedo cabrearme.

-MERCHE: puse te calmaría a follando.

-YO: no se si lo aguantaras.

-MERCHE: ponme a prueba,  ya noto como me llenas de nuevo.

Volví a acelerar el ritmo, durante una media hora sin parar,  se  a corrió un par de veces, ya caía y se puso de rodillas a chupármela en al bañera, no paro hasta que me saco su ración de semen, sus dientes,  y como los usaba,  eran una gozada, pero tenia que dar una lección a mi leona, me puse de rodillas y la levante hasta volverla a ensartar cara a cara, rodeándome con sus piernas, sin compasión,  la volví a penetrar, al inicio ella se agarraba a mi cuello,  pero ya le fallaban las fuerzas, se recostó sobre el suelo de la bañera con el agua cayendo sobre nosotros,  yo la tenia cogida de los riñones tirando de su cadera para sujetarla y así mi pelvis la percutía sin parar, era mi 3º corrida si que se hizo desear hasta por mi, casi 1 hora estuve así, sus ojos se ponían en blanco, se movía como un peso muerto pero de forma consciente,  dejando que la sujetara por la espalda, arqueando la espalda un montón, hasta apoyar la cabeza en la bañera, perdí la cuenta de las veces que se corrió, alguna me llenaba de flujos y otras no pero note todas en los calambres de su estomago, estaba por reventar así que la levante contra mi pecho, ella era fuego puro, y hacia fuerza invertida contra mi pelvis,  besándola,  acelere el ritmo final hasta que note que me corría, volví a hincar el diente en la zona de su hombro y apreté de nuevo, hasta sacarla un grito de dolor puro, pero seguía rebotando contra mi, unas sacudidas mas y me quede quieto aflojando despacio mis dientes, notando como se separaban de su carne, ya lo tenia realmente morado, con marcas bastante profundas, vi de nuevo sangre, así que chupe la zona hasta que dejo de sangrar. Rugí, tal como recordaba a los leones de  los documentales.

-YO: yo soy TU león, y YO decidiré si te ganas ser  mi leona, y CUANDO lo serás.- asintió agotada, derrumbada sobre el suelo de su bañera, salí  triunfal,  queriendo disimular mi agotamiento y por que ella no estaba segura conmigo en la misma bañera desnuda, podía volver al ataque y una quedaba fin de semana, no quería asustarla.

Me puse los slips y me fui a la cocina a desayunar, estaba famélico, la prepare algo, y pensé, mirando la puerta y oyendo como se movía,  si me habría pasado con ella o no, desde luego se comportaba como si fuera una leona,  y no sabia si mi lección seria bien o mal recibida. Salió del baño y al ver su cara supe que acerté, tenia una sonrisa de oreja a oreja, solo con las bragas puestas, vio la mesa puesta y se acerco corriendo, se me sentó encima  de forma lateral y me beso pasionalmente.

-YO: veo que te ha sentado bien el baño.

-MERCHE: es el mejor polvo que me han echado nunca,  vamos a disfrutar mucho,  siempre que tú quieras, MI LEÓN – casi me arranca al cabeza con sus besos,  no solo no la había cagado,  si no que había dado en el clavo. – dame de comer.

Cogí trozos de fruta y se los acercaba la boca, ella mordía con ganas, tenía hambre, y quería que su macho la alimentara, intercalaba dárselo con la mano o dejarlo en mi boca y que ella me besara para comer, se le cayo un poco de zumo en el pecho, ni me lo creía, lamí aquellas gotas, por limpiarlas, pero la cosa se me fue de la manos y trabaje su pezón como sabia que le gustaba,  antes de que la cosa fuera a mas la deje comer tranquila, pero sin bajarse de mis piernas, ideando en mi cabeza el siguiente paso. Observe la marca en su hombro, estaba morado y congestionado, los dientes ya no se marcaban tanto pero estaban bien visibles en su piel,  bese la zona.

-YO: ¿te duele?

-MERCHE: nada que una buena leona no aguante.

-YO: no eres buena, eres la mejor, pienso hacerte mía cuando y donde quiera.

-MERCHE: claro, menos en el inst……- no la deje acabar, mordí la zona de nuevo con suavidad, entendió la idea mientras sentía el leve dolor- ……donde y cuando quieras.

-YO: así me gusta, lamer tu pezón me la ha puesto dura, quiero hacerte mía ahora.

-MERCHE: ¿ahora? ¡Pero si acabamos de salir de la ducha!, ¡¡¡y me has follado durante 2 horas en el baño!!!- volví a morder,  esta vez con algo de fuerza, sacándola un gemido de dolor ahogado con cierta excitación, esta vez asimilo la idea.- soy toda tuya.

La levante y mi cuerpo con ella, nos quite a los dos la ropa interior, me senté en el sofá arrastrándola de la mano, me senté, la coloque  a horcajadas encima mía, sin masturbaciones previas ni nada, ya notaba su coño mojado, dirigí mi polla a su coño y se el metí hasta lo mas que dio, ella grito de pasión, estaba sumisa pero disfrutando, trabaje sus tetas para tenerlas totalmente excitada,  ella sola comenzó a subir y bajar por mi barra de carne.

-YO: quieta, no te he dado permiso para que te muevas.- se quedo pillada, pero con una sonrisa en la cara.

-MERCHE: perdona.

-YO: esta bien, pero me has faltado al respeto, eso exigirá un castigo a partir de ahora.- yo no se que basura me entro en la cabeza, me comportaba como un autentico imbécil, como un jefe de tribu déspota y egocéntrico, pero a ella le encantaba, lo se por que aun asintiendo, volvió ha hacerlo.

-MERCHE: ups, perdona, fue sin querer – su tono y como se mordió el labio,  los cojones, ¿quería castigo? pues se lo iba a dar.

-YO: eres una leona rebelde, voy a tener que enseñarte a pollazos como comportarte ante tu macho.- en mi puta vida creí que diciéndole eso a un chica,  se le iluminaría la cara, pero allí estaba,  pasando delante de mi.

Agarre firmemente  su cintura y haciendo hueco para mi pelvis, la subía y la bajaba con calma hasta dejar que su interior hiciera espacio, cuando note que vibraba de pura pasión subí y baje mi cadera, para coger ritmo, a contra dirección con ella, no tocaba el fondo de su útero pero tampoco la penetraba del todo, estuve así una hora, se corrió varias veces, cambiaba de posición el cuerpo buscando una comodidad que no le concedía, gritando como una loca, cuando se echaba sobre mi yo lamía y chupaba la zona amoratada en su hombro mientras ella se derretía,  hasta que me corrí en ella.

-YO: no ha estado mal como calentamiento, ahora date la vuelta-  se fue a poner el pie- no, te he dicho que te des la vuelta,  no que te la saques de dentro, venga que te ayudo- la eche hacia atrás y la sujete la piernas, pase una por encima de mi, levantando su cuerpo,  girándolo sobre el eje de mi miembro dentro de ella, ayudo que después de la eyaculación estaba algo floja,  hasta quedar de espaldas a mi-  recuéstate sobre mi y mueve las caderas sin ayuda de las manos,  hasta que se me ponga dura otra vez.

A estas alturas ella no hacia nada que yo no le pidiera, era agotador tener que pensar en todos su movimientos pero era excitante verla seguirlos al pie de la letra. Movía su cadera de forma circular, sin apoyarse en nada y sin que yo la ayudara lo mas mínimo,  buscando con su cara mis labios pero sin hacer nada, solo cuando yo giraba la cara y la besaba ella correspondía y se movía, cundo acababa me regalaba su mordida en mi labio inferior y se quedaba en esa posición hasta que yo volvía a por ella. Mi pene estaba ya duro, la ordene que subiera y bajara su cintura, solo apoyándose en su piernas, así que se puso medio en pie, sin sacársela,  obedeciéndome,  subía y bajada su cadera, al inicio solo eso, pero fue acelerando el ritmo hasta que la piel,  los músculos y su carne iban en contra dirección a sus movimientos, se corrió una par de veces en la siguiente hora, pero yo no decía nada así que ella no paraba ni descansa, la notaba flaquear pero en mi mente estaba clavado el numero 3, hasta que no llegara no la ordenaría parar, ya no tenia fuerzas para aguantar ella sola así que se dejaba caer y aprovechaba la inercia para volver a levantarse, llego su 3º corrida, y cuando note sus ultimas fuerzas la ordene parar y caer sobre mi.

-YO: bien, vas mejorando, pero ahora te voy a follar fuerte, no como antes –no sabia si podría siquiera,  pero quería que su mente pensara que lo de antes no era mi tope,  y para tenerla totalmente sumisa – y además deseo que sea por el culo.

-MERCHE: pero yo nunca me he dejado por….- era la 1º vez desde que empezamos que rechistaba, y me tenia que asegurar de que seria la ultima,  mordí de forma fuerte su hombro, hasta volver a sacarla sangre y se retorciera sobre mi, su grito  fue sonoro,  pero no de dolor,  si no de excitación, la empuje y cayo hacia delante para quedarse en el suelo a 4 patas,  pensó unos segundos y poniendo el culo lo mas erguido y en pompa posible,  ya por su cuenta, se giro para mírame a la cara – hazlo.

-YO: no se si te mereces ese honor. .- puse cara de no estar del todo conforme., ella se apoyo en la mesa y se lleve las manos a las nalgas abriéndose lo máximo posible.

-MERCHE: ábreme el culo, concédeme ese honor, MI LEÓN. – ¿honor?  ¡¡¡Estaba ofreciendo su culo virgen a una polla descomunal y aun así me las ingenie para que rogara por ese honor!!!

-YO: esta bien, pero como me vuelvas a faltar al respeto, me respondas de mala manera o me desobedezcas,  me busco a otra leona, una  que merezca la pena. ¿Asiente si lo has entendido?- lo hizo con gesto amplios y rápidos.- esta bien, voy a ser benevolente contigo,  lo haré con cuidado, y en el instituto harás lo que yo te diga,   me ocupare de que no te perjudique en nada, ¿me oyes? Que tipo de macho no cuida de su hembra.- no quería que perdiera su trabajo ni mucho menos que yo perdiera a aquella joya,  y sobretodo,  que ella lo supiera.

Me puse de rodillas detrás de ella, y llevando mi mano a su coño, empape bien de sus fluidos abundantes mis dedos,  los restregué por su ano, la sensación la hizo dar un espasmo,  con cada caricia daba un espasmo, pero callada, sin dejar de separarse las nalgas, cuando la note preparada hice presión con el dedo meñique, ella se iba hacia  adelante según empujaba así que gruñí, como un perro enfadado, ella entendió y se quedo quieta, al final entro el meñique y dio un golpe en la mesa.

-YO: para que veas que te quiero, te dejo que grites.- era increíble que aquellas palabras lograran aquellos objetivos.

-MERCHE: ¡¡¡dios!!!! Muchas gracias mi león, joder, ufffffff.- respiraba de forma animal, por la boca, haciendo un ruido sordo al salir el aire.

Continúe haciendo presión con el dedo hasta meterlo entero, ella seguía gritando, y deje allí el dedo hasta que note como su ano se dilataba, ella se tranquilizo un poco, pero no la deje demasiado, movía mi dedo dentro de ella, haciendo espacio, no se si la dolía pero la hacia retorcerse sin gritar, cuando vi que ya entraba fácil cambie de dedo y metí el corazón, otro golpe en la mesa y otra obscenidad gritada, mismo proceso, movimiento, dilatación y luego comencé a sacarlo y meterlo de su interior, del todo, para que fuera abriendo su ano lo mas fácilmente posible, sus gritos de dolor, se fueron apagando, ya su piel no estaba tirante, si no relajada y se movía al ritmo de mi dedo, estibe así 10 minutos en los que ella ya era quien llevaba el ritmo, chorreaba por el coño,  medí con pausa y en un gesto metí el índice también, no hubo golpe en la mesa pero si improperios,, los deje así , los 2 prados en seco, dejando que se adaptara, cuando note menos presión seguí perforando con los dedos el culo de mi leona, el procediendo igual, 10 minutos en que paso de gritar a metérselos ella sola,  disfrutándolo, yo rozaba con mi dura polla su coño,  embadurnándolo  bien.

-YO: te doy permiso para pedir que te la meta por el culo cuando estés lista.- fue una forma barroca de pedirle permiso sin que lo pareciera.

-MERCHE: déjame así un rato, dios, como lo disfruto, no pense que seria tan……excitante, tan divertido, tan placentero, me estas abriendo el culo y me encanta.

-YO: ves como tienes que hacer caso a tu macho.- asentía mientras se percudía ella sola con mis dedos, estaba bastante dilatada y si no me daba permiso seria yo quien diera el paso.

-MERCHE: esta bien, creo que ya puedes………..- la corte de raíz.

-YO: ¿me estas dando permiso? – no podía dejar que retomara una relación de iguales.

-MERCHE: disculpa mi león, le ruego perdón, y como tal,  no te pido, te imploro que me folles el ano con tu enorme polla.

-YO: no me vuelvas a fallar – saque mis dedos y dirige mi glande a su entrada – ahora,  por no saber comportarte,  no te voy a dejar que grites hasta que no me corra dentro de ti, así que si te duele, no grites, acelera el ritmo para que eyacule y así puedas gritar ¿ME HAS OÍDO?- asintió con pena en los ojos, aceptando su castigo.

Apreté fuerte y el glande entro limpio, había tajado bien la zona, y no note mas que un espasmo en ella, lo volví a sacar y lo volví a meter, mismo resultado, repetí hasta que salía y entraba sin fricción ni reacción  alguna, entonces al meterla apreté mas y le metí medio nabo de golpe, casi se le escapa un grito pero se tapo al boca con la mano, su piernas temblaban pero no se movía, agarre su cadera y fui sacándola de mi hasta el glande para volver a forzar hasta meterla ¾ , podía oirla sollozar, pero no gritar, se había metido el puño cerrado en la boca, desde esa posición inicie un movimiento circular, esperando que su ano se expandiera y dejara de abrasarme la polla en su interior, estuve así mas de 20 minutos ella se saco el puño de la boca, se tranquilizo y empezó a disfrutarlo, su coño se mojo de nuevo, lo note en la huevos, así que con todo preparado la avise y saque la polla de golpe, para arremeter una sola vez,  fuerte, se tuvo que volver a meter el puño en la boca, lo hice otra vez y se le oyó un gemido de dolor, a la 3º ella mordía con fuerza la mano, pero no me pare por ello, con cada ida y venida aceleraba el ritmo, su ano se fue relajando y la fricción se iba haciendo mas fluida, llego un momento en que se la estaba metiendo toda por el culo y de ella solo se oían respiraciones fuertes y gimoteos de pasión, saco su mano de la boca para apoyarse en la mesa ante mis acometidas,  vi la marca de sus dientes y sangre, me sentí orgulloso de ella y le regale un ritmo bestial, quería correrme rápido como recompensa, y así ocurrió,   15 minutos después con ella corriéndose con un orgasmo tras otro eyacule en su interior, dándola una cachetada fuerte en su culo, y agachándome a morder suavemente su hombro.

-YO: ya esta,  así se  comporta una leona normal,  has logrado que me corra, así que ya puedes gritar.- espera una reacción similar a las anteriores. Giro su cabeza mirándome,  con los ojos rojos de haber llorado pero llenos de lujuria.

-MERCHE: ahora ya no me hace falta mi león,  te ruego que me vuelvas a follar por el culo hasta poder sacarme los gritos a golpes.- me sentí el hombre mas afortunado sobre la faz de la tierra.

-YO: así habla una leona de verdad, una que merezca  llamarse mía.- vi orgullo y amor propio en su mirada.

-MERCHE: párteme el culo otra vez., por favor.

Se lo volví a partir, y esta vez llevaba mis manos a su coño, frotando, masturbando y metiendo mis dedos en ella, durante otra hora estuvimos así, se corrió tanates veces que desfalleció sobre la mesa, gritando que no parara, que quería mi semen en su interior, los vecinos tenia que estar oyendo todo aquello,  paro yo no pare hasta correrme otra vez en su interior, la levante contra mi pecho sujetándola de la tetas,  sin parar de rebotar en su trasero, y al eyacular mordí de nuevo su hombro,  esta vez de forma bestia, para arrancarla un grito de locura.

-YO: así es como follan los animales que somos, así no te dejaba tu ex ¿verdad?

-MERCHE: no mi león, ni de lejos, le ruego que me dejes descansar o no podré seguir complaciéndote sin quedar inconsciente.

-YO: te lo has ganado de sobra…… mi leona.- esas palabras la llenaron de dicha, se había ganado  ese nombre, y lo suyo le había costado.

Su cuerpo era inerte, estaba consciente pero no se movía, así que le saque mi polla, con machas de sangre en la punta, y algunas gotas de sangre y semen cayendo del tremendo agujero que tenia en el culo, la cogí en brazos y la lleve al baño, la limpie con cuidado y cariño, la duche de nuevo y la limpie bien por dentro, salió sangre, bastante,  de su culo, temí haberla desgarrado algo, la saque de la bañera, la sequé con cuidado, cogí una pomada vaginal que me indico con la mirada, la extendí por todo su coño y su culo, de forma cuidadosa, luego le puse unas bragas y la camiseta, cure la herida de su mano que se había hecho por obedecerme, y luego una pomada en el hombro, la lleve en brazos a la cama y allí la tumbe, ella me miraba a los ojos, vi como  su cara de desesperado agotamiento cambiaba por amor tierno,  ante mis cuidados, la deje allí sola, descansando.

Me fui a la ducha, abrí el grifo y me quede allí bajo el agua,  un buen rato, repasando todo lo ocurrido, dios, estaba al limite de mis fuerzas, pero no quería que ella lo supiera, estaba agotado, con la polla dolorida, calambres por todas partes, temblores en mis músculos, llegue a tiritar pese estar debajo de agua caliente, salí por miedo a que me mareara en la bañera, me seque rápidamente y me puse los slips, sentándome en el sofá, estaba todo perdido de manchas , flujos vaginales, semen,  sangre, babas  y sudor, recogí un poco todo aquello sacando fuerzas de donde no había, y como algo, ya había pasado la hora de comer, habíamos estado toda la mañana , desde las 10:00 que nos despertamos hasta las 17:00 que la deje en la cama,  follando casi sin parar, me prepare un bocadillo y me lo comí  con voracidad, bebí un montón de agua,  me recosté en el sofá y quede dormido por agotamiento. Me despertó un ruido, abrí los ojos,  eran las 22:00, mire y vi la puerta del baño cerrada, me levante y mire en el cuarto, ella no estaba, se había ido al baño derecha, prepare algo de comer y beber, mi cabeza le daba vueltas a como seria la reacción de ella al salir, ya era en frío, sin sexo de por medio, ¿se abría molestado?  Salió del baño y me vio preparando la mesa, corrió a abrazarme por detrás.

-YO: hey, ten cuidado, ¿como estas?- pregunté querido adivinar mas sus ideas.

-MERCHE: llena de vida, mi león, me has hecho la hembra mas feliz de la selva.- sonreí, la partida continuaba, le gustaba ese rollo, así que tome el papel de macho dominante de nuevo.

-YO: venga,  siéntate a comer tranquila, la reina de la selva se lo merece.- ella entendió que yo también quería seguir el juego, y río de felicidad, se sentó y devoro la cena, igual que yo bebió mucho agua.- sabes, te he dejado descansar por que te lo has ganado, pero no esta bien que un león duerma solo, esta noche dormiremos juntos.- ella quiso aceptar, pero recordando la mañana que le había dado, y el tono de mi frase, sabia que aquello no era una petición, si no un aviso de lo que iba a ocurrir.

-MERCHE: será un placer,  siento que no hayas dormido conmigo ahora, me has dejado muerta y no he podido rogarte que te quedaras,  me siento mal por no poder colmarte durante mas tiempo, pero te juro que con el paso del tiempo  aguantare mas, si decides seguir honrándome.- sus ojos decían al verdad, yo mantuve la cara de póker, realmente se  trago que yo  había quedado insatisfecho cuando en realidad estaba  casi muerto como ella.

-YO: eso no  lo dudes, te has ganado el derecho,  tú sola, de ser cubierta por mí.- sabia que eso la gustaba oírlo, al inicio de la mañana iba de leona dominante y prepotente,  durante el sexo se había dado cuenta de su inferioridad ante mi, y termino a esas alturas de la noche totalmente dominada y mojándose las bragas por oír que se había ganado ser follada así de nuevo.

Las siguientes 2 horas fue una marioneta, un robot guiado por voz, me seguía, y hacia todo lo que yo le ordenaba, al principio jugaba haciéndola saltar o cantar o bailar, reíamos pero luego la ordenaba cosas subidas de todo, la 1º desnudarse, y la 2º chupármela hasta que me corriera, volver a chupármela con el semen en la boca hasta volverme a correr y entonces,  que se lo tragara., luego que se masturbara ella sola hasta correrse, yo hacia que no la miraba pero como no hacerlo, seria un juguete sexual obediente pero era una pedazo de mujer. No aguante mas y la cogí en brazos para llevarla a su cuarto, allí la tire de mala manera la abrí de piernas y me la folle durante una hora hasta correrme yo, las suyas ni las conté.

-YO: ahora vete a ducharte, ven oliendo a flores e impoluta y me vas ha hacer un pase de modelos con toda tu ropa,

Lo hizo volando, volvió con el pelo mojado, totalmente desnuda, se puso unas bragas y mientras yo me sentaba en al cama masturbándome, apareció vestida de mil maneras, la que me la termino de poner dura, aparte del disfraz de gata,  fue vestida como iba al instituto.

-YO: ponte solo la ropa interior más sexy que tengas.

Pensó unos segundos y rebuscando saco una caja del fondo del armario, salió,  al volver se presento una diosa de los años 20 ante mi, blanco color hueso,  de arriba a bajo, corpiño ajustado que caía por debajo de su culo, había visto a mujeres pro la calle de fiesta con vestidos que tapaban menos,  le hacían unas tetas y una cintura de escandallo, medias altas con ligeros y un tanga por encima de ellos.

-YO: ponte los tacones mas altos e incómodos que tengas, hazme un baile, sensual, despacio, que me de tiempo a deleitarme con mi leona, oblígame a saltarte al cuello.

Así, lo hizo se puso unos zapatos con unos tacones de aguja enormes, se le doblaban los tobillos al andar pero no por lo dejo de bailotear, dios, la imagen de su culo valía  para paja, el corpiño  le tapaba parte de su trasero, pero se lo hacia aun mas deseable, la sensación constante de que en cualquier movimiento se le vería me calentó, y mas cuando lo noto y lo uso a su favor, aun así no quería entrar en batalla con el arma media cargada ya, seguí admirándola hasta que me corrí, ahora si, aproveché una de su vueltas para atacarla dejándola de espaldas a mi, contra la pared, me lance su hombro y mordí con pasión.

-YO: aquí esta tu león.- gimió de gusto pese a que el mordisco era tan fuerte que debió dolerle, todos eran así ya.

Le quite el tanga,  que al estar por encima de los ligeros no fue difícil, lleve sus manos atrás, y la espose atándola con el tanga, tal como estaba se la metí por el coño, estaba empapado no fue difícil, estuve media hora,  sacándola 2 orgasmos, sus piernas sobre sus tacones flaqueaban y decidí usarlo, sin sacarla de ella me senté  en la cama, y tire de su cuerpo para atrás, lo justo para que se venciera pero no lo suficiente para caer,  moje bien mi polla y la lleve a su ano, que apretando un poco metí el glande, ella temblaba,  la ordene que subiera y bajara, lo hizo sin queja alguna, estuvo haciéndolo con cuidado mientras alguna lagrimilla caía de sus ojos peor sin gritar, gimiendo de gloria, de vez en cuando le fallaba un pie, pero la tenia sostenida, cuando su flaqueza ya era evidente quite mi apoyo y a la 2º  intentona paso lo que tenia que pasar, le fallaron los dos tobillos, y cayo a plomo empalándose ella sola toda mi polla por el culo, soltó un grito de desesperación, intentando levantarse, pero teniendo las manos atadas por detrás y sin un apoyo firme en los pies, al poco de levantarse volvió a caer a plomo, deicidio que era mejor quedarse así,  yo no.

-YO: a que esperas, sácatela.

Lo volvió a intentar un par de veces, pero el resultado siempre era el mismo,  cada poco desistía, pero yo gruñía y lo volvía a hacer, lo hizo tanates veces que se corrió, y eso no ayudo a poder levantarse.

-MERCHE: quiero obedecerte mi león, pero me es imposible, si es lo que queréis ayúdame, lo suplico, pero   imploro que me folles así.

-YO: lo mejor para mi leona.

Agarre su cintura y la levante los suficiente para que se pusiera en pie, le quite los zapatos, mas que nada por que no se doblara un tobillo, y la volví a ensartar por el culo dejándola caer a plomo, agarrando de sus cartuchera la levantaba y bajaba arrancándola gritos de placer, orgasmos y alguna corrida con fluidos salió disparada de ella, yo seguía dándola lo mas fuerte que podía, ya solo la mantenía la dirección con las manos, la fuerza de levantarla la hacia con la cintura, perforándola con toda mi polla, 40  minutos después me corrí salvajemente, los botes finales de ella la hacían salir y entrar completamente de mi, del ultimo,  quedo en pie directamente, la cogí la mano y dándola la vuelta la tumbe sobre mi, restregando mi polla flácida entre sus piernas y ligeros, besando encarecidamente, después de morderla la marca, asumí que para mantenerla controlada cada eyaculación mía debía ir seguida de una mordedura allí, así que siempre lo hacia.

-YO: como mi leona has de saber que esta posición que tenemos ahora es la que mas me excita, recuérdalo, y me harás feliz.

-MERCHE: vivo por hacerlo, te ruego que me vuelvas a follar otra vez.- mordía mi mentón al hacerlo. Yo la  agarre por la cintura y la restregué contra mí, hasta que mi polla se volvió a poner dura.

-YO: ábrete de piernas, y metete mi polla en el coño.- lo hizo, sin moverse de esa posición.

Agarre su trasero y sin despegarla un ápice de mi,  la subía y bajaba por mi cuerpo acelerando cada vez, besándonos y mordiéndonos el uno al otro, pronto llego su corrida y con ella le di una bofetada en el culo, seguí tirándomela hasta la 2º y ahora otra bofetada en el otro lado, con cada golpe ella se estremecía, dios, le iba el sexo duro, la levante con la cadera y allí tome el mando del ritmo, perforándola sin piedad, con un orgasmos continuos,  gritaba sin parar, empezaba bajo, e iba subiendo hasta que no podía mas, cogía aire y volvía a empezar, otra hora así y con ella rendida a mi me corrí de nuevo,  y mordí de nuevo, solo con es gesto final se corrió ella.

-YO: vamos mi leona, aun queda mucha noche.

La coloque de lado metiendo mi polla flácida entres sus muslos, y besando el hombro castigado,  no tarde en empalmarme, la levante la peina y emita mi polla por detrás, a lo cuchara, baje su pierna y agarrándola las tetas la bombee, alternativamente su coño y su ano,  aquí ya perdí la noción del tiempo y de las corridas, lo hice hasta desfallecer, calcule después que fueron unas 2  horas y media,  sin parar, me corrí unas dos o tres veces y ella ni lo se y ni me importa, paso de disfrutar a rogar que parara y a callar y recibir como una campeona. Caí boca arriba, respirando   duras penas, ella hizo lo mismo, me miro.

-MERCHE: hoy no te vas a quedar con ganas de mas- arrastrándose como pudo se puso encima mía de nuevo, como le había dicho que me ponía,  besándome de forma torpe,  no coordinaba, pero su insistencia me la puso gorda de nuevo.

-YO: como quieras, pero ya te he dicho que esta noche dormimos juntos, esto no acabara con un polvo más.

-MERCHE: lo se.- con gran habilidad se dio la vuelta sobre si misma sin bajarse de mi, se abrió de piernas y se llevo mi polla a su ano, apretó y se le metió, yo fuera de mi por sus ganas de complacer, no podía ser menos.

Levantado su cuerpo, inicie un vaivén rapidísimo, tan calientes estabamos que en 10 minutos se corrió ella y yo en el 20, pero no pare hasta volveré a correr 30 minutos después, ella ya no se sostenía, subía y bajaba por que mi cuerpo lo hacia, estaba inerte de nuevo,  pero no pedía clemencia, si no mas ritmo, y yo se lo daba. Termine una hora mas tarde, sin fuerzas,  eyaculé otra vez y como en todas,  la mordía con fuerza el hombro.

-YO: te felicito, casi colmas a tu león.- ¿casi? Estaba por vomitar del esfuerzo,  cayo rodando hasta acabar tumbada boca abajo.

-MERCHE: mas……….dame………..mas, dame hasta que estés satisfecho, no te preocupes por mi- alucine, esa leona pedía mas y yo no tenia de donde, pero no podía quedar como un mentiroso.

Me gire quedando encima suya, coloque mi polla entre sus nalgas y empuje hasta metérsela por el coño, estuve una hora, penetrándola, de forma lenta y cansada, se volvió a correr, pero ya ni gritaba ni se movía, solo se notaba por que me mojaba la polla, me corrí otra vez y caí sobre ella, estaba medio morada así que con últimos gestos la desabroche el corpiño, se lo quite, mordí sin fuerza su hombro  y la abrace, quede así dormido, eran cerca de las 6 de la mañana y esta vez no hubo interrupciones por comer o ir al baños, fueron 6-7 horas seguidas, mi récord hasta la fecha. Cuando abrí un ojo eras las 13:00, y allí estaba Merche a mi lado en la misma posición que la había dejado, me fui al baño a orinar y lavarme un poco, tenia agujetas por todas partes, pero una sonrisa que no se me quitaba, dios, aquella leona me llegaba al limite del bien y del mal, y me traía de vuelta. Comí algo para meter en el estomago con un litro de agua del tirón, hice un emparedado y con otra botella de agua la lleve al cuarto, lo deje en la mesa, y la desperté con caricias en su espalda.

-YO: mi leona, es hora de despertarse.- bario un ojo, y me miro, cuando lo hizo debió de recordar la noche, y se despertó de golpe, con una sonrisa igual de imborrable que la mía.

-MERCHE: diem agua por favor, se incorporó y se bebió media botella del tirón, luego me miro, me dio un beso de tornillo y cogiendo el emparedado se fue al baño.

Tardo casi una hora en salir, la ducha corría y yo estaba impaciente por su salida, aun  quedaba toda la tarde del domingo. Al salir ya lo hizo totalmente desnuda, se me acerco, me bajo los slips y poniéndose de rodillas me la chupo, hasta correrme.

-YO: esto si es despertarse con animo.

-MERCHE: eres una bestia, eres mi bestia, eres mi macho y mi león, sabes, anoche me dejaste ida un par de veces pero la ultima ni la recuerdo, se que te pusiste encima por detrás pero me desmaye a la mitad, recuerdo soñar contigo follándome pero no se si era real o no. Eres mi león, y te pido que me folles ahora mismo.

-YO: como mi leona tienes ese honor de pedir que te folle, así que lo haré, pero recuerda que es domingo y a la cena tengo que irme.

-MERCHE: no te vayas, quédate aquí conmigo, no volvamos al instituto, fóllame entre estas paredes hasta que muramos de viejos, te lo ruego.- mordí su hombro fuerte, para que se dejar de jilipolleces, y asumiera de nuevo su papel.

-YO: te dije que donde y cuando yo quiera, no me obligues a quitarte el rol que te has ganado como mía – agacho la cabeza y asintió.- ahora vuelve a chupármela hasta que se ponga dura y te voy a follar sin parar hasta las 21:00, son las 15:00,  te será suficiente, mañana volveremos al instituto y haremos vida normal, no te insinuaras ni me pedirás nada, será como si esto no hubiera pasado, pero cuando me acerque y te muerda, volverás a ser mi leona, y  harás todo lo que yo te diga,  o te degradare, me has entendido¿? – volvió a asentir, esta vez mas feliz, sabiendo que el juego continuaría – ya me asegurare de que no se sepa ni de que te veas comprometida, cuidare de ti como parte de mi manada,  como dijiste,  me follaré a otras, y no te enfadaras, ni tendrás celos, por que ellas no son mis leonas, son diversión, solo  tu tienes ese honor, a menos que lo pierdas  por tu comportamiento. Seguirás con tu vida, buscaras novio, mejoraras tu posesión social, tendrás hijos, pero cuando te llame y te muerda, serás mía. Ahora a chupármela.

Mientras lo hacia como una salvaje mi cabeza era fría, había dejado zanjado el asunto, tendría sexo duro  siempre que quisiera y ella se comportaría como la chica dulce que era, haría su vida independientemente de mi. Por no alargarlo mas,  durante las horas siguientes hasta las 21:00 tuvimos sexo animal, de todas las formas y posiciones degradantes que se me ocurrieron, casi no cruzábamos palabras,  ya asumimos el papel de felinos grandes, gruñendo, andando a gatas y rugiendo, su ano ya no era ningún misterio, grito a dios por ser tan cabezona de no haberlo probado antes mientras era empalaba por mi, los gritos eran tan fuertes que los vecinos llamaron a la puerta, ella abrió desnuda un poco y les convenció de que no ocurría nada, pese a que era evidente, mas que nada por que mientras hablaba con ellos me  la estaba follando detrás. Con cada corrida suya ella me marcaba un hombro, pero era ridículo comparado con el moretón enorme, marcado de dientes y que supuraba sangre que tenia ella, con cada corrida mía la marcaba, al acabar el tiempo, me sentí orgulloso de mi, y de ella, yo estaba molido pero con tal orgullo que no lo notaba, y ella pese a tener mareos, estaba consciente y satisfecha.

-YO: me voy, recuerda mis palabras, haz tu vida, pero cuando te muerda….- se levanto a abrazarme.

-MERCHE: seré tuya, donde,  cuando y como quieras, el día o la hora  que sea, este con quien este, seré tuya por siempre, MI LEÓN.- me besó pasionalmente mientras mordía mis labios, yo metí mi mano en su culo y la levante contra mi hasta dejar su hombro a mi altura, mordí, la mas fuerte y bestia que le di, gimió de placer cuando aquello debía de ser una tortura, y con sangre suya en mi boca, la baje para  besarle con lengua.

-YO: hasta pronto, MI  LEONA.- Salí cerrando la puerta de golpe, en parte por darle la salida adecuada a la acción y por que ese ultimo beso casi me hace atacarla de nuevo.

Llegué a mi casa, cene, despacio, me dolía la mandíbula,  mi madre me pregunto que  me había pasado en la cara, la tenia llena de marcas de dientes, le dije que los sobrinos del amigo donde me había quedado a dormir eran muy traviesos, y me fui a la cama a dormir, las mejores 8 horas de sueño en mucho tiempo. Los siguientes meses hasta mi graduación  lo pasamos como lo pactado, parecía que ni nos conocíamos, pero en los descansos iba a por ella, y como un gesto hipnótico, al morderla el hombro se convertía en mía, follábamos con cuidado de no ser pillados, y luego la volvía a morder, para “desactivarla”, o al salir de clase íbamos a su casa y teníamos sesiones duras, muy duras pero sin llegar al sado,  de 4-5 horas, después pasaron las chicas mas jóvenes y la deje un poco de lado, pero siempre que andaba ofuscado, atascado o necesitaba desahogare iba a por ella. Aun hoy en ida, casi 9 años después, seguimos con esta relación, ella esta casada ya y tiene un crío de 7 años, pero siempre que la llamo o quedamos responde a la llamada de mi rugido, cuando la muerdo es como volver a ese fin de semana, me seguí follando repetidas veces los primeros 2 años, luego unas  2 veces al año, la mejor fue en la despedida de soltera que hizo, follarte a aquella mujer de aquella forma salvaje el día antes de su boda me saco de mis casillas.Como os dije, no fue la mas difícil de lograr, tuve mucha suerte,  pero fue la que me abrió el abanico de posibilidades, y desde luego la mujer que mas al limite me había llevado, hasta ahora.

Dios, que coño, cuando termine este relato la voy a volver a llamar, ha perdido algo de físico y aguante, pero sigue siendo MI LEONA.

CONTINUARA……….

 

Relato erótico: “MI DON: Marta – LA QUE IBA PARA MONJA (13)” (POR SAULILLO77)

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Hola, este es mi 11º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos. Estos hechos son mezcla de realidad y ficción, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real. Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.

Sin títuloMi nombre es Raúl, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis últimos años de Instituto, 17-18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre,  hermana mayor, mandona pero de buen corazón, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de Madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue lo normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era. Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al fútbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rápido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavía no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante. Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte. Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena. Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio. Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellas, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba. Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno,  de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.

Además, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme. Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención, solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón. Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría un 10 tras otro, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es información inútil que pasado el examen no volveré a necesitar.

Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a ls escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningún medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escáner  y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello. Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operación, gracias a dios todo salió bien y con el apoyo de mi familia y amigos,  todo salió hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.

Después de la operación, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales. Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinación y razonamiento, y después físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no quería, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi físico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total, donde cumplí los 18. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados, se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algún celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.

Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, además de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas. Pero las situación con ella, no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital. Después toco poner en  práctica la teoría y Eli, la fisioterapeuta que me estaba ayudando con un problema en el pie, me la confirmo. Ahora era mi profesora y me enseñaba todo lo que se podría necesitar, y con unas amigas llego la magia. Después de mis 2 primeras semanas de aprendizaje y teoría, llegaba la hora del examen práctico. Ahora de mi aprendizaje,  Eli me invito a una fiesta que quiso usar de examen, y se desmadro. Un tiempo después inicie unas vacaciones tórridas con una familiar lejana, acabe desvirgando y abriéndola al mundo del sexo, teniendo que marcharse pero con planes de reencuentro. Pase los últimos meses de institulo tirándome a todo lo que veía.

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Ya he leído algunos comentarios, gracias por los consejos, tratare de corregir, debido a varios comentarios paso a quitar en negrita las conversaciones

Es cierto que quienes sigan la serie, es una lata, pero la 1º parte casi no cambia, con bajar un poco la rueda del ratón se soluciona, de ahí que ponga estas pequeñas anotaciones separadas del resto, Y así los que empiecen un relato sin seguir el orden, tengan una idea general rápida.

Y si, es una deformidad de polla, pero tenia que ser así.

Inicio una serie de relatos que detallan los últimos 5 meses de instituto, debido a la cantidad de información y a que muchas de las relaciones relatadas se sobreponen unas con otras en el tiempo, y pueden cambiar de género, los divido, con aclaraciones previas de su contenido.

 Bien , una vez relatado todo lo que merecía la pena respecto a las alumnas,  y  aunque pueda quedar un poco pesado en el tiempo y no avancemos, los siguientes 2-3 relatos serán de relaciones en el instituto,  en ese marco temporal de los últimos 5 meses de instituto, pero con profesoras o mujeres no alumnas, al menos no como tema central,  me estoy planteando si hacer  3,  si hacer 2    poniendo la guinda con el relato de mi graduación al final de curso como 3º, o si hacer 3 y aparte el de la graduación, aquello no se si guardármelo para mi disfrute personal. Os informare.

Vamos a jugar con el marco temporal un poco, entre otras cosas por que ya ni recuerdo en que orden ocurrió.

Si, con las alumnas era una casanova, y gane mucha experiencia y lo pase bien, pero me llego a resultar demasiado fácil, era  un depredador al que le ponían la carne despedazada y deshuesada en la cara, y yo quería cazar piezas vivas. Eli me enseño a hacerlo, echaba de menos la emoción, así que en determinados momentos fije objetivos de mayor edad, mas complejos. Obviamente no fue tan fácil ni logre, por mucho,  el numero de alumnas, pero ellas eran hamburguesas industriales,  yo quería restaurantes de 5 tenedores, y allí solo se va cuando la ocasión lo merece. Puedo mencionar que fueron 4 las que me folle, antes de la graduación, de las cuales extraigo las mejores, y otras 3 con las que tuve sexo sin penetración, y por miedo a represalias, no encontrareis el relato de mi directora de 62 años, que hacia el final de curso,  me chantajeo, y para no avisar a mis padres de mis andanzas mujeriegas me obligo a dejarme hacer una mamada y se quito la dentadura postiza para ello. Asqueroso, si,  pero una de las mamadas mas memorables, o el de la profesora de ciencias sociales, una feminista de por con la que había discutido durante años por su intención de reeducar en la superioridad de la mujer sobre el hombre, y me la termine zumbando solo por hacerla rabiar.

Esta es la historia de algunas de esas damas.

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Avancemos unos meses en el tiempo, a estas alturas mi fama ya era notoria, y paso en paralelo con los días de quedar con Karin en los descansos. Unos días antes de que la sueca se me tirara encima, y a 2 meses del final del curso. Yo estaba un poco hastiado ya de las relaciones sencillas con mujeres jóvenes, no me cansaba de follar pero si de lo fácil que era, necesitaba un reto, un objetivo difícil, algo que en mi cabeza supusiera un logro, y gracias a una de las profesoras mas mayores, la oportunidad se presento ante mi. Nos aviso que en unos días, vendría a vernos una ex alumna del colegio, Marta,  que estaba de misionera en Sierra Leona, que hacia 4 años que estaba allí, antes  estuvo casi 5  en el Congo, donde había ido con 21 años,  ya tenia 30 y se había dedicado esos 9 años a ayudar y cuidar a enfermos y niños. Nos contó algunas historias bastante feas de sus experiencias y que estaba encantada con que viniera a descansar unos meses, la habían contratado hasta final de curso para explicarnos teología y la vida en Africa. La sorpresa fue el día que nos la presentaron, no era una misionera sin más.

La monja, Marta.

Si, aquella joven que llevaba casi una década por Africa era una monja, con su hábito  y su cofia, solo se le veía la cara y las manos,  ni el pelo ni un triste pie. Al principio no me fije en ella, y estuvimos una hora oyéndola,, historias de superación y ayuda, de cómo los militares y las facciones armadas del gobierno violaban derechos humanos y oprimían al pueblo, de su trabajo, realmente incomible, pasada casi la hora, aquella monja estaba empapada en sudor, iba con toda la ropa de monja a finales de mayo, y en Madrid ya apretaba el calor pero no estaba el aire acondicionado puesto.

-MARTA: chicos, me vais a disculpar pero me tengo que quitar la cofia, o me muero aquí jajajajaja

Al hacerlo su pelo cayo de golpe, era rubia y largo, tardo una eternidad en deshacer el nudo del moño, y le cayo hasta por debajo de su cintura,  con una coleta. Ya con el conjunto de su cara y el pelo, advertí que el sol y el trabajo de África no la habían afectado, era realmente atractiva, de ojos negros, guapa, con una boca diminuta y hoyuelos en las mejillas, el pelo tan tirante por al coleta le estilizaba mas aun. Siguió hasta el final de hora contándonos algunas cosas mas de su trabajo y que estaba encantada por darnos algunas clases hasta final de curso, salió de clase con la profesora y charlaron un buen rato en la puerta, quise adivinar el resto del cuerpo de aquella mujer, pero la ropa era demasiado amplia y la disimulaba la figura,  aparte de un chaquetilla, iba con un jersey de lana enorme, se notaba una camiseta o camisa blanca debajo y una falda enorme desde su cintura hasta los tobillos, todo azul marino.

Me quede con ganas de saber mas de aquella mujer, y por alguna razón la imagen de  su pelo cayendo se paso por mi cabeza mientras una de las alumnas me la chupaba, mi mente hecho a volar intentado imaginarme su vida, ¿por que a los 21 decidió irse a África?, ¿que había pasado antes? ¿y que habría pasado después?, una chica tan guapa y delicada en una zona tan difícil. Llego el día siguiente, y fue clase por clase, dando charlas, daba la misma a todas las clases durante unos días y luego pasaba a otra.

La 1º fue su vida hasta los 21 años, por lo que nos dijo, fue una alumna ejemplar hasta los 15-16 años, una chica normal, sin problemas,  ni nada raro, pero al llegar a esa edad, sus padres se separaron,  quiso llamar la atención,  empezó a salir con chicos, de fiesta, a beber y pronto a drogarse, malas compañías, al principio eran porros o marihuana, pero fue subiendo el nivel, con 18 años era una “yonqui” que no acabó el instituto, se quedaba en casa de un amigo a vivir y allí se metían cocaína o cristal, inhalada o inyectada, la detuvieron un par de veces por escándalo publico y tenencia de drogas, el remate fue a los 19, la detuvieron por agresión con arma blanca, estaba con un noviete intentado robarle a un camello y ante su negativa le apuñalo, paso 4 meses entre un centro de desintoxicación y los juzgados, la condenaron a 2 años y 3 meses de cárcel, fue allí donde conoció a las monjas de un convento cercano a la cárcel, que se pasaban por allí a prestar ayuda y apoyo, charlando, haciendo de puente con las familias, tratándolas bien,   a ella, ese gesto le pareció tan bonito, que cuidaran de ellas pese a sus fechorías, que decidió rehacer su vida. No se metió a monja, si no que según salió se acogió a un programa de misioneros y se fue. Era ahora, cuando al volver de África se metió en el seminario para coger los hábitos, y se le notaba, no hablaba ni actuaba como una monja, si no como un mujer directa, atrevida, con palabras que no usaría una seguidora de Jesús y hablando de temas poco convencionales, como cuando se rogaba como se sentía, o de cómo predio la virginidad de mala manera medio ida por las drogas, y en esa misma noche de fiesta paso pro varias manos. Eso generaba risas en los compañeros, pero ello lo hablaba como medio, para llegar a un fin, no como centro de la trama.

La 2º charla fue sobre sus  primeros años en el Congo, de su adaptación a su nueva vida, de cómo la llenaba de gozo ayudar, termino haciéndose muy amiga de un tribu, que era en parte degradada por el resto del país, no se adaptaban a la era moderna pero eran felices, y ella se erigió como su defensora y como enfermera casi. Sin titulación, pero se aseguraba de que les llegaran su parte de ayudas, alimentos  y medicinas. Era desesperante como a los pocos días, u horas,  de recibir la ayuda, venia el ejercito y le quitaba casi todo, para luego venir facciones armadas, revolucionarios,  para quitarles lo que les dejaban, de cómo maquinaba y engañaba para que eso no ocurriera jugándose la vida en muchos casos. Cada lección terminaba a con una moraleja, con un sonoro aplauso y con una prenda menos, iba apretando el calor, ya no solo se quito la cofia, si no la chaquetilla, luego el jersey, y ya,  en camisa blanca,  se abría algún botón de arriba del todo, y se remangaba.

-MARTA: dios mío, como no ponga en aire pronto lo voy a pasar peor aquí que en África jajajaja.

La 3º y la 4º nos explico la ideología y la teología de aquella zona, nada relevante, salvo verla hacer un ”striptease laico”. Ya de forma inconsciente se levantaba la falda un poco,  dejando ver sus pies.

Para ayudar a ubicarnos durante esas primeras semanas ocurrió mi tórrido romance con Karin, la sueca de tetas enormes, relación que se corto casi de raíz cuando se asusto al ver a alguien mirándonos, según me dijo, yo no vi a nadie.

La 5º charla se puso seria, era ya la 3º semana, nos hablo del ultimo año en el Congo, de cómo estallo una guerra civil,  de cómo la gente se volvía loca, no daban basto para ayudar a todos, de noches en hospitales eternas, llegando gente herida, su cara se fue torciendo, triste, abrumada recordando. El final hizo salir a vomitar a varias chicas y otras salir de allí llorando, algún chico también, (si sois sensible podéis saltar esta parte hasta el final del párrafo, suponer lo peor), los últimos meses decidió refugiarse en la apabile aldea de la tribu amiga, allí no había guerra, estaba al margen de todo, pero el resto del país ardía en llamas, nos relato con un lujo de detalles algo que no debía ser así contado, de cómo un noche se enteraron de que facciones armadas rebeldes iban a ir a masacrar a esa tribu, les culpaban del mal  del país, pero aun así decidieron no huir y quedarse, era su tierra, ella logro sacar a los niños de allí, escondidos en los arboles, vio como aquel poblado fue quemado, como los hombres eran asesinados y descuartizados, no siempre por ese orden, de cómo interrogaban a las mujeres sobre los niños, de cómo las violaban en grupos para luego mutilarlas cortándoles los pechos para que no pudieran alimentar a los hijos, o  los brazos para que no pudieran sobrevivir,  luego a algunas las mataban igual o seguían violándolas después, de cómo la imagen de aquellos machetes se grabo en su retina mientras calmaba  a los niños para que no salieran en auxilio de sus padres o se les oyera llorar y fueran descubiertos. Para cuando llego el ejercito no quedo nadie vivo,  o sin mutilar, la tribu había sido borrada de la faz de la tierra, solo quedaron los niños que fueron rescatados, pero ante el horror de su mirada, fueron reclutados como niños soldado para el ejercito, a ella la encerraron 4 meses en un zulo, “por su seguridad”, puesto que los rebeldes andaban persiguiendo, secuestrando y matando a extranjeros, nos contó que una noche un soldado entro a darla la comida, pero no se la daba, se sacaba el miembro, ella se negó y durante 1 semana no la dieron anda de comer pro que no aceptaba venderse, pero le pudo el hambre, cayo, al inicio solo con el , luego con los guardias pero se resistia, al final los soldados del ejercito la violaron tantas veces que ya no se resistía,  cuando ya deseaba morir, soldados de la ONU  la sacaron de allí,  estuvo 6 meses en un hospital de campaña.  Nos contó todo aquello serena, sin que le temblara la voz, pero con lagrimas cayendo por sus ojos, durante al narración busco con la mirada seguridad para continuar pese a que la profesora le pedía que no hacia falta que continuara, sus ojos se clavaron en mi, que era de los pocos que aun aguantaba entero.

Aquella escena se repitió por cada clase donde lo fue contando, chicas que salían llorando o iban al baño a vomitar, chicos que ante aquello salían despedidos de las clases con las caras desencajadas, si ibas por un pasillo notabas que clase salía de esa charla en la mirada de los alumnos, fue una de semana jodida para mucha gente, al final decidieron que aquellas clases no fueran para todos, y si opcionales, 1 hora después de acabar las clases los que quisieran podían quedarse con ella a escucharla. Entre  todos los cursos, solo unos 20 aceptamos seguir, y después de la siguiente charla donde nos explico sus 6 meses en el hospital y las historias que le llegaban,  se lego a reducir casi a la mitad. A la siguiente clase solo acudimos 4-5, todos chicos, era una falsedad, luego los demás compañeros te rogaban que le contaras lo que te había relatado. En esa última clase al final nos quedamos solos ella y yo, como me gustaba,  la aguantaba la mirada, pero ya no era sexual, sentía que era tierra firme para ella,  y que  necesitaba contárselo a alguien. La cosa se suavizo cuando me contó que se recupero, y que en sierra leona le fue mucho mejor, como antes de la guerra civil en el Congo, difícil pero aguantable, que soporto todo aquello por el amor de aquellas monjas, que si no se habría vuelto loca o se hubiera suicidado con el machete de alguno de  los guardias mientras la violaba. Terminó de relatar su historia, hastiada del mundo  decidido regresar y tomar el camino de los hábitos, había visto suficiente dolor para varias vidas.

-MARTA: te agradezco que te hayas quedado, necesitaba sacarlo de mi- lo dijo secándose las lagrimas, me puse en pie y la aplaudí.

-YO: eres un heroína, no se como lograste aguantar todo aquello.

-MARTA: al final te acostumbras a todo, quiero decir,  que ojalá fuera mi amor a  dios o a la humanidad lo que me dio fuerzas, pero solo quería sobrevivir, para contar mi vida, por que se supiera lo que paso.

-YO: es una pena que tengas que ir dando charlas a alumnos en clases, esto tendría que salir en tv.

-MARTA: es verdad, pero ya ves como ha reaccionado el publico, no puedes salir por la tv diciendo esto, la gente lo rechaza.

-YO: me parece una hipocresía mayúscula, un adoctrinamiento social, ¿esta bien que ocurra pero no que se cuente? Se castiga que te den el  conocimiento del hecho, no el hecho en si, mientras ocurra  y no te enteres seguirás en tu burbuja de felicidad, es el gran logro de la humanidad, deshumanizarse.- me miro sorprendida, no esperaba una reacción  moralista en un chico tan joven.

-MARTA: se puede decir mas alto peor no mas claro.- se levanto a abrazarme, hasta ese momento no había sentido nada por ella, salvo admirar como se quitaba alguna prendas sin enseñar nada, pero al tenerla entre mis brazos,  sabiendo lo que sufrió, lo dolida que estaba, la sentí frágil, necesitada de cariño, vulnerable, y aun siendo una vergüenza reconocerlo, un objetivo deseable, así que se convirtió en mi próxima víctima.

Al oler su pelo en  mi cara apreté mas contra mi y sin darme cuenta tuve una erección, quise disimular doblando la cadera y volviéndome a sentar rápido, ella hizo lo mismo,  habiendo quedado colgada del abrazo, como si aun faltaran un par de segundos por protocolo, o como si quisiera haberse quedado así unos segundos mas, desee que no se hubiera dado cuenta, no tenia ninguna plan ni tenia nada planeado, pero fue tarde, mientras me preguntaba mi nombre y me pedía que la contara un poco de mi vida, note como sus ojos bajaban a mi entrepierna un par de veces, en  la 3º se relamió los labios, podía ser que tuviera la boca seca, pero después se mordió el labio, ya lo sabia, pero juraría que no la había tocado con ella. Trate de ganar tiempo hablándola de mi operación y de mis cambios en la escuela.

-MARTA: algo he iodo por ahí de ti- ¿a que se refería?

-YO: bueno, siempre he sido bastante conocido, soy bastante páyasete y me gusta llamar la atención, pero desde la operación no se que pasa que soy como un faraón, la gente me trata como si hubiera hecho algo, y solo he salido bien parado de una operación , no como tu, una super-heroína jajajajjaa – por 1º vez en las charlas, se rió, habia alejado su cabeza los suficiente de África, su risa , valga el recurso literario, me pareció divina, se llevaba una mano a la boca, medio cerrada y con el dorso de la mano se sujetaba la nariz.

-MARTA: pues no me queda nada para poder volar o levantar coches.- seguía riéndose, pero yo tenía  que pasar al ataque – anda ayúdame a recoger las sillas, lo hacíamos sin parar de charlar, centrados en recoger.

-YO: pocas mujeres hubieran aguantado como tu en aquel zulo, créeme, se de lo que hablo.- se le corto de golpe a risa y me miro intrigada.

-MARTA: ¿Por qué dices que sabes de lo que hablas?

-YO: pues veras, no se si…. sabes, tengo cierta fama en el instituto………..

-MARTA: ya me han dicho……..que vas de galán con las chicas.- ya sabia como conocía mi polla, las charlas de chicas en el foro oficial,  el baño.- y mas te vale tratarlas bien o me enfadare contigo.

-YO: ey, una cosa es que vaya de galán y otra que las trate mal, solo le doy lo que vienen a buscar de mi.- esa frase se me escapo, no estaba bien pensada, fruto de mi orgullo herido.

-MARTA: ya lo vi…….- ¿que? si la mía estaba mal pensada la suya fue un monumental error. Se le noto en la cara y en la voz, corto la frase de golpe, pero no la iba dejar escapar, su lenguaje corporal era claro para mi, sentía vergüenza por lo que estaba rondando por su cabeza.

-YO: ¿como que ya lo viste?- insistí parando de recoger.

-MARTA: nada, ………que te vi con una chica,,,,,,, hace poco ………..por los pasillos, si, muy acaramelados.- sonó a tangente, como si acabará de encontrar esa respuesta en su cabeza.

-YO: ¿si? Y quien era – realmente podían ser varias las candidatas, pero quise saber cuando se había fijado en mi.

-MARTA: pues no se, un alta rubia, con unas…………enormes….tetas- hizo el gesto de grandilocuencia sobre su pecho, Tenia que ser Karin.

-YO: si, la sueca, es muy “cariñosa”.- me extraño, salvo en los descansos donde foliábamos no solía acercarme a ella.

-MARTA: ya te digo, no veas como el botaban ante tus caricias. – se dio cuenta de que aquella frase no era apropiada en una monja, le salió la misionera, o quizá la adolescente rebelde, pero entonces caí, nunca la había acariciado en publico, era muy mojigata en cuento a que se supiera, de golpe pense , y mientras ella seguía recogiendo, yo estaba parado, mirándola,  intentando leerla la mente, apoyado en una silla, ¿seria ella la famosa sombra que vio Karin y aparto sus enormes tetas norteñas de mi?.

Quise indagar más, pero pense que era apretar demasiado, ella me huía la mirada,  así que lo deje correr por ahora, la ayude y terminamos de recoger las sillas.

-MARTA: esta bien, ya hemos  terminado las charlas, no creo que nadie mas quiera venia a oírme.

-YO: ¿y ahora que harás?, por que aun queda 1 mes de clases.

-MARTA: pues tenia pensado algo, pero siendo ya solo tu no se si salara adelante.

-YO: ¿que es?, quizá pueda ayudar.

-MARTA: pues tenía pensado montar una actuación de los alumnos, un día en el patio en el descanso,  como tribus,  hacer cantes y bailes rituales,  vestidos con las ropas típicas, pero solo estas tú.- vi frustración.

-YO: ¿y tu?

-MARTA: yo no puedo, me moriría de vergüenza y además soy la profesora.- muy resuelta ella

-YO: tu déjame a mi, ¿cuanta gente necesitas?

-MARTA: pues unos 6, sobretodo que sean parejas  de chico y chica.

-YO: y si te los traigo, ¿lo arrias con nosotros? eres la que lo vio hacerlo en vivo, nadie los conoce mejor.- argumento valido y lógico pero buscaba otra cosa.

-MARTA: si nos falta alguna chica, si.- sonrío al ver una ventana abierta, una posibilidad.

-YO: mañana después de clase ven aquí.- la di un abrazo rápido y salí corriendo.

Me fui contento, un plan se erigía en mi mente, tenia que tener cuidado, no solo era, o iba a ser monja, si no que podría meter la pata hasta el fondo si no tenia los pies de plomo, aquella chica lo había pasado muy mal en África. Al día siguiente empece el casting, no lograba a ningún chico así que me centre en las mujeres, sin rodeos, fueron Marina, a la que convencí de que aquello subiría nota, y Rocío, para ayudarla en la mejoría de su personalidad usando de ejemplo a Marta. Una vez logrado, al 1º panoli seguidor incondicional de Rocío que pille,  le metí diciéndole que así le metería mano, y me costo un vídeo juego de los buenos meter a un buen amigo mío, me dio igual,  ya no los usaba. Estoy convencido de que si me hubiera puesto, hubiera logrado meter a alguna de las alumnas que me trajinaba en el lote, pero no quería, teníamos que ser impares para que Marta se  pusiera conmigo de pareja. Al aparecer Marta por el aula a ultima hora, se le ilumino la cara al ver mi logro, me recordó que faltaba una, pero la dije que ella supliera su puesto mientras buscaba a otra, ni loco lo iba ha hacer, es mas, pensaba tirar para atrás a aquella que se atreviera, pero no hizo falta, ninguna en su sano juicio,  sin manipulaciones,  acepto. Decidimos quedar un par de martes para ensayar, ya que a nadie le venia mal, siempre nos quedábamos un rato mas todos charlando y riéndonos, ella dirigía la obra, pero el teatro era mío, eran muñecos a mis ordenes sin saberlo,  ella se daba cuenta.

En esas charlas note como ella se acercaba mas a mi, y yo a ella, no en lo físico, aunque también note ciertos roces fuera de lugar, si no en la compenetración, la forma de pensar y actuar, incluso después de salir del ensayo,  íbamos a un café cercano y tomábamos algo mientras charlábamos de su vida y de la mía, la gente alucinaba al verla con al cofia y a un chico joven con ella, pensarían que seria un fanático de la religión un mojigato adoctrinado, ni mucho menso intuían que mi intención era ganarme el coño de esa monja. Descubrí en aquellas charlas posteriores a una mujer divertida, graciosa y con una fuerte intuición, cada intento de mi parte por llevar el tema a algo mas subido de tono,  era desviado rápidamente, aun así logre sonsacarla de su vida de adolescente, de cómo se había echado a perder por un mal chico, de que ciertas cosas malas que nos había contado, no le aprecian tan mal aun hoy en día, y que sin bien no le gustaba hablar de ello, disfruto aquella época de sexo, pero que desde lo del Congo ya no deseaba  nada mas de todo eso, su tono sonó reafirmado en su idea, como si necesitara creérselo ella,  mas que decírmelo a mi.

El 1º ensaño fue divertido, ella nos enseño con el ordenador fotos de las tribus y un vídeo sobre una danza de la lluvia y prosperidad de la tierra, nos comento su idea de la función y como llevarla acabo. Me cogió como su ayudante y en paralelo me hacia poner las poses iniciales, yo la seguía mientras el resto reía y ella mas al verme haciendo el tonto. En la 2º ya nos puso por parejas y ensayábamos movimientos tribales, por separado, luego algunos mas pegados, en los videos se veían realmente gente fuera de si, con mujeres subidas encima de hombres, no llegamos a imitarles pero si para que Rocío se riera del empalme de su compañero pelele, los bailes eran lentos pero sin parar de moverse, así que sudábamos bastante, nosotros nos quitábamos ropa, pero ella no, se queda con la camiseta casi totalmente abrochada,  sudaba igual y  se le pegaba a la piel, por 1º vez puede adivinar su torso, y su pecho, tenia una cintura diminuta, la presión de la falda alta ayudaba a verlo, y debía tener buenas tetas, por que la camisa se el metía todo el rato por debajo de ellas,  se la tenia que sacar de allí todo el tiempo, igual que despegaba de su piel por el vientre los costados o la espalda, se le marcaba el sujetador claramente. Al cavara la clase como de costumbre nos quedamos un rato charlando, para tomar aire, pero tirando de labia los saque a todos de allí para quedarnos solos a recoger.

-MARTA: ya te ha desecho de todos, vaya líder estas hecho jajajaja.

-YO: es que no quiero que esto se “alargue” mas de lo necesario – metía palabras así en las conversaciones todo el tiempo.- además estabamos sudando mucho y aquí ya huele un poco mal jajajaja.

-MARTA: ya te digo, estoy empapada, esta ropa no es muy transpirable, ¿verdad?

-YO: tú sabrás que eres la que la llevas, podrías venir más cómoda.

-MARTA: si me voy a pasar así el resto de mi vida tender que acostumbrarme,  que por cierto, no sudaría si tuviéremos a otra chica ¿como va la búsqueda de mi suplente?

-YO: nada, no se atreven, son todas unas señoritas muy recatadas y no pueden jugarse su “estatus” social por hacer esto, por más que lo intento – me lo inventaba a cada palabra.

-MARTA: ¿Qué hay de tu “estatus”?

-YO: tengo el “estatus” tan grande que podría hacer esto el resto de mi vida y seguiría siendo el más popular, es mas,  hasta puede que lo ponga de  moda. – la frase iba hilada muy fina.

-MARTA: pues me va a tocar hacer a mí el baile final contigo.

-YO: será que al final tendrás que bailar conmigo.

-MARTA: no, si eso esta claro ya, hablo de que al final de esta danza tribal, el jefe y al jefa hacen una ofrenda final, un baile que complazca a los dioses, pero no se si hacerlo.- no se por que, pero la vi venir de lejos, quizá ella también metía palabras ambiguas.

-YO: no queremos ofender a los dioses africanos, o lo hacemos bien o no se hace.- sonrío como logrando su objetivo.

-MARTA: pues podemos ensayarlo ahora, si no te importa, no quiero que los demás lo vean, prefiero ver como queda antes.

Me puso un vídeo que tenia bien guardado en el PC, efectivamente se veía ya el final de la danza general, y llegando un momento, se separaban para dejar paso a un hombre y una mujer engalanados, serian los lideres de la tribu, al principio bailaban como el resto, pero en un momento, se saludaban, y  la mujer entraba en un estado de trance, se le blanqueaban los ojos, y temblaba, convulsionaba mas bien, mientras era agarrada por el líder, giraba sobre si misma,  casi se caía hacia adelante y hacia atrás de los gestos que hacia, en el momento culmen el hombre se agachaba y cogiéndola de las piernas la levantaba como ofreciéndola al cielo, apoyando su hombro en su trasero,  aguantaba así lo que pudiera, el negro se tiro mas de  30 minutos con los brazos extendidos, entrando en trance también, hasta que los brazos le fallaban y dejaba caer a la mujer de espaldas a el,  por delante.

-YO: ¿y quieres que yo haga eso?, joder si casi se le paren los brazos al mamón.

-MARTA: oye, no uses es lenguaje, es un momento divino para ellos y tienes que tener respeto.

-YO: lo siento, pero no creo que sin muchos ensayos eso vaya a salir así de bien.

-MARTA: no intento que salga así, pero si una muestra, un ejemplo, podemos hacerlo en menos tiempo,  solo como final.

-YO: este bien, si es lo que quieres.

Vimos el vídeo un par de veces mas, rebobinando y adelantando, hasta que se nos quedo grabado, ella analizaba las posiciones, y yo en que posiciones podía aprovecharme. Nos pusimos en posición, clavamos la presentación, los saludos iniciales y mientras yo hacia el ritmo y las palmadas ella se iba tomando el papel, botaba y convulsionaba y se reía parando cada vez que me veía la cara riéndome, ella creía que por sus movimientos, pero yo reía por que sus tetas,  con la tela de la camisa pegada por el sudor,  le botaban que era gloria bendita.

-MARTA: no te rías y ven a sujetarme que ahora tengo que hacer los giros del cuerpo y no quiero caerme.

Me acerque con la polla algo morcillona, y la rodee con los brazos tal y como hacia el del vídeo, ella seguía girando y saltando, con mi para cerca de ella, podía divisar parte de su sujetador asomándose por  la camisa, se le había desabrochado un botón del movimiento, ¿o lo había hecho ella?, me daba igual, solo disfrutaba, ella ya tenia el tren inferior quieto y giraba el torso como en el vídeo, casi se caía,  para la tenia agarrada de los brazos, completado el ritual hasta el momento, solo quedaba elevarla a los cielos, se paro para coger aire.

-MARTA: bien, ya esta todo, solo falta que me ofrezcas a los dioses.- clave mi mirada a  una gota de sudor que caía por su cuello, perdiéndose debajo de la camisa,  entre sus pechos, disimule.

-YO: tu tranquila, no te vas a  caer, no se como pero te agarrare antes, como sea, pero tengo mis reticencias.

-MARTA: tranquilo, lo probamos un par de veces, si no sale,  pues nada.- asentí deseoso.

Se puso de espaldas a mi, y yo me agache tal como hacían en el vídeo, lleve mis manos a las zonas donde el líder sujetaba, una a la pierna y otra a la cintura,  metí el hombro en su  muslo y empuje para arriba,  del 1º intento su falda hizo que se resbalara mi hombro y cayo de pie a un metro de mi, yo sin soltarla, se acerco a mi de nuevo, volé a intentarlo, mismo resultado, pero ahora cayo resbalando sobre mi, contento por ello se lo dije.

-YO:   no es posible, no al menos así, la ropa resbala y no te apoyas bien.

-MARTA: jo, venga a ver si sale.- yo encantado, la estaba metiendo mano y con cada resbalón mi hombro se restregaba por todo su muslo y trasero, un par de veces mas y nada, pero a la 4º, esa vez la cogí fuere con la manos, y la levante solo con ellas- ¿ves? , ¡¡¡si sale!!!- pero en cuento la recosté sobre el hombro resbalo de nuevo cayendo hacia atrás pegada a mi, debió notar mi polla seme erecta en su trasero, pero todavía no estaba listo así que desvíe.

-YO: ¿ves?, la tela no deja, míralo en el vídeo –   me fui al PC, y mientras buscaba la parte del vídeo, de reojo veía como se ponía roja y se abanicaba la cara con la mano mientras despegaba a camisa de sus pechos, del calor, seguro…- mira, ves, ella esta solo con el traje tribal, tiene las piernas desnudas,  y así,  al ponerse en el hombro no resbala.

-MARTA: y que quieres que haga, ¿que me ponga desnuda?- la mire sin saber si lo decía en serio o si era una broma, no atine a distinguir, estaba pensativa- espérate,  ahora vengo.

No se a donde fue, pero regreso igual, se aseguro de que nadie quedaba ya por allí y cerro la puerta.

-MARTA: venga vamos a probar otra vez.- lo hice pero asegurándome del mismo resultado y de que mi polla ya erecta fuera notada, en la ultima,  ya al bajarla lentamente, su falda se pillo con mi polla y se le levanto, no se veía nada al ser tan grande la tela pero tirando de ella claramente, la desenganche rápidamente.

-YO: perdona, se ha enganchado con el cinturón- tonto de mí, ni llevaba cinturón, pero ella se aparto un par de pasos con los brazos en jarra sin darse cuenta.

-MARTA: este bien, si ha de ser, que sea, vamos otra vez pero esta vez al agacharte no empujes.

Así lo hice, cuando me agache ella levanto su falda,  sin dejarme mas que intuir entre sombras sus piernas,  apoyo la piel de su muslo en mi hombro, así empuje  así subió perfecta, ella reía y aplaudía de felicidad por el logro, mientras yo la mantenía fácilmente en esa posición,  girando sobre mi mismo y moviéndome por el aula. Temiéndome que se acabara la diversión, maniobre para que la tela volviera a resbalar, y tanto lo hice que se cayo sin control, logre de chiripa agarrarla al caer quedando en mis brazos, la pose era de cuento de hadas, cuando el príncipe recuesta a la princesa sobre el aire después de un baile y la besa, tirando de fuerza de brazos la di la vuelta y la puse en pie, pero sin separarla de mi.

-MARTA: uff que susto, ¡¡¡pero nos ha salido!!!

-YO: no, casi te matas, no pienso seguir así, hemos tenido suerte, si te llegas a dar con la cabeza no me lo perdonaría nunca, o te quitas la falda o no sigo.- mis palabras eran furiosas, tenían que serlo para que mi petición no pareciera sexual.

-MARTA: esta bien peor no se lo digas a nadie, ya he ido a prepararme por si pasaba.- se aparto de mi unos pasos y abriendo la cremallera de la falda la dejo caer al suelo.

Vaya pedazo de piernas, me quede atónito, formadas y torneadas, parecían las de Eli, pero ella no hacia gimnasia, supuse que de tanto andar por África, llevaba unos mini shorts de deporte, de tela, de los que se ponían las crías para hacer deporte en verano, los llevaba de sobra, que muslos, normalmente llevan una abertura lateral para dejar pasar el aire, pero ella los llenaba también, no eran de su talla, los habría encontrado por el almacén al salir antes, dios, le marcaban el pliegue de sus piernas con la pelvis, estaba por reventar la tela.

-MARTA: señor mío, que gusto sentir aire por mis piernas, yo no voy a aguantar esa falda el resto de mi vida, anda ven y vamos a probar así.

-YO: encantado.- sonreí de forma boba.

-MARTA: anda calla, y no se lo digas a nadie- la camisa en una situación normal le tapiara mas, pero estando empapada en sudor y pegada a su cuerpo dejaba adivinar la línea del vientre y los riñones, entre las telas de la camisa y el mini shorts, hasta me pareció ver tinta en su piel, ¿un tatuaje?

No me dio tiempo a ver mas, se puso de espaldas, y de refilón pude ver como la tela de su trasero estaba tensa, le quedaban de cine pero debían de cortarle la circulación, nos pusimos en posición, agarré con una mano su muslo,  piel con piel, luego una m ano a su cadera, sujetadora de la cintura y metiendo el hombro, y la levante sin ningún problema esta ves si, la tenia bien agarrada, no había peligro, o eso creía, la tela del hombro de mi camiseta se movió, así que la baje de inmediato temiéndome un golpe, pero dando gracias  a dios por aquel regalo.

-YO: espera que ahora soy yo- y me quite la camiseta, aparentando que se me atascaba en al cabeza, poniendo el estomago duro, deleitándola,  como os he dicho alguna vez, mi cuerpo era normal, no marcaba tableta aunque si buenos pectorales,  estaba tonificado para que con el brillo de la luz y mi sudor,  fuera atractivo, acere de pleno,  por que al quitármela de la cara, vi sus ojos de pasión y como se mordía el labio con su mirada clavada en mi – ahora si, ven aquí.

Acudió encantada cuando la extendí el brazo, tan energéticamente que al darse la vuelta choco contra mi su espalda, empapando de sudor toda su camisa, cogimos posiciones, y la alce, ya sin impedimento alguno,  era sencillo, y no me pareció tanto esfuerzo la media hora de aquel líder tribal, ella ya gritaba de emoción dando palmas y bromeando con que los dioses la cogieran, hasta daba pequeños saltos que hacían que su culo rebotara en mi hombro y cuello.

-MARTA: dios esta va a quedar genial al final, anda bájame.

-YO: espérate ahí, quiero probarme a ver cuanto duro,  jajajaja pero piensa, esto no lo puedo hacer con otra, tienes que ser tu, ya lo hemos ensayado y no podemos hacerlo con ropa.- me miro entendiendo que era cierto.

-MARTA: pues va  ser divertido, una monja con las piernas al aire encima de un joven alumno con el torso desnudo, como se sepa en mi seminario me echan.

-YO: podemos no hacerlo, pero es una lastima, mírate en el reflejo de la ventana, queda precioso.

Seguimos debatiendo mientras yo la paseaba, a los 7-8 minutos mis brazos empezaron a flaquear, y entendí que realmente era un esfuerzo muy grande.

-MARTA: anda bájame ya que te noto los brazos débiles, pero ya que estamos, hazlo como en el vídeo.- me encanto la idea de restregar su trasero embutido en aquellos shorts diminutos,  apunto de reventar por la presión de su carne,  por mi pecho hasta que mi polla chocara con el, teniendo que agarrarla del torso para seguir bajándola lentamente, aquellos de la tribu sabían como disfrutar y encima que pareciera una ofrenda a los dioses.

Colocándome la polla bien saliente con una mano la avise y la fui bajando según lo comentado, notaba como su trasero hacia de freno, al inicio en mi barbilla, luego por mi pecho,  bajando por el estomago, allí la tuve que meter la mano en su vientre para mantenerla en el aire, y la seguí bajando hasta que mi polla se hundió entre sus nalgas y mi brazo hico tope con sus tetas, dejándola de puntillas en el duelo, y quedándome así unos segundos.

-YO: ¿y dices que esta ofrenda es para la lluvia y la fertilidad de la tierra?- ella no se movía y tardo algo en responder.

-MARTA: bueno…(ummm la oía suspirar)…..en realidad eso era el baile inicial, lo de los lideres…..(ufff), era una petición de fertilidad a la mujer, ofreciéndolaaaaa…..a los dioses para que la bendigan….(dios)….y así en la noche quedar embarazada de su líder…(madre de Jesucristo)…cuando entran  en su cabaña el pueblo entera queda en silencio……. (ahhhh)……solo se oye a la líder gritar………¿puedes ……soltarme ya?

-YO: anda que son tontos, eso cuadra mucho mas, si, si,  anda descansa.- la solté el brazo lentamente dejando que su cuerpo bajara, sus pechos cayeran rozándomelo, y su culo se hundiera un poco mas en mi polla, no veía su cara pero me la imaginaba, se quedo así ella sola una par de segundos.- ¿recogemos ya? Tengo ganas locas de salir de aquí.- vale esta frase no fue tan sutil.

-MARTA: si, si, vistámonos y ya hablamos mañana- yo me moví pero no hacia atrás, sino de forma lateral, tirando de una de sus nalgas con mi bulto hasta que me separe del todo y la deje allí,  rebotando,   debajo del short.

-YO: estoy desando ensayar esto más a profundidad, hasta el martes que viene. – Y me fui de allí con un empalme de narices.

Llame a Rocío para desahogarme, lo necesitaba, pero no me cogió el teléfono, a si que decidí que el universo me hablaba, llame a mi Leona, su macho iba para allá con ganas de hacerla desfallecer, ella ni contesto,  rugió por el teléfono. Como no es su relato no lo describiré, aunque lo mereciera,  pero llame a casa para decir que esa noche no iba, y entube 7 horas follándome a mi Leona, al inicio con la imagen de Marta quitándose la ropa de monja, sus shorts y con la camisa empapada,  en la cabeza, pero después mi Leona  ocupo su lugar en , como no, la lleve a desmayarse  y yo caí rendido, pensando en si todo aquello serviría para que Marta fuera mía, no sin darle su ración de semen y mordidas a mi felina acompañante.

Al día siguiente me cruce con ella y me abrazo encantada, había pensado en ello y decidió que nos quedáramos después del ensayo a perfeccionar la ofrenda final, puesto que iba  hacerla, le daba igual lo que dijeran. No recuerdo una semana mas larga en mi vida, y mira que me tire a Rocío, a la aprendiz y el fin de semana a mi Leona, peor no había manera de  calmar el fuego que aquella monja me producía, no podía ser ni por físico ni por sexo, la Leona cubrió todos esos aspectos, era el morbo, el haber la llevado a ese punto en un mes, de quedarse empalaba por el culo por mi polla,  solo separada por unos mini shorts, y no moverse hasta que fui yo quien al saco de allí, era el morbo, y si ella estaba pensando en aquello la mitad que yo durante esos 6 días, seria imposible que no me zumbara es martes. El ensayo salió a la perfección, y ya solo nos dio unas fotos de las ropas a imitar para que el jueves lo hiciéramos en el descanso. Saque de mala manera a los demás al acabar, para quedarnos a solas, estaba de nuevo empapada en sudor, con la camiseta pegada, yo creo que aun mas ceñida, y abanicándose con unos papeles.

-YO: ya puedes quitarte la falda y respirar un poco que estas roja de congestión- fui directo al grano.

-MARTA: esta bien, pero asegura cerrar la puerta.- era una tontería cerrarla, si solo íbamos a ensayar lo que íbamos ha hacer lo vería todo el mundo, igual que su vestimenta,  en unos días.

-YO: pues si lo vamos ha hacer en publico, ¿que temes?.

-MARTA: es que vamos a probar mas danzas tribales, y esas no quiero que se vean todavía, no son muy……decorosas.- diciendo esto dejo caer la falda dejando de nuevo a la vista los shorts del día anterior, me acerque a ella quitándome al camiseta,  estaba tan empapada en sudor que se me pegaba a la piel, y la pedí ayuda, encantaba metió las manso en mi vientre y fue subiendo por mi torso,  separando la camisa de la piel, embadurnándose de mi sudor los dedos, cuando me la quite la tenia recostada sobre mi con sus manos en mi pecho, sin separarlas.

-YO: pues vamos a ver esas ofrendas tan secretas.- ella reacciono riendo mientras se mordía el labio, estaba punto de caramelo, y yo sabía que posturas me iba a enseñar, o al menos lo intuía.

Nos pusimos de rodillas delante del PC, y me mostró varias danzas de varias tribus distintas, a cada cual mas provocativa que la anterior, en algunas hasta me parecía que había penetración pero la grabación no era muy buena, lo notaba mas pro como se movían y las caras de trance,  ella me iba explicando que todas eran danzas para la fertilidad y los hijos, no hacia falta que lo jurara, practicamos en frío alguna muy suaves, pero fui de listo.

-YO: mira, a mi no m importa probarlas, pero esto no se puede hacer el jueves, nos echan.

-MARTA: a lo se tonto, solo quiero revivir un poco aquellas experiencias.

-YO: pero tú solo gravabas.

-MARTA: que va, le enseñe a unos niños a gravar mira.- me enseño un vídeo donde era ella quien hacia una de las danzas, de las mas sensuales.

-YO: mira a la misionera,  que alegre esta.

-MARTA: calla tonta, solo participaba  las danzas.

-YO: ¿y es cierto?

-MARTA: ¿el que?

-YO: ya sabes, que los negros….la tienen enrome.- estaba en zona de peligro pero no aguantaría otra semana sin tirármela o intentarlo.

-MARTA: que bestia eres, jajaja ya sabes que no me gusta tocar ese tema, pero……- hizo un gesto de distancia grande entre sus dedos índices mientras jugaba con su lengua en la boca.

-YO: vaya con los africanos, con razón son tan felices jajajjajjaa

-MARTA: anda deja de pensar así …..- se cayo algo- ….. y vamos a practicar las mas difíciles.- ponía un vídeo de una,  y lo hacíamos.

Sobra decir que en al mayoría había un frote continuo de nuestros cuerpos, la realidad era que en muchas ocasiones estabamos follando con la ropa puesta, en unas yo arremetía contra ella y en otras era ella la que se restregaba contra mi, siempre evitando el contacto directo con mi polla empalmada, pero no siempre lográndolo, de tanto votar le debió doler algo, o clavarse,   con habilidad se saco el sujetador, dejándose solo con la camisa, y puso una en que ella tenia que quedar de espaldas a mi, yo la sostenía en el aire y ella me rodeaba con la piernas hacia atrás, quedado colgando, como las figuras  de las puntas de los barcos.

-YO: así no me atrevo.

-MARTA: venga,  pero si es muy sencilla, ya me has cargado encima antes.

-YO: no es cuestión de fuerza, mira como la tiene agarrada, no puedo asegurar tu cuerpo, no con la camisa puesta – siendo cierto que podía existir cierto riesgo, me importaba una mierda la seguridad, quería verle las tetas de una vez, ya se le calcaban a través de la camisa empapada, unas buenas tetas con los pezones duros, y le hacia una figura en su espalda de pecado, terminaba en una cintura muy estrecha, en cada moviendo era una delicia ver como , ya sin intentar sepárasela de la piel, su camisa era una 2º piel.

-MARTA: pero no puedo, si me pongo el sujetador…- no la deje acabar.

-YO: mira bien el vídeo, ella no lleva sujetador, es mas,  el la agarra de un pecho para evitar que se le escape, no quiero que te caigas como el otro día.- era una burda mentira y se me notaba, pero dio igual.

-MARTA: este bien- se llevo las manos a los botones.

-YO: así no va a salir, tiene mucho sudor,  déjame que te ayude- me coloque detrás de ella, pegando mi polla a su trasero de forma firme, inclinado léventeme su cuerpo hacia adelante, pero sin rechistar,  se dejo hacer.

Pase mis brazos por debajo de los suyos y la hice levantarlos, dios, que visión de su escote desde arriba por detrás, estaba lleno de gotas de sudor, cogí la parte mas baja, me costo separa de la pile, y cogiendo con fuerza fui subido, metiendo mis dedos como separadores desde sus riñones a su ombligo y de nuevo atrás, de forma circular,  levantando la camisa, se despegaba como el papel de una Magdalena o un bollo aceitoso de la bolsa de papel, notaba su calor corporal y la humedad del sudor en mis dedos, con cada movimiento su cuerpo se balanceaba de adelante a atrás, hundiendo mas o menos mi polla en sus shorts, pero sin decir palabra, cuando llegue a su pecho ella termino de estirar los brazos, y note cada milímetro de tela separándose de la piel de su senos, para cuando ya estuvieran  fuera,  dar el tirón final, dejando su coleta rubia moviéndose en mi cara, oliendo su pelo.

-YO: ya esta, así si puedo agarrar bien, aunque estas muy sudada.- lleve mi mano a su vientre y me moje la mano con su sudor.

-MARTA: si,  ahora podemos hacerlo sin peligro- respiraba profundamente, si tuviera 10 millones los apostaría a que tenia el coño empapado de flujos, que estaba excitada como una perra en celo, se mordía el labio sin parar, se frotaba las piernas una contra otra y tenia uno pezones bien erectos, duros y grandes, cuando bajo los brazos cayeron un poco, pero sin duda tenia unas buenas tetas, pasaría de la talla 90 por poco.

La cogí de una mano, y di una vuelta a su alrededor para admirarla y jugar un poco.

-YO: así al menos vistes como  una mujer africana.- sonrío sin terminar de mirarme a los ojos.

-MARTA: venga empieza ya, antes de que alguien nos vea.- no podía ser,  estaba la puerta cerrada en un aula sin ventanas.

Me puse detrás de ella, la cogí por la cintura y la levante, para con la inercia de bajar soltarla un poco y que pasara sus piernas por detrás, no lo logro  a la 1º ni a la 2º, pero me estaba restregando toda mi polla por su culo, me daba igual,  a la 5º logro firmeza, y ya me rodeó con las piernas entrelazando los pies, mirando la pose del vídeo, agarra de su vientre con firmeza y de su hombro con la otra, y comencé a balancearla, al inicio la postura solo rozaba mi polla cuando la bajaba, pero ella echo los  brazos hacia atrás y me dijo que la cogiera por ellos, cuando lo hice quedo colgada totalmente, con los brazos hacia atrás, el pecho saliendo en dirección al suelo y la espalda arqueada, ahora ya mi polla estaba en contacto permanente con su culo o coño en todo momento, subía y bajaba frotándolo claramente, pero ella solo gemía, al inicio de la posición,  pero ya vi que por donde mi polla pasaba, al apretar al tela contra su vagina, el short se oscurecía debido a la humedad.

-YO: parece que dominamos la posición.

-MARTA: si………que bien…….- respiraba jadeando.

-YO: si quieres paramos a descansar.

-MARTA: !!NO¡¡ …….dios……..que…..bien………uffff……no pares..….es como…… cuando que tiraste……… a la sueca.- pare de golpe. ¡¡lo sabia, la sombra que vio Karin era ella!!, La separe las piernas y la deje caer de rodillas.

-YO: ¿que has dicho?

-MARTA: nada, que se me han cruzado las palabras- se tapaba la cara.

-YO: de eso nada, fuiste tu ¿verdad? La que vio en las sombras, ¿que pasa? ¿te gusto mirar mientras me la follaba?- la daba con un dedo en al cabeza.

-MARTA: basta, no es eso, solo oí de ti en el baño, de cómo hablaban de ti y de tu polla, de cómo las hacías vibrar, yo solo……quería verlo….llevo mucho sin desahogarme, lo pase mal, no se….por favor no se los digas a nadie, pueden echare.

-YO: y que pasa con o que ocurre aquí ahora, tampoco se puede saber que estas aquí casi desnuca frotándote como una osa en celo contra un alumno al que sacas 11 años.

-MARTA: no lo se, yo solo…..quería comprobar, quería ver, lo siento de verdad- rompió a llorar

-YO: pues por tu indiscreción ella ya casi no quiere que la toque, me has jodido a una diosa nórdica que me estaba tirando, y ahora me traes aquí, me dejas que te sobe y te monte como un yegua dejándomela tiesa como una estaca y te crees que pendiendo perdón me vas  a calmar, joder si el otro día casi parto a una en dos del calentón que me diste. – sus ojos eran rojos caían lagrimas de ella, y vi que aquello no llevaba  a nada, cambie de táctica.

Me senté a su lado en el suelo, y la acariciaba la espalda mientras terminaba de llorar, se fue clamando, retomando el control de su serenidad.

-MARTA: oye lo siento de verdad, se que no estuvo bien, y si me dejas te compensare, te haré el amor siempre que quieras, todas las veces que te parezcan, por las veces que no puedas con la sueca.- me miro rogando que aceptara, la muy puritana quería pedirme perdón y para ello ofreció que me la tirara, justo lo que ella quería, no se lo pondría tal fácil.

-YO: no es cuestión de que ahora nos  follémos, eres monja.

-MARTA: aun no, no cojo los hábitos hasta el año que viene, el seminario es largo.- se erigió por la espalda acercándose a mi.

-YO: ya,  pero lo serás, te debes a dios.

-MARTA: no le debo nada a dios,  se lo debo a las monjas, fue su cariño lo que me saco de la cárcel y me llevo a una vida mejor, no el dios que permitió aquella matanza ni el que dejo que me violaran 100 hombres durante 4 meses, me lo debe el a mi. – dio otro paso de rodillas para besarme la mejilla.

-YO: pero ellas tiene un código, y no aceptarían esto.

-MARTA: tampoco querían que os contara mi historia entera, y solo tu me regalaste el placer de oírla entera.- volvió a besarme pero ahora en los labios, yo no me movía, me hacia el duro y resentido cuando estaba deseando calzármela.

-YO: ¿y como nos viste a Krin y a mi?- me hacia de rogar.

-MARTA: os vi en la escalera, vi como se te tiro encima, vi como os quedasteis así un rato, desde entonces en los descansos os seguí, hasta que vi donde os metíais, y ese día fui directa al aula, para entrar antes que vosotros.- todo esto lo decía besándome en los labios cada pocas palabras.

-YO: ¿y que viste?

-MARTA: vi como la besabas, como os desnudabais, como la tratabas, como la acariciabas, como la excitabas, dios, vi como la partías con tu polla, como la abrías el coño y como gritaba de placer – ya no solo me besaba, si no que contoneaba su cuerpo, y se llevaba la mano a sus shorts, frotando por encima.

-YO: ¿y que te pareció?- estaba por arrancarle la poca ropa que la quedaba.

-MARTA: me excitó, note como me mojaba, como hacia mucho que no pasaba, me recordó a mi época en el instituto, cuando aquel mal chico me hacia vibrar, me masturbe tan fuerte que ella me vio, me escondí detrás de un mueble para que no me vieras, me quede allí hasta que acabasteis y os marchasteis, tuve que masturbarme hasta correrme, el sonido de tu polla abriéndola lo tengo grabado en la cabeza.

-YO: ¿y que te gustaría que hiciera ahora?- empece a mover mi boca con ella, acariciándola la espalda.

-MARTA: quiero que me trates igual, con amor, con cariño, quiero que me hagas el amor de forma calmada y con pasión.- ya metía su lengua en mi boca.

-YO: solo si esta segura, no quiero hacerte daño.

-MARTA: ya nada puede hacerme daño.- se me hecho encima tumbándome boca arriba, con ella encima, eso me mato, sentir su cuerpo sudoroso encima del mío,  con mi polla aplastada por sus shorts.

Sin dejar de besarnos, ya los 2 con lengua, ella acariciaba mi pecho y yo su espalda, desde luego seria monja o misionera, pero sabia moverse, encogía su cuerpo para luego estirarlo, de forma lenta, así lograba frotar ni bulto y restregar su tetas contra mi, con su coleta cayendo sobre nuestras caras, aquella posición me sacaba de mis casillas. Me la saque de encima,  la senté en el suelo y la di la vuelta metiendo su culo entre mis piernas hasta hundir mi polla en su trasero, mi pecho contra su espalda,  como una muñeca de trapo, besando su espalda y su cuello, lleve mis manos a su vientre y fui subiendo mis caricias hasta llegar a sus pechos, estaba realmente excitada, arqueaba su espalda para volver a ponerla recta, repasando mi polla con sus nalgas, sus pezones estaban duro y los masajeaba, con cuidado, pero sin dejar de acariciarlos, ella se agarraba las rodillas, así que solo tuve que torcer el cuerpo hacia atrás para tener vía libre, baje mi mano por todo su vientre hasta llegar al shorts, me costo un mundo levantar la tela, estaba realmente tirante, pero una vez dentro,  baje mi mano a su coño, no lleva  bragas ni nada, note bello, pero muy corto y bien cuidado, no esperaba eso, aun así mis dedos se mojaron rápidamente cuando comencé a masturbarla lentamente, pro encima, jugando con las yemas de los dedos, abriendo y cerrando sus labios mayores, con ella gimiendo claramente, metí mi dedo corazón en su interior, no me costo nada, pero ella echo su culo hacia atrás, apretando mas contra mi, lo sacaba , jugueteaba y lo volví a meter, y de nuevo se echaba hacia mi, lo hice tanta veces que ya había ritmo de penetración, mientras mi dedo la penetraba por delante, ella me masturbaba con su culo por encima de la ropa, aguantando un poco logre que se corriera de forma brutal, mancho los shorts y mi mano, gritando de placer, seguí haciéndolo a menos ritmo, besando su cuello.

-MARTA: eres una maravilla, déjame que te compense.- se tiro para atrás hasta tumbarme  para luego incorporarse y andando a gatas hacia atrás, para ponerse haciendo un 69 pero estriados, sin pensarlo mucho besaba y apretaba con la boca mi polla,  por encima de la ropa, mientras yo besaba sus muslos y apretaba por su culo contra mi.

Si a ella le costo sacarme el pantalón y los calzoncillos por la erección que tenia no os cuento el sufrimiento de sacarle los shorts en esa posición, al tirar ella se deslizaba por mi cuerpo pero la ropa no se movía, al final, medio metiendo mi cara entre sus piernas y que ella se agarraba a mi polla con las manos, ya liberada en su cara, usándolo de barra firme, logre que la tela cediera hasta los muslos, de allí ya fue fácil seguir tirando hasta quedar totalmente desnudos, ella encima de mi pero invertidos, para cuando fui a abrirla las piernas y acercar su cadera a mi cabeza, ella ya masturbaba y chupaba mi miembro con gran habilidad, le abrí las nalgas separando su coño y hundí mi lengua en ella,  besando como su fuera una boca,  tirando con mis labios de sus pliegues mayores, estaba empapada, casi goteaba sobre mi cara, y cuando jugueteaba con la lengua en su interior arqueaba la espalda sin dejar de pajearme gritando alabanzas al señor, para después seguir engullendo media polla, era jodidamente hábil, y su forma de mover la lengua no era normal, casi logra que me corra antes que ella, pero notando ya que se acercaban mi semen, metí mis dedos en posición, rozando su punto G, en 2 minutos se volvió a correr, casi coincidiendo con mi corrida en su boca, para mi sorpresa se lo trago y siguió chupando una vez flácida, hasta volver a ponerla dura, ¿quería mas fiesta? se la iba a dar.

-YO: levántate, te la voy a meter hasta donde te entre.- le di una cachetada en el culo.

-MARTA: no tengo condones, ¡dime que tu si!

-YO: me hice la vasectomía a inicio de año, no habrá problemas de mi parte, pero tú……hasta pasado mucho en África.- se puso en pie para sentarse en una mesa mirando hacia mi, y abriéndose de piernas, con cara de lujuria, y se separo los labios mayores.

-MARTA: me hice unos análisis al volver, estoy limpia, así que fóllame de una puta vez.

-YO: a sus órdenes.

Me levante y me puse entre sus piernas, dirigiendo mi glande a su entrada,  mientras ella me agarraba por el cuello con una mano y con la otra se apoyaba para mantenerse erguida, jugué frotando la punta de mi polla en su exterior, hasta que vi suplica en sus ojos, entonces la empale de un fuerte golpe de cadera, entro casi  ¾ del tirón, y no note demasiada dificultad así que aceleré rápido apoyándome sobre la mesa, ella me abrazaba ya sin sujetarse a la mesa, yo era su apoyo y a la vez la fuerza que la hacia moverse, me rodeo con las piernas como una profesional y movía su cadera facilitando mas la penetración, llevando así 10 minutos ya la penetraba totalmente, golpeando pelvis con pelvis, mis huevos rebotaban en su culo mientras mi polla la abría sin parar, cuando me harte de su aguante 10 minutos después, la cogí del culo y la levantaba de la mesa con cada embestida dando golpes con sus nalgas al caer en la mesa,  peor sin dejarla reposar en ella, nuestras frentes estaban pegadas, no nos besábamos, solo nos mirábamos a los ojos, así no aguanto mas y llegó su corrida, la 3º, pero yo no estaba listo aun, así que pase una de sus piernas por en medio, y la deje de espaldas a mi, sin sacarla de ella, y agradeciendo de nuevo por que al arquitecto se le ocurriera atornillar todas las mesas al suelo,  la agarre de las tetas y acelere al máximo mis movimientos hasta correrme, por el camino ella lo hizo otro par de veces, gritando que era como lo había soñado y como me vio con la sueca, que no parara. Debo reconocer que  sin llegar a ser mi leona, me costo mas de hora y media que rogara que parara, y otros 10 minutos al correrme, no había sido buena idea haberme hecho eyacular antes con la mamada, eso alargaba mi 2º corrida bastante.

Para cuando acabe y saque mi polla flácida de ella, se quedo colgada de  la mesa, con las piernas flaqueando y el culo totalmente rojo de los golpes que mi pelvis habían  dado allí. Me senté en el suelo algo agotado admirando mi obra.

-YO: vaya con la monja, me has dejado seco.

-MARTA: dios de mi vida, – se santiguó- pero que bien follas, me has dejado rota, eres un regalo del cielo – me hacia gracia aquella mezcla de alabanzas divinas y palabras sucias – ¡¡¡como no vas tener al instituto entero detrás de ti!!!

-YO: el mundo no sabe lo que se pierde contigo en un convento, tienes mas capacidad y aguante que casi todas con las que he estado.- ella torció el gesto, y dejándose caer al suelo de rodillas, echo a llorar.- perdona, no quería ser insensible…….

-MARTA: no es culpa tuya, es que tienes razón, y lloro por ese motivo, hasta que atacaron el poblado era un mujer sexualmente normal, llegué a hacer el amor con algún chico de África o algún jefe tribal para que me dejara quedarme, y   aunque disfrutara con ello, pero después, después de que me violaran………..no os he contado toda la verdad, al principio si, sufría y me resistía pero era por comida, luego ya me violaban sin nada a cambio y llego un punto en que…….mi mente cambio……pensaba en que no estaba mal, en que podía aprovecharme, en que si era participe me darían cosas………que yo era parte de ellos y ellos de mi.

-YO: ¿Síndrome de Estocolmo?

-MARTA: algo así me diagnosticaron en el hospital,  se dieron cuenta, me resiste a que me sacaran de aquella celda, y las primeras semanas pedía que me devolvieran allí, me tuvieron que sedar y atar cuando trate de escapar, después recibí ayuda, entre psicólogos, sacerdotes   y monjas me hicieron ver que estaba equivocada, que aquello no estaba bien, y me disidí apartar de esa vida cogiendo los hábitos,  pero……al oír de ti, al verte con la sueca, al ver como aguantaste mi historia y como me acariciabas en los bailes, se me ha ido la cabeza, he vuelto a aquella celda.- me di cuenta de que aquella mujer estaba mas jodida de la cabeza de lo que había supuesto.

-YO: te pido disculpas, no pense que fuera tan grave, si quieres me visto y me……

-MARTA: no, fóllame otra vez, eres lo único que me ha hecho sentir algo desde aquella vez- se me tiro encima masturbándome – la tienes mas grande que ellos, me lo abrieron tanto que apenas siento nada, pero a ti si, noto como me llenas.- me la quite de encima, estaba medio poseída, me dio mal rollo.

-YO: mira, vamos a dejarlo aquí, mañana con más clama charlamos.- me vestí y salí pitando de allí.

La tarde y noche pase  lenta, mi cabeza le daba vueltas, ¿que había hecho?, ¿me estaba aprovechando?, ¿no era justo?, decidí cortar de raíz, al día siguiente en cuanto la viera la pediría disculpas y no volveríamos a vernos en esa situación. El problema fue que el descanso la buscarla, me encontró a ella a mi y me metió en un cuarto a solas, se levanto la falda y me llevo su mano a su coño, sin bragas y  encharcado.

-MARTA: hoy después de clase ven a verme al aula.- se bajo la falda y se fue de allí.- sopese si ir o no, pero tenia algo de miedo a que se fuera de la lengua.

Al acabar las clases me asegure de que nadie me siguiera y entre en el aula, allí estaba Marta con el conjunto de monja puesto de arriba a bajo, cofia y rosario en las manos incluidas, de rodillas,  rezando.

-YO: hola ya estoy aquí- salude revisando que no huera nadie mas.

-MARTA: pasa  déjame acabar.- así lo hice, acabó y se sentó a mi  lado en una silla – mira siento si te asuste ayer, como te dije, has sido el 1º que m ha hecho sentir algo, me volví un poco loca.

-YO: un poco, si pero no pasa nada, podemos considerarlo tu despedida de soltera, jajaja ahora te casaras con dios.- aliviado por que parecía mas clamada y serena.

-MARTA: pues la verdad es que me lo estoy replanteando, no solo por ti, si no que puedo seguir ayudando a la gente sin ser monja, pero se que es el camino que quiera seguir hasta conocerte.

-YO: por mi no tomes decisiones, esto has sido un erro………….- me corto para sentase encima mía.

-MARTA: yo no voy a tomar la decisión, no se que hacer,  así que decidirá  dios y tu me vas a ayudar.- me temí lo peor – veras, quiero que me folles aquí y ahora- se levanto la falda y su culo desnudo se apretó contra mi polla- yo rezare a dios mientras me la hundes, y si el me quiere a su lado, no me correré, y si lo hago,  sabré que el quiere que siga con mi vida sin coger los hábitos.

Joder, estaba loca de verdad, pero no un poco,  si no ida de la cabeza, aquello no era un pensamiento racional, pense en sacármela de encima como loco que era, pero os voy a ser sinceros, todos mis reparos morales eran pocos, una pedazo de mujer restregaba su culo desnudo en mi paquete,  vestida de monja,  pidiendo que me la ensartara para entablar un disputa con dios por su futuro mientras ella rezaba, mi mente era adolescente, y le pareció perfecto.

La levante,  me desnude,  masturbándome para coger tono,  mientras ella me miraba juntando las palmas de sus manos rezando, se dio la vuelta y se sentó sobre mi levantando la falda de nuevo, palpando dirigí mi polla, y se la metí, ella muy digna, se dejo meter hasta el fondo mi polla aun morcillona, y sin cambiar el rictus ni separar las palmas de sus manos empezó a subir y bajar follándome ella sola, murmurando cánticos a dios, yo ni me movía, era ella quien hacia todo, pero ver a esa mujer de punta en blanco de monja rezando y ensartándose mi polla me la puso dura, su cara era de congestión, disfrutándolo pero hacia esfuerzos en hacer ver que no, de vez en cuando cambiaba le ritmo y la velocidad gimiendo mientras pedía a dios que la concediera su sabiduría, una hora estuvimos así, cualquier intento de mi parte por cambiar de postura o acariciarla fue en balde, aquello era entre dios y ella, yo solo era una barra de carne, me sorprendí a mi mismo pensando en Rocío o mi Leona, hasta pense en el clásico de fútbol que vendría en unos días, mientras aquella hembra se metía mi falo sin parar, la física no dejo que pasara pero si hubiera parado de moverse seguro que se me hubiera bajado la erección. Media hora mas tarde pasó lo inevitable y con ella botando salvajemente,  se corrió gritando como una posesa, quedo rendida hacia delante aun sin salir de mí.

-MARTA: esta bien señor, si es lo que quieres, así será, ayudare a la gente pero no cogeré los hábitos.- se puso en pie,  se desnudo completamente y es volvió a empalar,  esta vez de cara a mi, besándome, llego la fiesta.

Probamos todas las posturas africanas de danza pero sin ropa y penetrándola, con ella en brazos colgando de mi, estando de pie, ella se alejaba de mi balanceándose y se empalaba, como el péndulo que me enseño Eli, pero sin separar las piernas, cogida carrerilla, se corrió mas de 5 veces en la  siguiente hora, y yo 2, la 2º fue al darla por el culo, si, los soldados también le habían destrozado el ano, y mi polla gozo con su trabajo, después de cada corrida ella me la chupaba de nuevo hasta volver a ponerla dura y volvíamos a follar, a las 3 horas terminamos muertos, ella rememorando aquella celda y yo las sesiones con mi Leona.

-MARTA: venga una ultima vez, ofréceme a los dioses y cuando me bajes métemela por el culo, no me dejes tocar el suelo hasta que te corras.- así lo hice, bajando su culo sudoroso por todo mi pecho y mi vientre y dejándola allí suspendida mientras se la metía por el culo, agarrándola de los brazos,  la inclina hacia adelante apoyándola contra mi y me la tire así mas de 30 minutos hasta correrme, tuve agujetas en los brazos 2 semanas por aquello.

Al día siguiente hicimos la presentación, los chicos con las ropa africanas encima de las suya, pero ella y yo solo con las ropas africanas solo,  o casi, ella se dejo la ropa interior, y yo me tuve que dejar los slips, mientras me vestía,  por que en cuanto me movía,  se me salía la polla, ella al verla colgando  me la chupo sin parar hasta correrme, a 10 minutos de la actuación. La actuación quedo de cine y el ofrecimiento final arranco los aplausos de todos, al bajarla noto mi empalme de nuevo y al ir a cambiarnos me la tuve que volver a tirar, casi delante de los compañeros, y casi contra mi voluntad, al principio.

Después de aquello la vi un par de veces mas por el edificio, no volvimos  a follar,  y antes de acabar el curso nos informaron de que había dejado el seminario y se volvió a África, dijo que a buscar a dios, yo pensaba que a buscar una buena polla que le llenara.

CONTINUARA………

 
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